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Sexo para acompañar III

en Grandes Series

Cap. 3

Se preguntarán que pasó después de mi shock emocional de enterarme que mi metrosexual acompañante de estancia resultó ser mi flamante regalo de cumpleaños, pues verán, no pude hacerlo con él, al parecer seguía jugando con mi mente la idea que me había hecho sobre sus preferencias sexuales, sin embargo, desde esa vez no me lo pude quitar de la cabeza, ¿qué habría pasado si lo hubiera dejado correr?... imposible saberlo, le pedía que lo anotara en mi cuenta, cuando estuviera lista decidiría hacerlo, reconozco que el haberle confesado que todo este tiempo le tuve confianza por creer que era gay le molestó un poco, pero desde ese día las cosas se complicaron con diana, ya que ella se molestó aún más porque desperdiciara su preciado dinero en una tarde de no sexo, sin embargo desde esa tarde comenzó a no llegar a dormir más seguido, su cita resultó ser un semental y una billetera fácil de abrir, lo que ella amaba más que cualquier cosa era un hombre bueno en la cama y con dinero suficiente para llevarla a un buen restaurante.

Esto provocó que me quedara muy seguido con Eduardo en el departamento, platicando de muchos asuntos, sobre mi vida amorosa, el antes de Víctor y después de Víctor. Era completamente una marca en mi vida, porque nunca me llevé bien con mi familia y él me había abierto esas puertas, descubrí que estuve a punto de arruinar mi vida por agradar a los de mi casa, eso me hiso sentir que ya no necesitaba hacerlo más, que cumplir las expectativas de mi familia me traía más problemas que los que solucionaba, y fue entonces cuando estuve los últimos cuatro días del viaje en mi cama escuchando música, sufría una transformación,  pensaba y reacomodaba las cosas en mi cabeza de tal modo que la misma diana dijo que era una persona diferente cuando llegamos a la central de autobuses en Morelia, debo admitir que también fue el haber cerrado un ciclo de rechazo por mi madre con la venta de la muñeca, la entregué al día siguiente de haber llegado y le llamé a Eduardo para completar es servicio que me debía, tenía ganas de un polvo desenfrenado con un cuero como él…

No quiero hacerla larga, en la mañana había estado decepcionante, un cerrajero que cambiaría la combinación de la chapa de mi departamento me avisó que no se presentaría por problemas de salud, no quería que Víctor volviera a entrar sin permiso, le dejé un último mensaje antes de borrarlo de mis contactos diciendo que viniera por sus cosas, me sorprendió no tener noticias de mi madre(la otra con llave de mi casa), sabía que le iba a dar un infarto cuando se enterara de que cancelé la boda pero no me alarmé demasiado, a lo mejor había decidido aplicarme la ley del hielo por eso, así que recibí sin problemas a Eduardo en mi casa, compré champagne y bombones con chocolate más un poco de helado y tenía comida china en el congelador para el día siguiente, en eso, sonó la puerta, me había vestido casi normal para la ocasión, elegí algo fácil de quitar y holgado para estar cómoda, no creí que le importara, me iba a quitar la ropa de todos modos.

_ ¡Ed!... qué bueno que llegas…

_ ¿no te molesta que nos veamos en tu departamento?...

_ no lo creo, desde ahora viviré sin remordimientos, además, no tengo intenciones de encariñarme contigo, creo que eso te acarrearía muchos problemas…

_ tienes razón… bueno, que tienes en mente…_ me decía mientras caminábamos hacia la sala…

Estábamos sentados, pensando en una estrategia para esa noche, sin embargo decidí que sería más relajante que fuera espontaneo conmigo y le pedí que jugáramos a hacerlo espontaneo, no quería algo tan planeado como una película porno, y me dijo:

_ pues no sé qué clase de hombre quieres que sea contigo…

_ por favor muéstrame tu creatividad…

Así que se sentó a un lado de mí y encendió la televisión mientras que por suerte pasaban un película romántica con alto contenido erótico, si mal no recuerdo, era “guiados por la pasión” o algo así, en una de las mejores escenas comenzó a recorrer mi cuello con su dedo, yo ya estaba optando por dejarme llevar desde que entró a la casa, así que le seguí el juego, después no ´se cómo hiso que  su mano bajara por mi espalda y legara hasta la curvatura de mi cintura en donde rodeó para tenerme a su merced en un segundo, con una maniobra magistral me derrumbó en el sofá, luego de verme detenidamente de arriba abajo con una meticulosa mirada que seguía a su dedo como un cursor, metió su mano en mi vestido y estuvo jugando en su interior con las sensaciones que provocaba, mientras tanto entretenía mi nerviosismo con unos cuantos chupetes en el cuello, tener mi mentón en su hombro me hiso sentir sexy y feliz por estarme echando a un hombre  como él, me desinhibí en poco tiempo, fue entonces cuando él tenía ya sus dedos en mi clítoris haciéndome acelerar el pulso, y yo le estaba quitando la camisa, pude ver que tenía un sexy tatuaje de líneas formando un ala entre donde empezaba la pierna y terminaba en abdomen, que por cierto era bastante firme, su estimulación me hacía agitar y estaba a punto de gritar de no ser porque me asustó un portazo, era la puerta de mi casa…

_ ¡¡¡¿por eso rompiste tu compromiso con Víctor?!!!

_ ¡¡¡no puede ser madre!!!... ¿me espías o qué?

_¡¡ respóndeme!!

_ este no es el momento…-dije parándome del sofá y acomodándome el vestido

_ siii, ya veo que estás ocupada, si quieres vengo en otra ocasión para que le cuentes a mamy cómo es que decidiste arruinar tu futuro…

_ solo porque tú crees que es perfecto está bien para mí…

_ querida, ningún hombre que esté en sus 5 sentidos te desposaría sin antes pedirte un certificado de salud mental… mírate, metiendo a hombres en la casa que ni siquiera conoces seguramente, y todo por despecho, mañana le hablarás a Víctor y te disculparás, ya hablé con él y está dispuesto a regresar si lo aceptas…

_ ¿no te contó porque lo mandé al demonio?...

_ no necesito preguntarle, es obvio que fue porque estás saliendo con este tipo, seguro es otra de tus tenerías, mañana me dirás que lo amas y que no te importa que esté muerto de hambre, que el amor te mantendrá unida a él…

_ si… puede que sea mi novio este hombre.  Víctor es un patán, si tanto te conviene tenerlo en la familia cásalo con mi hermana, a ella le fascina todo lo que es mío… basta con que le hagas creer que sigo comprometida con él…

_ ¡¡¡tú eres la mayor, tu hermana es un niña!!!- “él no la ve como una niña”, pensaba mientras la escuchaba decir su sermón y pensaba como termina esa desagradable visita, de nuevo me habían cortado la inspiración y era frustrante… evidentemente terminé diciéndole algo desagradable a mi madre, creo que fue algo como lo que cito a continuación:

“ discúlpame si te he decepcionado, pero mi expectativa de la vida desde que salí de la universidad era ser una mujer independiente y libre, acostarme con cuantos solteros pudiera antes de casarme y hacer lo que a mí me gusta, diseñar muñecas y ropa, así que no tengo intención de cambiar esa visión de la vida, es más siento que desperdicié 3 años de mi vida saliendo y comprometiéndome con Víctor, no me siento forzada a contarte las razones por que, él tiene la culpa y debe afrontar su crimen contra la familia, no tengo más que decir”…

Bueno, creo que la palabra “crimen” no la utilicé, pero es la que me viene a la mente, así hice salir a mi madre de la casa lanzando un enorme “¡santo niño de atocha!”

A penas se cerró la puerta me dejé caer en la alfombra con las rodillas vencidas de nerviosismo, Eduardo corrió a la cocina y me ofreció un vaso de agua:

_ familia complicada, relaciones cortas o terriblemente largas…

_ Pues creo que ambas en mi caso, no estoy hecha para el amor filial, sería un problema horrible obligar a un pobre cristiano enfrentarse a esta gente…

Aparentemente lo decía en broma y una falsa sonrisa salía de mi boca al contar el chistecito a medias…

_ ¿estás dispuesta a resignarte de sentar cabeza solo por eso?

_ pues a mí me parece lo más razonable, no solo Víctor estuvo dispuesto a soportarlo porque el dinero estaba de promedio, no porque me amara o algo similar, me siento aliviada por no haber seguido con eso, pero sé que de alguna forma rechazarlo a él es aceptar quedarme soltera por el resto de mi vida…

_ eso no es del todo cierto, puede conseguir algo mejor que un polvo con gigoló… pero no me corresponde aconsejar a un cliente, piensa que te lo digo como el Ed que conociste el viaje de verano…

Me entristeció saber que no podría reponer esa oportunidad de tirarme con Eduardo, él tenía que marcharse a la capital para cubrir un encargo especial mientras que yo me quedaría de nuevo con las ganas de mi polvo. Pero no por mucho tiempo, no pasaron ni tres días cuando conocí a Ricardo, él era divertido y espontaneo, lo que facilitó el trato con él, les cuento.

Estaba sentada en una barra de bar junto a Diana, platicábamos de una noticia graciosa, y es que el vecino de arriba de su piso, Javier, esa mañana se le había declarado de una forma muy tierna, un poco de flores y perfume de hombre con hormonas (las mujeres tan experimentadas como ella detectan eso fácilmente o solo ella, no se), estábamos atacadas de la risa cuando yo levanté la mano para pedir un Ruso blanco, pensé la orden y me preparé para decirlo, pero mi voz sonó masculina y con acento argentino, “un ruso blanco por favor”… me sorprendí, y voltee a mi izquierda, allí estaba, rubio, ojos verdes, delgado y alto, con un gran sentido del gusto en cuanto a ropa, y bueno, tenía una voz armoniosa e imnotizante, lo que me hiso dirigirme a ver sus manos, grandes y los dedos chatos, sin duda era músico o adicto a escribir en la laptop, preferí imaginarme que era músico.

Como todas mis conjeturas erróneas supe que era periodista y que también trabajaba como locutor en ocasiones, pero era un escritor literario frustrado, realmente no tenía ingenio ni paciencia para terminar un libro, pero eso sí, era muy creativo inventando historias, lo supe después de que llegó tarde a la tercera cita y me inventó una excusa increíblemente interesante, para ser sincera me sentía atraída por esa parte de él, no sentía que podría llegar a amarlo por eso, pero me gustaba que hiciera esas cosas, era como ver a un hombre dar patadas de ahogado de la manera más ingenua, más o menos eso, nuestra primera vez fue en el hotel donde se hospedaba, algo tan típico de los periodistas, para ellos lo esencial de una noche sexy es un vino barato con cigarrillos aunque la boca te apeste a rayos, recuerdo que el primer cigarrillo se lo quité antes de que pudiera fumarlo, con una mirada pícara le dije “por favor, no lo hagas hasta terminar ¿sí?”… me miró con vivacidad y me acechó hasta la cama donde me tumbó con un beso de aliento alcohólico, mezclado con mentas, él era un fumador empedernido, su piel olía a cigarro con perfume, no me parecía desagradable el olor, realmente hay que saber mezclar el perfume con el tabaco. Le desabotonaba lentamente la camisa y el besaba mi cuello con insistencia, se entretenía con mis orejas, y siempre que me susurraba al oído procuraba tocar mi lóbulo con su labio inferior, tenía una voz que temblaba hasta las piernas y lo sabía… era incluso más excitante que su pene en mi vientre entrando y saliendo hasta contraerme las piernas…

Me encantaba despertar en su cuarto de hotel y salir sin despertarlo, mantenía el efecto misterio, pero una noche no pude hacer eso, después de una larga charla una noche terminamos hablando de mis preferencias en el sexo, no sé cómo se mezcló eso con mis concejos hacia él para mejorar como escritor, después de una de esas frases que pareces decírtelas más a ti mismo que al receptor de la conversación, descubrí que me miraba diferente, parecía querer hacer algo diferente esa vez, me acarició el cabello mientras decía, “vamos a la cama mi niña”…

Me derrumbó con una brusquedad nueva y me desnudó con rapidez, comencé a sentir como recorría mi cuerpo, mi instinto decía que tenía que excitarme, solo que sentía algo muy diferente, el sexo con él nunca fue de por si tan genial, de pronto me sentí atrapada en su juego de complacerme inútilmente, no lo entendía, le había dado todas las respuestas de mi cuerpo, ¿Por qué no estaba contenta con eso?... ¿Por qué sentía que no estaba suficientemente bien?... después de media hora comencé a sudar sentía placer pero no desenfrenado, no como lo esperaba de él, siendo en anteriores ocasiones, satisfactorio… terminamos en menos de una hora, no me sentía cansada y por lo visto él estaba más cansado de tratar que de gozar…

Una tarde después de terminar en el hotel de Ricardo sentada en el tocador envuelta en la sabana, sonó mi celular, si, era Diana, si mal no recuerdo el mensaje decía: “fiesta en el Zilch, es importante, no faltes es a las 8”… siempre me habla para estas ocasiones y me dice algo así como “¿tienes tiempo?”… ¿qué es tan importante para que rompa este patrón conmigo?…