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Una noche en un hotel

en Dominación

Una Noche En Un Hotel

Era un jueves por la tarde, el día había transcurrido de manera digamos "fatal" al menos para mi. Llegue tardísimo a mi oficina, por lo cual me gane una buena llamada de atención por parte de mi jefe. Aunado a esto, el trabajo estuvo bastante difícil, además de que la cantidad era inmensa. Soy coordinadora de mercadeo para una empresa de modas, y días como hoy suelen ir de vez en cuando y venir con mucha frecuencia. Pero este día jueves, definitivamente era el peor de todos. No solo por llegar tarde sino por un "ligero" detalle: no me había hecho un dedo antes de salir de mi casa, por el apuro. Para los que no entiendan, no me masturbe antes de salir. Por supuesto, dirán "que clase de idiota es esta?" señores, algo que deben entender, es que soy una mujer con libido alta, me masturbo hasta 3 veces diarias, y mi "dedo" (otra forma de decir paja) matutino es uno de los dos mas importantes de los tres que generalmente me hago (el otro es el nocturno). Cuando me masturbo en las mañanas, el resto del día lo afronto con cierta alegría, voy muy relajada. Bien dicen por ahí que el placer sexual es una buena medicina anti-estrés, yo lo certifico plenamente. Pero bueno, como les decía, además de no dedearme, el día fue rudo, fatal. Salí a las 4:30 de la tarde del trabajo, muy cansada, y bastante tensa, por lo que decidí irme a despejar un rato mi mente en un centro comercial de mi ciudad, el San Ignacio, para ser mas especifica.

Estuve un buen rato caminando por los locales, el clima había cambiado bastante en comparación a la calurosa mañana, ahora hacia algo de frío, con unas nubes negras oscureciendo el ambiente. "lo mas seguro es que llueva" pensé. "Tal vez me toque tomar un taxi hasta mi casa". Continúe mi camino. Muchos hombres volteaban la vista para verme, cosa que me hace sentir bien. Me considero una mujer bella, soy alta, cabello largo negro y liso, blanca, ojos grises algo oscuros (a veces me dicen que los tengo verdes, otros que los tengo azules...mis ojos son uno de mis puntos fuertes), con piel tersa, procuro cuidarme bastante, hago ejercicio los domingos en la mañana para mantener mi figura, que cuenta con unas medidas de 105-64-93, si, mis tetas son grandes, y además, tienen buena firmeza. OJO: son naturales. Nunca me ah gustado ser una mujer que anda por la calle dándoselas de gran cosota, me parece una autentica ridiculez, aunque, si han habido casos donde caigo en esa actitud, pero son pocos. Siempre me gusta vestir sexy, pero de una manera bastante sencilla y sin caer en lo vulgar, salvo cuando voy a tener sexo. Otra cosa que deben saber de mi, queridos lectores, es que soy bisexual. Hombres y mujeres me parecen atractivos sexualmente. Este día iba vestida con mi saco ejecutiva gris, falda gris a juego, ni muy corta, ni muy larga, y blusa blanca con un escote sexy, aunque de manera discreta, y para rematar, un buen par de sandalias estiletto de tacón alto.

Continúe mi camino por el centro comercial, ya estaba un poco mas relajada, menos tensa, por lo que vi, el caminar por el centro comercial un rato no fue mala idea. El clima como estaba, es un factor que hace que me excite, y en ese momento, esa sensación comenzaba a aflorar. La excitación se apodero por completo de mi cuerpo cuando llegue a la vitrina de un sex shop. En esta vitrina, se veía de todo, esposas de cuero, collares, ropa íntima bastante sexy y disfraces muy provocativos, dildos, consoladores, conos, aceites, etc. Me quede un rato embobada viendo todos los artilugios expuestos en dicha vitrina. Cuando volví en mi, me di cuenta que a mi alrededor habían unos cuantos hombres que no paraban de verme, y al instante me di cuenta de que era porque sin yo misma darme cuenta, estaba acariciando suavemente mis pechos mientras veía la vitrina, imaginándome, además, muchas cosas excitantes con toda la mercancía. Le sonreí a uno de ellos y me marche del sitio.

Fue entonces, cuando me disponía a irme a mi casa a matar esta hambre de sexo con mis propias manos, que se me ocurrió una idea: irme a un hotel. Eran las 6:45 de la tarde, y, recordando una vez hace dos años que me toco ir a un hotel sola, pero esa vez fue por motivos de cambiarme de ropa, dado que debía asistir a un evento importante y debía vestir de gala para dicha ocasión, y no me daba tiempo de irme a mi casa a cambiarme etc. (vivo en un zona que se considera lejos y de difícil acceso, por lo que toco ir al hotel). Recuerdo que esa vez, estaba muy caliente y antes de irme a la ducha de la habitación, me hice una tremenda paja, que duro incluso la ducha entera. Siempre me recuerdo de eso, y desde ese día, agarre la costumbre de ir, por lo menos una vez al mes, a un hotel sola a masturbarme. Si, solo eso, llegar a un hotelito de esos "mataderos", pagar una habitación, y masturbarme hasta no poder con mi alma de tantos orgasmos. No se si es por la sensación de estar en un sitio extraño o nuevo, pero me gusto la experiencia, y la repetí durante los siguientes meses. Este mes ya había hecho eso, pero, dadas las circunstancias, me dije a mi misma que necesitaba consentirme, por lo que decidí ir.

Salí del centro comercial, no sin antes pasar por un cajero automático y retirar una buena cantidad de dinero en efectivo, y luego ir a una tienda y comprar varias cositas que necesitaría, porque definitivamente iba a CONSENTIRME así, en mayúsculas, a lo grande. No tome ningún taxi, me fui en metro hasta la estación Plaza Venezuela y allí camine hacia la famosa "calle de los hoteles" una avenida de Caracas conformada precisamente, de hoteles que si bien no llegan a ser 5 estrellas, tienen su toque de elegancia para ser "mataderos" y pasar una velada bastante agradable. Llegue a uno de estos hoteles, el que mas me gustaba y al que era asidua a los 6 meses de comenzar con esta "rutina mensual", llamado "Hotel Holmes".

Al entrar al lobby, el recepcionista, al cual no han cambiado nunca (desde que fui a ese hotel por primera vez esta el ahí) me sonríe y me pregunta:

-¿Buenas, en que puedo servirle?

-Déme una habitación por favor.. –le conteste, devolviéndole la sonrisa.

-¿Como la desea, sencilla, romántica, especial, presidencial o tipo fantasía?

-¿Como es la de tipo fantasía?

-Es la más grande de todas, esta ubicada en lo mas alto del edificio, tiene un techo especial tanto en el baño, como sobre la cama, el cual, apretando un botón, se abrirá y dejara a la vista el cielo, quedando protegida usted por una capa de vidrio grueso irrompible. Además, tiene una amplia bañera que incorpora las funciones de un jacuzzi, y tanto en el baño como al frente de la cama tiene televisor plano de 50 pulgadas, con sistema de sonido de 7.1 canales, en ambos.

-¿Cual es el precio por la noche completa?

-Le saldrá en 900mil bolívares, precio especial para una dama tan hermosa como usted.

-Ay gracias por el piropo –le dije con una sonrisa mucho más pronunciada –la tomare. ¿Tiene servicio a la habitación?

-Si señorita, el menú esta en la habitación, puede llamar y pedir lo que desee cuando desee, cancelando todo lo consumido al salir

-Perfecto, la tomare.

-Aquí tiene su llave, marque el último piso en el ascensor. Que pase una feliz noche. –termino de decir con una sonrisa, y guiñándome un ojo.

-Muchísimas gracias. –le conteste, tomando la llave y dirigiéndome al ascensor.

Marque el ultimo piso, y ya estaba tan caliente que comencé a acariciar mis tetas y mi cuquita por encima de mi falda. La sensación era divina, la excitación, la calentura, y ponerme en plan de golfa me encantaba, al menos siempre que ando excitada es así. Comencé a tener fantasías en el ascensor con el recepcionista. Era un tipo flaco, de estatura media, no era muy agraciado de rostro que digamos, pero imaginarme sometida a sus deseos y sus fantasías era algo rico. Cuando digo sometida, me refiero a dominada, humillada, como su esclava. Sip, adivinaron, soy sumisa, el mundo BDSM me atrae mucho y, aunque no lo practico con mucha frecuencia, todo indicaba que ese día estaba con mis resortes de puta sumisa fetichista disparados al máximo. Cuando estoy en ese plan, suelo ser muy puta, e incluso exhibicionista, aun estando sola. El hecho de imaginarme a alguien haciéndome ladrar como perra, castigándome cuando se le antoje, y gobernando mi vida con puño de hierro me excitaba sobremanera. Este día estaba así. Las imágenes de las esposas en el sex shop no paraban de venirme a la cabeza. Ya vería que se me ocurriría para jugar yo sola con esas fantasías esa noche.

Se abrió el ascensor, en un corto pasillo que terminaba en una puerta. Había otra a lo largo del pasillo, pero tenia un cartelito que decía "Limpieza". No le preste mucha atención a esto, así que continúe mi rumbo hacia la habitación con paso algo apresurado, ya iba muy caliente. Las cosas que me imagine en el ascensor me pusieron la excitación por las nubes, una de esas cosas imaginadas fue al recepcionista, quien en el lobby recibe a una pareja de novios, y mientras les atendía, yo estaba haciendo limpieza en el piso del lobby, con una bata muy corta de tela suave, un collar con una argolla de plata en mi cuello, y sandalias de plataforma transparentes. Imaginaba que mientras ellos pedían la habitación, terminan en una charla, que desemboco en las fantasías de la pareja, y una de esas fantasías era hacer un trío con otra mujer, por lo que el recepcionista, con voz autoritaria, me hace ir hacia donde están, y me ofrece como un buen instrumento para cumplir esa fantasía. Luego de una pequeña charla dada entre ellos, mientras me revisaban como si fuera mercancía, levantándome el vestido, comprobando que no llevaba ropa interior, y explorando mis agujeros, la pareja acepta alquilarme, por lo que le dan un pago extra a mi amo (el recepcionista) y me desnudan entera, mi amo coloca una cadena en la argolla del collar y la pareja me lleva a 4 patas a su habitación, sonriendo maliciosamente diciendo las cositas que me harán durante su estadía en el hotel. Quiero aclarar que esta fue la cosa más suave imaginada por mi en el ascensor.

Entre a la habitación. Encendí las luces, las cuales eran graduables, las puse tenues. Comprobé por una de las ventanas que estaba lloviendo fuertemente. Me quite mis sandalias, tirándolas por ahí, y me tire en la cama. Vi que a un lado, en una mesita, había un pequeño panel con un botón que decía "techo desplegable" lo presione, y el techo en la zona sobre la cama, comenzó a abrirse, dejando a la vista el nublado cielo y las gotas cayendo sobre el vidrio. Los relámpagos caían. El vidrio por el que se veía era bastante grueso, no se oían las gotas de lluvia golpear en el. Me levante y me dirigí hacia el balcón cerrado con puertas de vidrio y cortinas. Desplegué las cortinas hacia un lado, y abrí las puertas de vidrio del balcón de par en par. El frío era divino, y la lluvia, daba un ambiente bastante erótico, al menos para mis gustos. Salí y me asome por el balcón, el cual era techado hasta cierto punto en un lateral, donde había una silla para tumbarse a tomar el sol. Se veían todos los edificios de enfrente, todos eran hoteles. Logre ver a una pareja haciéndolo pegados a una de las ventanas de uno de los edificios. Esto me excito sobremanera, no se dieron cuenta que yo los veía. Lo hacían bien rico, por lo que se lograba ver, las embestidas del chico hacían que la chica se moviera de manea brusca, y su rostro reflejando placer del mas puro hacia intuir que ella se lo estaba pasando de lo mas rico. Dos pisos más arriba, había un hombre desnudo saliendo de la ducha, secando su cabello con una toalla. Por lo que logre ver, estaba muy bien dotado. En el edificio del lado izquierdo, en otra ventana, logre ver a una pareja de hombres haciendo un 69. No tengo nada en contra de los gays, de hecho, como ya dije soy bisexual, así que me quede viendo la escena, deseando estar allí con esos dos güebos que se veían bastante apetecibles. Debajo de esa ventana, había una pareja haciéndolo también, no pegados al ventana, pero la posición me permitía ver lo que acontecía en el piso de aquella habitación, y veía a una chica muy voluptuosa agachada sobre su macho, y subiendo y bajando apoyando sus manos en sus rodillas.

Viendo esto, comencé a imaginarme algo de música en mi cabeza, y comencé a mover el cuerpo a ritmo suave y lento, manoseándome mis tetas, mis caderas, mi culo…mientras veía a aquella pareja. La sorpresa vino cuando la voluptuosa chica se coloco de pie y deja al descubierto algo que sus muslos y brazos tapaban a mi vista: un enorme pene. Si, la chica era una transexual. Se coloco de pie y sentó al tipo que la penetraba y lo puso a chupárselo, cosa que el hacia con muchas ganas, mientras que se pajeaba con una de sus manos y la trans le pasaba un pie por su enorme pene. Me excito ver esa escena, en especial porque parecía que el hombre era como el sumiso de la trans, ella controlaba la mamada que el le hacia. 4 pisos mas arriba, una pareja veía un programa de televisión, y uno mas arriba, había un hombre viéndome mientras se fumaba un cigarrillo. Yo aun seguía medio danzando al ritmo de mi música imaginaria, y acariciándome, ahora de manera un poco mas descarada ante el. Me excito bastante que un desconocido me viera en estas, por lo que, decidí entrar a la habitación nuevamente, ya las ganas de placer eran casi inaguantables.

Entre meneando mis caderas, sin cerrar las puertas del balcón, ya con mi mente totalmente condicionada hacia el sexo, el morbo y el vicio. Abrí las otras dos ventanas que había en toda la habitación, tome el control remoto del televisor, y lo encendí. No se si pasa en todos los hoteles mataderos, pero en este, había un canal que es de circuito cerrado el cual esta conectado a un reproductor DVD, donde los encargados colocan puras películas porno. Dicho canal estaba sintonizado en el televisor de la habitación. Le subí el volumen lo suficiente para inundar la habitación con los gemidos de las actrices porno de la película que pasaban, que era de temática fetichista. Se veía a una mujer asiática muy voluptuosa, maquillada como una autentica zorra y vistiendo una franelita negra muy ajustada de látex, con agujeros en los pechos para que estos salieran ofrecidos y realzados. La franelita tenía las mangas largas, y no llegaba a tapar el ombligo. Abajo, solo vestía un par de botas de látex que le llegaban a medio muslo, negras también. La chica se la mamaba a dos negros, enmascarados, uno con un tatuaje de un cráneo en la parte izquierda del pecho y el otro llevaba un sable en el pecho derecho. Ambos negros eran bastante fornidos, con una musculatura bien remarcada. Sus vergas no se quedaban atrás, eran inmensas, gruesa y bastante venosas. Es típico de las películas porno ver tipos así. Como buena mujer adicta al porno que soy, se los aseguro. Los negros hacían que la chica se los mamara, tomando cada uno una coleta de la chica, quien iba peinada con el típico estilo colegial de dos moños o coletas hacia los lados.

Viendo todo esto, y con los gemidos de los tres protagonistas de la película, comencé a bailar de manera mas remarcada, contoneándome ante un enorme espejo que reflejaba todo mi cuerpo y el televisor detrás de mi, y poco a poco fui quitándome la ropa. Lo primero en quitarme fue la falda, que con un movimiento de mi pierna derecha, la arroje hacia las puertas del balcón. Me continuaba meneando deliciosamente pasando mis manos por mi cuerpo, por debajo del saco y la blusa, como si fueran mi amante, y con movimientos delicados, me desabroche el sostén, y lo saque por debajo de la blusa. Me coloque de rodillas lentamente meneando mis caderas y mi cintura, mientras desabrochaba mi blusa, la cual quedo abierta y me la quite en pocos segundos y de manera sensual junto con mi saco ejecutiva. Ahí estaba yo, bailando para mí, delante de un espejo, por el cual también podía divisar la película porno, donde a la chica asiática ahora la tenían en cuatro patas y le hacían una doble penetración anal.

A pesar de mi sorpresa de ver como el culo de la chica se tragaba ese par de güebos, no pare de bailar. Estando de rodillas, subí mis brazos lo mas que pude, y arqueándome un poco hacia atrás haciendo que mis tetas quedaran bastante salidas hacia delante, tomando mis manos en lo mas alto que llegaban, y estando apoyada sobre mis rodillas, comencé a menear deliciosamente mis caderas. Poco a poco fui bajando mis manos, comenzando a recorrer mi rostro, mis tetas y las fui bajando aun mas, al tiempo que ahora quedaba sentada sobre mis talones, hasta llegar a las ligas de mi hilo, jugué con ellas un ratito, y metiendo mi mano derecha debajo de la telita que cubría mi pubis y mi clítoris, comencé a dedearme de manera rica, sensual. Comencé a recostarme hacia atrás, pegando mi cabeza del piso, viendo todo al revés, hacia el televisor, donde ahora la asiática estaba chupando la polla de un macho agachada sobre el otro, que le penetraba el culo. Para mi sorpresa, y fue en ese entonces cuando lo note, los tres hablaban español, y por el acento eran venezolanos. "muévete puta, debes moverte para nosotros, tu deber es darnos placer" le decía el que se la cojia por el culo. La chica nada podía decir, tenia la boca llena, pero la mejor respuesta era ver como se movía para darle mas placer a su negro. Acelere mi dedo al máximo, deje de estar sentada en mis piernas, sin ponerme de pie, elevándolas lo más posible en el aire y deslice el hilo a través de ellas. Me imaginaba siendo observada por otras personas desde otros edificios, así como yo observe a los de hace rato. Me imaginaba en el lugar de la china, en esa habitación, y siendo observada por todos. Sin más, con estos pensamientos llegue al orgasmo.

Pero la calentura no acabo allí, al contrario, deseaba otro, y mas intenso. Continúe dándome dedo, pero ya suavemente durante un ratito antes de ponerme de pie. Tome las cosas compradas en la tienda y me dirigí al baño, donde me esperaba la tina. Esta era bastante grande, cabrían unas 4 personas con 16 grifos, 4 pares en las esquinas, y 4 pares mas en el centro de cada lado, cada par era uno de agua fría y otro de agua caliente. Abrí todos los de agua caliente, y solo 4 de agua fría. Encendí el televisor que estaba ubicado en el baño y sintonizado también en el canal de circuito cerrado, y ponían como la china era bañada en leche por esos dos negrazos. La corrida de ambos fue abundante, y envidie bastante a esa china, ya que una de las cosas que más me fascina del sexo es precisamente la leche masculina. Tengo un fuerte fetiche con ese líquido. Luego pasaba la escena, y ahora era con una mujer, no se le podía ver el rostro, el cual estaba forrado en una mascara de látex. Estaba vestida igual que la china, la única diferencia era que esta mujer era como tres veces más tetona, por lo que la camisetita se notaba que le quedaba demasiado ajustada. Sin mentirles, esta mujer tenia aproximadamente unas 120 de tetas. Y se le notaba la cicatriz de la operación. De nuevo los dos negros enmascarados salieron en escena y, tomando una cadena que estaba abrochada al cuello ajustado de la franela de látex, la llevaron a cuatro patas por la habitación hasta el baño, donde la metieron en una tina muy parecida a la que estaba en el baño de mi habitación. Mientras la llevaban en cuatro patas, note un tatuaje en su nalga derecha que rezaba "La Puta Lia". Deje de mirar la escena para enfocarme en ponerle a la bañera los ingredientes para un delicioso baño de burbujas, para luego de eso, poner velas aromáticas en los bordes. Me metí, y comencé a disfrutar de la película porno, donde "la puta Lia" era sometida por los negros en la bañera de la película, mientras mis dedos hacían lo mismo con mi clítoris. Tuve como 4 orgasmos profundos y tremendamente deliciosos, antes de quedarme dormida.

Un chorro de agua fría en la cara me despierta. Aunque seguía sin ver nada, tenia los ojos tapados. Me asuste bastante con la situación, y aun más al percatarme que no podía mover mis brazos, cada uno estirado hacia un lado, al igual que mis piernas, las cuales estaban abiertas. Aun seguía en el jacuzzi, podía sentir mi cuerpo sumergido en el agua. Intente desesperadamente soltarme, pero no lo lograba. Una buena cachetada me hace quedarme inmóvil.

-Vaya, la perra tiene ganas de soltarse. – oí decir a una voz masculina

-Aun no lo hagas, expliquemos como son las cosas primero. –le oí a otra voz distinta.

Me quitaron la venda de mis ojos, y para mi sorpresa, eran los dos hombres fornidos de la película de circuito cerrado, lo supe por las mascaras que llevaban, a pesar de que iban vestidos.

-Hola zorrita. Supongo que estas algo asustada, y te entendemos, pero quiero que sepas que mi amigo y yo, tenemos muy poca paciencia, por lo que si intentas cualquier cosa para llamar la atención, para soltarte, etc. No seremos muy compasivos. Te explicaremos la situación: mi amigo y yo, trabajamos en las películas porno que tú ves por este canal de circuito cerrado del hotel, como ya lo habrás notado. Así como supongo que notaste eso, nosotros notamos que eres una guarrita calenturienta, que va una vez al mes a hoteles a masturbarse deliciosamente. Esto lo sabemos porque te hemos observado. Haz ido en dos años a cuatro hoteles distintos. El Serenity, el Galáctica, el Enterprise y el Milenario, además de este, el Holmes, al cual haz sido muy asidua.

Quise gritar, pero estaba amordazada. Recordé las palabras que me dijeron de que mas me valía quedarme quieta, por lo que decidí guardar la calma lo mejor que pude. Debo reconocer que toda esta situación, a pesar de tenerme asustada, también me tenía bastante excitada. Tuve infinitas fantasías parecidas a lo que estaba viviendo, por lo que el delicioso hormigueo de la excitación no se hizo esperar en mi cuerpo. Deseaba soltarme por lo menos una mano, para calmarme un poco las ganas de sexo que tenía. Uno de mis captores noto esto, por la manera en que reaccionaron mis pezones.

-Jajaja mírale las tetas, se le pararon los pezoncitos a la golfa. ¿Qué te dije mientras la estudiábamos? Sabía que la zorra se excitaría con todo esto, sabía que le gusta lo duro… ¡coño! Para llevar esposas a un hotel solo para masturbarse quiere decir que le van los temas de dominación y fetichismo…y mírala, indefensa, ante nosotros, a merced de nuestros deseos…¡¡¡y excitada!!! Jajaj definitivamente si le gustan estos temas…me debes 20 Bolívares fuertes Sable…

-Cierto –Dijo el otro –Te los pago luego…perra –Dijo dirigiéndose a mi –Te soltaremos y mas te vale no hacer nada estúpido ¿ok?

Se dirigió a mi "Sable", me quito las esposas de las manos, a lo que reaccione en cierta forma a llevármela a mis tetas y a mi vulva, con la intención de taparme, aunque al ponerme la mano sobre mi conchita, no pude evitar masajearla suavemente bajo el agua, para calmar las ganas. Me quitaron la mordaza, pero aun así me quede en silencio, obedeciendo la orden de no hacer nada estúpido. El otro hombre enmascarado, se quito la camisa que llevaba, dejando ver su cuerpo tremendamente ejercitado, y en su pecho el tatuaje del cráneo. Metió sus manos en el agua y me quito las esposas de mis tobillos. Recogí mis piernas, como intentando protegerme. Estaba asustada y excitada al mismo tiempo.

"Sable" se quito los zapatos, las medias y los pantalones, no llevaba ropa interior, por lo que la inmensa verga quedo al aire libre. Era enorme, como se veía en la televisión. Se quito la camisa, al igual que el otro, y quedando completamente desnudo, mostrando su tatuaje de un sable, se metió al jacuzzi, sentándose a mi lado izquierdo. El otro se termino de desnudar también, y se sentó del lado derecho. Ambos me veían, mientras reposaban sus cuerpos de los laterales del jacuzzi. Yo aun seguía en posición casi fetal, manoseándome con un poco mas de dureza mi cuquita, la cual ya estaba pidiendo guerra. Los vi a ambos, girando mi cabeza a ambos lados, sin saber qué hacer. Al ver a "Sable" este me guiño un ojo, y tomándome con una gran fuerza y velocidad de mi cabeza, me hizo llevarla hasta su rostro, y besar su boca con bastante rudeza, metiendo su lengua y agitándola en la mía. Mientras me daba ese impresionante morreo, el otro negro enmascarado empezó a meterme mano en mi culo, por debajo del agua, tocando el agujerito anal como si estuviera explorando la zona. "Sable" me separo de su boca, dejándome a escasos centímetros de su rostro enmascarado, un poco abobada por tan salvaje latazo. –Qué rica boquita tienes apuesto a que besar es la segunda cosa que mejor haces con ella, vamos a comprobarlo – me dijo. En ese momento, hundió mi cabeza bajo el agua, llevándola hacia su tieso güebo, el cual dirigió con su otra mano directo a mi boca, la cual abrí para que entrara lo más posible en ella. El otro negro ya no tocaba mi culo solamente, sino que también me magreaba la cuca, metiendo varios dedos en ella. La sensación fue brutalmente excitante.

"Sable" me saco del agua, se puso de pie y dirigiéndome por los cabellos, me hizo ponerme de pie también. –Se complaciente perrita, te conviene –me dijo viéndome a los ojos, para luego dirigirme nuevamente a su inmensa verga, ya totalmente erecta. Abrí mi boca, dejándole paso nuevamente, y esta vez, me la clavo hasta la garganta. Mi nariz toco su pubis. Como buena puta que soy, comencé a mover mi lengua en mi boca, para masajearle el güebo, mientras a la vez hacia lo posible por succionar con fuerza. Estuve con esa vergota como 10 minutos, dándole placer, mientras el otro me magreaba a discreción mis agujeros inferiores.

-Aaahhhhh siii, sabía que los besos eran la segunda cosa mejor, la primera son las mamadas. Sigue mamándomelo perra así de rico como lo estás haciendo, tengo bastante leche en mi bolas para ti…Calavera, ¿cómo están esos hoyos?

-Tiernitos compadre, bastante tiernitos…el culo lo tiene bien apretadito, y su cuquita está bastante estrechita…o no le han dado mucho güebo a esta perra, o sencillamente tenemos suerte y la puta es estrecha por naturaleza.

-Viendo lo guarra que es, creo que la verdad es que somos suertudos jajaja dale, méteselo, la puta lo debe estar pidiendo…

-Pues que lo pida como debe ser…

Al decir esto, "Sable" me saca su polla de la boca, y de un empujón, me lanza al agua nuevamente, quedando yo sentada ante esos dos machos quienes se veían imponentes de pie ante mí. Ya no estaba asustada. Ahora estaba terriblemente excitada, con todos mis resortes fetichistas y masoquistas disparados. Deseaba que me dominaran, que me domaran. Los veía a los ojos.

-¿Y bien perra? – Me dijo "Calavera" –Estamos esperando que nos pidas algo que sabemos por esa miradita de perra en celo que deseas…

-Cójanme…por favor…cójanme rico…cójanme duro…úsenme... –Les dije con vocecita suplicante.

-Así no golfa…sabemos que estas prendida...sabemos que eres masoquista, no te has puesto remolona con cómo te tratamos ni nada, así que pídelo como tú sabes que lo debes pedir… -me dijo "Sable"

Capte el mensaje. Me puse de rodillas, con las piernas un poco abiertas, y me lleve las manos a la nuca, sacando bastante mi pecho para realzar mi par de tetas lo más posible. Me sentía bastante humillada y exhibida en esa posición, y dije –Por favor mis señores, cójanme, cójanme como les plazca, viólenme a placer todos mis agujeros, soy una cerda con ganas de ser follada fuertemente por dos machos como ustedes, se los suplico, denme duro… -mas humillada no me podía sentir, pero tampoco más caliente. Tenía unas casi inaguantables ganas de llevarme la mano a mi cuquita y dedearme rico ante ellos, pero no lo hice, quería obedecerles.

-Así está mucho mejor guarra... -dijo "Sable", acercándose a mí, y tomándome por el pelo, mientras que "Calavera" sacaba de un bolso que estaba puesto a uno de los lados del jacuzzi, un collar de cuero rojo con una argolla, y una cadena. Luego se dirigió hacia donde estaba yo de rodillas y sometida por mis cabellos, y lo coloco alrededor de mi cuello, ajustándolo bastante apretado. Tomando la cadena, y sable soltándome el cabello, salieron del jacuzzi, y Calavera, con un fuerte tirón de la cadena, me obligo a seguirles. Me puse de pie, y salí del jacuzzi para caminar tras ellos, pero no mas dar un paso, Sable me suelta una tremenda bofetada en la cara que me hace quedarme inmóvil.

-Así no animal, a cuatro patas como la perra que eres. –me dijo, orden que acate al instante. Tomaron una toalla y secaron sus cuerpos, mas no el mío. Me llevaron fuera del baño, a cuatro patas como la perra que en realidad me sentía y era en ese momento. En el televisor de la habitación, que aun seguía encendido, vi que pasaban otra película de ellos, con otra chica, quien también llevaba una franelita negra de látex totalmente ajustada a su cuerpo, con el agujero en las tetas, las cuales eran tan grandes como las mías. La chica era empalada por los dos negrazos enmascarados al mismo tiempo aunque en agujeros diferentes esta vez. Inmediatamente, Calavera me hace incorporarme, jalando mis cabellos, y metiéndome su güebo en mi boca, a lo cual le respondí haciéndole una buena mamada. –Tenias razón compadre –le dijo a Sable –esta boquita es bastante placentera…mámalo puta, mámalo rico...Así…así...

Mientras le mamaba el güebo a calavera, estando yo en cuatro, Sable me toma por mis caderas, y se dispone a invadir mi cuquita con su inmensa herramienta erecta. Al notarla en toda la entrada de mi rajita vaginal, comencé a rogar que me follaran, que me penetraran, que me cojieran, sin miramientos ni contemplaciones…claro, no se entendió mucho porque tenía la boca llena, pero al parecer Sable entendió lo que quería, y de un solo sopetón, me la metió de lleno. Sentí un tremendo corrientazo recorriendo todo mi cuerpo, lo que me hizo pausar unos segundos la mamada que le hacía a Calavera. Sable lo saco un poco, y lo volvió a meter. Se oía el "plap" típico del choque de mis nalgas con su cuerpo.de nuevo un corrientazo, sin duda era inmensa su verga, y mi cuca estrecha.

-wwwwwwwwooooffff –le oí decir a Sable –que rica tiene la cuca esta furciaaaaaaa esta apretadita como nos gusta….una exquisitez….

Me sentí bien al oír eso. Me gustaba saber que obtenían placer de mi cuerpo. Como ya les dije, soy sumisa, y no hay mejor placer para una perra sumisa como yo que el goce del amo. Estos eran mis amos en ese momento. Hacia donde se dirigiría todo, no me importaba, solo quería darles placer y satisfacción. Quería que gozaran de mí a toda costa.

El vaivén de las embestidas de Sable comenzó a ser más rápido y frenético. Ya mi cuquita se había acostumbrado al tamaño y al grosor, aunque aun me dolía un poco. Mientras tanto, la punta de la verga de calavera aun continuaba su estadía en mi garganta. Estuvimos unos 10 minutos en esa posición. Sable me saco la polla de mi cuca, y se alejo al teléfono de la habitación, mientras Calavera, me hizo un gesto para seguirlo a la cama, pero con mi boca sin despegarse de su güebo, haciéndome ir a 4 patas, y sin detener la felación. Una vez en la cama, me tomo por los pelos y me hizo subirme a él, me ordeno que me empalara yo solita en su güebo, pero en mi culo. Yo me quede pensativa unos segundos, cosa que pague con un par de cachetadas de Calavera, lo que me hizo incorporarme, y solo pensando en el placer que el recibiría, tome su verga y dirigí mi culo hacia ella.

Coloque suavemente la punta de la polla en la entrada de mi ano. Comencé a bajar despacio, hasta que todo el glande estuvo dentro de mi culo, momento en el cual Calavera coloca sus manos en mis caderas y me baja de un solo golpe, haciendo que esa larga y gruesa extensión de carne dura llegara hasta lo más profundo de mis entrañas, por supuesto con un terrible dolor que se apoderó de todo mi cuerpo, y me dejo inmóvil la espalda por unos segundos, segundos en los cuales Calavera, después de haber lanzado un gran gemido de placer, toma mi rostro por mi quijada con bastante fuerza, y me pega 4 fuertes cachetadas que me sacaron unas lagrimas, haciendo que se terminara de correr el poco maquillaje que me quedaba por mi rostro, el cual se había ya medio quitado por las mamadas submarinas que le hice a Sable en el jacuzzi. –¡¡¡MUEVETE FURCIA!!! ¡¡¡ESE CULO TAN APRETADO ME TIENE QUE DAR MUCHO PLACER!!! ¡¡¡MUEVETE YA PERRA BASTARDA, MUEVETE!!! –Me grito, y yo, a duras penas comencé a hacer un sube y baja lo más rápido que pude. Sentía como cada milímetro de su güebo era abrazado por mi anillo anal, como era invadida por completo por esa cavidad. Siempre me gusto el sexo anal, siempre lo practique con mis amantes, pero esta vez, la cosa fue la más dolorosa por el tamaño y grosor de la verga de mi invasor. Y así como el dolor era grande, el morbo y la excitación también lo eran. No pare de gritar ni un minuto de los 15 o 20 que estuvimos en esa posición, yo sentada sobre él, con mis manos en mi cabeza tomando mi cuello, arqueando mi cuerpo hacia delante, para que mis grandes tetas resaltaran bastante, cosa que Calavera aprovechaba para tomarlas en sus manos, magrearlas, pellizcarlas, amasarlas con furia, mientras no paraba de gemir de placer y de decirme todo tipo de vulgaridades que a mi me ponían cada vez mas cachonda.

En ese momento Sable se incorporo en la acción, poniéndose de pie a nuestro lado, con su inmenso güebo a la altura de mi boca, tomando mis manos en mi cabello con sus dos manos. Lo ubico a escasos centímetros de mi boca, la cual abrí entre jadeos, con ganas de que me la metiera hasta la garganta, pero el no lo movía. Intente acercar mi cabeza, pero el lo permitió hasta cierto punto, pero sin meterlo aun en mi boca. Quería que viera que soy una cerda golosa mamagüebos así que saque la lengua lo más que pude, y alcanzaba a rozar la punta de su verga. Hice lo posible por acercarme más, pero el apretaba mis manos y mi cabello con fuerza para evitar que yo me acercara.

–Jajajaja tremenda mamadora verbenera que nos toco, pelea por chupármelo…¿adonde se te fue el susto puerca? –me dijo, a lo que conteste: –Se me fue a la mierda, estoy excitada, quiero güebo, quiero leche, quiero sentir que se complacen a costa mía, con mis tres bocas, déjame mamártelo te lo ruego.

-¿Por qué debería dejar que me lo mames perra?

-Porque estoy hambrienta de güebo, de tu güebooooo

-¿No quieres otro tipo de comida?

-Noooooo solo güebo, y leche mucha lecheeeee

-Dime que eres…

-Una puta, una perra, una zorra, una marrana, soy la esclava de ustedes, de sus deseos.

Al decir eso último me jalo por los pelos, poniéndome de pie, sacando la verga de Calavera de mi culo. Me llevo por los pelos hacia el balcón, aun seguía lloviendo. Me hizo recostarme de la baranda e inclinarme hacia delante, dejando mi culo a su disposición. A pesar de que era techado, al tener mi cuerpo apoyado en el borde de la baranda, con la mitad de la cadera para arriba hacia fuera, me empecé a mojar con la lluvia, un fuerte aguacero. Pude ver la calle, la entrada del hotel, todo. Sable me sostenía, primero con sus manos, y luego sumó su güebo en mi culo, metiéndolo de un solo golpe. –Grita lo último que dijiste furcia, que todos se enteren de lo que eres.

-¡¡¡¡SOY LA PUTA ESCLAVA DE SABLE Y CALAVERA, SOY ESCLAVA DE ELLOS Y DE SUS DESEOOOOOOOS!!!! –grite lo más fuerte que pude, Sin pensarlo ni dos ni una sola vez. La humillación que sentí fue grande y excitante, muuuuuuy excitante. Dicho esto Sable aumento la velocidad de la penetración, mientras yo lo acompañaba no gimiendo, sino gritando de placer. Pude ver como de otros edificios se asomaron algunas personas a ver que era todo ese escándalo que el sonido del fuerte aguacero que caía no lograba opacar. Sable me tomo por las manos y con un movimiento, me puso en cuatro, cosa que aprovecho Calavera para tomarme por el pelo con una mano, bofetearme la cara con la otra, y ensartarme su güebo en la boca de golpe, de nuevo, hasta la garganta, a lo cual respondí chupando con todas mis fuerzas y de nuevo moviendo la lengua acariciando esa verga dentro de mi boca. Duramos un rato así, hasta que de nuevo me llevaron adentro de la habitación, donde para mi sorpresa, había un hombre sentado en la cama, de tez blanca, vestido, pero con su güebo saliendo del pantalón, erecto, haciéndose una paja.

-¿Por qué tardaste en venir? –le pregunto Sable.

-Me tarde cerrando las puertas…¿que tal la puta?

-Excelente –le contesta Calavera –es una mamona experta, además de ser bastante estrecha. Yo no sé Sable, pero a mí me ha costado un mundo aguantar mi orgasmo.

-Si, a mi también. –Dijo Sable –Pero ya es hora del acto final. ¿Trajiste las cosas?

-Si, acá las tengo, en el maletín. Llenemos de leche a esta puta, yo ya estoy punto de acabar, la puta tetona de Lia, y la perra china ya adelantaron lo suficiente el trabajo…

No entendía lo que pasaba pero por la calentura del momento no quería entender. Estaba totalmente cegada por las ganas de sexo. Sable se acostó en la cama, me subieron sobre él, y me clave su güebo en mi cuquita, mientras que Calavera se dispuso a darme por el culo. El hombre desconocido, se coloco de pie ante mí, y me metió su herramienta sexual en la boca. Con una nalgada, Calavera me dijo: -Si es verdad que estas hambrienta de leche, te toca conseguirla por tus medios, muévete, y danos placer. –cosa que hice al instante, comencé un rico movimiento de caderas y con mi boca, comencé una frenética mamada. En un principio fue difícil, era la primera vez que me daban entre tres tipos al mismo tiempo, pero poco a poco le fui agarrando el ritmo. Una cosa era cierta: estaban a punto de acabar, porque no duramos mucho en esa pose.

El que me estaba dando por la boca, fue el primero en acabar. Pero no me acabo en la cara ni nada, solamente me saco la verga de la boca, me dio una buena cachetada, se bajo de la cama, y acabo en el piso. A los pocos segundos fue Calavera el que me saco la verga de mi culo, se dirigió hacia donde había acabado el hombre desconocido, y acabo allí también, formando un charquito de semen más grande. Por último, sable me empuja a un lado de la cama, y al igual que los otros dos, se corre en el mismo charco, dejando un muy apetecible charco de esperma. Me imagine lo que ellos querían, se veía que deseaban humillarme más, obligándome a beber la leche del piso. Sin más ni más, fui apresuradamente hacia el charco, pero el hombre desconocido tomo la cadena del collar de perra que aun llevaba puesto, deteniéndome a escasos centímetros de llegar con mi boca al charco.

-Quieta puta, quieta, se ves que deseas la leche…-me dijo el desconocido.

-Ponte en cuatro patas como una perra ante nosotros. –me ordeno Sable, mientras los tres se sentaban al borde de la cama. Dándole la espalda al charco de leche, me puse ante ellos en cuatro patas, esperando a ver que deseaban. La cadena aun la sostenía el desconocido.

-Presta atención puta estúpida, esto es muy importante. –comenzó a decir Calavera –Seguramente tienes una impresión de nosotros, que desde todo punto de vista, entendemos que la tengas, dados los hechos que acaban de ocurrir aquí. Mínimo, te debes imaginar que somos unos violadores de poca monta, y como acabo de decir, entendemos que imagines eso y más. Ya nos habrás visto en las películas, dominando a varias putas. En un principio, ellas eran mujeres como tú, simples guarras calentonas que venían a los hoteles a tirar. Si algo es cierto, es que somos unos degenerados que espiamos no solo en este hotel, sino en muchos hoteles de esta zona, - dijo, riéndose junto con los otros dos con esto último -como ya te dijimos, te hemos observado incluso en otros hoteles. Nosotros seleccionamos a las mujeres más calentonas y putas, y cuando tenemos la oportunidad, las sorprendemos como te acabamos de hacer a ti.

-Claro, tu eres un caso especial –le sigue Sable –eres la única de las putas que nos hemos pasado por las armas, que se iba sola a un hotel a masturbarse. No sabemos si fuiste a otro hotel en el que no tengamos cobertura a tirar con algún tipo, pero pensamos que hay que ser bastante puta y guarra para hacer lo que tú haces…además, a veces hasta traías esposas o cuerdas y te atabas a la cama…

-A todas las seleccionadas –continua el hombre desconocido –las hacemos pasar por esta situación, ya sea secuestrándolas, o entrando en sus casas, todo depende, tu nos la pusiste fácil: viniste al hotel...lo extraño es que rompiste tu patrón de ir una vez al mes, el cual has seguido por dos años…esta es la segunda en este mes, así que llegamos a la conclusión de que estabas tan caliente que no opondrías mucha resistencia a nuestros deseos…por lo que decidimos "atacar"

Yo los miraba a cuatro patas, aun con ganas de voltear a lamer la leche del piso, y muy excitada, a pesar de toda la acción hecha con estos tipos, no había alcanzado un orgasmo, salvo los que tuve al masturbarme. Aun así, la historia que me acababan de contar me dejo bastante sorprendida. Y más aun con lo que seguía:

-De seguro te preguntaras a donde queremos llegar diciéndote todo esto –dice Calavera.

-Todas las putas de las películas que filmamos, –continua Sable –son nuestras esclavas. Son mujeres tan calenturientas y putas, que las sometimos como acabamos de hacerlo contigo, y que descubrieron sus facetas de sumisas. Unas más que otras, pero las que son menos, terminan siendo tan sumisas como las demás al entrenarlas rigurosamente. Tu no tenias mucho por descubrir, eres sumisa por naturaleza, te entregaste muy fácilmente. Todas las putas de las películas que filmamos, después de someterlas a esta rigurosa prueba, les ofrecemos un mundo de placer, por medio del sometimiento y la esclavitud. Muchas aceptan, otras no. Lo cómico es que ninguna de las que no han aceptado, nos han denunciado a la policía, lo que significa que gozaron como buenas perras verbeneras que son y que además les da morbo lo que hacemos. Puta, ahora es tu turno de elegir. En este maletín –dijo tomando un maletín de un lado de la cama –esta lo que llamamos "el uniforme". No sé si notaste que todas las putas de las películas van vestidas igual. Es porque a nuestras esclavas les ponemos este "uniforme". Ese par de tetas que tienes deben quedar preciosas saliendo por los agujeros de la franelita.

-Nosotros nos vamos a ir ya. –dice el desconocido, mientras los dos negrazos se comenzaban a vestir. –Si decides declinar la oferta, sencillamente te vas cuando quieras de aquí, sin decir nada ni nada. Puedes incluso denunciarnos si lo deseas, pero estamos seguros que no lo harás, porque eres igual que el resto de las zorras, se te ve en la cara de puta que tienes ahorita, que gozaste como una autentica golfa gratuita. En fin, puedes rechazar todo, e irte a continuar tu vida. Puedes dar totalmente por seguro que destruiremos todo tipo de material relacionado contigo, todos los videos que tenemos de ti, etc. Solo somos un grupo de hombres dominantes dispuestos a abrirle las puertas, además de las piernas, a este mundo de placer, al mundo de la dominación/sumisión, a mujerzuelas calenturientas como tú. Si bien los métodos que usamos son delito, supongo que todo esto queda más que perdonado al ver como gozan. Si decides aceptar, pues queremos que tú misma te filmes con esta cámara que aquí dejaremos, -dijo sacando una cámara del maletín -donde nos das tu nombre, apellido, dirección, lugar y puesto de trabajo, teléfonos de casa y oficina, teléfono de celular y correo electrónico, todo con el uniforme de esclava puesto, dirás el porque te filmas, lo que eres, y que estas consciente de en que te estás metiendo, y estas en pleno uso de tus facultades mentales y físicas para tomar esta difícil decisión. A partir de ese momento, serás nuestra esclava 24/7. Podrás llevar una vida normal, y tranquila, pero cuando te demos una orden, esta tendrá total prioridad por sobre todas las cosas que puedas estar haciendo, so riesgo de que las consecuencias de dejar de hacer lo que hagas en el momento de darte la orden, sean radicales. Piénsalo bien zorrita…

Dicho esto, soltó la cadena, y, junto a Calavera y Sable, dejan la habitación, quedando yo a cuatro patas, con el charco de semen detrás de mí, totalmente sorprendida y pensativa. Debo decir que a pesar de lo asustada que estaba en un principio, todo se apago por la excitación. Recordé todo lo que gocé, a pesar de no haber alcanzado el orgasmo con ellos, pero la situación, todo, me fascino, es lo mío, es lo que me gusta. Pero dar ese gran paso era algo totalmente difícil de decidir. Por un lado lo deseaba, pero por el otro, no, ya que pensaba en todas las consecuencias que podrían acarrear si aceptaba. Podría perder mi empleo, todo lo que he obtenido...me quede viendo la cámara fijamente, la cual estaba a un lado del uniforme, en la cama…¿debía renunciar a mi vida normal o debía renunciar a un mundo donde todas mis fantasías se verían hechas realidad?...Ser o no ser…he ahí la cuestión…

(A la mañana siguiente, en la oficina)

Era una mañana hermosa en mi oficina. Todo lo que había acontecido en la habitación del hotel la noche anterior fue tremendamente excitante. No podía olvidar los dos güebos de Sable y Calavera, ni mucho menos el trato al que fui sometida. Transcurrieron las horas mucho mejor de lo que fue el día anterior en la oficina. Debe ser por el hecho de que ahora lo veía todo de manera distinta. Estaba sentada en mi escritorio pensando en la propuesta del día anterior por parte de Calavera, Sable y su amigo desconocido…pensando en todo a lo que renuncie con la decisión tomada esa noche. Fui al baño, cerré con seguro y me vi al espejo delante del lavabo, preguntándome si había tomado una decisión correcta. Me quite el saco de ejecutiva, me quite la falda, y la blusa, no tenia ropa interior puesta. Solo una franelita negra de latex totalmente ajustada a mi cuerpo, con mangas largas igualmente ajustadas, las cuales eran disimuladas por las mangas del saco, y con una abertura por la cual salian mis tetas de una manera resaltada. Mis piernas y mis pies estaban enfundados en botas de taco alto, que cubrían toda la pierna hasta la mitad de mis muslos. Con la falda, parecía que fuera un pantalón de cuero o de látex debajo de ella, muy de moda en esos días, usar falda sobre un pantalón ajustado. Viéndome así vestida, con mi cuca empapada por el morbo y un delicioso temblor de excitación que me recorrió el cuerpo, me dije a mi misma que si, había tomado la decisión correcta…

¿FIN?

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EPILOGO

Sable, Calavera y el hombre desconocido, salen de la habitación, y se meten en la puerta que quedaba a mitad del pasillo entre la puerta de la habitación y la del ascensor, la que llevaba un letrero que rezaba "limpieza". en una de las paredes, abren una puerta la cual esta camuflada. Al otro lado de esta puerta, hay una extensa habitación, en la cual se pueden observar en una de las paredes unos 40 monitores, los cuales reflejan en pantalla 40 habitaciones de 8 hoteles distintos. Hay neveras, y 3 camas. El hombre desconocido se quita la máscara, y resulta ser el recepcionista del hotel Holmes. Calavera y Sable se acuestan cada uno en una cama distinta, quitándose las mascaras también. Se ponen a hablar un poco sobre el polvazo que acababan de tener con Skarlet, antes de que por una puerta aparezcan 15 mujeres, todas vestidas con el "uniforme" y se dividan en 3 grupos de 5 mujeres para darles masajes y consentir los agotados cuerpos de sus amos. Terminan en una gran orgia antes de quedarse todos dormidos.

A la mañana siguiente, despiertan, y mandan a una de las esclavas a buscar la cámara en la habitación de Skarlet. A los pocos minutos esta llega y conecta dicha cámara a uno de los monitores. El recepcionista manda a 12 de las 15 esclavas a limpiar la habitación, mientras que Sable y Calavera se sientan cada uno sobre una esclava las cuales se disponen a ponerse a 4 patas para servir como sillón de sus amos, en frente del monitor al cual está conectado la cámara. El Recepcionista se sienta en otra esclava, y pone a reproducir un video de la cámara en el cual se ve a Skarlet en primer plano, vestida con el uniforme:

-Mi nombre es Skarlet XXXXX, tengo 25 años de edad, vivo en XXXXX de XXXXX Caracas, Venezuela. Trabajo como coordinadora de mercadeo en la empresa XXXXXX. Mi teléfono de casa es XXXX-XXX-XX-XX, el de mi oficina es XXXX-XXX-XX-XX, y mi celular es XXXX-XXX-XX-XX. Mi correo electrónico es Skarletpricet@yahoo.es, filmo este video porque quiero dar a conocer mi decisión de ser una puta esclava sexual de mis amos Sable y Calavera, y de quienes ellos asi lo deseen. Estoy en pleno uso de mis facultades mentales, entiendo en que me estoy metiendo, pero lo hago por deseo, es lo que más he querido en mi vida, soy una perra sumisa y estoy dispuesta a satisfacer a mis amos y a quienes ellos así lo deseen, y lo que hare a continuación es en honor a mis amos…

Dicho esto, Skarlet comienza a gatear hacia el charco de semen en el piso de la habitación, el cual es bastante abundante y espeso. Comienza a masturbarse en esa posición, y a medida que va aumentando el ritmo de la paja que se hace, va agachando la cabeza entre jadeos. Sus cabellos caen a los lados de su rostro, cayendo en el charco de esperma, hasta que es su cara la que se posa sobre dicho charco, llenándose toda de leche, y lamiendo lo más que puede para tragarlo. No puede evitar tener un delicioso orgasmo, la cual la pone a temblar. Desde la punta de sus pies hasta la punta de sus cabellos. Pero no se detuvo, continuo lamiendo y masturbándose, así hasta que el suelo quedo impecable de esperma, momento en el que ya había alcanzado 5 orgasmos, y sigue con uno más, pero esta vez sentada en el piso de frente a la cámara con sus piernas bien abiertas. Al correrse por última vez, se acerca a la cámara y dice:

-Espero hayan quedado satisfechos con esto, estoy ansiosa de recibir sus ordenes, amos. Se despide con un beso en sus pies, su esclava Skarlet.

En eso la pantalla se puso negra, lo que indicaba que la cámara había sido apagada. Los tres se miran a las caras con una sonrisa maliciosa, contentos por su nueva adquisición, e imaginando las cosas que la pondrán a hacer……

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Bueno, espero que todos aquellos que leyeron este relato les hayan gustado y lo hayan disfrutado. Les invito a leer mis otras historias, y cualquier crítica o sugerencia escríbanme un mail a Skarletpricet@yahoo.es o déjenme un comentario en la pagina. ATENCION: es difícil que me conecte a esa cuenta para chatear, solo tengo esa cuenta para recibir y contestar E-mails de mis lectores. Muchísimas gracias por leerme y escribirme, besos.