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Reincidencia

en Confesiones

Mis 48 años, los festejé en Buenos Aires,en compañía de mi hijo, de Susy, su pareja, su inseparable amigo Ernesto, (de quien ya les conté un episodio vivido con él en el departamento de mi hijo) y Jorge, mi "marido" (sin libreta), quien se retiró luego del brindis de salutación, para asistir a una importante reunión en la Sociedad Rural, debido al abusivo avance que el poder kirchnerista hacía sobre el Campo Argentino.-

 

NdeR.: Ya en el año 2007, el campo estaba en efervescencia; las "retenciones" conque se castigaba (y se castiga) a la producción de granos, afectaba en mayor medida a los productores mas chicos, llegando en algunos casos a expulsarlos del sistema productivo por condenarlos a una "renta negativa"; sumado a esto la prohibición de exportar hacienda (vía cuota Hilton o vía venta directa), mas la prohibición de faenar ganado de menos de 420 kilos, a pesar de las advertencias que desde los ámbitos conocedores de la actividad se le formularan al hoy extinto ex-presidente, en ejercicio en aquellas épocas; hizo que el malestar agropecuario generalizado, culminara en el llamado "Grito de Rosario", donde se reunió todo el espectro productivo agropecuario nacional y a partir del cual y ya antes, la actual Presidente tuvo que soportar cortes de ruta y marchas de tractores en todo el interior del país, asestándole la primera derrota de importancia en su novel mandato, al recibir el voto negativo del Senado de la Nación, la mal afamada Resolución 125 del Ministerio de Economía.- Las consecuencias directas de esas prohibiciones y medidas confiscatorias, vía inflación, las pagan hoy los consumidores argentinos, a quienes los gobernantes de turno, dicen defender.-

Otra consecuencia directa de las malas políticas agropecuarias implementadas por el Poder kirchnerista, se verán en pocos años mas, cuando la desertización, producto de la expoliación que se hace hoy de las tierras productivas, por la siembra intensiva de soja, (aunque esto haya ahora extendido la frontera agrícola y promovido una salvaje deforestación en Santiago del Estero, Chaco, Formosa, Corrientes y Salta, cuyas consecuencias pagamos ya con inundaciones inesperadas y lluvias mas que copìosas en todo el territorio nacional), impida a los productores de granos, la obtención de rendimientos aceptables en sus cosechas de trigo, maíz, cebada y otros granos alternativos, los que con sus rotaciones en campañas anuales, garantizaban la conservación de los suelos productivos.- Pero estos temas son para "charlarlos" en otros ámbitos.-

 

Concluída la cena, llevé a mis tres anfitriones a su domicilio.- Una vez en la puerta y mientras nos despedíamos, Ernesto comentó su intención de ir a visitar a unos amigos, por lo que me pidió, si no me era molesto, acercarlo a algún lugar desde donde pudiera viajar con mas facilidad hacia el lugar donde se dirigiría; por supuesto que no era políticamente correcto negarme, por lo que ingresados Martín y Susy al edificio, partimos con Ernesto, rumbo al lugar donde se suponía que iba a apearse.-

 

Una vez solos, ya en camino, Ernesto inicia el diálogo:

 

EL: "Ana, hay algo que desde hace un tiempo quiero comentarte, pero nunca encontré, talvés por vergüenza, el momento oportuno".-

 

YO: "¿Que es?, aprovechá ahora que estamos solos".-

 

EL: "Una vez, hace ya unos años, llegué a casa medio borracho...; entré a oscuras y ví en el sofá del living a una mina durmiendo desnuda...; pensé que era la hermana de Susana, que en esa época me tiraba los ganchos... y sin pensarlo, me abalancé sobre ella y le dí masa hasta que quedé al borde del infarto...- ¡No te imaginás la vergüenza que sentí cuando al día siguiente, preguntando por ella, supe que esa mina eras vos!.- No sé como disculparme... , te juro que jamás me hubiera atrevido si en verdad veía que eras vos...- Perdoname Ana, te juro que en verdad no sabía, ni me dí cuenta en ese momento..., estaba muy borracho..., ni sabía lo que hacia, fue así como así... ví un culo y me tenté".-

 

YO: "¡Así como así?, ¡Y yo que pensé que me habías reconocido...!.- ¿Sabés que todavía me duele la concha, cada vez que recuerdo lo de aquella noche?".-

 

EL: "Ja,ja,ja..., ¡que bruta sos!, me gusta la onda que tenés..., ¿y querés que te confiese algo?".-

 

YO: "Decime...".-

 

EL: "Cuando yo lo recuerdo... termino masturbándome".-

 

YO: "¿Porqué?".-

 

EL: "Porque a pesar que me dá vergüenza esa situación..., pienso que si tuviera oportunidad, lo repetiría...".-

 

YO: "¿Y hoy estás borracho, también?".-

 

EL: "No, hoy no..., lo digo porque lo pensé mucho y lo deseo mas".-

 

YO: "¿Y te parece correcto proponérmelo?".-

 

EL: "No sé si es correcto o no; lo que sé es que daría lo que no tengo, por acostarme con vos..., ¡sobriooo...!".-

 

Me sonreí y enseguida, se abalanzó sobre mí y me besó en los labios...; cuando atiné a estacionar la camioneta al borde de la acera, comenzó a morderme la boca con desesperación..., a perforar mis labios con su lengua..., a abrazarme con uno de sus brazos, mientras que su otra mano se apropiaba de mis senos...; yo le respondí tomando con mi mano derecha su nuca, mientras que mi mano izquierda se deslizaba hacia su entrepierna, para apropiarse del objeto que tanto había disfrutado aquella vez.-

 

Lo encontré realmente excitado... y al tomarlo por sobre las ropas que lo escondían, me tenté con la idea de volver a sentirlo, como lo había sentido..., como lo recordaba en mis noches solitarias..., cuando en la soledad de mi cama, me masturbaba asaltada por los recuerdos de aquella noche, en la que una de mis fantasías mas recurrentes se había cumplido, aunque de incógnito por la oscuridad del ambiente.-

 

Cuando nos desprendimos, calmados de ese arrebato de pasión, le dije:

 

YO: "A casa no podemos ir, ni a la mia ni a la tuya".-

 

EL: "No importa, vamos a un hotel...".-

 

Y hacia Juan B. Justo y Loyola, partimos..., trepamos con la camioneta por la rampa en caracol que nos conducía a la habitación y una vez estacionados en la cochera, nos internamos en el recinto que sería el testigo de nuestra desenfrenada y mutua entrega.-

Una vez en la intimidad del ambiente, con verdadera deseperación nos desnudamos uno al otro..., para luego abrazarnos..., besarnos... y reconocernos, acariándonos mutuamente los cuerpos y buscando en ellos el objeto de nuestros íntimos deseos...; así nos fuimos hacia la ducha y una vez en ella, rociados por el agua de la regadera, continuamos con nuestra danza de pasión y de deseo...- 

 

En un momento, mientras dejaba que Ernesto recorriera mi cuerpo con el jabón de tocador conque nos higienizábamos en la ducha, pensé que aquello era una locura...: entregarme a un muchachito, casi 20 años menor..., con mi "marido" seguramente esperándome en casa...- ¿Porqué no podía refrenar esas ansías de cojer con cualquiera que me lo propusiera?; ¿porqué, si tenía un marido con el que era muy feliz y con el que gozaba como no lo hacía con ningún otro hombre?; ¿que pasaba conmigo..., porqué era así?.-

 

No tuve respuesta a mis preguntas..., lo que tuve fue un orgasmo, cuando sentí que Ernesto había invadido mi vagina con el jabón..., una excitación desmesurada, cuando sentí que con sus dedos intentaba de rescatarlo, recorriendo con ellos el interior de mi sexo, tratando de apoderarse de ese intruso que él mismo había alojado en mi.- Y unas ganas desmedidas de cojer... y cojer... con ese pendejo, (que en sus 29 años ya no lo era tanto), que había sabido transportarme a ese estado de excitación sexual, nunca antes alcanzado por mí.-

 

Sin secarnos el agua de la ducha y hasta enjabonados, nos fuimos a la cama, allí depositada yo boca abajo sobre el lecho, sentí al hombre elevar mis caderas sobre mis rodillas y poseerme sin preámbulos, al invadir desde atrás, mi concha con su pija... y lo gocé.- Lo gocé tanto, que casi antes que me penetrara por completo, acabé.-Y comencé a sentir como ese pene magnífico, por el que yo muchas veces me había masturbado, recordándolo en mis noches de soledad, recorría mi sexo entrando y saliendo de él, llevándome a alcanzar el "séptimo cielo".-

 

A poco y casi sin solución de continuidad, empecé a derramarme en orgasmos incontrolables, a los que acompañaba con gritos estertóreos, cada vez que sentía a Ernesto eyacular en mis entrañas.- Tras cada eyaculación, el chico que era, se reiniciaba con mas ahínco, con mas frenesí y tras cada eyaculación, quería yo que me diera mas y mas pija..., porque me gustaba, porque lo gozaba, porque me enardecía mas y mas, tras cada bombazo, tras cada golpe que el capullo del chico, daba en las puertas de mi útero.-

 

Tanto gocé ese momento..., que después de sentir al chico derramarse tres veces en mi interior, comencé a morder la almohada sobre la que reposaba mi cabeza y a apretar mis senos, que antes se balanceaban frenéticamente a cada embestida de Ernesto, llevándomelos a la boca para morderme yo misma los pezones, debido al paroxismo sexual al que me había elevado el hombre que me poseía.-

 

Tres horas estuvimos en aquella cama, cojiéndonos, mejor dicho, dejándome cojer por Ernesto.- No sé cuantos orgasmos tuve, ni sé cuantas veces eyaculo, lo que sé es que cada vez que Ernesto acababa, yo esperaba el reinicio con mas ansiedad tras cada coito..., y lo que sé, es que lo recibí en cuanta posición pudiéramos adoptar...; con mi cola en banderola..., boca abajo sobre el lecho..., acostada de espaldas abriendo mis piernas y con el hombre encima, sostenido por sus brazos..., o directamente apoyado su cuerpo contra el mío..., ambos de costado haciendo cucharita..., o conmigo galopando sobre su vientre y su pija, primero de frente... y luego dándole la espalda..., hasta parada contra una de las paredes del cuarto me echó un polvo y luego otro, estando yo tomándome con las manos del borde de una mesa...-

 

Cuando sonó el timbre anunciándonos que el tiempo contratado expiraba, nos fuimos a la ducha...; allí me alzó con sus brazos obligándome a rodear su cuerpo con mis piernas y apoyada mi espalda contra una de las paredes de la ducha, lo sentí llenarme nuevamente con su esperma..., cuando me depositó en el piso de la ducha, me seguí deslizando hacia abajo y arrodillada, me apropié de su pene con mi boca y al tenerlo en ella, solo atiné, no a absorberlo como siempre lo hago, sino a masturbarlo con mis labios... y así llené mi boca con su semen, al que saboreé, ya nuevamente de pie, mientras Ernesto ahora arrodillado, jugaba con su lengua en mi concha, de la que arrancó mi ultimo y ya lánguido orgasmo, para beber luego mis icores con fruición apasionada.-

 

Luego de dejarlo en la puerta de su departamento, mientras iba hacia la mía, pensaba que ahora entendía porque las mujeres de la farándula, (Moria Casán, Susana Gimenez, Graciela Alfano y tantas otras), buscaban la compañía de hombres mas jóvenes que ellas..., y concluí que es porque un hombre mas joven, tiene la potencia sexual con la que alguna vez, todas las mujeres soñamos ser cogidas.-

 

En casa estaba mi "marido" ya dormido, me acurruqué a su lado y guiando sus brazos para que me abrazara, comencé a besarlo, recorriendo toda su cara..., cuando despertó y repondió a mis besos, me deslicé hacia abajo y me apropié de su pene con mis labios y comencé a absorberlo, solo a absorberlo, hasta que con sus gemidos y tomándome de la cabeza con sus manos, entendí que estaba a punto de eyacular..., continué mi obra y llené mi boca con el esperma de mi hombre, del hombre que en verdad amo, porque por mucho que goce con cualquier otro, es con él con quien en verdad comparto mi vida.- Luego de saborear el semen de mi hombre... y como si siquiera lavar mis culpas, me entregué a él enamorada...; pero de esa entrega les cuento otro día.-