Podía tocar a su madre como deseaba hacerlo: la acariciaba el trasero y podía explorar por debajo del vestido y por debajo de las bragas. Podía acariciar sus pechos, podía quitarle el vestido y tenerlos en la mano y en la boca.
Espero que disculpéis que tome mi desayuno mientras hablamos dijo señalando a la muchacha entre sus piernas y si os apetece podéis probar vos también. No encontraréis un semen más exquisito que el mío
En la tierra encontrarás a una legión de hombres deseando hacérselo contigo ¡Pero si eres la fantasía favorita de cualquier gay! Eres enorme, peludo, y tienes un miembro descomunal
Las cosas se complican más y Diana Dywane se encuentra al límite de perder la vida o triunfar.
Ya se que esta serie no le interesa a mucha gente, pero en serio, vosotros os lo perdéis.
Más violencia todavía, asesinatos e incluso una violación.
Leedlo. Hay mucha violencia y alguien muere. Es uno de los momentos más dramáticos de la historia.
Hoosexualidad, amores no correspondidos, personas con poder de dioses...
Sabía que el muchacho era virgen aún y se moría de deseo por conquistar el delicioso agujero oculto entre las nalgas.
Torturas, crueldad, sangre, asesinato...
Los humanos sois crueles, vuestro amor hace daño, de pronto me quieres, de pronto me odias. No es justo.
Colocados de lado Asmodeus metía y sacaba su pene del interior de su agujero. Sus manos palpaban hacia delante acariciándole el miembro y los testículos y su cara se acercaba por detrás a la cara del profesor buscando una lengua con la que jugar.
John se sentía feliz con su madre lamiendo entre sus piernas, lo que sucedía a menudo.
El miembro mayor de lo normal de aquel hombre penetró por el recto en toda su longitud y grosor sin problema ninguno. Ahora la Duquesa tenía un pene alojado en su vagina y otro, mucho más grande, en su recto.
Si se hubiera quedado en su finca de la selva estaría ahora masturbándose frente a una película pornográfica, con chicas sonrientes desnudas y haciendo cosas increíbles, quizá con algún juguete metido en el recto.
Fue un beso totalmente lascivo y John tuvo una erección al instante.
El verdugo procedió, quitándole la camiseta a Ryder, luego hizo que se pusiera de espaladas contra la pared y colocó el hierro en el fuego. Cuando consideró que estaba ya lo suficientemente caliente se lo aplicó a la espalda.
El profesor Traknor eyaculó en el suelo con un orgasmo silencioso. Inmediatamente se sintió culpable por ello.
El martillazo arrojó a la bestia cuatro metros hacia la izquierda, con la mandíbula completamente destrozada y, por supuesto, muerta.
Uno de ellos se postraba arrodillado frente a otro y le lamía el miembro, introduciéndolo y sacándolo de su boca. Era un pene especialmente grande y grueso...
De repente, un chorro de esperma surgió disparado de aquel pene. Subió hacia arriba y fue a caer en su mayor parte encima del hada
John puso en practica las cosas que le había enseñado a hacer su madre. Por ejemplo deslizó furtivamente una mano entre las m piernas de Ellen y dejó que el dedo medio se introdujera en su vagina. Para la chica fue como si la penetraran de pronto. A John se le quedó la mano totalmente mojada.
Una mujer lamía el miembro erecto y grueso de un hombre mientras era lamida al mismo tiempo entre las piernas por otra mujer, que a su vez estaba siendo penetrada por un hombre que era a su vez penetrado por el recto por otro hombre más
La mujer diminuta obedeció de mala gana. Colocada a cuatro patas mostró su trasero al anciano mientras volvía a introducirse el dedo en la entrepierna.
El glande de la bestia estaba acariciando la garganta de la muchacha que forcejeaba en vano.