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Tener un mirón con derecho me pone

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Tener un mirón con derecho me pone

Lo que a continuación os voy a contar fue algo real… muy real, los hechos me ocurrieron hace ya al menos dieseis años, tendría alrededor de los veinte ocho años. Hechos que ocurrieron a día de hoy a la espalda de la Estación de tren de Cartuja, estación que se encuentra en la Avenida de Carlos III. Pero que en su día era una simple parada prácticamente abandonada, tan abandonada como aquella zona denominada aparcamientos de la Expo. Zona a la cual se accede desde el charco de la Pava, accesos muy deteriorados que pasas con el riesgo que te dejes la rueda rajada, riesgo que pasa sino conoces bien por donde acceder. 

Yo como os he mentado en otras ocasiones, cuando salía de trabajar a eso de las siete y media u ocho de la tarde, hora que me encaminaba hacía el acceso a la A-49 y desde aquí hasta la Avenida Carlos III (Ctra. Cádiz-Huelva), acabando por girar en la rotonda que accedes desde esta misma Calle Gregor J. Mendel. Tras entrar por este acceso giras hacia la derecha y deambulas a ver que buscas, pero yo tras un año a año y medio asistiendo, tiempo que conocí a algunos y en especial a mi amigo Manuel, aunque este mismo más que amigo me decía que yo era… “su amante”. Hombre que no pasaba del metro setenta de altura, cuyos escasos cabellos mostraba en la cabeza y que los tenía por el resto de su cuerpo, persona de buen corazón y de una vida muy vivida. Persona que hablaba varios idiomas, declinándose por el italiano por dos relaciones extramatrimoniales que tuvo, idioma que utiliza conmigo como manera de expresar su amor, aunque lo nuestro es prácticamente sexo.

Manuel fue ese hombre que como bien se diría… me hizo, fue uno más que me enseñó a satisfacer, aunque en verdad diría que fue esa persona que me hizo gozar de verdad al dar placer, enseñándome a ser un buen pasivo… una buena zorra. Dejándome hacer por él, ya sea mediante besos (cosa que inicialmente no me gustaba), caricias, magreos y demás enseñanzas. Manuel cuando venía con ganas de guerra, son de esos que me hacen poner toda la carne en el asador, me explico. Él normalmente buscaba un lugar apartado lejos de merodeadores o mirones, pero cuando venía realmente excitado y caliente no le importaba el lugar, menos aún sí había mirones pues disfrutaba exhibiéndome, mostrándome como su trofeo. Manuel comenzaba con caricias al tiempo que me comía cuello u oreja, intentando comerme la boca e incluso a la fuerza, llegándome a morder los labios… uuummm!!, maneras bruscas que me ponía también.

Mientras me ponía a tono cosa que no hacía falta, desvistiéndome poco a poco… dejándome en unas ocasiones sin la camisa y en otras, acababa por despojarme en su totalidad, dejándome con tan solo los ejecutivos… uuummm!!. Acabando por hacerme arrodillar o cuclillas, tomar su polla en mano y hacérmela tragármela… ooohhh!!, dándole tal mamada que le llegaba a proporcionar dos corridas… ¡OJO!, Manuel tras la primera corrida que no tragaba al principio, acaba por subirse a la parte baja de la estructura del coche (marco inferior de la puerta), cuya segunda mamada me toca darle… ooohhh!!. Pero en otras ocasiones tras la primera corrida, me hace tumbarme sobre el asiento trasero del coche boca arriba, tirando de mis caderas hasta tener mis nalgas prácticamente al filo del asiento, tomar mis piernas y tras dejarlas descansar sobre sus hombros, coloca su glande en mi orificio y me penetra… aaahhh!!. Comenzando a embestirme primero lentamente… sin prisa, proporcionándome mucho placer tanto como el que se proporciona él… uuuffff!!. Comenzando a acelerar hasta acabar por correrse, pero inicialmente no le gustaba descargarse dentro de mí… uuummm!!, sino sobre mi espalda o vientre todo dependía de la postura que estuviera… uuuffff!!, dejándome eso sí… todo perdido de semen.

Manuel fue mi amante durante años, amante que raro era el día que no follábamos, nuestro rutina era desde el lunes hasta los jueves, pues los viernes era el día que descansaba, eso sí… sí deseaba verme me avisaba previamente. Manuel era ese hombre con acento italiano que a pesar de ser de Lebrija me hizo sucumbir, pues se convirtió en como una droga, no habiendo día en que no necesitara verlo cada día. Disfrutar de él y el de mí… uuummm!!, llego un día en que acabo por llevarme a su lugar de trabajo por morbo, donde tras desvestirme por completo me penetro sobre la mesa, tanto por delante como por detrás… aaahhh!!. En otra ocasión nos encontramos de forma casual, pues ese día fui a casa de un compañero y me lo encontré como he dicho de forma fortuita, pues el arreglaba bombas de agua entre otras cosas. No pensé en acompañarlo, pero una sonrisa suya picara me hizo retractarme, dejándome llevar hasta la sala de aire acondicionado del bloque, donde tras desvestirme entre caricias y magreos, acabe por arrodillarme y comérsela… ooohhh!!. Colocándome más tarde en forma de perrito… mmm!!, acabando por penetrarme desde atrás y era tal el morbo que acabo preñándome… uuuffff!!.

Manuel aparecía con esa vestimenta muy usual en él… un mono azul, hombre que me hacía sudar como pocos, ya sea dentro de mí coche en los asientos traseros, colocándose encima… uuummm!!. Besos, caricias y magreos al tiempo que me desvestía… uuuffff!!, colocando su dura polla en mí ingle, sintiendo su miembro entre mis muslos. Comenzando a moverse como si me estuviera follando hasta acabar por correrse, quedándose inmóvil mientras reponía el aliento. Yo en cambio estaba inmóvil… sintiendo como su semen se deslizaba por mis muslos… uuummm!!, sintiéndome impregnado y deseoso que algún día sentirlo dentro. Siendo ese sueño y fantasía hacerse realidad al año de conocernos, siendo esa noche fría y lluviosa, donde los deseos acabaron por preñarme entre alardes, gritos y jadeos… ooohhh!!.

Los meses nos llevaron a finalizar el año, donde mis deseos de aprender aumentaban, donde mis deseos por experimentar eran alimentados por él. Donde el dejar que fuéramos vistos era algo normal, llevado por el morbo de la mano de mí amante Manuel acabe por aceptar sus juegos, aunque a veces venia conservador en otras venía con ganas de jugar. Siendo su mayor fantasía el poder cederme a otros en su presencia, no dejándome en exclusividad sino con la posibilidad de participar, cuando me hacía saber sus fantasías, me tenía ya sea de rodillas mientras le dedicaba una mamada o en plena penetración… ooohhh!!, mientras sentía como su sudor caído de su frente en mi espalda… aaahhh!!. Pero en verdad todo quedaba en eso… una fantasía.

Una tarde noche como cualquiera, como era costumbre habíamos quedado como punto de partida en el charco de la pava, unas veces junto a la arboleda que da a la carretera paralela al río, mientras en otra quedábamos pegado a la loma de los árboles que da a la avenida de Carlos III, zona donde a día de hoy se ponen las autoescuelas dando las prácticas de motos. Bueno como digo esa tarde noche no era diferente a cualquiera, oscura como todas sin ningún apíz de frío, lugar que habíamos quedado el día anterior tras haber acabado, pero con la única diferencia que nos íbamos a alejar un poco más de lo normal. Como ignoraba el lugar exacto por este, llegue algo tarde y ya estaba Manuel allí esperándome en el interior de su coche, detuve mí coche tras el suyo y saliendo del interior fui a preguntarle donde íbamos, este nada más verme introducir mi cabeza por la ventanilla, me tomo por la cabeza y me estampo un muerdo. Soltándome sonriente…

  • “Sígueme”.

Cosa que nada más regrese a mi automóvil y ponerlo en marcha… le seguí, deteniendo los coches en el lugar ante mencionado, dejando los coche a un lado... uno detrás del otro, saliendo Manuel con rapidez a mi encuentro, no dejándome de decir...

  • "Uuuffff!!... como te he echado de menos, no sabes lo que te deseó... uuummm!!". 
  • "Llevo todo el día pensando en este momento, no dejando de pensar en que hacerte... aaahhh!!, pasándome ideas morbosas para que pagues por cómo me tienes… uuuffff!!".

Tras acerque salir de mi vehículo y pegarme sobre él, dando la espalda a la puerta trasera, Manuel comienza a besar mi cuello y oreja... uuummm!!, besos que me hacen erizarse la piel... y él lo sabe, sabe que aquello me pone y aun así insiste... aaahhh!!. Intenta besarme y acaba arrancarme unos piquitos, no dejando de acariciarme con ambas manos. Sintiendo como las desliza hasta mis nalgas... uuummm!!, como asciende por mi vientre hasta mi pecho, donde pone su boca y sobre mi camisa... besa y muerde mis pezones... ooohhh!!. Comenzando a desabotonarme los botones de esta, volviendo a posar su boca en mi pecho desnudo y sin apenas vello... uuummm!!, chupa, lame y me da muerdos… poniéndome todo cardiaco.

Yo no quedándome atrás, tomo el cipe de la cremallera de su mono de trabajo azul marino, cipe que tiro de él hacia abajo hasta descubrir su cuerpo, aquella camiseta blanca de tiranta me gusta como aquellos bóxer que marca su paquetón… uuummm!!. Introduzco mi mano hasta sus calzoncillos, magreando primero su miembro sobre su la tela hasta dejar una mancha de humedad... uuummm!!. Manuel me mira con deseo, esa mirada que tanto me gusta y que me embriaga, cosa que con ambas manos saco dura y erecta del interior de sus calzoncillos, mientras se dedica a soltar la hebilla y desabotonar el botón de mi pantalón, continuando por bajar la cremallera y ser yo quien moviendo mis caderas… baja mi prenda sola debido al peso de mis bolsillos.

Mientras se entretiene entre besar mi cara, cuello, hombros, pecho o pezones… uuummm!!, noto sus manos introducirse dentro de mis calzoncillos. Comenzando a magrear mis nalgas con sus manos, pellizcar mis glúteos e incluso tras tirar de mis calzoncillos hacia abajo, acabar por palmear mis nalgas... uuummm!!. Para acabar por apretarme contra su pelvis y notar su erección... uuuffff!!. Hasta que coloca su boca cerca de mi oído y suelta... 

  • "Cómemela".

No habiendo necesidad de escucharlo una segunda vez, pues me agacho hasta colocarme en cuclillas. Tomo su tronco con una mano al tiempo que acerco mi boca, comenzando por lamer su glande... uuummm!!, deslizando mi lengua lentamente desde su glande hasta los genitales... recorriendo su duro tronco... uuuffff!!. Manuel suspira y acaricia mis cabellos, intentando en más de una ocasión a obligarme a tragármela en su totalidad. Continuo ahora por chupar sus genitales, primero uno y luego el otro sin dejar de masturbarlo. Chupo e intruso me introduzco sus testículos dentro de mi boca con cuidado, no dejando de alabarme... no dejando de agradecerme las maneras. Tras dejar sus genitales vuelvo a ascender por su tronco hasta su glande, lamiendo y deslizándolo por mis labios, introduciéndomelo lentamente dentro de mi boca hasta sentir como llega a mis amígdalas. Cosa que él me dice...

  • "Tranquilo José... aaahhh!!, tranquilo... joder… uuuffff!!”.

No dejando de lamer sus pelotas, intentando introducírmelas en mí boca, no dejando este de soltar…

  • “Oooohhhh!!... Dios, José ostias para un poco… uuummm!!, joder que quiero follarte y preñarte bien cogido... uuuffff!!".

Pero de esos que son los que necesitan la necesidad de sentir temblar en mí boca una polla... uuuffff!!, me encanta como se hincha por no decir sus venas, sabiendo perfectamente lo que eso significa. Pero en vez de detenerme continuó, no siendo una vez la que golpea su glande mis amígdalas, pues a pesar de las arcadas dejo que está traspase estas a pesar de nauseas... ooohhh!!. Lógicamente mientras le doy una mamada yo me entretengo en dedearme mi orificio... uuummm!!, ayudándome de saliva llego a introducirme hasta dos dedos... mmm!!, por no decir tres... aaahhh!!. En otras ocasiones me ayudo con el mango del destornillador, mango que es bastante grueso y aunque no es muy largo me sirve para darme placer, claro está no solo placer pues me voy preparando para mi macho… uuummm!!.

Debo decir que aunque no lo haya mentado aún, debo deciros que el sonido de coches pasar es algo continuo y normal, quizás más aun al haber dos coches detenidos juntos. No siendo la primera vez que escuchamos como un coche se detiene, el sonido de abrirse la puerta y segundos después cerrarse y seguidamente, el escuchar de pisadas hasta donde estamos cerca. Estos indican a mí amigo Manuel el poder participar, pero lógicamente Manuel no son de esos que de primera acepta al menos normalmente, acabando por echarlos. Pero eso sí educadamente, aunque en otras ocasiones permite que se queden unos minutos a modo de que puedan disfrutar de la escena. Espectáculo que estos vuelven a preguntar a poder entrar… ooohhh!!, cosa que finalmente con un movimiento de cabeza da por entender. Pero la verdad es que era raro, pues aunque yo seguía a lo mío que era mamar, no levantando la cabeza por miedo a reconocer algún conocido.

Pero lo extraño de ese tarde noche era la cantidad de coches que se detenían, pues en otras ocasiones ni se llegaban a detener

Mirad me explico, escuchamos como era normal el sonido de un coche detenerse, vehículo que tras escuchar como abre la puerta y minutos después la volvemos a escuchar como esta se cierra. Continuando por el sonido de pisadas sobre el pavimento en mal estado, pisadas que se detiene en la parte trasera del coche, continuando esta persona en caminar hasta donde nosotros estamos. En ese momento me extrañe ya… no porque hubiera un nuevo mirón, sino por el tiempo que llevaba este sin haberlo espantado, siendo aún más extraño que dejara que se acercara tanto.

Siento no solo la presencia de esta persona, sino su mirada en mi labor. Manuel de todas formas estaba a lo suyo… uuummm!!, no siendo otro que el no deja de gemir y suspirar, no dejando de elogiar mi manera de chupar, mientras me magrea mis cabellos, cuello, hombros… mmm!!. Llegando a escuchar a ese desconocido con ese tono grave de voz decirle algo a Manuel, comentario que no recuerdo con exactitud, pero era algo sobre mí. Mención que era a modo de cuanto le había salido yo de caro, cosa que mi amigo le contestaba a modo de que yo no era ningún chapero. Escuchando nuevamente a este desconocido replicarle, desconocido que por el tono de voz tome por un hombre maduro, tono que además di por hecho que no era español sino extranjero, pero aun así a mí amigo Manuel poco debió de importar, cuando en vez de ahuyentarlo le respondía y le daba conversación. Acabándole por escuchar…

  • “Pues mama de puta madre para no ser una putilla. Yo soy nuevo en esto, me he acercado por oídas y curiosidad, ya sabes buscaba probar”.

Creo recordar que cuando quise incorporarme tras detener la mamada, fue este quien me lo impidió al tomarme de mis cabellos, pidiéndome que continuara. Cosa que hice, observando los pies de ese desconocido y por la postura di por hecho que este estaba sobre el coche, pensé en que Manuel aquello de tener un mirón tan cerca quizás le ponía, pero cuando escuchas el bajar de la cremallera… te extrañas. Chupe con ansias con el deseo que Manuel se viniera pronto y nos pudiéramos marchar, tragándome con ganas la totalidad de su polla a pesar de sentir arcadas… aaahhh!!. Note las manos de Manuel recorrer mi espalda hasta mi cintura, caricias que hicieron que el vello se me erizara… uuummm!!. Continuando un par de veces hasta que esas manos en vez de detenerse en mi cintura, continuaron hacia mis nalgas, sintiendo el deslizar de sus yemas por mis nalgas… ooohhh!!.

Disfrutaba de aquella mamada como pocas veces, llegándome a dar igual cuando sentí esa otra mano acariciar mi espalda… uuummm!!, mano que note grande de finos dedos aunque eso sí gruesos y como su mano… grandes. Sentí esa mano deslizarse por mi espalda hasta mis nalgas, estremeciéndome esa caricia hasta despertarme al finalizar esta con una fuerte nalgada. Pero el despertar vino al escuchar eso de parte de mi amigo Manuel…

  • “Prueba tú, veras que manera y habilidad tiene este de chupar”.

Cuando siento como me hacen sacarme esa polla de la boca y como si fuera un muñeco, moverme hacia un lado hasta encontrarme con un pedazo de pollón… uuummm!!. Miembro grueso y negruzco, cuyo glande era rojizo y de gran dimensión, cuyos testículos eran tan grandes como cocos… uuuffff!!. Me vi chupándole a ese hombre de origen marroquí su polla, hombre que por su forma de vestir debía de ser acomodada, forma de vestir y la marca de su coche. Hombre que por su rasgos y fisionomía era un cincuentón, pero me extraño que con semejante pollón deseará probar una boca masculina… mmm!!. Yo deslizaba mis labios a lo largo de esos veintiún centímetros o quizás fueran veintidós… uuuhhh!!, tronco que más me enamoro esas gruesas venas… ooohhh!!. Pollón que mientras chupaba no dejaba de pajearlo, llegando a intentar en par de una ocasión en tragármelo en su totalidad, pero no pudiendo más de la mitad. Cosa que Manuel aprovecho el calentón del momento para embestirme… aaahhh!!, siendo esa uno de los mejores trios… uuufff!!. Nos llevamos de semejante manera al menos veinte minutos, no siendo el tiempo que tardo ese maduro marroquí en correrse, pues este en no más de diez minutos se vino. Tomándome por la cabeza con sus grande manos, manos fuertes y que me impido apartarme, obligándome a tragar toda su leche que para nada eran un par de chorros, chorros de semen que para nada me desagrado… uuummm!!.

Cuando este se separó de mí, cuyo miembro a pesar de estar algo flácido para nada era despreciable, pues si me hubieran dejado aun continuaría chupándoselo… mmm!!. Este mientras se arreglaba no dejaba de disculparse, como si creyera que aquello me hubiera molestado o quizás, este hubiera acabado la faena de otra manea… mmm!!, manera que si deseaba en toda mi alma a pesar de que me hubiera partido en dos… ooohhh!!. Manuel fue el que acabo diez minutos más tarde, acabo con embestidas bestiales y crueles, embestidas que acabo por correrse dentro de mí, sintiendo como su polla se ponía flácida dentro de mi orificio, mientras salía por mi agujero su corrida y discurriéndose por mis piernas… aaahhh!!.

Esa noche me marche a casa con la mandíbula desencaja y preñado, me marche con la imagen de semejante polla y con la idea de probarla nuevamente, me marché con los deseos de tenerla en otro sitio. Pero sobre todo con la idea clara que esta no sería la última vez en que Manuel me ofrezca a otros, otros que posiblemente fueran de color y de grandes pollas, pues después de haber estado expuesto a otros y que no dejo oportunidad, mientras que con este no solo dejo sino me ofreció como si fuera de su oportunidad… uuummm!!. Bueno espero que os haya gustado tanto como a mí, os invito a que me lo hagáis saber si os apetece a mí email… Jhosua1974@Gmail.com

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