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Durante un tiempo ahorré

en MicroRelatos

Durante un tiempo ahorré para darme un festín. Consistía en hacer realidad la fantasía sexual que me acompañaba desde la juventud y que no era otra que la de montarme una orgía con un buen puñado de mujeres. ¡Qué coño!, era soltero ¿a quién le iba a importar lo que hiciera un tío de cuarenta, feo y algo repulsivo? Se trataba de ofrecer a una serie de mujeres un buen sueldo por una noche de sexo con ellas. Si no podía encontrar otras que no fuesen prostitutas me daba igual. Después de un tiempo de preparativos, de ir reclutando chicas (putas en su mayoría), de alquilar un amplio apartamento para un fin de semana y de gastarme en todo ello casi doce mil euros, llegó el tan ansiado día.

¿Qué presente a las dieciséis tías? De acuerdo, si no recuerdo mal eran: Malice, Andrea, Susy, Fanny, Lina, Fátima, Bibiana, Tania, Anne, María, Sara, Olga, Lucy, otra Lucy, Pepa y Patricia. Cumplieron su papel a la perfección (sus honorarios no eran cualquier cosa) y pusieron en escena todos mis juegos y fantasías, como lo de tumbarlas en círculo e ir pasando una por una para penetrarlas.