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Esta mujer me llevará por el mal camino 18

en Bisexuales

Pasados unos dias, principios de Mayo, Mireia y yo tuvimos que irnos de viaje a Doha primero, y a Singapur después. Al finalizarlo yo haría una extensión a Tokyo, y ella se volveria a Barcelona.

Mireia no suele viajar conmigo, normalmente viajo yo siempre, menos con un par de clientes que lleva la gestión ella, ya que se los trajo de la empresa donde trabajaba antes. Además, en Singapur, le quería presentar otro par de contactos que quería que gestionara ella. 

Trás llegar a Doha, nos instalamos en el Hotel dónde siempre iba yo. Le sorprendió que durmieramos en habitaciones separadas, se lo noté, pero no me dijo nada.

Con el cambio horario, allí eran las 17.00, y nosotros estábamos echos polvo. Nos instalamos, pedazo de habitaciones, y salimos a un centro comercial cercano. 

Mireia (estaba avisada) tuvo la precaución de vestirse tapadita, para que nadie se la mirase con mala cara. 

Paseámos un poco, y nos fuimos al hotel. Cenamos a eso de las 20.00, y nos fuimos para arriba. 

Al llegar a su habitación, le di un beso en la mejilla, y un frio "hasta mañana". Como decía estábamos muy cansados, y ni se me paso por la cabeza la posibilidad de echar un polvo. 

Pero a ella sí.

A los veinte minutos de estar en la habitación, y acabado de salir de la ducha, llamaron a la puerta:

-servicio de habitaciones.

-voy, -dije mientras me dirijía a la puerta-pero no cuela Mireia, aquí no hablan ni papa de español.

Apareció esta pedazo de morena, con el albornoz y las zapatillas del hotel. 

Entró, y antes de que pudiese decir nada ya se había quitado el albornoz. 

Mi toalla se evaporó como por arte de mágia y me quedé en pelota picada. 

Se avalnzó sobre mí y nos caímos en la cama. Me activé de golpe. 

Se puso boca abajo en la cama, y encima de ella, empezé a besarle el cuello, bajando por su espalda. Dándole besitos acompañados de pequeños lametones. Con mis manos le sobaba toda la espalda. Entonces llegué a su culo. Jugué con el un rato, abriéndole las nalgas, y besándole el ano. Se estremecia, y lo contraía cada vez que mi lengua lo tocaba. 

Le pedí que se diera la vuelta, y volví a empezar. Me recreé un rato con sus labios, y su lengua, bajé hasta su cuello. Ella no paraba de estremecerse y pasarme sus manos por mi espalda. Fui bajando hasta sus pechos. Me hubiese tirado un año agarrado a ellos. Son grandes muy grandes y perfectos. Jugué con sus pezones erectos al notar la punta de mi lengua. Con su barriga y su ombligo, también jugué un poco, hasta llegar a su vagina. Entonces ella abrió un poco sus piernas, empezé a besarla. Ella se separaba sus labios para que besara su clitoris.

Pasé de usar mis labios, a usar la lengua, ahora además de estremecerse, soltaba los primeros gemidos del viaje. Su coño estaba ya mojado no lo siguiente. Seguí comiéndome aquella preciosidad durante un buen rato, hasta que irremediablemente se corrío. Pudé notar como su barriga se ponía dura como una piedra, y como se retorcia de placer. 

-tumbaté, es tu turno-me dijo en voz muy baja y suspirando.

Me tumbé también boca abajo, y todo lo que yo le había hecho, lo repitió conmigo. 

Solo notar sus pechos rozando mi espalda, ya se me ponía dura. Se recreo un poco con mi ano, que recibiía sus deditos con gusto. 

Me dí la vuelta, y volvío a empezar. Al llegar a mi pene, medio erecto, se lo metió entero en la boca, y empezó a chuparlo con ganas, sin usar las manos. Yo hacía pequeños movimientos, como follándole la boca. Cuando estuvo bien duro, se acercó a mi y me beso. Nuestras lenguas se buscaban como si hiciese años que no se encontraban. 

Al mismo tiempo, mi pene, como por arte de mágia, encontró su coño. Se deseaban tanto como nosotros. Ella se deslizó por él con suma suavidad, y entonces los dos empezamos a gemir. Subía y bajaba a lo largo de mi polla a un ritmo lento y muy muy placentero. Mientras nuestras lenguas seguían sin separarse. Durante un rato de deslizo por mi polla a un ritmo sumamente agradable. No queríamos que aquello acabase nunca. 

Entonces le di la vuelta, se tumbó en la cama, y me puse yo encima. Mi polla se volvío a perder en sus adentros. Fui aumentando el ritmo, hasta conseguir que sus gemidos fuesen muy muy altos, y los mios también. Mireia me agarraba por el culo, para ayudarme a empujarla, y nuestras lenguas, entre gemido y gemido se seguían gustando. Recuerdo que me corrí dentro suyo a la vez que continuábamos besándonos.

Quedamos los dos rendidos en la cama, y como se podía preveer, nos quedamos dormidos en mi cama toda la noche.

A la mañana siguiente, me desperté antes que ella, y pedí el desayuno. 

Cuando nos lo subieron, Mireia se despertó, fue al baño a lavarse, y salió a desayunar conmigo. Comentámos un poco la reunión que teniamos, acordamos que ella se cubriría el pelo con un pañuelo, y yo me pondría el vestido blanco que me proporcionaron en el mismo hotel. 

-me voy a la ducha-le dije. Ella levantó la mirada, como esperando que continuara hablando-vienes?

Me dedico una de sus preciosas sonrisas. 

Entramos los dos, desnudos desde la habitación, encendí la ducha, y nos metímos debajo con ganas de espavilar, y no ir con cara de dormidos.

Me puse jabón en las manos, y me dediqué a enjabonarla, y disfutar de su delicado cuerpo. Sus pechos, su barriga, su culo, su coño, todo, todo una delícia. 

-me permites?-me dijo ella haciendo lo propio con jabón en las manos. 

Me enjabonó de arriba abajo, acomañandolo con besitos. Al llegar a mi polla, me masturbo durante un rato hasta que la tuve bien dura.

Yo, cogiéndole un brazo la invite a levatarse, la empujé contra la pared con sutileza, y me lancé a por su boca. Estuvímos besándonos un buen rato. Al pasarle mi mano por el culo, ella levantó una de las piernas, rodeándome con ella. Entonces lo vi claro, la agarré fuerte por el culo, empujándola contra la pared. Mi polla fue practicamente sola hacia su húmedo coño. Entró como si tuviese vida propia.

Mireia soltaba unos gritos impresionantes, y no soy capaz de narraros lo que sentía.

La posición tiene mucha carga emocional para mi. Lo encuentro la postura erótica por exceléncia. Todo lo que tiene de esfuerzo físico y fuerza lo tiene de morbo.

La tenia espachurrada contra la pared, colgando por el culo de mis dos brazos.

Estuve un rato follándola y pasado este, no pude aguantar más y me corrí dentro de ella.

Continué unos segundos más con ella colgando de mis brazos, hasta que hizo por bajar las piernas, mientras nuestras bocas no se separaban de ningúna manera.

Bajamos a recepción, nuestro socio nos ponía un coche con chófer a nuestra disposición, un Mercedes S, allí los regalan con los batidos.

Fuimos a la reunión que teniamos pactada a la hora acordada. En seguida nos pusimos deacuerdo, tan deacuerdo, que nos quedaba todo el dia y el siguiente, libre. 

-hacemos buen tándem -me dijo Mireia mientras me chocaba la mano-y ahora que hacemos?

-nos vamos al hotel, haré un par de llamadas a ver si que ya que estamos aquí podemos vernos. El jueves tenemos otra reunión importante. 

-muy bien. 

Mientras nos llevaban, acordámos que por la tarde saldriamos a visitar la ciudad, pués ella no la conocía. 

Al llegar al hotel, nos fuimos cada uno a su habitación. Quedamos en que si había algo, nos enviaríamos un Whatsapp. 

Hize las llamdas que tenía que hacer, y quedamos con uno de ellos, antiguo compañero mio de la uni en eeuu, para cenar.

A la hora, estaba tumbado en la cama relajado, en calzoncillos. Le envié un mensaje a Mireia explicándole la situacíon. 

Al cabo de unos minutos recibí uno suyo, un vídeo en el que está desnuda y masturbando un vibrador. (Uno muy realista, creo que os he halbado de él, que esta sin circuncidar. Tiene una piel que tapa y destapa el capullo, y que se enrolla, hasta mas o menos media polla. Como os decia, super realista). 

Estaba abierta de piernas, completamente desnuda mirándo a la cama. 

Siguiente mensaje:

¿Vienes o voy?

Voy!-contesté. Lo escribí, me puse el albornoz, y fui. 

Al llegar me abrio la puerta sin dejarme picar. Ahora además se había puesto ligueros y tacones. Y se había recojído el pelo.

Me hizo entrar en la habitación sin decirme ni hola. Me quité el albornoz, ya estaba completamente desnudo.

Me empujó y me dejé caer sobre la cama. Me dio la vuelta, y directamente separo mis nalgas con sus manos, y empezó a comerme el culo. Yo lo ponía un poco en pompa, y ella me lamía hasta los huevos. Durante un buen rato. Que gustazo.

-date la vuelta-me susurró.

Me puse boca arriba, y abrí bien las piernas. Ella prefirió hacercarse a mi boca andando de rodillas por la cama. Me endiño su polla dentro, y me folló la boca un poco.

Se fue para abajo, mis piernas continuaban abiertas. Las levanté hasta casi tocarme la cabeza, poniendo todo mi culo a su merced. 

Lo lamió un poco más, y después directamente me folló el culo. 

Ese vibrador, cuando se le pliega la piel que os decia que tiene, aunque sea dentro de un condón, lo hace en la entrada del ano, y si el que me folla empuja, se acaba metiendo dentro también. Pues esa ondulación, me hace estremecer. 

Me follaba con fuerza, y gemia como una cabrona que se siente muy poderosa.

Tuve que bajar un poco el culo, pués me dolía la espalda, ya que ella me lo hacía con fuerza.

Me puse una almohada debajo de la espalda, y me seguía follando, ahora, en posición más clásica.

Cuando tuvo su orgasmo, que lo tuvo, no tengáis duda, se apartó, y con sus labios buscó los mios.

-folláme la boca, pero sin el arnés-le dije en tono vicioso.

Sonrío, sabíendo lo que tocaba. Se sentó encima de mi boca, frotando su mojadísimo coño contra mis labios, y mi lengua que se metía un poco dentro suyo. Ella marcaba el ritmo, y yo me limitaba a comerle literalmente el coño. En poco rato se corrió en mi boca.

Me comió la boca y me beso profundo, y se levantó a por una cosa.

-que haces?-le pregunté

-voy a por la cajita de Vanessa.

-cajita? Vanessa?

-en la noche de chicas les conté que veníamos los dos esta semana, y antes de irse a Paris, me la dío. Me dijo que viajando contigo me haría falta.

-pues que bien. Bravo por Vanessa

La abrímos, no era muy grande. Habían dos juegos de bolas chinas, metálicas, de las buenas, de distintos tamaños. Las hice colgar de un dedo, mostrándoselas a Mireia. 

Se tumbó, y abrió las piernas. Uno de los juegos, eran dos bolas de gran tamaño. Mireia y yo las lamímos un poco, y se las metí en su húmedo coño. 

El otro juego eran 7 bolas más unidas, hacía casi un palmo, y iban de pequeña a bastante grande. 

Abrí mis piernas, y Mireia me las intrudujo sin problemas, pues aún tenía restos de lubricante. 

-lo quiero en mi boca-me suplicó Mireia al oido. 

Se puso boca abajo, levantándo su culo. Jugué un poco con el, y después de lubricarlo, fui a por él. Metí mi gordísima punta. Ella gemía a lo béstia. Fui empujando hasta tener mas de media dentro. La saqué, volví a repetir la operación. A la tercera su ano ya se quedaba abierto cuando la sacaba. Me encanta. Ahora ya en serio, le metí toda mi durísima polla. 

Cuando empezé a empujar con frecuéncia, las bolas que llevábamos ambos empezaron a hacer su faena. Las vibraciones que llegaban desde mi culo, en mi caso, y en el de Mireia igual, pues gritaba mucho, y se estaba tapando la cara con la almohada.

Estuve follándole el culo durante un rato. Cuando presentí que me iba a correr, me aparté rápido. Mireia más rápida aun se dio la vuelta, sin que tuviese tiempo de moverme. Le follé la boca un poquito, y cuando me iba a correr, la saqué dejándole sólo el capullo dentro. Queria que lo compartiera.

Se levantó, y nos guarreamos las caras con mi corrida, pegandonos lametones como si fuesemos béstias. Aún volvío a mi polla, por si quedaba algo, y volvío a pegarme un morreo. 

Se quedó tumbada en la cama, yo me puse el albrornoz y volví a mi cuarto, que tenía balcón, y se podía fumar.

Recuerdo que me di cuenta en el balcón, que llevaba las bolas puestas. Ya me extrañaba que me durase tanto el dolor de cabeza.

Por la noche, fui a cenar solo, al mismo hotel, pués Mireia tenía dolor de cabeza, y pidió algo ligero en la habitación.

Después de cenar, me fui al bar, muy concurrido por gente de negocios de todo el mundo. Tenía esperanzas en cazar algo.

Observé un par de chicos, y ni puto caso, aunque me hubiese gustado. 

Una chica joven, muy joven, cuerpo impresionante. Tenía pinta de ser de europa del este. Mi miró un par de veces, y la tercera me sonrío. 

Se me acercó, y en un perfecto inglés me preguntó si la podía invitar a una copa.

La invité, charlámos unos minutos, y me soltó:

-aceptó tarjetas.

Me quedé de plátano. Joder, que nível. 

-en serio?-le contesté yo-de verdad crées que voy a pagarte? Para darate mi polla?

Tu sabes lo que te puede pasar aquí por prostituirte?

La chica se dio media vuelta y desapareció del Bar. Me sentía ofendido, no por tener que pagar, que visto friamente, de haberla mirado mejor lo habría intuído. Lo estaba porqué tonto de mí pensaba que había ligado.

Estuve pensando en irme, pero decidí tomar otro wisky (si vais a qatar llevaros el alcohol, alli es carísiiiiiiimo). Al rato, se me acercó una señora, y digo bien, señora de al menos 55 años. Vestía un traje chaqueta pantalón negro, con medio tacón, era pelirroja y con una cara que no perdonaba la edad, pero dejaba ver una mujer muy guapa y elegante. El cuerpo debajo del traje se intuía bonito, un poco entradita en carnes, corpulenta, peró nada fuera de su sitio. Sin duda una mujer que se cuidaba, y mucho.

Se llamaba Karen, y era inglesa. 

Le dije si quería sentarse en una mesa, y charlar, porqué me parecío una mujer interesante. 

-preferiria tomar una última copa en tu habitación-me contestó, era, no se, la tercera frase que pronunciaba. 

Una mujer asi, viaja mucho, igual que yo, y cuando quieren follar, van al bar del Hotel, y buscan alguién que encuentren minimamente interesante, y follan. Y punto. Hay veces que no se dicen ni el nombre. Asi que me sentí un privilegiado. Por saber su nombre.

-me parece muy bien. Vamos.

La señora se levantó del taburete, era casi como yo de alta. 

Tomé camino a la habitación, y por el camino me preguntó:

-sabe su ayudante que también va con desconocidas?

-mi ayudante sabe que a parte de con ella y con mi mujer, follo todo lo que puedo-le quise decir que era bisexual, pero pensé que eran demasiadas explicaciones-y como sabe usted que vengo con mi ayudante?

-soy la representante legal 

en europa de la compañia **** (en la que había estado por la mañana). Usted y yo, nos hemos intercambiado emails.

-joder-me quedé de piedra, me quería follar un alto cargo de mi mejor socio/cliente. 

Esbozó una lijera sonrisa. 

-nos hemos cruzado hoy en las oficinas-siguió-no se preocupe, soy una mujer casada. Tengo tanto interés como usted en la discreción.

Me fije bien, y en efecto, llevaba anillo de compromiso.

-pues a mi, para serle sincero, me da igual. Pero estaré encantado de mantener nuestro secreto.

-se lo compensaré-me dijo, ahora con tono sexy

-estoy seguro.

Llegamos a mi habitació, abrí la puerta y la invité a pasar.

Entró, y se fue directa a la mesita. Cogió el mando de la tele y puso un canal de música. 

Bajé la luz de la habitación, y abrí las cortinas, para que entrase luz del rascacielos que teníamos en frente. Si alguien miraba desde allí, nos podría ver.

Me desnudé completamente. Ella no decía ni mu.

Me acerqué a ella, la di la vuelta, y le arrimé mi polla a su espléndido culo.

-y dígame señora-le dije al oido, mientras rodeándola con mis brazos le tocaba los pechos-como le gusta?

-me gusta duro-me contestó ella.

Empezé a desabrocharle la chaqueta, y sin quitarsela le desabroché también la blusa que llevaba debajo. Se lo quité, dejandola en sujetador. Se intuian unos enormes pechos operados. Aquella dureza a su edad no era normal. Le desabroché los pantalones, y se los bajé, se los acabó de quitar ella, rozando su gran culo por mi paquete. Mientras se agachaba para quitárselos del todo, le bajé las bragas para que aprovechase que se agachaba.

Quedo al aire un precioso culo, muy generoso, pero duro. 

Se sentó en la cama, y empezé a pasarle mi gruesa polla por sus tetas. Preciosas. Se la metía entre medio, y ella me cubaneaba. Mi polla es de buen tamaño, pero casi desaparecia entre esas tetorras. 

Cuando la tenia bien dura, le pedí que fuesemos hacía la ventana, en la que hay un sofa muy bajo, para que te tumbes a mirar los rascacielos.

Apoyo sus manos en ese sofá, y abrió un poco las piernas.

Me unté la mano en salíba y se la pasé por el coño y por el culo.

La cogí por los hombros mientras con un dedo amenazaba su ano.

-te lo voy a follar-le dije.

No dijo ni mu. Pasé mi polla entre sus nalgas, mientras le sobaba las tetas..

Me aparté un poco a por el lubricante y el condón. Lo lubriqué bien, y le di duro, como ella pedía. Desde el primer empujón mi polla se perdió en lo hondo de aquel veterano ojete. La tia pegaba unos gemidos que temblaba todo. Mis piernas y mi barriga chocaban con sus nalgas, haciéndo un ruido que me pone mucho mucho.

-donde lo quiere la señora?-le dije entre gemidos.

Ella se dió la vuelta, al tiempo que me quitaba el condón. Entonces abrió la boca, y se la follé. Tardé aun un rato en correrme en ella. Que lo babeo, continuó chupando, y lo escupió todo en sus pechos. 

Molo ver la cara que se le quedó cuando yo, me agaché y recogí mi propia lefa de sus tetazas. 

Mientras se vestía me preguntó:

-tienes unos gustos muy raros.

-de verdad te lo parecen?

-si, pero me gusta. Que cosa más te gusta?

-me gusta follar con todo tipo de personas que disfruten del sexo tanto como yo.

-de verdad?

-si, ya sean hombres como mujeres. Es mas, ambós mejor.

Le cambió la cara.

-pensaré en ello-me dijo dirigiéndose hacía la puerta.

Al dia siguiente, salimos a visitar Doha con Mireia. Contraté un guía, y estuvimos todo el dia fuera. El jueves, fuimos a la reunión, que también fue muy bien.

Por la tarde, abandonamos Doha, para dirigirnos a Singapur.

Llegamos a altas horas de la madrugada. Esta vez reservé solo una habitación, para ahorrar costes. Total, de los tres días en Doha, dos, acabámos durmiendo juntos, y a Mireia le gustaba la idea.

A la mañana siguiente, después de la fiesta matutina en la ducha, nos fuimos a la reunión, con una cara de sonámbulos que dabamos miedo. Menos mal que esto lo gestiona Mireia, y ella, entre el maquillaje y su saber estar, solvento la papeleta bastante bien. Era una primera visita, asi que tampoco se le podía pedir más. 

Cuando acabamos, volvímos al hotel, pues estábamos echos polvo. 

Como la reunión había ido aceptablemente bien, le quise obsequiar a Mireia una soberana comida de coño. Ella evidentemente no puso pegas. Se tumbó en la cama, y al lio. 

Cuando acabamos, Mireia se quedó dormida. Como yo tenía que ir a Tokyo y eso significaba más cambio horario, decidí salir a dar un garbeo. 

En esa ciudad, hay un par de calles típicas, famosas por sus saunas. Y yo tenía unas tremendas ganas de marcha, y más concretamente de que me dieran marcha. 

Llegué a la zona en taxi, y me metí en la primera sauna que encontré. Unas cuantas chicas, y tres travestis orientales, o Ladyboy como ellos les llaman. Eran muy guapas, pero no suelen tener un gran pene, asi que le di una propina a la encargada, por las moléstias y me fui. 

Asi, probando, entré en tres sitios más, y todos mas o menos igual.

Me metí en una cafeteria, y busqué por internet. Encontré un salón de masajes, que lucia la bandera del arco iris en su web. Este es mi sitio. 

La sauna, me quedaba dos calles mas arriba, así que me tomé un café bien cargado y fui para allí.

Me recibió un chico oriental, que hablaba un perfecto español.

Le expliqué lo que buscaba, y me recomendó a Dominique. Un surafricano enoooorme, o eso parecía en las fotos que me enseñaba en un ipad.

Me enseño tres o cuatro fotos más de otros chicos, pero nada me llamó la atención como el primero. Ya sabeis lo que dicen: a la primera va la vencida.

Me preguntó que tipo de servicio, y le dije que quería estar una hora, ya que estaba muy contracturado. Me dijo que si quería tener sexo con el chico, se lo tenia que decir a él.

Me acompañó a una sala no muy grande, bien ambientada, con incienso y velas aromáticas, y una camilla grande en medio. Justo al lado, quedaba una ducha. 

Sin esperar a que el chico se fuera, me desnudé y me metí en la ducha, más que nada para espavilar un poco. Me lavé bien mis partes, sobretodo mis partes traseras. 

Me enrollé una toalla, y espere sentado en la camilla.

Cuando entró Dominique, me asusté, era un tio de casi dos metros, me sacaba una cabeza, y mido 1,83. Estaba super cuadrado. El tipo vestía pantalon corto y camiseta ajustadísima de color blanco, que contrastaba con su piel negra una barbaridad. 

Se presentó, me dío la mano, y me pidió que me tumbara. 

Me quitó la toalla, y me la puso solo tapándome el culo. 

Me untó la espalda en aceite, y empezó a hacerme un masaje, tan bien, que me quedé dormido. 

Me despertó al rato pidiéndome que me diese la vuelta. 

Me puse bocarriba, igualmente tapado por la toalla. Mi cuerpo brillaba por culpa del aceite. Mientras me masajeaba las piernas, me rozó un par de veces los huevos. 

Entonces, con una de mis manos, levantando un par de dedos, le rozé yo su paquete. 

Se dió cuenta enseguida, ya que paró y me dijo que los extras eran aparte.

-pues los quiero todos-le contesté yo.

Mi toalla voló por el aire, y con sus manos fue subiendo de mis piernas a mi paquete. 

Me untó la polla en aceite, y empezó a masturbarme. Se me puso dura enseguida. Cuando la notó bien empalmada, se quitó la camiseta y los calzones. Apareció una anaconda, muy flácida, que ya daba miedo, toda negra como él. 

-porqué no te tumbas tu?-le pregunté

No me hizo ni caso, y siguió masturbandome. En unos segundos cambió sus manos por su boca. Menos mal, pernsé yo. Mi polla agradeció la mamada, tanto que a punto estuve de correrme. 

Me levanté, y se tumbó él. Quizás no me había entendido. 

Le unté todo su cuerpo en aceite. Negro brillante aun me ponía más cachondo.

Me fui a por su polla, que de verdad, daba miedo pensar el tamaño que podía cojer. XXXL por lo menos, ni siquiera Tete....

Me la metí en la boca, y empezé a mamársela. El tio se dejaba llevar, y poco a poco se le ponía dura. No soy capaz de hablaros de medidas, pero de verdad daba miedo. Como ya soy nivel pro en artes mamatorias, conseguí que se pusiese bien dura, el chico soltaba unos gemidos considerables. 

-fóllame-le dije. 

Se levantó, y me tumbé boca arriba. El tio me levantó las piernas, tanto, que parecia que estuviese intentando chuparme mi propia polla. Me aguantaba así con una mano, y con la otra me comia el culo. Entonces empezó a meterme dos dedos a saco. Mi culo no se quejaba y yo menos. Los sacaba y los metía muy deprisa. 

Me soltó las piernas, y se acercó a mi boca para que chupara un poco más. Estaba algo flácida, pero nada que mis labios, lengua y garganta pudiesen solucionar.

Me metió la polla hasta que vio que me daban arcadas. Yo mismo me sorprendí de la cantidad de polla que tenía dentro de la boca. Mi lengua casi no podía moverse.

Me volvó a agarrar por las piernas, y levantármelas, esta vez menos. Se untó lubricante en la polla, y fue por faena. Era impensable que pudiese meterla toda de un empujón, pero sin dejar de apretarme, fue metiendo hasta que notó que me quejaba. En cuatro o cinco intentos me la metía entera. Y en unos cuantos más, me follaba agusto y a lo béstia. Parecía que podría salir volando del gustazo que me daba sentir aquel bicho de tamaño enorme dentro de mí.

Le pedí cambio de postura. Cogí mi móbil, y grabé un video de 7 segundos, que fue lo que tardé en sentarme encima de él, y meterme toda su polla dentro, y cabalgarlo algunas veces. Tiré el móbil, y apoyándome con dos manos en la camilla, empezé a cabalgarlo a saco. 

El chico me pidió cambió, y me puso a cuatro patas. Me folló a lo béstia desde el primer momento. Me agarraba fuerte por las caderas, y empujaba mi culo contra su vientre. Su polla entraba y salía como quería.

A mi me daba la impresión que en cualquier momento me estallaba el culo. El tio sabía moverse. Empezé a intentar apretarlo con mis movimientos. 

El sudafricano, siguió dándome duro, hasta que al final me pegó una embestida que parecia que me quería meter los huevos también. 

Se quedó quieto, inmóbil, jadeando. Entonces noté que la presión sobre mi culo y sus paredes disminuía notablemente. Se había corrido dentro. 

Sacó su enorme polla y se quitó el condón.

Le pedí que se acercara, y gustosamente me hizo caso. Ya conoceis mi obsesión por la limpieza, así que me arrodillé en el suelo, y empezé a lamerle la polla de nuevo. 

Incluso me vine arriba, y noté como aquella enorme verga volvía a coger un buen tamaño dentro de mi boca.

Me volví a tumbar en la camilla, y sin tener que pedírselo, me comío la polla, hasta que hice lo propio, que era llenarle la cara de leche. Sinceramente era mejor follador que mamador, pero no estuvo mal. 

Mientras me vestía les envie el video al grupo que tenemos las chicas, Roger, Sandra y yo....

Al llegar al hotel, me encontré un whatsapp de Mireia que estaba en la habitación.

Subí antes de pasar por el Bar, que era mi intención. Pensaba que estaría histérica con un ataque de celos, pero todo lo contrario. Estaba cabreada por haber ido de folleteo sin contar con ella. Le pedí disculpas y nos fuimos a picar algo. 

-como tienes el culo Karlo?-me preguntó mientras miraba la carta.

-destrozado, menuda béstia. Estoy servido para unos cuantos dias.

-tu unos cuantos dias sin follar? En serio?

Después de reirme un rato le dije:

-sin follar no podré estar unos cuantos días, ahora sin que me den por detrás seguramente si....aunque nunca puedes decir de este agua no beberé.

-echas cuentas de las veces que follas, en por ejemplo, una semana?

-no tengo ni idea, ahora que te conozco ha subido la média-ella se puso roja-pero no se....si no follo me masturbo. Y algunas veces follo y me masturbo.

-te consideras adicto al sexo?-me preguntó poniendo un tono más bien serio.

-si, seguramente si. Pero también ten en cuenta que la mayoria de hombres lo somos, lo que pasa es que no tienen mucha oportunidad.

Nos trincamos una botella de vino entera, y nos fuimos al hotel.

Ya en el taxi estuvo jugando todo el rato con mi paquete. Cuando entré al hotel estaba completamente empalmado. 

Al llegar a la habitación me dijo:

-quiero que me folles duro Karlo. Quiero correrme muchas veces hoy.

Primero la desnudé de arriba abajo, no sin recrearme en su precioso cuerpo. 

Ella me desnudó a mi. 

Se dejó caer en la cama, y le hice el amor durante un buen rato. Después de tanta caña, me apetecia un poco de dulzura y pasion, y Mireia, sin duda es tremenda para esto.

Al dia siguiente, tuvímos la reunión, y nos fuimos disparados al aeropuerto. El vuelo de Mireia salía a las 14.00.

Fué duro quedarse solo después de una semana juntos. Y más duro fue, ir a Tokio, estar todo el fin de semana solo, hacer una reunión de mierda, y que al salir, me llamaran de Nueva York, que requerían mi preséncia para firmar unos documentos. 

Total fueron 10 dias fuera de casa, no se cuantos aviones cogí, pero di la vuelta al mundo. El cabrón de Willy Fog, lo hizo en 80, así que gano yo.

 

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Esta mujer me lleva por el mal camino 4.1

Esta mujer me llavara por el mal camino, 3ª parte

Esta mujer me llevara por el mal camino, 2a parte

Esta mujer me llevara por el mal camino 1a parte