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Mi prima

en Amor filial

Mi prima

Mi nombre es Lucrecia, este relato se remonta unos cuantos años atrás, no tenía un gran físico a esa edad, media 1,65, de pelo castaño y largo, recién mis pechos empezaban a desarrollarse. Mi  prima Angélica, era bastante similar aunque tenía unos hermosos senos, parte de su cuerpo que mas me atraía. Siempre sentí encanto por mi prima, por ser mayor que yo, y por su personalidad, fuimos muy compinches en todo, en esa época yo tendría unos 15 años y ella 18 Íbamos al mismo colegio aunque a diferente año, nuestras madres eran hermanas, y vivíamos en un barrio a pocas cuadras de distancia.

Por lo general a ella le permitían salir más que a mí, por ser mayor, que aprovechando eso venia a casa  y convencía a mi madre para que pudiera acompañarla.

Con los novios no se que le ocurría pero no le duraban demasiado tiempo, yo tenía uno pero era medio infantil, jamás tuve sexo ni con él, ni con nadie, a acepción de besos y alguna caricia intima. Creo que volcaba más mis sentimientos hacia mi prima que a mi novio en potencia.

Un día hablando con Ángel (así la llamamos), me preguntó si tenía relaciones con Tony, (ese era el nombre de mi novio), le comente que no,

Por… me pregunta

No sé, es como si tuviera un poco de rechazo a hacerlo con él.

No te atrae?

Lo noto muy infantil, quisiera que el que me desvirgara, me haga oír campanitas, mariposas en el estomago, pero nada de eso se produce.

Mi prima se echo a reír

Es la verdad, Ángel.-le digo

Me dio un beso muy cerca de los labios, no sé qué paso, pero tuve una extraña sensación, a pesar que siempre lo hacíamos este tenía algo especial. No le di demasiada importancia.

Todos los domingos solíamos ir a la piscina del club, después de pasar casi todo el día con amigos y mi novio, decidimos irnos. Mi prima me acompañó a los vestuarios. Después de ducharnos, fuimos a los camerinos a vestirnos, en muchas oportunidades hemos estado desnudas juntas, pero en ese momento al verla así, me turbo ver su cuerpo, a tal punto que capto mi expresión, porque me pregunto si me ocurría algo.

No, nada - le dije, sin dar mayor importancia.

En un momento toco mis senos, pasando el dedo por el pezón, comentando que lindos estaban. Inmediatamente sentí como se humedecía mi vagina.

Salí, turbada de los vestuarios

Esa noche en la cama, me venía a la memoria el cuerpo desnudo de Ángel, y su toque en mi pezón, eso me excito de sobremanera. Estoy loca, pensaba, es mi prima y es mujer, trataba de olvidar ese perverso pensamiento. Por suerte me dormí.

Al otro día, lo llamé a Tony para salir y olvidar lo de Ángel. Salimos, pero le empecé a discutir por pavadas, nos peleamos y regrese a casa. Estaba nerviosa, no comprendía (o no quería) que me estaba sucediendo.

Paso el día, me fui temprano a la cama, mis pensamientos empezaron a fantasear con mi prima, las dos desnudas revolcándonos en la cama besándonos por todas las partes del cuerpo, me excite de tal manera que empecé a tocarme mi clítoris y refregar mis tetas, hasta tener un orgasmo. Eso me apaciguo un poco

No sabía qué hacer, si comentar con mi prima, esperar un tiempo a ver si se me iba esa obsesión. Opté por alejarme temporalmente, pero no era muy factible, venía a casa seguido, y muchas excusas no podía inventar. Logré una semana sin verla, pero, eso no podía ser eterno, decidí ir a su casa y contarle lo que me ocurría, por ahí encontrábamos alguna solución.

Así sin pensarlo mucho más me dirigí a su casa, lamentablemente no había nadie, regresaba a la mía, cuando la veo acercarse, me da un beso, me pregunta que hacía, y que parecía que estaba molesta por algo.

Con evasivas le di una entupida respuesta

Dale, me dice

Despáchate, que te ocurre?, dime lo que sea, te escucho.

Bueno está bien, vamos algún lado y te explico. Fuimos a un bar cercano, nos sentamos .Mientras venia a traernos el mozo el pedido, hablamos de cualquier cosa, era tan mi nerviosismo que no sabía por dónde comenzar. Una vez que nos sirvieron las bebidas, empecé a decir

Vero, sé que me quieres y es reciproco, pero desde hace unos días, me pasa algo muy extraño, me cuesta mucho explicarlo, no deseo que lo tomes a mal o te enojes conmigo

Tan grave es?

No sé, depende de cómo se vea.

Larga el rollo, que me tienes en ascuas.

Está bien, me atraes y me excitas- le dije sin demasiado preámbulo

Queee ¡¡¡¡¡

Lo que oíste – y le explique lo que me había estado sucediendo en esos últimos días

Me miraba, como si lo que le decía, era algo natural

Y que quieres hacer, probar? Me decía mientras me tomaba la mano

Me estremeció su contacto y me sorprendió su respuesta.

Continuamos con el tema un rato mas, nos despedimos con un ligero beso en los labios, (tuve ganas de besarla con más intensidad, pero me contuve), regrese a casa más tranquila, Ángel no lo había tomado tan mal, me daba la impresión de que le agradó lo que le comente..

Mis pensamientos estaban encasillados en Ángel, ya no me parecían tan extraños, al punto en que pensaba en tener un encuentro, y ver que sucedía, sin demasiada planificación,

Pasó un corto tiempo, nos vimos pero no se hablo del tema, una tarde me llama diciendo que sus padres se iban unos días de viaje, si quería acompañarla durante la noche, le di un sí de inmediato. Trate de no hacerme demasiado los ratones.

Esa noche estaba en su casa. Cenamos, miramos televisión, recordamos viejas anécdotas de nuestra infancia, todo muy natural. Realmente me sentía un poco nerviosa y expectante a lo que podría acontecer.

Llego la hora de acostarnos, Ángel como todas las noches se duchaba, mientras lo hacía me pide que le acerque la crema para el cabello, yo estaba en ropa interior, tome lo que me pidió y me acerque a la ducha, sin imaginarme lo que sucedería. Me tomo de la cintura bruscamente y me introduzco en la lluvia, tomo mis manos, me las coloco sobre la cabeza, apoyada contra la pared, mientras con la otra me arranco las prendas, su boca se prendió a la mía con pasión desenfrenada, mientras me introducía su lengua, su mano libre no paraba de tocarme, apretaba mis pezones erguidos.

Su boca insaciable besaba todo mi cuerpo, la sorpresa me había paralizado, además disfrutaba lo que me estaba haciendo, mientras nos besábamos nuestra manos se cruzaron para ir a nuestras rajas, tocándonos con todo nuestro ser.

Fue un orgasmo rápido, pero no tardo en llegar un segundo, a esa altura desfallecimos unos instantes, salimos nos secamos y nos dirigimos a la cama.

Todo se desencadeno tan rápido, que no podía coordinaba mis pensamientos.

Creo, que de no haber mí prima tomado la iniciativa, no hubiese sabido como comenzar, realmente fue algo bestial, jamás me hubiese imaginado que sería tan excitante.

Me volqué en la cama, Ángel se acerco y su mano acaricio mi rostro, su mirada tierna, me envolvió, nos mirábamos como dos enamoradas, sus dedos recorrían mi desnudo cuerpo, De un momento de desenfreno pasamos a una parsimonia total,

Apoyo su rostro sobre mi pecho, mientras me lo besaba, era todo tan tierno, estaba alucinada por lo que nos pasaba, no había palabras, sus manos decían todo.

Disfrutamos ese momento de placer y de sentimiento que nos aportábamos. Lo importante era estar ahí juntas, solas, desnudas y totalmente libres. Así permanecimos, acariciándonos, sin demasiada prisa, como si se hubiese detenido el tiempo

A pesar de haber cenado, la actividad sexual nos dio apetito, nos colocamos los camisones y fuimos a preparar algo, para comer. Mientras lo hacíamos mi prima me dice,

Querida Silvia, hacía tiempo que te tenía ganas, no me preguntes porque, te deseaba. El día que me comentases tu problema, me vino el alma al cuerpo, te hubiera agarrado en ese instante y tirarte sobre la mesa del bar, lo mismo cuando estábamos en las duchas, eso viene de más atrás, pero temía de que me rechazaras, siempre trate de disimularlo.

La confesión de Ángel, me impactó, no me imaginaba para nada, me levante de la mesa la abrace y la bese.

A mí me alucinó, la forma arrebatadora que me tratases en la ducha, fue excitante.

Así continuamos, contándonos nuestras vivencias.

Regresamos a la cama, me tire mirando hacia arriba, mi prima estaba en el baño, al salir, apoyada en el marco de la puerta me observaba, notaba sus curvas a través de la transparencia de su camisón, se acerco y empezó a sacarme mi única prenda, eso era algo que me encantaba.. Estaba desnuda y a su libre albedrío, el simple contacto de su piel me excitaba, era algo que nunca había sentido.

Quédate quieta, déjate llevar, te voy a hacer gozar como nunca lo has soñado. Me dice

Esas palabras hicieron que me empezara a mojar, sentía como una tensión por todo mi cuerpo.

Empezó con juego de caricias por mi rostro, bajando hacia mis hombros y a mis pechos, continuo a mi abdomen, pasando por mis muslos hasta llegar a los pies. Subió lentamente al llegar a las rodillas me hizo abrir las piernas, ese roce, me hacia humedecer cada vez mas. Siguió, todo era muy placentero, metió sus dedos suavemente en mi raja, a la vez que me besaba los pechos, Cuando empezó a succionar los pezones, pegue un grito, mi cuerpo se convulsiono, siguió sin parar, su boca bajaba, mientras me lamía ávidamente, hasta llegar a la puerta de mi vagina, su lengua esgrimía puntazos a mi clítoris, me retorcía de placer, no soporte mas mi segundo orgasmo llego. Angel también lo tuvo, se excitaba de sobremanera de verme gozar,

Tome su cara con mis manos, la levante y bese sus labios húmedos por mis jugos vaginales.

Después de retomar energías, me comenta

Prima, realmente eres deliciosa, te chuparía hasta matarte de placer.

Me reí, al oír decir eso.

Nos dormitamos un rato, no se a qué hora me desperté, vi, a mi prima con su camisón por la cintura y su sexo al descubierto, con las piernas abiertas, dormida profundamente, estaba tentadora. Salí de la cama despacio me arrodille a su lado, abrí suavemente sus piernas, mi lengua empezó a lamer su concha, nunca lo había hecho, me excitaba. Empecé a percibir como el flujo emanaba de su raja, seguí haciéndolo, en eso Angel se empezó a despertar, permaneció quieta disfrutando, en un momento me dice súbete. Lo hago colocando mi sexo en su cara, éramos dos gatas calientes Seguimos en una forma alocada y sin freno hasta llegar a un descomunal orgasmo. Quedamos tendidas, nos acomodamos, le quite su camisón, me encantaba sentir su cálida piel en contacto con la mía,

Desnudas y abrazadas nos dormimos, hora después Ángel me estaba lamiendo mi raja, esto se continúo repitiendo, en el transcurso de la noche. El teléfono nos despertó, era mi madre, si iríamos a comer a su casa, ya era mediodía. La continua acción de la noche nos había agotado. Después de almorzar salimos, a pasear, nos besamos descaradamente en la calle, estábamos muy felices de lo ocurrido.

Prontamente regresamos a la casa de Angel, el sexo nos llamaba, apenas pasamos la puerta volaron nuestras prendas, y tuvimos otro ardiente encuentro.

Después de esa ardua sección, mi prima me dice

Esta noche vas a tener una agradable sorpresa

No quiso decir más nada, la curiosidad me carcomía.

Nos vestimos, y fuimos a cenar muy temprano, nos quedamos a mirar tele, el rostro de Vero estaba encendido, En un momento se fue, regreso con algo en la mano no preste atención que era.

En un momento me comenzó a besar el cuello, el leve contacto de mi prima me excitaba, me saco mi camisola, pronto volaron mis bragas, estaba totalmente desnuda, me giro en el sillón y quede boca abajo, su mano se desplazaba por mi espalda hasta llegar a mis glúteos, puso mi dedo en mi boca, y una vez húmedo me lo introduzco en mi culo, era muy placentero y excitante así siguió, en un saca y pone, que lo continuo hasta producirme un fuerte espasmo. El hecho de estar desnuda frente a  mi prima, sentía la necesidad de entregarle mi cuerpo, como que era mi dueña, aceptando todo lo que me proponía.

Me hizo girar quedando boca arriba, me levanto mi culo con un almohadón, para elevar mi vagina y su lengua empezó a meterse en mis dos orificios, no sé el tiempo que estuvo, pero me hizo correr dos veces más, estaba exhausta, pero ella continuaba, le pedí que paraba que no daba más. Se detuvo un instante, cuando vio que me restablecía, continuo, su lengua no paraba, En un momento sentí algo duro en la puerta de mi raja, levante la cabeza para ver que era

Que podía ser? Era un consolador. Me quede un poco sorprendida, pero curiosa, de saber que me proporcionaría eso, en manos de mi prima.

 Se me acerco Angel, y mientras me acaricia, me dice

Tranquila primita, se que eres virgen, no te voy a forzar a introducírtelo, posiblemente prefieras que te desvirgue una pija de verdad, o no Pero tratare de hacerte oír las campanitas.

Me reí de su ocurrencia, tomé su mano y la lleve con el consolador a mi vagina, como aceptando su propuesta, mientras le decía:

Nadie mejor que vos, tendrá ese honor, pero sé dulce y suave.

Gracias primita, jamás te olvidaras de este día, te quiero.

Sus palabras y la forma que me trataba, disminuyo el temor que tenía

Me beso en los labios y empezó a introducirlo, sentí un pequeño dolor, y me contraje

Te dolió, quieres que pare-? dice Ángel

No, continua - le digo

Gracias al flujo que proveía de mi vagina, lubrico muy bien el aparato, entrando en su totalidad, el vaivén del artefacto, sumado al vibrador que encendió Ángel, se convirtió en un fabuloso goce, tuve un orgasmo inolvidable, junto con el de mi prima. La membrana  de mi útero vibraba, mis pezones se erizaban, me arqueaba, por la estimulación que me proporcionaba, sintiendo que el aparato se introducía más en mi sexo. Paralelamente sentí el dedo de mi prima introducirse en mi ano, esa nueva experiencia me enloquecía, el leve dolor se fusionaba con mi goce. Mi estado estimulaba  a mi prima, que introducía tanto sus dedos como el aparato en mis vírgenes aberturas. Mientras hacía eso oprimía mi vejiga deliberadamente, hasta que logro hacerme largar un chorro de orín. Me sentí avergonzada por lo ocurrido, pero me beso diciéndome que le encantaba lo que había hecho.

Mi líquido interior prácticamente nos empapó bastante, aunque Ángel siguió oprimiendo hasta hacerme evacuar la totalidad, hasta llegar a mojar su rostro. Así  bien humedecidas, nos besamos y nos abrazamos. Después de esta orgia dorada fuimos a ducharnos para luego irnos a dormir.

Esos días que compartimos, fueron inolvidables, perdí la cuenta de las veces que lo hicimos. Nuestra relación continúo por un largo tiempo, actualmente a pesar de haberme casado, lo repetimos esporádicamente, manteniéndose el fuego de aquella primera vez.

Pero bueno, posiblemente lo divulgue en un próximo relato.