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70 veces 7

en No Consentido

¿Hay alguien aquí?

 

¿Dónde estoy?

 

¿Alguien….?

 

Ernesto miraba a su alrededor sin recibir respuesta alguna, una luz cegadora le impedía ver forma o color alguno, caminaba sin rumbo fijo, un silencio intenso predominaba en ese extraño lugar y se pregunto si se encontraría a las puertas del cielo.

El sentido innato del tiempo que tienen los humanos le decía que las horas pasaban lentas sin detenerse…seguía caminando sin llegar a ningún lado.

…por favor… ¿hay alguien aquí?

"Es tu turno"

Una voz con la fuerza de mil gargantas rompió el pesado silencio que lastimaba sus oídos.

Volteo su rostro a todas las direcciones sin poder descubrir de quien era esa voz.

¿Quién eres?

¿Dónde estas?

¿Qué hago aquí?

"Ernesto Ortiz Garza…15 de enero de 1945"

Era su nombre completo y la fecha de su nacimiento.

"Es tu turno"

¿Mi turno…de que…?

¿Estoy muerto?

"no"

¿Eres Dios?

"no"

"Ernesto…20 de junio de 1965… ¿recuerdas?"

Ernesto palideció al escuchar esa fecha, esa fecha que el pensó estaba olvidada, quien era la persona que le recordaba esa fecha tan importante en su vida.

¿Eres Dios?

"no Ernesto, no soy Dios y no estas muerto, estas en tu inconciente"

"¿recuerdas esa fecha?"

….no…

"¿no?"

Al instante y ante los ojos de Ernesto empezó a ver las imágenes de ese día de verano, se vio a si mismo joven, tenia 20 años, el cabello negro y corto, su cuerpo era atlético y el rostro agradable, su caminar era rápido como si fuera a un compromiso muy importante, a lo lejos una hermosa niña rubia como el sol le sonreía feliz, con familiaridad y sin miedo.

¿Te dieron permiso tus papis de ir al parque?

-si, les dije que iría con mi amiguita y su mamá-

Eres una niña traviesa, por eso me gustas…

-¿Somos novios?-

Pregunto la chiquilla con el rostro enrojecido.

Claro y me vas a dar muchos besitos, como los novios ¿verdad que eres mi novia?

La hermosa niña bajo los ojos en un hermoso gesto de inocencia.

Ernesto vio como los dos se fueron a lo mas retirado del enorme parque, en donde predominaban los enormes álamos y los pinos, con el corazón agitado de manera salvaje vio como el mismo le ayudaba a la niña a subir las rocas solo para ver los diminutos calzoncitos de la chiquilla, el sudor escurría por su frente y resbalaba por las venas de su cuello, miro su entrepierna y el bulto en su pantalón era evidente, tanta presión en la bragueta le provocaba un dolor en los huevos, cuando al fin llegaron a un lugar adecuado, Ernesto fingió un cansancio para acostarse en el césped debajo de unos frondosos arbustos.

Ven…descansemos un rato

La inocente chiquilla se arrodillo a un lado de Ernesto con las mejillas teñidas de un hermoso color escarlata, su pecho se agitaba debido al esfuerzo y los labios le brillaban invitando a ser besados y chupados…unas gráciles mariposillas blancas revoloteaban entre las flores silvestres Ernesto atrapo una con mucha delicadeza y se la entrego a la niña.

Mientras la chiquilla observaba el bello insecto unas manos masculinas acariciaban sus delicados muslos por debajo del vestido, ella se limitaba a sonreír nerviosa, el era su novio y era normal que el la acariciara, no era la primera vez que estaban solos, Ernesto era su vecino y muchas tardes se habían visto a solas en el cuarto de el, con engaños Ernesto se había adueñado de la voluntad de la niña para desahogar sus perversiones en el cuerpecito de la inocente, cuantas veces disfrazo el olor de su verga en la boca de la chiquilla con pastillitas de menta, infinidad de veces su dedo había hurgado en las partes mas intimas de su vecinita, mas nunca había llegado tan lejos como ahora.

Con la respiración atropellada por la excitación y el morbo empezó a besar el frágil cuello de la chiquilla mientras la despojaba de sus calzoncitos, era algo nuevo para la niña, con sumo cuidado la fue acostando mientras el se bajaba los pantalones junto con sus calzoncillos blancos, saltando como resorte su dura verga para quedar encima de ella, abrió en compás las piernas de la niña dejando sin defensa su delicados labios vaginales completamente vírgenes.

Temblando de ansiedad acaricio y beso a la chiquilla hasta notar como su vagina se humedecía presa de la excitación.

Sin mas preámbulo coloco la punta de su verga a la entrada del reducido orificio femenino, Ernesto sabia que seria muy dolorosa la penetración así que con su mano derecha tapo la boca de la chiquilla quien se limitaba a expresar su extrañeza con los ojos muy abiertos, de pronto el primer empujón hacia su vagina dilato sus labios vaginales hasta hacerle daño.

¡….Haaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyyyyyyhhhh….nnooooooooo…!

Cállate que te van a oír…puta….cállate…

¡Eres malo…hayyyyyy me duele…quiero irme a mi casa…mamaaaaaaaaaaaa!

¿A poco creías que con puras mamadas me ibas a tener contento?

¡ya no te quiero…eres malo…me dueeeellllllleeeeeeeeeeeeee…..!

Ernesto presiono con más fuerza la mano sobre la boca de la pobre chiquilla sin importare el dolor que le provocaba su verga tratando de entrar en la estrecha vagina infantil.

Las lágrimas asomaron abundantes a sus ojos de cielo, intento levantarse pero el cuerpo que la aprisionaba era más pesado que sus fuerzas.

El segundo empujón rompió el himen para siempre, las piernas le dolían por la presión de las caderas de Ernesto, la mano que aprisionaba su boca impedía cualquier grito de auxilio, las imágenes se fueron haciendo cada vez más borrosas, el aire le empezaba a faltar en sus pulmones.

Ernesto no se dio cuenta del desmayo de la niña y al notar el cuerpo inmóvil pensó que lo más doloroso ya había pasado, sin embargo no retiro su mano de la boca de la chiquilla y siguió penetrando la estrecha vulva sin detenerse buscando su desahogo.

Cuando al fin eyaculo en medio de fuertes espasmos, Ernesto desplomo su pesado cuerpo sobre la ya inerte chiquilla quien había sido asfixiada por la fuerte mano de quien ella pensó era su novio.

Ernesto recobro las fuerzas para follarse de nuevo a la chiquilla, era deliciosa la manera de entrar y salir de esa vagina tan elástica que aceptaba toda su masculinidad, cuando la tarde estaba escapando Ernesto pensó que era hora de despertar a su amada noviecita, solo para darse cuenta de que ella había dejado de existir.

Con terror Ernesto vio como el mismo empujaba a la chiquilla a un riachuelo y la cubría de ramas y hojas secas, guardo para si mismo una calceta de la niña como recuerdo y sin remordimientos regreso a su hogar.

"¿ya recordaste?"

Yo no quería que ella muriera…yo la amaba…

"No solo la violaste…acabaste con su joven luz"

…perdón…

"el momento de que pases por lo mismo ha llegado"

¿Iré al infierno?

"el infierno esta en tu mundo ¿no estas enterado?"

"Lo pagaras 70 veces siete"

Cuando Ernesto despertó al mundo real, al infierno terrenal, un agudo dolor en su recto lo llevo a exclamar un agudo grito de dolor.

¡Miren a la putita…cualquiera diría que es su primera vez!

Las risas perversas de aquellos hombres lo hicieron estremecerse de terror, un fornido hombre de casi dos metros lo estaba penetrando con una enorme verga, mientras los demás sujetos sobaban sus enormes pollas preparados para ocupar el sitio de quien lo estaba violando.

¡chupame la verga hasta vaciarme, maldito viola-niñas, aquí vas a pagar tu crimen desgraciado!

Antes de siquiera responder, Ernesto estaba con la verga del depravado sujeto mientras era jalado de los cabellos para hacer lo mas hondo posible la penetración oral.

Las pulsaciones en su culo era la señal de que el que lo violaba había terminado, con una sonora nalgada el enorme sujeto le saco la verga chorreando sangre y heces fecales de Ernesto el dolor fue aun mas intenso que la violación misma.

¡Listo, el que sigue, no me lo maltrates mucho que esta putita ya tiene dueño!

De un fuerte empujón Ernesto recibió de nuevo una dura verga que el sintió que le llegaba al corazón de lo larga que era, la boca llena de verga le impedía quejarse, un nuevo desvanecimiento lo privo del dolor que invadía todo su cuerpo.

"ahora sabes que se siente que tomen tu cuerpo sin tu consentimiento"

A la menor oportunidad me quitare la vida –respondió Ernesto-

"esta es tu vida numero 60"

Dijiste que no estaba muerto.

"así es"

"Observa tu vida numero 35"

Ernesto se vio así mismo como salía del vientre materno de su madre, como recibía la vida en el cuerpo de un frágil cervatillo en medio de la sabana africana, para segundos después ser devorado por una hambrienta leona, de nada valían sus llamados de auxilio, su madre se encontraba a salvo corriendo junto con la manada hacia su salvación, mientras el era disputado por la jauría de felinos quienes arrancaban sus miembros para devorarlos.

Destrozado Ernesto suplico perdón.

"pagaras 70 veces siete tu crimen"

Piedad…

"¿escuchaste tu las suplicas de la pequeña mientras la penetrabas brutalmente y gozabas de su cuerpo inocente?"

 

¿Por qué me pasa esto a mí…?

 

"Esto no es exclusivo de tu destino, todos los hombres tienen las mismas tentaciones, un cuerpo joven y virgen han provocado la destrucción de muchas almas, no escuchaste tu conciencia, te dominaron los bajos instintos y ahora aquí estas…

 

Pagando 70 veces siete"

 

El cuerpo maltratado de Ernesto estaba en el frió piso con el semen escurriendo de su boca y culo, la noche oscura de su vida no estaba cerca y con los ojos llenos de lagrimas deseo con todas sus fuerzas no haber salido de casa aquel lejano 20 de junio de 1965, cuando acabo con la vida e inocencia de aquella niña.

 

¿Dónde estoy?

 

"es tu turno"

 

¿Quién eres?

 

¿Estoy muerto?

 

"Miguel Morales Iza"

 

"¿Recuerdas el 12 de Abril de 1980?"

 

Fin.