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Una noche en la carretera

en Orgías

Una Noche En La Carretera

Gabriela llega temprano a la estación, escucha el parte diario y conversa con sus colegas. Fue recientemente asignada a esta unidad y aunque a ella no le gusta realizar patrullaje carretero acepto de buen agrado la asignación. Como buena policía que es no cuestiona sus órdenes.

En un principio tuvo algunos problemas con sus colegas en vista que ella es una oficial muy estricta y eficiente y en ocasiones la disciplina entre sus compañeros era algo ligera, pero a pesar de todo las dificultades fueron bien sobrellevadas y a Gabriela comenzaron a respetarla y a tomarla en cuenta.

El patrullaje carretero es una labor tediosa y muy cansadora. Pero Gabriela no se desanima y aplica mano dura a los infractores. Rápidamente se gana una formidable reputación y todos los conductores que transitan de forma habitual por esa carretera comienzan a tener mucho cuidado en vista que Gabriela tiene la costumbre de esconderse bien y tomarlos por sorpresa. Algunos, los más tontos, cometieron el error de intentar sobornarla solo para ganarse una detención y meterse en un lió peor aun. Desde el punto de vista profesional ella es muy exitosa.

El hecho que Gabriela es vista como una policía exitosa y eficiente esconde los problemas personales que ella tiene, divorciada y vive sola desde hace tres años, no tiene hijos y debido a los problemas con su familia los ve muy a lo lejos. Así que para distraerse de sus problemas personales se dedica completamente a su labor de policía donde se destaca con claridad sobre el resto.

A Gabriela no le han faltado invitaciones a salir, a sus 25 años es una mujer bastante guapa, pero ella continuamente rechaza esta posibilidad y se asegura de mantener a los hombres a raya. Esta es la razón por la cual siempre prefiere hacer patrulla sola a pesar de los consejos de sus colegas que le advierten que puede ser muy peligroso. Sin embargo ella lo hace igual ya sea de día o de noche aunque en privado admite que más de un susto se ha llevado por estar sola.

Un sábado en la noche Gabriela se prepara para salir a patrullar. Recoge sus cosas y entre ellas un termo con café y algunos sándwiches para llevar. La noche se siente fría así que ella se abriga bastante. Su chaleco antibalas lo lleva pero decide no usarlo para usar mejor una camiseta bajo su blusa como protección para el frió.

Ella va saliendo de la estación hacia su patrulla cuando un colega le habla, "si ves un Mercedes azul, déjalo pasar", Gabriela intrigada pregunta por que, "son unas locas las que manejan ese vehiculó, salen de fiesta ocasionalmente y en general son un dolor de cabeza, yo prefiero dejarlas pasar y no meterme en un lió". Tras escucharlo Gabriela le hace un gesto pero ciertamente no se siente intimidada por la advertencia. Se sube a su patrulla y se dirige a su lugar de espera, "será una larga noche" se dice a si misma.

No pasa mucho rato antes que ella atrape a sus primeros infractores, todos por exceso de velocidad y alguno manejando con cierto olor a alcohol pero nada grave. Algunos camiones que no llevan las luces reglamentarias y cosas similares, nada fuera de lugar. Gabriela regresa a su escondite y se sirve una taza de café en vista que el frió va haciéndose más intenso que antes.

Ya son casi las cuatro de la mañana, el frió esta peor que nunca y Gabriela escucha la radio. Sorpresivamente un auto azul pasa a gran velocidad, de inmediato ella comienza a seguirlo en medio del sonido de las sirenas y las brillantes balizas de su patrulla. Al acercarse al vehiculo lo identifica como un Mercedes, "así que este es el auto" piensa ella. Tras una breve persecución el auto azul se detiene a la orilla del camino hacia unos árboles, Gabriela se estaciona detrás.

De su guantera saca una linterna y sale de su patrulla avanzando hacia el vehiculo, se acomoda su gorra y se pone una chaqueta para protegerse del frió. A medida que se acerca escucha música muy fuerte y risas, oye voces de mujeres. "Documentos por favor" le pide Gabriela en un tono cortante la conductora, una mujer joven de unos veinte y tantos años de cabello rubio. La mujer no pone mayor problema y le entrega sus documentos a Gabriela que los revisa. Ella hace una rápida mirada dentro y ve a otras cuatro mujeres, una al lado de la conductora y tres atrás. Se nota que algunas están bastante ebrias.

Sandra es el nombre de la conductora. Gabriela le ordena a ella y a su acompañante bajarse del vehiculo, ambas visten diminutas minifaldas y al parecer el frió no les molesta en absoluto, "¿algún problema?" pregunta Sandra, "eso es lo que voy a averiguar". Gabriela se percata que dejo su radio en la patrulla, entonces ella comete un error, se da media vuelta y va hacia su patrulla por la radio descuidando su espalda. En ese momento Sandra y su acompañante la toman por la espalda y la reducen. Gabriela trata de zafarse pero sin éxito, la otra chica le propina un fuerte golpe en la cabeza que si bien no la deja inconciente la aturde permitiéndole a Sandra quitarle su arma y las esposas, la otra chica la sujeta y le quita su chaqueta, Gabriela trata de reaccionar pero esta aun aturdida por el golpe. Sandra aprovecha la ocasión y la esposa.

Las otras chicas se bajan del auto y se ríen al ver a Gabriela en el suelo tratando de ponerse de pie. Se recupera del golpe pero esta esposada. De inmediato les ordena que la suelten y las amenaza con meterlas presa por esto. Sin embargo ellas no se intimidan en absoluto. Gabriela trata de arrancarse pero no consigue nada, ellas la detienen con facilidad y la ponen contra el auto azul. Otra chica se sube a la patrulla de Gabriela y la esconde entre los árboles. Luego las cinco se reúnen y conversan entre ellas. Gabriela forcejea para liberarse pero sin éxito, nota que la miran de forma extraña. "será divertido" comenta una de ellas.

Sandra se acerca lentamente a Gabriela, la hace ponerse de pie y la mira de arriba abajo y camina a su alrededor. "Nada mal, nada mal" dice a espaldas de Gabriela que mira de forma fría y dura a las demás. Una fuerte nalgada la hace sobresaltarse, "tienes un buen culo lo sabias, firme y bien grande", pero Gabriela se mantiene en silencio. "Vamos a ver si es cierto" dice otra chica que se llama Eva. Entre ambas toman a Gabriela y la ponen contra el capo de su patrulla dejándola con su trasero bien expuesto, Gabriela forcejea pero sin éxito. "Vaya miren que tenemos aquí" dice otra mujer y entre todas la manosean despiadadamente. Le dan fuertes nalgadas y Sandra desliza su mano entre las piernas de Gabriela que al cerrarlas la deja atrapada.

Todas la manosean, incluso una de ella se inclina y le lame su culo por encima de sus pantalones. "¡Suéltenme malditas perras degeneradas!" les grita Gabriela mientras opone resistencia. Eva, una morocha, la toma la toma del pelo con fuerza. "Será mejor que te calmes, vamos a divertirnos contigo, así que será mejor que te portes bien o sino te ira peor". Eva le suelta el pelo a Gabriela, su cabello castaño queda libre ahora. Con rudeza la hacen pararse nuevamente y entre las cinco la rodean y comienza a manosearla por todos lados. Le toman sus pechos, le frotan su coño y su culo a la fuerza otras la besan y meten su lengua en la boca pese a que Gabriela se resiste y cuando lo hace la tratan con dureza.

Luego de un rato ellas la dejan y Gabriela cae de rodillas. Esta algo shockeada por lo que sucede, pero aun tiene una mirada desafiante. "Ven aquí, no te quedes ahí que recién estamos empezando, veamos que hay debajo de tanta ropa" le dice Carla, una negra de exótica belleza. Pasa sus manos sobre los pechos de Gabriela, en ese instante comienza a abrirle su uniforme, Gabriela se mueve un poco pero las otras no la dejan. "Se sienten bien" agrega Carla después mientras aprieta con sus manos los pechos de Gabriela. "Te demoras mucho" le dice Layla que le abre la blusa a las malas y le rompe la camiseta que Gabriela usa dejando sus pechos cubiertos solo por su sostén. "Los tienes bien grandes, se ven apetitosos" le dice Sandra que se los acaricia para luego apartarle el sostén. "Definitivamente nos vamos a dar un buen gusto contigo" agrega Tara, la otra chica que esta ahí.

Layla algo le dice al oído a Sandra y a Eva, ella se ríen y buscan algo. Carla y Tara se dedican a lamer, frotar y hasta estrujar los pechos de Gabriela, son grandes 92 centímetros por lo menos. "Debes ser la policía más ardiente de todas" le dice Carla al oído mientras pasa la punta de su lengua por el. Sandra y Eva la toman y la ponen de nuevo contra la patrulla. Gabriela se sobresalta al sentir el frió del metal sobre sus pechos. Sandra le desabrocha el cinturón y de una sola vez le baja los pantalones. Gabriela usa ropa interior blanca, sus nalgas se aprecian tersas y suaves. Eva le da un par de fuertes nalgadas, "¡termina de una vez maldita yegua!" le grita Gabriela a Eva, "vaya pero que genio" luego la toma del pelo y le habla al oído, "ahora veremos como te portas con esto".

De un fuerte jalón le quitan su ropa interior. Carla desliza sus dedos sobre el coño de Gabriela, que se mueve como si tratara de quitársela de encima. Carla, en represalia, mete sus dedos en el coño de Gabriela que comienza a gritar diciéndole que la deje. "Vamos, gritas demasiado y sin embargo tu coño esta húmedo" le dice en tono burlesco. Las otras chicas le hacen lo mismo, la follan con sus dedos en su coño, otras se lo lamen ansiosamente y le meten los dedos en la boca. En una ocasión Sandra y Tara le meten los dedos al mismo tiempo, Tara no resiste la tentación y se lo hace por el culo también en medio de los gritos de Gabriela que les ordena infructuosamente que la suelten.

"Vamos usemos esto" dice Tara que juega con el bastón de policía de Gabriela. Lo primero que hace es metérselo en la boca, obliga a que Gabriela lo chupe como si fuera si fuera un miembro, "tienes practica, a cuantos de tus compañeros se las has mamado, se ve que a varios" agrega después. Las otras chicas se ríen y Carla le separa los labios de su vagina, "ven acá, méteselo de una buena vez". Lentamente Tara se lo va metiendo pese a la resistencia de Gabriela, ella siente el bastón de madera gruesa y helada entrar en su coño. "Follala más fuerte" le exige Layla que lo toma en sus manos y acomoda el otro extremo entre sus piernas, ella se mueve como si la estuviera penetrando en medio de las risas de sus amigas, Sandra sigue metiéndole sus dedos por el culo mientras Gabriela ruega que la dejen a estas aturas ya con lagrimas en sus bellos ojos café.

"Esta perra lo esta disfrutando" dice Layla, "su coño esta bien estrecho" agrega después. Ellas encuentran divertido lo que Layla le hace a Gabriela y todas se turnan para violarla. "Miren lo que tengo aquí" dice Sandra que le hace un gesto a las demás. Gabriela, con sus ojos llenos de lágrimas, trata de mirar pero Eva no se lo permite.

Sorpresivamente Gabriela siente como le separan sus nalgas, Tara le mete su lengua en su culo y le lubrica su ano con saliva, Gabriela le grita que se detenga pero nadie le hace caso. "Vamos, ahora esta lista", Sandra coge el bastón y se lo mete en el culo, pero Gabriela se resiste, "no importa cuanto te opongas, te lo van a meter ya sea a la buena o a la mala, así que será mejor que no te resistas o te va a doler y mucho" le dice Eva. Cansadas de los gritos de Gabriela, Carla la amordaza, los quejidos y suplican de Gabriela son ahogados por un trozo de tela. Gabriela siente el bastón que entra y sale de su culo, se resiste pero solo consigue que ellas la violen con más rudeza, de pronto sus ojos se abren al sentir algo metálico y frió entrando lentamente en su coño, desesperada se mueve para ver con que la están cogiendo y aterrada observa a Layla metiéndole su pistola en su sexo, "quédate quieta, no se nos va a disparar un tiro si te mueves" le advierte en medio de las risas de sus compañeras.

Sin compasión alguna la cogen, unas usan el bastón metiéndoselo en el culo y otras usan la pistola en su coño, Gabriela apenas ofrece resistencia mientras es violada por estas chicas que disfrutan el cogerse a esta oficial de policía. Le toman sus tetas y le meten los dedos y aquellos elementos una y otra vez, los quejidos de Gabriela son ahogados por la mordaza que apenas la deja respirar.

"Ya es suficiente de esto, démosle algo de verdad para que se entretenga" dice Sandra que al parecer es la líder de este grupo. El bastón y la pistola son dejados a un lado, ambos cubiertos con los jugos de Gabriela. Le quitan sus pantalones y la hacen hincarse en el suelo. Layla le remueve la mordaza y Gabriela las mira a todas con sus ojos llenos de lágrimas y sin la actitud desafiante de antes. Todas la rodean y Sandra comienza a subirse su minifalda, de pronto Gabriela se muestra totalmente desconcertada cuando un miembro aparece entre las piernas de Sandra, ella mira a las otras y todas exhiben vergas masculinas, la de Carla de un tamaño considerable. "Que le ocurre oficial, nunca había visto a un transexual antes" le dice Tara burlándose de ella.

Gabriela no alcanza a decir palabra alguna cuando Sandra la coge de la cabeza y le mete su verga en la boca. Gabriela se ve atragantada por el miembro de Sandra, la rubia la obliga a hacerle una mamada, "¡oh si, se siente tan bien, con esa boca que tienes muñeca definitivamente sabes mamarla!" agrega la rubia. Las otras "chicas" pasan sus vergas sobre el rostro de Gabriela, luego se turnan entre ellas y una a una la follan en la boca y la pasan sobre sus tetas. La verga de Carla por lejos fue la que más problemas le dio, debido a su tamaño y grosor, la negra no le tiene compasión y la folla en su boca hasta dejarla sin aliento. Eva le toma sus tetas y las usa para hacerse una paja mientras Tara y Layla se la meten en la boca al mismo tiempo casi ahogando a Gabriela.

"Arriba muñeca" le dice Eva que la toma del pelo y la hace inclinarse, "ven aquí" le dice Layla que se la mete en la boca. Gabriela se la mama a medida que se la mete entre sus labios y pronto siente un miembro abriéndose paso en su coño, "¡ahhh, lo tiene realmente estrecho esta tipa!" exclama Eva que sujeta de las caderas a la oficial. Con gran fuerza y rapidez la coge. Le da una acometida tras otra en su coño haciendo que sus grandes tetas se agiten con vigor. Junto a la verga de Layla se suma la de Tara y Gabriela como puede acoge dos miembros en su boca. Sandra pide su turno y Gabriela siente como otra chica la folla, su coño esta tan mojado que no tienen problema alguno en penetrarla.

Carla, la negra, la empuja poniéndola de espaldas en el suelo, le toma las piernas y las apoya en sus hombros. La negra la penetra de una sola vez y Gabriela se estremece al sentir un miembro tan grande en su coño. Gabriela casi no puede gemir, ya que Sandra de inmediato la obliga a que le haga una mamada. Tara se monta sobre ella y usa sus pechos para pajearse. La policía ya no se resiste, se deja violar una y otra vez por sus captoras.

"Ahora lo haremos a mi modo" dice Tara que se acuesta en el suelo. Entre Carla y Eva hacen que Gabriela se monte sobre ella, Sandra sorpresivamente le libera las manos, "las vas a necesitar" le dice a Gabriela que no dice nada. Tara hace que la policía comience a cabalgar sobre su verga, las otras chicas se la meten en la boca una y otra vez. Carla le toma una mano y la lleva hacia su miembro, Gabriela comienza a frotárselo y después hace lo mismo con el de Eva. Sandra se la folla por la boca. Y Layla decide penetrar el lindo culo de la oficial. Gabriela se estremece al sentir como la violan por sus dos agujeros.

Todas las chicas se turnan para cogerse por el culo a Gabriela que a estas alturas ya no da más. Todas las vergas pasan por su boca, su sexo o su trasero. Carla la toma de las caderas y de una sola vez se la entierra entre sus nalgas, Gabriela siente algo de dolor en vista que la verga de la negras es por lejos la más grande y gruesa de todas. La negra la hace cabalgar en su verga, Gabriela esta sentada sobre ella dándole la espalda. Su boca y sus pechos siguen recibiendo un miembro tras otro. Eva decide follarla por el coño de nuevo, sin embargo Gabriela pronto siente como otra verga comienza a entrar en su sexo, Tara empieza a penetrarla y la oficial pronto recibe dos vergas en su coño y la de Carla bien metida en su culo.

Sobre el suelo a la orilla del camino al lado de su patrulla Gabriela fue salvajemente violada por unos transexuales. Luego de cogerse tanto a la policía ellas comenzaron a correrse sobre las tetas y dentro de la boca de Gabriela que recibe una descarga de semen tras otra. Carla se corre en su culo de una manera increíble dejándoselo lleno de un tibio semen que escurre fuera de el. La negra después con rudeza se la mete en la boca hasta que se corre otra vez. Gabriela se trapica al recibir tanto semen de una vez. Sandra también decide cogerla por última vez en el culo y lo encuentra lleno del semen de Carla. Todas le hacen lo mismo e incluso Layla con Tara le hacen una doble penetración anal, si bien al principio fue doloroso para Gabriela después ya no lo es tanto, tras ser cogida por la negra su culo ya estaba más que dilatado.

Gabriela yace en el suelo, con su mirada perdida, desnuda, excepto por parte de su blusa y su sostén. Su cuerpo esta cubierto de semen que se escurre por su culo, sus pechos, su boca y por todo su rostro. "Fue un placer conocerla oficial" le dice despidiéndose Sandra que le tira una toalla y el resto de su ropa. Ellas se suben al auto en medio de sus carcajadas y comentando lo bien que lo pasaron violando a esta policía.

Pasan unos minutos y Gabriela lentamente se incorpora, esta adolorida, en especial en su culo. Se limpia un poco y luego se viste. Salvo por su camiseta que le rompieron y algunos botones de su blusa. Recoge su pistola y su bastón que aun tiene olor a mujer, los limpia como puede y decide regresar a la estación.

Ella entra visiblemente cansada y aturdida, "¿Qué te ocurre estas bien?" le pregunta un colega al verla en tales condiciones, Gabriela piensa un momento antes de contestar, "no te preocupes, estoy bien, solo cansada" responde ella. "¿Y viste el Mercedes azul del que te hable?" le pregunta el compañero de servicio que le había hecho la advertencia antes. "En realidad no" responde Gabriela que se va directamente a las duchas. Mientras se baña ella se mete sus dedos en el culo y después en su boca, saboreando el semen que ellas le dejaron ahí.

A la semana siguiente, sábado por la noche Gabriela sale de patrullaje otra vez. Son las tres de la mañana y varios conductores pasan sin respetar el límite de velocidad. Todos se extrañan que no este Gabriela por ahí. Lo único que ven es un auto azul detenido a la orilla del camino escondido entre unos árboles que apenas permiten verlo. Cerca de ahí y aun más escondido esta la patrulla de Gabriela. Apoyada sobre su capo esta ella, con sus tetas al descubierto, con sus manos esposadas a su espalda y gimiendo como loca mientras Sandra, Layla, Carla, Tara y Eva le meten incansablemente su bastón de policía en el culo y pistola en su coño mientras ella a gritos les pide que no se detengan.