He de admitirlo: ya no tengo erecciones como las de antaño. ¿Y qué puedo hacer, si tanto mi esposa como yo buscamos gozar? ¿Viagra, otros estimulantes? Yo no me meto mierda, ni quiero conseguir placer por vía artificial. Lo mejor es disfrutar naturalmente. No digo que haya que rechazar un trago de güisqui, pero pastillas y demás hierbas ni hablar.
Mi mujer se pasaría horas y horas sin parar de follar, pero yo sería incapaz de proporcionarle esa pista para tal carrera de fondo.
- Tengo una idea Gloria le digo.
- ¿Cuál cariño? me pregunta interesada.
- En el almacén trabajan conmigo dos africanos muy simpáticos
- ¿No estarás proponiendo lo que me temo ?
- Sí, pero no te enfades, sabes que siempre me ha gustado "mirar" y si tú fueras la protagonista de esa escena que yo mirase la polla se me pondría más dura que nunca.
- ¡Así que dos negros !
No la creí capaz de acceder, pero me sorprendió. De hecho creo que fue la que mejor lo pasó con aquella experiencia, porque los dos negros que se la follaban mientras yo miraba hubieron de esforzarse mucho para complacerla.
