miprimita.com

La sexualidad desde la vista de una virgen...

en Confesiones

La sexualidad desde el punto de vista de una virgen

Esta mañana estaba revisando unos relatos de un conocido de mi pagina favorita, todo relatos, al parecer, está en un cruce de adictos al sexo y amantes del arte erótico, bueno, eso lo de menos, me acerqué a los comentarios en los que una chica escribía “no tienes uno más romántico que no sea de tanto sometimiento a la mujer” me pareció desde que lo vi, que definitivamente no era la única que pensaba así, y que no estaba loca por creer que las condiciones de porno y erotismo para mujeres deben ser muy distintas ya que ellos piensan cosas muy distintas de nosotras, el machismo no es solo en el ámbito laboral, está en todos los ámbitos cotidianos hasta en la cama. Por eso cuando me aventuré a escribir mi primer relato erótico me sentía peor que una traficante de cosas ilegales, lo cual me hiso toparme con que mi sexualidad estaba truncada por los preceptos machistas y conservadores de mi sociedad, tuve que quitarme muchas cadenas para poder llegar a liberar mi lívido en el contexto sexual, y de hecho experimenté viendo videos porno y el sexo por internet los cuales me parecieron completamente sin chiste, no tenía sentido escribirle a alguien como si le estuvieras haciendo cosas que, por desgracia para el cuerpo, no estás haciendo, es mentalmente desgastante esa situación porque te deja como un niño que le dan la ultima rebanada de pastel y para acabarla de amolar está echado a perder…

De hecho también me llama la atención que la gente me escriba pensando que yo suelo tener una cita con un hombre cada día de la semana para acudir a un hotel de paso, lo cierto es que físicamente soy virgen, y soy completamente renuente a la idea del sexo oral y anal desde que descubrí que algunos hombres no se bañan por días y que en mi ciudad el virus del papiloma humano está causando estragos, así que opté por la forma más segura de desfogar mi inquietud por el sexo desde los 15, los relatos y la autosatisfacción.

Desde la comodidad de mi lap he podido ver toda clase de maneras porno, porno ligth, erotico, porno hard, experimental y aberrante como yo lo clasifiqué desde tuve esa inquietud. Después de mucha insistencia de amigos ocasionales en la web decidí aventurarme al mundo de los videos, al cual ya había tenido un encuentro desagradable, viendo una peli porno con mis amigos, sentí que era innecesaria esa sensación que me provocaba como mujer el hecho de ver a una compañera de senos irrealmente enormes gritando como una zorra “¡más duro… métemela, si… así!” en una posición casi acrobática que a cualquier mujer de la vida real le daría un calambre, y pensé en que esas chicas. Mas allá de la trata de personas y eso, creo que el prono  entra en el rango de “gordo soltero, solitario y ansioso de sexo busca chica frondosa para una tarde de pasión”, debo confesar que ver todos esos videos además de dejar mi mente recargada de imágenes desagradables e irreales sobre el hombre y la mujer, me hiso reafirmar que no estoy enferma al menos no lo suficiente como para dejar que alguien me vea masturbarme en frente de una web Cam, así que me llenó de alivio saber que mis relatos tienen su fuente en libros como “mas sexo y menos nueva york” y “relatos para el placer”… que mi debilidad por los músicos viene de sus manos grandes. Y delicadas y que he visto desde que veo a mis amigas que para volver a un hombre loco en la cama no hace falta ser de 90, 60, 90; y claro, que el encanto cuando conozco a un chavo se acaba cuando me propone juegos como los de las palis piornos que tiene escondidas bajo su cama, es por eso que sigo siendo virgen, si los hombres me van a tratar como una estrella porno prefiero contratarme un gigoló para que me quite mi virginidad, después de todo los hombres lo hacen todo el tiempo, ¿por qué nosotras no?...

El hecho también es que al momento que quise hablar abiertamente de este tema con mis amigas ellas se mostraron nerviosas y asustadas, y me preguntaron “¿no pensarás hacerlo con David (el chico en el que salía en ese entonces) verdad?”, y me dije a mi misma “¿por qué una debe preocuparse por su sexualidad solo cuando piensa tener relaciones?”… creo que el hecho de que no se hable abiertamente de estos temas ni siquiera entre mujeres es madre de que el erotismo para la mujer caiga en situaciones que hacen creer al mundo que el porno para mujeres se encierra en géneros como Lésbico, fetichismo, consoladores y embistiendo a la vecinita cachonda.

Entonces si te gusta leer relatos eróticos o ver porno en la red perteneces a uno de dos grupos, lesbiana, o puta, no digo que cualquiera de los dos sea malo, hay mujeres que así experimentan su sexualidad por su manera de ver el mundo, y es interesante conocer su perspectiva, dejando de lado la opinión de Paquita la del barrio y Jenny Rivera, estoy completamente segura de que las chicas vemos el sexo en un contexto distinto, y los sé porque en mi investigación para este ensayo vi un video porno lesbi, me pareció de hecho mas excitante que los hetero, y es que tienen muy presente de que el placer en un mujer no viene de la penetración, eso me gusta de sus videos, además me recordaron cuando una compañera de una plática de sexología respondió al tosco comentario regatoneo de un chavo “por hombres como tu existimos las lesbianas”; en cuanto a las “putas”, como suelen llamar a las mujeres que se atreven a decir lo que les gusta en la cama, apelo a la dignidad con que pita amor dijo “no soy mujer de un solo hombre”, y es cierto, si una puede elegir entre un hombre que la haga gritar de placer y uno que llegue como el misionero, a hacer el favor y marcharse, pues que mejor, y solo experimentando se consigue, es una pena pero es verdad. Si como mujeres hemos sido sometidas por los hombres a difíciles pruebas estéticas y morales, por que nosotras no catalogar al sexo opuesto, no se nos puede incriminar por querer algo en especial en la cama ni por pedir que nos traten de cierta mantera.

Es por eso que decidí escribir las experiencias que me han contado amigas ocasionales del chat y también otras cuantas que se han animado a platicarme mis amigas añadiéndole algo de mi imaginación.