Buenas, después de mucho tiempo sin contaros mi vida, aqui estoy de nuevo. 

Sigo viviendo en NY, donde todo va bastante bien, y tal y como imaginábamos nos ganamos muy bien la vida. 

El traslado fue un éxito. Mireia y Anna se entienden muy bien, tan bien, que Mireia dejó a su novio hace ya unos meses. 

Seguimos practicando sexo en grupo, casi siempre con las mismas personas, ya que es un grupo muy numeroso. Si que es verdad, que la monotonia ha hecho acto de presencia, asi que a parte de mi relación con Anna y Mireia, sigo siendo igual de promiscuo que siempre. Y creédme, NY es una ciudad lleeeeena de oportunidades.  

La adaptación a la gran manzana ha sido brutal. Dejé el apartamento de alquiler y compré un piso muy grande en pleno Soho, donde se vive de maravilla. Lo restauramos de arriba abajo, entero, y la verdad es que nos sentimos muy muy cómodos en él. 

Ahora mismo estoy en el aeropuerto de barcelona, esperando que salga mi avion hacia NY. He pasado veinte dias de vacaciones, primero solo en mi casa de Miami Playa y despues diez dias de placer y negocios con Roger en su barco en Ibiza. Y como no podia ser de otra manera, ha sido un escándalo. 

Me apetecia, es más, necesitaba unos dias sólo en Miami, ya que el estrés diario de la vida en la gran manzana, es considerable, y necesitaba desconectar. 

Anna no podía cojer vacaciones hasta Agosto (haremos la ruta 66 los tres), asi que aproveché la situación para escaparme unos dias. 

El primer dia en casa, me dediqué a ir a ver a todos los amigos y compromisos que deje aqui. Ya durante el vuelo de ida, tenia claro que quería sacar a Susana a pasear (recordareis que me dió por “transformarme” en una mujer, y disfrutar). Hacía muuucho tiempo que no lo hacía. El disfraz de Susana no llego a NY, y se quedó en un contenedor de basura de Barcelona. 

La segunda mañana, me acerqué al Mega Sex Shop de Tarragona, y me compré un “disfraz” completo. Me atendió una chica muy joven, muy guapa, medio mulata, y la verdad es que aluniaba con la sinceridad que le hablaba. 

Una peluca peliroja, unas tetas grandes, varios conjuntos de lenceria (en este punto, fue un gran descubrimiento ir a un bazar chino, y descubrir que tenian un monton de conjuntos diferentes, a seis euros. 

Unos zapatos de tacón, y unas botas también. 

Saliendo del sex shop, pensé que tenia que hacerlo bien del todo, y me fui a un centro comercial, a comprar ropa de vestir, de mujer off course.

Una vez en casa, me vestí de arriba abajo, incluso me maquillé. La verdad, estoy impresionante, vestido de Susana. No pude evitar tener una erección al verme en el espejo, con un vestido ceñido al cuerpo, y un cuerpazo, que ya quisieran muchas mujeres. Con mi metro ochenta, impresionaba, la verdad. 

Ahora solo quedaba lo mas importante, buscar plan. 

Puse un anuncio en una pagina de contactos, pasion.com, con una foto mia. 

Eran las siete de la tarde, y todavía no me había escrito nadie. 

A las ocho y media salí yo solo a cenar, vestido de Susana evidentemente. Fui a una pizzeria muy conocida en la zona, y la verdad, me encantaba llamar la atención. 

Una pelirroja muy alta, con un vestido ceñido y taconazos, y unas tetas (de mentira jejejejej) de infarto. Y un 911 targa (nueva adquisición de Roger). 

Me hacía mirar, desdeluego que si. 

Estuve toda la cena pendiente del mail. Nada. 

A las tres de la madrugada, medio dormido en el sofá, por fin entro un correo. Eran dos chicos que estaban de fiesta en Salou, me preguntaban si tenia sitio, y que vendrian a Miami. 

El tiempo que tardaron ellos en llegar, fue el que necesité para arreglarme otra vez. 

Cuando abrí la puerta, aparecieron dos chavales, no tenían 25 años, llevaban un pedo importante. 

Entraron con los ojos como platos.

-pedazo de casa tienes tia-me decía uno de ellos. 

-grácias guapos.

Los hice pasar al comedor, y les ofrecí una copa, wisky bueno. Nos la tomamos los tres, sentados en frente de ellos. 

-que nos ofreces?-me preguntaron. 

-buen sexo, el mejor de todos-contesté yo, absolutamente seguro de mi mismo. 

Me levanté, y me puse enfrente de ellos. Dándome la vuelta, me levanté el vestido, hasta que mi culo quedó al aire. Uno de ellos me agarró el hilo del tanga, y lo quitó, para volver a ponerlo en su sitio. 

-cuanto te tenemos que pagar?-me preguntó el otro. 

-depende de vosotros, si aguantais mucho rato follando, nada.

-en serio? -Preguntó el primero, incrédulo. 

-en serio. 

Se levantó, y abrazándome por la espalda, empezó a comerme el cuello, y a jugar con mis tetas. Le sobé el paquete, y se adivinaba una buena polla, que empezaba a ponerse dura. 

Su amigo aprovechó para desnudarse, y quedarse en pelotas. Este si tenia una buena polla, le llegaba casi a media pierna, y solo estaba morcillona. 

Ante tal miembro, no pude evitarlo, se me cegaron los ojos, me arrodillé, y el mismo cogiéndosela por la base, me la metió en la boca. 

Como no sabía muy bien, me levanté y me los llevé al baño. Se sentaron por turnos en el bidet, para que les limpiase el tema. 

-si quereis follarme la boca, teneis que estar limpios-les decia yo una y otra vez. 

Cuando acabamos, volvímos al salón. Era divertido verlos andar empalmados por mi casa, dos buenas vergas para mi solita. 

Me arrodillé al pie de la cama, y empezé a comerle la polla, bien dura a uno de ellos. Me agarraba la cabeza con fuerza, hasta notar mi garganta en la punta de su polla. 

Su amigo separaba mis nalgas, detrás mio, y me comia el ano con ganas, y con fuerza. Casi me follaba con su lengua. Mi culo no paraba de palpitar, pidiendo mas. Acto seguido, empezo a masturbarlo con dos dedos, que entraban y salian con facilidad. 

Mis jadeos empezaron a aumentar, y la calidad de mi felación también. 

Me sacaba la polla de la boca, y jugaba con sus huevos, que sabían muy rico. 

El chico se untó la polla en lubricante, y me metió su polla hasta el fondo. 

Entonces mis jadeos se volvieron gemidos. El chico me embestia con fuerza, me era casi imposible coordinar la mamada con su follada, pero todo y con eso, no solté aquella maravillosa polla para nada. 

Asi estuvimos durante un buen rato, el chaval aguantaba un montón, hasta que por fin se corrió. 

Noté como su polla se ponía flácida en mi interior, y con sumo cuidado la retiraba de mi culo. 

Su compañero se levantó para ocupar la posición de su amigo, y yo me quedé inmóbil esperando que me envistieran de nuevo. 

Este chico tuvo una labor mas fácil, ya que se encontró mi culo completamente dilatado. Me escupió un poco en el ano, y rapidamente metió su polla, como si tuviese miedo que se cerrara la puerta. 

Mientras su amigo, se sentó desnudo en el sofá, y yo que soy toda una cortesana cuando me pongo, empezé a chuparle la polla con suma suavidad. Aún sabía a semen, y no le costó mucho ponerla dura otra vez. 

Las envestidas que me pegaba eran brutales, y este no tardó mucho en correrse. 

-quiero correrme en tu boca de zorra-me susurraba al oido sin dejar de follarme. 

-dame tu leche cabrón-le contesté yo, sediento como estaba.

Al poco paró de follarme, y me di la vuelta. Mirándolo a los ojos, abrí la boca, y empezé a masturbarlo esperando su leche con la boca abierta. 

Se corrio en mi cara, y con sus dedos, me metió  todo lo que se había salido de mi boca dentro. Sin dejar de mirarlo, me lo tragué, y continué chupando, buscando el mas mínimo resto de semen. 

-que vicio tienes zorra-me decía sin dejar de jadear. 

Acabamos los tres sentados en el sofá, ellos en pelotas y yo con lo poco de lenceria que me quedaba puesto. 

Os apetece un bañito chicos?

Me levanté sin esperar respuesta y salí hacía la piscina. 

Me quité todo el disfraz de Susana, y me tiré al agua, que estaba buenísima. 

Los dos chicos me siguieron. 

Me estuvieron preguntando por mi “transexualidad” y otras cosas....

-chicos os habéis comido una polla alguna vez?-les pregunté, viendo que muy expertos no eran. 

-pues no, en realidad, hoy es la primera vez que me lo hago con un tio-contestó uno de ellos en un ataque de sinceridad- mi colega me ha liado.

-yo siempre digo -siguió el amigo- que cuando quiero follar, follo, me da igual una chica muy guapa, o un chico muy guapo, la cuestión es follar. 

-mira, acércate un momento-le dije yo a este último.

Me senté en el borde de la piscina, y abrí bien mis piernas. El chico se acercó despacio, y sin salir del agua, acercó su cabeza a mi entrepierna. 

Me agarré al polla, y se la metí en la boca. Su amigo no daba crédito. 

El chico empezó a chupar como si llevara toda la vida deseándolo. La verdad es que usaba la lengua rebien. 

Le hice una señal a su colega para que se acercara también. Se puso a su lado, y agarrándolo por la cabeza, se la dirigí a mis pelotas. 

Al principio se quedó inmóbil, pero no tardó mucho en empezar a lamer. Y en un despiste de su amigo, se metió mi polla en la boca. 

Casi disfrutaba más el de la mamada que yo mismo. 

Entonces me levanté, y les pedí que salieran del agua. 

Estaban los dos empalmados. 

Ponte así, le dije al más experto, ayudándolo a ponerse a cuatro patas en una de las tumbonas del jardín. 

Le separé bien las nalgas, y le comí el culo. 

Como su amigo estaba mirándonos, me levanté, y lo senté enfrente de su amigo. Le agarré la polla, y le “empuje” la cabeza a su colega para que se la chupara. Éste se quedó unos segundos mirando la polla de su amigo a dos dedos de sus labios, y abríendo la boca, su colega hizo el resto. 

Me fui dentro a por lubricante, y le preparé bien el culo al chico. 

Sin decir nada, su amigo se levantó, lo rodeo, y arrodillándose encima de la tumbona se lo folló. El muy animal no se puso ni preservativo. Se untó bien la polla en lubricante y se la clavó. 

Su colega soltó cuatro gritos de dolor, pero pronto empezó a gemir. 

Con el calentón no tardó mucho en correrse dentro de su colega, y quedaron los dos muertos de verguenza encima de la tumbona, extasiados. Y yo de pie al lado mirando.

Sin poder remediarlo, empezá masturbarme delante de ellos. El que acababa de ser desvirgado, se incorporó y de nuevo, me comió la polla. Ahora su amigo no tardo en ponerse al lado. 

Se iban intercambiando mi polla entre ellos, hasta que me corrí en la boca del primero. 

Lo mejor de la noche fue ver aquellos dos novatos morrearse pasándose mi corrida entre sus bocas. Impresionante.

Recuerdo que cuando se fueron, no dejaban de decir “grácias grácias grácias”.

-estaré por aquí unos dias chicos, cuando queráis repetimos. Aunque podais follar entre vosotros no os olvideis de mi.

Los dos sonrieron, medio sonrojados y se fueron.

Al dia siguiente, me levanté cuando era casi mediodia. Miré el correo, contesté un par, y cogí la toalla para irme a la playa. Cerca de mi casa hay una playa nudista, el Torn, y un bosquecillo al lado, donde la gente practica cruising. 

Llegué a la playa, y me embadurne de crema. Justo al lado tenia un matrimonio, algo mayores que yo. La mujer en un ataque de amabilidad se ofreció a ponerme crema en la espalda, a lo que accedí con gusto, pues estaba muy blanco y no me quería quemar. 

Eran un matrimonio de holandeses muy majos. Me hizo grácia notar que el hombre se excitaba al ver a su mujer ponerme crema, y eso que solo me la puso en los hombros. 

Debían ser las cuatro de la tarde, cuando me dispuse a irme. 

Me preguntaron si queria ir a su casa a bañarme a la piscina. 

Accedí con gusto, pues no tenía nada que hacer. 

Cuando llegamos al parking y vieron el coche que llevaba se quedaron estupefactos, pero todo y con eso, seguimos con el plan y fuimos a su casa. 

Era curioso, pues estaban en un chalet dos calles más arriba de mi casa. 

Después de tomarnos unos cuantos martinis, desnudos los tres en su piscina, Jean me confesó que tenía la fantasía de ver como se follaban a su mujer. 

No me sorprendió mucho su comentario, pero lo disimulé bastante.

Como vieron que no reaccionaba, la señora se me acercó, y enrollando sus piernas a mi cintura, dentro del agua, empezó a comerme la boca. 

Primero me mostré reacio, pero al notar su lengua en mi boca me puse cachondo muy rápido. 

Nos comimos la boca durante un rato, mi polla estaba dura como una piedra. 

Salímos del agua, y casi sin secarnos, nos fuimos al salón. 

Jean nos seguía completamente empalmado. 

Se sentó en un sillón, y sin perder vista, empezó a masturbarse.

La señora se puso mi polla en la boca, y rapidamente le dije que la follaba. Estaba a mil. Se sentó encima mio, dándome la espalda, y mirando a su marido, y empezó a cabalgarme. Los tres gemiamos como locos, y tengo que confesar que no tardé mucho en correrme. 

La señora se levantó, y se arrodillo delante de su marido para comerle la polla. Ahora fue él el que no tardó nada en correrse. 

Me quedé con ellos hasta después de cenar. Al salir de su casa y subirme en el coche, me puse cachondo ante la siutación que acababa de vivir y me fui para casa. 

Les escribi un mail a los chavales de la noche anterior pero ni caso. 

Al final, decidií salir de caza. 

Me puse la peluca, bien puesta, tanga y sujetador negro, tazonazos y un vestido zeñido, hasta la rodilla, con una apertura lateral. 

No pudeo evitar ponerme cachondo al mirarme al espejo. 

Me fui hacia Salou, con el techo del coche abierto. Cuando llegué ya era mas de la una, y la zona de copas estaba a reventar de gente. Me encanta ver como giran la cabeza todos al verme pasar, y algunos me decían piropos. 

Aparqué en la puerta de una conocida discoteca, los porteros apartaron los conos para que aparcara, y me abrieron la puerta del coche, como si me estuvieran esperando. 

Una vez dentro, me senté en la barra, esperando ver que pasaba. 

Me entraron un montón de chicos que se iban corriendo al fijarse, y ver que soy un hombre. 

Estuve como una hora allí esperando, hasta que decidí irme. A veces, hay que saber ver cuando uno no triunfa. Nada más lejos de la realidad.

Al salir, en la puerta de la discoteca había una tuna, un grupo de 5 tios, universitarios, cantando en la puerta, a todo el que pasaba por allí cerca. 

Me dijeron de todo, que si guapa, pivón etc..incluso me cantaron una canción. 

Uno de ellos, mientras yo me acercaba al coche, se acercó a mi y me dijo:

-te quieres venir a mi hotel guapa?. 

-y que me ofreces? -le contesté yo, cachondo ante la posibilidad que aparecía ante mi. 

El chico se había percatado que soy un hombre desde el principio, y todo y con eso se atrevió a entrarme. 

-pues una noche de sexo loco, durante mucho rato. Tenemos alcohol, drogas y de todo....lo pasaremos bien. 

-tenemos? -le dije, dejando claro que lo había entendido bien, a la vez que me subía en el coche.

-si tenemos, todos no, pero seremos un par o tres....siempre se apuntan créeme, y estas buenísima. 

-hotel? 

Me dio el nombre del hotel, y quedamos al cabo de treinta minutos. 

A la hora en punto, se presentaron tres tunos, con su uniforme y sus guitarras y todo, y un poco mas serios que antes. 

Entramos los cuatro a la vez, mientras uno de ellos se iba a recepción, a “untar” al recepcionista, los demás nos dirigimos al ascensor. 

Ya dentro, dos de ellos empezaron a magrearme el culo, levantándome la falda, mientras el otro, se plantó delante mio y me comió la boca. 

-que cachondo me pone tus labios rojos-me susurraba. 

Me fueron magreando los tres hasta que llegamos a la habitación. 

Una vez dentro, que estaba echa un desastre, uno de ellos, deshizo completamente la cama, dejándo solo la bajera de las sabanas. 

Aun no me había sentado, y los tres estaban en pelotas. Les sugerí limpieza, y de uno en uno se fueron al lavabo, los otros me comían la boca el cuello, y todo lo que pillaban. 

Me quedé con el sujetador, el tanga y los tacones. 

Me tumbé en la cama, y me dejé llevar. Me dieron un poco de popper, y sin tiempo para reaccionar, me metieron una polla en la boca. Entonces empezó lo bueno. 

Rapidaemente me pusieron a cuatro patas, y empezaron a follarme a saco. Yo estaba a tope, dos pollas para chupar y una follándome a saco. 

Después cambiaron, no se porqué. Sin correrse, me follaron los tres. Mi culo estaba super dilatado. 

Un poco más de popper, y yo en el nirvana. 

-quiero dos-les susurraba yo sin casi poder hablar-quiero dos pollas para mi.

-tienes tres para ti sola zorra-me decia uno de ellos. 

-quiero dos pollas en mi culo...ahora.

Dicho y echo. Se puso uno debajo mio, y yo de espaldas a el, me puse de cuclillas en la cama. Me apoyé un poco hacía atrás, y después de untarse mucho lubricante, me metieron la segunda. Al principio hacía daño, pero poco después el gustazo era brutal.  No me podía ni mover, solo el que estaba encima se movía, pero nosotros dos nos moríamos de gusto. 

Asi estuvimos un ratito, hasta que no pude más y tuve que cambiar de postura. 

Siguieron follándome boca y culo durante al menos una hora. Me harte de polla, y pocas veces me habréis leido un comentario así. 

Como el cansanció empezaba a hacer mella en mi, empezé a mejorar mis mamadas, para que se fueran corriendo. 

El primero se corrió en pecho, ensuciando mis tetas sintéticas. 

Con el segundo tuve más suerte, y se corrió en mi boca. 

El último lo hizo dentro de mi culo, en su condón. 

Al acabar, los cuatro caímos rendidos en la cama. Eran las siete de la mañana. 

Me di una ducha en la habitación de ellos, cuando salí dos estaban durmiendo. Se me acercó Juan (el primero que conocí en la puerta de la disco) y dándome un beso en la mejilla, me dió las grácias. 

-no hay de que-le contesté yo-me lo he pasado en grande. 

-y nosotros, pocos tios se atreven a meterse en una habitación con tres borrachos.

-bueno, pues no me hubiese importado que vinierais los cinco.

Sonrió, y le di un beso en la mejilla yo. 

-ven-le dije al tiempo que le cogía la mano. 

Completamente desnudo, me lo llevé al baño. Me pinté los labios y me senté en la taza del water.

-estas seguro? -me susurró.

-y tan seguro-contesté yo, al tiempo que le apartaba el calzoncillo y me metía su flacida polla en la boca-quiero tu leche, para mi solo.

-que vicio tienes tio-me susurró para no despertar a sus colegas. 

Le comí la polla de lo lindo, sin usar apenas las manos, recorriéndola con mi boca y mi lengua, notando su capullo en mi garganta. Me entretuve con cada una de sus venitas, pasando la punta de mi lengua. 

El, con sus manos en la cintura no paraba de jadear.

-como me pone tus labios rojos tio-me susurraba. 

Yo, no podia evitar que se me escapara alguna sonrisa, no paraba de chupar.

-me puedo correr en tu boca?-me decía al tiempo que ponía sus manos sobre mi cabeza. 

Yo sin dejar de chupar solté un “ajá”, y en pocos segundos, me metió su polla bien adentro y me llenó la boca de leche. Seguí chupando y tragando todas las gotitas que salían. Estaba sediento. Y quería más...

Ahora si, me vestí, me volví a maquillar y me fui hacía el parking del hotel a buscar mi coche. 

Eran las ocho de la mañana, completamente de dia, y los primeros guiris en Salou que van a comprar. 

En la puerta del parking, había dos hombres negros, de estos del topmanta.

Se me acerca uno, y ni corto ni perezoso me pregunta:

-cuanto guapa?

Me lo quedé mirando, y le contesté:

-tienes buena polla?

-tengo una polla enorme - me dijo al tiempo que se tocaba el pakete. 

-pues gratis, sígueme. 

Nos metímos en le parking, y al fondo, vi un rincón que parecía discreto. 

El tio me siguió, cuando se bajó el pantalon casi me caigo de culo. Le llegaba la polla a media pierna. 

Me arrodillé en el suelo, y empeze a chupar y chupar. Le enfundé un condón con la boca, como las profesionales, y me levanté. Al tiempo que le comía la boca, le susurré:

-me la vas a meter por el culo verdad?

-por el culo? -contestó. 

-si, por el culo. 

Me levanté la falda por la espalda, y me aparté el hilo del tanga. 

Yo no sé si el si había dado cuenta de que soy un tio, o se hacía el tonto, pero francamente me dió igual. 

Me insertó esa pedazo de polla de mas de 25 centímetros, de un tirón, y lo mejor de todo, es que mi culo la engullió como si tal cosa. 

Me moria de guso otra vez. 

Se escuchaban voces en el parking, pero ni el dejaba de follarme ni yo de gemir. Se escuchaba el plas plas de su vientre contra mis nalgas. 

En una de estas, me agarró fuerte, y noté como se corría en mi interior. 

Sin tiempo para más, me aparté, y mientras el se quitaba el condón, le di las grácias, me puse bien el tanga, y me fui. 

Cogí mi deportivo, abrí el techo, y con la “melena” al viento, me fui para mi casa. Cuando llegué eran las nueve de la mañana. 

Me levanté a media tarde, había quedado para cenar con los holandeses, en mi casa. Así que me fui cagando leches a comprar, ya que tenía la nevera practicamente vacía. 

Un tártar de salmón, y un pequeño pica pica, y como no, mucho vino. 

A última hora, decidí vestirme de Susana para recibirlos, a ver que pasaba. 

Los dos quedaron encantados, al abrirles la puerta, sobretodo él. 

Cenamos los tres, y charlámos durante un buen rato. Me interrogaron de lo lindo sobre mi transexualidad, y aunque parecían no entenderlo muy bien, estaban la mar de agusto. 

Después de cenar, nos sentamos en la terraza, a tomar unas copas. Hice un gran esfuerzo para que el ambiente se caldeara. 

Me levanté de mi sillón, y me senté al lado de ella. La bese en la boca, y le bajé un tirante del top que llevaba. Entonces el se levantó, y se sentó a nuestro lado. 

Esta vez no se quedaría mirando. Empezó a morrearse con su mujer. Acerqué mi cara, y me beso en los labios. La veda estaba abierta. 

Me levanté, y me pusé de rodillas delante suyo. 

Fue su mujer quien le desabrocho las bermudas, y el solo el que se las quitó. 

En menos de un suspiro tenía su polla entre mis labios. 

Su mujer empezó a jadear como una loca viendo como a su marido se la chupaba un hombre. 

Ella se acercó a mi, le dio un lameton a la polla de su pareja, y un beso en la boca a mi, como agradeciendo haberme encontrado. 

Me levanté y nos fuimos al salón. El sofá es mas comodo que una tumbona. 

Ella me levantó al mini falda, y me quitó el tanga. 

Me comió el culo durante un rato, mientras yo no dejaba de chupar la polla de su marido, que no paraba de gemir. 

-follatela cariño-le dijo la señora a su marido. 

El se levantó, y se puso detrás de mi. Ella a mi lado, no dejaba de comerme la boca. 

Me la fue introduciendo poquito a poco, sin parar, hasta el fondo, entonces fue empezando una rica y larga follada. 

Me puse boca arriba, con las piernas bien abiertas, la señora alternaba mi polla con mi boca, y el no dejaba de empotrarme contra el sofá. 

Empezó a gritar que se corría, y la sacó de mi culo, para quitarse el condón y correrse en mi barriga. 

Ella lo recogío todito, y me beso, compartiendo el premio conmigo. 

Entonces me levanté, al tiempo que ella se ponía a cuatro en el sofá. 

Para su sorpresa, le follé el culo bien follado. Gemiamos los dos como locos, ante la atenta mirada de su marido, que no perdía detalle. 

Acabamos los tres encima del sofá riendo, y bebiendo vino. 

Estuvímos follando los tres durante muchas horas, fueron tres o cuatro polvos más. Incluso en uno de ellos nos follamos a la señora en un memorable sandwich...

Estuve un par de dias mas, sólo en casa. 

El segundo dia, había quedado para tomar unas copas con los tunos, que me habían insistido en que fuese, y yo, ante la persepectiva de una bacanal, les había dicho que encantado. 

Estaba a punto de salir de casa, esta vez, yo mismo, tal como les dije. Se presentó el señor holandés sonriendo. 

-vengo a verte, mi mujer se ha ido a cenar con unas amigas.

-pues yo tengo que salir.

-que lástima-me contestó- pensé....

Aun no había dicho la “e” que ya me puse de rodillas, y le hice con un dedo que se acercara. 

Le desabroché los pantalones, y le comí la polla en el recibidor de mi casa. 

Me agarraba la cabeza fuerte para que no la soltara. 

Chupé y chupé hasta que me lleno la boca de leche. Acto seguido, se subio las bermudas y dándome las grácias se largo. 

Yo cogí mi coche, y me fui para Salou de fiesta. 

Salí con dos de los tunos por Salou. Menuda borrachera pillamos. Menos mal que conseguí tema, porque sino hubiese sido de coma etílico. Menudo cachondeo. 

En uno de los viajes al baño, a emplvarnos, ya le comí la polla bien comida a Santi (el primero de todos), y en otro viaje, se la comí a Carlos. 

Les dije que había reservado hotel para no tener que conducir, y nos fuimos los tres para allí, y liarnos una vez más. 

Me había comido tres pollas en poco rato, y no podía pensar en otra cosa que no fuese mas y mas sexo. Estaba sediento de polla. 

En la habitación, de nuevo, Santí me dilato el culo rebien, y me follaron los dos a la vez. Me da la sensación que voy a explotar cuando tengo dos pollas dentro. 

Carlos se corrió rápido, pero Santí me estuvo follando durante mucho rato. Yo lejos de quejarme no podiía parar de gemir y jadear. 

Hubo un momento en que nos picaron a la puerta, las vecinas de al lado, nos pedían que no hicieramos ruido, y cuando abrí la puerta y vieron que eramos tres tios, se quedaron a cuadros y se fueron. Nosotros tres seguimos follando durante horas....menuda nochechita...

Al dia siguiente, después de comer, y follar, con los holandeses cerré la casa de nuevo, devolví las llaves a la agéncia para alquilarla durante el verano, y me fui hacía Barcelona. 

Allí me esperaba Roger, y mi culo palpitando, también lo esperaba.