miprimita.com

Cuando un gesto o un acto te marcan

en Gays

Cuando un gesto o un acto te marcan

No hace mucho me preguntaron que de mis ochenta y ocho confesiones, cuanta parte es fantasía y cuánta de realidad. Me quedé asombrado de las que llevo publicadas, pues la verdad es que no llevo la cuenta. Acabando por contestarle que en verdad de esas ochenta y ocho confesiones son reales el noventa y cinco por ciento, dejando ese cinco por ciento restante de fantasía. Aun realmente todas y cada una de mis experiencias han ido de la mano del morbo y la fantasía, morbo por las situaciones y como surgen, fantasías por hacer realidad las mías y sobre todo los de aquellos que me las piden.

Siempre he dicho que siendo más joven tenía más experiencia que hoy en día, no habiendo día desde que me iniciaron como objeto de placer, pues contando con apenas doce años era inocente y manipulable. Dejándome llevar por el morbo, pues aquello me excitaba y mucho, pues llevado por mi curiosidad y ver hasta donde llegarían, acabo por convertirse como una droga que necesitaba cada día, era esa adrenalina que no da ese subidón. Yo era de esos que se iban a un parque público con revistas porno de aquella época, parque que me sentaba en zonas poco frecuentadas y a unas horas no recomendadas. Donde tras sentarte y disfrutar de aquellas revistas hasta la hora de regresar al colegio, tiempo que era objeto de miradas perversas, considerándome yo como un conejillo de mis propias fantasías. Pues cuando veía algún hombre mayor deambular por mí alrededor, me ponía nervioso, tanto que mi miembro se me endurecía y no comprendía el motivo. Luego cuando aquellos hombres se acercaban, dándome conversación, queriendo disfrutar de esa revista conmigo, momentos en que la adrenalina se me dispara y más aún, cuando siento como posan sus manos en mi muslo primero y mi dejadez les hace actuar, pues ascienden su mano hasta mi entrepierna… mmm.

Aquel año con tan solo doce años no paso mucho más, no paso de dejarme acariciar o incluso dejar que me masturbar, eso sí… mientras veíamos esa revista. Yo aunque joven inocente e incluso manipulable más me consideraba curioso. Aunque es cierto que en aquellos tiempos y como a todos los chicos… nos atraía el sexo, tema tabú en el hogar quizás porque aún no tenía la edad apropiada para ser informado, pero en el colegio era un tema casi diario, quizás éramos prematuros para algunas cosas. Era una época donde en casa me veían como un chico frágil, extrovertido, tranquilo y a veces decía hasta tímido, pero sabían que era listo y que de ingenuo no era. Pero es cierto que la curiosidad hacia el sexo me atraía de una forma extraña, dejándome hacer y convirtiéndome en sumiso, aunque solo buscaban mi cuerpo joven y mi miembro. Quizás fuera por esas sensaciones, donde sientes como el corazón me late a mil por hora, como sin llegar a tocarme se me eriza el vello, estremeciéndome con tan solo una caricia.  

Muchos lectores y no tan lectores, me han preguntado por mí primera vez, curiosos por esa primera relación sexual contada tal y como pasó. Siempre he dicho que no ha habido una primera vez completa, pues en verdad con el tiempo fue una suma de todo. El primero se contentaba primero con caricias, luego poco a poco cuando me vio entregado comenzó a masturbarme, acabando por contentarse con mamármela hasta que me corría. Desde ese primer día os puedo asegurar que raro fue el día en que no descargaba, descubriendo en mi cuerpo como ese objeto que esos hombres desean, pues cuando este no estaba siempre había otros.

Otros que eran casi más fijos, otro que buscaba el calor y sabor de la carne, pero no precisamente de mi miembro sino de mi cuerpo. Pues a veces me masturbaba colocándose detrás, sintiendo la presión de algo grueso y duro presionar mis inocentes y virginal nalgas… mmm. Aquel hombre que podría haber sido por su edad mi abuelo, fue el primero que logro engatusarme y convencerme para que me desnudara, dejando que me acariciara y magreara. Caricias que sin llegar a tocar mi miembro a veces acababa por correrme solo… uuummm, hombre que disfrutaba cuando me pervertía. Pero como he dicho comencé cuando cursaba la EGB, años que no finalizo esto con la finalización a los catorce años de la Educación General Básica. Pues como he mentado, estos solo por aquel tiempo se contentaban en magrear mi cuerpo y chupármela, no contentándose con un orgasmo por mi parte sino dos orgasmos, orgasmos que tragaban con gusto, como si aquello fuera un elixir de la vida eterna.

Yo sabiendo de mis posibilidades y mi potencial, era de aquellos que comencé a provocar e incluso dejarme seducir, cuando iba a aseos como aquel del restaurante La Raza, aseos que en ese tiempo se encontraba afuera, aseos de esos que estamos de pie uno junto a otro. Donde una simple mirada da pie a una relación, donde dejas con disimulo que introduzca su mano entre el orinal y mi cuerpo, dejando que me masturbe unos minutos, acabando por arrodillarse e introducírsela dentro de su boca… aaahhh, mientras yo acaricio sus cabellos hasta descargar. Luego queda en eso solo… en una experiencia más, pues aquellos solo buscaban en mí ese objeto de placer, pero con el tiempo y la edad aprendes, pues no dejan de instruirme dejando de ser ingenuo e inocente, pero si manipulable y con ese punto de sumiso.

Llevado en verdad por mi amplia curiosidad, fingiendo aquello que perdí el primer día, no siendo otra cosa que esa inocencia, pero que en verdad la ingenuidad siempre va de la mano de alguna metedura de pata. Como aquella vez que dices donde vives, piensas en ese momento que no es tan malo, pero cuando lo vez merodeando por donde vivo, acabe asustándome al principio, acabando después por aceptarlo al no poder hacer nada. Como aquel verano que con tan solo catorce años, siendo verano y después de almorzar bajas a tirar la basura, bajas tras informar a mis padres de lo que iba a hacer y estos te dejan marchar. Recuerdo como tras tirar la basura a unos contenedores, regresaba con la intención de irme a hacer deporte, saliéndome al paso un hombre tosco y bruto, caballero maduro que en su día me vio dejándome hacer, caballero que deseaba la misma atención. Dejándome hacer mientras me amenazaba a contárselo a mis padres, amigos, profesores y familia, dejándole introducir sus manos dentro de mi calzona (pantalón corto deportivo), manos que mientras una me magreaba los testículos y pajeaba, la otra se dedicaba a acariciar mi espalda, nalgas y hacer a pesar del dolor de mi orificio anal.

Aquel tiempo a pesar de tener catorce años, no solo continuaba siendo inocente e ingenuo, sino cobarde también, pues temía que aquello se hiciera público, no debía permitir que se supiera, menos aún podía contárselo yo a mis padres o ir a la policía. Recuerdo es hombre bien, pues por su aspecto y vehículo se veía que era de clase adinerada. Maduro de cincuenta y tantos años que me hizo saber que tenía ciertas fantasías, fantasías en la cual yo por mi fisionomía encajaba perfectamente. No soy afeminado ni me considero gay por muchas pollas que haya catado, pero dicen que en esos años podría pasar perfectamente por una chica, fantasía que tenía este precisamente en mente.

Desde esa vez continúe bajando a esa hora, mis padres no se extrañaban, pues mis explicaciones les valía, no eran ingenuos pero claro esta no pensaban donde estaba en realidad. Yo iba en busca de esa persona que me amenazó, persona que tuve que aceptar sus peticiones, acabando por sugerirme entrar en unos matorrales y pedirme que me desnudara. Allí desnudo se dedicaba a magrear y mancillar mi cuerpo, acabando por comerme mi miembro al tiempo que intentaba penetrarme con uno de sus dedos… mmm. Eran años de cambios, años en que me hizo vestir como una niña con todos los complementos, ropa que más que sentirme humillado de alguna forma me excitaba. Ese hombre me hizo vestir como una chica unas veces, obligándome en otras a vestir como una zorra, prendas que el mismo roce, me hacían correrme de placer. Pero mi ingenuidad y torpeza siempre me sigue, pues si mi primer error fue decirle a uno donde vivía, peor fue cuando dije a otro…

  • “Estoy solo, mis padres han salido”.

Tuve que dejar que ese hombre subiera a mí casa, hombre que busco mi cuarto y tras desnudarme, intento penetrarme sin dilatación alguna. No pudiendo lograr metérmela, contentándose con masturbarse con mis nalgas, introduciendo su tronco entre mis glúteos, no dejando de moverse hasta que sentí como me bañaba con su semen, sintiendo como caían esas chorreones de líquido cálido en mi espalda. Esto es lo que propicio que odiara hacerlo en la cama, esto fue el motivo por el amara el cruissing. Pero puedo os puedo decir que esto no es fantasía, pues es una pura verdad, este hombre llego a subir a mi casa hasta en dos ocasiones más, llevándose la desilusión de no ser el primero en desvirgarme. Pues la segunda vez lo intento al echarme sobre la mesa, me hizo inclinar y ni por esa consiguió introducírmela, siendo la tercera y última vestida de putita para él, vez que fue hasta nuestro último encuentro, aunque años más tarde… quizás hayan sido diez, nuestros camino se hayan cruzado nuevamente, no dejando en esa ocasión no deje que le me la chupara sino, fui yo quien acabo por mamársela… mmm.

Pero bueno los años pasan, pero no este tipo de hombres que la verdad siempre me han atraído, hombres que dicen que han sido el primero, pero ni por asomo lo consiguieron. A principio de año un lector que deseaba algo más, acabo por insinuarse entre preguntas, deseaba saber a cuantos hombres se la he chupado y cuantos han logrado penetrarme, confesándole… bueno quizás sea mejor que comience con mi experiencia. Siempre he dicho que en un sex shop, nuestros actos en el interior de este local es lo que nos marca, ya que si entramos solos sin pareja femenina, somos objetos a observar por otros, somos objeto de deseo como algo que catar, pues podemos ser esa persona que busca algo diferente o simplemente sabe que busca. No recuerdo el día y menos el mes, pero no os mentiría si os digo que no hizo el año, ese día me acerque al centro porque iba a Corte Ingles a ver unos portátiles, recuerdo que era temprano y que tras desayunar en una cafetería a la espalda de la avenida de la Constitución y frente a Correos. Me dispuse a caminar hasta la Plaza del Duque, caminando por la calle Tetúan me fije en el pasaje que da a la calle Sierpes, pasaje en el cual se encuentra el Sex shop tan conocido para mí. Recuerdo que ni me lo pensé dos veces cuando me adentre a este, no había mucha gente ese día aunque la verdad a las once y media de la mañana tampoco era tan raro, miento no era las once y media sino más bien entre y cuarto a y veinte.

Entre en el sex shop con la idea de comprar alguna broma para un familiar que se nos casa, broma que era para su despedida de soltero. En mi mente no había otro motivo, pero fue entrar y olvidarme lo que iba a comprar, viniéndome a la mente algunas curiosidades que deseaba ver… mmm. Bueno tras entrar por la puerta y saludar con un “Buenos día” al encargado, me adentre hasta la zona de DVD, zona que me puse a apuntar títulos para poderlos visualizar en casa por internet, buscando películas sobre sexo duro, mofos, cruissing, dogging o cuyos títulos no recuerdo ahora. Recuerdo que me gire hacia un lado, dándome cuenta que había dos chicos, chicos cuya edad estaba uno de ellos en los veintitantos mientras el otro era unos treintañeros. Ambos me miraban con deseo, acabando por acercarse uno de ellos al verme acercarme a la zona de DVD de transexuales, chico que me soltó…

  • “Si buscas diversión yo te la puedo proporcionar”.

Le mire sorprendido, asegurándome al esperar al otro chico acercarse para soltarle…

  • “Lo siento no me van jóvenes, soy más de maduros… mucho más mayores”.

Contestación que ambos escucharon y que acabaron por retirarse, yo continúe mirando los estantes. Seguí caminando por el interior del Sex shop viendo la gran variedad de objetos, acabando por divisar aquello que deseaba, no siendo otra cosa que un objeto para la ducha anal, no siendo este otra cosa que un complemento enroscable a la manguera de ducha. Objeto que deseaba desde hace tiempo y que pueda sustituir a la perilla, pudiendo ver que este objeto con el cual podría darme una limpieza más a fondo, objeto cuya dimensión es de quince centímetros… uuummm.

Mientras leía las instrucciones, me sentí observado, pero siendo ese sitio el lugar que es… lo anormal es no ser espiado, tras ver su precio de tan solo seis euros, me vi tentado a comprarme uno, pero antes de hacerlo, deseaba seguir viendo el material. Llamando mi atención nuevamente los plug anales, objeto que deseaba comprarme a modo de llevarlo antes de mantener una relación, pues cansado que me digan lo estrecho que soy. Estaba en los estantes inferiores, me agache y comencé a mirarlos uno por uno, llamando mi atención varios de ellos, cuyas medidas iban desde los siente centímetros por casi tres centímetros de diámetro, asegurándome suavidad y flexibilidad como otros, cuyo nombre promete como el Plug especial punto P, cuya longitud total es de dieciséis centímetros pero insertable se queda en catorce, pero lo que me enamora es su diámetro ya que es de cinco centímetros… mmm. Siendo un caballero el que me saco de mis pensamientos, caballero que me pregunto…

  • “¿Qué por cual te decides?”.

Sorprendido me gire sin llegar a levantarme, levante la vista y vi un caballero de cabellos blancos mirándome, caballero al cual mire un poco cortado y fijarme, como el cabrón se restregaba su mano por su entrepierna, cuyo bulto ocultaba de buenas medidas… mmm. Acabando por levantarme sin llegar a contestar, cogiendo el objeto de la ducha anal e inclinarme para coger unos de los plug, cuando noto como este colocándose detrás de mí, coge y presiona su entrepierna contra mis nalgas, entrepierna que noto la dureza de su miembro contra mis nalgas… mmm.

Tras coger estos dos objetos y acercarme hasta el mostrador, cojo y los pago con la tarjeta de crédito. Luego cojo mi monedero, miro su interior y fijándome que aunque tenía cinco euros en monedas de euro, ya que mi intención era la de no entrar en una cabina. Acabe por sacar de la cartera diez euros y dárselo al encargado, encargado que me dio dos vasos pequeños de plástico blanco, cuyo contenido era cinco euros en moneda de un euro cada uno. Luego cogí y me encamine hacia el fondo del local, camino que fui llamado la atención ese caballero canoso y que me dijo…

  • “Quieres que te sugiera algo muy excitante y morboso”. 
  • “Mira, te propongo que te desnudes completamente, colocándote a cuatro patas sobre el sillón e inclinando tu culito hacía atrás, esperando a que entre alguien y sin que os veáis las caras, dejes que te penetre… uuuhhh, veras que excitante”.

Pase ese acceso, acceso que da a la zona de las cabinas de visionado, donde descubrí donde estaban todos los hombres, cuyas edades eran de todas las edades, predominando de cincuenta hacia arriba. Mire de derecha a izquierda, acabando por tomar ir a los aseos que están a mi izquierda. Aseo que pus el pestillo, pues no dejaron de intentar entrar, yo llevado por la excitación, me limpie bien con las toallitas húmedas que suelo llevar. Sacando del envoltorio el plug e ir introduciéndomelo poco a poco… mmm, hasta enterrarlo dentro de mi orificio, luego me subí los calzoncillos y los pantalones, acabando por salir del aseo. Viéndome observado hasta por tres hombres, continúe andando en dirección al pasillo de la derecha, observando dos cabinas abiertas y decidirme por una de ellas, cerrando la puerta tras de mi con pestillo, no llegando ni al sillón de cuero negro, cuando intentaban entrar al forzar el pomo, aquello me puso aún más… mmm.

Cogí y me puse cómodo, sentándome de golpe y sentir como el plug presionaba dentro de mí… uuuffff, eche unas monedas en la máquina y la primera imagen que salió por ese monitor, no fue otra que la de dos tíos maduros follando a otro… mmm. Comenzando a sonar el ruido de los nudillos, abriendo primero el de mi derecha, ojeando antes de actuar y ver como un caballero mayor sonreía, acabando por introducir su miembro no muy grande por el orificio. Miembro de no más de catorce centímetros al cual comencé a chupar mientras este gemía y suspiraba, caballero que no dejaba de proponerme continuar en mi cabina, cosa que no deje y que tras su inesperada corrida… acabo por darme la razón. Tras cerrar la puertecilla de mi derecha, abrí la de mi izquierda y descubrí que el inquilino de esa cabina era uno de esos jóvenes de antes, puertecilla que cerré sin darle mamada alguna.

Recuerdo que el calor del local era insoportable, comenzando a desvestirme, quedándome en camisa, pantalón y náuticos, pero no pasaron ni dos minutos cuando acabe por quitarme el pantalón y los náuticos. Abrí nuevamente el de mi derecha, cuyo miembro era de otro cincuentón, miembro de grandes dimensiones y menos gruesa, dándole una mamada como a pocos he dado, tragándomela hasta que la siento pasar la campanilla… mmm. Lógicamente tengo arcadas e incluso nauseas, pero no iba a permitir estropear el momento, este sin aviso alguno acabo descargando dentro de mí y no mejor dicho, pues aquella corrida fue directamente al estómago. Fue la cuarta puertecilla a cuyo dueño permití entrar en mi cabina, persona que tenía un miembro grueso y largo, miembro que prometía hacerme disfrutar.

Yo en esos momentos estaba con tan solo mis calzoncillos, pero tras quitármelo y quedarme con tan solo los ejecutivos, lo primero que hice fue apartar el pestillo de la puerta. Luego me fui hacia el sillón, colocándome como aquel hombre me sugirió, colocándome a cuatro patas sobre el sillón e inclinando mi culo hacía atrás. Me quede esperando hasta que escuche el pomo girar, escuchas excitado como la puerta se cierra y los pasos hacía mí… mmm. Siento sus manos ásperas en mis nalgas primero, continuando por acariciar mí espalda hasta mi cuello, manos que rodea mi rostro al tiempo que me introduce uno de sus dedos en mi boca… mmm. Sintiendo acto seguido como saca de mi orificio mi juguete… ooohhh, escuchando un ¡ploff¡. Siendo sustituido por su miembro… aaahhh, comenzando a penetrarme con fuerza… uuummm, embistiéndome al compás de sus caderas… ooohhh. Recuerdo que estaba disfrutando de muerte cuando se abrió la puerta y escuche…

  • “Joder que puta que eres. ¿Qué pasa que no has podido aguantar a que yo viniera, para dejarte follar por otro?”.

Es cuando me doy cuenta que no estaba siendo sodomizado por ese maduro, sino por aquel que me encontré horas antes en el local mientras veía los plug. Aquel que me sugirió precisamente la postura y que me suelta al oído…

  • “¿A que tenía razón?, no me digas que no es excitante dejarte penetrar por un extraño, no me diga que no es intrigante dejarte follar sin saber quién coño es… uuummm”.

Y mientras escuchas a este decirme esto al tiempo que me embiste, haciéndome saber que se está corriendo ya… ooohhh. Llegándome de lejos al ocupante de la cabina decir…

  • “Coño que ido solo a comprar, preservativos y algo para entonarnos”.

Tras marcharse ese hombre canoso, comienza este otro a follarme, pero ya no es igual, pues siento que la magia y el morbo se han diluido… mmm, dejándolo que acabe al menos y acabar por marcharme yo a casa. Espero que os haya gustado tanto como a mí, espero vuestros comentarios. Mi email (lógicamente todo junto) es… Jhosua 1974 @ Gmail . com

 

Mas de Jhosua

Salí a correr y acabé siendo violado

Las costumbres de las vecinitas

Locuras de un adolescente

Nostalgia del Cine X

Un hostal de mala muerte

La bocazas y el cabrón

El ligue de una discoteca

Un encuentro fugaz en los aseos con una desconocid

Las experiencias más intensas no se planifican

Una agenda aún más apretada

Una agenda apretada

Lo que me paso por trajeado

Tener un mirón con derecho me pone

Lunes agradecido, un día lluvioso

Una tarde para ser infiel

La hija de mi compañero

Oferta de trabajo con relación y convivencia con 2

La niñata II

Deseoso de morbo, acabas por tragar

Una chica muy diferente

Un viaje placentero (re-subido)

Tragón

La niñata

Ayudando a limpiar un piso a mí compañero

Cansado de luchar acabas cediendo

Una propuesta de trabajo II

Una propuesta de trabajo I

Refuerzo emocional fraternal II

No pretendes pero acaba sucediendo

Refuerzo emocional fraternal

Buscando solo la amistad de una divorciada

El curso muy bien aprovechado

Cuando intentas no ir de calientapollas...

Comunidad de buenas vecinas e infieles

A raíz de una exploración rectal

Algo fortuito e inesperado

Una pequeña orgia en los aseos subterráneo

Un desliz en una noche de verano

Tras follar con mi mujer, fui follado en los aseos

Morbiux: adicto al sexo

Mis ardientes vecinas

Alba, nacida a raíz de ese cine X

Miradas furtivas a una vecina acaba en confusión

Dormitorios compartidos de aquella pensión

Descubriéndome a mí mismo en un Cine X (II)

Una manera de perder el tiempo en un cine (I)

Nunca la edad debe de ser un impedimento

Las Bodas de Oro

Jhosua1974… una vida dedicada al sexo I

El desayuno

De urgencia en la consulta

Cuando me dejo el coche tirado

Cansada de su monótona vida sexual I

Compartido por no tener sitio

Frustrada e Insatisfecha

Un rapidín en los aseos de un Supermercado

Buscaba regalo para Reyes

La Mercería

Pasivo curioso y ahora Rodríguez… busca macho

Mi buena obra del día

Mi vecina de enfrente

Con la complicidad del dependiente

Cabrón, cuantos pelos tienes

Detallando a mi mujer por un polvo

Sexo no tan consentido en el Sex Shop

La penitencia

Disfrutando de Mí un amigo en el Sex Shop

Aparentemente día de playa

Sexo a cambio de confesiones sobre mi mujer

Las enseñanzas de una limpiadora a un jovencito

Aquella limpiadora de los servicios públicos

Esos largos paseos por la playa (II)

No siempre es lo que cuentan de un negro

Largos paseos por la playa

Aprovechando el fin de semana, no solo para pintar

Mi amigo... El Jerezano

Saciando a la zorra que hay en mí

Venir de Vacaciones y besar el Santo

Besar el Santo

No siempre es el último antes de las vacaciones

Muchos tiburones en tan poca pecera

Día caluroso, coches detenidos y picado x la mosca

Cine X. La segundad vez (21 años) por hormigueo...

Callas no por vergüenza sino por placer y el morbo

Callas no por satisfacción, sino por vergüenza

Tiempo de perros (con compañía)

Sorprendido por mi vecino con el amante perfecto

Un sorprendentemente trió

Cine X. Mi primera vez (18 años) por curiosidad...

Depilación integral con final Feliz

Mi amigo y semental amigo 83 años

Recordando a raíz de un flash

No hay día que no desee, tener una polla en mí

Tarde de paseo

La escapada

Martes Santos. Martes de Pasión

Condición: Curioso. Faceta: su Nena

Algo imprevisto en Ikea

No fui forzado, ni sometido, ni violado

Condición: Curioso. Faceta: Moldeable

Condición: Curioso. Faceta: Sumiso

Condición sexual: Curioso

El inicio de mi Condición sexual

Los servicios de Estación de Santa Justa

Por una mirada indiscreta II

El biberón

Por una mirada indiscreta

El mañanero

Aquel aseo del Centro Comercial

El probador

Infiel por culpa de un cabreo

Mi última vez a la sauna Nordik

Un sorprendentemente trió

Ultimando las compras de reyes

Haciendo tiempo

Cuando vas de sorpresa en sorpresa