CAPÍTULO 1º
COMIENZA EL CURSO
Comienza el nuevo curso académico en el pequeño Instituto Ramón y Cajal de Valencia y, como todos los años, el centro se llena de alumnos de la ESO y de Bachillerato en busca de las aulas donde establecerse.
Sin embargo, nosotros vamos a centrar esta historia en las andanzas de los alumnos del último curso de Bachillerato y en sus sufridos profesores.
Tenemos, para empezar, a los empollones de la clase, en este caso son tres, dos chicas y Julita y Andrea y un chico, Luís. Aparentemente son muy modositos, pero lo cierto es que son tres elementos de armas tomar, sobretodo en lo que concierne al sexo, en especial Julita, que va de estrecha pero se ha tirado a más chicos de los que ella se misma se atreve admitir.
Luego, como no, están los dos frikis de la clase, los gemelos Antúnez, Pablo y Miguel. Se pasan el día hablando de videojuegos y de series manga, y hay quien dice que son vírgenes, aunque ellos lo niegan siempre que sale el tema.
Después tenemos, como en toda buena clase que se precie, al deportista, un joven y atlético chicarrón, todo músculo y, como es lógico, poco seso en la cabeza, que responde al nombre de Mario. Las chicas de la clase andan loquitas detrás de él porque se rumorea que gasta una tranca de cerca de veinticinco centímetros, y ya se sabe cómo son las mujeres, tengan la edad que tengan.
Luego tenemos a la típica modosita, una preciosidad de criatura llamada Maribel, que está decidida a llegar casta y pura al matrimonio. Podéis apostar lo que queráis a que no lo consigue.
Y por último, pero no por ello menos importante, tenemos a la alumna nueva. Recién llegada de Madrid por motivos laborales, ya que acaban de trasladar a su padre a la nueva sede valenciana de la empresa para la que trabaja.
Se llama Rosa, y es lo que se dice una perita en dulce, en cuyo cuerpo destacan unas tetas grandes y duras talla 115 y un culito de lo más suculento, que causará más de un estrago entre sus compañeros de clase.
Pasemos ahora a hablar de los profesores, parte indispensable en toda buena historia ambientada en un Instituto.
Tenemos a don Javier, de Matemáticas, un tipo alto y espigado, del que se dice que también gasta una verga tan gruesa que muchas mujeres no aceptan hacerlo con él.
También tenemos a doña Catalina, Cata para los alumnos, la profe de Literatura, una zorra estirada que pretende ocultar sus enormes tetas, talla 140, con estrafalarios vestidos, y logrando sólo ser la comidilla pajillera de sus alumnos masculinos, y de alguna que otra chica.
Y a don Roberto, el de Física y Química, un sucio pederasta que goza masturbándose mientras espía a los niños de los cursos inferiores.
O a don Matías, el joven y atractivo Profesor de Historia, cuya ambigüedad trae locos tanto a chicas como algún que otro chico de claras tendencias homosexuales.
Y por último, vamos a detenernos en la figura del conserje, un rudo u enorme hombretón llamado Rufo, que siempre está ahí para echar una mano a los chavales. Una mano, y algo más, si viene al caso.
Bueno.
Estos son, a grandes rasgos, los protagonistas de esta historia de sexo, vicio, y aprendizaje a partes iguales.
¡Vaya, suena la sirena!
¡Comienzan las clases, estad atentos!