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LA RUPTURA(relato 35)

en Confesiones

SEGUNDO ACTO

Decía que estaba el hombre tendido de espaldas sobre la cama, y que sus dos mujeres lo asediaban.-

Decía también, que su mástil estaba erguido y rígido, esperando la bandera que iba a izarse en él... y como era de esperarse, la primera en elevarse sobre el mástil fue Carlota..., su abstinencia de meses vacíos de hombre, desde la muerte de su viejo amante (o amante viejo), la compelían con la urgencia de los mas necesitados, a procurarse la satisfacción peneana que, quien hasta ese día era mi amante, le ofrecía (nos ofrecía, porque yo también estaba en la cotienda) y que sin dudarlo, a partir de ese día le ofrecería a ella, cuando, como y donde lo quisiera o necesitara, porque así lo hacía conmigo...; nunca se negaba, nunca se escondía, siempre estaba dispuesto y hoy lo demostraba..., porque estaba dispuesto a darnos a las dos, lo que le pidiéramos, no necesitaba decirlo, no necesitábamos nosotras preguntarle; su actitud era evidente, su ansiedad y su lujuria... también.-

Y así fue que tendida yo sobre la cama, al lado de mi amante, observaba como Carlota se arrodillaba sobre el vientre de él, observaba también, como iba buscando con su cola (que era su bandera), el mástil sobre el que enarbolaría su pasión por meses contenida, observaba como al encontrarlo, se erguía sobre los muslos de sus piernas y extendiendo su cuerpo hacia el cielo, guiaba con sus propias manos al pene que disfrutaría.-

Observé, luego que lo ubicara en la posición correcta, como su cuerpo se dejaba caer lentamente sobre el mástil y como el mástil iba desapareciendo dentro de la bandera que era el sexo de Carlota; y observé como las facciones de Carlota se transfiguraban, desde la ansiedad a la satisfacción que seguramente le proporcionaba, sentir el pene de mi amante dentro suyo...; observé también, cómo Carlota movía sus caderas, dibujando círculos imaginarios, con el pene de mi tío dentro de su sexo; observé luego de algunos minutos, como Carlota erguía su cuerpo en toda su extensión, cómo se tomaba la cabeza con las manos..., cómo dejaba de hacer círculos y comenzaba a hamacarse en sube y baja... y escuché sus suspiros primero, sus gemidos mas tarde y sus ayes de satisfacción después, cuando se me hizo evidente que había llegado a su orgasmo tan necesitado...; pero no cejó en su conquista, a los pocos segundos de haber exhalado ese intenso suspiro, con el que anunció que su orgasmo se había concretado, siguió subiendo y bajando sobre el pene de mi tío.- Buscaba ahora saciar el hambre de hembra de mi tío, por eso continuaba con sus juegos, por eso y porque además ella aún tenía hambre de hombre nuevo.-

Yo, que ya no pude contenerme mas, me arrodille sobre la cama, dejando entre mis piernas la cara del hombre que era mi amante y lo incité para que con su boca y con su lengua, hurgara en mi sexo y en mi ano y me proveyera a mi del orgasmo tan deseado, a partir del momento que mis observaciones me exultaron de pasión.- Pasión a la que ya no quise contener y decidí dejarla aflorar participando en el juego...; por eso, mientras la lengua del hombre me exploraba, la mía buscaba la boca de Carlota y al hallarla, la invadía, para encontrar su lengua y acosarla.-

Y así los tres, dejamos que nuestros jugos se derramaran, mis icores sobre el rostro de mi tío, su semen dentro del sexo de Carlota y los jugos de Carlota, de nuevo escapando hacia el vientre de su nuevo amante, que también ese día, lo era mío.-

 

Terminado ese acto, se desprende Carlota del mástil que le diera el placer tan necesitado y se acuesta boca abajo a lo largo de la cama...; la visión de su cola erguida y sobresaliente sobre la línea de sus espaldas, seguramente le resultó a mi tío subyugante, porque mientras yo me retiraba al baño para lavarme, él se incorpora al borde la cama y tomando a Carlota por sus caderas, la obliga a dejarle deslizar su cuerpo hasta el borde donde él estaba; y allí le alza las caderas sobre sus rodillas, dejando su cola en banderola y su cuerpo apoyado sobre las sábanas... y con Carlota así entregada y aceptante, se dispone a tomarla por la cola, apoyando su pene a las puertas de su ano...- Y es en ese momento que volviendo sobre mis pasos, intervengo...; acercándome a mi tío, le tomo los testículos..., él me mira hacer y presiona sobre el ano de mi amiga y mientras yo le aprieto el escroto, el pene de mi amante, se aloja en el culo de mi amiga, quien al sentirlo, emite un grito de dolor (¿?) ¿o de placer?..., se incorpora sobre sus codos, arqueando su cuerpo todo hacia atrás... y besuqueando el aire me compele a besarla... y mientras lo hago, recuesta su cuerpo sobre la cama y mi tío el suyo sobre el de ella y se quedan quietos, esperando a que Carlota se acostumbre a sentir al nuevo intruso..., mientras tanto, ella y yo nos besamos y enseguida, Carlota comienza a mover sus caderas, incitando al hombre a terminar su obra..., y mi tío acepta y comienza a moverse entrando y saliendo con su pija del culo de Carlota, la que a cada movimiento, emite un "AAYYY..." y luego un "AAAHHH..." y así mi tío esta cogiendo a mi amiga por su culo, y así mi amiga, dejándose coger, esta gozando la pija de mi tío, horadándole el culo.- Para cuando mi tío acabó, ya Carlota había anunciado con sus exclamaciones, tres orgasmos..., y yo, excitada por lo que observaba, me fuí en uno intenso pero solitario.-

 

Al rato Carlota me dice:

ELLA:- "Ana, te quiero...- Sos mi mejor amiga, ¿como sabias que necesitaba esto?; gracias, lo gocé..., lo gocé mucho y quiero seguir gozándolo siempre; Tío (dirigiéndose a él) quiero que seas mi amante, quiero que me sigas dando el placer que me diste,... me gustas, me gusta tu sexo y quiero seguir gozándolo, no me lo niegues, solo eso te pido, solo quiero que me des placer, que me hagas feliz, que me cojas así como lo hiciste hoy.- Por favor, no me lo niegues...-"

TIO.- "Vos sabes Carlota que yo soy casado..., no puedo ofrecerte nada mas que cama, porque nunca dejaré a la tía de Ana.- Si no vas a enamorarte, si no vas demostrarle a nadie lo que hacemos, podremos volver a repetirlo, pero no podemos y no quiero tener compromisos con nadie, fuera de mi esposa...-"

CARLOTA.- "No te preocupes, nadie sabrá nunca de lo que haremos y nunca te pediré nada mas que lo que puedas o quieras darme.- Te lo juro por mi padre.-"

TIO:- "No es necesario que jures nada.- Te creo y acepto el juego.-"

 

Carlota, satisfecha, fue a darse una ducha, mi tío mientras, estando ambos sobre la cama, me abrazó y me besó...- Yo respondí a sus besos, pero enseguida me desprendí de él y me fui hacia el "potro" (así llamaba mi tío a ese caballete de las curvas raras), y recostada sobre él, extendí mis manos y lo llamé:

YO:- "Vení, estoy caliente, dámelo a mí ahora, quiero despedirme de él, quiero sentirlo en mí, aunque sea esta última vez...- Vení, cogeme...-"

Y mi tío vino, y mientras se acercaba, yo me di vueltas sobre mi misma, poniéndome boca abajo y me deslicé hacia el borde del "potro", hasta que mis rodillas se apoyaron sobre los estribos laterales y lo esperé con mis manos abriendo mis nalgas, en callada demostración de lo que quería y necesitaba...-

TERCER ACTO

Y mi tío vino...- Se colocó detrás de mí, de pie frente al potro y se dispuso a someterme...-

Yo lo esperaba ansiosa, con mis manos tomaba y abría lo mas que podía los cachetes de mi traste..., esperaba el momento en que él, apoyara su pene a las puertas de mi ano.-

Pero la espera fue en vano, porque tío, colocó su miembro entre los labios de mi vagina... y empujó, con fuerza, casi con rabia...-

Tanto, que lo sentí golpear contra mi útero, provocándome sincero dolor, el que demostré con un apagado grito que salió de mi garganta.- Y me obligó a decirle:

YO- "AAAyyy....¡¡¡NOOO!!!....ahí no, en la cola..., lo quiero en la cola...-"

ËL- "Hoy el que manda soy yo..., te lo pongo donde yo quiero... y quiero que me sientas ahí, en la vagina..., que lo sientas todo..., ya que decís que nunca mas te entregarás a mi, hoy te hago lo que yo quiera hacerte.- ¡¡¡HOY MANDO YO....!!!, gozalo así y haceme gozar como vos sabes hacerlo.- Portate bien, que después talvés tengas tu premio.-"

 

Y comenzó a bombearme con fuerza, con saña..., su pija no cabía entera dentro mío..., su cabeza golpeaba contra las puertas de mi útero y me dolía..., mientras, parte de su tronco quedaba fuera de mí... y a ese trozo que no entraba, lo tomé con mi mano y lo apreté; él, no dejaba de bombearme... y yo al asirlo y apretarlo con la mano, retrasaba su eyaculación y a cada penetración..., a cada golpe contra mi útero, yo respondía con un quejido por el dolor que me provocaba, pero mi tío no dejaba de cojerme con la furia que demostraba en su fornicamiento salvaje...-

Poco a poco, fuí acostumbrándome a sentir ese dolor que me provocaba el golpe de su pija contra mi útero..., y poco a poco, comencé a secundarlo en la empresa...-

ËL: -"Eso... así te quiero, entregada y complaciente..., sentime, sentime bien, sufrí un poco por mí culpa...; así recordarás siempre esta última cojida...-"

 

Mientras tanto, Carlota que ya había regresado de la ducha, se colocó frente a mí sentada sobre el caballete (el potro) y alzándome la cabeza con sus manos, se ubica de forma tal, que su sexo, quedó presionándome la nariz y la boca...- Me sentí obligada a posesionarme de él...; abrí mi boca y mordí los labios de su sexo y su Monte de Venus, mientras hurgaba con mi lengua en el interior de su vagina y en su clítoris, que se erguía y endurecía a mas no poder al sentir mi lengua...- Ella presiona entonces con sus muslos mi cabeza y los coloca sobre mis hombros, impidiéndome cualquier otro movimiento, que no sea el que hacía con mi lengua en su sexo...; mi nariz estaba aprisionada sobre su Monte de Venus y mi respiración comenzó a dificultarse; no obstante, noté que toda esa zona, la tenía depilada..., y comencé a sentir que me faltaba la respiración..., me era dificil aspirar el aire necesario..., comencé a sentir que exhalaba adrenalina y empecé a gozar la pija de mi tío, que no dejaba de fornicarme con fuerza y con urgencia..., y empecé a gozar el sufrimiento, aunque sentía que los labios de mi vagina y mi concha toda se inflamaban... y así, sentí a mi tío que se descargaba dentro mío... y lo sentí enseguida retirarse, entonces como pude, a media lengua y casi asfixiada por las piernas de Carlota que me impedían todo movimiento, dije:

YO- "¡¡¡NOOOooo....!!!, ¡¡¡seguí...!!!, seguí coji..en..dome.... ¡¡¡po..nÉme..la!!!.... poné..me..la de nue..vo...por fa..vor...ponéme..la.-"

EL- "Si, te la pongo...pero en el culo...¿no me la pedías ahí?, pues ahí te la doy ahora.-"

Y sin ningun miramiento, me la ubicó en las puertas del ano y empujó con rabia...-

Me dolió, si, me dolió...; pero la sentí entrar completa..., toda...; allí, a diferencia de mi vagina, podía albergarla íntegramente...-

Toda su pija estaba contenida en mi esfinter y el dolor que me provocó su capullo al vencer la resistencia que le ofrecía el aro de mi ano, trocó en placer extremo, cuando comencé a sentirla ir y venir, recorriendo el ducto de mi esfinter.-

Seguía con mi nariz aplastada contra el vientre de Carlota, seguía con mi lengua dentro de su vagina y con mis dientes mordiendo su Monte y los labios de su sexo.- Sabía que me asfixiaba, sabía que la adrenalina que mi cuerpo producía, me hacían disfrutar el momento, pero sabía también, que en cualquier instante, podía escaparse mi vida...- Porque recordaba un film que alguna vez ví ("Las dos vidas de Laura"), donde la heroína, mientras que por un lado era devota amante de su esposo, por otro se entregaba libertinamente a disfrutar del sexo, hasta que es captada por unos tratantes de blancas que la hacen ejercer en un prostíbulo, hasta que en el momento culminante, es atada de pie a un soporte y entregada a la fornicación por dos machos, los que mientras la someten por sendas vías, le cubren la cabeza con una bolsa de polietileno que le dificulta la respiración y ella en su desesperación y ansiedad por captar aire, participa con sus movimientos inconcientes del espectáculo que los tres actores (los dos hombres y ella) brindaban a unos espectadores que habían pagado para ver a la mujer morir asfixiada, mientras los machos la cojían.- De mas esta decir, que en el momento culminante, cuando ya la vida se le iba, irrumpe en la escena su marido, secundado por la policía francesa y la libera.-

Pero a mí, nadie iba a liberarme, primero porque mi marido ni se imaginaba donde estaba ni que estaba haciendo y segundo porque esto era real y no ficción...; pero no me importaba..., gozaba esa pija en mi traste como nunca antes la había gozado y quería seguir gozándola, aunque en ese goce se me fuera la vida.-

Y llegó el momento, después de varios orgasmos míos, en el que mi tío eyaculó...; en el que mi tío se retira de mí...; en el que Carlota, se corré por cuarta o quinta vez, inundándome la boca con sus jugos...; en el que Carlota afloja la opresión de sus piernas contra mi cabeza...; en el que aspiro y exhalo con urgencia, el aire tan necesario que me rescata de la muerte anunciada...; en el que me deslizo hacia el suelo, y sobre la alfombra, en posición fetal, comienzo a reponerme del momento de goce y angustia padecido...; en el que mi tío, se abalanza sobre Carlota, que permanece recostada sobre "el potro" y la toma por su vagina...; y en el que observo desde el suelo, que el sexo de mi tío, se introduce completamente en el sexo de Carlota, por lo que concluyo que ella, tiene una matriz mas grande que la mía y que talvés por eso, soportaba y hasta gozaba mas y mejor el monstruoso pene de don Carlos...; observo también, como ambos gozan esa copulación y me admiro por la fortaleza y resistencia de mi tío, que en sus 52 años, tiene aún el comportamiento de un semental en celo, ya que nos regaló a las dos, como siete polvos bien hechados..., y no sé si no habría mas todavía.-

Y lo hubo..., porque después de una ducha reparadora y mientras Carlota estaba duchándose en el baño, me acerqué a mi tío y lo besé en los labios, mientras que con mi mano tomaba su pene y lo masturbaba...; me llevó unos minutos hacerlo reaccionar, pero cuando noté que comenzaba a responder a mi incitación, lo empujé sobre la cama, para que se sentara y me prendí de su pene con mis labios..., y mientras lo absorbía, como si estuviera tomando por una bombilla y lo mordía con mis dientes debajo de su capullo, apretaba y soltaba su tronco, asido por mis dedos índice y pulgar en la base de su tronco, con lo que logré después de algunos minutos de ese apasionado trabajo, llenarme la boca con su semen, el que egoístamente no compartí con nadie y saboreé e ingerí con fruición, porque sabía que sería la última vez que con él estaría.-

Cuando dejábamos la habitación, era ya pasado el mediodia del día siguiente, Carlota se colgaba del cuello de mi tío y él la tomaba por la cintura..., mientras caminábamos hacia la camioneta, se besaban, por lo que se detenían a cada paso que daban, yo mientras, me adelantaba a ellos y envidiaba a esa pareja que yo había formado, porque sabía que ambos disfrutarían de su mutua entrega y yo podía ahora sí, cesar mi relación adúltera y cuasi incestuosa, sin traumáticas escenas de desprendimiento y dedicarme por completo al amor de mi vida, que lo era Jorge, mi nueva pareja.-