Infiel por culpa de un cabreo
Desde este medio os quiero hacer llegar mis experiencias, me gusta contárosla e intentare no enrollarme demasiado con los detalles, os lo contare de manera que no os sea muy difícil de imaginar, deseando que vosotros/as mismos/as pudierais recrearlo en vuestras mentes.
Ante todo disculpas por teneros tan desatendidos y no haceros saber de mis experiencias, pero desde aquí os hago saber que estoy poniendo remedio. Para aquellos que no sepáis de mí os diré que me llamo Jhosua, cuya anterior cuenta fue vetada por este mismo portal, no siendo otro los motivos que según estos… “Por mandar demasiadas confesiones”.
El pasado sábado me acerque al Leroy Merlín que hay en el Aljarafe (Sevilla), fui en busca de material para hacer unas cosillas en casa, tras entrar era difícil encontrar alguien que me pudiera atender y no porque no hubiera, cosa que sí había pero era tal el número de personas que hasta tenían cola, pero tras una hora de espera finalmente me atendieron y tras disculparse doblemente, primero por la espera cosa que le hice ver que lo comprendía y segundo porque me han hecho esperar para nada, pues el material que busco no se encontraba en este Leroy sino en el que se encuentra en otro Leroy Merlín, aquel que está situado en la Pañoleta (pedanía cercana), cuyo centro se dedicaba exclusivamente a la construcción.
Nada más entrar te encuentras que hay un segurata en la entrada y varias personas atendiendo al público, contando al menos ocho o diez en total, bueno tras informarme dos de ellos, acabe por marcharme finalmente al no estar convencido del todo. Hoy miércoles a eso de las 9:30 horas me he acercado al Leroy Merlín nuevamente, pero en esta ocasión al que está situado en la Pañoleta.
Nuevamente me puse a buscar material aislante, térmico y acústico, pero ante las dudas busque a alguien que me pudiera ayudar… cosa que me fue difícil, pues solo estaba una persona e incluso faltaba el segurata de la puerta. Finalmente me quede en esa calle de material aislante, ignifugo, etc., y comencé a calcular cuánto debería de llevarme. Cuando detrás de mi apareció un caballero de unos cincuenta y tantos... o quizás más, pues sus escasos cabellos eran blancos.
Recuerdo que no dejaba de mirar, medir e incluso mirarme, quizás porque yo estaba haciendo lo mismo. En no más de diez minutos se acercaron un chico joven un quinceañero y una mujer madura, mujer que no aparentaba tener más de cincuenta años. Pues cuando se acerco al señor canoso le pregunto...
- "Que has visto algo al final que te haya convencido".
Este solo levanto la mirada del papel y creo recordar que ni pestañeo y como mucho solo murmuró, pero eso sí… ni la miro, quizás por temor. Yo en cambio llamo mi atención por su manera de hablarle, girándome hacia donde estaba esta la mire le arriba hacia abajo, fijándome en su forma de vestir... vestido marrón claro emulando a estar hecho de lana, medias oscuras, zapatos negro de tacón y un abrigo.
Cuando mi mirada subió me encontré con la suya, pues ella también me miraba, pero para nada la retire y me mostré desafiante, sonriéndole cuando esta pellizcándose el vestido por la cintura, hizo un movimiento como si estuviera subiéndose una prenda, pensé en las “bragas de maruja", para entendernos era como si se le estuviera bajando algo y ella volvía a colocarlo.
Volví a lo mío y escuche como esta señora mandaba al chico a buscar el vendedor de la calle, girándose hacia su marido y de forma enérgica y autoritaria, le soltó...
- "Has preguntado quizás a este muchacho que parece que está mirando lo mismo que tu", dijo y volvió a soltarle.
- "Coño Paco... despierta, te he preguntado que si has preguntado a este muchacho que parece que tiene más luces e ideas que tu seguro".
Miré a la mujer sorprendido más por lo que dijo… que por la manera de hablarle al marido, pensé en contestarle yo, pero en vez de eso calle y me arrodille a mirar la predicción de los aislantes. Cuando escuche a esta mujer decirme...
- "Perdona si te he molestado, pero no soporta la inmovilidad de mi marido. No se mueve para nada, ni para follarme sí la manera de hacerlo se le llama follar, perdona nuevamente mi comentario… esta fuera de lugar. Mira no soy de las que hablan de esta manera pero quizás sea que estoy con la regla o la menopausia".
Comentarios la verdad que me han dejado de piedra, pero viendo al marido se entendía. Apareciendo en minutos el hijo y que cuando vio a su madre echando humos, acabo sugiriendo irse al coche y esperarlos dentro. Soltando esta...
- "Otro igual, no me extraña que haya salido al padre", dijo y me pregunto.
- "Mira tú sabrías informarnos de estos materiales".
Contestándole...
- "Yo le informo de lo que usted quiera. Como si quiere que enseñe como me muevo al follar, soy de esos de las que dejo contenta".
Esta se quedo callada, sorprendida e incrédula ante mi contestación, no dijo nada durante minutos solo miraba hacia su marido, el cual el pobre estaba en una nube. Creo que ni llego a enterarse de mi contestación, eso o mejor pensaría que ni entro a defender su masculinidad, solo se giro y se marcho hacía otra calle al tiempo que comentaba…
- “Miro en la zona de las uralitas y techados, quizás haya más suerte… amor”.
Ella se quedo mirándolo como este se marchaba dejándola allí sola, bueno sola… No, pues estaba conmigo. La mire y me acerque por detrás a esta, no me lo creí ni yo mismo cuando esta mujer se giro al tiempo que se tocaba los cabellos y fue a decirme algo. Algo que no le deje decir, pues ni tan siquiera le deje que se girara, ya que rápidamente me dio por sujetarla con mi mano izquierda por su cuello contra los bolls de aislamiento amarillo, mientras con la derecha pellizque el vestido por detrás y tire de la tela hacia arriba, tire hasta que pude ver que llevaba un tanga negro, fijándome bien en esa prenda que tanto se subía y que no era otra que las medias, medias que por el movimiento de caderas iban deslizándose hacia abajo.
Solté su cuello cuando creí que esta no protestaría y rápidamente sujete el vestido por detrás a la altura de la cintura, mientras que con mi mano derecha comencé a acariciar su culo… mmm. Comenzando poco a poco a deslizar mi mano hacia la unión de sus glúteos e ir deslizando hacia su ingle, mientras esta suspiraba y casi entre susurros me decía…
- “Detente por favor, no vez que soy una mujer casada y madre”.
Sabía que había cámaras… no soy tonto, pero el que no aparezca el de seguridad, me daba a entender que estos estarían aun con el papeleo de la entrada y salida de la guardia o quizás, estarían disfrutando de la escena tanto como yo. Volviendo esta a decirme…
- “No sigas que nos pueden sorprender… mmm, para que nos pueden ver las cámaras… mmm”.
Pero por mucho que protestaba, no hizo nada por evitarlo… no dio gritos, no se giro y me cruzo la cara con una bofetada, no hizo nada. Ya era la tercera vez que mi mano por su deslice por su ingle, sintiendo la calidez de sus muslos y pudiendo notar la humedad de su tanga, humedad que no era por otra cosa que por la excitación y no precisamente por perdida de orina. Esta se estremeció y pudo soltar…
- “Para por Dios… mmm, no vez que mi amado marido está cerca y mi hijo aguarda en el coche”.
La gire y al tiempo que la cogí por la cara… le plantee un beso, beso que fui correspondido… mmm, mientras continuaba besándola le cogí con mi mano derecha uno de sus senos, magreándoselo y pellizcando su pezón, mi boca busco su cuello y mis labios le hizo temblar cuando lo deslice entre besos hasta sus hombros…. aaahhh
Mire de un lado hacia el otro al tiempo me baje la cremallera del pantalón introduciendo mi mano y sacarme mi duro miembro fuera, tome su mano que dio la primera sensación que no quiso, pero que no hizo falta alguna dirigirla donde deseaba. Sentí como esta me la sujetaba con fuerza, comenzando a masturbarme… mientras suspiraba, soltándome…
- “Joder menuda polla, por fin voy a saber lo que es gozar… mmm”.
Comienza a masturbarme… mmm, ya ni tan siquiera se acuerda del marido y menos aun del hijo que está en el coche, mientras yo no dejo de besar sus labios al tiempo que magreo sus senos. Deslizo mis labios hacia su cuello, oreja y desciendo hacia sus hombros al tiempo que mis manos acarician sus nalgas… ooohhh. Mí boca desciende hacia sus senos los cuales como por encima del vestido… mmm, donde mis manos juegan con sus esplendidas nalgas e introduciéndose por estas… aaahhh. Esta muerde mi cuello en un momento dado y me suelta…
- “Por favor no me dejes marcas, no me des muerdos… aaahhh”.
Me he arrodillado al tiempo que tire de sus medias hacia abajo, mirando nuevamente hacia un lado cerciorándome que nadie aparecía, he echado su tanga a un lado y he comenzado a chupar sus labios vaginales… mientras esta suspiraba. He chupado y absorbido su vulva y con mi dedo corazón, me he ayudado a ir preparándola… aunque no hacía falta, ella se apoyado en las enormes estanterías… echando su trasero hacia atrás. Soltando…
- “Hazme mujer, hazme gozar como un macho”.
Me he levantado y sin esperar ni tan siquiera a mirar, he colocado mi polla entre sus muslos, dirigiéndola por su ingle hacia su ardiente coñito… mmm, sintiendo la calidez de esa cueva abandonada al placer de sus dedos… mmm. No me ha hecho falta quitarle el tanga, ni tan siquiera al final me he parado por quitarle las medias, pues estas se las he roto para una mayor discreción eso sí con su consentimiento.
- “Despacio… ooohhh, por favor que hace mucho que no lo hago y menos con una como la tuya… aaahhh”.
Me ha pedido que fuera despacio, me ha rogado paciencia, pues no está acostumbrada a tales actos últimamente y menos al grosor, poco a poco se la he estado introduciendo, comenzando a penetrarla al tiempo que esta gritaba, teniendo que ponerle la mano en la boca a modo de silenciarla, acabando esta por morderme.
Menudo culo tiene esta mujer madura, menudo coñito tan hambriento posee, no he dejado de moverme… no he dejado de hacerla disfrutar, mientras la sujetaba por sus caderas, llegando incluso a escucharse el chapoteo de su coño debido a sus fluidos, ignoro si era debido a algún orgasmo pero no era plan de pararse a comprobarlo… mmm. Ella solo en voz baja decía mientras se estremecía…
- “Aaahhh… Dios… Dios. No pares ahora… no pares… ooohhh”.
Lógicamente no paraba, pero mientras embestía desde atrás me ha dado por oler sus cabellos, mientras la penetraba con vigor me ha dado por besar su cuello, introduciéndole una de mis manos por su escote de pico hasta sus senos, embestía ya con violencia al tiempo que me devolvía el morreo mientras escuchaba decirme…
- “Ooooooohhhh… me vengo… me vengoooooo… aaahhh”.
Era un nuevo orgasmo, un orgasmo quizás tan disfrutado como el anterior o incluso mucho más. En aquel momento mis manos estaban en sus senos, cogiéndolos con ambas manos… mmm.
La verdad no me puso tanto los senos de una mujer como los de mí mujer cuando estaba embarazada, pues no hay nada más hermoso que el cuerpo de una embarazada… mmm. Los senos de esta mujer serían de la talla 95, senos perfectos, senos duros y muy apetecible, tanto que no pude evitar sacárselo del vestido sin importarme nada, pero esta la verdad no puso objeción alguna por el placer que estaba recibiendo, no pude evitar tirar de su vestido hacia abajo, cuya rostro ahora si era de sorpresa.
Pero como os estoy diciendo, no pude evitar deslizar la tela de sus hombros por sus brazos hasta dejar sus senos libres, libres los deje una vez solté el sujetador y esta ante tanto morbo acabo obteniendo un tremendo orgasmo, obtuvo el tercero y me decía...
- “Córrete… quiero sentir tu leche dentro de mí. Nunca he tenido más de un orgasmo e incluso pensaba que eso era imposible… mmm”.
Deje de penetrarla a pesar de que ella me rogaba que en viniera yo, deseaba según ella sentir mi leche caliente dentro de ella, como os he dicho. Cosa que le confesé que yo aun tardaría bastante en hacerlo, dejándole caer el volvernos a ver y de paso repetirlo, dejando la posibilidad de enseñarle nuevas maneas de disfrutar, proponiéndola hacerla gozar como una mujer, penetrándola por cada uno de sus orificios y dejarla plenamente satisfecha… uuummm.
Se ha quedado pensativa al tiempo que se arregla, dudaba y eso en una mujer casada es algo malo… mmm, no dejando de acariciar su culo y de oler sus cabellos. Breves momentos que se terminaron con la voz de su marido anunciando…
- “Querida, por fin he encontrado alguien que nos atendiera, deja ya de molestar a ese joven”.
Me marche dejándole con el responsable del departamento, responsable que no dejaba de mirarme sonriente pícaramente, me marche hacia la oficina y tras ver la hora, me di cuenta que solo había estado media hora con esta ardiente mujer y pensé… Si en media hora ha obtenido tres orgasmos, cuanto tendría en una sola hora… mmm
Bueno aquí finaliza esta experiencia… espero que os haya gustado tanto como a mí recordarla, espero vuestros comentarios pero por favor no me seáis muy crueles. Sé de sobra que me gusta recibir como la putita sumisa que soy, pero aun siendo sumiso me va poco a poco probar cosas nuevas, moviéndome por el morbo y la curiosidad.
Mi email de contacto es: Jhosua1974@gmail.com