miprimita.com

Historias de Hermanas 4

en Amor filial

Historias de Hermanas

Mónica viene de la cafetería, le encanta un café bien cargado a media tarde, le ayuda a mantenerse activa y atenta a todo lo que debe hacer. Toma el pasillo y regresa a su oficina, desea terminar unos reportes ahora para no tener que estar mañana sábado en ello.

"¡Y tu crees que soy tan estupida para creerte esa basura, por favor!" se oye con suma claridad afuera, todos están pendientes de la discusión que a cada instante sube de tono. Mónica aparece en ese momento y al ver a los demás atentos a ello en lugar de sus deberes decide poner orden en este asunto. "Vuelvan a trabajar ahora mismo, lo que ahí sucede no es de nuestra incumbencia", todos le hacen caso y se queda un momento para asegurarse. Luego retoma a su camino y entra a su oficina donde aun se escucha la discusión, Mónica solo mueve la cabeza.

Al cabo de un rato hay silencio y después se escucha un violento portazo, "Mónica, ven a mi oficina por favor", escucha en el teléfono, rápidamente deja todo de lado y acude al llamado de su jefa. Golpea la puerta un par de veces antes de entrar, Victoria esta sentada y se limpia sus lagrimas lo mejor que puede. "¿Escucharon todo verdad?" le pregunta a Mónica la cual no sabe bien que responder, los gritos eran tales que era imposible no oír lo que sucedía, "más o menos" responde, Victoria sabe que con eso que quiere que medio mundo los escucho, "ya veo, toma asiento quiero pedirte un favor".

Mónica regresa a su casa, su hermana Alexandra, su sobrino Javier y su hijo Ricardo ya están ahí, Mónica los llama a todos y les hace un anuncio importante. "Quiero que junten algo de ropa, no mucho por que mañana en la mañana nos iremos a la casa de mi jefa donde nos quedaremos hasta el domingo", nadie entiende nada y Mónica les explica lo ocurrido.

La fuerte discusión de Victoria era con su marido, un sujeto reconocido como un mujeriego y apostador empedernido que se le insinúo a Mónica un par de veces lo que ocasiono algunas fricciones con su jefa. Ahora le salio a su esposa con un supuesto viaje de negocios pero ella desconfía y cree que es más que nada una excusa para ir a apostar y gastar dinero en mujeres. A Victoria no le molesta tanto que se meta con otra tipa, pero el tema de las apuestas es serio, la última vez debió pagar una fortuna en deudas de su marido. Por desgracia este viaje la toma por sorpresa y no pudo conseguir a alguien que le cuide la casa hasta el domingo en la tarde, su marido ya se fue y quiere alcanzarlo a la brevedad, así que le pide a Mónica que se fuera con su familia el sábado en la mañana y así tomara un vuelo que sale temprano y darle alcance antes que se meta en más problemas y despilfarre más dinero.

"¡Ese lugar es una mansión con piscina y todo!" comenta Ricardo que ya conoce, aunque muy a la pasada dicho lugar. Sin nada más que agregar de inmediato dejan todo listo y Mónica les advierte que deberán levantarse temprano.

Al día siguiente salen raudos al ver que están algo atrasados, por fortuna el transito esta bastante despejado y el recorrido se hace en unos minutos. Afuera de la mansión se ve un taxi y a Victoria que esta cargando un bolso bastante grande en el. "Perdón por la demora" le dice Mónica, pero Victoria le replica que no hay problema. Mónica presenta a su hermana y a su hijo, "al mío me parece que ya lo conoces", "pero solo de vista".

Victoria le da algunas instrucciones a Mónica, "la casa esta desordenada la empleada no ha venido un par de días, la alarma esta desactivada, pueden comer lo que quieran y usar la piscina si lo desean, la casa es suya hasta mañana", Victoria se despide y se va rápidamente. Todos entran y se maravillan por el lujo y la comodidad.

Tras desayunar y sacar algunas cosas del auto los chicos salieron corriendo dispuestos a darse un buen chapuzón, pero Mónica y Alexandra los llaman de regreso. "¡Vuelvan acá inmediatamente!" les ordena Alexandra, "antes de pasarla bien primero deberemos trabajar un poco, este lugar esta desordenado y primero haremos un buen aseo antes de descansar y usar la piscina" agrega Mónica, la cara de espanto de ellos es evidente. "¡Mama, estas loca, este lugar es enorme nos llevara todo el día!" exclama Ricardo, Javier lo apoya y asiente con la cabeza, "pues en ese caso será mejor que ambos se pongan manos a la obra, pueden comenzar en el segundo piso con los dormitorios" le dice Alexandra que le entrega una escoba a cada uno, las protestas de ambos fueron en vano, resignados se ponen a trabajar.

Tal como había dicho Ricardo les lleva casi todo el día, las habitaciones son varias y casi todas bastante grandes. Tan solo limpiar el segundo piso les lleva toda la mañana y aun queda el primer piso, pero Mónica cree que a pesar de todo dejaran la casa reluciente antes que termine el día.

Cerca de las cinco de la tarde y tras ver las malhumoradas caras de Ricardo y Javier, Mónica decide dar por terminado el aseo, aun queda algunos detalles pero ya es lo de menos. "Esta bien, esta bien vayan a la piscina y dejen de fastidiar", tras decir esto ambos salen disparados y al poco rato se escucha un estruendoso chapuzón, "¡esto es vida!", comenta Javier mientras flota tranquilamente.

Al cabo de un rato aparecieron Mónica y Alexandra a hacerles compañía, Mónica se quita la ropa y se queda con un bikini bastante atrevido como le gustan mientras que Alexandra es más conservadora con un traje de baño color azul, aunque que este se amolda completamente a su figura.

El sofocante calor seguía latente a pesar de la hora, Ricardo y Mónica conversan en una esquina de la piscina mientras Alexandra con Javier compiten a ver quien nada más rápido. Los roces entre ambos son frecuentes y poco a poco Javier pierde el pudor hacia su madre y discretamente comienza a tomarla de las caderas y a frotar su miembro contra su trasero, "¡oye, atrevido!" le dice, "te ves tan bien así, que me gustaría follarte aquí mismo" le susurra al oído Javier.

Ambos miran hacia el otro lado de la piscina, ahí Mónica con su hijo Ricardo están en lo suyo, ella de espaldas sobre una toalla y él encima deslizando su lengua por todo su cuerpo y recorriendo sus curvas con sus manos. Los gemidos de Mónica se van haciendo más fuertes en especial cuando Ricardo le toma los pechos o desliza su lengua entre sus nalgas apartándole su bikini. Alexandra pronto sintió las manos de su hijo meterse bajo su traje de baño buscando sus pechos y su verga restregándose contra su culo, "tus pechos son increíbles" le dice mientras su madre mueve activamente sus caderas. Javier desciende una de sus manos y la mete entre las piernas de Alexandra sintiendo su coño mojado y hundiendo con fuerza sus dedos en el. A Alexandra le encanta cuando su hijo le hace así, le gusta que use sus dedos y separa sus piernas para permitirle la mejor libertad de acción.

Alexandra se apoya en el borde la piscina y Javier le aparta su traje de baño hasta ver su coño por completo, de inmediato comienza a darle sexo oral pasando su lengua por su húmedo sexo una y otra vez. Presiona entre sus nalgas y hábilmente usa sus dedos en ella masturbándola y excitándola de sobremanera. A lo lejos Mónica y Ricardo hacen un feroz 69, a ambos les encanta hacerlo así y Ricardo ha aprendido bastante con su madre.

"Mama, quiere me la chupes" le pide Javier y Alexandra lo complace. Él se sienta en el borde la piscina y ella le baja su traje de baño descubriendo su ya bien erecto miembro. Alexandra exhibe sus pechos y los usa para hacerle una paja, el miembro de su hijo se desliza entre sus grandes senos y con la punta de su lengua le roza su roja cabeza para después alojarlo por completo en su boca saboreándolo y rozándolo con sus labios.

"Es mejor en grupo" dice Mónica que aparece en ese momento desnuda, "permíteme" le dice a Javier. Ella se pone sobre su sobrino haciendo que este se recueste por completo. Mónica le acerca su coño al rostro y pronto siente como Javier se lo empieza a devorar. Ricardo toma parte con Alexandra, sobandole el culo y apartándole su traje de baño buscando ansiosamente su coño. "Puedes darme sexo oral si quieres" le replica Alexandra y pronto la lengua de Ricardo se abre paso en sexo presionando con en su coño. Mónica y Alexandra le hacen una mamada entre ambas a Javier que se deleita lamiendo el coño de su tía, los cuatro se lo montan con todo en la piscina.

"Has entrenado bien a tu hijo" comenta Mónica al sentir como Javier le devora el coño, ahora de una manera más apasionada que la vez anterior. Alexandra pronto deja un ardiente gemido al momento en que su sobrino comienza a penetrarla, ambas hermanas se besan apasionadamente. Mónica se acomoda sobre Javier y se monta sobre su verga recibiéndola toda, Javier la sujeta de las caderas y Mónica le cabalga salvajemente encima. Ricardo arremete contra su tía tomándola de sus anchas caderas y haciendo que su miembro se hunda hasta el fondo de su coño, Alexandra desliza ansiosamente su lengua sobre el coño de su hermana mientras es follada por su hijo, los cuatro se lo están pasando de película ahí.

A la orilla de la piscina la orgía continua. Mónica fue a recoger unos juguetes que trajo y los chicos se deleitan al ver a sus madres montándoselo entre ellas. Mónica y Alexandra follan entre si con un consolador doble y se cargan una sobre la otra para meterselo mejor, ellos deciden tomar partido y ofrecen sus vergas y de inmediato se las empiezan a mamar. Alexandra y Mónica les hacen una mamada a sus hijos mientras rítmicamente se follan entre si, el consolador de un vivo color rojo desaparece bien metido en sus coños. "Vamos mama chupala como tu sabes" le dice Ricardo a Mónica que gime profundamente y entre sus carnosos labios desliza la verga de su hijo, Alexandra se carga con todo sobre su hermana y Javier le mete su verga en la boca casi hasta dejarla sin aliento.

Ricardo y Javier sujetaron a Alexandra con fuerza y entre ambos la empalaron con sus vergas, "hijo rómpeme el culo" le pide Javier mientras cabalga salvajemente sobre la verga de Ricardo que le chupa sus tetas. Alexandra siente el miembro de su enterrarse en su culo y ambos le dan bien duro, es la primera que siente algo, dos vergas recorriéndola por dentro de esa manera tan intensa y excitante. "Muy bien ahora abre tu boca" le dice Mónica que aparece a su lado usando un juguete atado a su cintura. Sin dudarlo un instante Alexandra lo empieza a chupar mientras su hijo y su sobrino la follan con ganas. Luego Mónica toma el lugar de Javier y le da con el consolador por el culo ante los gemidos de Alexandra que lo goza como loca, Javier se excita de sobremanera al ver a su madre ser follada así.

"Ahora sigo yo" dice Mónica que rápidamente toma el lugar de Alexandra y se monta sobre su hijo dándole la espalda, "damela toda por el culo campeón" le dice a Ricardo. Mónica se mueve sobre su hijo, su miembro se entierra entre sus nalgas y sube y baja por la misma. Alexandra se dedica a mamar el consolador de Mónica y Javier le ofrece su miembro a su tía que no pierde un segundo en deleitarse con ella.

Los cuatro se lo montan ardientemente y sin parar. Alexandra se monta sobre el juguete de su hermana y su hijo se la da por detrás. Los gemidos de todos se funden en uno mientras se follan entre si, Mónica y Alexandra se dan ardientes besos entre ellas mientras sienten las vergas de sus hijos bien metidas dentro de sus cuerpos. Los chicos se corrieron con abundancia sobre los cuerpos de sus madres que seguían besándose y lamiéndose entre ellas, "volvamos a la casa, tenemos toda la noche para seguir follando" propone Mónica.

Ya en la casa prepararon la cena, Mónica recibió un llamado de Victoria diciéndole que regresa mañana en la tarde, "no te preocupes esta todo en orden" le asegura Mónica. La noche va llegando y tras dejar todo en orden en la casa suben al dormitorio matrimonial, el más grande de todos. Mónica al asomarse por la puerta ve a su hermana ya desnuda sobre la cama siendo follada por Ricardo y Javier. Mónica de inmediato se une a ellos y la orgía continuo. Alexandra decidió devolverle el favor a su hermana y usando un consolador le bien duro con él. "Así es mama, follala con todo" le dice Javier a su madre mientras Mónica recibe aquel juguete, Ricardo le pone su miembro en la boca para que le haga una mamada.

Ambas fueron duramente folladas por sus hijos y Alexandra no se cansa de recibir ambas vergas a la vez. Mónica la observa follar y se masturba usando un consolador mientras espera su turno. Luego Mónica se une y entre los cuatro siguen dándose con todo. Por un instante Ricardo y Javier se apartaron para ver como sus madres se lo montan entre ellas lamiéndose y follandose con sus dedos y con los juguetes que Mónica llevo. Ambas se preocuparon de darles un buen espectáculo a ambos que pronto volvieron a su faena de cogerlas a ambas.

 

"Deberías pedirle la casa más seguido a tu jefa" bromea Alexandra abrazada a su hijo, "a futuro veré lo que puedo hacer" comenta Mónica mientras saborea todo el semen que brota de la verga de Ricardo. Los cuatro quedaron ahí, sobre la cama exhaustos después de tanto coger.

Por la mañana dejan todo en orden en el dormitorio y desayunan en la cocina, Mónica recibe un llamado de Victoria que llegara cerca del medio día, antes de lo previsto. "Que pena, pensé que alcanzaríamos a usar la piscina de nuevo" comenta Ricardo, "para la próxima" le dice su madre que le da un beso. Puntualmente llega Victoria y le ayudan con sus cosas. "¿Y bien como te fue?", "mejor de lo que creía, conseguí cerrarle mis cuentas bancarias a ese bastardo, ahora el dinero que pierda será el suyo, no el mío" dice con satisfacción. Tras cruzar unas palabras más Mónica y los demás se van dejando a Victoria sola en su casa. Ella sube a su habitación y se tira en su cama, entonces recuerda algo y va a un gabinete que tiene con llave.