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Nosotras, o sea, mi novio y yo (3)

en Dominación

Nosotras, O Sea, Mi Novio Y Yo (parte 3)

Hola a todos, primero que nada quiero disculparme por la tardanza en publicar esta tercera parte de la serie, mucho trabajo en mi oficina y por causa de esto de verdad se me ha hecho difícil escribir. En fin, quiero agradecerles a todos por sus correos y comentarios, espero esta tercera parte sea de su agrado. Y como siempre, muchísimas gracias por leerme y escribirme. Aquí vamos:

Pase dos días encerrada en mi celda, o en mi cuarto, como en tan muy poco tiempo me acostumbre a decirle. Sabia que eran dos días, ya que en una de las "visitas" hechas por uno de mis captores, perdón, hechas por uno de mis amos (uno que no conocía), me dijo –es increíble que te hayas adaptado en tan solo dos días a tu condición de esclava. Definitivamente naciste para ser puta.- la cosa es que al parecer tenia razón, ya poco a poco me iba acostumbrando a sus tratos, a sus cogidas…ya poco a poco me hacia falta cada vez mas una buena follada por el culo. Me estaban haciendo adicta al sexo (lo era, pero no de esta manera) además de que el morbo y la excitación, que me provocaban con las distintas humillaciones y vejaciones hacia mi persona, en lugar de disminuir, aumentaban. Que guarra soy…

¿Recuerdan los hoyos en una de las paredes de mi habitación, los que estaban tapados por planchas metálicas desde el otro lado de la pared? ¿No? Deben leer la segunda parte de la serie…yo no sabia para que servían, pero al tercer día descubrí su uso. ¿Alguna vez han escuchado algo sobre "Glory Hole"? bueno, ese era el uso de esos agujeros. Al tercer día de mi estadía en aquel sitio apenas iluminado, sentí como se abrían esas pequeñas compuertas. Por cada uno de los cuatro hoyos aparecieron unos penes enormes, peludos, eran increíbles los tamaños. Dentro de la habitación pude escuchar por un altavoz –atiende esos 4 güebos perra, que no quede ni uno desatendido. Y si piensas que es fácil, pues, ve a ver como atiendes esos cuatro nabos AL MISMO TIEMPO. O te pesara, créeme.

¿De quien era esa voz desconocida? No entendía. Me quede mirando esas cuatro herramientas un corto periodo de tiempo, ¿Cómo se suponía que los atenderé al mismo tiempo? Pues bueno, sin rechistar me metí uno en la boca, agarre dos con mis manos para pajearles y al que quedaba libre (ubicado de primero de derecha a izquierda) estire como pude mi pierna derecha para sobarlo con mi pie.

-Muy bien, la mayoría de las zorras descubrían un método a los tres días. Por fin una golfa inteligente. Altérnalos todos, no se irán de allí hasta que acaben, y asegúrate de que la leche te la tragas bastarda.

Obedeciendo la orden (y preguntándome como hacían para ver lo que hacia), alterne cada uno de esos inmensos penes entre mis manos mis pies y mi boca. Me costo mucho hacerlos acabar debido a la mala postura que debía adoptar. En un largo periodo de tiempo acabaron y por supuesto, termine tragando toda la esperma. Mi jugo favorito.

Al fin paso la semana. Vejaciones, humillaciones, de todo paso en el transcurso de ese tiempo. Fueron a buscarme a mi habitación, y supuse que descubriría cual seria la sorpresa que nos tendrían preparada a mi y a mi novio. Mientras me llevaban por el pasillo lo vi, a Rubén, quien iba vestido con un corset rojo de látex que de seguro se vería mucho mas coqueto en una mujer y no en el. Iba también maquillado, pero de manera muy soez y vulgar, parecía el maquillaje de una puta callejera, y tenia su pequeño juguetito de carne (no se compara con los que yo había estado trabajando desde nuestra captura) atado en el glande hacia abajo y atrás, doblando hacia su culo, aunque sin penetrarlo, con una argolla en cada testículo, de las que pendían una cadenas que se unían unos centímetros mas adelante a otra mucho mas larga, y que llevaba una mujer trigueña, como si estuviera jalando la correa de un perro. Para rematar su muy homosexual apariencia, llevaba calzadas unas sandalias rojas de plataforma con unos tacones de unos 20 centímetros de altura. Luego me percate de que en su culo iba insertado un consolador del mismo color, pero cuyas dimensiones no sabría decir ya que solo se veía la base, de la cual pendía una argolla donde estaba atada la cuerda que le jalaba el glande hacia su culo. Nos llevaron afuera de la hacienda, donde nos esperaba un hombre de contextura fuerte y alto, de raza negra. Al parecer esa es la historia de mi vida, negros dándome órdenes. Y no es por nada pero…que rico.

-muy bien perras, a juzgar por sus rostros, extrañan al equipo de Delta 8. Ellos no están aquí y no estarán por un largo tiempo, ya que fueron a Brasil a llevar un lote de putas entrenadas a nuestra corresponsal brasileña y se quedaran para disfrutar de unas merecidas vacaciones. Gina, monta al puto mamón en la camioneta, y tu, Ricardo, mete a la zorra en mi automóvil.

El hombre que me llevaba me metió en un deportivo amarillo de vidrios oscuros, muy bonito, en el asiento del copiloto. Yo solo llevaba una correa de perro alrededor de mi cuello. Sumisamente entre al auto, y el hombre negro que dio las ordenes entro como conductor, poniendo en marcha el vehiculo y acelerando a fondo, para tomar una carretera que se veía muy solitaria. La camioneta donde iba mi novio nos seguía, y al ratito ese hombre me tomo por el cabello llevando mi cara hasta su polla. Adivinando lo que deseaba, abrí el cierre del pantalón y comencé la mamada, acariciando suavemente con mi lengua la punta de su garrote, el cual sabia delicioso, un poco saladito, pero muy rico…recibí a los pocos minutos su liquido preseminal, momento en el cual me tomo por los pelos y me dijo que lo chupara mas duro y fuerte, mas rápido, cosa que hice al instante, subiendo y bajando, haciendo mis ya habituales gargantas profundas, en ese nabo inmenso. Me sentía orgullosa de oír sus gemidos, lo que significaba que lo estaba haciendo muy bien. Ahora si que estaba convencida: me convirtieron en su puta guarra, y lo peor es que mi resistencia fue prácticamente nula.

Estuve en esa posición por bastante tiempo, el de vez en cuando me levantaba la cabeza para yo así tomar algo de aire y para que el no acabara, quería postergar ese momento al parecer. De repente sentí que el auto disminuía la velocidad hasta parar.

-bájate.

-si amo. –abrí la puerta, algo desorientada al no saber donde estaba ya que solo veía ¡nada! El también se bajo, mientras yo solo veía un gran campo a mí alrededor. Me tomo por el cabello, llevándome a rastras a la parte trasera del carro, haciendo que me incline sobre el maletero, posando mis tetas sobre el metal, con mi culo en pompa, para luego penetrarme por el culo de una manera brusca pero que se me antojaba deliciosa.

-tienes el mejor culo de todos definitivamente zorra, tanto güebo que has llevado por este agujerito y aun sigue estrecho, que divino.

-gracias amo, ese hoyito esta para su satisfacción y goce.

Me moje sobremanera diciendo esto ultimo. Sus embestidas en mi trasero no disminuían en cuanto a brusquedad, pero me fascinaban como no tienen idea. Veía mi rostro por el vidrio trasero del auto, y la imagen de mi cara de puta viciosa allí reflejada era digna de una película porno. Me gustaba verme reaccionar, notar como el empuje provocado por aquel negrazo me hacia moverme acompasada con el. Me mordí los labios por instinto, mientras gemía como la perra en celo que soy. En pocos momentos sentí como mi culo se me llenaba del líquido calentito de mi amo. "lastima que no acabara en mi boca" me dije para mis adentros. Luego me tomo por los brazos, poniéndolos en mi espalda y atándolos con una cuerda la cual saco de su maletero. Me tiro al suelo, me tomo por mis tobillos poniéndolos juntos y haciendo que flexione mis piernas, para luego atarlos al igual que mis manos. Con las piernas flexionadas, tomo mi cabello, estirándolo, haciendo que doblara mi cabeza hacia atrás para atarlo con una cuerda a mis manos y uniéndolos con otra cuerda a mis tobillos. Sentía el pavimento caliente, y como mis tetas me ardían por el contacto con este, ya que las tengo sensibles. Para completar la pose me coloco una gag ball en la boca, asegurándola con una correa por detrás de mi cabeza. Luego con un marcador me escribió en la frente "Slut" (zorra en ingles) y por ultimo me tomo varias fotos desde distintos ángulos.

-jajaja a ver que opina tu familia de estas fotos.

Mi familia...que se pudran, no me importa el como reaccionarían. Ahora tenía una meta fija en mi vida, y era obedecer a mis amos, a mis dueños, dándoles todo el placer que me exijan. Soy una puta, una perra a la que estas personas le abrieron los ojos. Increíble de verdad que en poco tiempo pudiera pensar así. Terminadas las fotos, me tomo por la cuerda, como si fuera un maletín ligero, y me metió en la maleta del carro, cerrándola para luego continuar nuestro camino. Perdí la noción del tiempo allí metida, solo pensando en mi nueva situación, y en comportarme ante mis amos como debería. También pensaba en la puta de mi novio, quien sabe adonde lo habrán llevado. Pasado un tiempo, el auto se detuvo, y mi amo me bajo de la maleta. Estábamos en un estacionamiento subterráneo de algún edificio. Entramos por una puerta hacia unas escaleras, subiendo 4 pisos, los cuales los subí a trote, por órdenes de mi amo. –Me gusta ver tus tetas rebotar, lastima que las cosas tengan que cambiar.

Allí me asuste por completo, ¿¿que clase de cosa depravada iban a hacerme?? Mi mirada delato mi miedo, gesto ante el cual mi amo solo se rió a carcajadas. Tomando la correa de perro me ordeno subir a trote, el aire estaba apagado o no servia o simplemente no había, no lo sabría decir con exactitud, ya que mis pensamientos estaban tratando de imaginar que rayos me harían. Al llegar al cuarto piso, entramos por una puerta, yo iba bien chorreada en sudor, pero eso me hacia lucir sexy. Estábamos en un hospital, o al menos eso parecía, ya que las personas que allí estaban, al verme desnuda, con un collar de perro en mi cuello y la palabra "slut" grabada en mi frente, poco se inmutaban. De hecho, la sorpresa fue mía, al ver a varias personas vestidas con ciertos arneses y otras indumentarias dignas de las películas de sado y fetichismo.

-Miguel, amigo, como estas, encantado de verte por aquí. –le dijo un hombre con bata blanca a mi amo. "Miguel, ya se su nombre" pensé para mis adentros.

-Doctor Salazar, un gusto en verlo nuevamente, gracias por aceptar una nueva visita de mi parte.

-jajaja, cuantas veces te eh dicho que puedes tutearme Miguel, dejémonos de formalidades, eres socio mío desde hace mucho tiempo, y nuestros negocios van de maravilla…y hablando de negocios, tengo entendido que tienes un nuevo lote de perras.

-bueno Doctor Salazar, si me llego hace una semana un nuevo lote, pero a este lote hay que hacerle muchos trabajos como le habrán informado mis representantes. Muy pocas perras con atributos físicos buenos, o al menos como el 90% de mis clientes lo exigen. Mucha de la mercancía nueva apenas y tienen tetas…

-jajajaja veo que esta zorrita que esta aquí a tu lado es una excepción…¡¡mira nada mas el tamaño de esas ubres!! Y se nota que son naturales. La cosa esta en la caída de esos pechos. No es que los pezones le lleguen a las rodillas ni a la vulva, más bien están muy bien firmes y parados para ser de ese descomunal tamaño, pero supongo que pertenezco a ese 90% de clientes que exigen ciertas cosas.

-jajajaja no eres cliente de la organización, como bien lo dijiste, eres socio, y tu paga la tendrás Salazar, solo quise venir a verificar si el trato estaba cerrado, o si hay algo con lo que no estas de acuerdo.

-estoy totalmente de acuerdo con el trato, llevare a cabo las cirugías que me pediste para este lote. Aunque hay un punto que me gustaría agregar a la cláusula de pago.

-¿la cláusula de pago? no me digas que estoy dando poco dinero Salazar.

-para nada, mas bien me estas dando de mas amigo, y es algo que aprecio. Por cierto, "aprecio" es la palabra que me motiva el añadir un punto extra a la cláusula.

-mmmm te escucho.

-es simple, quiero que me sigas a la ventanilla del quirófano 9…

Un negocio…supuse lo que mas me pareció evidente: esta gente tiene un negocio clandestino de trata de blancas…o algo así. "Pero la magnitud debe ser grande para tener "sucursales" en otro país…o países" pensaba para mis adentros mientras caminábamos por el frío pasillo de ese supuesto hospital. El aire acondicionado estaba a mil, y ya me estaba pegando el frio. Nos detuvimos frente a un ventanal no muy grande, el cual en una esquina tenia escrito "Quirófano 9", el cual estaba tapado por persianas verticales. Al llegar el Doctor Salazar dio tres toques a la ventanilla con sus nudillos, y las persianas fueron corridas a un lado, y lo que vi me dejo, literalmente, fuera de este mundo.

-como podrás saber amigo Miguel, existen muchos sitios donde puede hacerse el cambio de sexo, o vaginoplastia como también se le conoce a este procedimiento, pero en ninguno aceptarían la condición bajo las cual mis pacientes se la harían. Obviamente esta condición de la que hablo no es otra mas que lo hacen en contra de su voluntad, son obligados por ti, por que son tus esclavos, tus putas.

-eso lo se Salazar, ¿cual es tu punto?

-digamos que es un mero capricho amigo mío, como bien sabrás, eh hecho cirugías para ti durante mucho tiempo, eh hecho aumentos de busto, también reducciones, eh mejorado facialmente a tus esclavas y esclavos, eh aumentado también glúteos, en fin, eh hecho todo tipo de cirugía estética para ti, y tu, me pagas muy bien. Mi punto, o como yo digo, mi capricho, es que nunca eh hecho una vaginoplastia, esta será la primera que haga –dijo señalando hacia adentro del quirófano 9, señalando a…si, acertaron. Señalando a Rubén, mi novio, quien estaba acostado en una mesa de metal.

-no te preocupes que me eh instruido lo suficiente con los mejores cirujanos del continente. –continuo Salazar. –pero tampoco quiero asegurar nada, por lo tanto, si todo sale como tu quieres, me gustaría que además del dinero que me estas dando, me dieras unas 15 putitas como "aprecio" por mi trabajo.

-jajaja era eso, hombre, tranquilo, no hay problema, es mas, falles o no, las tendrás Salazar, no te preocupes.

-no amigo Miguel, si las cosas fallan no deseo tenerlas. Como te dije, me gusta que mi trabajo sea apreciado por mis clientes, en este caso, mi socio. La mayoría de clientes satisfechos me dan, digamos, un regalo especial si las cosas salen mejor de lo que esperaban. A eso yo le llamo aprecio. Así que si todo sale perfecto, me las das, y si no, no.

-veo que la cosa va por dignidad y orgullo. Supongo que no puedo hacer nada para convencerte de lo contrario. No te preocupes amigo, será como tú quieras. Por cierto, quiero que uno de tus subordinados opere a esta putita. Quiero esas tetas duras, sin caída. Como bien ya te dije, hay muchas personas exigentes, y bueno, tu debes saberlo a la perfección jajaja.

-ok Miguel, llévala con Ramírez, esta libre en este momento, explícale como la quieres.

-muy bien, antes de irme quiero hacerte una pregunta: para cuando estará lista la puta transexual?

-bueno, los mecanismos que aplicaremos harán que las cicatrices sanen en un tiempo excesivamente rápido, lo mas seguro es que en un mes este pidiendo polla. Tenemos unas sustancias hormonales que aceleran los procesos de adaptación, por lo que quedara como una mujer en ese tiempo. Claro, su cerebro será de hombre, pero las sensaciones que percibirá su cerebro lo harán sentirse confundido hasta que se adapte. En un mes te la podrás coger por la cuca, en pocas palabras jejeje.

-mmm te parece si solo operas sus senos hoy? Implántales un buen par de chiches, unas de 90 estarán bien. Eso en cuanto tiempo sana?

-una semana. Lo quieres así?

-claro!! Es un trato, necesito a ese idiota dentro de diez días, les daré una sorpresita a el y la puta de su novia, que es esta zorra que esta aquí a nuestro lado. ¿La operación de ella sanara en una semana también?

-en su caso será mas rápido. En unos 3 días estarán esas tetazas listas para usar, ya que solo implantaremos soportes para evitar la caída.

-muy bien. Hablare con Ramírez entonces. Un gusto doctor Salazar, espero a la puta transexual en una semana.

-el gusto es mío Miguel, en una semana la llevaremos a tu granja.

Fui conducida por el pasillo nuevamente. Mi amo Miguel jalaba la correa, ya que yo, de lo impresionada que estaba pensando acerca de los sucesos que estaban por acontecer, apenas y podía respirar, y solo por instinto. Mi mente daba vueltas, es increíble que a mi novio lo vayan a operar para convertirse en mujer. El muy pobre no soportaba que le dijeran maricon, ni nada que fuera sinónimo de esa palabra, ni siquiera en juego. Estaba muy orgulloso de su hombría, y ahora la iba a perder, o mejor dicho, a terminar de perder, ya que parte de esa hombría la dejo en el hotel, y en la granja.

Llegamos con el doctor Ramírez, se veía más joven que Salazar, de unos treinta y tantos años, un cuerpo muy bien conservado de gimnasio, se notaba que se preocupa por su salud física, como muchos doctores. No era muy agraciado de cara, pero con ese cuerpo seguro que mas una le da el culo a la segunda cita.

-Doctor Ramírez? –dijo mi amo.

-¡¡Miguel!! ¡¡Amigo!! ¡¡Que agradable sorpresa!! Supongo que vienes a verificar si todo esta listo para las operaciones de tu nuevo lote…

-si, ya hable con Salazar, y todo esta claro. El me envió contigo para que le hicieras una operación de ajuste a las tetas de esta zorra.

-claro, claro, ¿como la quieres? ¿Un aumento? ¿Más de lo que ya tiene?

-jajaja no, tengo clientes exigentes, solo quiero que no tengan caída, ¿entiendes?

-ok, ya te entendí, ¡¡pensé que querías aumentárselas!! Bueno, será fácil, una operación de menos de 2 horas. Ven perra acuéstate aquí.

Dicho esto, y ya de vuelta a la tierra después de ese pequeño trance en el que me sumí, me acosté en la mesa metálica que se me señalo. Estaba fría, la piel se me puso de gallina y me dieron escalofríos. Una vez acostada vi que al lado había una camilla acolchada, la vi con rabia.

-jajaja la puta tiene piel sensible a las temperaturas. Y puta, para tu información, esa camilla que ves con envidia y rabia, es para personas normales, para seres humanos, no para animales como tu. Ahí se acuestan pacientes normales, gente decente. Tu hace un tiempo que dejaste de serlo.

-jajajaja Ramírez, ella nació animal, créeme, no costo nada domarla, eso solo significa que nunca fue una persona decente. ¡¡Si a la muy guarra le chorrea el coño cuando ve un nabo grande!!

-jajajaja bueno. Comencemos la operación.

Mis ojos se abrieron como platos al ver el montón de instrumentos quirúrgicos. Me entro un pánico inmenso, comencé a llorar.

-vaya vaya…-dijo el doctor Ramírez -la puta le tiene miedo al doctor Ramírez..Quien lo diría. ¿Cómo se ah comportado amigo Miguel?

-bueno, la verdad nada mal, si tiene sus arranques, pero a la final se traga su orgullo y obedece como ninguna otra. Me da lastima la perrita. ¿No hay una manera de que no sienta dolor?

-si la hay, con anestesia. Pero pensé que querrías verla sufrir…

-bueno…no se, esta putita se ah comportado mejor que las demás…a ver, puta, ¿quieres que te anestesiemos?

-¡¡si amo!! ¡¡Por favor!! ¡¡Anestésieme!! ¡¡Haré lo que ordene!! ¡¡No volveré a ponerme idiota con nadie cuando me den órdenes!! ¡¡Por favor!! ¡¡Se lo imploro!! –dije entre sollozos, juntando mis manos, como si estuviera rezando…

Los dos, el doctor Ramírez y Miguel se vieron las caras, con sonrisa maliciosa.

-la verdad amigo Miguel, con estos animales disfruto del dolor que les ocasióno. Soy algo sádico. Eh hecho muchísimas operaciones, y a unas damas que te quedarías con la baba afuera al verlas. A ellas no las puedo hacer sufrir. Quiero hacerlo sin anestesia.

-bueno, la verdad doctor Ramírez, la puta merece que se la pongamos, como ya te dije, tengo muy pocas quejas, pero bueno, todo queda a tu parecer.

Yo los miraba con carita de perra suplicante, con los ojos totalmente vidriosos. Veía como mi amo Miguel me defendía, lo que es de agradecerse bastante después de pasar una semana en esa granja, capturada, violada, vejada, humillada, totalmente indefensa. Todo eso me excitaba, pero al ver a mi amo Miguel en esa actitud de protección hacia mi persona hizo que me sintiera un poco mas atraída hacia el, no en el sentido morboso (en el sentido morboso estaba loca por el), sino en el sentido afectuoso. Lo único que deseaba era obedecerle en todo, en modo de agradecimiento.

-tengo una idea Miguel, hagamos que la puta nos atienda. Sabes que tengo más de una semana sin recibir atenciones sexuales debido a mi trabajo. Pongámosle unas cuantas tareítas y veremos que tal lo hace. Si quedamos satisfechos le pondremos una buena dosis de anestesia. De lo contrario sentirá todo.

-estoy de acuerdo, así tendrá la oportunidad de que sea apreciada por ti, de que veas que sirve por lo menos para complacernos.

-si, así como también tendrá la oportunidad de hacer que la desprecies, ya que te veo encariñado con ella. Estas jugando con mucho perrita, ya que el desprecio de Miguel por una esclava va mas allá del ínfimo dolor que sentirás en la operación…-esto ultimo me lo dijo el doctor Ramírez viéndome a la cara. Puse una expresión de felicidad al saber que tendría la oportunidad de demostrarle a el que podía satisfacer sus necesidades, y demostrarle a mi amo Miguel que no se equivoca conmigo.

-bájate de la mesa perra.-me ordeno el doctor Ramírez. Obedecí de inmediato, poniéndome de pie con las piernas un poco abiertas y las manos atrás, con la cabeza un poco gacha. Quería hacerlo lo mejor posible. Me esmeraría en satisfacer a mis amos. Ahora, y por siempre. Lo había decidido. Seria la mejor perra de todas, y obedecería a quien fuera.

-muy bien, cumple con diligencia. Espero que lo hagas por que ya aceptaste tu condición de perra al servicio de otros. Ponte de rodillas, lame mis zapatos. Lústralos con la lengua.

Obedecí al doctor Ramírez. De inmediato me puse de rodillas y comencé a lustrarle los zapatos, sacando mi lengua húmeda, posándola sobre ellos, y pasándola delicadamente por todo el zapato, desde la punta hasta la parte de atrás. Elevaba de vez en cuando el pie que estaba lamiendo, para poder lamer la suela, la cual no me importaba lo mas mínimo lo sucia que estuviese. Total, esa suciedad era superior a mí, al menos así me sentía. Iba deslizando mi lengua poco a poco, limpiando la suela, quería que quedara como nueva, impecable. No me importo el sabor. Metía mi lengua para limpiarla en mi boca, y así sacarla limpia para sus zapatos. La humillación que sentía era inmensa, y placentera.

-puta, ya basta. –ordeno el doctor Ramírez. – ponte de pie, y enjuágate la boca. –obedecí a esa orden, dirigiéndome hacia una especie de lavamanos que había en la sala.

-muy bien perra, ahora quiero que subas a la mesa, y bailes para nosotros. De manera sensual, jugueteando con tus manos en tu cuerpo.

Dicho esto, Miguel saco su celular y coloco una canción de reggaetón, como no soy fanática del estilo, no sé decir cuál era el artista o la canción, pero lo que si se es bailarlo, ya que a mi novio muy a menudo le hacía striptease y varias de esas veces lo hacía al ritmo de esa música. Pues bien, una vez escalada la mesa comencé a bailar, meneando las caderas y la cintura lo mejor que podía, y mis tetas rebotando y siguiendo el ritmo de la música. Una y otra vez me agachaba, meneando lo mejor que podía el culo ante ellos, y mientras este iba y venía, mis manos me acariciaban por todo el cuerpo, de vez en cuando me pasaba el dedito índice por la boca, mordiéndolo de manera picara mientras miraba a mis espectadores como la puta viciosa en la que me iban convirtiendo poco a poco y que estaba decidida a ser.

-mira sus ojos Ramírez, piden un buen garrote en sus orificios. Deberíamos darle ya de una buena vez, mira que no aguanto las ganas.

-tienes razón, la muy puta es una excelente calientagüebos, mira nada mas ese culazo como se menea. Y esas tetazas bamboleándose, lástima que haya que operarlas, así son deliciosas. Tengo una idea, no quites la música.

El doctor Ramírez se dirigió a la camilla para recostarse, sacándose la polla del pantalón, y meneándola de un lado a otro. No estaba nada mal ese nabo, se veía grande e imponente, unos 23 cm le calcule, y miren que para medir pollas tengo un ojo como el de ninguna otra, modestia aparte.

-ven aquí perrita, ven danzando así, y te lo vas a meter en el culo, quiero que bailes estando penetrada, y te menees tal cual lo haces ahorita, o mejor.

Obedecí la orden, me baje de manera sexy de la mesa, danzando, meneando mis curvas poco a poco, y me dirigí hasta la camilla donde él estaba. Me subí, y baile unos segunditos con las piernas abierta puestas a cada lado de la camilla con el debajo de mí, estando en una posición de excelente expectación. En la mirada se notaba las ganas que me tenía. Me di la vuelta para mostrarle la manera en que movía el culo, y al darla, puede ver a mi amo Miguel, con su hermosa polla al aire y manoseándosela lentamente. Estaba dura. Sin distraerme mucho con tan hermosa visión comencé poco a poco a bajar, poniendo mis manos detrás de mi cabeza para agarrar mi cabello, meneando el culo de manera que la mejor bailarina de reggaetón sentiría envidia, de nuevo modestia aparte, hasta llegar a la punta de su lanza de carne. No me la metí, quise ser sensual y provocadora de más, y al tenerlo en la entrada de mi culo me menee de manera más suave, para que no perdiera contacto su glande con el hoyito

-vaya vaya amigo Miguel, se ve que lo tiene cerradito aun.

-y eso que no has visto cuantas veces la hemos enculado…sin duda es un culo privilegiado.

-estoy muy asombrado, de seguro me gustara esta parte.

Poco a poco fui moviendo mis caderas hasta que comencé a bajar pero esta vez con mis manos en mis rodillas, ya disminuyendo un poco mas dichos movimientos para penetrarme con delicadeza por el culo. La delicadeza no lo hacía por mí, lo hacía por él, quería que sintiera cada centímetro de su pene siendo abrazado por mi culo, quería que lo gozara. Todo esto lo hacía mientras no le quitaba la vista al pollón inmenso de mi amo Miguel, quien lo estaba acariciando ya de una manera un poco más fuerte. Me relamía viéndolo. Una vez teniendo toda la hombría del doctor Ramírez dentro de mí, comencé a mover de manera un poco más fuerte mis caderas, de un lado para otro, cambiando a hacer círculos, mientras subía y bajaba. Con mi mano derecha me agarre mi teta izquierda, apretándola, mientras que la izquierda la dirigí hacia atrás de mi cabeza de nuevo, recogiendo mi cabello. Cerraba los ojos, el placer que comenzaba a sentir era enorme, dos extraños hombres me tenían a sus pies, totalmente dispuesta a todo. Me mordía los labios, mientras no paraba de gemir y de aumentar mis movimientos.

En eso, sentí algo que me golpeaba la cara. Abrí los ojos y vi que era mi amo Miguel, quien se subió a la camilla, colocándose en frente de mí con su tieso nabo afuera de su prisión. Lo continúo estrellando contra mi rostro por unos momentos, para luego quitarme el cabello de mi mano izquierda y hacer una cola de caballo con su mano. Entendí el mensaje y abrí mi boquita lo mas que pude, para enseguida el meterme su hermosa polla hasta el fondo de mi garganta.

Sentía como la punta de su sexo pasaba por mis amígdalas, una vez estrellada mi nariz contra su pubis, comencé a succionar, haciendo pausas más o menos alargadas para sacar la lengua por debajo de su pene para lamerle las bolas. Todo esto sin dejar de bailar reggaetón estando empalada por el culo por el doctor Ramírez, quien, mientras me mantenía enculada, me espoleaba tomándome por las caderas y dándome buenas y sonoras nalgadas. Lo que me hacia moverme con mas brusquedad. Al oír las nalgadas, mi amo Miguel comenzó a darme cachetadas mientras mi boca se mantenía aun llena por su maravillosa pija y yo lo veía a los ojos. Su expresión era de puro placer, y me alegre bastante al verlo gozar de mí, de mi cuerpo. Me alegre bastante al saber que lo hacía bien, y que yo era capaz de proporcionarle placer a mis seres superiores. Y a juzgar por los sonidos que emitía el doctor Ramírez, el también se la estaba pasando tan bien o mejor que mi amo Miguel.

-mierdaaaahhhh…Miguel, esta zorra esta estrechita, es el mejor culo que me haya cogido hasta ahora…aaahhg si…definitivamente es una perra excelente.

-oooohhh te lo…dije…esta puta es especial…creo que me vengo.

Efectivamente, mi amo Miguel saco su enorme polla de mi boca, y apuntando hacia mi cara, acabo con tremendos chorros de leche, los cuales eran disparados con una presión increíble en mi cara, y de manera abundante. Era exquisita. Con un rugido fuerte, el doctor Ramírez me inmovilizo las caderas, tomando el mismo el control de mis movimientos con sus manos, movimientos los cuales eran demasiado fuertes y duros, y me iba clavando su polla hasta casi tocar pared. Comencé a sentir su cuerpo temblar, mientras le limpiaba el güebo con la lengua a mi amo Miguel. A los pocos segundos, sentí como mis entrañas quedaban inundadas de su leche, la cual era calientita.

-no te muevas puta, quédate unos segundos así, clavada a mi –me ordeno el doctor Ramírez.

Obedecí la orden, me quede allí en esa posición terminando de sacarle brillo a la polla de mi amo Miguel. Al ratito me ordeno que me levantara, y al hacerlo baje la mirada para verlo. Vi con hambre su pene lleno de su leche, de sus jugos y de los míos. La mezcla blanquecina iba escurriendo poco a poco por su pene, hasta llegar a sus bolas y pubis

-límpialo –me ordeno el doctor, cosa que hice al instante. Pase sin el más mínimo ápice de asco la lengua desde sus bolas hasta la punta de su glande, recogiendo todo el líquido, una vez en la punta, me metí la lengua en la boca para tragar todo lo recogido y luego sacarla para relamer esta vez desde la punta hasta su pubis. Volví a tragar y me metí su pollon en la boca, para hacerle una limpieza profunda. Succione con fuerza, haciendo ruido (un fetiche que tengo por cierto, hacer ruidos con mi boca mientras lo chupo), mientras veía su cara de placer. Me tomo por el cabello, tironeándolo con fuerza para despegarme de su coso exquisito, bajarme de la mesa, y cederme a mi amo Miguel quien me clavo su polla hasta lo más profundo de mi garganta nuevamente. Me mantenía con la nariz de nuevo pegada en su pubis, así por un rato, hasta que sentí un pinchazo en mi nalga, ante el cual di un respingo y trate de liberarme de las manos de mi amo Miguel para saber que había pasado, pero fue inútil, el me mantenía agarrada con fuerza. Lo vi a los ojos con mirada suplicante, se me salieron las lágrimas, mientras sentía que algo en mi cuerpo no andaba bien, "¿amo, Qué me hicieron?" pensaba yo como si se lo preguntara mientras lo veía, pero lo cierto es que estaba amordazada por esa deliciosa chupeta de carne.

A los pocos minutos, comencé a ver borroso, los parpados comenzaron a pesarme…los brazos no los podía mover, colgaban de mi cuerpo…sentía como mi baba se me salía de la boca hasta mis tetas, y cada vez sentía menos las gotas de saliva que caían en ellas…las piernas me flaqueaban…mi mente poco a poco se iba poniendo en blanco… "¿Qué me han hecho…¿por que me siento así?…¿que…pasa con….mi cuer…po?…amo…ayu...de…me… . . . . . . . . . . . ."

Abrí los ojos. Me sentía totalmente desorientada. "¿Dónde estoy?" pensaba, viendo a mi alrededor, sin lograr ver nada. Sentía el cuerpo un poco cansado, y una sensación extraña en mis pechos. Oí un ruido, era de los "Glory Hole" de mi cuarto, los cuales se abrieron asomando por ellos cuatro inmensas pollas de nuevo, al tiempo que las luces se encendían. Me levante para cumplir con mi deber, el cual no era otro que satisfacer a mis amos. Al ponerme de pie, sentí extrañas mis tetas. Las vi bien, y estaban duras, hermosas, estaban firmes y paraditas, un poco más y provocarían que me ahogara con ellas. Las tome entre mis manos, se sentían muy bien, muy ricas al tacto, aunque me dolían un poco, ya que las tome por la herida de la operación a la que fui sometida.

-¿¿por qué tardas tanto pedazo de basura?? Haz tu trabajo holgazana, o iré hasta allá y recibirás un tremendo castigo en esas tetas.

Era la voz de mi amo Miguel. Corrí de inmediato a obedecer la orden y comencé mi tarea, de nuevo adoptando la postura de la vez anterior estuve unos instantes así, hasta que mi amo Miguel me dijo por los altavoces:

-puta, usa tus nuevas chiches y hazles unas buenas cubanas a cada uno. Tranquila, no debe ser al mismo tiempo, pero si debes hacerlos acabar a todos en 15 minutos.

Comencé a hacer las cubanas. Apretuje cada uno de esos penes erectos con mis tetas, poniéndolos en el canalillo que entre ambas demarcaban. Me continuaban doliendo, ya que las debía tomar por debajo y los lados. Sentí que abrieron la puerta de mi habitación, era Gina, la mujer trigueña que llevaba de una correa a Rubén cuando nos llevaron a aquel hospital. Traía un vaso en la mano, el cual puso a un lado mío en el suelo.

-que todos acaben aquí puta, ¿entendiste?

-si ama Gina.

Luego, aprovechó mi posición para hurgar un poco en mi culo. Para nuestra sorpresa estaba cerrado, por lo que ella hundió dos dedos haciendo cierta presión, aunque no mucha. Luego de dilatarlo un poco, metió por el hueco de mi culo un consolador, aunque no era nada descomunal comparado con los güebos que desde hace una semana ya venían visitando mis entrañas. Todo esto mientras yo seguía afanada con los pedazos de carne dura que estaban entre mis tetas. Uno a uno fue acabando y yo con el vasito fui recolectando la espermita, la cual era disparada en varios chorros y en una abundante cantidad.

-toma puta, aquí está la pastilla para los dolores en las tetas. Te suministraremos 2 al día por 3 días para que las tomes con la leche de los machos que por allí asomen sus nabos. Y debes sacarles tú la leche en el tiempo que te estipulemos, ya que de lo contrario no te daremos la pastilla, y te dolerán las tetas de manera más fuerte.

-si ama Gina, gracias.

Me dio la pastilla, la cual después de meterla en mi boca, la pase con el semen de los 4 güebos que ya habían desaparecido de los "Glory Hole". Así estuve toda la semana, se me prohibió salir de mi cuartito. Después de los tres días de tomar las pastillas, ya no sentía ningún dolor en las tetas. "Vaya que son eficaces esos doctores, me pregunto qué tecnología habrán usado para que sane en tan corto tiempo. ¿Cómo estará Rubén?" pensaba en mis ratos de soledad. Por el resto de la semana estuve siendo sodomizada, humillada, fui usada para todo tipo de vejaciones, y como ya dije, siempre dentro de mi habitación. Mis tetas respondieron bien cada vez que eran chupadas, magreadas, mordidas, usadas. Incluso podría decir que hasta me excitaba más de lo normal. Antes de que algún macho (o hembra, también entraban tremendas damas de clase a hacer uso de mi cuerpo) por el altavoz me decían si debía hacer uso de algún disfraz de la caja de metal o no. El mas preferido era el de sirvienta y el de sado. Un día antes de cumplirse los diez días y así poder enterarme de la nueva sorpresita de la que hablaba mi amo Miguel, mi ama Gina entro en mi habitación y se llevo el disfraz de novia, el cual, debido a que los otros disfraces quedaban llenos de fluidos de ambos sexos, lo manchaban. Al día siguiente, mi amo Miguel entro en la habitación.

-toma putita, ponte el disfraz de novia, hoy es un día muy especial.

El disfraz estaba impecable. Las sandalias estaban pulidas, brillantes. Me lo coloque cuidando de que cada detalle estuviera perfecto, al igual que las otras veces con los otros disfraces. Mi ama Gina entro y me maquillo por completo, de manera soez, escandalosa. Hasta a las putas les daría vergüenza maquillarse así. Luego, de mi habitación fui llevada con un collar blanco de perro en el cuello y una cadena hacia afuera de la granja, donde me esperaba una camioneta, la cual aborde en la parte de atrás, metiéndome a un cajón con una silla donde, una vez sentada, fui atada de manera que no pudiera moverme de ella. Además, la silla estaba clavada al suelo del cajón. Antes de entrar en él, me percate de que iba otra camioneta con un cajón idéntico, pero ya tapado. Una vez cerrado mi cajón, nos pusimos en marcha.

No sé cuánto tiempo estuve encerrada en el cajón, ni cuánto tiempo estuvimos en carretera, pero después de lo que supuse fue un largo trazado, el cajón fue abierto dentro de un galpón. Este galpón estaba decorado de manera peculiar: adornado con lazos y consoladores. Había sillas de madera puestas en dirección hacia una tarima. Como dato curioso el papel del que estaban hechos los lazos, tenían impresos a personas en pleno acto sexual, personas desnudas, etc…el galpón estaba lleno de gente por todos lados, amos y amas, con sus respectivos esclavos y esclavas. Había pasa palos, de todo. Y el corazón me dio un vuelco cuando, al ver hacia uno de los extremos del galpón, vi a Rubén, mi novio, con el mismo disfraz que yo, el mismo maquillaje y con un buen par de tetas en su pecho. "¿¿Qué es esto??" Pensaba para mis adentros, "¿¿qué paso?? ¿¿Que le hicieron a mi novio??" No entendía nada. Luego nos pusieron en cuatro patas a mí y a mi novio, nos llevaron hacia el pasillo central, donde a cada lado estaban las sillas anteriormente mencionadas, pero esta vez con todas las personas que estaban en el galpón sentadas. Todos los esclavos fueron esposados a tubos a los lados del galpón. Mi amo Miguel me llevaba a mí a cuatro patas, tironeando de la cadena del collar de perros mientras que mi ama Gina llevaba a mi novio por el mismo pasillo, y de la misma manera que me llevaban a mí. Fuimos avanzando hacia una mesa, en la cual nos esperaba un señor algo mayor, de unos 60 años, vestido de manera formal. Al llegar hasta el frente, fuimos dejados a 4 patas por nuestros amos Miguel y Gina, los cuales antes de ponerse a un lado de nosotros, nos introdujeron unos vibradores por el culo y uno a mí en la cuquita, colocándome una pinza en el clítoris. Alcance a ver que las dos bolas de mi novio estaban atadas con ligas, de manera fuerte. En su rostro se le veía el dolor por el que pasaba. Además de eso, al igual que en el hotel, le colocaron una bomba succionadora a lo largo de su pequeño pene, el cual estaba más pequeño de lo que era, a pesar de estar erecto.

-bienvenidos todos a esta fiesta. –comenzó a decir el señor mayor. –esta será una estupenda orgia, la cual, aprovechando que esta pareja de animales son novias, las uniremos en matrimonio, la cual es la atracción principal y el tema de esta fiesta. –se oyeron risas del público. Yo estaba roja, al igual que Rubén. La humillación alcanzo niveles exageradamente altos, y mi excitación, también.

-como muchos de los presentes saben, mensualmente celebramos una orgia aquí, en "la ubicación del morbo", nombre el cual le hemos dado a este galpón, comprado para este fin, y que queda cerca de donde mi muy buen amigo Miguel, tiene otro galpón para el registro de sus esclavos, los cuales vende a precios módicos, y ya entrenados. Yo fui un cliente de su empresa, y ahora, soy parte de su competencia, jejejejeje. Pero bueno, mi intención nunca ah sido quitarle el negocio ni nada, y eso es algo que él lo sabe a la perfección. Somos competidores con ética, y nunca nos jugamos sucio. Aun somos grandes amigos, y nuestras empresas se ayudan mutuamente. Pero bueno, basta de charlas para los amos nuevos en este club especial. El tiempo apremia, y yo estoy muy caliente como para continuar alargando la espera por el placer.

En ese momento, a pesar de que varias personas se rieron de los comentarios de este señor, se hizo un silencio sepulcral. El señor mayor comenzó a dictar el discurso que los jefes civiles dan durante los matrimonios. Yo no me podía concentrar. Pude ver de reojo que mis amos Miguel y Gina filmaban la ceremonia. Me pase todo el momento viendo a los ojos al señor mayor. Entre en una especie de estado de shock. ¡¡Me estaba casando!! ¡¡Pero si mi boda la soñaba de una manera totalmente distinta!! Con champaña, toda mi familia, el típico vals que se baila en las bodas, con mi Rubén vestido de gala, yo con el vestido de novia más bello de todo el mundo…ese sueño acababa de ser destruido por estas personas. Estas personas a las que ahora en lugar de odiar, adoraba, y cada vez más, ya que a juzgar por los jugos que manaban de mi coño, la humillación era directamente proporcional a la excitación y al placer que en ese instante ellos me hacían sentir. Soy su puta sumisa, y no solo yo, sino que mi novio, o mejor dicho, mi novia Rubén, también estaba a los pies de esta gente. En ese entonces esperaba que el haya aceptado nuestro destino, el de ser los juguetes de estas personas hasta que se harten de nosotros. Y esperaba que eso jamás pasara.

-Skarlet, ¿aceptas a Marisol como tu esposa, aceptando todas las responsabilidades que ello conlleva?

Saliendo de mi momentáneo shock, y Viendo a Rubén, ahora Marisol, a los ojos, di mi respuesta –Si amo, acepto.

-Marisol, ¿aceptas a Skarlet como tu esposa, aceptando todas las responsabilidades que ello conlleva?

-si amo, acepto.

La respuesta de mi novio, o novia, bueno, la respuesta de Rubén…de ahora en adelante Marisol…fue decidida, clara, y concisa. Me sorprendió mucho. Eso solo significaba una cosa, el muy pobre se resigno a su nueva vida de puta sumisa al servicio de quien se le imponga. Su destino de animal entrenado para servir a sus amos. Su destino de ser ahora, una puta transexual. Me alegre al saberlo.

-Ahora, por el poder que me confiere el país, yo los declaro mujer….y mujer jajajajaja dense el beso zorras.

Cuando nos fuimos a besar, un par de manos nos jalo el cabello a cada uno, impidiendo la unión de nuestros labios. Era el señor mayor, el jefe civil de la boda. –putas, de ahora en adelante cada vez que se vayan a dar un beso, un buen güebo debe estar entre sus labios .-dijo esto colocando su vergota erecta entre nosotras. Y nos dimos el beso. Luego de un rato besando ese nabo tieso, firmamos el documento fiscal que nos declara como esposas, y esclavas de nuestro amo Miguel, para hacer lo que el desee.

-Bueno, doy por concluida la ceremonia. Hora de festejar.

Todo el mundo se paró de sus asientos, se dirigieron hacia los esclavos y esclavas esposados, y colocaron música. En la reunión estaban los doctores Salazar y Ramírez, quienes nos saludaron a Marisol y a mí con sonoras bofetadas.

-amigo Miguel, ¿qué te parecieron las operaciones de este par de putas?-dijo Salazar

-excelentes, los pechos de la puta Marisol quedaron excelentes, y los de la perra Skarlet quedaron tal cual las exigencias. Muchísimas gracias.

No te preocupes, recuerda que a la puta Marisol hay que terminar de ajustarle el cuerpo. ¿La semana que viene la llevaras al quirófano?

-claro que si amigo Salazar. La semana que viene la tendrás allí.

La orgia continúo. Todo era sexo a raudales, castigos para los esclavos, desenfreno total. Mi sueño húmedo se estaba haciendo realidad, era la esclava sexual de un grupo de personas sádicas, que no les importe lo mas mínimo lo que pienso, lo que siento, ni mucho menos mi placer. De ahora en adelante mi placer era el de mis amos, y si ellos no lo obtenían por medio de mí, yo tampoco lo obtendría, y me contentaría, en caso de que no se de la satisfacción de mis seres superiores, que me castigaran por ser mala puta. Pero este sueño que estaba viviendo tenía una parte triste. ¿La perdida de mi familia, y de mi vida? No. ¿Qué mi novio Rubén, hombre que desde que lo conocí lo adore al máximo, a pesar de que no cumpliera del todo con mis expectativas en la cama, estuviera también en esto, en mi posición? Tampoco. La parte triste estaba por venir, y en esa fiesta es donde iba a comenzar…¿recuerdan a cierta personita estúpida y acomplejada, que hacia su aparición en la primera parte de esta serie? ¿NO? ¿No les suena el nombre de AMANDA, o "mamanda" como yo le solía decir? Lean el primer relato. Porque ella estaba en esa fiesta, y no como esclava ni nada, sino como AMA. Estaba charlando con el doctor Salazar, mientras una mujer desnuda le lamia los pies. Mi corazón se me quería salir por la boca. La detestaba, y no quería que me viera en esa situación. Ok, ok, no lo negare, me pareció excitante el que ella se diera cuenta de que yo era una más de las esclavas y que me dominara. La humillación que sentiría alcanzaría niveles insospechados de seguro, por lo que mi vida en realidad no tendría esa parte triste. Pero la detestaba, una parte de mi quería matarla de ser posible, y no querer obedecerla, y esa parte se veía imponerse ante mi instinto sumiso. Pero como nada es perfecto en la vida, ella volteo, y con una sonrisa muy maliciosa, se nos quedo mirando a nosotras, o sea, mi novio y yo…

Bueno, este es el final de la tercera parte. Quisiera (como ya es de costumbre para mí) aprovechar estas líneas finales para informarles que este relato en realidad iba a ser más largo, y el ultimo de la serie, pero, como ya dije al comienzo, por problemas en mi ámbito laboral, me demore tanto en escribirlo que debido a las peticiones de muchos de mis lectores de publicar pronto la continuación de la serie, decidí recortar el tercer capítulo y crear una cuarta parte, la cual será el final de esta corta serie. También quiero aprovechar para informar de que aun sigo un poco atareada con mi trabajo, por lo que es muy probable que la cuarta parte de esta serie tarde un poco en escribirse…amanecerá y veremos…Recuerden valorar y comentar, y espero que esta tercera entrega haya sido del agrado de todos. Como ya saben, cualquier sugerencia o crítica pueden dejarla comentada en la página, o hacérmela llegar a la siguiente dirección: skarletpricet@yahoo.es

Espero me disculpen los errores cometidos, se que deben haber un montón, y también espero que me disculpen por los retrasos. Una vez más, muchísimas gracias por leerme y escribirme, y también por ser pacientes.

Un beso a todos!!

Skarlet