Quiero que hagamos el amor de la forma que imaginamos, tú desde rol de Amo y el mío de Sumisa, pero quiero agregarle besos, de esos que sin tener sexo quisiera morir en ti, de esos en los que se va la vida.
Déjame por hoy volver al realismo mágico que tanto me interpreta.
Esperarte con ansias desde un martes, que se hace eterno al miércoles, de preparar la carne y poner contenta al alma.
Para que se ericen los sentidos imaginando como será esa lluvia de susurros que calientan y humedecen mis rincones sin control, que endurece mis pezones, moja mi vagina, erecta mi clítoris y hace palpitar mi ano, intérpretes magistrales de tus manos, tus dedos, tu lengua y tu pene siempre dispuesto, como el amante sin control que me posee desde todas direcciones sin dar respiro.
Quiero a mi amante brioso con imaginación infinita que haga brotar en mi piel todo ese deseo guardado y escondido en la memoria, que haga salir de mi boca gemidos endulzados de placer, susurros pidiendo, rogando y suplicando que sea implacable y justo a la hora de redimir mis pecados.
Castígame cuando lo merezca, cuando lo desees, cuando quieras.
Mastúrbame y penétrame con el arte de tus dedos, la audacia de tu lengua, con la osadía de tus amigos vibradores de colores, con la maestría de tu brioso pene, los que sin tu generosidad ningún placer sería real.
Ven para que me hagas tuya, para derretirme en tus caricias y arrodillarme ante tu pasión, haz que cada pensamiento vestido de galante lujuria se desnude cuando logre sentir tus besos por la espalda, la misma fría sensación del hielo derritiéndose y que baja hasta inundar mi geografía.
Inventa mil formas de penetrarme y hacerme gozar, pero no dejes de besarme, no dejes de darme tu hombro y hacerme sentir que no existen otros brazos donde me quisiera quedar, que se conviertan en mi lugar predilecto, el lugar más bonito y cálido del mundo.
Desnuda me entrego y voy a ti quedándome en tiempo infinito gozando de esa perfecta combinación entre nuestro amor, tu perversión y la mía.
Hoy me he tomado la licencia de adornar lo que escribo como lo hago cuando quiero bonito y de verdad.
Estos aires cálidos, veraniegos y nostálgicos, son el pretexto perfecto para resumir que eres el mejor de los amigos, el hombre más amado, el perfecto semidiós que decidió convertirse en hombre para entregarme todo su cariño y placer.
Entonces sigamos construyendo ese camino que nos lleva al goce, al placer y a la lujuria, donde por instantes somos dos y de pronto fundimos nuestros cuerpos llegando a ser solo uno.
Hoy renuevo mis votos de Sumisa... a ti mi Amo y Señor debo mi vida, placer y goce.
Febrero 2018