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Vida matrimonial

en Confesiones

INTRODUCCIÓN

Les había ya contado, antes que me distrajera con las "historias" con Nestor, Carlos y Putito Bombón, que entre mis compañeros de facultad, había un señor mayor (Samuel), con el que compartía veladas de estudio y actividades sociales y que a poco andar, me propuso matrimonio y siendo que lo acepté sin pensarlo y que durante el receso estudiantil de invierno, ya en mi casa, impuse a mi familia de la novedad, adelantándoles que en breve nos casaríamos.-

Las reacciones de mis familiares, fueron de lo mas variadas y por demás antojadizas, (ya les conté, también, sobre como reaccionó mi tío al enterarse de la novedad), aunque todavía no les había comunicado que "mi prometido" era 32 años mayor que yo (sorpresa que les "reservaba", para el momernto de las presentacionbes, después de su llegada a mi pueblo).- A partir de es punto, continúo ahora contándoles...- 

FUI ESPOSA...

  A la semana siguiente, ya casi sobre mediados de julio, llegó al pueblo Samuel, venía, tal como lo habíamos acordado, para conocer a mi familia, y concretar la boda a fin de mes...-

Era nuestra idea, tener la "luna de miel", estudiando el 2º semetre en la Facultad, para luego de los exámenes finales, disfrutar del verano, recorriendo el país: playas, montañas, cataratas, cumbres de picos nevados y muchas de las mil y una atracciones que Argentina ofrece a los turistas que la recorren, serían visitadas pro nosotros, durante el receso de verano.-

Si aprobábamos todas las materias del semestre durante los primeros turnos de exámenes, dispondríamos de casi 4 meses, luego de las fiestas de fin de año, para "empacharnos" de paisajes argentinos.-

La noche del día de su arribo al pueblo, cenaríamos en mi casa del campo, en compañía de toda mi familia y de algunas amigas, sería "la noche del compromiso" y de las presentaciones...-

Estuvieron todos, excepto mi hermano mayor, aunque sí se presentó su esposa con mis dos sobrinos...- Luego de las presentaciones, una atmósfera espesa sobrevolaba la mesa donde cenábamos y los lugares, en los que antes o después de la cena, nos encontrábamos circunstancialmente.-

No obstante, hacia el final de la velada, fue disipándose, gracias a que Samuel (mi prometido), era una persona de gran cultura, de mucha urbanidad y con un manejo de las situaciones increíble, por lo que hizo desaparecer los resquemores iniciales y aunque aún estaba pendiente la gran diferencia de edad entre los "contrayentes" (nada menos que 32 años), logró una semi-aceptación de la mayoría de los integrantes de mi familia.- Solo le restaba conocer al "líder" (mi hermano mayor), y Samuel no se demoró en acercarse a él por su propia iniciativa.-

Así fué que a la mañana siguiente, lo buscó en el pueblo, lo encaró presentándose el mismo y lo casi increpó sobre las objeciones que mi hermano mayor podría tener respecto a nuestro casamiento.-

De todo esto me enteré yo, tiempo después, ya que Samuel, acompañó a mi hermano en una recorrida que realizó por sus asuntos de trabajo y en la que, al respecto, le dió varios consejos comerciales, los que fueron bien recibidos por mi hermano, aceptando y reconociendo la experiencia de mi futuro esposo en los temas sobre los que le aconsejaba.- A partir de ese día, Samuel y mi hermano congeniaron y ya no hubo mas objeciones por parte de él, a nuestro casamiento.-

Y llegó el GRAN DÍA.... interín Samuel, desplegó todas sus artes y sus mañas, para ir ganándose poco a poco el respeto, la consideración y la aceptación plena de toda la familia...- La ceremonia se realizó en mi campo, ante el Juez de Paz del pueblo, y le siguió una celebración a la que asistieron casi todos los vecinos de nota (el propio Juez, el Jefe de Policía, el Cura, el Médico, el Jefe de la Estación, los Comerciantes y varios de los demás vecinos de menor preponderancia social), sobre unos 2.600 habitantes de mi pueblo, mas de mil pasaron por mi campo y presenciaron algunos la ceremonia y los mas participaron del festejo posterior.-

La fiesta, que comenzó a media tarde, continuó hasta bien entrada la madrugada, aunque nosotros dos (los novios), nos retiráramos a nuestro "nido de amor" casi a media noche.-

Ya en él, luego del brindis íntimo de esponsales, completamos el ritual de consumación matrimonial...; pero esto merece relatarse en un capítulo aparte.-

NOCHE DE BODAS

 A medianoche, Samuel y yo nos retiramos de la fiesta, aunque muchos de los invitados continuaron bailando y diviertiéndose hasta bien entrada la madrugada.-

En la intimidad de nuestro cuarto, el que antes había sido el mío de soltera, pero ahora con una cama matrimonial super grande, en la que casi podían caber cuatro personas, nos dispusimos a cumplimentar el ritual de "la primera noche"...- Fue así que luego de brindar con el champagne que convenientemente enfriado nos esperaba en la habitación, nos dispusimos a despojarnos de nuestros respectivos atuendos.-

Yo no quería demorarme en ese trámite, así que con premura me deshice del tailleur que lucí en la ceremonia y en la fiesta (solo hubo boda civil, ya que nuestras diferentes religiones no hacían conduscente una boda religiosa); sin embargo Samuel, se tomó mucho mas tiempo para quitarse su traje, su corbata, su camisa y su ropa interior (de hecho se despojó de ésta, recien debajo de las sábanas); interín, viendo que se demoraba y para presentarme fresca y limpia, mientras él se desvestía y acomodaba prolijamente cada una de las prendas de las que se despojaba, yo tomé una ducha y al volver al dormitorio, Samuel aún continuaba ordenando sus ropas...; así fue que colgó su traje en una percha dentro del placard, su camisa y su corbata sobre el soporte para la ropa que estaba en un ángulo del cuarto, sus zapatos y sus medias los guardó en la mesita de luz que le correspondía y acomodó sus pantuflas a un costado de la cama, mientras se ponía el pijama (pantalón y casaca) y acomodaba en el soporte de la ropa, su bata de noche.-

Huelga decir que yo me presenté en el cuarto, luego de mi ducha, completamente desnuda y solo envuelta en el toallón con el que me había secado a medias, el cuerpo.- Al verme, Samuel me alcanza un camisón que no imagino donde lo obtuvo, ya que no era una prenda que yo acostumbrara a usar (de hecho, jamás había vestido alguno) y me incita a que lo use, por lo que no tuve otra alternativa que ponérmelo.-

Ya ambos debajo de las sábanas, iniciamos los arrumacos de rigor, mas yo que él, ya que lo abracé y comencé a besarlo, mientras él permanecía acostado boca arriba y solo pasándome uno de sus brazos por debajo de mi espalda, a la altura de mis hombros.- Me dejaba hacer..., y yo imaginé que era uno de esos hombres que pasivamente dejan que sea la hembra quien realice todo el trabajo y el esfuerzo...; y en esa idea puse manos a la obra.-

Así fue que luego de darle varios besos en los labios, intenté recorrer su cara y allegarme hasta su cuello con mis labios..., con un pequeño movimiento de cabeza, con el que evidentemente pretendía eludir mi embate, me desalentó a continuar en esa tarea, por lo que apoyando mi cabeza sobre su pecho, busqué con mi mano libre (una la tenía debajo de mi cuerpo) su miembro, para palparlo y eventualmente excitarlo masturbándolo...- Él, con la mano con la que no me abrazaba, tomo la mía y la retiró del lugar donde ella estaba, o sea que no me permitió palparlo intimamente...-

Empecé a desconcertarme, ¿que pretendía este hombre?; ¿como entendía él, o como quería que fueran los juegos previos?; nada en sus gestos o en sus movimientos me lo indicaba, por eso me abandoné pasivamente, esperando que seas él quien tomara la iniciativa...-

Cuando tomé la posición pasiva, de espaldas en la cama boca arriba y con mis brazos a los costados de mi cuerpo, Samuel se incorpora sobre sus brazos, se coloca arriba mío pero sin tocarme con su cuerpo, sosteniendo su pecho sobre sus brazos y sus rodillas, desnuda su pene y hace que con mi mano lo guie hasta mi vulva..., una vez habiéndolo yo presentado allí, presiona con suavidad primero y con un poco mas de energía luego, hasta que comienza a introducírmelo...; al sentirlo, me decido a facilitarle su intento y elevo mis caderas, empujando mi sexo contra su pene, para ayudarlo en la introducción...; Samuel, rechaza mi ayuda, volcando su cuerpo sobre el mío para impedirme mis movimientos...; una vez vuelta yo a estar con mi espalda apoyada sobre el lecho, sigue él, penetrándome su pija y al estar ella completamente alojada en mi vagina, comienza a bombearme de atras hacia adelante y viceversa a un ritmo increscente, a medida que era increscente su excitación...-

Cada vez que yo pretendía colaborar en la faena, él volcaba su cuerpo sobre el mío, en una muda indicación de que debía quedarme quieta... y así permanecía yo, quieta..., sumisa..., obediente... y desconcertada; no era esta la forma en que yo estaba acostumbrada a "hacer el amor"...- Nunca había sido una participante pasiva, siempre había actuado y acompañado al hombre que me estaba poseyendo...; me gustaba hacerlo, lo disfrutaba, gozaba ayudando y participando...; hoy no podía, hoy no me lo permitían.-

Minutos despues, siento que "mi marido" alcanza su climax y descarga en mi sexo su semen...; yo que era (y soy) multiorgásmica, no había tenido en el trance ni un solo orgasmo, ni siquiera un atisbo de "apasionamiento".- Hummm...., esto pintaba mal... quise creer que era por la emoción del momento, del primer encuentro...-

Cuando nos "desabotonamos", intenté "bajarme", para limpiarle el pene con una fellattio, tal como lo hacía con mis amantes..., pero Samuel no me lo permitió... y tampoco se preocupó por darme a mi satisfacción alguna, con lo que dió por terminada "la primera noche" y se dispuso a entregarse al sueño reparador del cansancio provocado por tan "ardua jornada", depositando un beso en mis labios y murmurando un casi inaudible "GRACIAS, MI AMOR", con lo que volteándose de frente hacia el borde de la cama y dandome la espalda, se durmió.-

Yo trinaba..., estaba recaliente..., por la calentura sexual que me embargaba y por la bronca que me provocó la situación...- No podía dormirme,... así que tuve que completar "mi primera noche", masturbándome concienzudamente cuando percibí que Samuel ya estaba profundamente dormido...; para colmo, aún entre sueños, sacó mi mano de su sexo, cuando pretendí tomárselo mientras me autosatisfacía sola...-

Este matrimonio empezaba mal... mis amantes podían tener seguridad que no iba a prescindir de ellos, a pesar de mi nuevo estado civil; porque bien dicen que en un matrimonio, "lo que se pierde (o no se tiene) en casa, se busca en la calle"... y yo evidentemente, no tenía "en casa" un buen partenaire sexual.-

Y FUI MADRE...

Mi vida sexo-matrimonial fue por demas aburrida...; por suerte mi tío y "mi ingeniero", como aplicados Boy-Scout "siempre listos", estaban siempre dispuestos a calmar mis "ardores extramatrimoniales"; no obstante Samuel, como buen manejador de los tiempos y los números, haciendo honor a su procedencia; realizó buenas ecuaciones y a los tres meses de copulaciones matrimoniales aburridas, me dejó embarazada...; justo un año después de mi casamiento (por 3 días no fue en la misma fecha) y con 19 años cumplidos, fuí madre de un robicundo varòn, que hoy a sus 34 años es lo mas increiblemente parecido a mi padre (y por consiguiente a mi tío), que se pueda concebir.

Cinco años duró mi matrimonio, durante los cuales mi esposo y yo continuamos nuestra carrera universitaria y nos recibimos de abogados; luego de lo cual, nos radicamos definitivamente en mi campo.-

TU TRAICIÓN...

Excepción hecha de nuestra vida sexual, en lo demás eramos bastante complementarios uno del otro (aunque yo, debo confesarlo, continué mi romance con mi tío, con el que tenía sexo del bueno -o muy bueno- y a satisfacción, siempre que se nos presentaba la oportunidad).-

Una tarde, volví a casa, mas temprano de mis horarios habituales y sabiendo que Samuel estaba en ella, pues el coche que le había comprado estaba en el lugar, me intrigó que no saliera a recibirme como habitualmente lo hacía...-

Ingreso a la casa, y me recibe el silencio...; algo, tal vez un sexto sentido femenino, me movió a desplazarme con sigilo hasta el escritorio y a abrir la puerta de éste con mucha cautela y tratando de no hacer ruido... y grande fué mi sorpresa cuando ví que Gladys (la esposa de mi capataz), estaba arrodillada frente a mi marido, que permanecía semi sentado sobre el borde de su escritorio, con una mano tomándose del mismo borde y con la otra apoyada sobre la cabeza de Gladys, quien evidentemente estaba chupándole el pene...- El muy hijo de puta, jamás me permitió a mí hacérselo, pero disfrutaba de la fellattio que le regalaba Gladys, dado que por el gesto que se reflejaba en su rostro, era evidente que gozaba por aquella boca...-

Cuando se percataron que los observaba, no atinaron a nada... Gladys quiso incorporarse, pero mi marido no se lo permitió y mirándome a los ojos, con una expresión extraña en los suyos, con la mano con la que tomaba a Gladys por su cabeza, la obligó a continuar con lo que antes hacía, por lo que Gladys obediente, volvió a engullir el pene de mi marido introduciéndoselo nuevamente en la boca y continuando con la tarea...-

Mas allá del desconcierto por la situación y de la bronca por el "descubrimiento"..., la cosa me fascinaba y abstraída de la traición, me dispuse a participar preguntándome: "¿Porque acepta de buen grado que Gladys le haga, lo que no acepta que yo le haga?".-

Así fue que me arrodillé al lado de Gladys y observé...- Y así fue que me percaté que Gladys realizaba una fellattio muy particular...- Ella no masturbaba al hombre con su boca, sino que, conteniendo al pene entre sus labios, absorbía..., absorbía con tal intensidad, que provocaba en la uretra del hombre tal vacío, que lo estimulaba y emocionaba tanto, que los gemidos de placer que mi marido emitía, eran tan conmocionantes que me tentaron a ser yo la que le practicara esa nueva forma de felación, para mí hasta ese momento desconocida...-

Cuando Gladys percibió mi excitación y mi intención, me hace lugar y abandonando su tarea, me ofrece el pene de mi hombre, guiándolo ella misma hasta mis labios, presionándolos con la pija de mi marido, para que la contenga en mi boca..., lo que hago.-

Hecho esto, la miro como esperando instrucciones y me dice:

ELLA:- "Comé solo la cabeza, cerrá tus dientes debajo del tronco y comenzá a absorber como si tomaras mate..., no es necesario que lo masturbes con la boca, solo absorbe.- Si sentís que provocas un vacío en tu boca, él también lo sentirá en su pija, seguí sorbiéndolo y estate dispuesta a contener su semen, porque se derramará sin previo aviso...-"

Y así lo hice..., y mi marido, expresando su placer con mil gemidos, al alcanzar su climax, toma mi cabeza con sus dos manos y al tiempo que prorrumpe en un exclamación ahogada, se derrama en mi boca, dejándome sentir por primera vez en cinco años de matrimonio, el sabor de su semen..., por lo que me derramo yo en un orgasmo, que moja hasta mis ropas.-

Terminado el acto de a tres, mi instructora se retira, intentando antes disculparse conmigo por la "traición" de la que había participado...- No se lo permití diciéndole que si a alguien tenía que explicarle algo, era solo a su marido, quien jamás se enteraría por mí de la situación que yo había descubierto...-

Al quedarme sola con Samuel, le pregunté si lo había disfrutado, a lo que me respondió que sí...- Tras cartón, le indiqué que en el placard de una de las habitaciones había dos valijas..., que las tomara..., que acomodara en ellas sus cosas..., que se subiera al coche..., que se fuera con él hasta el pueblo y lo dejara en casa de mi madre...; y que ya sea en el tren o en un micro cualquiera..., se fuera de mi casa, de mi pueblo y de mi vida, para nunca mas volver...-

Y así lo hizo, aunque después, con el tiempo y por su necesidad de compartir cosas con su hijo, volvimos a tratarnos con cordialidad, aunque nunca mas reconstruímos el matrimonio y hoy estamos divorciados.-

 

P.D.: Gladys y yo, desde ese día nos hiciamos mas íntimas y compinches.- Romualdo, nunca se enteró del desliz de su esposa.-

CALMANDO ANSIEDADES...

Había roto así...de una, mi matrimonio.- Muchos me creerán muy turra siendo que, adultera confesa, reaccioné como la esposa fiel, ofendida ante el desliz de mi marido.-

No era eso,... al menos no era solo eso, había muchas y muy variadas razones que se conjugaron para tomar mi decisión...; en realidad, la "traición" de mi esposo, fue la excusa, para recuperar la libertad vulnerada por mis propios arranques juveniles.-

En primer lugar, mi vida sexual al lado de mi marido, era un desastre..., jamás, excepto en la oportunidad que guiada por Gladys, saboree su semen, habia logrado un orgasmo con mi marido, ademas..., Samuel, se habia ganado en el pueblo, el apodo de Fatiga, y los demás chacareros en el boliche, ponderaban su decencia...; siempre decian que Samuel de tan honesto que era, cuando encontraba un trabajo, lo devolvia.-

Asi fue que durante el lustro que estuvimos casados, solo la jugo de asesor de su noble dama y abnegada esposa, quien era la que efectivamente "paraba la olla" y como premio recibia reprimendas por sus decisiones empresarias, las que por malas que eran, acrecentaron la hacienda de las 650 cabezas que tenia en el momento del casamiento, a las 4000 que habia en el momento de su desliz y nuestra separación..., acrecentando el patrimonio, mas de 5 veces en el periodo.- Por suerte, el Dr. Guaresti redacto documentos que inhibian a mi esposo de reclamar como ganaciales los bienes que producidos por la Empresa que yo regenteaba y de la que era unica preopietaria, incrementaban el patrimonio personal mio, sin que sus beneficios recayeran sobre la sociedad conyugal -otros veian por mis ojos, aquello que yo no percibia con los mios propios y actuaban en consecuencia- (otro favorcito que le debia don Carlos).-

Samuel solo se limitaba a estar cerca de mi hermano mayor y asesorándolo, viajaban a todos lados...- Por eso fue que en 1981, tuve que otorgarle a mi hermano un credito hipotecario sobre el campo familiar, del que se habia apropiado, abusándose de la buena fe de mi madre y mis hermanos.- Cuando no lo pudo pagar, por sus malos negocios y los estúpidos consejos de mi marido, lo ejecute sin miramientos y reintegre a posteriori, las cuota-partes a sus legitimos propietarios (mi madre y mis hermanos intermedios).-

Para el primer aniversario de nuestro matrimonio, le compre el coche que usaba y que le exigi dejara en la puerta de la casa de mi madre, el dia que lo heche de la mia.-

Nunca me apoyo en mi trabajo, ni nunca se preocupo por brindarme su ayuda, solo se limitaba a darme consejos de sabiondo, que, de haberlos seguido, hubiera corrido la misma suerte de mi hermano mayor, quien los escuchaba y cumplia a pie juntillas con sus indicaciones, y asi le fue....-

Tambien era jugador, unos cuantos cientos o miles de mis pesos, pasaron a manos de sus rivales en las mesas de Poker o quedaron en las arcas de los Casinos Nacionales y Provinciales.-

Su titulo de abogado nunca lo uso, yo tampoco hasta ese momento, pero al menos tenia una actividad lucrativa, lejos de la ociosidad que mi esposo disfrutaba.-

Estas y muchas otras cosas, me impulsaron a esperar el momento propicio para darle una buena patada en el traste y sacarlo de mi vida... y volviendo a lo sexual..., yo que era casi una golfa (como dicen los mexicanos), tenia que soportar que el muy turro, de tan religiosamente aséptico que era, poco menos me cubriera con una manta el cuerpo, cada vez que me usaba para sus descargas orgasmicas, sin propiaciarme las mias.- Esto era lo peor de todo...-

Por suerte, siempre tenia a mano a tiito lindo, a quien una vez, de tan caliente que estaba, llegue a tirármelo en un viaje en el tren El Mendocino, al que subimos en San Luis rumbo a Buenos Aires...-

La cosa fue asi...- Viajábamos mi hijo y los tres matrimonios (mama, mi tia y yo, con nuestros respectivos maridos), desde San Luis, a Buenos Aires, para la inauguración de la Exposicion Rural en 1980.- Eramos 7, por lo que uno debía sentarse solo, y si bien nos ibamos turnando en el asiento solitario, en un momento dado, Martincito (mi hijo) quiso irse con mi madre y quedé sola en mi asiento de dos..., como tio en ese momento estaba en el asiento solitario, se paso a ocupar el lugar de Martin a mi lado.- Samuel y mi padrastro, estaban juntos, mama con Martin y mi tia se fue al asiento solitario, dos o tres filas delante del que yo ocupaba.- Al ser las 10 de la noche, el camarero apago las luces y repartió mantas de viaje para los que quisieran abrigarse mientras dormían.-

Tío y yo, nos cubrimos con una, quitamos el apoyabrazos que nos separaba y en la posicion de cucharita, nos dispusimos a dormitar un rato..., pero ete aqui que entre dos enamorados abrazados, los recuerdos fluyen sin que se los incite a aparecer... y yo recorde nuestra posición favorita durante nuestras siestas y aprovechando que estaba en polleras (las usaba porque a Samuel no le gustaba verme en pantalones y menos en vaqueros o en short), rapidamente, con la destreza de la mejor amante, desnudé el pene de mi tío y lo ubiqué en la posicion acostumbrada (su tronco a lo largo de la canaleta y su capullo rozando mi clitoris)..., poco duramos en esa posicion porque mi calentura era mucha y antigua..., así que después de sentirlo un ratito rozándome el clitoris, operé de forma que sin esfuerzos y casi sin demasiados movimientos, lo aloje comodamente en mi vagina...; el vaivén del tren sobre las vías hizo el resto...- Entre la primera y la segunda eyaculación de mi tio, siete orgasmos contabilicé escapando de mi sexo... y hubo dos anteriores a su primer acabada.-

Lo cómico fue que, al terminar su segundo polvo, paso por nuestro lado mi tia, nos hicimos los dormidos, pero ella, al ver que su marido me tomaba con su mano derecha un seno, lo sacudió para despertarlo diciendole:

ELLA- "Soltala, que no soy yo, si lo ve Samuel hace un escandalo"

EL- (haciendo que se despertaba en ese momento)" UYYY...perdón Ana..."

YO- "No te aflijas, no es nada...- ¿A donde vas tia?"

ELLA- "Al bano"

YO- "Cuando vuelvas, te dejo este lugar, asi tu marido aprieta sin errores".-

Y mientras mi tía se iba hacia el extremo del vagón, nosotros nos acomodamos las ropas, nos dimos un besito y nos prometimos que volveriamos a viajar en tren, pero solitos...-