miprimita.com

Sorprendido por mi vecino con el amante perfecto

en Gays

Sorprendido por mi vecino con el amante perfecto

Hace no mucho de esto, me encontraba solo en casa, pues me habían cambiado el turno del trabajo, turno que comenzaba ahora a las 15:00 horas hasta las 23:00 horas. Bueno sigo, era un día cualquiera, me encontraba en casa, ese día como tantos, estaba muy salido, llevaba sin tener sexo con mi mujer… semanas, no viendo a ninguno de mis “amantes”, también en semanas, y con los que estaban, no me duraban más de cinco o diez minutos, dejándome aún más caliente que al principio, ya no me contentaba ni con masturbarme… mmm.

Había ido a comprar, pase por el lado de las verduras cuando lo vi. Hay estaba…mmm, hay estaba no pude contenerme. Me compre en ese supermercado entre otras cosas ese pepino, nada más verlo, me dije…

  • “Ese macho debe de ser mío”.

Pues podría ser mi nuevo juguete, tenía todo para serlo… mmm. Veinte dos centímetros, cuyo cabezón comienza con 35 mm, aumentando de grosor a medida que continúas hasta los catorce centímetros, siendo este 43 mm de grosor… mmm. Luego y de golpe, baja a los 40 mm, pareciendo de menor grosor pero es que como la de un buen amante, curvada y luego recta… ooohhh.

Cuando llegue a casa, solté todo en la cocina, guardándolo todo e irme en dirección a la ducha, llevándome conmigo el pepino, primero la ducha era porque deseaba para refrescarme, y segundo a ver si la ducha de agua fría me calmaba un poco, viendo que no era así. Cogí crema hidratante y me unte mi orificio anal con ella, luego tome el pepino y comencé a introducírmelo… ooohhh, costándome introducírmelo bastante a pesar de la crema… uuufff. Presione y sentí con dolor como me entro… uuummm, moviéndome al compás de mis propias embestidas, dándome cuenta que llegue a introducírmelo cerca de diecinueve centímetros… mmm, dios que placer.

Muy cerdo y con mucha fuerza de voluntad, deje de darme por culo y no mejor dicho, me seque y me puse solo unos short, volviendo a decaer al ver hay callado sobre la taza del WC a mi amante silencioso… mmm. Lo tome y comencé nuevamente, comencé a intentar a introducírmelo, pero ya no me entraba, pues mi orificio se había cerrado… mmm. Pensé en utilizar la crema hidratante de nuevo, pero en vez de eso vertí unas gotas de aceite de oliva sobre el pepino, intentando de nuevo la penetración, comenzando a funcionar aun a pesar del dolor. Poco a poco entraba, dándome la idea de colocar, mi pierna sobre el mueble del lavabo y ver para mi sorpresa, como este nuevo juguete, acabo por introducirse hasta los veinte centímetros. Soltando…

  • “Ooohhh… Dios que placer, uuummm”.

Tras un determinado tiempo dándome placer, pues no es toda satisfacción sino dolor por el grosor de ese amante… uuummm. Volví a sacármelo, guardándolo e irme a desayunar, entre en la cocina la cual estaba ventilada, puse el café en el interior del microonda y la tostada en el tostador. Luego comencé a tomarme la tostada y el café, pensando en aprovechar el tiempo con volvérmelo a introducir, dude un poco, miento… dude unos minutos, pero tras desaparecer por la puerta y coger a mi amante, pensé en vestirme adecuadamente para él. Quitándome el bóxer, colocándome medias de ligas de color negra de la marca DIM, unas braguitas tipo tanga de encajes de Woman Secret del mismo color, y zapatos de tacón de color negros, sintiéndome muy puta.

Minutos más tarde, volví a la cocina, trayendo conmigo mi amante… mmm. Tome mi amante (el pepino), comenzando a introducírmelo poco a poco… mmm, sintiendo como el glande del pepino entrar gracias a que minutos previos, había impregnado tanto de vaselina este como mi coñito… mmm.

Comencé a introducírmelo… aaahhh, como me entraba el dichoso… mmm, disfrutaba como nunca del desayuno al tiempo que el pepino me follaba, pues logre colocarlo sobre el pomo de uno de los cajones. Este emulaba la vigorosa polla de alguno de mis amantes, polla dura y erguida que comenzaba a introducirse sola dentro de mí… uuummm, comenzando yo a moverme al compás que marcaba… aaahhh.

Joder, cómo me entraba… uuuffff, echando mi cuerpo sudoroso hacia delante, apoyándome con ambas manos a la columna de enfrente… ooohhh. Sintiendo caer el sudor por mí desnuda espalda hasta mis braguitas primero y más tarde por mis nalgas… aaauuummm, sudor por el movimiento y el esfuerzo… uuuffff, cuyo fin era el dolor y el placer… aaahhh.

Pero estaba en la gloria, cuando logre escuchar un ruido, deteniéndome y darme cuenta que la ventana, no solo estaba medio abierta… sino que la cortina estaba apartada. Rápidamente mire por ella, no logrando ver nada, pensando que podría ser algún cacharro caído por el viento. Deje mi amante sobre la encimera, mientras yo acababa de desayunar, recogí el desayuno y me marche al dormitorio, mi intención era continuar con la sodomía sobre la cama o incluso dentro de la ducha… mmm. Tras decidir por lo primero, no se me ocurrió nada mejor que acabarme de vestir para la ocasión, añadiendo a mis prendas una faldita corta de a cuadros y una camisa blanca… mmm.

Sonando en ese preciso momento el timbre de la puerta, rápidamente me descalce de los zapatos de tacón, viendo que no dejaban de tocar el timbre y sin tiempo para desnudarme, tome el albornoz y me encamine hacia la puerta. Ya delante de la puerta, mire primero por la mirilla y pude ver un vecino, tras abrir la puerta, enojado por la interrupción le solté…

  • “Que pasa vecino, si viene por los ladridos del perro, debo decirte que perro no tengo y que serán de mi vecina de abajo”.

Este sonrió, soltándome…

  • “Mira, no son por los ladridos del perro, pero a raíz de estos, mire por la ventana a modo de poder ver, de quien coño es el dichoso animal. Dándome cuenta de los ejercicios que practicas… vecino”.

Calle, mirándole sorprendido y al mismo tiempo boquiabierto, pero también asustado y aterrorizado, dejándole hablar. Sonríe este, continúa…

  • “Mira si quieres podemos continuar la conversación aquí en el rellano o dentro de tu casa, como tu prefieras”.

Le hice entrar, preguntándole…

  • “Que es lo que pretendes”.

Contentándome…

  • “Pues mira, ya que lo preguntas, deseo sustituir a ese juguete que tienes a no ser que tu mujer se entere de lo que haces a su espalda, cosa que creo que no le gustaría… verdad”.

Le mire con maldad, deseando matarlo allí mismo. Pero este, me miraba sonriente, viendo que no tenía otra salida, aprovechando para soltar el nudo de mi albornoz, abriéndose este y mostrándole mi cuerpo con estas mis prendas femeninas. Soltándome…

  • “Te quiero también con los zapatos puestos”.

Le conteste…

  • “Los zapatos, los tengo en el aseo”.

Contestándome este…

  • “Pues ya sabes, vamos al aseo, quiero ver cómo te los coloca… putita”.

Me dirigí hacia el baño donde había dejado los zapatos, mi vecino caminaba tras de mí, entre y los vi junto al WC. Me descalce las zapatillas y cuando me fui a sentar en la taza del WC a colocármelos, este me lo impidió al tiempo que tiro del albornoz desde atrás, quitándomelo y decirme…

  • “Quiero verte, como te lo colocas de pie”.

Me incline a coger uno de ellos al tiempo que note como mi vecino, pegaba su miembro a mis nalgas, notando lo empalmado que estaba el muy cabrón… mmm. Levante mi pierna hasta posarla sobre la taza del WC, emulando cuando tantas veces se los colocaba mi mujer u otras mujeres, tras ponerme el primer zapato… después me puse el otro. Este no dejo de restregarse contra mis braguitas, yo temía más que apareciera mi mujer y que me cogiera vestido de esta manera… que lo que quisiera hacerme el vecino, temblaba tanto que no podía ni hablar, solo acerté a decir…

  • "Por favor, aquí no… vayamos a otro sitio".
  • “Por favor, hare lo que usted quiera”.

Sonriente me miraba al tiempo que acariciaba las piernas y me pellizcaba el culo Me sobaba el culo y las piernas. Diciéndome…

  • “Haremos lo que yo diga, no te preocupes sé que aún no viene tu mujer”.
  • “Pero sería excitante, demostrarle a tu mujer el tipo de marido que tiene y de paso, demostrarle a ella lo que es un hombre de verdad”.

Callo y mirándome, me soltó…

  • “No perdamos el tiempo, quiero follarte esa boquita que tienes y después poder follarte se coñito”.
  • "Después de verte con tu juguetito, de sobra que no eres virgen. Pero tranquilo, iré despacio."
  • “Arrodíllate por favor, abre tu boquita y cómetela… mmm”.

Me arrodille ante él. Lleve ambas manos a su bragueta, baje la cremallera e introduje mi mano derecha dentro de esta, eche a un lado sus calzoncillos, tomándola con fuerza y tirar de ella hasta sacársela fuera. Recuerdo el desagradable olor, pues se notaba que aún no se había bañado, aun así, no tuve más remedio que ponerme a ello. Comencé a masturbarlo con mi mano derecha… mientras este comenzaba a suspirar, ayudándome con en minutos mi mano izquierda a magrearle sus testículos… mmm. Soltándome…

  • “Joder, que bien la chupas… puta”.
  • “Veo que esto es lo tuyo y no el comer coñitos… uuuffff”.

Juguetee con su glande, pasándomelo por las comisuras de los labios, dándole lengüetazos, mordisqueándoselo… mmm. Mientras este, me acariciaba la cabeza con su mano derecha, al tiempo que con la izquierda acariciaba mi espalda… mmm. Introduciéndomela poco a poco, favorecido por tamaño de su polla, pues no le mediría más de diecisiete centímetros… uuuffff. Este suspiraba…

  • “Aaahhh… uuuffff, ooohhh… Dios, sigue… sigue… uuummm”.

Soltaba obscenidades e insultos…

  • “Joder… puta, como la comes… cabrona”.
  • “Menuda zorra eres, si follas igual que la comes… menudo pelotazo me ha tocado… uuuffff”.

Me la saco de la boca con violencia, me miro al tiempo que me abofeteaba con su miembro, volviéndomela a metérmela en la boca… aaaggg. Cogiéndome de las orejas, oprimiéndome la nuca para tragármela un poco más, sacármela para que le comiera los huevos y acabar por decirme…

  • “Quiero que juegues un poco más con tu nuevo juguete, para acabar por colocarme tu mismo un condón… mmm”.
  • “Ha no ser… que desees que sea a pelo”.

Tras juguetear con su polla con la intención de que se corriera lo antes posible, fue el mismo quien me la saco de la boca, tirándome un preservativo a las manos. Preservativo que intente colocárselo, pero me fue imposible, no era mi primera vez que colocaba uno, pero quizás fuera los nervios. El veía que no acertaba a ponérselo, perdiendo la paciencia y soltarme…

  • “Quizás sea… tu primera vez para colocar un condón”.
  • “O quizás, desees ser follada sin él y no sabes cómo pedirlo”.
  • “Pero no pasa nada, tranquila… va a ser follada sin condón”.

Como olvidar el mensaje, pues cuando intente explicarle el motivo… me dio un bofetón. Dejándome aturdido, incluso asustado, tanto que no deseaba recibir otro. Encima y no sabría explicaros el porqué, cogí y le dije…

  • “Perdón”.

Sintiéndome avergonzado e incluso humillado. Aquel cabrón se estaba preparando para follarme, soltándose el cinturón, desabotonando el botón del pantalón y dejando este caer a sus pies, ayudándose a bajarse los calzoncillos, mirándome con deseo… mmm.

Me odié a mí mismo, pues más parece que en verdad me había dejado hacer, quizás lo deseaba. Me hizo arrodillar nuevamente, para continuar comiéndosela, tomándome con ambas manos por la sien y como si se tratara de un peluche, comenzara follarme la boca, cada vez más fuerte y más profundo… ooohhh. Este continuo hasta verme tener arcadas, sacándomela de la boca, quedándome unos minutos tosiendo, tomando aire, allí de rodillas, mientras escuchaba a este reír e insultarme. Quería marcharme, quería huir de aquel cabrón con semejantes ropas, como que no y además esa era mi casa. Este tomándome de mis pelos hacia arriba, me dijo…

  • “Camina”.

Me hizo caminar desde el aseo hasta el salón, deteniéndome a un extremo del sofá, empujándome hacia delante al tiempo que me sujetaba por la cintura, dejando caer la mitad de mi cuerpo sobre el sillón. Teniendo el apoyabrazos en mi vientre, estando inclinado y dejando mi trasero a su disposición… mmm.

Este detrás de mí, toma su polla y comienza a golpear mis nalgas… que digo a azotarlas… mmm, colocándola entre mis glúteos una vez que aparta la tira de mis braguitas, comenzando primero a restregarla entre estos… mmm. Impregnando mi orificio anal de líquido preseminal… ooohhh. Comenzando a presionar sobre mi orificio, sintiendo algo de dolor pero también placer… uuummm, deseando que ese macho me penetre… aaahhh. Soltándome…

  • “Menudo coñito tienes, no me había dado cuenta hasta ahora, yo solía mirar el de tu mujer”.

Fue embistiéndome despacio, penetrándome muy lentamente… ooohhh, besando mi cuello u hombro al tiempo que acariciaba mi pecho, incluso alternaba estas caricias con masturbarme… uuummm. Comenzó a acelerar al tiempo que entre gemidos y obscenidades, me soltaba…

  • “Me dejarías follarme a tu mujer. Creo que es buena idea… ooohhh”.
  • “Deberías de insinuarle un trio y convencerla para hacerlo conmigo… aaahhh”.
  • “Uuuffff… aaahhh… uuuffff, ya me voy a venir cabrón… aaahhh”.
  • “Me tienes que mandar fotos de tu mujer en pelota o en ropa interior, quiero masturbarme mientras te follo… uuummm”.

Coloco sus manos en mis caderas, ambas… una por cada lado, agarrándome tan fuerte que me hizo señales con sus dedos. Dándome tales embestidas que no solo se escuchaba el sonido de su pelvis chocar contra mis nalgas, sino el mismo chapoteo de sus fluidos. Llegue a pensar que me iba a introducir sus grandes e hinchados huevos en mi orificio… aaahhh. Acabando por retirar sus manos de mi cintura y colocarlas en mis hombros, sintiéndolo entre alaridos como este se venía… aaahhh.

Quedándose unos minutos echado sobre mi espalda, aguantando el peso de su cuerpo sobre el mío, mientras notaba como la sacaba de mi orificio, mientras notaba como el líquido salía de mi orificio y se diluía por mi muslo hasta la liga de mis medias… mmm. Le escuche dar un resoplido al tiempo que acaricio una de mis nalgas, escuchándolo caminar… mientras yo me quede ahí inclinado… mmm. Le vi entrar en el baño, mientras yo me levantaba como pude, me sentí mareado, aturdido e incluso atontado, miro el reloj y aunque creí que llevábamos horas, en verdad no habíamos llevados más de media hora, tiempo que cuento desde la mamada… mmm.

Tras salir del aseo, vino caminando hacia mí, se había refrescado, sonriente me soltó…

  • “Sabes, creo que me voy a acostumbrar a ese coñito… mmm”.

Me decía mientras me magreaba mi nalga. Soltándomela y dirigirse hacia la puerta, girándose y al tiempo que me miraba a los ojos, suelta…

  • “No es un chantaje, pero quizás mañana jueves, vuelvo a venir vecino, espero que estés tan preparada como hoy”.
  • “¿Quién sabe si con el tiempo traigo a algunos amigos?. Yo tú no te preocuparía por tu secreto… vecino, yo te lo voy a guardar”.
  • “Bueno ya sabes lo que pasará si no estás. Escucha… esto No es una amenaza… eeehhh".

Sabéis una cosa, se llevó tres meses visitándome el muy cabrón, no hubo día en que no bajara a mí casa, día en que sabía perfectamente por mí, cuando estaría yo y cuando no estaría mi esposa. Esos días le recibía en mi casa, ya sea en ropa interior con medias de ligas como con corpiño o prenda sexy… siempre en color negro, llevando algunas veces falda, camisa y siempre zapatos de tacones.

Vecino que me estuvo humillando durante todo ese tiempo, sometido a sus caprichos, dominado por sus amenazas. Aliviado por que no viniera acompañado por algún amigo suyo, amigo a los cual tuviera que satisfacer.

Bueno aquí acaba aquella experiencia, experiencia que fue a raíz de un descuido y que desde ese día, ya tengo más cuidado, pues aun continuo con mis calentones… mmm.

Si me preguntan por mi condición sexual, diría que me considero curioso. No me reconozco como bisexual, pues realmente no me siento atraído por los hombres, bueno miento solo de algunos como los cuatro maduros que han caído hoy (25/06/2017). Donde… donde va a ser, hora sobre las dos a dos y media del mediodía, calor si… pero sude más del calor corporal que del sol… mmm. Me uní a un grupo de cuatro… acabando con un muy maduro (76 años), cuya polla no media menos de diecinueve centímetros por cuatro o cinco de diámetro, este entre  besos y caricias, subió mi suéter con la intención de chupar mi pezón… suéter que dejo caer sobe una rama. Continúo, con abrir la hebilla del cinturón, continuo con el botón de mi pantalón y siguió la cremallera… eso sí, toda con mi colaboración.

Su polla caliente en mi mano… temblaba, no decía nada solo actuaba, dejo caer mi pantalón, pidiéndome al oído…

  • “Descálzate”.

Ambos ya habíamos visto a un mirón a escasos metros tras unas ramas, este para nada le detuvo ese desconocido. Yo me había entretenido en besar sus pezones, mordisqueándoselos, bese su cuello… mmm. Volviéndome este a decir…

  • “Descálzate y bájate los calzoncillos”.

Como hipnotizado, eso he hecho. Me descalce, bajándome los calzoncillos, quedándome desnudo ante el… mmm. Saliendo de su escondite ese desconocido mirón, acercándose con su polla desnuda en mano, colocándose a mi derecha, mientras yo arrodillado estoy degustando de semejante polla. Iba este a invitarlo a degustar de mi cuerpo, cuando este no solo le coge el culo, sino que intenta besarle, cosa que mi macho acaba por echarle… mmm.

He degustado del pollón de este maduro, tragándomela hasta los huevos, sintiendo arcadas, pero disfrutando. Me hace temblar no solo del placer de sus caricias, sino de la idea de ser penetrado ante tal artefacto… ooohhh. Este me hace saber…

  • “No te voy a poder follar. Estoy a punto de correrme, vengo muy caliente y tú me has puesto peor… aaahhh”.
  • “Quiero correrme ya, donde te gustaría que lo hiciera… putita”.

Momento en que aparece un nuevo desconocido mirón, mirón que se queda a escasos metros de nosotros y que mi amante maduro le hace señas, señas para que se acerque y se una. Este no solo se acerca sino que me coloca su polla delante de la cara, mi amigo no solo me saca su pollón de mi boca, sino que me invita a tragarme ese otro… mmm, que para nada está nada mal. Polla que pertenece a un maduro canoso cuya complexión fuerte acepto, mi amigo mientras disfruto y hago disfrutar de la mamada, comienza a juguetear con mi orificio, llegando a introducirme dos de sus dedos… mmm.

Sacando la polla del otro de mi boca y sugiriéndole que me penetre, cosa que hace, colocándose detrás de mí, colocándola en la entrada de mi orificio anal y presionar. Sintiendo como me penetra este maduro canoso al tiempo que me folla la boca el setentón, acabando este en minutos en mi boca, sujetándome con ambas manos mi cabeza, no dejándome apartarme hasta sus últimos chorros… aaahhh.

El ruido de pisadas nos alerta de tener público, levantando la cabeza y descubrir cómo hasta cinco hombres miran… mmm, aumentando este sus penetraciones, quizás debido por el público o por no quedarse a medias. Tras correrse dentro de mí, la saca con rapidez, limpiándosela con pañuelos de papel, mientras yo comienzo a vestirme, saliendo ambos de allí, mientras dejamos a esos cincos mirándonos. Ya en el coche doy una última vuelta más, divisando no muy lejos a un conocido, experiencia que se repite como la del anterior… mmm.

Bueno, como veréis después de esto, diría que tampoco soy hetero… por mis inclinaciones, quedándome entonces con el término de curioso. Eso sí, como casado que soy, continuo satisfaciendo a mi mujer y toda mujer que pueda, bueno dicho esto. Aquí finaliza otra anécdota más de mí vida, pero de mi acosador aun me queda un par de experiencia más, quizás os la contare.

Espero que os haya gustado tanto como a mí recordarla, espero vuestros comentarios, pero por favor… no me seáis muy crueles. Sé de sobra que me gusta recibir como la zorra sumisa que soy, pero aun siendo sumiso me va probar cosas nuevas, moviéndome por el morbo y la curiosidad. Mi email lógicamente va todo junto, es Jhosua 1974 @ Gmail . com

Mas de Jhosua

Salí a correr y acabé siendo violado

Las costumbres de las vecinitas

Locuras de un adolescente

Nostalgia del Cine X

Un hostal de mala muerte

La bocazas y el cabrón

El ligue de una discoteca

Un encuentro fugaz en los aseos con una desconocid

Las experiencias más intensas no se planifican

Una agenda aún más apretada

Una agenda apretada

Lo que me paso por trajeado

Tener un mirón con derecho me pone

Lunes agradecido, un día lluvioso

Una tarde para ser infiel

La hija de mi compañero

Oferta de trabajo con relación y convivencia con 2

La niñata II

Deseoso de morbo, acabas por tragar

Una chica muy diferente

Un viaje placentero (re-subido)

Tragón

La niñata

Ayudando a limpiar un piso a mí compañero

Cansado de luchar acabas cediendo

Cuando un gesto o un acto te marcan

Una propuesta de trabajo II

Una propuesta de trabajo I

Refuerzo emocional fraternal II

No pretendes pero acaba sucediendo

Refuerzo emocional fraternal

Buscando solo la amistad de una divorciada

El curso muy bien aprovechado

Cuando intentas no ir de calientapollas...

Comunidad de buenas vecinas e infieles

A raíz de una exploración rectal

Algo fortuito e inesperado

Una pequeña orgia en los aseos subterráneo

Un desliz en una noche de verano

Tras follar con mi mujer, fui follado en los aseos

Morbiux: adicto al sexo

Mis ardientes vecinas

Alba, nacida a raíz de ese cine X

Miradas furtivas a una vecina acaba en confusión

Dormitorios compartidos de aquella pensión

Descubriéndome a mí mismo en un Cine X (II)

Una manera de perder el tiempo en un cine (I)

Nunca la edad debe de ser un impedimento

Jhosua1974… una vida dedicada al sexo I

Las Bodas de Oro

El desayuno

De urgencia en la consulta

Cuando me dejo el coche tirado

Cansada de su monótona vida sexual I

Compartido por no tener sitio

Frustrada e Insatisfecha

Un rapidín en los aseos de un Supermercado

Buscaba regalo para Reyes

Pasivo curioso y ahora Rodríguez… busca macho

La Mercería

Mi buena obra del día

Mi vecina de enfrente

Con la complicidad del dependiente

Cabrón, cuantos pelos tienes

Detallando a mi mujer por un polvo

Sexo no tan consentido en el Sex Shop

La penitencia

Disfrutando de Mí un amigo en el Sex Shop

Aparentemente día de playa

Sexo a cambio de confesiones sobre mi mujer

Las enseñanzas de una limpiadora a un jovencito

Aquella limpiadora de los servicios públicos

Esos largos paseos por la playa (II)

No siempre es lo que cuentan de un negro

Largos paseos por la playa

Aprovechando el fin de semana, no solo para pintar

Mi amigo... El Jerezano

Saciando a la zorra que hay en mí

Venir de Vacaciones y besar el Santo

Besar el Santo

No siempre es el último antes de las vacaciones

Muchos tiburones en tan poca pecera

Día caluroso, coches detenidos y picado x la mosca

Cine X. La segundad vez (21 años) por hormigueo...

Callas no por vergüenza sino por placer y el morbo

Callas no por satisfacción, sino por vergüenza

Tiempo de perros (con compañía)

Un sorprendentemente trió

Cine X. Mi primera vez (18 años) por curiosidad...

Depilación integral con final Feliz

Mi amigo y semental amigo 83 años

Recordando a raíz de un flash

No hay día que no desee, tener una polla en mí

Tarde de paseo

La escapada

Martes Santos. Martes de Pasión

Condición: Curioso. Faceta: su Nena

Algo imprevisto en Ikea

No fui forzado, ni sometido, ni violado

Condición: Curioso. Faceta: Moldeable

Condición: Curioso. Faceta: Sumiso

Condición sexual: Curioso

El inicio de mi Condición sexual

Los servicios de Estación de Santa Justa

Por una mirada indiscreta II

El biberón

Por una mirada indiscreta

El mañanero

Aquel aseo del Centro Comercial

El probador

Infiel por culpa de un cabreo

Mi última vez a la sauna Nordik

Un sorprendentemente trió

Ultimando las compras de reyes

Haciendo tiempo

Cuando vas de sorpresa en sorpresa