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Esta mujer me llevará por el mal camino 29

en Bisexuales

Recuerdo que eran las 18:00 de la tarde, y salía de una reunión de un prestigioso bufete de abogados en Chicago. 

El chófer de mi cliente me preguntó que si me llevaba al hotel, y le respondí que fueramos cagando leches al aeropuerto. El chico sonrió y encendió el motor de su Suburban. 

El tráfico era denso, pero todo y con eso, llegamos puntuales al aeropuerto 

O´Hare. Cuando entré en la terminal de llegadas, en los carteles del aeropuerto ponía que el vuelo procedente de NY acababa de aterrizar. 

Pasados veinte minutos apareció Cristine por la puerta de llegadas. Casi me caigo de culo. Recuerdo que llevaba un vestido largo, de verano, y unas sandalias romanas. A pesar de la cara de echa polvo que tenía, estaba preciosa, y contenta. Muy contenta. 

Nos fundimos en un abrazo y un largo beso. 

Después me agradecio el gesto de invitarla a venir. 

Cristine es una chica de Los Angeles, hija de inmigrantes Brasileños. Llevaba más de un año sin pisar su país. También puso mucho enfasis en agradecerme el haberle pagado un billete en primera clase, pues nunca había volado así.

Durante el camino hacía el hotel, estaba radiante y emocionada. No paraba de hablar. Yo me limitaba a escucharla y mirar lo bonita que es. Se me caía la baba. 

No tuve ningún problema en registrarla como mi acompañante, y subímos a la habitación. Cristine se desnudó, y se fue directa a la ducha. 

Yo hice lo mismo, dándole primero unos minutos a ella sola. Coloqué bien mi traje en el armario, y entré en la ducha. 

Estuvímos debajo del agua un buen rato. Besándonos y acariciándonos todo el rato. 

Recuerdo que le explicaba que llevaba un montón de dias sin correrme. Que iba a flipar. Y ella me contó que se había echo unas cuantas pajas pensando en lo nuestro, y que me tenía unas ganas locas. 

Salímos de la ducha, y nos secamos ayudándonos el uno al otro. 

Fuimos hacía la habitación, le iba dando empujones a Cristine en forma de besos. Ella andaba de espaldas, sin separarse dos dedos de mi boca. Sentía sus pechos contra el mío, nuestras pollas estaban empalmadísimas. 

Al llegar a la cama se sentó, y me cogió mi pene por la base.

-como le des un solo lenguetazo me corro Cristine-le avisé...

-en serio? Tantas ganas me tienes??

-no lo sabes bien. 

-creo que me arriesgaré-dijo ella mientras ponía sus preciosos labios sobre mi capullo. 

Los abrió ligeramente, y con la ayuda de su lengua se metió toda mi polla hasta la garganta. Me la aprisionó con los labios, y empezó a deslizar su cabeza apretándomela fuerte con los labios, y acariciándola con la lengua. 

Dicho y echo. En cuatro o cinco movimientos de cabeza, la avisé que no podía más. Ella lejos de apartarse, siguió con sus movimientos ahora más leves. 

Me corrí dentro de su boca, y ella no dejaba de chupar y chupar. Mi semen se le escapaba de la boca, y con sus labios lo esparcía por mi polla para volver a chuparlo. 

La corrida y mi orgasmo pese a ser “precoz” fue brutal. Notaba incluso flojera en las piernas. 

Se puso en pié, y me beso. De mi semen ya no quedaba ni rastro. 

-túmbate mi amor-me dijo al oido.

Mientras le hacía caso y me tumbaba, Cristine se fue al baño y vino con un bote de lubricante de su neceser. 

Se tumbó encima mio, y nos besamos durante un largo rato. La agarraba por el culo, y la apretaba contra mi. Ella me besaba el cuello, y me mordisceaba las orejas. Entonces fue bajando por mi pecho, se detuvo unos segundos en mis pezones, erectos, y al bajar un poco más y sentir sus enormes y duras tetas contra mi polla, ésta se puso en marcha otra vez. 

Le dió un par de lenguetazos mientras seguía bajando por mi cuerpo. 

Entonces se incorporó, y me abrió las piernas. Acercó su erecta polla a mi ano. 

Lo untó con un poco de lubricante, y empezó a follárme. 

Lo hizo con cierta dulzura al princpio, pero rapidamente notó que entraba y salía bien, y aceleró el movimiento. Y mucho. 

Se puso más encima mio, y nos dimos un largo y profundo morreo, acompañado por nuestros gemidos. 

Cristine se volvió a incorporar, sin dejar de follarme, y aflojando el ritmo poco a poco, me llenó el culo de leche en pocos segundos. Su cara era un poema. Llena de una mezcla de dulzura, pasión y mucha mucha lujúria.

Noté como soltaba una gran corrida dentro de mi culo, que estubo soltando un hilo de semen durante un buen rato. 

Cristine se dejo caer encima mio, y seguímos besándonos. Al agarrarla por el culo me puse tonto otra vez, y ella se dio cuenta rápido, porqué se incorporó, y con la ayuda de sus manos, me agarró la polla y se la frotaba entre sus nalgas.

Verla encima mio, con los ojos como medio enturbiados, como poco a poco, se la meté en su dulce culo, me provoca erecciones solo de recordarlo.

Me cabalgó durante un buen rato. El notar la presion de su culo por toda mi polla es brutal. De vez en cuando, se tumbaba encima mío, y nos besábamos. Yo aprovechando el rebotar en la cama, la follaba duro. Sin dejar de besarnos me volví a correr dentro de ella, y me quedé como medio ido en la cama. Menudo orgasmo. 

Cristine se levantó de la cama, y se fue al baño. Le tocaba tunning nocturno. Me parece que no había visto nunca tantos potingues en un neceser. 

Cuando salió, yo estaba medio dormido, se abrazó a mi, recuerdo que olía de maravilla, y en poco rato nos quedamos fritos. 

Al dia siguiente, me levanté sin hacer ruido me duché y salí disparado de la habitación. Tenía al chófer del suburvan esperando. 

Después de la reunión, a media mañana, llamé a Cristine y le expliqué que iriamos los dos a comer con una gente, que estaban interesados en que invirtiese en su empresa, una famosa farmacéutica de la ciudad. 

Me dijo que no tenía ropa para arreglarse mucho, así que le propuse ir los dos de compras en un momento. El chófer me llevo a recojerla, y fuimos a un centro comercial, donde le metimos caña a mi Visa. Se compró un vestido corto, de verano, de color rojo con lunares blancos, y unos zapatos de tacón rojo. 

Estaba impresionante. 

De allí salímos disparados hacía el almuerzo. Cristine no podía evitar estar nerviosa. Al fin y al cabo, la estaba presentando como mi pareja, aunque en realidad no lo era. Recuerdo bien sus dudas:

-que pasará si se dan cuenta que no soy una mujer al 100%?

-que se pondran cachondos...y además, tu eres una mujer al 120%. 

Ella sonrió, pero no la tranquilice demasiado.

-mira-continué, en tono mas serio- en primer lugar: me la trae floja lo que piensen. Y después, esta gente quieren que invierta muchos millones de dólares en su empresa. Y de mi depende invertirlos o no.

-tienes millones de dolares?-su cara delataba vergüenza, pero no podía evitarlo.

-no desvies el tema-le contesté yo, aprovechándome de su verguenza-tengo un fondo de inversión, en el que participan otras personas, poniendo dinero. Pero yo y solo yo, soy el que decide lo que se compra o se vende con ese dinero. Y de paso, gano un poquito. 

-entiendo, bueno tu veras.

-normalmente la gente te mira mal Cristine?

-en mi vida “social” no. En la profesional que hacía menos. Pero cuando he buscado trabajo en alguna empresa para dedicarme al marketing, nunca me han cogido. Ni en españa, ni antes en Los Angeles. Solo he conseguido trabajos de modelo transexual, y me propusieron hacer porno.

-has echo porno?

-no desvies el tema Karlo porfavor-me “devolvió” con una amplia sonrisa de satisfacción. 

Duante todo el almuerzo, y posterior visita a sus laboratorios, Cristine no se separó de mi, incluso durante mucho rato, me agarraba de la mano. Parecía que mi preséncia ante aquellos extraños, la reconfortaba. Logicamente habla inglés mejor que yo, pero como no le explicamos a nadie nada de ella, pues nadie le preguntó. Eso si, había un par o tres de tios que no le sacaban ojo. 

Mientras nos subíamos en el coche, para irnos, el Ceo de la farmacéutica, me dio una tarjeta, una invitación para dos personas, para cenar en el club más exclusivo de la ciudad. 

De vuelta al hotel, nos paramos de nuevo en el mismo centro comercial, para comprar un vestido de noche para Cristine. Esta vez lo esocogí yo, que como sabéis me encantan las mujeres que visten sexy. 

Braguita brasileña negra, transparente. Vestido negro largo, abierto hasta la cadera en una pierna, espalda destapada, y escotazo del quince. Taconazos negros. Para flipar. Al verla flipé por un tuvo, y al pagar el vestido agoté la visa que uso para los viajes...asi que flipé más aún. 

Solo el recuerdo de verla con el vestido, pienso que merecio la pena la inversión. Y como ya sabeis, tengo ojo clínico para las inversiones. Cada euro estaba bien pagado, y estaría mejor amortizado. Para eso, solo había que esperar a que se vistiera. 

Llegamos al hotel con las bolsas de las compras, para cambiarnos e ir a cenar. 

En el ascensor Cristine me dijo en voz baja:

-ahora cuando llegemos arriba quiero que me hagas el amor vestido, estas impresionante con traje.

Yo me puse rojo y cachondo a la vez. 

Nada más entrar en la habitación, deje las bolsas y mi maletin en el suelo, y la bese. 

La llevé hasta la mesa que había enfrente de la cama, con un espejo en la cabeza. La invité a poyar sus manos en la mesa, y subí su falda. Le bajé las braguitas, y le endiñe mi polla. Picaba con su cabeza en el espejo. Entonces prefirió sentarse en la mesita, y abrir bien sus piernas. Su ojete quedaba a la altura de la punta de mi polla, asi que perfecto. Cristine se aguantaba el paquete mientras jadeaba con mis envestidas. La follé duro durante un buen rato, hasta que me corrí dentro de ella. 

Le lamí un poco el ojete, y como la tenía cerca, hice una extensión a su polla. Me la metí en la boca, y succionando conseguí rapidamente que se pusiera dura. La chupaba como si de un helado se tratase. Cristine jadeaba cada vez que notaba mi lengua sobre su miembro. Cuando estaba como una estaca, me levanté y le susurré:

-ahora fóllame tu con el traje puesto. 

Cristine se abrió el vestido y se quitó el sujetador, dejando al aire sus impresionantes pechos. Me puse aoyado sobre la castigada mesa, y Cristine me bajo los pantalones y los calzoncillos, lo justo para que mi culo le quedase a su disposición. 

Me folló al menos durante diez minutos. Se me iba la cabeza del gustazo que llevaba encima. Cristine cambiaba el ritmo de la enculada cada dos por tres, y me volvía loco. 

Pasado otro rato, me empezó a decir que se iba a correr, asi que me arrodillé y abrí mi boca para que me la metiese dentro. Me folló la boca durante unos instantes, y me llenó la boca de semen. Continué chupando, y chupando, hasta que poco a poco, su polla perdía su enorme tamaño. 

Ducha, y a vestirse. 

La muy cabrona estaba impresionante. Me sacaba un palmo. Se maquillo finita, se pinto los labios, se hizo un recogido estrambótico que le quedaba de maravilla y salió del lavabo. Casi me caigo de culo. Impresionante. Yo parecía un puto enano a su lado, me sacaba tres dedos. 

-no hace falta que digas nada-me dijo a la vez que me daba un ligero piquito-con tu cara pagas. 

Tardé algún segundo en reaccionar. En el hall del hotel la gente se daba la vuelta para mirarla. 

El chófer nos esperaba en la puerta con el coche, y nos llevo directos al restaurante. 

Durante la cena, hablamos y reimos como el fin de semana que pasamos juntos. Sin hablar de nada en concreto, nos partíamos el culo. La cena la verdad es que estaba espectacular. En pocos restaurantes de EEUU he comido mejor. La compañia también ayudaba. 

Cuando ibamos un poco pedos me vine arriba y hablámos de “nosotros”. Yo, que como sabeis soy bastante sermonero, le solté lo que le queria soltar.

Resumiendo le dije que me gustaba y que quería estar con ella. También le dije que no dejaría a mi mujer a menos que ella pensara lo contrario, es decir, tenía la plena convicción que a mi mujer no le importaría que tuviese una relación con otra persona, como sabe que las tengo con otras mujeres, y hombres. 

Eso quería decir que yo seguiré viviendo con Susana, y que podíamos ser amigos de cama con todo el grupo. 

Logicamente también le dije que si ella tenía una relación con otra persona fuera de nuestro grupo, yo no le pondría ninguna traba. 

Yo sé (y sabía en aquel momento) que Cristine se ganaba la vida como escort, y sé la ganaba bien. Siendo muy egoista y sincero, por ahí si que no estaba dispuesto a pasar, así que le ofrecí un trabajo: sería nuestra secretaria. Le ofrecí un buen sueldo, y comisiones en función de las inversiones que yo hago. 

Cristine se bebió una copa de vino durante mi sermón. A momentos parecía flipar, a otros cabrearse. 

Pasados unos segundos reaccionó:

-yo quiero estar contigo, pero veo que tu estas dispuesto a compartirme. No se como tomarme eso. Todo lo demás me parece bien, aunque es secundario. 

-las intimidades que tengamos tu y yo, seran tuyas y mias, no tengas ninguna duda de eso. Pero por ponerte un ejemplo: raro es el dia que no me follo a Mireia en mi despacho. 

-y a tu mujer no le importa?

-pues no. La verdad es que no. Ella ahora esta en Suiza con un pibón de treinta años y un negro cubano con una polla de tres palmos. 

-y no te importa? 

-joder, no. Tu me ves afectado?

-pero tu la quieres?

-mucho, y ella a mi también. Se llama realción abierta, hasta que no lo pruebes, no sabrás como sentirte. 

-pero si es una relación abierta, porque no puedo seguir de escort? Gano mucho mas dinero.

-mira Cristine, yo nunca follaría por dinero. Me cuesta entenderlo, a pesar de ser consumidor de sexo de pago (hay que ver, por no decir putero, las vueltas que dí). Yo follo por placer. Porque soy adicto al sexo y me encanta follar con hombres y mujeres, y cuantos más mejor. 

-tienes razón, hasta que no me vea en la situación, no lo sabré. 

-fantástico, porqué mañana por la tarde nos vamos a Washington. 

-y-contestó ella. 

-allí vive Mia, una amiga que hice este verano, seguro que te encanta conocerla.

Pasamos del vino al cava, y después del postres, subímos al terrado a tomar una copa. Había un ambiente tranquilo y distendido, y se estaba de maravilla.

Pasadas un par de copas, pedimos un Uber, ya que el chófer se había ido, y nos volvímos al hotel. 

En el coche, Cristine se sentó detrás del chofer, y yo, con una mano, se subí el vestido para verle las piernas. Por la oscuridad, no pudé verle el paquete, así que deslicé mi mano y se lo empecé a tocar. 

Con una mueca me pidió que parara, o no se podría bajar del coche al llegar al hotel. Como se ponía seria paré. Al llegar al hotel el botones le abrió la puerta a ella, mientras yo me apañaba por la otra. 

Subímos a la habitación. Notaba a Cristine seria. Sin duda estaba mosqueada. El tema de las relaciones abiertas no le había gustado demasiado, y al ver que no tenía muchas opciones si quería algo conmigo le creaba cierta impoténcia. 

-Mira-le dije-se que soy muy bruto diciendo las cosas. Es cierto. Pero lo hago así para ofrecerlo todo desde el principio. Sin engaños ni sorpresas.

-para que me has echo venir entonces? Por mi compañia? O solo para follar? Porque sabes? Si es solo para follar, no me pediste precio, y te saldrá caro. 

-no digas gilipolleces. Mirate esto, y haber si entiendes algo -le dije mientras le acercaba mi tablet.

Puse la contraseña, y le abrí la carpeta de videos:

-miratelos bien, este soy yo, a ver si lo eniendes. Me voy, ya subiré 

Tire la tablet en la cama, y cogiéndo la americana me fui al Bar.

Hubiese sido la ostia ligar en el Bar, pero no fue el caso. La verdad es que me sentía indignado. En mis otras conquistas, el echo de ser bisexual, a Mireia, a Mia o a Vanessa les parecío genial desde el principio. Incluso a las dos primeras diría que me ayudo a ligármelas. Cristine no lo pillaba, o lo que era pero para mi, no le gustaba el tema. La verdad, es que estaba jodido, pero tenía y tengo claro que no dejaría a mi mujer por Cristine. 

Ella en muchas cosas es super femenina, incluso mas que mi mujer. Pero en otras cosas es muy masculína. Por eso me lo paso bien con ella, y nos reímos mucho. A mi la delicadeza y la dulzura de mi mujer me hace sentir el tio más querido de la tierra, en cambio Cristine, me hace sentir el tio mas deseado de la tierra, no se si me entendéis. 

Pasada una hora, de estar solo en el bar y triquilarme un par o tres de wiskys, volví al cuarto. 

Cuando entré, Cristine estaba sentada al pié de la cama, donde la dejé, y vestida. La tablet estaba en la mesita. 

-me tenias preoucupada-me decía mientras se levantaba y me abrazaba. 

Me dio un beso, y al ver que yo quería decir algo, me puso el dedo en los labios, y me pidió silencio. 

Con tacto, me empezó a quitar la ropa, mientras yo la agarraba por donde pillaba. 

Me puse detrás de ella, completamente desnudo, y la rodeé con mis brazos. Le besé el cuello, y subiendo por su vestido, le separé los tirantes para dejar ver sus enormes pechos. Jugue con ellos y sus pezones, durante un rato, hasta que dejé caer el vestido por completo al suelo. Le bajé las braguitas, y Cristine se tumbó en la cama. Volví a buscar su boca, y mientras ella abría bien sus piernas, mi dura polla se fue casi solita hacía su ano. La penetré lentamente sin dejar de besarla, y me incorporé, Cristine se agarró la polla y empezó a masturbarse mientras yo la follaba. Así que empecé a hacerlo duro, y rápido. 

Se corrió ella, y al segundo yo, encima de su barriga. Entonces nos fundimos en un beso, y nos quedamos dormidos en la cama.

Al dia siguiente hicimos un poco de turismo por Chicago, y después de comer nos fuimos al Aeropuerto, pues el vuelo hacia Washington salía a las 17:30. 

Durante el vuelo, fuimos hablando de nuestra nueva relación.

Yo hacía muchos dias que sentía que tenía que explicarle todo a mi mujer, para pedirle consejo. Susana tiene mucha mano para estas movidas, y yo, con mi falta de mano izquierda, muchas veces suelo cagarla. 

Había hablado con Susana de Cristine, incluso le había dicho que estaba viajando conmigo. Susana flipó un poco, pero lo entendió bien, aunque al fin y al cabo, no le había contado hasta que punto me estaba “colando” de Cristine. 

Necesitaba hablar con ella, para ver como lo hacíamos para convencerla de que se uniera a nosotros.

La verdad es que Cristine había asimilado la situación bastante, aunque no parecía estar de acuerdo, asumió que era lo que había. Ni más ni menos. 

Pero, por mi parte, quería tratar de que fuese lo más natural posible, incluso pensaba que se trataba de que lo hiciese a gusto, no por cojones. 

En Washington nos esperaba Mia, que nos pidió que durmieramos en su casa. 

Desde la vuelta de vacaciones, Mia vive con Sara, y de echo, son pareja, o algo así.

Al llegar al Aeropuerto, me dió un vuelco el corazón al ver a mi pelirroja. Cristine se dio cuenta de la cara que se me ponía. Y cambió la suya, cuando Mia me plantó un señor morreo, acompañado de un abrazo.

La pelirroja esta de escándalo. Super emocionada de que fuesemos a su casa, también le plantó un pico a Cristine, que siendo americana igual que ella, está más acostumbrada a dar la mano.

Durante el camino, Cristine no dijo ni mú. La verdad solo hablaba Mia. 

Al llegar a su apartamento, enorme, nos instalamos. Mia nos puso en la misma habitación por suerte. 

Yo tenía que acudir a una cena en una famosa sidreria española que hay en la ciudad, y tenía que ir solo. 

Cuando se lo dije a Cristine, no le hizo ni puñetera grácia tener que quedarse con aquellas dos. 

A pesar de estar visiblemente mosqueada, le dije que era lo que había, que si queria podia venir pero tendría que quedarse por los alrededores del restaurante. Era una cena muy seria e importante, y no queria ningún tipo de distracción, y creedme, Cristine es una distracción para cualquier hombre que la vea. 

Total, que con unos morros de palmo y medio, la dejé en la habitación. 

Hablé cinco minutos con Mia, que accedió a explicarle la parte buena que tenía estar en nuestro grupo. 

La cena fue un exito laboral, y un puñetero coñazo personal. Menos mal, que la comida estaba impresionante. 

Cuando salimos del restaurante, me dijeron si quería ir a tomar una copa, oferta que decliné, aludiendo jetlag. 

Pedí un uber, y me fui disparado para el apartamento. Eran las doce de la noche. 

Me abrió la puerta Sara, que iba en shorts y camiseta, y al llegar al comedor me las encontré las tres visiblemente fumadas, todas con ropa cómoda, y mas bien poca. 

Cristine tenía esa cara natural que le recuerdo en el hotel el primer fin de semana. Estaba a gusto. Estaba claro que algo bueno me había perdido. 

Tenian una tablet encima de la mesita del comedor, y me hicieron sentar, con el traje puesto, junto a ellas.

Mia encendió la tablet, y abrió el facetime. Videollamada a mi mujer. 

Contestó Tete, en Zermatt (suiza) eran las seis de la tarde. 

Nos saludó a todos, y acto seguido apareció Susana.

-hola mi amor!!como estás??

-bien, bueno, no tan bien como estas tres, porque acabo de llegar, pero bien, y tu?

-me ha llamado Mia hace un rato, para presentarnos a tu amiga, que es preciosa.

Miré a Cristine que estaba sonriendo. Ya se habían “conocido”. 

-pues si que es bonita si-contesté yo- a ver que tal se le da hacer de secretaria.

-Mireia se pondrá celosa-dijo Tete desde detrás de Susana.

(...)

Total, que se habían conocido, y no se que le habían dicho Sara y Mia, pero Cristine había cambiado. Su expresión era poca. 

Cuando colgamos, al segundo me llamó Susana por teléfono, y sin que me escuchara nadie, me pidió que le pasara a la chica.

Cristine cogió el teléfono con cara de sorpresa, pero rapidamente sonrió. Colgó y me lo devolvió.

-que te ha dicho-le pregunté.

-no me dijiste que aunque todos seamos amigos podemos tener secretos entre nosotros? Pues eso!!

Zasca!!!!, que facilidad tiene joder.

Sara me pasó un canuto, y nos fuimos poniendo en situación. Estabamos los cuatro muy a gusto. 

Mia y Sara, nos dejaron solos en el comedor, no recuerdo con que pretexto. 

Cristine se sentó encima mio, y me desnudó de arriba abajo. 

Se quitó la camiseta, y empezó a sobarme con sus tetas. Yo estaba apunto de estallar. Entonces se levantó y se bajó los shorts. No llevaba braguitas. 

Su polla estaba semi dura, y se puso dura del todo con tansolo notar mi lengua.

Justo en ese momento, cuatro manos aparecieron por la espalda de Cristine.

Ella casi se cae de culo, pero Mia, rapidamente le dio un beso en la mejilla, y le pidió que se dejara llevar, que se lo pasaría muy bien. 

Cristine se sentó a mi lado, y Mia, completamente desnuda, se le sentó encima, y empezó a besarla, con una delicadeza y un tacto, que de por si puede hacer que te corras. 

Sara se sentó encima mio, y me dediqué a comerle sus operadas tetas.

Mia se levantó y poniéndose un arnés, le acercó otro a Sara. 

Como se de que va esto, abrí mis piernas, apoyándolas encima del sofá. 

Le hizo un gesto a Cristine, para que hiciese lo propio. La chica ya tenía los ojos enturbiados. 

Los dos espatarrados en el sofá, y enculados por dos pivones, que no se cortaban un pelo, y nos daban caña de la buena. 

Nos estuvieron follando durante un buen rato, y Cristine y yo nos besabamos compartiendo los jadeos. 

Justo en ese momento, en pleno gustazo generalizado, me levanté, para intercambiar roles. 

Le di la mano a Cristine para que se levantara, y Mia se quedó mirando. 

Ayudé a Mia a ponerse a cuatro patas encima del sofá, mientras Sara, le estaba comiendo la polla a Cristine. Con mis dedos, empecé a dilatar el culo de Mia, para que Cristine pudiese embestirla.

Cuando estuve a punto, le dije:

-fóllatelo con cariño, y te volverá loca.

Escuché a Mia sonreir, y como ya tenía el camino echo, Cristine empezó a follarle el culo.

Me acerqué a Sara, que seguía sentada. Se paso mi polla por las tetas, y con cuatro lametones ya la tenia dura. 

-follate a Cristine Karlo, te mueres de ganas-me dijo Sara. 

Y tenía razón. Toda la razón.

Sara se las ingenió para poder jugar con el coño de su novia, Mia, y yo me levanté, y me puse detrás de Cristine.

-hola cariño, aquí estoy-le susurré al oido.

-me vas a follar verdad?-me preguntó.

Sin siquiera contestarle, le metí mi polla todo lo adentro que la postura me permitía, pues estábamos los dos de pie. 

Mia se dio cuenta, y bajo un poco más su culo, para que el de Cristine quedara en pompa. Entonces me quedé quieto, y era la propia Cristine la que marcaba el ritmo. Se deslizaba a través de mi polla, a la vez que deslizaba la suya por el culo de Mia. Los gemidos eran altos por parte de todos. La verdad es que el ambiente estaba cargado de vicio. 

Muy a mi pesar, me corrí el primero, y al poco rato Cristine hizo lo propio. 

Nos quedamos los cuatro en el sofá, extenuados.

Seguímos fumando, y bebiendo, y al cabo de una hora, me levanté y cogí a Sara de la mano. Le bajé los shorts, y le pedí que se pusiera a cuatro patas. 

Mientras con la mano le masturbaba el coño, Mia y Cristine me la ponían dura. 

Si con una no aguanto, imaginaros las dos. Casi me corro. 

Aguanté, y me follé a Sara durante un buen rato. La latina gemia como una perra. Que vicio tiene la tia. Mia y Cristine no lo perdían ojo. 

Pasado un rato, acabé, y nos fuimos a dormir. 

Cristine se ducho conmigo, y como es lógico, me hinché de sobarla en la ducha. Su polla estaba dura como na estaca. 

Al salir del lavabo, me tumbé en la cama, y abrí mis piernas. Cristine me folló el culo durante al menos media hora. No soy capaz de recordar cuantos orgasmos tuve. 

Al final, me acabó follando la boca, y sin hacer nada para remediarlo, se corrió en ella. 

Nos tumbamos en la cama, y nos dormimos como dos niños pequeños. 

A la mañana siguiente, recuerdo que debían ser las diez de la mañana y me levanté empalmado perdido. 

Fui a la cocina, y no había nadie, entonces apareció Sara, recién levantada, y me vio allí con la tienda de campaña entre las piernas.

-creo que han salido a correr?

-a correr? Joder vaya ganas....-contesté yo.

-te has levantado contento verdad?

-si, no se puede negar.

Nunca he tenido un filling muy especial con Sara. Nos llevamos bien, pero de aquella manera. Yo estaba cachondo, asi que pensé que “de perdidos al rio”. 

Me acerqué a la morenaza latina por detrás, y le cogí las tetas. 

Primero hizo como si se apartara, pero rapidamente empezó a frotar su culo contra mi dura (otra vez) polla. 

Como se dejaba, empecé a besarle el cuello, apartando su melena morena. 

Ella solita dejó caer sus shorts al suelo, y yo hice lo mismo con mi pantalón corto. 

Me agarró la polla con una mano, y se la frotaba por las nalgas. 

-tienes lubricante Sara? Te voy a follar el culo.

-vamos a mi habitación. 

Al llegar, se puso a cuatro patas, bien espatarrada, y mientras yo le untaba el culo con el unguento, ella se masturbaba su mojada vagina.

Se la metí con delicadeza, en tres o cuatro intentos. Menudos gemidos soltaba la jaca. 

Al poco, mi polla entraba y salía con facilidad.

Ella giraba su cara, para ver la mia, yo me apoyaba sobre ella, y sin dejar de encularla jugaba con sus tetas, pellizcando sus duros pezones.

De vez en cuando, sacaba mi polla y su ano se quedaba completamente dilatado, entonces se la endiñaba entera otra vez.

La tia se movia con una sensualidad tremenda. Mi gorda polla dentro de aquel pequeño culo, parecía el triple de grande, y sin embargo se perdía dentro con suma suavidad. 

Cambié de posición, y después de un cambio de funda, le folle el coño. Mucho más dulce y suave, e igual de rico. Sara seguía gimiendo, mientras yo la agarraba por las caderas y la empujaba hacía mí. 

Sin poder aguantar mucho más, le pedí que se girara, que me quería correr. 

Me masturbé en su cara, con mi capullo apuntando a su boca, que esperaba el premio ansiosa. En el momento del subidón la metí en su boca, hasta su garganta, y me corrí, y menuda corrida. Sara seguía con los labios cerrados con mi polla entre ellos para que no se le escapara nada. Era su merecido premio. 

Al poco rato llegaron Mia y Cristine, todas sudadas, después del esfuerzo. Yo soy de los que prefiere sudar de otra forma, pero desdeluego, a ellas les había sentado bien. 

Cristine y Mia se fueron a la ducha, y a juzgar por los gritos que se escuchaban, se estaban duchando juntas. 

Aquella noche, Cristine y yo cogímos un vuelo a Ginebra (Suiza). Debido a unas tormentas muy importantes en la zona de Texas, no pudimos volar a Houston como estaba previsto. 

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Esta mujer me llevará por el mal camino 8

Esta mujer me llevará por el mal camino 7

Esta mujer me lleva por el mal camino 6

Esta mujer me llevara por el camino 5

Estas mujeres me llevan por el mal camino 4.8

Estas mujeres me llevan por el mal camino 4.7

Esta mujer me llevara por el mal camino 4.6

Aquella mujer me llevara por el mal camino 4.5

Esta mujer me llevara por el mal camino 4.4

Esta mujer me llevara por el mal camino, 4.3

Esta mujer me lleva por el mal camino 4.2

Esta mujer me lleva por el mal camino 4.1

Esta mujer me llavara por el mal camino, 3ª parte

Esta mujer me llevara por el mal camino, 2a parte

Esta mujer me llevara por el mal camino 1a parte