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Licenciado Contestodo (4)

en Confesiones

Seguimos con los casos del archivo del Licenciado Contestodo.

 

Licenciado

El jueves pasado, como todos los jueves, fuí a cenar a lo de mi novia ya que siempre aprovechamos, cuando se duerme la madre, para echarnos un polvito.

Resulta que, como yo no resisto más de veinte minutos dando bomba y ella es una yegua multiorgásmica que recién está tranquila despúes de los treinta orgasmos, no tuvo mejor idea que meterme en la comida dos pastillas de viagra molídas.

Cuando estabamos comiendo el postre sentí que la dureza de la pija iba a romperme el pantalón. La agarré a mi novia y me la llevé a su cuarto porque ya no aguantaba más.

Logicamente mi suegra sabe que yo me mastíco a la hija, pero siempre fuimos discretos y esperabamos que ella desapareciera.

Ya iba por la tercera acabada y todavía no pensaba en sacarla para tomar aire.

Mi novia estaba enloquecida y ya no le quedaba agujero para ofrecerme.

Normalmente somos bastante silenciosos pero, enajenado por el viagra yo y ella por el tratamiento especial que estaba recibiendo, ese día perdimos la noción a tal punto que mi suegra alarmada vino a ver que sucedía.

Ante la sorpresa de los tres, comencé a darle a mi suegra, que entre paréntesis es una jovata que está rebuena y le gusta el nabo, que en un principio puso cierta resistencia pero cuando la probó y vió el tamaño del aparato se acomodó para disfrutarla en plenitud.

Fue tal el escandalo de mi suegra acabando que se apareció la vecina que tiene llave y es amiga. Como loco me abalancé sobre ella que no esta muy buena pero no me importó un carajo y le inundé, primero la concha y después el culo.

Yo no tenía conciencia de nada, no se cuantos polvos me había echado y todavía estaba como nuevo.

Las dejé a las tres con las conchas y los culos enrojecidos pero con una amplia sonrisa en los labios.

Me fuí a mi casa y la pija no se me bajaba. Me hice tres pajas para ver si podía dormir pero lo único que quería era coger y pajearme.

Al otro día llamé al trabajo y dije que estaba enfermo, no podía andar por ahí con la pija al palo.

Esperé ansioso al médico de la empresa para pedirle una solución, tuve suerte porque vino una doctora y nos echamos tres polvos para ver si se me bajaba.

Lamentando mucho tener que irse ya que tenía más pacientes para ver, lo único que me dijo es que me hiciera baños de agua fría en las bolas y la pija.

Herví cinco palanganas de agua remojandomé las bolas y la verga seguía incolume.

Estuve todo el día así, entre baños y pajas, hasta que a la nochecita cayó mi novia para ver como estaba pero no llegó sola, vino con la madre, la vecina y, además, se agregó la hija de esta.

Atendí a las cuatro con esmero y demasía. Después de esta maratón sexual, donde es justicia destacar a la hija de la vecina, una pendeja preciosa con un culo y unas tetas impresionantes y que disfruta la verga como el perro al hueso, tuve un momento de respiro.

La vecina y la hija se querían quedar a cuidarme durante la noche pero desistieron después de la mirada de mi novia.

Esa noche pude dormir un rato, pero de costado porque no podía dormir boca abajo, como es mi costumbre.

Como mi novia estaba agotada me pasé el sábado haciendomé la del mono. A la tarde vino la médica de la empresa, que con la excusa de traerme unas pastillas nuevas que le había dado un visitador, se echó como seis polvos.

El domingo llamé a una profesional que no me aguantó el ritmo, desesperado fuí a la guardia del hospital a buscar una solución y sólo encontré un residente envidioso y a cuatro enfermeras que se iban pasando la voz y a las que tuve, para tranquilidad momentánea de mi verga, que garcharme profusamente.

Cuando llegué a casa y ante la incapacidad de todos los facultativos que me vieron me puse a escribirle a usted, que en este momento es mi única posibilidad ya que los médicos me dicen que no tienen ni idea de cuanto me puede durar la erección y no tienen posibilidad de hacerme bajar la pija.

Urgentemente Licenciado le pido ayuda.

P. Dazzo Duro, de Devoto

 

Sr. P. Dazzo Duro (supongo que se trata de un seudónimo ¿no?)

Su caso es realmente novedoso. Es muy poca la experiencia que existe dado que se trata de un medicamento nuevo.

Tengo que admitir que, a pesar de mis innumerables conocimientos y mi amplia experiencia, no sé que decirle.

Sólo se me ocurre, así empiricamente, decirle que lo fundamental es preservar la integridad de su miembro.

Es evidente que después de tanto traqueteo, la debe tener terriblemente inflamada. Calculo que debe haber incrementado su tamaño en un 40% como mínimo. Eso si bien es halagador, también es peligroso.

Lo primero que debe hacer es dejarla descansar envolviendoselá con paños fríos.

No se haga más pajas ni se coja a más nadie.

Logicamente va a seguir recaliente, trate de aguantar y si le es imposible, estimulesé el ano con el dedo o con algo similar (yo siempre recomiendo una salchica de cualquier marca). El culo es un punto muy erótizado, no crea que por eso va a menoscabar su condición de hombre.

Le deseo suerte y hagame saber como sigue.

 

Licenciado Contestodo

Como me solicitó le hago conocer los resultados obtenidos. Con los paños fríos conseguí bajar solamente la inflamación. Como la excitación seguía, comencé a meterme el dedo en el culo, como sentí cierto alivio pensé que si usaba una salchicha conseguiría mejores resultados, efectivamente así fue entonces cambié por una más gruesa.

Con esta última, luego de un rato largo, conseguí que la pija se bajara un 50%.

Ante el temor que la mejoría fuese transitoria llamé a Vanina, un travesti del rubro 59. Estaba decidido a comerme una verga si la cosa no mejoraba definitivamente.

La suerte me acompañó porque era preciosa y muy bien dotata, me trató muy bien y gracias a ella recobré la normalidad.

Se quedó a cuidarme y sólo se fué cuando estuvo segura, después echarme un polvo, que se me paraba y bajaba normalmente. Por suerte el efecto se había pasado totalmente

Conocer a Vanina me abrió nuevos horizontes y estoy dispuesto a recorrerlos en su compañía.

He roto la relación con mi novia. Comprendí que era un ser egoísta que sólo pensaba en ella al punto de perpetrar la atrocidad de darme un medicamento sin medir las consecuencias que podía acarrearme. que por suerte no fueron fatales.

Desde ya en mi nombre y el de Vanina queremos agradecerle su invalorable ayuda

P. Dazzo Duro, de Devoto

 

Sr. P. Dazzo Duro (o como se llame)

Me alegro de su mejoría, pero creo conveniente, para que se aclaren los tantos, resaltar varios temas.

Mi consejo no tuvo nada de científico, le sirvió a usted pero quizás no a otra persona, fué sólo intuición. Tampoco es común que el viagra actue así si se lo usa con prescripción y control médico. Tampoco es consecuencia del medicamento el que usted haya reencauzado su vida sexual. Ese responde a cuestiones profundas que en algún momento hubiera enfrentado aún, tomando un inocente analgésico.

 

Sr. Contestodo

El fin de semana pasado con mis amigos Carlos y Javier decidimos organizar una pequeña fiestita para la que contratamos una profesional especialista en esos menesteres. Todo anduvo fantástico, ya que ella era de primera y la pasamos realmente bien haciendo de todo en un clima de lujuria y placer. El problema empezó a la hora de pagar.

Los honorarios de la señorita eran $ 900 por lo que nos disponíamos a poner $300 cada uno cuando ella dijo que eso no le parecía justo y que el que la tenía más larga debía pagar más que los otros dos que debían hacerlo proporcionalmente a su tamaño.

A fin de liberarla dividimos por tres y le pagamos dejando para luego el ajuste de lo que cada uno tenía que poner.

Carlos que es el que más larga la tiene propuso que dejaramos el asunto así que después de todo los tres nos habíamos divertido por igual. A mi me daba igual, soy el del medio, pero Javier que es el menos dotado y además cuida mucho la plata, no estuvo de acuerdo.

Como ninguno de los tres es muy ducho en cuestiones de cuentas se nos planteó un grave problema que terminó cuando, después de infructuosos intentos, tomamos la decisión de consultarlo a usted y evitar que se fracturara nuestra amistad de tantos años.

¿Sería usted tan amable de resolvernos el problema sabiendo que pagamos $ 900 y que la de Javier mide 13 cm, la mía 15 y 17 la de Carlos?

 José, de Caballito

 

Estimado José

La amistad es un bien invalorable y gustosamente los voy a ayudar para que sigan siendo tan amigos y tengan los elementos para resolverlo por ustedes mismos si vuelven a organizar algo con esa chica, aunque yo les aconsejo que elijan alguna que se ocupe de lo suyo y no tenga inclinaciones matemáticas.

Es un problema sencillo: 13 de la de Javier, más 15 de la suya, más los 17 de Carlos nos dan un total de 45 cm.

Ahora dividimos el total del importe abonado, $ 900, por los 45 cm y conseguimos el valor centímetro, o sea $20 por cada uno.

Con este dato y multiplicandoló por la extensión que tiene la pija de cada uno es fácil determinar que Javier debe pagar $260, usted $300, y Carlos $ 340, razón por la que le convenía dividir en partes iguales.