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EMPEZANDO NUEVA VIDA (relato 11)

en Confesiones

REGRESANDO...

A eso de las 9 de la mañana, después de tomar unos mates, nos fuimos para la mueblería, donde ya seguramente estaba el camión cargando los muebles que había comprado...- Nos fuimos, por que mi tío no cedió a mis pretensiones de volver a experimentar mi nuevo y fabuloso descubrimiento..., mi entrega anal.-

Entonces no me quedó otra que, refunfuñando, vestirme, cerrar todo bien, subirme a la camioneta, pasar por la mueblería para ver si todo iba bien y emprender el camino de regreso a nuestro pueblo.-

En casi todo el viaje, no le dirigí a mi tío la palabra..., estaba enojada, porque no quiso volver a hacerme sentir las sensaciones que a la mañana temprano tanto había disfrutado.-

Él, ni se mosqueó..., condujo la camioneta sin siquiera mirarme, de a ratos fumaba..., a veces se cebaba como podía uno que otro mate desde el termo de agua caliente..., no me convidaba y yo no le pedía ni me ofrecía a cebarle...: "Estabamos peleados..."; mejor dicho, yo estaba enojada porque Padrino no quiso volver a hacerme disfrutar esa forma nueva de copulación que me parecía tan maravillosa...; ¿cuanto tendría que esperar para volver a gozar como lo había hecho...?,¿o sería que ya nunca mas lo haríamos...?.-

Paramos a la entrada de Lincoln...; esperamos que el camión nos alcanzara e invitamos al chofer y a su acompañante a almorzar con nosotros.- Dos horas después reanudábamos la marcha...- Saliendo del pueblo, usando el muslo de la pierna de mi Padrino como almohada, me recosté sobre el asiento; a la altura de Gral. Pinto, mi tío ya se había excitado..., entonces, cruzando la Laguna del Negro, le pedí que se detuviera con la excusa de observar a las garzas que estaban en sus orillas...-

Tío les indicó a los camioneros que siguieran viaje y se desvió de la ruta, internándose en la huella que llevaba hasta la orilla de la laguna...; los matorrales estaban altos y no podía verse con facilidad desde la ruta, lo que ocurría tras ellos...-

Llegados al borde, nos apeamos de la camioneta y nos acercamos a la orilla..., las garzas se alborotaron..., algunas levantaron vuelo y otras se internaron en el agua, mientras que las mas corriendo y aleteando, se alejaron de nosostros.-

Estuvimos un ratito contemplando el agua y todo el entorno..., en tanto, abracé a mi tío por la cintura, apoyando mi cabeza sobre su costado; él con su brazo derecho, me abraza y enseguida, busco sus labios para besarlo..., no me los niega y responde a mi beso.- Habíamos hecho las paces...-

Volvimos a la camioneta abrazados; yo a su cintura y él a mis hombros..., cuando me abre la puerta para que suba, me doy vuelta poniéndome de frente y le digo:

YO- "Cojeme...-"

Él no me contesta, pero se queda mirándome...-

Entonces yo desabrocho mi jean y bajándomelo con las dos manos le digo:

YO- "Por favor tío..., te deseo..., no te niegues.-"

Con la cola desnuda, me siento en la camioneta, dejando colgar mis piernas hacia afuera, mientras que mis jean, se deslizan y caen al suelo; insisto....

YO- "Por favor...-"

Entonces mi tío, desnuda su vientre, exponiendo a mi vista su, para mí, hermoso pene que estaba despertándose..., me empuja para que me recueste sobre el asiento..., alza mis piernas haciendo que con ellas rodeé su cintura y se dispone a tomarme, apoyándome el pene entre los labios de la vagina...-

YO- "No, así no...; como hoy..., por la cola; volvé a hacerme la cola, me gusta..., lo deseo..., quiero volver a sentirte ahí.-

EL- "Pero no tenemos la vaselina, quedó en el departamento.-"

YO- "No importa, aunque me duela, cojeme el culo de nuevo...-"

Entonces, levanta mis piernas y las encoje sobre mi torax, dejando bien expuesto el orificio de mi ano, sobre el que me apoya su pija y presiona, intentando introducírmela, (a esa altura, ya estaba lo suficientemente enardecida como para que se hiciera le imposible penetrarme), entonces toma mi mano y me dice:

EL- "Ya sabes que tenes que hacer...-"

Mientras se aferra a mis caderas y empuja, yo le tomo los testículos y se los aprieto...- Talvés lo hice con demasiada vehemencia, porque mi tío lanza una exclamación de dolor, pero no obstante, siento que su pija me traspasa y se aloja casi por completo dentro de mi esfinter, donde comienzo a repetir las mismas sensaciones de la primera vez...; siento a su pija endurecerse casi de inmediato..., la siento crecer..., me llena todo..., me conmueve en demasía...-

Siento a los músculos de mi ano contraerse como queriendo expulsarla de mí...- Me duele, me duele mas que la primera vez..., me muerdo el reverso de mi puño y con los ojos apretados, mas que cerrados, para aguantarme el dolor, espero...-

Espero que pase esa sensación refleja de expulsión..., de desalojo...-

Concientemente, no quiero desalojar a mi inquilino, pero inconcientemente, mi cuerpo dice que sí..., el estómago se me revoluciona..., los músculos de mi esfinter se contraen y se aflojan, una, dos, tres, cien veces...; algo mas quiere salir de mi interior...- Aprieto mis ojos con mas fuerza, me muerdo el puño con mas ganas, y espero..., al cabo de unos inteminables minutos que parecieron horas, esas sensaciones comienzan a ceder, hasta que cesan por completo...-

Entonces soy yo ahora, quien voluntariamente, comienzo a contraer y aflojar los músculos de mi esfinter, de mi ano..., soy yo, quien abrazo con mis piernas la cintura del hombre..., soy yo, quien comienzo a menear mis caderas en circulos..., soy yo, quien se está cojiendo sola, aprovechando que la pija del hombre esta en su interior, completamente tiesa y quieta...-

Entonces mi tío, me da lo poco que aún no estaba dentro mío..., me la pone toda..., su vientre comprime mis nalgas..., sus huevos rozan mi "canaleta"...- Yo..., deliro...-

Me duele, si, me duele mas de lo que la primera vez me habia dolido....; no me importa, la gozo, la gozo mucho...: tanto, que aferrándome con las manos de donde puedo, dentro de la camioneta, acabo..., acabo con una fuerte exclamación, mezcla de dolor y de placer...-

Tío sigue con su pija clavada en mi culo..., de la que tengo la sensación que se me escapará por la boca de tan hondo que la siento; y cuando cesé en los estertores de mi orgasmo, comienza a movérmela de atrás hacia adelante y de adelante hacia atrás..., me coje..., me coje por el culo, tal como antes lo habia hecho, tal como yo lo quería, tal como se lo pedí... y al sentirlo bombearme, me aferro con mas energía de sus caderas con mis piernas y levantando mi cola del asiento, le regalo otro orgasmo, coronado con un sinfín de "¡¡¡¡ah..ah..aahh...aaahhh.... ay...aayy...aaayyy....ayyyyyy...!!!!".-

Y así, elevada sobre mis hombros, con la cola en el aire y mis piernas abrazando la cintura de mi tío, casi impidiéndole todo movimiento..., lo siento derramarse dentro mío, y lo acompaño con un derrame mas intenso que los anteriores y unos tan fuertes gritos que hicieron que las garzas que ya se habían tranquilizado, volvieran a inquietarse...-

Enseguida, tío se separa de mí y se allega con su boca a mi sexo, y con su lengua comienza a robarme los jugos que afloran de él y los saborea y se deleita, como si estuviera degustando el mejor de los manjares....- Su miembro se enardece nuevamente y alzándose de mí, me lo pone en la vulva y me coje por la buena vía, hasta que con furia, con vehemencia, con frenesí..., acabamos ambos a un tiempo, quedando yo tendida sobre el asiento de la camioneta y él con su torso apoyado sobre el mío y con sus piernas paradas sobre el suelo..., permanecemos así por un largo rato; al cabo del cual, al recomponernos y mientras nos acomodabamos las ropas, me dice:

EL- "Sos fatal, una fiera cojiendo, logras enardecerme mas que tu tía; me gusta mas hacerlo contigo...- No me dejes nunca amor..., quereme y deseame siempre, porque yo a tí siempre te querré y te desearé".-

Tras lo cual, nos fundimos en un apasionado beso, como dos enamorados..., que lo eramos; ¡¡¡sí señooorrr...!!!.-

El poco trayecto que nos quedaba por recorrer, lo hicimos felices, besándonos, sonriéndonos, y diciéndonos, aunque sin decir palabra..., solo expresándolo con las miradas: ¡TE AMO!.-

LA PRIMER PESADA

Durante los días sucesivos, no ocurrió nada que merezca destacarse, solo fueron días rutinarios de trabajo en el campo, arreando terneros de una parcela a otra todos los días, con Romualdo y sus dos hijos varones ayudándome en la tarea..., mejor dicho, eran ellos los que arreaban y hacían, mientras yo acompañaba y estorbaba.-

"Mi ingeniero", en una visita que nos hizo, nos recomendó que no azuzáramos a las bestias a los gritos y silbidos, tal como es costumbre en nuestras pampas, sino que usáramos banderas y viveza criolla....-

Traduciéndolo...,nos enseñó que los gritos, silbidos, galopes y esas cosas, asustan a los bovinos y los estresan; lo mejor es conducirlos con movimientos lentos, caminando o a caballo pero moviéndose despacio, sin espantarlos.- Nos explicó que tras el animal hay una zona ciega; es un área que se ubica detrás del animal y que se extiende desde la prolongación de líneas imaginarias que pasan por el globo de sus dos ojos, los que por su ubicación en la testuz del animal, convergen hacia adelante en un punto que se encuentra mas o menos a unos 3, 4 ó 5 metros de su hocico y divergen hacia atrás, formando un ángulo de unos 25 a 40 grados, dependiendo de cada animal.- A esa zona trasera, el animal solo puede acceder visualmente, girando su cabeza en uno u otro sentido, por lo que si uno se acerca sigilosamente dentro de esa zona ciega para el animal, mientras éste permanece quieto, puede incluso llegar a tocarlo, antes que reaccione y se aleje de eso desconocido que se le acerca.-

Así, con tranquilidad y aprovechando esa característica, uno puede manejar mejor a los animales, e incluso, es conveniente conducirlos, ya sea portando una bandera o un poncho que se muestra, desde atrás introduciéndolo dentro del campo visual del animal y ocultándolo de este campo, cuando se logró el movimiento deseado o requerido.- Los animales que se manejan con estos métodos, al no estresarse, tienden a pastar mas, ya que no son asustados y no se sienten compelidos a alejarse bruscamente del que invade su "zona segura".- Pequeñas "cositas", que redundan en beneficio de la producción.-

Y así, llegamos a los primeros quince días de engorde, con lo cual, correspondía encerrar y embretar a los animales y pesarlos para cuantificar los resultados.-

Para hacerla corta, solo diré que en el conjunto, habían ganado 3.840 kilos, un promedio de 19,2 kilos por animal, o sea que engordaron a 1,28 kilos/día (unos mas y otros menos); en un abanico dispersivo, entre los 110 y los 125 kilos de peso por animal...- En otras palabras, habían producido en carne $ 9.984.- a razón de $665,60/día (en pesos argentinos, la moneda corriente en esa época); o sea unos u$s 370.-/día, casi u$s 5.550.- durante los 15 días.- (De continuar así, los pagos comprometidos estaban garantizados).-

Como era de rigor, a "mi ingeniero", le retribuí la gentileza de sus asesoramientos, tal como a él le gustaba..., con sexo; pero como en esos días yo había ovulado y estaba en mi etapa fértil, tuvo que contentarse solo con una sesión de sexo oral, a la que retribuyó a la recíproca, y al mismo tiempo, por lo que, corriendo el año 77, nos retrotrajimos al famoso 69, que a no negarlo, ¡fue espectacular...!.-

Uno de esos sábados, también, y como ya era costumbre, fui a visitar a don Carlos, quien para no variar, insistía con sus pretensiones de tomarme por la cola...- Si bien la idea me tentaba, porque esa nueva forma de copulación, luego de descubierta y prácticada con Padrino, era la que mas me entusiasmaba...; primaron en mí ánimo, los temores respecto al exagerado tamaño del pene de ese hombre, con el que seguramente, mas allá de cualquier tentación y satisfacción pasajera, me hubiera costado una seria y porque no también, irreversible lesión física.-

Así que don Carlos, tal como "mi ingeniero", tuvo que conformarse con una muy excesivamente trabajada y trabajosa fellattio..., por lo dificultoso, o mejor dicho, lo imposible que se me hízo, contener en mi boca la cabeza del "pene mas grande del mundo", al que tuve que contentar con engullimientos parciales, ya que me fue imposible capturarlo completo, tal como lo hacía con los penes de mis otros amantes.-

EMPEZANDO NUEVA VIDA

El lunes siguiente al fin de semana de "la primer pesada" de mis buenos terneritos, partimos nuevamente con tío a Buenos Aires; fue un momento de lacrimógena despedida por parte de mi madre, pues yo me iba, para iniciar el miércoles de esa misma semana, mis estudios de derecho en la UBA (Universidad de Buenos Aires), por lo que solo volvería al pueblo y a mi campo, en lo sucesivo, los fines de semana, siempre que no tuviera algún impedimento por mis estudios (entrega de trabajos prácticos, exámenes, etc., etc.).-

Iniciaba una nueva etapa en mi vida, sola, estudiando en una gran ciudad; una muchachita del interior, en muchos aspectos muy ingenua todavía y sin las suficientes experiencias de vida con las que, cada uno de nosostros, vamos forjando nuestros caracteres.-

Lo que restó de ese lunes de viaje, y hasta el miércoles por la mañana, cuando Padrino me dejó en las escalinatas del majestuoso edificio de la Facultad de Derecho, en Recoleta y retornó a nuestro pueblo; nos lo pasamos con él tendidos y desnudos en el dormitorio y en la cama de mi nuevo domicilio, "despidiendonos"...; y repitiendo todos y cada uno de los momentos que antaño disfrutamos.-

La hamaca vaginal, la ducha, la cabalgata, el 21, la cola, los dedos intrusos en mis cuevas, el 69 (nuevo para nuestra intimidad), "su nariz en mi pecera", mi saborear sus jugos, su degustar mis icores, nuestro compartir los sabores propios... y mil cosas mas, se repetían sin solución de continuidad en esas 40 horas de intimidad y disfrute sexual compartido entre ambos.-

Desde la escalinata lo ví alejarse, respondí agitando mi mano, al saludo de despedida que con la suya, desde la ventanilla de la camioneta, me hizo antes de doblar la esquina que lo ocultaría a mi vista..., enjugué una lagrima que corrió por mi mejilla..., dí media vuelta sobre mis talones..., alcé mi cabeza hirguiendo mi cuerpo en toda su estatura..., ascendí los pocos escalones que me llevaban a la puerta lateral de ingreso..., y me dispuse con estoicidad y valentía, pero con algo de curiosidad y mucho de temor, a enfrentar esta nueva etapa de mi vida.-