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Solo tú... y yo

en Confesiones

SOLOS, TÚ Y YO (Primera Parte)

Desperté abrazada a Antonio..., él dormía; lo besé en los labios y al abrir sus ojos y verme a su lado me dijo: "Me quedé dormido..., ¿que hora es?.-"

 

"Van a ser las diez...- ¿Seguís con sueño?.-"

 

ÉL: "No, tengo hambre..., ¿vamos a cenar juntos?.-"

 

Yo: "Si..., pero después...-"

 

ÉL: "¿Después...?, ¿después de qué...?.-"

 

YO: "De que vuelvas a ser mío...-"

 

Volví a besarlo y me abalancé sobre él, obligándolo a acostarse de espaldas en la cama..., me coloqué sobre su vientre y me arrodillé dejando su cuerpo entre mis piernas..., me moví hasta que mi vagina hizo contacto con su pene..., esa parte de su cuerpo, aún no se había despertado, pero su pene y mi vagina se tocaban y por mis movimientos de vaivén haciendo que se rozaran no tardó en responder a mi provocación.-

 

Si dejar de frotar mi sexo contra el de él, recostándome sobre su pecho, busqué su boca..., la besé primero y la horadé luego con mi lengua, para entrelazarla con la suya.-

 

Siento enseguida que su pene comienza a despertarse..., insisto con mis movimientos..., lo siento ahora endurecerse..., sigo y enseguida empiezo a sentirlo cada vez mas cálido..., entonces le digo a Antonio: "Me encanta tu pija..., ponémela..., cojeme amor..., cojeme mucho...-"

 

Él la busca con su mano y la guía para ayudarla penetrarme..., separo un poquito mi sexo del suyo y siento al capullo empujar mis labios vaginales..., vuelvo a presionar mi concha contra su pija y siento al glande introducirse...; "aaayyy..., ¡mi amor...!, ¡que placeeerrr...!.-" Presiono un poco mas y lo siento irse mas profundo dentro mío..., pero aún no me es suficiente, porque sé que no lo albergo todo, por eso le pido: "Ponelo todo..., no me niegues nada...-"

 

Antonio eleva su cuerpo sobre sus puntos de apoyo y arrastra mi cuerpo sobre el suyo, elevándolo con él; ahora sí..., ahora me siento completamente penetrada.- Mientras lo beso en los labios, casi con desesperación busco con una de mis manos, una almohada individual que siempre está sobre la cama y cuando la encuentro la ubico debajo de sus nalgas..., él se deja caer sobre ella y así con su traste mas elevado del plano de la cama, me siento, por su hermosa pija, completamente empalada...; me abrazo con fuerzas a su cuello y comienzo en sube y baja a garcharme yo solita y a emocionarme por sentir mi sexo, totalmente lleno por el pene de mi amante.-

 

Y lo cojo..., despacito..., suavecito..., lento..., muy lento..., tan lento como sé que a él le gusta fornicarme...- Ahora me detengo..., me elevo apoyando mi cabeza sobre uno de mis brazos..., lo miro y me sonrío..., espero; entonces él, que ya está arrobado y ansioso por demostrarme el placer que lo ha embriagado..., contonea sus caderas y me hace sentir que su pene dibuja círculos dentro mío...-

 

Yo no digo nada, sigo apoyando mi cabeza sobre la mano sostenida por mi codo y me sonrío..., él sigue rotando sus caderas y yo sigo sintiendo su pene recorrer en círculos mi sexo..., de pronto se mueve mas urgente..., me excita..., quiero contenerme mas no puedo y exclamando un "AAAAHHHHhhhh...", emocionado, le demuestro que al orgasmo he arribado...; lo abrazo por el cuello y mientras lo beso en los labios, siento en mis entrañas, muy profundo, golpear a su elixir de macho y exclamando otro: "AAAAYYYyyyy...", mas prolongado, le regalo mi segundo orgasmo.-

 

Nos besamos... y aún sucios nuestros sexos por los jugos derramados, nos vestimos y nos vamos a cenar...; lo hacemos con urgencia, casi atragantándonos, ansiosos por volver pronto a esa cama en que ambos nos hemos revolcado.-

SOLOS TÚ Y YO (Segunda Parte)

Estábamos cenando en "A PUNTO" una parrilla muy coqueta que se ubica en Acoyte, cerca de Diaz Velez, ocupábamos una mesa sobre la vidriera al exterior, cerca de la puerta de ingreso.-

 

Como es de rigor en un lugar así, degustábamos algunas achuras (a mi me encantan los chinchulines) y carnes asadas, acompañada con papas fritas bien doradas (algo raro de conseguir en lugares similares, ya que casi siempre te las sirven "muy blancas").-

 

De a ratos, mordía un "chori" en sandwich con el que acompañaba al plato principal o tomaba alguna papa frita con una de mis manos y me la llevaba a la boca "muy sensualmente", tratando de excitar a mi acompañante...- Nos mirábamos a los ojos casi permanentemente, en los míos se reflejaba la "emoción" que me provocaba, saber que "mi sensualidad", lograba en él, el efecto que buscaba, ya que sus ojos, dejaban traslucir el deseo y la excitación que mis ademanes le provocaban.-

 

Rato antes, habíamos tenido sexo y nos fuimos a cenar en ese lugar, sin higienizarnos..., por eso yo sentía en mi sexo, los jugos que inyectados por él, se mezclaban con los míos...; el calor sensual que me embargó, por la excitación que la situación me provocaba, hicieron que éstos, se licuaran y entremezclados asomaran por las puertas de mi sexo...; sentí llegarse a mi nariz, los efluvios de esos jugos en el que era predominante el olor del macho y me excité mas; presentí que esos jugos iban a aflorar hacia el exterior..., me incomodé un poco, porque de ocurrir, mojarían mi vestido, el que luego, al retirarnos demostraría a los demás comensales, que la "señora atildada", había tenido pensamientos "inconvenientes" durante su cena, que la hicieron "derramarse" y manchar su vestido; entonces, tomé mi servilleta..., me limpié primero los labios con ella..., le sonreí a mi acompañante..., quien a su vez, también se había percatado de los "aromas" que rondaban nuestra mesa..., bajé la mano que portaba la servilleta utilizada hasta mi falda..., la colé por debajo de ella muy disimuladamente..., absorbí así los humores que ya brotaban de mi sexo... y luego, cuando tuve seguridad que ya el "mal rato" había pasado, volví a depositar la mano que sostenía la servilleta sobre la mesa y luego de acercarla a mi boca y darle un beso, se la ofrecí a mi acompañante quien la tomó y la acercó a su nariz, simulando limpiarse la boca, para olfatearla y embriagarse con el olor de nuestros jugos mezclados y absorbidos en ella...-

 

No estábamos solos en el lugar, había a esa hora al menos 3 ó 4 mesas ocupadas alrededor nuestro; en una cenaban tres muchachos jóvenes, en otra un matrimonio de mediana edad, en la tercera una familia "numerosa", ya que el matrimonio, estaba acompañado por 4 niños, que deduje, podrían ser sus hijos, en una cuarta mesa directamente en diagonal a la nuestra, se ubicaba un señor solo, que a partir del momento posterior a mi juego con la servilleta, no me quitó los ojos de encima durante el resto del tiempo que duró nuestra permanencia en el lugar..., otro que también se había percatado del "jueguito", fue el adicionista, el que por ser yo clienta del restaurante, ya que no era ésta la primera vez que concurría, aunque sí la primera que lo hacía acompañada de un amante, no dejó de sonreirme, cada vez que circunstancialmente, nuestras miradas se cruzaban.- Uno de los tres muchachos, aparentemente también se dió cuenta de mi acto y evidentemente se lo comentó a sus amigos, ya que desde ese momento, los tres reiteradamente, volvían de cuando en cuando sus cabezas hacia nosotros, para mirarnos (o mirarme) "como al pasar" de su recorrido visual por el salón.-

 

Antonio, estaba "mas que apurado", por volver rápido a mi departamento y pidió la "cuenta" casi al terminar yo de llevarme a la boca "el último bocado", pero tuvo que esperar un rato mas, ya que el adicionista, nos convidó gentilmente con "helado" y café.-

 

Cuando nos dispusimos a retirarnos, las miradas de casi todos los hombres que estaban en el lugar, se depositaron sobre mí, incluso la de los 4 mozos que atienden las mesas..., era evidente que la "noticia" de lo ocurrido, había trascendido las fronteras de la observación discreta...- Antes de retirame, me acerqué al adicionista, para agradecerle la gentileza que tuvo al convidarnos y luego de intercambiar algunas palabras de cortesía, me despedí de él, dándole un beso en la mejilla.- Me aseguraba así que en mis próximas apariciones en el lugar, al que solía concurrir acompañada por Jorge, contaría con su discreción y la de sus empleados y eventualmente, lo estimulaba a "pretenderme" ("siempre es bueno tener/palenque ande ir a rascarse", dice Martín Fierro), o sea, lo mantendría desde ese momento, "en las gateras", por si en alguna oportunidad me encontraba "falta de hombre" y necesitada de "atenciones especiales".-

 

Volvimos al departamento, ascendimos por el ascensor y en él, Antonio, mas que caliente, me "metió mano a discreción"..., luego de ingresar, ahí nomás, tras la puerta de entrada, me arrebato el vestido, sacándolo con premura de mi cuerpo y se quitó sus ropas..., me arrinconó contra la puerta de entrada y con urgencia y maestría operó para penetrarme..., me clavó su sexo con saña y comenzó a menearse con urgencia y vehemencia..., evidentemente su calentura había alcanzado niveles superlativos, al punto de hacerlo olvidar su habitual gentileza y suavidad.- En realidad el polvo que me hechó así, fue apoteótico..., yo por mi parte, tuve tres orgasmos antes que él derramara su esperma dentro mío y después de arribar a su eyaculación, llevándome de la mano, me guió con rapidez hacia el dormitorio y casi me tiró sobre la cama, para enseguida arrojarse sobre mi cuerpo y volver a poseerme.-

 

Me gustó mucho su desenfrenada forma de cojerme y lo dejé hacer, hasta que sus instintos, ya calmados, dieron paso a su habitual delicadeza.-

 

Había gozado esta nueva forma de copulación con mi gentil amante..., por eso, exaltada por el placer recibido y en procura de mas le pedí:

 

"Dejame ir al baño..., te ganaste un premio, quiero ir a prepararme, antes de entregártelo...-"

 

Antonio, sin preguntarme nada, se retiró de mí, se recostó sobre la cama y me permitió levantarme para dirigirme al baño...-

 

Al volver, yo venía ya dispuesta y preparada, para gozar del hombre, en la forma en la que antes no me animaba, por miedo a quedarme prendada de sus "favores sexuales".-

 

Mientras me subía a la cama, le pregunté: "¿Que te gustaría que te entregue ahora?.-"

 

Antonio: "Acepto lo que quieras darme, todo lo tuyo me gusta y me conmueve...-"

 

YO: "¿Me prometes que vas a volver a ser suave y delicado?.-"

 

Antonio: "Sí, te lo prometo, me exalté porque sabes como manejar mis emociones y sabes como excitarme.-"

 

Mientras me decía esto, se había colocado entre mis piernas sobre mi cuerpo, sosteniéndose sobre sus brazos.- Lo rodeé por su cuello con mis brazos y mientras lo obligaba a acercarse a mi, lo besé en los labios..., luego le pedí: "Arrodillate, así como estás...-"

 

Cuando lo hizo, elevé mis piernas con la intención de colocarlas sobre sus hombros..., él entendió mi pretensión y me ayudo con sus manos a lograr la posición buscada..., una vez que quedé "colgada" con mis tobillos de sus hombros, acerqué mis nalgas para ubicarlas sobre su regazo..., pasé mis manos por debajo de mis nalgas y tomando los cachetes de mi traste los separé y me ofrecí así...-

 

"Tomalo, es tuyo..., haceme la cola..., pero sé suave como siempre lo fuiste...-"

 

ÉL: "¡Mi amoorrr...!; ¡que lindo regalo!..., si, te prometo que seré mas suave que nunca...- Vivo de sorpresa en sorpresa contigo, primero me regalaste a tu amiga y ahora a tu cola, sos única Ana; ¡Te amo!, ¡te amo, como nunca amé antes, a nadie en el mundo!.-"

 

YO: "No hablemos de amor..., hablemos solo de sexo..., me gustas y me gusta cojer contigo..., por eso quiero ahora sentirte así..., para ser completamente tuya..., pero no hablemos de amor..., hablemos solo de deseos...-"

 

Enseguida, moví mis caderas para incitarlo a terminar con la "cháchara" y empezar a disfrutar de esta nueva forma de entrega a él...; ubicó sus manos sobre las mías que seguían tomando mis nalgas, abriéndolas para ofrecerle mi ano indefenso y acercó su pene a las puertas de él, que se mostraba palpitante y por la excitación que me embargaba, latía al compás de mis urgencias...-

 

Lo sentí apoyarse a sus puertas..., lo sentí presionar con delicadeza, no obstante, me tensioné y endurecí todos mis músculos, esperando el momento doloroso de la penetración..., lo sentí presionar un poco mas y me mordí los labios..., su pene era un poco grueso para el aro de mi culito, que no obstante lo esperaba ansioso..., tenía que relajarme si quería que su introducción no me fuera dolorosa y sí placentera..., lo contuve unos instantes con mis manos, reteniendo su empuje..., entonces le pedí: "Buscá en ese cajón (señalándole uno de la mesita de luz a mi derecha), untame con la vaselina para poder soportarte mejor.-"

 

Él lo hizo... y después de concluir con la tarea, volvimos a adoptar la postura anterior..., esta vez , yo me abría las nalgas con mas decisión y él, enseguida que apoyó su pene sobre mi ano, empujó con suavidad pero sin pausas y por fin su pija se alojó en mi culo, obligándome a lanzar una exclamación intensa de placer..., aunque también sentí dolor, por lo que cerrando mis ojos con fuerza y mordiéndome los labios, lo contuve con mis brazos, conteniéndolo para evitar que se meneara dentro mío, enseguida Antonio se contuvo de continuar y espero a que mis jadeos cesaran, indicándole que ya estaba dispuesta a entregarme al goce de su penetración.-

 

Cuando abrí mis ojos y mirándolo me sonreí, Antonio entendió que había llegado el momento en que me sentía dispuesta a gozar por él.-

Y me hizo gozar..., mucho... y muy bien..., me cojía suave..., despacio..., tratando de no hacerme sufrir..., su pija era gruesa y ahora sintíéndola en mi esfinter, tomaba conciencia de ello..., pero me gustaba..., la disfrutaba..., la gozaba... y en un momento, sin casi darme cuenta, exclame mi sorpresa con un: "AAAhhh..." y me derramé en el primer orgasmo de mi entrega anal a Antonio.-

 

Ello lo excitó y me bombeo con un poco mas de urgencia..., lo sentí mas intensamente y elevándome un poco de sus piernas, colgándome mas alto de su cuello con las mías, me aferré con mis manos a las sábanas y empecé a delirar: "Si, mi amor..., así... seguí así..., me matas..., ¡como te gozo...!, ¡mi vida...!, ¡como te siento...!,¡cojeme...!, ¡cojeme...!, soy tuya..., soy tuya..., toda tuya..., soy tu hembra..., ¡tu hembra...!, ¡aayyy...!, ¡mi macho...!, ¡mi machooo...!, ¡me voy...!, ¡me voooyyy...!, acabo..., acabo..., ¡acabá conmigo...!, ¡acabá Antonio...!, ¡¡¡acabáaaaa...!!!.-

 

El derrame de mis flujos fue inconmensurable... y el sentir su esperma derramarse dentro de mi esfinter, una sensación enloquecedora..., Antonio, luego de eyacular, por el esfuerzo se dejó caer sobre la cama y me arrastró a mi con él, por lo que quedamos unidos sobre el lecho pero en posición invertida..., me desprendí de él, y me acerqué a su lado para comérmelo a besos..., tanto lo había gozado, que quería manifestarle mi agradecimiento en la forma que fuera... y se lo agradecí besándolo sin cansancio...-

 

Cuando Antonio se fue de mi departamento, yo todavía estaba tendida en mi cama..., desnuda y refunfuñando..., acariciándome el sexo..., sonriente y satisfecha..., arrobada de emoción por las sensaciones que me había hecho sentir... y tal como alguna vez lo temí, prendada de ese hombre y de su pija, que me había regalado uno de los mejores coitos anales de mi vida...-

 

Y quise luego, ir por mas...-

SOLOS, TÚ Y YO (Tercera Parte)

Cuando Antonio se fue de mi departamento, yo todavía estaba tendida en mi cama..., desnuda y refunfuñando..., acariciándome el sexo..., sonriente y satisfecha..., arrobada de emoción por las sensaciones que me había hecho sentir... y tal como alguna vez lo temí, prendada de ese hombre y de su pija, que me había regalado uno de los mejores coitos anales de mi vida...-

 

Y quise luego, ir por mas...- Por eso, en un momento salté de la cama y corrí hacia la cocina, a prenderme del micrófono del portero eléctrico...; cuando escuché a través de él, que la puerta de calle se abría, casi a los gritos pregunté: "¿Antonio...?, ¿Antonio..., sos vos...?.-"

 

ANTONIO: "Si Ana, ¿que pasa?.-"

 

YO: "¡Esperá...!, no te vayas..., volvé a subir..., por favor..., ¡volvé...!.-"

 

No tuve respuesta, pero escuché que la puerta de entrada se cerraba..., me acerqué hacia la puerta de ingreso a mi departamento y con mi oreja apoyada sobre ella, esperé hasta que escuché que el ascensor estaba en movimiento..., que se detenía en mi piso..., que se abrían y cerraban sus puertas..., que el ruido de unos pasos aplomados, me indicaba que alguien se acercaba...-

 

Entonces, la abrí con urgencia y allí estaba él..., parado frente a mí..., sonriente... y contemplando mi desnudez total..., de cuerpo y alma..., porque al decirle: "No te vayas..., quedate acá..., dormí conmigo...", le estaba entregando a él, también mi alma...-

 

Antonio ingresó y mientras yo cerraba la puerta con llave, él me toma con una de sus manos por la nuca y acercando mi boca a la suya, me besa con ternura en los labios..., luego con su otra mano, recorre mi espalda apretándome después contra él...; sigue besándome en los labios, mientras que una de sus manos sigue en mi nuca y la otra acaricia mi cola..., me aprieto contra él y con mi vientre desnudo, presiono sobre su falo vestido..., lo siento excitarse..., con mi lengua horado sus labios que no dejaban de besarme y busco la suya, para acariciarla con la mía..., sigo sintiendo como su falo sigue enervándose..., siento que su extrema dureza ya me oprime fuertemente el vientre, por eso le digo: "Vení..., vamos a la cama...-"

Y llevándolo de la mano, lo guió en dirección al dormitorio..., pero al dar dos o tres pasos, se detiene y me empuja sobre el apoyabrazos del sillón grande del living..., caigo de frente, tropezándome sobre él y enseguida siento el cuerpo de Antonio caer sobre el mío..., me besa en la espalda varias veces mientras percibo que sus manos operan para liberarle el cuerpo de sus ropas..., me acaricia ahora la espalda y se llega hasta mis glúteos..., me los acaricia primero..., me los masajea suavemente luego..., por último se aferra a ellos y los separa para exponer a mi ano indefenso..., se acerca a él con su pene y con maestría, sin necesidad de ayuda, lo apoya a sus puertas y presiona...; siento el momento..., exclamo mi sorpresa con un: "Aaahhhyyy...", mientras que mis manos buscan reemplazar a las suyas y cuando lo hacen, abren mis glúteos lo mas posible... y para acortar el momento de mi sometimiento, mi cuerpo empuja hacia el cuerpo del hombre y presionándolo, lo ayuda a penetrarme sin mas demoras...-

Ya estoy nuevamente sometida..., el vientre de Antonio presiona contra mis nalgas..., siento su pija integramente alojada en mi esfinter..., su grosor exagerado me conmueve..., sin embargo la soporto sin sufrimientos..., me gusta sentirla dentro mío..., me excita mas, saber que ahora la soporto sin sufrirla..., muevo mi culo en círculos y siento que dentro de él, su pija copia mis movimientos dibujando circulos dentro mío..., me gusta..., me exalta..., me emociona..., grito...: "¡Por Diooosss...!, ¡que placeeerr...!, como te siento, mi amor..., ¡como te siento...!"

 

Sigo meneando mis caderas..., obligando a la pija que me invade, a que siga recorriendo el interior de mi esfinter... y sigue el hombre, presionando su vientre contra mis nalgas..., le pido: "¡Cojemeeee...!" y mientras muerdo el almohadón del sillón sobre el que estoy reclinada, Antonio me coje y se mueve de atrás hacia adelante y viceversa arrancando de mi garganta un "AAAAaaaahhhhh...", continuo y prolongado que solo cesa cuando siento que el semen del hombre llena mis entrañas, para transformarse en un "¡AAAAHHHHHjjjj...!, ¡mi amoooorrr....!, ¡que buenooo...!", al momento de arribar a mi orgasmo.-

 

Me desprendí de Antonio..., me arrodillé frente a él..., me apropié de su magnífico falo con mi boca, que por su grosor casi me colmaba por completo el contorno de mis labios y lo masturbé hasta que le arranqué la eyaculación que me llenó la boca y que saboreé luego con placer.- Después que le limpié el pene con mi lengua... me incorporé..., lo besé en los labios... y tironeándolo por sus manos..., lo llevé a mi cama.-

SOLOS, TÚ Y YO (Cuarta Parte)

Luego de haberme apropiado del elixir de mi macho, arrodillada entre sus piernas, me incorporé y tironéandolo de sus manos, los conduje hasta el borde de mi cama, caminando yo hacia atrás...; ya en el dormitorio, al llegar al borde de la cama, me senté sobre ella y sin dejar de tironear a Antonio por sus manos, me fuí recostando sobre el lecho...-

 

Mientras me reclinaba hacia atrás y elevaba mis piernas rodeando con ellas el cuerpo de mi macho, antes de terminar de apoyar mi espalda contra el lecho, sentí el pene de Antonio, introducirse en mi sexo..., cuando apoyé mi espalda completamente sobre la cama, su pija ya estaba integramente alojada en mi concha..., me sentí tan profundamente penetrada, que exclamando mi placer, lo rodeé con mis piernas a la altura de sus glúteos y lo obligué a clavarse mas profundo dentro mío...- Como él se demoraba en depositar su cuerpo sobre el mío, fue mi cuerpo el que; ayudado por mis piernas que rodeaban el cuerpo de Antonio; elevado desde mis caderas se apretó contra el vientre del hombre y tras uno o dos movimientos circulares, pivoteando sobre su pene, alcanzó el orgasmo tan deseado.- Una exclamación ahogada escapó de mi garganta: "AAAaaahhhhggg..., ¡mi amor...!, como te gozo...!"

 

Volví a depositar mi cuerpo sobre el lecho, mientras que liberaba el cuerpo de Antonio de la cárcel que fueron mis piernas...; él, lejos de retirarse de mí, comenzó a bombearme suave..., muy suave..., lo sentí ir y venir dentro mío y enseguida, comencé a exaltarme nuevamente..., mientras Antonio seguía con sus movimientos, cojiéndome suave..., despacito..., dulcemente..., yo me excitaba mas y mas..., hasta que empecé a secundar sus movimientos, rotando mis caderas al ritmo de su suave y dulce fornicamiento...-

Apenas uno o dos minutos duró esta sesión, porque enseguida, estuve dispuesta a regalarle mi segundo orgasmo..., pero lo contuve hasta que sentí que Antonio, eyaculaba dentro mío..., entonces sí..., en ese momento dejé aflorar todos mis jugos y lancé una exclamación que retumbó en todo el ambiente: "¡Mi machooo...!, ¡que bien que me cojéeessss...!, ¡como me gusta tu pìjaaa....!, no me la saques mi vida..., no me la saqués..., ¡seguí matándome así...!, ¡dame mas placer...!, ¡dame mas pija...!, por favor..., ¡seguí..., seguíii...!"

 

Y Antonio siguió..., parado sobre el piso, con su cuerpo sobre la cama, sostenido por sus brazos sobre el mío..., acercó su boca a la mía y mientras me besaba, comenzó a moverse nuevamente... y nuevamente a exultarme de pasión...- Mientras él me cojía, yo deliraba..., dejé de besarlo y cerrando fuertemente mis ojos, moviendo mi cabeza hacia uno y otro lado tras cada bombeo de Antonio, comencé a secundarlo moviendo mis caderas al compás de su fornicamiento...- Esta vez, su cojida fue mas larga, tardó mas tiempo en alcanzar su climax..., para cuando llegó a él, yo ya me había derramado tres veces... y cuando sentí que su semen golpeaba contra la entrada de mi útero..., le regalé mi cuarto orgasmo, aferrándome muy fuerte con mis piernas a su cintura..., elevando mi traste del plano de la cama, hasta quedar colgada de él y gritando mi placer como lo hice antes: "¡AAAyyyy..., mi amoooorrrr....!, ¡que polvo me hechasteee...!, ¡mi vidaaaa....!, ¡te amooo...!."

 

Abrazados, dormimos esa noche juntos, sobre mi cama húmeda por los derrames de nuestros apasionamientos..., mi nuevo hombre había tomado de mí, todo lo que yo le ofreciera..., todas mis vías de acceso fueron suyas y todas ellas supieron de su virilidad, de su fogosidad, de su generosa y sabia forma de darme placer...; estaba entregada, me abracé a ese hombre y reconocí muy intimamente, que me había enamorado...-

SOLO TÚ... Y YO (Historia Final)

Me dormí abrazada a Antonio, conciente que me sentía enamorada de ese hombre y de su "hombría".-

 

Desperté a media mañana, cuando ya el sol, con sus rayos entrando por mi ventana, invadía casi toda la cama sobre la que estábamos abrazados él y yo.-

 

Todavía amodorrada, observé que sobre el portaalmohadas que es a la vez cabecera de mi cama, había una rosa que empezaba a abrirse, deduje que rato antes, Antonio la habría cortado del rosal que cultivo, en una de las macetas que adornan el balcón de mi departamento.-

 

La tomé por el tallo, la olí y luego recorrí con el capullo de sus pétalos, el velludo pecho de mi hombre de esa noche...; Antonio refunfuñó y giró, aún dormido, sobre su cuerpo alejándose de mí...; entonces dejé de acariciarlo con los pétalos y recorrí la piel de su espalda con el tallo, haciéndole sentir sobre su piel, el cosquilleo electrizante de las espinas de la rosa...; Antonio despertó, semigiró hacia mí y cuando se dió cuenta que era yo quien lo "martirizaba" con la flor, se sonrió, me envolvió con su brazo a la altura de mi cuello, me acercó a él y me beso con ternura.-

 

Enseguida, giró su cabeza hacia la mesa de luz y me dijo: "En esa foto estás hermosa..., regalámela".- La saqué del portaretratos que la contenía y se la ofrecí..., él la observó y luego la besó, yo le pedí: "Besame a mi, para eso me ténes acá.-"

 

Continuamos así abrazados, besándonos por un rato..., luego me desprendí de sus labios y descorriendo la sábana con la que cubría su intimidad, me aproximé a su pene y lo besé con dulzura..., cuando Antonio depositó su mano sobre mi nuca, entendí que silenciosamente me pedía que le diera placer..., me apropié del glande de su pene con mis labios y de a ratos sorbiéndolo o de a ratos masturbándolo con mi boca, logré exitarlo nuevamente...; cuando ya se me hizo evidente, que no habría negativas de su parte para que yo siguiera deleitándome con el objeto de mi placer y de mi deseo, decididamente lo contuve lo mas que me era posible entre mis labios y comencé a sorberlo con apasionamiento..., su virilidad se manifestaba ahora con mas "hidalguía"..., aprisioné su tronco con una de mis manos y me dediqué con fruición a continuar mi obra..., en un momento, tras escuchar un gemido apagado de mi hombre, desprendí mi boca de su pene y girando mi cabeza para mirarlo a los ojos le pregunté: "¿Sigo...?"

 

EL: "Si..., pero montate sobre mí..., quiero retribuirte...-"

 

No me hice repetir el pedido, pasé una de mis piernas por sobre su cuerpo y quedando en posición invertida, o sea con mi boca hacia sus "partes bajas" y con mi vientre hacia su cabeza, retrocedí mi cuerpo sobre el de Antonio, hasta que percibí que mi sexo había quedado al alcance de su boca..., entonces mientras sentía la lengua de él lamer mis labios vaginales, volví a engullir su pene con mi boca..., esta vez su excitación era mas que notoria, por eso tuve que esforzarme, para que su grueso pene cupiera entre mis labios...; solo albergué en mi boca, su por demás excitado y rubicundo glande y mientras sentía la lengua de Antonio casi completamente introducida en mi concha, recorriéndola y escarbando cada rincón de ella, mis labios volvieron a sorber, solo a sorber, con la intención de extraer por el ureter de esa pija que tanto me conmocionaba, el elixir del macho que me enamoraba...- Su falo siguió creciendo, si es que ello era aún posible, o al menos así a mí me parecía..., mis labios lo rodeaban por completo, pero mi boca exageradamente abierta, comenzó a sentir dolor en sus carrillos..., no quería dejarlo húerfano de "mis atenciones", pero ya la molestia iba en aumento, aunque también aumentaba mi calentura, inducida por la destreza conque Antonio, jugueteaba con su lengua dentro de mi concha.-

 

Mi placer era "inconmensurable"..., mi esfuerzo también... y por uno y otro, en un momento dando un grito, me desprendí de su pija y aplasté mi sexo contra su boca, mientras mis jugos desbordaban de mi y empapaban su cara...- Desesperada, gateé dos pasos sobre el cuerpo de Antonio hasta que ubiqué mi sexo sobre su vientre..., mientras él ayudado con una de sus manos, guiaba al suyo para contactarlo con el mío..., cuando sentí que su capullo rozaba mis labios vaginales, semi incorporé mi cuerpo apoyándolo sobre mis brazos y mis manos y esperé..., Antonio, siempre guiándolo con su mano, recorrió los labios de mi vagina por dos o tres veces en caminos de ida y vuelta..., un "AAAaaahhh..., mi amoooorrr...", afloró de mi garganta y desesperada, cuando volví a sentir su glande acariciar mi clítoris..., presioné con mi vientre hacia abajo, obligando a ese pene que tanto me había exultado, a penetrar por mi concha con la intención de que me llegara hasta el alma.-

 

Una vez que me sentí completamente penetrada por la pija de Antonio, presionando su vientre con mi sexo y mis nalgas, me revolví sobre él, con energía enardecida y deseperación apasionada..., enseguida le regalé mi orgasmo...; luego, un poco mas calmada de mi inicial enardecimiento, acuclillada sobre el cuerpo de Antonio y sosteniendo el mío con mis brazos y mis manos apoyadas sobre el lecho, comencé a "cabalgarlo" a un ritmo "increscente"..., a poco andar, mi "jineteada" sobre su pija, era casi desenfrenada y enseguida, sentí la eyaculación de Antonio golpear dentro de mi sexo..., me dejé arrastrar en otro orgasmo y aunque me sentí de pronto mas calmada, no dejé de cabalgar sobre su vientre, aunque ahora lo hacia en forma mas pausada; mientras, le decía: "Ay..., mi amor..., como me gusta que me cojas...-"

 

No quería desprenderme de mi cabalgadura..., seguí montada sobre él meneándome suave sobre su vientre y pivoteando mi cuerpo sobre su pija que seguía penetrada en mí..., en un momento, erguí mi cuerpo y sosteniéndome sobre mis rodillas, comencé a subir y bajar sobre el vientre de Antonio..., en consonancia con mis movimientos, su pene fue volviendo a adquirir la dureza que me conmocionaba y me satisfacía..., rato después, cuando ya había alcanzado su "máxima expresión" llenando toda mi vagina..., volví a apoyarme con mis brazos y mis manos sobre el lecho y volví a cabalgar a mi hombre, tal como antes lo había hecho...- Él, me secundaba rotando su caderas debajo mío..., nuestros apasionamientos fueron aumentando y junto a ellos, nuestro ritmo de fornicamiento..., estábamos ya dispuestos a entregarnos al arrebato sexual que nos había vuelto a embargar, cuando de pronto se escucharon ruidos en la puerta de entrada a mi departamento..., alguien estaba pretendiendo ingresar..., se escuchaba descorrer la llave de la cerradura..., me desprendí de mi macho y corrí, desnuda, hacia la puerta de ingreso, entornando tras de mi la puerta del dormitorio.-

 

Cuando llegué al lado de la puerta de entrada, que ya estaba abriéndose, vi a Jorge parado tras ella e iniciando su ingreso al recinto..., cuando me vió desnuda, con mi cabello alborotado, mi cuerpo perspirando a través de sus poros mi acaloramiento erótico y mi cara sonrojada, por la corrida y por el apasionamiento sexual de instantes antes, se asombró primero..., me observó detenidamente después..., me tomó por las manos luego..., esbozó una sonrisa que yo imaginé entre pícara y complice... y mientras me besaba en los labios yo imaginaba que él estaba pensando: ("Le dí la cana").- A mi vez, mientras respondía a su beso, yo pensaba: ("Me diste la cana.-").-

 

Luego de besarlo le dije: "Estaba por darme una ducha..., ¡vení conmigo...!", mientras lo tironeaba de las manos, casi arrastrándolo hasta el baño..., una vez dentro, cerré la puerta, abrí los grifos para dejar correr el agua, luego lo ayudé a quitarse sus ropas y juntos ingresamos al recinto del duchador para higienizarnos uno al otro.-

 

Mientras nos bañábamos Jorge me dice: "Estuve pensando muy seriamente sobre lo nuestro... (yo me alarmé un poco, convencida que a continuación vendría el reproche inevitable, por la situación que ya suponía que él había percibido); Ana, ya somos grandes, vamos envejeciendo y es oportuno que definamos nuestra relación... (chau, ahora se viene el 'cascoteo'..., seguro que me planta; seguía pensando yo), hemos convivido durante casi 30 años..., ya es hora que resolvamos nuestro futuro como pareja (Chau...,¡me larga..., me larga!)...- Casémonos, mi amor..., hagámoslo ahora de una vez por todas...-"

 

Quedé obnubilada, estaba superconvencida que Jorge había percibido que en mi cama había, en este mismo instante, alguien..., no dije nada..., me sequé y me disponía a retirarme del baño cuando Jorge me pregunta: "¿No vas a responderme nada...?, ¿no querés casarte conmigo?".- Desde el baño escuchamos un sordo ruido, como de una puerta que se cerraba bruscamente..., seguí sin responderle..., me dirigí al dormitorio..., Antonio ya no estaba..., Jorge vino tras de mí..., sobre la cama aún húmeda por los apasionamientos de mis anteriores entregas sexuales, yacían la rosa estrujada y maltrecha y mi foto rota en varios pedazos...-

 

Recogí los trozos de esa foto rota, la flor marchita, los pétalos desprendidos..., Jorge me ayudó... y luego, extendió las sábanas sobre el lecho ocultando bajo ellas, las pruebas de mi "desliz"..., me acerqué a la ventana..., arrojé desde ella al vacio, la rosa estrujada y la foto rota..., al voltear hacia el interior, los brazos de Jorge me esperaban extendidos..., me acurruqué entre ellos..., sentí su abrazo cálido y protector..., me apretujé mas contra el cuerpo del que era en verdad, mi verdadero amor..., elevé mi cara hacia él..., le dí un beso en los labios..., le susurré "Perdoname..." y luego de su sonrisa le respondí: "Sí, mi vida..., casémonos...-" FIN