Tú eres la naturaleza misma,
el frescor del rocío matinal
que flota sobre la piel de los campos.
Tú eres, mujer, el amor
que galopa bien a caballo,
bien sobre mis agresivas caderas.
Tú eres la naturaleza misma,
el frescor del rocío matinal
que flota sobre la piel de los campos.
Tú eres, mujer, el amor
que galopa bien a caballo,
bien sobre mis agresivas caderas.