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Licenciado Contestodo (5)

en Confesiones

Nuevos casos de los archivos del Licenciado Contestodo.

 

Licenciado

Desde que conocí a mi mujer una de las cosas que más me gusto de ella es su culo.

Siempre soñé con hacerselo pero hasta hoy, después de cuatro años de casados, no lo conseguí. He conseguido muchas cosas, hasta incluimos otra mujer y me atendieron a duo, pero del culo nada. Ni siquiera meterle el dedito meñique. Yo la adoro y ella me ama, nos complementamos perfectamente y nuestra vida sexual sería perfecta a no ser por ese pequeño detalle.

No quiero insistir ni ponerme pesado porque lamentaría hacerla enojar pero cada vez que se lo veo o se lo toco, la idea se me instala inconmovible en la cabeza.

No se me ocurre que hacer para lograr que acepte.

Lo que me extraña es que siendo tan liberal, le gustan todas y siempre es materia dispuesta, no sienta la misma curiosidad que habitualmente tiene, con respecto al sexo anal.

¿Usted me podría ayudar en esta emergencia?

Vicente, de Chivilcoy

 

Estimado Vicente

Muchas son la mujeres que comparten el pensamiento de su mujer. Son capaces de hacer cualquier cosa pero con respecto al culo son tremendamente conservadoras.

Suponen que entregarlo es rendirse a la dominación machista.

Esa resistencia puede ser motivada por diferentes causas. Un problema de educación que considera al sexo anal una perversión. Puede ser una asociación con lo sucio del cuerpo ya que por ahí se eliminan los excrementos.

Y algo muy importante, la asociación con el dolor. Al no conocer la estructura anatómica del ano, la mayoría de las mujeres piensan que es imposible que una pija, sobre todo si es de tamaño considerable, entre en tan pequeño agujerito sin romper nada. Recién cuando comprenden que no se rompre sino que se estira, comienzan a aceptar la variante anal del sexo y llegar en muchos casos a ser fanáticas del mismo.

Hay distintas posibilidades y cada una depende de las características de cada persona.

Por ejemplo, ya que ella es amplia de pensamiento y acepta incluir a otra mujer en sus relaciones, puede hacerle el culo a la invitada para que ella por instinto de imitación acceda a recibirla de culata.

Es cierto que esto implica un riesgo: que se sienta agredida y reaccione negativamente y se aferre más a su idea de no entregárselo. Eso lo debe evaluar usted que la conoce mejor.

La otra variante y quizás la más segura, es convencer con el ejemplo. Si le pide que ella le haga el culo a usted y comprende que le da placer hacerlo seguramente con el tiempo desee que usted se lo haga a ella.

Con seguridad que cuando usted lea esto me va a reputear por aconsejarle que se deje meter el dedo o algún aparato en el culo. Pero sepa que cuando uno quiere conseguir algo también tiene que ceder algo a cambio.

No me lo imagino un hombre amplio por alguna cosa que deja trascender su escritura, pero estoy seguro que aceptará y pondrá en práctica mis consejo para poder lograr su meta tan ansiada.

Le deseo el mayor de los éxitos y hagame saber los resultados.

 

Sr. Licenciado

Tengo que decirle que se equivocó. Si bien reconozco que no soy tan amplio como aparento ser, no lo reputié porque desde que me metió el dedo el urólogo cuando tuve un pequeño problema urinario comencé a ponerlo en práctica introduciendomé yo un dedo, sobre todo cuando me pajeo ya que me produce acabadas fabulosas.

Lo que nunca se me ocurrió es pedirseló a mi mujer, porque como usted bien dijo, ¡¡¡ lo asocio con algo sucio !!! a pesar que me cause placer.

Superado este prejuicio se lo propuse y aceptó de inmediato.

Sinceramente me causó una agradable y placentera sensación sentir el dedo de ella dentro mio, sobre todo cuando acompañó esto con una superlativa mamada que me llevo a tal punto de excitación que produjo una de las mejores garchadas que tuvimos desde que nos conocemos.

Lo practicamos durante una semana y nuestras relaciones fueron superlativas.

Un día, después de esta experiencia, timidamente le propuse meterle un dedo mientras le chupaba la concha y ¡¡¡ dijo que sí !!!

Luego fueron dos, después tres a medida que mejoraba su dilatación y a la semana estabamos intentandoló con la pija. Enseguida lo conseguimos, producto de la calentura que nos producía a ambos la nueva experiencia.

Cuando nos echamos el primer polvo completo me confesó contentisima que estaba arrepentida del tiempo perdido y que ni se imaginaba que le iba a gustar tanto.

Seguimos haciendoló intensamente y hasta la convencí de invitar a una amiga para que viera como se lo hacía. Fue sensacional tener esos dos culos donde ponerla alternadamente.

Ayer me comentó que sería bueno incluir otro hombre porque la entusiasmaba la posibilidad de tener una doble penetración.

Ante mi propia sorpresa, acepté gustoso.

Vicente, de Chivilcoy

 

Vicente

Me alegro que disfrute lo que tanto deseó y me alegro que haya comprendido rapidamente que cuando alguien consigue algo es importante que sepa conceder cuando es necesario.

 

Licenciado

Tengo un problema que me está volviendo loco. Estoy recaliente con la mujer de mi mejor amigo.

No se que hacer.

Horacio, de Rosario

 

Sr. Horacio

Yo tampoco se que hacer si no me dá más información.

 

Licenciado

Tiene razón, disculpemé pero es que este problema me tiene totalmente trastornado.

Alberto es mi amigo del alma. Nos conocemos desde la escuela primaria y vivimos en el mismo barrio. Como ambos somos hijos únicos, somos como hermanos.

Siempre compartimos todo hasta que el conoció a Mariana, su mujer.

Es una tipa macanuda y esta terriblemente buena. Desde que la conocí me calentó mucho. Pero como estaba con Alberto me mantuve al margen.

Pero ahora se me instaló de nuevo el bichito del deseo en el cerebro y no puedo espantarlo de ninguna manera.

¿Que le parece que puedo hacer?

Horacio, de Rosario

 

Sr. Horacio

¿Sería tan amable de responder las siguientes preguntas?

1.- ¿Su calentura alguna vez, de alguna forma, fue motivada y alentada por ella?

2.- ¿La ama o sólo quiere acostarse con ella?

3.- ¿Puesto en la disyuntiva que privilegiaria el encame con Mariana o la amistad de Alberto?

 

Licenciado

Respondo sus preguntas::

1.- Nunca, para ella soy el mejor amigo de su marido y en consecuencia también amigo suyo, nada más.

2.- No la amo, simplemente me calienta como lo calentaría a usted, de conocérla. Además ella ama a Alberto con tanto fervor que seguramente no hay lugar para nadie más en su corazón.

3.- No lo dudaría, primero la amistad.

Horacio, de Rosario

 

 

Sr. Horacio

Usted mismo contestó que debe hacer.

Conchas hay muchas pero los verdaderos amigos escasean.

Lo más probable es que para Mariana usted sólo sea el mejor amigo de su marido y como tal lo quiere.

Si usted significara algo más para ella se lo hubiera insinuado de alguna manera ya que las mujeres perciben a un hombre caliente y actúan en consecuencia. Es muy difícil que se les escape alguna presa.

Siga teniendo dos buenos amigos que esos perduran en el tiempo mientras los polvos se esparcen con el viento.

 

 

Sr. Contestodo

¿Que tengo que hacer para que mi novio me coja?

 Mabel, de Paternal

 

 

Sta. Mabel

 

Simplemente, dejarse. No hacerse la estrecha ni enviar mensajes falsamente morales sobre la visión de la pareja.

Si usted no es de ese tipo de mujer y no se hace la estrecha ni envia doble mensajes y el persiste en no cojerselá, tome la iniciativa y cojaseló usted y comprobará si es sólo tímido o es proclive a la homosexualidad.

 

Sr. Contestodo

Hice lo que usted me dijo, porque nunca mande mensajes moralizantes y me hice la estrecha.

Resulta que es retímido y también retierno, me agradeció el que yo haya tomado la iniciativa y me satisfizo plenamente.

Ahora lo hacemos continuamente. Soy felíz y bien cojida.

 Mabel, de Paternal.