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Cornudo y castrado (3)

en Dominación

Cornudo y castrado (3)

Cuando mi mujer se quedó preñada de su amante venía casi todos los días a follársela. A pesar de la barriga y cuando el embarazo estuvo ya muy avanzado y a ella le vino la leche a los pechos, se pegaba sus pezones y mamaba de ellos. A veces me decía que le reparara un vaso y entonces yo tenía que ordeñar a mi mujer para llenar un vaso que metía en el frigorífico para que estuviera fresquita y que le ofrecía a el en un abandera cuando venía a casa.

Y una vez que nació la niña, él siguió chupando la leche de sus pezones hasta que se le retiró y dejó de hacerlo, pero entonces se les antojó que yo debería ser más sumiso y alcanzar un nuevo nivel en i humillación permanente a mis amos, por lo que deberían hacer algo para llevarme a un nivel más bajo de sumisión. Y decidieron castrarme y me llevaron a una clínica de castración de cornudos en Holanda que permite que los castradores (generalmente la mujer y el amante), participen junto a los médicos en la castración para así humillar más la cornudo. Pero además mi mujer decidió que yo tenía que estar bien despierto para que viera como ella y su amante me castraban, por lo que sólo me deberían poner anestesia local para que pudiera contemplar mi castración y como mis amos me castraban.

- Queremos que nos veas castrándote para que no se te olvide y además vamos a grabar un video con la castración para que lo podamos ver cuantas veces queramos.

Y nos trasladamos a Holanda donde pude asistir bien despierto a mi castración por parte de mi mujer y de su amante que mientras yo estaba en la camilla con los muslos abiertos me preguntaron si estaba de acuerdo.

- ¿Quieres que tus amos te castren? - me preguntaron

- Sí, quiero que me castren.

- Suplícalo

- Te suplico amo y ama que me castréis de por vida.

- Entonces coge el bisturí y dánoslo, mientras suplicas que te castremos -me dijeron

Y sujeté el bisturí que estaba en una mesita al lado de la camilla y se lo ofrecía mi amo y mi ama para que me castraran, para que, por favor, os lo suplico, tengáis a bien castrarme para convertirme en un eunuco, en vuestro eunuco a vuestro servicio. Os lo suplico, añadí poniendo el bisturí en la mano de mi amo y otro en la mano de mi ama.

Y lo hicieron y metieron mis testículos los metieron en un frasco en formol y se lo quedaron para ponerlo en la mesa de la sala de estar y que todos los que fueran a casa supieran que era un castrado.

- Ahora eres además de cornudo, un eunuco - me dijo ella con el frasco en la mano. Y al no tener testosterona tu pito se encogerá aún más y te convertirás en más sumiso todavía, pero ahora al no poder gozar, sólo le sacará placer de la humillación que te proporcionemos. Y vas a tener mucha, te lo prometo. La primera es que a partir de ahora sólo llevaras las bragas que cada día yo me quite para que sepas quién es el macho en la casa. Y además traeré a todos mis amigas para que vean tus cojones sobre la mesa y te sientas más cornudo y humillado.

Y así fue porque me pidieron que pusiera mis cuentas corrientes a su nombre, le di mi carné de identidad y todos mis documentos. Y así fueron pasando los días hasta que ellos se cansaron de mi porque querían tener vida privada y como ella ya había conseguido la nacionalidad española no me necesitaban para nada. Eso les oí comentar.

- Y qué hacemos con él -le dijo mi mujer a su amante

- Podemos venderlo en el mercado de esclavos de Internet.

. Me parece muy bien, pero antes deberíamos llevarlo a que le sacaran todos los dientes y muelas para que cuando chupe pollas no roce a sus amos y no los moleste. Y además así podríamos conseguir más dinero por él porque además de castrado, sin dientes y siempre dispuesto a tener una polla o un coño en su boca.

Pero esa es otra historia.

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