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MI PUTITO BOMBÓN (relato 17)

en Confesiones

BOMBONCITO, INVITACIÓN...

Era una fuerte "confesión" la que Alberto me había hecho, desconfié de él y no le creí nada de nada..., pensaba en verdad, que todo había sido una burda patraña, solo para "vaya una saber" que aviesas intenciones, por eso al rato le dije:

 

YO: " Está todo bien..., aunque me cuesta creer que en verdad, un tipo que ni me conoce y que solo se cruzó conmigo una vez en un palier y me vé nada mas que por una ventana, se llegue una tarde a la puerta, me toque timbre y venga a confesarme su homosexualidad, inducida por una violación de la que fue víctima..., si al menos yo fuera psicóloga, tendría mas asidero..., ¿y encima me decís que Carlos te aconsejó que hablaras conmigo?; es muy loco todo esto...- Me cuesta mucho creerte..., por mas que me esfuerce...-"

 

ÉL: "¡Esperá..., esperá; es que me fuí por las ramas..., lo que Carlos me aconsejó es que te consultara sobre otro tema..., un conflicto que tengo, en el que él cree, que me podés ayudar..., lo que te conté me salió así como así..., si bien es muy íntimo y traumatizante y siempre trato de ocultarlo, no sé porqué te lo conté a vos..., algo me inspiraste, que me llevó a "desahogarme" contigo..., realmente no era de eso que te quería hablar...-"

 

YO: "¿No?... y entonces sobre que era?.-"

 

ÉL: "Tengo un temita en el trabajo, en el hospital...-"

 

Hizo una pausa y luego se explayó, como si hubiera tomado coraje y continuó diciéndome: "Yo sé que mis compañeros rumorean cosas sobre mí..., en verdad no sé porqué..., talvés sea porque no les presto mucha atención a mis compañeras, muchas de ellas me persiguen y se me insinúan..., pero como no sé como tratarlas ni como proceder, las evito..., entonces los enfermeros hecharon a correr la bola sobre que yo era gay..., jamás demostré nada en el hospital, nunca intimé con nadie..., lo que hago, lo hago fuera de ahí y jamás con alguien que trabaje conmigo..., fueron muy pocas veces, te lo juro..., pero nunca fue con alguien al que conocía previamente...-"

 

YO: "Esta bien, ya me lo dejaste claro...- ¿Y...?.-"

 

ÉL: "Lo que pasa, que los rumores llegaron a mis jefes del Departamento e incluso al Director del Hospital que es un médico militar (en los años posteriores a 1976, muchos puestos claves en el Estado, fueron ocupados por militares "revolucionarios", entre ellos los cargos directivos de cualquier repartición pública, incluso los hospitales municipales) y no ve con buenos ojos la homosexualidad....-"

 

YO: "Está bien, lo sé..., ¿pero yo que puedo hacer?.-"

 

ÉL: "Acompañarme a una reunión que organizó el Director, para festejar no sé que cosa y a la que tenemos que presentarnos acompañados...- Si voy solo, daré crédito a sus habladurías y mi trabajo correrá peligro..., porque si siguen considerando que soy puto, me hecharán...-"

 

YO: "Mirá, en primer lugar dejemos algunas cosas en claro...,

1- No tenés novia ni relaciones con mujeres.-

2- Nunca te acostaste con ninguna mujer, según me dijiste.-

3- Tuviste y tenés relaciones sexuales con hombres, consentidas además..., porque te violó tu padrastro, pero no tus amantes posteriores..., a ellos te entregaste vos voluntariamente.-

Luego, ¿como negar lo que en verdad demostrás ser?.-"

 

ÉL: "No sé..., es muy confuso todo esto para mí..., talvés tengas razón..., pero te pido que me ayudes...-"

 

YO: "Mirá, si estas pensando en que voy a llevarte de la mano a mi dormitorio y que allí voy a entregarme a vos..., te equivocaste fiero, amigo...-"

 

ÉL: "¡Nooo...!, ¡nunca...!.- Lo que te pido es que me acompañes a esa fiesta el sábado, no éste sino el otro, y que mientras tanto, me enseñes como comportarme contigo..., que me enseñes a ser hombre..., porque es lo que quiero ser...: HOMBRE..., macho..., muy macho.- Eso nada mas es lo que te pido; y te juro que nunca te insinuaré siquiera lo mucho que me gustas...-"

 

En verdad era una locura, para ser "un verso" estaba muy bien montado..., si era verdad, era una verdad muy loca.- Me carcomió el bichito de la curiosidad, quería saber a donde llegaría todo esto y como sería el desenlace..., decidí seguirle el tren, para ver a que estación arribaba.- Podía terminar como espectadora de una orgía gay o como partenaire sexual del tipo mas lindo que había conocido en mi vida..., no había mucho que perder, asi que le dije: "Todavía sigo pensando que es un verso tuyo..., pero está bien, contá conmigo, si esa fiesta es cierta, te voy acompañar y vas a quedar como el mas "guacho y ganador" de todo el Colegio Médico de Buenos Aires...- Eso sí, después no me reproches si me paso de la raya..., ja,ja,ja,..., ¿Cuando dijiste que era la fiesta?.-"

 

ÉL: "Este sábado no, el que sigue...-"

 

YO: "Está bien, hay que preparar bien el teatro..., ¿tenés buen 'vento'?, porque tendrás que hacer algunas inversiones..., por mis gastos no te preocupes, yo puedo bancármelos sin problemas..., es por los tuyos que te pregunto.-"

 

ÉL: "Si, no hay problemas..., no soy rico pero algunas reservas tengo.-"

 

YO: "¡Bárbaro...! Y ahora esperá que me vista un poco mejor y nos vamos al Centro a tomar ese famoso café y de paso vemos algunas vidrieras.-"

 

Me fuí al dormitorio a vestirme, pero de exprofeso, dejé abierta la puerta..., quería comprobar si en verdad "Bomboncito", se entusiasmaba con las mujeres como lo había confesado...-

 

En el dormitorio me desnudé y deambulé vestida de Eva por todo el lugar..., exprofeso, había abierto la puerta del placard, para que el espejo interior reflejara mis movimientos cuando no estaba a la vista desde la puerta, y de paso, para controlar yo, los movimientos de "Bomboncito"..., me puse contenta, cuando observé que él, se desplazaba por el living, para no perderse la vista de la hembrita a la que, con un gran "verso", había "avanzado"..., entonces comencé a moverme con morbosidad dentro del recinto..., me quité el short, luego la camisa..., me paseé desnuda yendo de un lugar a otro..., me detuve para que el espejo me reflejara mientras tomaba primero un seno y luego el otro para acercarlo a mi boca y humedecer su pezón con mi lengua..., me puse una remera "musculosa" de hilo, tipo malla, a la que abroché luego por debajo de mis piernas, pero después que vertí agua de colonia en una de mis manos, con la que recorrí mi vientre, mi Monte de Venus y luego mi sexo, perfumándolos..., cada tanto, miraba a través del espejo y comprobaba que "Bomboncito", seguía espiándome... luego me calcé en un pantalón de tela liviana muy calzado a mi cuerpo y antes de estirar mi malla-musculosa dentro del pantalón, volví a liberar mis senos y a humedecerlos con mi lengua hasta enardecerlos, para que mis pezones se hicieran bien notorios debajo de ella, antes de reaparecer en el living, donde me esperaba bastante enardecido "Bomboncito".-

 

En mi pick-up, nos fuimos al Centro..., en la galería de entrada del Plaza Hotel, la dejé en manos de los Valet-Parking (ellos me conocían porque con mi familia éramos en esas épocas asiduos pasajeros de ese hotel), para que se ocuparan de su estacionamiento y nos fuimos hasta The Garden, donde tomamos el café prometido.-

 

Luego, recorrimos vidrieras para elegir la ropa que usaríamos en la ocasión y después de saborear una suculenta pizza de muzzarella en Las Cuartetas de la calle Corrientes, ya tarde regresamos a nuestros departamentos.-

 

Los días siguientes, los ocupamos juntos, en proveernos de los atuendos que usaríamos en la Reunión y cada uno por su lado, de nuestros asuntos personales...- Por las noches, cuando teníamos oportunidad, en mi departamento o en el de él, afinábamos las acciones y forma en que íbamos a comportarnos durante la Reunión.-

 

PRESENTACIONES...

Y llegó el día..., nos reunimos en el pasillo de nuestro piso, "Bomboncito", lucía un conjunto sport de pantalón azul con camisa blanco tiza inmaculada, de puños con gemelos de oro (que yo le regalé porque los ví en una joyería del barrio y me gustaron), con un pañuelo de seda azul anudado a su cuello, todo bajo un saco blanco pastel y calzado en zapatos mocasines de gamuza color negros (para mi gusto, estaba mas "bomboncito" que nunca mi "putito bombón") y yo vestía un solero con minúsculos breteles de pollera corta acampanada, en una tela brillante estampada con un motivo floral de rosas en ramas en sus colores naturales bastante grandes, sobre un fondo blanco, (hoy ese estampado, novedad exclusiva de don Paco Yamandreu, mi modisto por esas épocas, está nuevamente de moda y se lo puede ver en las vidrieras de los pret-porter de la calle Santa Fé y de la Avenida Alvear), me cubría los hombros, con un chal de hilo bordado con motivos similares al estampado del vestido y me calzaba con sandalias de taco alto aguja blancas rematando con una minicartera que colgaba de mis hombros con una cadena de bronce lustrado.-

 

Le había indicado a Alberto, como debía ser nuestro ingreso al lugar de la Reunión y él, como buen alumno, siguió a pie juntillas mis indicaciones..., así fue que al ingresar, tras trasponer la puerta de ingreso, permanecimos parados junto a ella, hasta que los que ya estaban reunidos, comenzaron a acallar sus cotorreos y empezaron a observarnos (yo sabía que siempre mis ingresos a distintos lugares causaban ese efecto, pero para Alberto, era novedoso ver como todos los presentes nos observaban).- Alberto, siguiendo las instrucciones que había recibido de mí, tomándome por el codo izquierdo, se dirigió hacia la mesa principal, donde ya estaba ubicado el Director, enfundado en su traje militar, junto a su esposa (una mujer delgada de cabello lacio renegrido a fuerza de tinturas, enfundada en un vestido largo sin entallar, tipo tubo), un típico ejemplar femenino, esposa de Coronel, mujer lánguida y de apariencia frágil (los que son "del palo" seguro entienden de lo que hablo) y a otros partenaires que le hacían la "claqué".-

 

Cuando estuvimos frente al Director, Alberto con energía después de saludarlo, dá un paso al costado y me presenta a él: "¡Mi mujer..., señor!".- El Director se sintió impresionado por su categórica expresión..., se levantó de su silla, tomó la mano que yo lánguida y con los dedos hacia abajo le extendía y "besó mi anillo" ("Besar el anillo": una forma de saludo protocolar, en la que los "dignatarios", extienden su mano, para que los subrogados besen el anillo símbolo del poder que el Dignatario ostenta, en la actualidad se acostumbra a "besar el anillo" de su "Santidad el Santo Padre" y de "Majestades Reales", por extensión, hoy, los varones "besan el anillo" de las damas que se les presentan, demostrando su subrogancia a ellas o su admiración y el Coronel Médico Director del Hospital, Jefe Superior de mi acompañante, apenas un médico residente y aprendiz, le había besado al anillo a "su mujer"); luego el Director, me presenta a "su esposa", ante quien insinué un leve hincado, mientras nos tomábamos las manos protocolarmente..., ella me sonrió y me dijo una frase de cortesía llamándome "hijita" (ya me los había ganado a los dos, de entrada nomás...), siguieron luego las presentaciones de los demás participantes en la mesa principal y tras ellas, el recorrido por el resto de las ubicaciones en las distintas mesas del salón, en algunas con mas jolgorio que en otras..., casi al finalizar los saludos en un aparte le dije a Alberto: "Me debés una, te dije que tu jefe me iba a "besar el anillo"..., y esperá mas, porque todavía esto no termina...-"

 

Luego de las presentaciones en la última mesa que recorrimos, alguien llama: "Doctor Martinez...-", nos volvimos hacia quien nos llamaba y vimos que era el Director, quien de inmediato terminó su frase: "..., acá hay lugares libres..., compartan nuestra mesa..., por favor.-"

 

Alberto titubeó un poco, pero yo, mas decidida, me acerqué al lugar y me ubiqué al lado de la esposa del Coronel y Alberto, consiguió "colarse" en casi el único lugar que quedaba disponible (entre su Jefe inmediato y el Médico Jefe de Urgencias, a apenas dos sillas del Director, ya que la inmediata a él la ocupaba la esposa de Jefe de Urgencias -una mina con mas sangre que la lánguida esposa del Coronel-) Mi vecino no podía quejarse, gracias a mis artilugios, había podido colarse entre los "grandes" del Hospital, siendo aún un modesto residente.-

 

La fiesta continuó y se desarrolló en el mejor de los climas amistosos posibles..., hubo baile, cantos, risas..., comida a satisfacción y muchos brindis, por las mas diversas cuestiones, incluso en la mesa que compartíamos, uno por "la juventud y frescura de esta parejita que nos acompaña", en homenaje a Alberto y a mí.-

 

Y como todo tiene siempre un fin, también finalizó la fiesta...-

EL DEBUT DE BOMBONCITO

Montados en mi pick-up, rumbeamos hacia nuestro edificio, pero durante el trayecto, observo que otro vehículo nos seguía..., lo dejé acercarse un poco y ví que eran algunos compañeros de Alberto los que lo ocupaban..., dí dos o tres virajes innecesarios por calles aledañas y los teníamos siempre atrás..., se lo comento a Alberto, quien luego de observarlos con disimulo, me dice: "Es el auto del enfermero que hechó a corre la versión...-"

 

YO: "¿Ah...si?, dejalo por mi cuenta...-" Continué camino, pero en dirección al barrio de Once, desde Jujuy tomé por Moreno y antes de llegar a 24 de Noviembre, me desvié a la izquierda y entré en el estacionamiento del Albergue Transitorio El Gato, mientras se elevaba el portón automático de la entrada, el coche que nos seguía medio se detuvo en la puerta, como espiando si en verdad nos dirigíamos al hotel..., la puerta terminó de elevarse, arranqué hacia el interior y estacioné en una cochera..., allí dentro, medio como que lo empujé a Alberto para que se apeara, ya que él no atinaba a nada..., talvés porque no podía creer que "la mina que le había dado tantas seguridades que no iba a pasar nada con ella", lo estaba poco menos que obligando a internarse en un "telo alojamiento" del Once.-

 

Cuando, nos recluimos en la habitación, fuí yo la que amengüó las luces, la que encendió el televisor y sintonizó un canal porno, la que ubicó en el dial adosado al respaldar cabecera de la cama, la sintonía musical mas acorde al momento que pronto viviríamos, la que comenzó a desnudarse primero, incitándolo a él a que lo haga, la que me duché antes y la que lo esperó desnuda, tendida sobre la cama, a que él se higienizara..., fuí yo la que al verlo volver del baño, le extendí los brazos, para que se tomara de mis manos y se dejara arrastrar a mi lado..., fuí yo la que dí el primer beso..., la que abracé antes..., la que le revolvió el cabello con sus manos, mientras le besaba los labios..., la que lo obligó a rodar en la cama, para que su ubicara sobre mi cuerpo..., fuí yo la que abrí mis piernas para que Alberto cayera con sus caderas y su vientre entre ellas..., fuí yo la que sentí como su sexo se "emocionaba" al rozar mi vientre..., fuí yo la que le pedí: "Sostenete sobre tus brazos...", "...acercalo a mi vientre...", "dejámelo a mí, ahora...", mientras le tomaba el pene con mi mano, fuí yo la que le pedí "...empujá despacito...", cuando lo tuve a las puertas de mi sexo..., la que le dije: "...un poquito mas, mi amor...", fui yo la que suspiré cuando lo sentí traspasar los labios de mi sexo, y le pedí: "...un poquito mas, mi amor..., poneme un poquito mas...", fui yo la que luego le dije: "...seguí..., no te detengas, empujá un poquito mas...", "...así, mi vida..., así..., empujá así...", fui yo la que exclamé: "AAaayyy....¡que placer, mi amor...!, ¡que placer...!", cuando lo sentí rozar mi útero, la que le pedí luego: "retirate un poquito, mi amor...", "si, hasta ahi..., nada mas..., volvé a empujar ahora..., empujá hasta donde puedas..., asi, mi amor..., así", "sacala ahora...- ¡Noo...toda no...!, volvé a ponérmela..., eso..., si, asi..., asi mi vida..., ¡como te siento, mi amor...!...¡como me gustaaa....!".-

 

"Me estás cojiendo, vida..., me cojés..., ¿te gusta cojerme?..., ¿lo gozas, mi vida...?".-

 

ÉL: ¡Si...,si...!, lo gozo Ana..., ¡lo gozo...!"

 

YO: "Soy tu hembra Alberto..., soy tu hembra..., seguí por favor..., no te detengas..., movete a sí..., como recién..., despacito..., despacito...".-

 

"Eso..., así..., así..., me cojes Alberto..., me estoy dejando cojer por vos, mi vida..., me gusta..., me gusta mucho..., seguí..., seguí haciéndomelo...-"

 

"¿Es cierto que soy tu primera mujer?..., ¿que nunca se lo hiciste a otra antes...?"

 

ÉL: "Si, es cierto..., nunca a nadie..., sos mi primer mujer..., sos la mujer que deseé desde que te ví por primera vez..., sos la hembra que me anardecía desde su ventana..., la hembra por la que me masturbaba cuando la sentía gozar con otros..., y ahora está conmigo..., gozá conmigo Ana..., gozá como te hacen gozar los otros..., quiero ser como ellos Ana..., dejame hacerte gozar...-"

 

YO: "Si mi amor..., te gozo..., te gozo mucho..., me gusta como me cojés mi vida..., prometeme que me vas a cojer siempre..., que nunca te vas a cansar de hacerlo..., que siempre vas a cojerme así, como lo hacés hoy..., ¡prometémelo!.-"

 

ÉL: "Si, te lo prometo.., te prometo que siempre que me lo pidas voy a hacerlo..., me gusta..., me gusta mucho cojerte Ana..., mirá como se me puso el pene...; ¿lo sentís, mi amor?..., ¿lo sentís...?, se me va a reventar de tan duro que se me puso , mi amor..., por vos mi vida..., por vos...-"

 

Sonó el timbre del teléfono..., atendí y le dije al conserje: "Si..., esta ahhh... bien..., nos quedamos...ahhh, ¡mi vida...!, nos quedamos toda la noche...; AAAAHHHH...." exclamé mientras colgaba el tubo, había acabado... y conmigo, también Alberto, pero en verdad recién habíamos empezado...-

LA SEGUNDA VUELTA

¡Acabaste mi vida...!, ¡como te sentí!..., me llenaste de leche, amor..., pero sigo sintiendo tu pija dura..., me hiciste acabar y acabaste vos, pero todavía no se te murió..., ¿estás cansado?..., ¿querés seguir?..., ¡dale Alber...!, seguí cojiéndome, ¿querés seguir?.-

 

ALBERTO: "¡Siii...!, quiero seguir Ana..., quiero cojerte toda la vida..., morirme en esta cama contigo..., ¡mirá...!, de solo pensarlo, ya estoy de nuevo mas enardecido que antes..., ¡que lindo fué...!, ¡como me gustó!... ¿y a vos Ana?..., ¿lo hice bien?..., ¿lo disfrutaste?.-"

 

YO: "Mucho, mi amor..., muchísimo..., no parece que haya sido tu primera vez..., ¡vos me mentís...!, sabés como se hace..., me mentíste, ya estuviste con otras mujeres..., no puede ser que me lo hayas hecho tan bien, si en verdad fue tu primera vez...-"

 

ALBERTO: "Ana, te lo juro por mi madre que nunca antes estuve con otra mujer..., sos mi primer hembra..., le agradezco a Dios, que me permitió conocerte... y a Carlos, que me animó para que te pidiera que me acompañaras a esta fiesta.-"

 

YO: "¡AHHhhh..., mi amor...!.-" Pasaba que Alberto, mientras decía sus últimas palabras, comenzó a moverse, haciéndome sentir su pene recorrer toda mi vagina, porque no se había retirado de mí y había comenzado a menearse, tal como le había enseñado rato antes que debía hacerlo.-

 

otra vez YO: "Amor..., hay otras formas de hacerlo..., ¿querés aprenderlas o preferís seguir haciéndomelo como recién?.-"

 

ALBERTO: "Como vos me digas.., soy tu alumno..., enseñame todo lo que quieras..., indicame como debo hacerlo para que goces conmigo..., quiero ser el que te haga gozar hoy..., pedime lo que quieras, mi amor...-"

 

YO: "Ahora quiero que me lo hagas bien fuerte..., que me bombees con fuerza..., con ganas..., ¡dale...!, animate..., no tengas miedo que no me rompo...-"

 

Entonces empezó a moverse de atrás hacia adelante y viceversa, pero a un ritmo lento, aunque lo hacía un poco mas rápido que la primera vez...-

 

YO: "¡dale...!, no tengas miedo..., movete mas ligero..., ¡eso!..., ¡eso...!, así..., así...; mas Alberto..., mas..., sin miedo amor..., dame mas fuerte..., si, así..., así...; ¡dale...!, mas mi vida..., mas...-"

 

"Con todo Alber..., con todo..., sin miedo amor..., a fondo, mi vida..., bien a fondo...; ¡eso!...así..., asi..., seguí asi...-"

 

Poco a poco, animado por mí, Alberto fue aumentando su ritmo; a medida que bombeaba con mas ímpetus, fue a su vez enardeciéndose mas y enardeciéndome a mí..., comencé a gritar..., a insultarlo, enloquecida de placer con esa pija que me remontaba al limbo sintiéndolas ir y venir con frenesí dentro de mi concha..., la sentía dentro mío, como si fuera un hierro al rojo lo que me clavaba..., deliraba de goce..., de placer..., me estaba llevando a mi primer orgasmo, al que, cuando llegó, anuncié a los gitos:  "¡Hijo de putaaa...!, ¡me hiciste acabaaarrr...!, ¡¡¡guacho!!!..., ¡que fierro tenés...!.- "

 

Alberto, medio asustado por mi desaforado lenguaje, detuvo sus movimientos y me miraba incrédulo..., enseguida comenzó a retirarse; entonces lo abracé con mis piernas y con mis talones clavados en sus glúteos, lo obligué a penetrarme lo mas profundo que podía llegar..., mientras le decía, enardecida:

 

"¡Metemela hijo de remilputas...!, ¡reventame cojiéndome...!, ¡como me la vas a sacar...?, ¿sos boludo...?..., movete guachooo...-"

 

Mientras, con mis talones clavados en su traste, lo manejaba para que me fornicara con el ritmo y la violencia que le pedía..., cuando alcancé el ritmo que pretendía, volví a hablar: "¡dale Albertito...!, cojé..., cojé mi vida..., dame mas Alberto... dame con todo..., hacemer acabar..., sacame otro guacho..., ¡¿no era que querías cojerme toda la vida?!..., ¿y que hacés que no me llenas de leche?..., ¡flojitooo...!, ¡cojé!..., cojé mas...!, ¡dale boludo..., acabá conmigooo...!; aaahhhh...., aaahhh..., ¡me hiciste acabar de nuevo!..., ¡dale!... llename..., llename la conchaaa...!.-"

 

Alberto en el colmo de mi delirio, se esforzó para bombearme con toda la fuerza y rapidez que yo le pedía..., nuevamente comencé a emitir ese "¡AAAAHHHHhhhh....!" que lo trastornó y se obligó a fornicarme con toda su potencia, mas allá incluso, de sus posibilidades; así logró su eyaculación, la que al recibirla en mis entrañas, me arrastró a un nuevo orgasmo...-

 

Alberto, al borde de su extenuación, luego de eyacular, casi tan copìosamente como la primera vez, se dejó caer exhausto sobre mi cuerpo..., lo abracé apretándolo contra mi y así permanecimos hasta que se repuso de la fatiga que le provocó el esfuerzo físico al que lo obligué.-

 

Al rato, ya un poco mas recompuesto, se voltea sobre un costado, para acostarse sobre la cama, boca arriba, entonces le digo:

 

"¡Malo...!, me la sacaste..., no quería..., me gustaba sentirla dormir dentro mío..., ¡sos fabuloso, amor...!, tenés una pija hermosa..., me enloquece sentirte acabar..., la primera vez sentí cinco chorros potentes y uno o dos mas débiles y ahora fueron cuatro y tres..., sos uno de mis mejores machos, vida..., ¡que suerte que decidí entregarme a vos!..., agradeceles mañana a tus compañeros de parte mía, porque si no nos hubieran seguido, no me hubiera mandado acá dentro y no habría disfrutado de vos, como lo hice.- En verdad, para ser un debutante, resultaste todo un ganador..., ¿lo vamos a repetir otras veces?, ¿vas a venir a visitarme cuando estés caliente?.-"

 

ÉL: "Ana, si es así, debería vivir en tu casa, porque yo vivo permanentemente caliente con vos... y ahora que sé lo que te gusta gozar y como te gusta cojer.., mas todavía.-"

 

YO: "Amor...hay muchas formas de hacerlo..., esto nomás fue una muestra..., hay muchas mas cosas que todavía tenés que aprender..., y yo voy a ser tu maestra..., pero no te voy a graduar hasta que no estemos viejitos viejitos, porque sos mi machito preferido ahora...-"

 

Cuando salimos del hotel ya era de día, los compañeros que nos habían seguido y por los que yo entré al lugar, para mostrarles que Alberto era macho y no puto, ya no estaban, (lo mas probable era que se fueran tras vernos entrar), pero lo importante era que Alberto había ganado confianza en sí mismo..., salió del hotel, con el pecho henchido de orgullo y convencido que había hecho gozar sobremanera a su partenaire sexual (o sea a mí).-

 

La verdad era que Alberto en esa oportunidad, no era nada del otro mundo como amante y que yo, en el afán de rescatarlo de las manos de la homosexualidad, había actuado el papel de "mina enloquecida" por el placer recibido a manos del hombre al que me entregaba; porque en verdad, mi intención era transmitirle confianza y en materia sexual, no hay mejor manera de hacerlo, que estimulando el ego masculino.-

 

Después de esa noche, hubo muchos encuentros sexuales entre Alberto y yo, en ellos fuí "enseñándole" las artes y los secretos del placer heterosexual; él fue un buen alumno, se esmeró en aprender todo lo concerniente a la materia y a mi me divertía y "complacía" enseñarle; es el día de hoy en el que, siendo Alberto mi médico ginecólogo, remedamos la famosa película: "El Año que Viene a la Misma Hora", trastocándola en: "Todos los Últimos Jueves de Cada Mes, a la Misma Hora en el Consultorio", pero de esa "consultas" y de los momentos posteriores a este "debut" de Alberto, les cuento otro día.-