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Primera vez 1/¿?

en Dominación

 ¿Cómo soy? Es secundario. ¿Cómo estoy? Buena y nerviosa, hoy es el día, hoy por fin lo conoceré. Después de un largo tiempo cambiándonos mails, por fín lo conoceré. Lo reconozco fue oferta suya el conocernos, yo ya lo había dado por perdido, demasiadas veces que no le había hecho caso de buen principio. Pero hoy sí que estoy mentalizada a hacerle caso, hemos quedado en una zona de bares que hay en mi ciudad. Voy con las prendas que él ha dado por buenas, una mini blanca y un jersey asimétrico sólo con el hombro izquierdo tapado de color negro. Enseño un buen trozo de pierna aún que vaya plana debido a que mido casi un metro ochenta. No sé cómo es él, nunca me ha enviado ninguna foto, en cambio él si que sabe como soy yo, me considera flaca, pero con unos buenos pechos. Me llega un mensaje, lo leo:

 

“Entra en el primer bar y siéntate en la barra”

 

Los dos besos de presentación no existen. Le hago caso, entro y me siento, al sentarme en el taburete, se me sube la falda, ahora enseño muchísima pierna. Me pido un refresco, se nota que es verano y hace calor. Otro mensaje.

 

“Se te ha subido un poco la falda, vas muy mona”

 

Él me está viendo, me excito sólo de saberlo. Giro el taburete para ver si adivino quien es, pero no lo sé distinguir, hay varias parejas, unos grupos de jóvenes, otros grupos de no tan jóvenes y tres hombres solos en la mesa, los tres con la vista ocupada en el diario. Se sienta un hombre a mi lado, empieza a hablarme.

 

“¿Habías estado alguna vez aquí?, es que me parece como si te conociera Angi”

 

Ha dicho el nombre con el que firmaba los mails con él, en realidad ese no es mi nombre, simplemente lo utilizaba por tener intimidad. Intento responder con rapidez y sin que se note mi excitación.

 

“Me ha dicho que viniera un conocido”

 

Creo que conocido es la palabra correcta, porque decir mi amo sería mentir, pensándolo con calma mi futuro amo llega haber quedado mejor.

 

“Paga y sígueme”

 

Cada vez estoy más convencida, ha de ser él, por la breve descripción física que me dio, se adapta, pero también se adaptarían muchos más. Sobre los 35, yo estoy en los 28 bien llevados, sobre metro ochenta, castaño, ojos marrones, hay muchos, pero algo dentro me dice que es él. Contesto como puedo la excitación ya puede más que yo.

 

“Ya he pagado”

 

Comento mientras me levanto y le sigo. Me sorprendo cuando coge mi mano, que cálido el roce, me gusta, andamos un trozo hasta llegar a un hotel. Ya no es él, ahora eres tú. Nos colocamos al ascensor, me sobas, lo más seguro es que sea para comprobar si he seguido tus indicaciones con respecto a la ropa interior. Lo he hecho, no sujetador y un mini tanga. El ascensor se detiene, ya hemos llegado a la planta, vuelves a cogerme la mano para dirigirme, para llevarme hasta la habitación. Me sueltas la mano una vez paramos delante de una puerta, buscas algo en el bolsillo trasero de su pantalón, aún no me había fijado en tu culo y tienes un buen culo. Sacas la tarjeta y abres la puerta, entras. Me quedo quieta en el pasillo. Me haces señales para que te siga.

 

Una vez dentro haces que me pare delante de un espejo que hay, me miras con descaro. Desabrochas mi mini, esta se desliza por mis piernas y cae al suelo, dejando ver mi tanga negro con el frontal transparente, no veo en que tú te fije en el tanga que deja ver mi coño depilado. Me quitas el jersey por la cabeza dejando mis pechos al aire, te colocas detrás mio y me sobas. Empiezas por los pechos, baja las manos hasta mi culo, colocas una dentro del minúsculo tanga. Noto que por fín decides hablar.

 

“Está como lo quiero. ¿Por cierto que ha de hacer uno para que su zorra se la chupe?”

 

Me fijo en que mientras dices estás palabras vas quitándote los pantalones y luego los calzoncillos, no me había dado cuenta en que me estabas dando placer y yo no daba nada a cambio. Te colocas mirando al techo, eso significa que quieres que te la chupe poniéndome a cuatro patas encima tuyo, me preguntaste hace tiempo como me gusta chuparla y te gusto mi explicación, ahora quieres probarlo. Me coloco encima tuyo sin quitarme el tanga, se que disfrutarás y no me tocarás, no es necesario que te lo diga. Mi excitación está en aumento des de que he visto tu duro y tieso pene. Noto mi tanga cada vez más mojado.

 

Paso la lengua por la parte superior de tu pene, me entretengo un rato con la piel que hay entre la punta y el tronco, me coloco la punta dentro de mi boca y bajo la cabeza, he conseguido tragarla toda y me siento orgullosa. Tus manos se mueven hacia mis nalgas, considero que es buena señal, que te gusta. Levanto la cabeza hasta sacarla y vuelvo a jugar con la lengua en tu parte superior. Sé que te ha gustado antes. Está vez al momento de bajar decido colocar los dientes ejerciendo una suave presión. Recibo un cachete en el culo, paro y te miro, creo que he hecho algo mal.

 

“Sigue zorra”

 

Vuelvo a introducir tu polla en mi boca, pero sin dientes, se que te ha gustado y que me has dado por la excitación, el proceso que hago es el siguiente bajada sin dientes, bajada con dientes, decido hacer al final un pequeño mordisco en la punta, se que te falta poco para correrte, yo creo que he tenido un orgasmo de comerme tu polla puede ser que sea una buena zorra. Una vez tengo la cabeza levantada, decides hablarme.

 

“Para zorra, quítate de encima mío y quítate el tanga”

 

 

Mientras yo me quito el tanga sentada en un lateral de la cama, observo como tu te quitas la camisa de pie. Me gusta lo que veo, espero, deseo que a ti también te guste lo que ves. Te quedas de pie delante mío, coges mi pierna derecha y la subes sobre tu hombro izquierdo, miras, bajas la pierna y coges unos cojines, subes mis dos piernas encima de tus hombros, sé que puedes ver mis sexo tranquilamente y en cambio yo no puedo ver tu verga. Noto como la pasas por mi húmedo coño y me gusta, colocas la punta en la entrada de mi vagina y la clavas de golpe, una mezcla entre gemido y grito se escapa de mi boca, por tú sonrisa deduzco que te ha gustado, empiezas a bombear con fuerza, acaricias mi clítoris, te digo entre gemidos:

 

“Estoy a punto de llegar”

 

Tú sonríes y afirmas con la cabeza, yo me sorprendo del poco aguante que tengo y del mucho que tienes tú. Debes notar la contracción de mi vagina por la cara que haces y por el parar de acariciar mi clítoris. Vuelves a hablar:

 

“Cuenta los orgasmos”

 

Los primeros son fáciles, ahora sé que llevo dos. El problema está cuando se juntan varios. Como por ejemplo ahora, un gemido sale de mi boca. Ya van dos, habrás notado que la presión aumenta más ya que la sacas. Me haces señales para que me gire y empiece a chuparla a cuatro patas. Noto como tus manos se colocan en mi nuca y eres tú el que marca el ritmo, vas acelerando poco a poco, cuando noto al final que te corres en mi boca, intento tragármelo todo, pero noto como una gota se escapa por la comisura de mi labio, tú también te debes dar cuenta ya que pasas el dedo indice de tu mano para introducírmelo en la boca, continúo limpiando tu falo, hasta que vuelves ha hablar.

 

“Lo reconozco, la chupas bien, ahora yo me tumbaré y tu lo harás a mi lado como estás”

 

Me tumbo desnuda a su lado, te tapas el tronco inferior, mientras me haces estar completamente desnuda y sin ninguna sábana a tu lado, esperando algo, ya que no me has dicho aún que marche de momento te habré gustado.

 

 

Por favor decid si voy bien encarada. Es la primera vez que publico