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Traición de amor

en Confesiones

CAPITULO 1

Enfundada dentro de un vestido enterizo de algodón, ajustado a mi cuerpo y de falda mini, calzada con botas de caña alta que me cubrían las piernas ma allé de las rodillas, con tacones altos, tocada con un pañuelo corto de seda, anudado al cuello y luciendo un sombrero texano caído sobre mi espalda sujetado por su cinta de ajuste en mi cuello, caminaba bajo la lluvia sin rumbo cierto, empapándome...-

 

Rato antes, había descubierto que mi pareja, entraba con su pick-up a un hotel alojamiento de la ruta 8, en Venado Tuerto..., iba acompañado de su secretaria, una pendeja ventiañera que parecía esculpida por Miguel Angel..., yo con mis escasos 28 años, me sentía vieja y fea, comparándome con ella..., tomaba conciencia, muy a mi pesar, que se cumplía una frase que Jorge alguna vez me dijera: "... y siendo yo un Gorrión (pajarito europeo, traído a Argentina durante el gobierno de don Domingo F. Sarmiento, para poblar la Ciudad de Buenos Aires), podría algún día dejarme embelesar por el canto de alguna Reina Mora (un pájaro silvestre de la Pampa Húmeda Argentina)..., evidentemente, no entraban allí para que Jorge le dictara alguna carta, sino para escribir con su lápiz peneano, alguna nota pasional en los papiros del sexo de la muchacha ardiente...; eran las reglas del juego que ambos habíamos aceptado..., pero igual sentí celos...- Estaba enamorada de ese hombre, de mi hombre y creía que él, estaba enamorado de mi..., ahora dudaba.-

 

Por eso caminaba bajo la lluvia, la que al mojarme y humedecer mis ropas, me las adhería al cuerpo que solo se cubría con ese sencillo vestido, el que al mojarse se pegaba mas a mi cuerpo, resaltando y trasluciendo mis formas, húerfanas de ropa interior.- Llegué al parador de YPF, sobre la ruta..., había dejado mi camioneta rural, a pocos metros de la entrada de ese albergue, donde mi hombre me estaba "traicionando", porque anonadada como lo estaba, solo atiné a caminar, sin atinar a conducirme en el vehículo...; al llegar al restaurante anexo a la estación de servicio, me refugié bajo el alero de la entrada y recién allí percibí la humedad que envolvía mi cuerpo, el agua que chorreaba de mis ropas y que en parte se escabullía por mis botas mojándome los pies..., permanecí en la puerta unos instantes, observándome..., sentí frío y entre al lugar buscando abrigo, en la calidez del ambiente poblado de gentes que hacían un alto en su camino..., casi todos eran hombres, camioneros que cenaban o coqueteaban con alguna de las muchachas que a la vera del camino, los esperan para calmar sus encendidas pasiones sexuales.-

 

Me acerqué a la barra del bar, en la que también estaban dos o tres parroquianos y alguna de "esas chicas", me acomodé en una banqueta de patas altas, recostada sobre el mostrador pero con mi cuerpo volteado hacia la amplitud del local y esperé que el barman me sirviera el café fuerte que le pedía..., recorría con la vista todo el lugar, deteniendo mi mirada en algunos de los hombres que desde sus mesas me observaban; mis pensamientos estaban enfrascados en la escena que rato antes había presenciado: Mi pareja, ingresando a un hotel alojamiento, con su secretaria colgada de su hombro dentro del vehículo, mordiéndole el rostro, el cuello, la oreja..., en resumen: Excitándolo...- No era conciente que yo con mi actitud, mi pose y mis ademanes, recorriendo con mi mano mi cuerpo y mi vestido mojados, excitaba a quienes me observaban...; en un momento, detengo mi vista sobre los ojos de un hombre que me miraba con insistencia y sostengo su mirada..., tuerzo mi cuerpo hacia el mostrador para tomar el pocillo de café que humeante me esperaba y en ese movimiento, mis piernas obligan a la falda de mi vestido a enrrollarse casi sobre mi vientre... cuando vuelvo a dirigir mi vista hacia el salón, buscando la mirada de aquel hombre, con el pocillo en mis manos, noto que sus ojos se dirigen hacia mis piernas..., sin dejar de mirarlo, sorbo un trago de café y él, que había alzado sus ojos buscando encontrarse con los míos, vuelve a depositar su vista sobre mis muslos..., esa mirada de hombre que trasunta deseo, me enardece y es la excitación que comienza a aflorar en mi, la que inconcientemente me lleva a separar mis muslos, despaciosamente, ofreciendo a la vista del hombre, el paisaje de mi sexo desnudo y depilado.- El hombre se asombra..., su rostro dibuja un gesto de incredulidad y de deseo..., su vista se cruza con la mía mientras que apenas insinuando un gesto de invitación con un leve movimiento de cabeza, su rostro dibuja una sonrisa que devuelvo con otra de denota complicidad..., termino mi café, pago la consumición..., me deslizo del banco hacia abajo, hasta que mis pies hacen contacto con el suelo..., mi vestido mojado, queda adherido al tapizado del banco y mis partes ocultas descubiertas a los ojos del hombre..., me acomodo las ropas y me dirijo hacia la puerta..., al trasponerla, siento que esta permance abierta, sostenida por alguna mano..., y al caminar dos o tres pasos..., esa misma mano, me toma de un brazo y me obliga a girar sobre mi misma..., ya de frente al dueño de esa mano, siento ahora que son dos las que me aferran por la cintura y me atraen hacia un cuerpo masculino, apretándome contra él... y mientras una boca de hombre busca mis labios, esas manos se deslizan hacia mis nalgas y aferrándolas con fuerza, me comprimen contra el cuerpo, obligándome a percibir la excitación de su sexo...- Luego que mi lengua buscara la del hombre y se enlazara con ella en un sortilegio de pasión y de deseo, el hombre se suelta de mi cuerpo y llevándome de la mano, me conduce hasta la puerta de un camión y tras abrirla, me ayuda a subir alzándome por las caderas, para luego ascender él tras de mí, volviéndome a besar, mientras que yo sentada, esperaba que él terminara de ingresar a la cabina..., al hacerlo, cierra tras de sí la puerta del camión..., corre las cortinas desplegándolas sobre las ventanillas y sobre el parabrisas..., me alza tomándome de la cintura y me deposita sobre la cucheta-dormitorio detrás de los asientos...-

CAPÍTULO 2

La cabina del camión (un SCANIA frontal de los mas grandes), dentro de su incomodidad, era lo suficientemente espaciosa, como para que dos personas pudieran moverse con relativa facilidad.-

 

El hombre, (se llamaba Daniel) luego de cerrar la puerta del lado derecho, por la que ascendimos al camión y descorrer las cortinas que nos daban intimidad, semi incorporado como estaba, dentro de la escasa altura de la cabina, apoyado con su mano izquierda sobre el respaldar de la butaca que yo ocupaba, pasa su mano por detrás de mi espalda y deslizándola hacia abajo hasta que encuentra mis nalgas, me levanta del asiento y me lleva hacia la cucheta inferior, haciendo que mi cuerpo, pase por el espacio libre entre las dos butacas; interín, su mano araña la pollera mini de mi vestido de algodón (que mojado y adherido a mi cuerpo, traslucía su desnudez copiando mis formas y dejando ver en el trasluz, los pezones erectos de mis senos), para terminar enrrollándola en mi cintura, dejando al descubierto mi traste y mi sexo..., antes de depositarme sentada sobre el borde de la cucheta inferior (la superior estaba convenientemente plegada hacia arriba y sostenida por algún tipo de enganche), toma una almohada y la coloca debajo de mi cola, para luego sí, depositarme sentada con ella sobre la almohada.-

 

Terminada esa acción, mientras seguía sostenido por su mano izquierda sobre el respaldar de la butaca que yo antes ocupaba, mira hacia mis muslos y comenta: "No me equivoqué, tenés la concha afeitada...", por lo que yo le contesto: "Si..., me la depilé, para que no te ahogues con algún pelito cuando me la chupes...-", separo un poquito mis rodillas, para dejarle entrever los labios de mi sexo..., me recuesto hacia atrás, hasta que mi cabeza y mis hombros, se apoyan contra la pared metálica posterior de la cabina... y le sonrio, mordiéndome luego mis propios labios, mientras lo miraba provocantivamente...-

 

Daniel abandona su posición, para arrodillarse frente a mí y mientras lo hace, mirándome a los ojos, con sus manos toma mis rodillas, cubiertas por el cuero de mis botas de caña alta... y sin dejar de mirarme, comienza a separarlas, hasta que mis piernas, tropiezan contra los laterales de las butacas..., baja su vista hacia mi sexo y lo contempla..., luego, mientras va inclinándose y acercándose con su boca hacia él, me mira a los ojos, como esperando que yo le diga algo...; yo solo cierro mis ojos y me muerdo mis labios, esperando el momento en que su lengua me contacte, mientras acomodo mi cuerpo sobre la almohada, llevándolo hacia adelante, para que mis "cuevas" queden mejor y mas expuestas... y así espero el contacto con su lengua...-

 

Sin dejar de mirarnos a los ojos, dos dedos de su mano separan los labios de mi vagina, mientras que ya el resto de su rostro está oculto entre mis muslos..., siento como la punta de un estilete cárneo, golpea contra mi clítoris y gimo, cerrando un poco mis piernas que aprisionan entre ellas, la cabeza del hombre..., cuando vuelvo a separarlas, su lengua en forma de paleta se apoya en el inicio superior de la "canaleta" de mi cola y recorre así todo el camino hasta llegar a mi clítoris..., yo vuelvo a gemir..., el hombre vuelve a iniciar el camino que antes recorriera... y mientras avanza, yo sigo gimiendo...; me esta lamiendo..., me dá placer...- Cada dos o tres lamidas, la punta de su lengua, en forma de estilete, quiere escabullirse a veces por el orificio de mi ano y a veces perforando los labios de mi concha..., cualquiera de esas intromisiones en mi cuerpo, me electriza..., tensa todos mis musculos y me obliga a cerrar mis piernas aprisionando entre ellas la cabeza del hombre..., para, cuando vuelvo a distenderme, seguir sintiendo como la lengua, sigue recorriendo el camino, arrancándome mas y mas gemidos..., lo gozo..., mucho..., demasiado..., esa lengua me esta acercando al climax.- Sigue el hombre lamiéndome el culo y la concha..., ya casi no puedo contenerme mas... y cuando siento su lengua, perforar nuevamente mi sexo, internándose en él..., me aferro con mis manos, a la estructura de caño de la cucheta superior plegada..., elevo mi cuerpo todo, sobre los tacones altos de mis botas que permanecían calzadas en mis piernas..., las cierro con mas fuerza, imposibilitándole al hombre retirarse... y acabo, acompañando mi orgasmo, con un gemido que aflorando desde lo mas profundo de mi ser, se convierte en un grito que demuestra mi infinito goce...-

 

Segundos después, está el hombre arrodillado entre mis piernas abiertas, pero con su cuerpo erguido, mirándome a los ojos..., acerca sus manos a los rollos de mi vestido, que permanecía ocultando el resto de mi cuerpo cintura arriba, lo toma y comienza a elevarlo, hasta que me lo quita dejándome ahora desnuda, solo calzada con mis botas y con mi pañuelito de seda ceñido a mi cuello..., contempla mis senos desnudos, que se muestran en su redondez exuberante y perfecta, con sus pezones exageradamente erectos, ansiosos por ser sorbidos por la boca del hombre... y el hombre se acerca a ellos..., los besa primero, haciendo que mis ojos se cierren y mi cabeza se eleve hacia atrás, hasta que se apoya sobre el fondo metálico de la cabina..., para luego hacerme nuevamente gemir, cuando la lengua los recorre y la boca los chupa o muerde los pezones...; mientras Daniel esta chupándome los senos, ayudada su boca por su mano izquierda, la mano derecha, aferrada a su pene, lo masturba... y el hombre sigue sorbiendo mis senos y mordiendo mis pezones, hasta que alcanza su climax, eyaculando sobre el piso del camión, lo que percibo porque en ese momento, lo siento morderme un pezón con mas fuerza, mientras que su mano, pellizca al otro, obligándome, a expresar en un grito, el dolor sentido, el que no obstante, no inhibe mi orgasmo, provocado por la escena y por mi propia mano jugueteando en mi clitoris excitado...-

 

Cuando el hombre vuelve a erguirse sobre sus rodillas, mirándome, yo incorporo mi cuerpo, con mi mano mojada por mis fluidos aún acariciando mi sexo, para permanecer sentada sobre la cucheta..., mientras, mi mano libre se apodera de su pene y se humedece con el semen del hombre..., sobre esa mano húmeda por el semen paso mi lengua y acerco mi mano mojada por mis jugos a la boca del hombre, para que él la lama... y al hacerlo le pido: "Cojeme".-

 

Me recuesto hacia atrás nuevamente..., con mis manos abro los labios de mi vagina y mientras lo hago, el hombre acercándose, se masturba para que su pija, alcance la dureza, promesa del placer que espero..., está ya su pene apoyado a las puertas de mi sexo, que permanece abiertos por mis manos..., cierro mis ojos y muerdo mis labios, esperando la intromisión que el grueso pene del hombre hará en mi sexo... y mientras él comienza con su embestida y yo me tensiono para soportarla, se sienten unos golpecitos en la puerta de la cabina, mientras una voz de hombre dice: "Daniel..., abrime".-

 

Abandonamos la acción, Daniel abre la puerta requerida y por ella asoma su compañero de viaje...-

CAPÍTULO 3

Daniel abrió la puerta y asomó por ella, la cabeza curiosa de su compañero de viaje.- Al verlo arrodillado, con los pantalones caídos, tras una pierma de mujer enfundada en una bota de tacones altos que la cubría por completo, le dice: "Ahhh..., estas cogiendo..., no sabía..., pero dejame subir que me estoy mojando...".- La lluvia arreciaba ahora, con un poco mas de intensidad que instantes antes y el hombre en verdad estaba mojándose excesivamente, por lo que luego de cruzar Daniel su mirada conmigo, como pidiendo mi asentimiento, el que lo expreso con un encogimiento de hombros como diciéndole : "No hay mas remedio que dejarlo subir", Daniel abre completamente la puerta, permitiéndole el acceso al camión.-

 

Una vez en él, sentado en la butaca que antes ocupara yo, dice: "Sigan nomás, no se preocupen por mí.-"

 

La pija de Daniel, volvió a mostrar su excitación, tras él mirarme a los ojos, buscando mi reacción ante la situación por la que atravesábamos y como yo estaba lo suficientemente caliente como para ya no reparar en pruritos estúpidos le digo: "Dale..., ponémela..."; entonces Daniel, vuelve a apoyarla entre los labios de mi vagina, presiona un poco y brota de mi garganta una exclamación de placer y de dolor, porque su pene era demasiado grueso y me hizo sentir el momento...; Daniel siguió presionando, comenzando a vencer la endeble resistencia que le ofrecían los labios de mi vagina..., el dolor aumentaba y junto con él, mi excitación... y mi morbo..., porque estaba siendo penetrada por un hombre al que no conocía, mientras que otro desconocido observaba la escena... y se calentaba...- Cuando sentí el pene de Daniel completamente alojado en mi concha, mi morbosidad aumentó... y mientras levantaba mi traste de la cucheta, asida a la estructura de caño de la cucheta superior, le demostré a su compañero que lo gozaba, mirándolo a los ojos..., mordiéndome los labios..., entrecerrando mis ojos... y meneando mis caderas, para hacer que la pija de Daniel, recorriera todo el cotorno interior de mi sexo...- Pocos segundos mas tarde, alcanzaba mi orgasmo, el que expresé, con una sonora exclamación.-

 

Cuando vuelvo a depositarme sobre la cucheta, con el pene de Daniel aún introducido en mi sexo y esperando que me llenara con su eyaculación, miró a su compañero, quien ya estaba el borde del delirio y lo incito entrecerrando mis ojos y mordiéndome mis labios, por los que dejo asomar luego la punta de mi lengua, que recorre mis labios en una clara señal de insinuación sexual...-

 

El hombre entiende el mensaje y dispuesto a participar, se acerca a nosotros..., se acomoda como puede entre ambos y la butaca que antes ocupaba, pero como el espacio era demasiado estrecho, termina acomodándose arrodillado en la cucheta, a mi lado..., al bajarse los pantalones y su ropa interior, su pene muestra ya su formidable erección y su importante tamaño y yo, excitada por esa vista y por sentir la eyaculación de Daniel en el mismo momento, mientras le digo: " Seguí...,no me la saques..., seguí cojiéndome...-", tomo el pene de su compañero con una de mis manos y semiincorporando mi cuerpo soteniéndolo con el otro brazo, me lo llevo a la boca...-

 

Los dos hombres estaban demasiado excitados..., yo también..., me gustaba sentir el miembro de uno entrar y salir de mi concha y me gustaba tener mi boca llena de pija... y acabé; pero no dejé que los hombres abandonaran su acción, los incitaba a mas...-

 

Entonces Daniel, me toma por las caderas y eleva mi cuerpo que permanece sostenido sobre los tacones de mis botas y contenido por sus manos, mientras me bombea con urgencia y furia pasional y su compañero, aferrándome por el cabello, empieza a menearse, con su pija contenida en mi boca, impidiéndome moverme..., me está cojiendo la boca, como si ésta fuera otro sexo mío; siento la gruesa pija de Daniel friccionar mi sexo e inflamármelo en exceso y siento la larga pija de su compañero entrar y salir de mi boca, inflamándome los carrillos y por momentos ahogarme, al hacerla él, llegarse hasta mi garganta.-

 

Al rato acabo nuevamente, excitada por la escena que aunque no veía, imaginaba, para enseguida sentir el cálido semen de uno, ahogarme al llenarme la boca y llegar a mi garganta y enseguida, sentir mi concha, invadida nuevamente por el semen de Daniel...-

 

Nos desprendimos..., Daniel se acomodó en la butaca del conductor y su compañero, ocupó su lugar entre mis piernas, para comenzar a jugar con su lengua en mi sexo sucio por el semen de su amigo y por mis jugos...; cuando al rato quiso fornicarme le pido; "Ésperá un ratito, dejame reponerme...-" Él obedeció y mientras me acariciaba el cuerpo esperando mi reanimación, yo me fui dejando vencer por la extenuación del momento vivido y dormité un rato...-

CAPÍTULO 4

Estaba dormida..., siento que alguien me zamarrea mientras me dice: "Dale, Negra..., despertate, quiero coger...".-

 

Me despierto, pero permanezco algo amodorrada, mientras que con mi vista recorro y reconozco el lugar donde estaba..., miro al hombre que me había despertado y reconozco al compañero de viaje de Daniel...; Daniel no estaba y le pregunto: "¿Y Daniel?".-

 

El compañero: "Nos dejó solos, se fue al bar".-

 

YO: "¿Como te llamás?".-

 

EL: "Ledesma..., soy paraguayo...".-

 

YO: "¿Paraguayo?..., ¿Daniel también?".-

 

EL: "No, él es de Misiones".- Y enseguida me dice: "No me des mas charla..., dame concha...".-

 

Y tomándome por las rodillas, separa mis piernas y se dispone a penetrarme...-

 

YO: "Esperá, alcanzame la cartera".- (estaba dentro de mi sombrero texano, en el extremo de la cucheta sobre la que yo estaba sentada).-

 

Cuando me la alcanza, busco en ella un envoltorio y lo tomo con una de mis manos, mientras que deposito nuevamente la cartera en el lugar donde estaba antes, rompo el envoltorio y le ofrezco el contenido diciendole: "Tomá, ponételo".-

 

LEDESMA: "No..., ponémelo vos".-

 

Cuando me dispongo a hacerlo con mis manos, me dice: "Así no..., con la boca...".-

 

YO: "Hum..., no sé hacerlo...".-

 

LEDESMA: "Aprendé...".-

 

Entonces, con algo de dudas, me lo llevo a la boca y tomándolo con mis dientes por el globito de la punta, acerco mi boca al pene del hombre y lo deposito sobre su capullo, para luego en esa posición mirarlo como pidiéndole que me diera instrucciones..., entonces Ledesma me dice: "Ahora ánda bajándolo con tus dientes, hasta que quede extendido en mi pija".-

 

Lo hago según me lo había indicado y cuando ya tenía buena parte del profiláctico extendido sobre el falo, siento que Ledesma eyacula, esta vez, no percibí el sabor de su semen, ni me ahogué con él, porque éste quedó contenido dentro del profiláctico, pero Ledesma, luego de lanzar una exclamación de placer me dice: "¡Que buena sos!...- ¡Linda hembra!...- ¡Ahora abríte de gambas que voy a cojerte!".-

 

Mientras me recuesto hacia atrás, buscando apoyarme contra el fondo metálico de la cabina, abro mis piernas para que Ledesma se acomode entre ellas...; cuando está en posición, me arrastra hacia él, dejándome apoyada con mi cintura sobre la almohada, en el borde de la cucheta; estaba ahora, con mi cuerpo extendido transversalmente sobre la cucheta y con mi traste suspendido en el aire, apenas sostenido por mis piernas, que dentro de mis botas de tacones altos, se apoyaban sobre el piso del camión; esa parte de mi cuerpo estaba mas alta que mi torax, por lo que no alcanzaba a ver lo que Ledesma hacia..., pero no obstante, podía sentir... y sentí la pija del hombre, enfundada en el profiláctico que le obligaba a usar, apoyarse bruscamente a las puertas de mi sexo y bruscamente tambien..., perforarlo y en un solo intento, alojarse profundamente en mi vagina, hasta golpear contra las puertas de mi útero..., lancé una exclamación, ... me dolió un poco semejante intromisión, pero me gustó y me derramé...; entonces Ledesma me dice: "¡Que fácil es hacerte acabar...!, ¡me gustan las hembras calentonas como vos!, no vas a olvidarte nunca de esta cojida...".-

 

Y enseguida empezó a menearse con energía, entrando y saliendo de mi sexo,.... todo mi cuerpo se bamboleaba..., mis senos, achatados sobre mi pecho, se balanceaban al ritmo del balanceo del cuerpo de Ledesma, cojiéndome..., a poco vuelvo a derramarme y vuelvo a exclamar mi goce con un grito..., Ledesma sigue fornicándome con mas ímpetus..., me dolía..., me dolía cada vez que su pija golpeaba contra la entrada de mi útero por eso le grito: "¡¡¡Pará!!!, ¡¡¡me duele!!!, ¡¡¡me estas matandooo...!!!, ¡¡¡Paráaaa...!!!.-

 

LEDESMA: "¡¡¡Nooo...!!!, no paro..., ¡¡¡gozala...!!!".-

 

YO: "No, me duele..., ¡pará!..., ¡¡¡pará por favoooorrrr...!!!.-

 

LEDESMA: "No puta, no paro... ¡hasta que no te rompa la concha te voy a seguir cojiendo!" y seguía bombeándome cada vez con mas impetu...-

 

Intenté desprenderme de él, dejando que mis piernas se flexionaran para acercar mi traste al suelo y así soltarme escapando de esa tortura a la era sometida..., Ledesma lo percibió y tomándome por las nalgas, alza mi cuerpo y lo sostiene con sus brazos, mientras sigue con su ritmo infernal, por lo que yo envuelvo su cintura con mis piernas, tratando de contenerlo e inhibir sus movimientos..., pero era imposible detenerlo, por lo que me incorporo como puedo y aferrándolo por la espalda con mis manos, en mi desesperación clavo en ella mis uñas..., como respuesta, recibo un cachetazo en mi cara que me obliga a soltarlo, para cubrirme el rostro con mis manos y apaciguar el dolor sentido..., lloro, pero el hombre no cesa de fornicarme con esa furia salvaje que lo había embargado..., extiendo mis brazos a lo largo de la cucheta y me aferro a las sábanas que la cubrían..., aprieto mis piernas que rodeaban el cuerpo del hombre, en un vano intento por detener sus salvajes movimientos de vaivén... y vuelvo a recibir un segundo cachetazo en mi rostro mientras escucho que me ordena: "¡Relajate!, ya acabo..., ¿no te gusta como te cojo?".-

 

Con mi cara entre mis manos, llorando..., obedezco..., lo dejo hacer..., me relajo distendiendo los músculos tensionados de mi cuerpo todo y siento que el hombre disminuye su ritmo frenético, para enseguida sentir su pene entrar profundo..., permanecer quieto por unos instantes..., retirarse hacia atrás..., volver a entrar profundo hasta golpear contra mi útero..., estarse otra vez quieto..., retirarse un poco..., volver a introducirse...-

 

Empiezo a disfrutar de esa forma de penetración..., la gozo... y apoyada sobre mis pies y mis piernas, lo secundo moviendo mis caderas en círculos..., estoy ahora llegando a mi orgasmo... y cuando éste aflora..., me arranca un grito ahogado desde el fondo de mi garganta..., el que se repite cuando percibo que el hombre, con su pene enfundado en el profiláctico se derrama de una manera inconmesurable.-

 

Intenta retirase y se lo impido, envolviéndolo con mis piernas, mientras le digo: "esperá..., dejamela puesta... la estoy gozando ahora... no me la saques".-; mientras, contraigo y aflojo los músculos de mi vagina, una..., dos..., varias veces y el hombre me secunda moviendo sus caderas, para que su pija dibuje circulos dentro de mi concha..., lo gozo..., lo gozo mucho y aferrándome a las sábanas otra vez..., vuelvo a acabar, mientras siento que Ledesma otra vez se derrama dentro del profiláctico.-

 

Permanecemos por un rato unidos por nuestros sexos, se dibuja en su rostro una expresión de ternura..., me dá un beso y me dice: "Disculpame..., me calentaste mucho..., sos muy buena...".-

 

YO: "Si..., pero me dolieron los cachetazos..., sos muy bruto...".-

 

LEDESMA: "Esta bien..., disculpame..., me recalentaste, pero te vinieron bien..., acabaste como una perra después... ¿o me vas a negar que no gozaste?".-

 

YO: " Si, después..., porque al principio me dolió mucho..., creía que me ibas a matar a pijazos..., sos un animal..., un salvaje, pero después me hiciste gozarla bien..., la sentí mucho..., tenés una buena pija, tu mujer debe enloquecerse cuando la cojes...".-

 

LEDESMA: "Soy soltero y no tengo hembra..., por eso me enloquezco cuando alguien se me entrega... y si es una mina como vos, mucho mas...;en un momento quería reventarte..., como me enardeciste..., es increíble.- Me gustás..., venite conmigo..., quiero cojerte siempre..., sos muy buena, una flor de hembra..., venite conmigo".-

 

YO: "No, estas loco...; ¿para que me sopapees a gusto y piacere?... no, no quiero".-

 

LEDESMA: "Pero te gustaron los sopapos, ¿o no?, ¿no la sentiste mas después?".-

 

YO: "Al principio me dolía mucho, pero después de tus cachetazos me relajé y la empecé a sentir mas..., me gustó, quiero volver a hacerlo".-

 

LEDESMA: "¡Ahora?".-

 

YO: "No, otro día..., en otro lugar mas cómodo".- Busqué en mi cartera una tarjeta y se la dí pidiéndole: "Llamame...".-

 

El la guardo, nos vestimos..., pero antes que se acomodara la ropa me acerque a su pene, le dí un beso primero, lo envolví con mis labios después, tratando de contener de él lo mas posible y comencé a subir por su tronco, rayándolo con mis dientes hasta que llegué a su capullo y hurgueteé con mi lengua sobre él, antes de desprenderme por completo de esa pija magnífica.-

 

Mientras me vestía, volvió Daniel, por lo que les pedí: "Llevenmé hasta mi camioneta..., la dejé a la entrada del hotel que esta en la ruta".- Y hacia allí partimos...-

 

Cuando llegamos, antes de apearme, los despedí con un beso...; cuando el camión arrancó, alejándose del lugar, observo que delante de mi camioneta estacionada sobre la banquina opuesta, estaba la pick-up de Jorge, con él y su secretaria esperándome dentro de ella.- Me acerque a ellos y subí al vehículo, una vez dentro, Jorge me preguntó: "¿donde estabas".-

 

YO: "Los ví entrar ahí", dije señalando la puerta del albergue, "sentí celos..., me fuí a un bar de la ruta".-

 

JORGE: "Tonta..."-

 

NORMA: "Perdonanos Ana... es que..."

 

No la dejé terminar: "Esta todo bien, no te aflijas...- Lo tenemos muy hablado con Jorge ya..., acepté sus reglas y las respeto..., no te preocupes, no haré ningún escándalo.- Espero que lo hayan pasado tan bien como yo...".- No podía dejar pasar la oportunidad de meterle a Jorge una perversa púa, para causarle celos.- Efecto logrado..., Jorge me dice: "Vení..., comprobalo vos misma...".- Y arrancando bruscamente su pick-up, da marcha atrás, para luego de pasar la puerta del albergue, encarar hacia adelante enfilando hacia ella...-

CAPÍTULO 5

Ingresó por la arcada, luego que el portón se abriera automáticamente y se detuvo bruscamente ante la caseta donde estaba el empleado de recepción quien en son de broma dice: " Eh, hombre, que apurado está..., vaya mas tranquilo que si no, le va a sobrar el tiempo...".-

 

Le extiende una llave, luego de aceptar a cambio el dinero del pago y le indica con una seña de su mano, cual era la cochera que debía ocupar para acceder a la habitación que ocuparíamos.-

 

Norma (su secretaria) y yo, no decíamos nada y en un momento, cruzamos nuestras miradas, como tratando de descubrir cada una la reacción de la otra.- Luego de estacionarnos en el lugar, Jorge y yo nos apeamos, saliendo por ambas puertas, Norma aparentemnete cohibida por el momento que estaba viviendo, se demoraba; entonces Jorge le dice: "Bajá, no tengas miedo que no pasa nada.- Esta todo bien con Ana.-"

 

Yo le sonrio, para estimularla..., entonces Norma se decide y baja de la pick.-up por la puerta que yo usara antes y se para a mi lado, como buscando protección, por lo que le digo: "Quedate tranquila..., sigamosle el juego, para ver a donde quiere llegar...".-

 

Luego de cerrar el vehículo, los tres nos dirigimos hacia la puerta de la habitación..., mientras Jorge la abre, Norma se cuelga de mi brazo..., estaba realmente asustada; yo le acaricio el rostro, mientras le digo: "Tranquila, a lo sumo harás lo que ya hiciste, solo que ahora tendrán público...".-

 

Y entramos, seguidas por Jorge.-

 

Una vez dentro, Jorge cierra la puerta y nos dice:

 

"Bueno, ya estamos acá..., ¿querias saber si lo habíamos pasado bien?..., bueno, ahora te vas enterar: Norma es muy buena, una verdadera tigresa en la cama..., ¿no es así Normita?..., contale como disfrutamos...-"

 

Norma no decía nada, en su rostro se denotaba una expresión no ya de susto, sino de terror, entonces le digo a Jorge: "Sos un verdadero guarro, estás asustando a la chica por tus celos estúpidos..., ¿o creías que vos ibas a tener vía libre y yo me iba a quedar en casa lavando los platos?.- Bancátela, tal como yo me banco tu "escapada".-"

 

Tras lo cual, me dirigí al baño, me quité el vestido, las botas y el pañuelo que tenía anudado al cuello y me metí en la ducha a disfrutar del agua caliente que recorria mi cuerpo..., al salir de ella, me dirijo a la habitación envuelta en el toallón que usaba para secarme y observé que Jorge permanecía de pie, mientras que Norma, sentada al borde de la cama; seguía cohibida... y con mas ganas de escapar del lugar que de brindarme el espectáculo, que Jorge había prometido que entre ambos me darían en exclusiva.-

 

Cuando me vió volver a la habitación, se puso de pie alarmada..., sus manos recorrieron nerviosamente el contorno de su silueta y sus actitudes demostraban que en verdad no sabía como proceder, la situación la superaba... y se notaba que estaba pronta a estallar en llanto, entonces, tomé mi cartera, busqué las llaves de mi camioneta, se las alcancé y le dije: "Esta afuera, llevátela y disculpá este mal momento...", mientras le extendía la mano en las que tenía las llaves.-

 

No se hizo repetir el mandado..., las tomó apresurada, se hizo de su bolso, me dió un beso mientras me decía: "Disculpame Ana..., nunca mas...-"

 

YO: "No seas tonta, no hay ningun problema...-"

 

Se retiró del ambiente y tras cerrar la puerta Jorge me encaró: "¿Así que lo pasaste bien?, ¿y no te alcanzaba con uno?, ¿estuviste con los dos?.-" Demostraba estar realmente celoso..., me sonreí, me acerqué a él..., dejé caer el toallón mientras lo tomaba por la nuca y me acercaba a sus labios..., y diciéndole "Tonto...", comencé a besarlo.-

 

Mis besos lo excitaron y sin dejar de besarnos, comenzó a desnudarse, se quitó primero la campera, luego la camisa, besabrochó su pantalón, que se deslizó hasta el suelo y con sus manos, guió las mías para que lo liberara de su slip...-

 

Estando ambos desnudos, comenzó a caminar empujándome hacia el borde de la cama..., al tropezarme con ella, me dejé caer y lo arrastré conmigo, por lo que quedé aprisionada bajo su cuerpo..., luego, mientras yo abría mis piernas, él se acomodaba entre ellas y con su mano, guió a su pene, para ubicarlo entre los labios de mi vagina y presionando con suvidad pero con firmeza, fue introduciéndolo en mi sexo..., al sentirlo, gemí..., contoneé un poco mis caderas, tratando de "acomodarlo" mejor dentro mío y cuando lo logré, comencé a "morderlo" con los músculos vaginales, mientras le pedía: "Cojeme fuerte..., cojeme mucho..., rápido, movémela fuerte...-"

 

Jorge obedeció y empezó a fornicarme con urgencia..., yo comencé a tensionarme disfrutándolo..., cerré mis ojos... y asaltaron mi mente, los recuerdos del momento vivido con Ledesma..., acabé, pero le pedí a Jorge que continuara..., que siguiera bombeándome con urgencia, exigiéndole mas..., mas..., mas..., hasta que logré que llegara al ritmo que pretendía, pero en mi mente, seguían dibujándose los momentos vividos en el camión..., entonces le pedí: "Pegame..., pegame..., dame un cachetazo..., haceme acabar..., ¡pegame!.-"

 

Jorge no entendía..., volví a pedirle: "¡¡¡Pegameee...!!!" y él sostenido sobre un solo brazo, con su mano libre me dió una suave cachetada, que resultó mas una caricia que un verdadero sopapo..., "¡¡¡Nooo...!!!, ¡así nooo...!, ¡mas fuerte!, ¡pegame fuerte!..." él no lo hacía, entonces yo, con mis ojos cerrados y con la imagen de Ledesma en mi mente, dando vuelta mi cara con sus cachetazos..., acabé...; y luego de ese primer orgasmo, meneándome con urgencia debajo del cuerpo de Jorge, apretando mis ojos y exclamando un: "AAaahhhh....", sentí su eyaculación, lo que me llevó a un segundo derrame, pero volteando mi cara hacia uno y otro lado, como si recibiera en ella los cachetazos que le pedía y no me daba, pero que en mi mente se recreaban y me hacían creer que mi hombre en ese momento era Ledesma...-

 

(Disculpame mi amor..., en esta cama, te he traicionado).-