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Complices consuegras

en Confesiones

PRIMERA PARTE

Estábamos con Estela (mi consuegra y compañera de correrías), sentadas en una mesa del Patio de Comidas del Shopping Alto Palermo, degustando un café.- Aunque actuábamos una falsa alegría, nos sentíamos desoladas..., íbamos a ser abuelas: ¿Quien se iba a fijar en nosotras, cuando anduviéramos por los parques empujando un carrito de bebé?.-

 

Era imperdonable lo que Susy y Martín nos habían hecho, ¿tanto apuro tenían por ser padres?, ¿no podían haber disfrutado de su juventud un poco mas y esperado al menos diez años mas para covertirnos en abuelas?, ¿quien nos iba a "arrastrar el ala" ahora?, ¿acaso alguno de esos "viejitos esclerosados" que van a los parques a hamacar a sus nietos?.- No, decididamente no los podíamos perdonar, ¡que no contaran con nosotras para que les enseñemos a cambiar pañales! y menos, para que le malcriemos al niño mientras ellos se iban al cine o a disfrutar con sus amigos, ¡ni que lo piensen siquiera!.-

 

No obstante, porque es "diplomaticamente correcto", en cuanto nos enteramos de la "buena nueva" (je,je) corrimos al Shopping a compra el ajuar del bebé.- Como Jorge y Horacio se habían puesto muy contentos con la noticia, literalmente les "reventamos" las tarjetas de crédito..., iban a tener que hacer muchos edificios y vender muchas vacas para reponerse del gasto.- Le compramos cosas al futuro nieto, como para que los padres no tuvieran que preocuparse por "sus ropitas", hasta el 2025 por lo menos, año en el que Estela y yo, gustosas hubiéramos accedido a ser las "abuelas mas regalonas del universo", pero ser abuelas ahora en pleno 2012, cuando aún estábamos en la etapa mas plena de nuestras vidas..., hummm, ¡imperdonable chicos!, ¡imperdonable!.-

 

Estábamos allí "masticando" nuestra bronca... y tomando ese café, cuando se nos acerca un señor muy atildado y me pregunta: "¿La doctora Sanchez?, ¿se acuerda de mí?.-"

 

Levanté mi vista y al reconocerlo exclamé: "¡Antoniooo...!, ¿que haces por acá?..., ¡tantos años sin vernos!.-"

 

Enseguida me levanté de mi silla y me abracé a ese hombre que se me había acercado..., nos dimos un beso y lo invité a que se sentara en nuestra mesa y compartiera con nosotras.- Luego de las "presentaciones": "Estela, mi consuegra..., Antonio, un gran amigo.-", él preguntó que deseabamos servirnos y se retiro luego hasta los mostradores de los bares del sector para realizar el pedido, interín le pregunté a Estela si se animaba a llevarse ella solita todos los paquetes con las cosas que habíamos comprado para el bebé, por lo que me preguntó: "¿Y vos?, ¿que vas a hacer?.-"

 

YO: "A éste me lo voy a llevar a un hotel..., solo una vez me dió 'masa' y ahora que lo tengo a mano, no lo voy a dejar escapar porque es muy bueno.-" (Antonio, era el chofer del Dr. Manguera, ese que me había enviado tantas flores y al que me entregué una sola vez en mi oficina, en mi pueblo natal.- Y ahora que lo tenía a tiro, no lo iba a dejar ir, sin que me hiciera nuevamente "el favor").-

 

Cuando volvió con la bandeja en la que traía los 3 cafés con las porciones de torta que por las suyas decidió convidarnos, el acuerdo entre Estela y yo estaba sellado: Yo me iría con Antonio y ella se encargaría de la paquetería.-

 

Terminamos de degustar los cafés y las porciones de torta y Estela muy "diplomaticamente", se excusó con nosotros y colgándose todas las bolsas que contenían nuestras compras en ambos brazos, (tuve que ayudarla a ese menester), se retiró dejándonos solos a Antonio y a mí.- Caminaba con los brazos extendidos medio dubitativamente, cosa que me hizo gracia y me llevó a comentarle mientras se retiraba: "Parecés un arbolito de Navidad.-" A lo que me respondió: "Me debés una.-"

 

Después que se retirara, como Antonio se intrigó por la respuesta, me preguntó: "¿Porqué le debés una?.-"

 

YO: "Porqué le pedí que se fuera y nos dejara solos...-"

 

ÉL: "¿A sí?, ¿porqué?, ¿que idea tenés?.-"

 

YO: "Salgamos de acá..., ya vas a ver...-"

 

Caminamos un trecho por los pasillos del Shopping, llegamos a la escalera mecánica y mientras bajábamos por ella, puse mi brazo sobre su hombro; luego que él me tomara con el suyo por la cintura, acerqué mis labios a los suyos y le dí un beso..., él me respondió acariciándome el rostro con una de sus manos, mientras que acercando su boca a la mía me devolvió el beso, prolongando el suyo hasta que salimos de la escalera.- Yo con mi brazo en su hombro y él con el suyo abrazándome la cintura, caminamos hasta la puerta de salida, sobre la calle Arenales y por Arenales, cruzamos Bulnes y continuamos caminando así tomados hasta que llegamos a la puerta de calle, que enfrentada a Vidt, se esconde tras unas macetas que contienen unas plantas muy frondosas que la disimulan y dan algo de intimidad a las parejas que por ella ingresan.-

 

Estábamos ahora en el hall de entrada del hotel alojamiento al que lo había llevado, nos acercamos a la ventanilla tras la cual el conseje nos esperaba y luego de solicitarle la habitación, ascendimos por las escaleras hasta el primer piso, besándonos y acariciándonos, escalón tras escalón.-

 

La habitación donde nos recluímos, nos esperaba con una música suave, luces rojas muy tenues y una aroma a lavanda que trastornaba los sentidos..., nos desnudamos sin dejar de besarnos y besándonos nos fuimos hacia la ducha..., nos internamos juntos en el receptáculo de la bañera sin dejar de besarnos y besándonos nos higienizamos uno al otro..., luego que Antonio recorriera mi cuerpo con el jabón de tocador, al momento de enjuagarme, le dí la espalda y él me rodeó con sus brazos, acariciándome desde atrás el cuerpo, las piernas, el vientre..., mientras que con su boca depositaba infinidad de pequeños besos y mordiscos en mi cuello..., volví a girar sobre mis pies y de frente a él, lo tomé por la barbilla y con mi boca busqué la suya, para luego de besarlo en los labios, internar mi lengua en su boca y entrelazarla con la suya en un arrebato de pasión.-

 

Tomada por la cintura, apretada contra el cuerpo del hombre, sentí su sexo oprimir mi vientre..., elevé mi pierna izquierda, descansándola sobre su cintura..., él se agachó para que su pene escapará de su opresión contra mi vientre y cuando volvió a incorporarse, su pene se acomodó a la largo de mi vagina rozándola toda, con lo que me arrancó un prolongado suspiro...-

 

Lo busqué con mi mano izquierda y lo guié para que penetrara en mi sexo sin mas demoras...; cuando sentí su capullo perforar los labios de mi vagina, me abracé con fuerza a su cuello, me elevé sobre la punta de mi pie que permanecía parado sobre el piso de la ducha..., lo empujé con la pierna con la que rodeaba su cintura y lo obligué a alojar su tronco dentro mío..., estaba ya penetrada..., me exalté y lo obligué, guiándolo con mi pierna en su cintura, a que comenzara con sus eróticos movimientos para llevarme a alcanzar el paraíso.-

 

Pocos minutos después, estaba yo ya dispuesta a regalarle mi primer orgasmo... y arribé a él, en cuanto sentí que con su semen, inundaba mis entrañas...; tras ese arrebato de pasión, cerramos los grifos, tomamos las toallas, yo envolví con la mía su cuerpo y él seco el mío con su toalla..., después besándonos, nos fuimos a la cama...-

 

Me deposité sobre ella de espaldas, con mis nalgas apoyadas en el borde..., Antonio vino hacia mí..., yo elevé mis piernas, separándolas, mientras él se acomodaba entre ellas y parado sobre el piso, inclinaba su cuerpo sobre el mío, sosteniéndose con sus brazos sobre el lecho, rodeándome el cuerpo...; acercó su sexo al mío y mientras yo, apoyándome sobre el codo de uno de mis brazos lo besaba en su boca, con mi otra mano, le tomé el pene y lo guié para que volviera a penetrarme.-

 

Lo sentí entrar en mí cuerpo con suavidad, con delicadeza... y lo sentí llegarse muy profundo dentro de mi sexo, por lo que, volviendo a posar mi espalda contra el lecho, tras demostrarle mi placer con un suspiro, me dispuse a entregarme al disfrute de sus apasionados movimientos.-

 

A poco, mientras él entraba y sacaba su pene de mi concha, yo contorneaba mis caderas al ritmo de su fornicamiento..., comenzó entonces a susurrarme frases hermosas, ponderándome como su mejor hembra... y al escucharlo, arrobada por sus dichos, arribé a mi segundo orgasmo.-

 

Era un coito suave..., lánguido..., hermoso..., me exaltaba sentirlo recorrer mis entrañas con su pene..., moverse dentro de mi sexo con suavidad, sin premura..., sin urgencia... y cuando presentí que su climax se acercaba, me abracé a su cuerpo..., lo besé apasionada y me dejé arrastrar a mi tercer orgasmo en el momento en que su pene, llenaba mis entrañas con su semen.-

 

En la puerta del hotel, al retirarnos, abordamos un taxi..., en él, me acompañó hasta la casa de mi hijo, al despedirnos allí, concertamos una cita para el día siguiente..., le prometí una sorpresa, por lo bien que se había comportado..., intrigado, dejé que se marchara sin decirle cual era el "regalo" que le tendría preparado.-

 

Cuando subí al departamento, encontré a Estela que me esperaba ansiosa..., luego de saludar a todos, le guiñé un ojo y le dije: "Mañana cumpliré con mi parte del trato...-" Y ambas, cómplices, nos sonreímos y besamos.

SEGUNDA PARTE

Al día siguiente, cerca del mediodía, me encontré con Estela en el Restaurante Oviedo, de la calle Berutti esquina Ecuador.-

 

Cuando el mozo nos alcanzó las listas de menúes, le informé que esperábamos a otra persona, por lo que enseguida, nos acercó un aperitivo para distraer y acortar la espera..., rato mas tarde, se presentó el invitado esperado..., lucía un conjunto sport de pantalón beige clarito, saco azul marino con botones dorados, estilo naval, camisa blanca de muy fina confección, igual que sus otras prendas, pañuelo azul anudado a su cuello, medias de seda negras y zapatos mocasines charolados, estilo italiano, también negros los que se notaba "a la legua", que eran uno de los modelos semi exclusivos de Boniface, la "scarpería" elegida hoy por los turistas extranjeros que visitan nuestro país.-

 

Luego de los saludos de rigor (respecto a mí, bastante apasionado, porque me rodeo con uno de sus brazos por la cintura y me besó en los labios), tras recorrer los menúes y hacer nuestras respectivas elecciones, nos dispusimos a degustar los exquisitos (por su excelente presentación y por sus definidos sabores) manjares del chef del reconocido restaurante.-

 

El almuerzo transcurrió amenamente y luego de los postres, mientras esperábamos el café de la sobremesa y el retorno de Estela, que se había retirado al tocador, le pregunté a Antonio: "¿Te gusta Estela?.-"

 

ÉL: "Si, es una hermosa mujer.-"

 

YO: "¿Que planes tenés para esta tarde?.-"

 

ÉL: "Ninguno en particular, pero si tuviera oportunidad, me recluiría contigo en algún lugar similar al de ayer.-"

 

YO: "Yo tenía pesando invitarte a mi departamento, pero la idea es ir con Estela también... ¿aceptás?.-"

 

ÉL: "¿Para acostarme con ustedes dos..., o para que?.-"

 

YO: "Si, para eso..., porque a ella le gustaste y es el precio que tengo que pagar por su "silencio".-"

 

ÉL: "Hummmm..., te está chantajeando..., no me gusta eso...-"

 

YO: "No tonto, ella sería incapaz de eso..., lo que pasa es que yo le hablé de lo bien que la pasé ayer con vos y se entusiasmó..., ¿aceptás estar con las dos?.-"

 

ÉL: "¿Y no me van a matar entre las dos?..., ¿y si no puedo estar a la altura de sus pretensiones?.-"

 

YO: "Sé que podrás con las dos..., porque nosotras nos vamos a encargar de que alcances tu mas alta performance.-"

 

ÉL: "Bien, si vos estás dispuesta..., siempre es un halago para cualquier hombre, que dos hembras como ustedes lo deseen.-"

 

Cuando Estela regreso, tomamos el café de la sobremesa, pero Antonio muy urbanamente, no formuló absolutamente ningún comentario respecto a la conversación que habíamos mantenido en su ausencia.- Abonada la consumición, cosa de la que se hizo cargo Antonio, como gentil hombre que era, en mi Eco Sport, nos fuimos a mi departamento en Caballito..., durante el trayecto, Estela muy discretamente, haciendo abuso de su excelente sapiencia de "mujer de conquista", terminó "conquistando" (valga la redundancia) a Antonio y al apearnos en la puerta del edificio, se colgó del brazo de su futuro amante, algo muy conveniente para mí, ya que disimulábamos un poco las intenciones con que entrábamos allí, al pasar ellos por "pareja" amiga de la anfitriona, o sea yo.-

 

Una vez dentro, luego de abandonar nuestros accesorios de calle (léase carteras, tapados, etc.)..., me excuse con mis invitados y me retiré al dormitorio; quería constatar que estuviera todo en orden, disponerlo para "lo que iba a pasar" (por eso bajé y cerré la ventana, encendí una luz "acogedora" y lo acondicioné "muy eroticamente", para que estuviera a la altura de las circunstancias) y de paso "ponerme mas cómoda" (para eso estaba en mi casa, ¿no?).-

 

Luciendo un baby-doll transparente y una trusa tipo pantaleta, de encaje, ambas en color negro, retorné al living, previo pasar por la cocina y servir tres tazas de café humeante (era lo que había), con lo que los convidé mientras se "ronmpía el hielo", entre Estela y Antonio; no obstante, "perdí el tren", porque a Antonio, ya se lo notaba bastante "incómodo" (era evidente que Estela, aún jugándola de inocente, sabía como "emocionar" a los hombres), dado que ella había desplegado sus "artilugios" de mujer fatal, distraídamente habiendo éstos impactado directamente en el hombre.-

 

Cuando me vieron asomar en el living, (des)vestida como ya les dije, Estela se asombró y Antonio elevando su cabeza y entrecerrando sus ojos, mientras se mordía los labios, demostró sentirse muy "tensionado"...-

 

"Ponganse cómodos", les dije "acá tenemos intimidad y todos sabemos a que vinimos.-"

 

Antonio, se quitó el saco y el pañuelo que lucía..., Estela, dejó caer su pollera y desabrochó su camisa con lo que se mostró ante nosotros con una tanga muy mínima y sus senos semi ocultos tras los pliegues de su camisa.-

 

Luego sonriéndonos, le dijimos a él, casi al unísono:

 

YO: "Así no vale..., nosotras nos pusimos más cómodas que vos.-"

 

ESTELA: "Eso, no seas vergonzoso..., queremos verte de cuerpo entero..., mostrate bien.-"

 

Antonio, medio dubitativamente, se quitó la camisa y el pantalón para luego, sentado, sacarse las medias, antes de volver a calzarse los zapatos.- Cuando volvío a ponerse de pie, Estela se le acerca y mientras le dice: "Papito..., ya que sos tímido, yo voy a ayudarte".-

 

Casi pegada al hombre, recorrió con sus manos su pecho, acariciándolo con la yema de sus dedos..., llegó hasta la cintura y desde allí volvió, acariciándolo hacia arriba, para luego recorrerlo en forma descendente, pero ahora con sus uñas, como arañándolo suavemente..., cuando llegó a la altura de la cintura, topó con el elástico del slip que Antonio lucía y diciéndole: "A ver que tiene el bebé acá, que no nos lo quiere mostrar...", tomó al slip por la cintura elástica, lo descorrió hacia abajo y dejó librado a nuestra vista un pene extremadamente erecto..., si a mí, en las oportunidades anteriores en las que intimé con Antonio, me había conmovido su aparato sexual, verlo ahora en el esplendor que, por culpa de Estela, había alcanzado, me turbó los sentidos, al punto que sin que mediara otra acción, me abalancé sobre él y sin ningún ambague, lo contuve en mi boca...; Antonio, elevó su cabeza..., cerró sus ojos..., gimió... y se aferró a mis cabellos.-

 

En tanto Estela, vino a arrodillarse a mi lado..., observó por unos instantes, la felattio que yo le hacía al hombre y para compartirlo conmigo, me ayudó en la tarea apropiándose de sus testículos...- 

Cuando yo abandoné el glande, para recorrer con mis labios el tronco de ese pene exquisito, Estela con su boca reemplazo a la mía en la succión del glande que ya se mostraba, extraordinariamente enardecido, al rojo vivo y pronto a regalarnos sus primeros jugos...- Por eso, le tomé a ella la cabeza y la sostuve para que siguiera haciendo lo que hacia, mientras yo me esmeraba en recorrer el tronco con mi lengua y en apretar su base con una de mis manos, para retardar la eyaculación..., era mi intención "matarlo" de placer, antes de su primera eyaculación..., y lo logré..., Antonio empezó a gemir..., a suplicar..., a retorcerse entre nuestros brazos que lo tenían aprisionado por sus piernas y sus caderas hasta que empezó a sollozar por la "tortura de placer" que sabíamos transmitirle; entonces, me llegué con mi boca hasta su glande y desplazando en parte la boca de Estela, compartí con ella la succión, mientras que soltándole el tronco al que tenía muy apretado con mi mano, le permití al hombre alcanzar su climax.-

 

Cuando empezamos a recibir sus jugos, conmpetíamos con Estela, en la apropiación de ellos, mientras duraron sus espasmos eyaculatrorios..., luego primero una y luego la otra, recorrimos con nuestras sendas lenguas, el glande..., el tronco... y hasta los testículos, apropiándonos de todo su "elixir de macho".-

 

Luego de descansar un ratito los tres, sobre el sillón del living, con Estela nos incorporamos y tironéandolo de sus manos, obligamos a Antonio a seguirnos hasta el dormitorio...-

TERCERA PARTE

Entramos al dormitorio, tironeándolo ambas a Antonio por sus brazos.- Él ya estaba desnudo, nosotras aún no, por lo que, luego de empujarlo para que se recostara sobre el lecho, procedimos a quitarnos las ropas que no le permitían al hombre observarnos en toda nuestra desnudez.-

 

Estela se quitó la camisa, que desabrochada, aún le cubría parte del cuerpo, pero mantuvo su tanga con lo que permaneció oculto a la vista del hombre, su sexo.-

 

Yo me deshice del baby-doll y luego me quité la trusa de encaje, para, luego que volví a incorporarme sobre mis piernas, acariciar mi Monte de Venus y mis ingles, internando mi mano entre mis piernas, mientras las cruzaba una sobre otra, aprisionándola y con mi otro brazo cubría mis senos..., en tanto, miraba al hombre con una clara expresión de deseo en mi rostro, mientras mordía mis propios labios y entrecerraba luego mis ojos, en clara demostración del apasionamiento que me embargaba.-

 

Estela, aún luciendo su tanga, se paró sobre un lateral de la cama

e inclinándose sobre Antonio, le acarició el rostro primero, lo besó dulcemente en los labios luego y le preguntó después: "¿Te gusto?, ¿querés que me entregue a vos?, ¿vas a cojerme?.-"

 

ANTONIO: "Si, me gustás..., quiero cojerte...,. no me hagas desearte mas..., venía acá...-" Le dijo mientras que sus manos buscaron la diminuta tanga y se la quitó, casi arrancándosela del cuerpo.-

 

Estela se subió a la cama, arrodillada al lado del hombre..., luego de contemplarlo por unos instantes, tras Antonio tomarse el pene con una de sus manos y mostrárselo, ofreciéndoselo, ella se montó a horcajadas sobre el vientre del hombre y dejó que él, guiando su miembro, lo colocara a las puertas de su vagina..., luego de recostarse sobre el cuerpo del hombre, presionó con sus caderas hacia abajo y en cuanto sintió al pene introducirse dentro de ella, exhalo un suspiro y buscó la boca de Antonio para besarlo enardecida.-

 

Estaban unidos..., Estela cabalgaba sobre la pija de Antonio y él, se retorcía debajo del cuerpo de ella, intentando hacércela sentir mas y mejor.- Yo, me trepé a la cama y aprovechando que el hombre se elevaba sobre sus talones intentando introducirse lo mas posible en Estela, mordía sus nalgas y succionaba sus huevos, cada vez que los movimientos de ellos, me lo permitían...-

 

LLegado Antonio casi al máximo de su excitación, volteó su cuerpo, quedando sobre Estela, a quien en ese movimiento, depositó de espaldas sobre el lecho..., una vez así, elevó su cuerpo soteniéndolo sobre sus brazos y comenzó a fornicar a la hembra con vehemencia..., ella, se exaltaba cada vez mas, hasta que al borde de su orgasmo comenzó a gritar enardecida:

"¡Seguí...!, ¡seguí...!, cojeme..., ¡cojeme fuerte...!, ¡bombeaaa...!, ¡bombeame mas fuerteee...!, ¡dale hijo de putaaa...!, ¡¡¡ acabaaaa...!!!.-"

 

Un "AAAAHHHHhhhhjjj...", prolongado y agónico, se escuchó cuando Estela se derramó y recibió, al mismo tiempo, en sus entrañas el semen de Antonio..., abrazando luego con fuerza al hombre, quien depositó su cuerpo sobre el de ella y permaneció así, abrazado por ella, hasta que ambos se recompusieron del esfuerzo sexual a que los llevó al climax conjunto que habían logrado.-

 

Era "emocionante" verlos así agotados sobre el lecho..., pero había sido también muy excitante, verlos copular con el apasionamiento con que lo habían hecho...; por eso yo estaba "caliente"... y ansiosa para que el macho que había elegido para que nos hiciera disfrutar a ambas, se recompusiera de su cansancio y estuviera dispuesto a seguir satisfaciéndonos, ya que ahora era mi turno de gozarlo.-

CUARTA PARTE

Estela y Antonio descansaban..., yo esperaba..., de pronto veo que Estela, aún acostada bajo el cuerpo de Antonio, comienza a mover sus caderas, era evidente que buscaba mas "guerra", porque todavía no estaba saciada..., enseguida Antonio, reacciona a su incitación y elevándose sobre sus brazos, comienza a secundar a Estela en la danza sexual que ella ejecutaba..., yo seguía esperando.-

 

De pronto Estela me mira y como tomando conciencia que seguía apropiada del hombre del que yo esperaba satisfacción, me dice: "Disculpame Ana, te lo robo un rato mas..., me mató pero quiero seguir sintiéndolo...-"

 

Me recosté al lado de ellos, dispuesta a contemplar "en exclusiva, desde primera fila", la danza sexual que estaban bailando..., pero a poco me sentí necesitada de ser poseída con urgencia..., por eso, fui hasta el placard y busqué en él uno de esos juguetes que habíamos comprado aquella vez en el Sex-Shop de Oscar (relean ese Relato) y con él en mis manos, retorné a la cama.-

 

Recostada de costado, apoyada sobre la mano que se elevaba desde el codo para sotener mi cabeza, mientras veía como ellos fornicaban, comencé a "jugar" con el pene artificial que tenía en mi mano...-

 

Primero me lo lleve a la boca y lo recorrí con ella, tal como antes, había recorrido el pene de Antonio..., luego lo deslicé sobre mi piel, rozándome con él la cara..., el cuello..., los senos..., el vientre..., hasta que llegué a mi Monte de Venus y al estar acostada con mis piernas juntas, una sobre otra, presioné sobre mis ingles, con intención de escabullirlo entre ellas...; lo sentí sobre los labios de mi vagina en el momento en que Estela, exclamaba su placer..., cerré mis ojos, separé un poco los muslos de mis piernas sin alejar a una de la otra y presioné el pene artificial para que se escabullera entre ellos..., así sentí que me rozaba los labios vaginales y jugándolo con la mano con que lo manejaba, froté varias veces mi clitoris, hasta que elevando mi cabeza..., cerrando mis ojos..., y exclamando un "AAAhhhyyy..." prolongado, les indicaba a mis acompañantes que había logrado un orgasmo.-

 

Ellos se exaltaron mas..., Estela abrió y separó sus piernas cuanto pudo y Antonio, la fornicó con mas ímpetus...; él me miraba y en su mirada dejaba trasuntar el deseo de poseerme que con mi masturbación, le había provocado..., ella exclamando su goce tras cada embate del pene de Antonio, luego de alcanzar el primer orgasmo, se vuelve hacia mí, me abraza atrayéndome hacia ella y me besa los labios apasionadamente...- Respondí a su beso horadando su boca con mi lengua para buscar la suya..., luego me desprendí de sus labios y fuí, por debajo del cuerpo de Antonio en busca de sus senos..., me apropié del izquierdo y comencé a succionarlo con energía..., Estela clamaba a gritos por "¡mas..., mas..., mas...!"; Antonio la bombeaba con frenesí y yo, sin dejar de mamar su teta, acerque la mía a su boca y se la ofrecí para que imitara mi acto.-

 

Estela se apropió de ella y comenzó a asorberla con vehemencia..., con su mano derecha se llega hasta mi sexo y la cierra sobre él, apropiándose de mi concha y de mi ano... y no conforme con ello, mientras se aproximaba a su nuevo derrame me introduce el dedo indice en el esfinter con lo que arranca de mi garganta un grito ahogado de placer, tras el cual, buscando su mano con la mía la guío para sentir su dedo gordo en mi sexo... y así con sus dedos introducidos en mí, le enseñé a mover su mano, para que, mientras Antonio seguía cojiéndola, ella me masturbara a mí, tal como alguna vez lo hizo mi tío...; cuando aprendió, fue tal el placer que me hizo alcanzar que arrobada, busqué la boca de Antonio y le comí los labios hasta que llegué al orgasmo, mientras que él eyaculaba dentro de Estela y ésta a su vez le regalaba sus jugos...-

 

Extenuados, nos tendimos los tres sobre la cama..., cuando reaccionamos, ya la noche era presencia plena en Buenos Aires...- Al percatarse de lo avanzado de la hora, Estela se alarmó dado que seguramente su marido ya estaría en su casa, preocupado por su ausencia..., se dió una ducha rápida, se vistió y se fue, previo disculparse con nosotros..., nos dejó solos, estábamos ambos desnudos..., acostados en mi cama..., nos dimos un beso..., nos sonreímos... y dormitamos un rato..., teníamos todo el tiempo del mundo..., ningún apuro..., la noche recién empezaba y ambos sabíamos a que habíamos venido.-