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Un día de piscina (3/3)

en Dominación

 Me despierto desnuda en una cama ¿cómo he llegado?, no me atrevo a abrir los ojos, busco a mí compañero, no hay nadie. Abro los ojos lentamente, estoy en la habitación de Marcos, donde me dieron por los tres agujeros creo, busco mi bello púdico, no está, confirmado, no fue un sueño, ayer paso de verdad. Me levanto voy hacia el baño, me lavo la cara, me veo los dos chupetones en el pecho, voy marcada, me peino, hago una cola de caballo. Veo un paquete, pone “Ábrelo perra” estoy convencida de que es para mí. Lo abro y veo un pintalabios rojo, me lo pongo. Salgo del baño, oigo unos jadeos procedentes del comedor, voy hacia el comedor. Al pasar por el recibidor veo la ropa que llevaba ayer tirada en el suelo, río. Veo mi reflejo, paro a observarlo, me gusta lo que veo, me excito de pensar como Marcos me puede utilizar. Llego al comedor y entro.

 

Veo que la que se oye gemir soy yo, mientras me dan por detrás, mi excitación aumenta, creo que mis muslos ya están brillando. Marcos está cómodamente sentado en el sofá viéndolo, sin apartar la vista del televisor me pregunta:

 

- ¿Te gusto, puta? - la delicadeza se la guarda para otro momento.

- Sí, me encanto - respondo con una sonrisa en el rostro.

- Ya le dije a Alex, que eres una buena puta.

 

Para ti siempre, hoy no cambias de nombre, me tendré que creer que soy tu puta, ayer me prostituí y disfrute, me encanto y tú te quedaste las ganancias. Me estoy excitando más, seguro que ahora ves mis muslos brillantes, me gusta ir sin pelo.

 

- ¿Qué fue lo que más te gusto? - me preguntas aún sin apartar la vista del televisor. Alex se está separando en la escena, me la está sacando.

- Cuando - respondo tímidamente, mientras pienso en que parte de la tarde me gusto más, si me gusto toda, la tele me da la respuesta - cuando las dos pollas chocaban dentro mío, lo que sale ahora. - Ríes, aún no apartas la vista del televisor.

- Yo me quedo con mi vecina mojigata convirtiéndose en mi puta - dices mientras giras la cabeza para mirarme - y que siempre está dispuesta. ¿Te gusta ser puta?

- Para ti, sí - contesto mientras saco pecho.

- La respuesta me ha gustado, tienes derecho a un orgasmo hoy - sonrío ante tu oferta - por cierto tenemos que invertir los 60€ con algún otro bikini o ropa nueva, por cierto habrás de hacerlo más veces - sonrío y muevo la cabeza en señal de afirmación, estando a tu lado estoy tranquila. - Por cierto ahora verás el video.

 

Me quedo parada en la puerta mientras afirmo con la cabeza, estoy muy caliente, me gusta verme de prota. Me enciende más que no un video porno.

 

- Creo que se debería de compartirlo con el mundo - me dices, mientras pongo cara de sorpresa - Quita esa cara cielo. Imagina que un quinceañeros se la casca viendo como te revientan el culo y que un viejales se corre mientras dos pollas se vacían en tu cara.- aún no ha llegado el video a la escena que acabas de describir y ya me estoy deshaciendo, recordándola.

- Si es lo que quieres lo aceptaré - mi excitación está aumentando mucho, tengo ganas de masturbarme

- Por cierto, ayer cuando te cayó el bikini y tus pechos quedaron a la vista de todos, ¿te gusto? - me preguntas mientras voy aproximando la mano hacia mi entrepierna, me quiero masturbar, noto la humedad de mi sexo, lo acaricio suavemente - Quieta zorra - me gritas, paro de inmediato - ¿Quien te ha dado permiso?

- Nadie - te respondo mientras me siento mal porqué he hecho que me gritaras. - En primer momento me sentí mal cuando cayó el bikini, luego me sentí orgullosa de que os excitara, me gusto y cuando me ponías crema mientras se aproximaban tus amigos, me encanto.- empiezas a dibujar una sonrisa en el rostro.

- Siéntate en el sofá - me dices con la sonrisa bien dibujada. Ves que he parado y me dirijo hacia el sofá con paso firme. Me siento, por un lado estoy nerviosa a la par que excitada - con las piernas separadas - Te hago caso, separo mis piernas, veo como brilla mi sexo, es una imagen bonita, la no existencia de pelo me gusta. Quiero que me vuelvas a dar - mastúrbate para mí.

 

Empiezo acariciándome con suavidad, me mojo un dedo con saliva para introducirlo posteriormente en mi coño, tu coño. Veo como sentado delante mío tu paquete aumenta. Mojo el dedo índice de la otra mano. Acaricio a continuación mi clítoris, saco el dedo de mi agujero, para colocar rápidamente dos. La mano que acariciaba mi botón pasa a pellizcar un pezón. Una suave risa se me escapa, estoy pensando en mi clítoris cuando es tuyo. Mi cuerpo es tuyo.

 

- ¿Alguna vez, te han mirado mientras te masturbas? - a tú pregunta afirmo con la cabeza - que zorra es mi puta, ¿Te pone que te mire? - me preguntas mientras vuelvo a afirmar con la cabeza y tu ríes, acercas tu mano a mi coño.

 

Me mojo más, me excito sólo de ver tu mano cerca, introduces dos dedos tuyos con los dos míos, sonríes. Entiendo la sonrisa, saco mis dos dedos para meter tres, paro de tocarme el clítoris, quiero tardar en llegar. Sacas tus dos dedos, colocas tres empujas haciendo que entre el cuarto, tengo 7 dedos dentro. Nunca había tenido tantos.

 

- Saca tus dedos zorra - te hago caso, me saco mis dedos, me introduces los tuyos hasta los nudillos, me sonríes, con el dedo gordo me acaricias el clítoris, no puedo parar de gemir, observas que me falta poco para correrme. - Sólo puedes un orgasmo hoy, ¿Lo quieres utilizar en una masturbación? - niego con la cabeza, se que estando contigo habrá mejores momentos.

 

Te sacas la camisa, te sacas los pantalones, te sacas los calzoncillos. Veo tu polla libre, me lanzo a chuparla.

 

- La chupas bien, - me dices mientras tengo tu miembro en mi boca - ¿alguna vez te habían introducido los nudillos? - niego con la cabeza mientras paso mis dientes por tu polla - Te estás convirtiendo en una buena zorra - te miro a los ojos mientras tengo tu pene en mi boca - Ayer preguntaste muchas veces si te podías correr - me avergüenzo de mis prisas - sólo te podrás correr cuando te vea la cara y no siempre que te vea la cara te correrás. Por cierto ¿qué eres? - acabas preguntándome.

- Una perra - delante de mi respuesta niegas con la cabeza, pienso rápido he de encontrar una respuesta mejor - tu perra, tu zorra, tu puta - sonrío satisfecha de lo que soy.

- Pues si eres mi perra a cuatro patas y sin chupar - me saco tu miembro de mi boca y me muevo hacia un sitio más amplio, para colocarme como quieres. - Me has ensuciado mi polla con carmín.

 

No era mi intención ensuciarte, me sabe mal. Veo que coges la cámara, me gravas. Gravas con detalle mi coño, tu coño, la apagas. Te colocas en mi espalda, noto tu verga jugando entre mis dos agujeros, hace dos días me preocuparía de que no me dieses por detrás, hoy me da igual. Me la introduces por mi coño, mientras me das empiezas ha hablar:

 

- Hay una chica que me gusta - me comentas, enserio, no lo sabía, apuesto a que no le estás dando ahora - que me pone a mil - gracias, pienso, con lo que me follas no podía imaginármelo - que está mucho más buena que tú - me sorprendo y ¿por qué me follas? ¿por qué me haces disfrutar? - Lo que sucede es que le ponen más las tías que los tíos- sonrío hacia adentro te quedas con las ganas, ya no me preocupo - aún que no le hace ascos a nada. Intenté tirármela la semana pasada y me dijo que no - sonrío - la rubia de las piscinas - me viene su coño depilado a la cabeza, como el mío, perdón el tuyo - ¿no la recuerdas? - me preguntas mientras me pellizcas los pezones y tanto que la recuerdo, afirmo con la cabeza.

- La de los pechos grandes y el coño depilado - te contesto con naturalidad.

- Los pechos grandes si que sé que los tiene, por eso me la quiero tirar - dices mientras me embistes con mayor fuerza - el coño depilado primera noticia que tengo. - te he dado una información que no tenías, me siento orgullosa - supongo que hablamos de la misma, pues me dijo que si “tú te abrías para ella, ella se abriría para mí” - mi morbo aumenta, mi excitación me puede, se que tengo que aguantarme el orgasmo.

- Me abriré para ti, delante de quien tu quieras - te respondo, me das un azote y acto seguido te corres dentro mío.

- Bonita respuesta - dices mientras sacas tu verga de mi agujero, me giro para limpiarla - te comerás una almeja porqué tu amo lo quiere así. - mi amo, no había pensado en ponerle a Marcos ese nombre, pero es verdad, mis orgasmos son tuyos y mis agujeros también té pertenecen.

- Si amo - contesto como puedo mientras tengo tu polla en mi boca.

- Te he de confesar una cosa, me acerque a ti, por ella - me dices, mientras noto que tu pene se vuelve a poner rígido - pero pensaba que tardaría varias semanas a tenerte en este punto, mi punto - mi excitación está aumentando y eso que no tengo ninguna estimulación - sabía que te molaba y como has mejorado físicamente fui a por ti. En ningún momento creí que fuera tan rápido. Pensaba que tardaría semanas.

- Y tardaste horas, amo - digo una vez ya has sacado tu polla de mi boca.

- Te quiere bien limpia, en un par de horas llegará - me dices mientras coges los pantalones - ve a ducharte.

 

Te hago caso y voy al baño, dejo que el agua fría caiga encima mío. No sé si lo que haré de aquí un rato es por ti o por mí. Ayer pensé en como sería tocar sus tetas y hoy me das la oportunidad, gracias amo. Mi mano baja hacia mi concha, estoy caliente, pero la detengo mis masturbaciones son tuyas y me gusta. Nunca me había atrevido a ponerme los nudillos. Noto unas manos que van de mi espalda a mis pechos, me giro, quedo de cara a ti. Con una mirada entiendo que me quieres a 4 patas otra vez. Me coloco como quieres y noto como el chorro de agua pasa por mi raja. Una vez lo has hecho sales de la ducha, me dejas allí para que finalice mi lavado.

 

Salgo de la ducha, me seco, veo el carmín delante del espejo y me pinto los labios, con el pelo mojado voy hacia el comedor ya que oigo la tele, creo que oigo mis gemidos. Entro, me hablas:

 

- Arrodíllate al lado del sofá - te hago caso y me coloco allí - le he pasado el vídeo de tu enculada a Ana - la rubia ya tiene nombre, se llama Ana - me ha dicho que le ha gustado - sonrío - y que causas más morbo cuando muestras lo zorra que eres - te pones a reír - los chupetones te están desapareciendo, ahora que me doy cuenta, de pie delante mío - coges mi pecho y empiezas a morder, sin ningún cuidado, ya no me muestras la ternura del primer día, pero me gusta. Me pellizcas el otro pezón, me lo estiras y me lo retuerces mientras ríes, te separas - mucho mejor así - me miro mi pecho, ya no es una cosa pequeña en la parte inferior de la aureola, ahora es una cosa grande que casi cubre todo mi pecho - el del culo ya se arreglará mañana. Por cierto hoy me cobraré el premio de tirarme a mi zorra

 

Vuelvo a arrodillarme al lado del sofá, pones el vídeo, esta vez de como me das tú en la terraza, me excito, confirmado no es lo mismo ver porno de gente que no conoces a ver porno en el que eres la protagonista. Mi excitación vuelve a crecer, quiero ver documentales de animales en La 2. Tampoco estoy tan lejos, yo soy tu perra mi amo. Una vez finalizado el video, veo como vuelves a marcar paquete debajo de tus bermudas, me quiero comer tu verga, estaría todo el día chupándola.

 

- Te explicaré una cosa - me dices, mientras no sea de sexo va bien, que me quiero enfriar - Ana antes era hetero, pero un día engancho a su novio por aquel entonces con otra - le pusieron los cuernos a la rubia, si esa no puede mantener un polvo nadie puede - fue a buscar consuelo a una amiga y esa le ofreció alcohol y masajes. Ana se despertó al día siguiente desnuda abrazada por su amiga. - ¿lo grabaron? Seguro que era su fantasía y por eso cambio. Como yo que he querido...

 

Mis pensamientos se rompen, suena el timbre. Vas hacia la puerta del piso para abrirla. Entráis en el comedor tú y la rubia.

 

Es la que mirabas con descaro ayer, la que me miraba con descaro, pasa de mí, va directa a sentarse al sofá. Te da un beso en la mejilla y luego el morreo, va enserio, tiene la intención de acostarse contigo. Seguro que la zorra rubia nota el paquete duro de Marcos.

 

- ¿Qué te ha parecido el vídeo? - preguntas, ha sido en singular, sólo le has pasado uno, sonrío, ya que a mí me estabas pasando 3.

- Fantástico - contesta la rubia, mientras me mira por primera vez.

- Pensaba que te molestaría ver dos pollas - añades, ya sé que vídeo le ha pasado. Es mejor ser hetero que lesbiana, te pueden dar dos.

- Que va - contesta ella con soberbia - sabes que me gusta la longaniza y la almeja, pero prefiero la segunda.

- No os he presentado, Ana, ella es mí esclava, la puedes llamar perra, zorra o puta - comentas, mientras me doy cuenta que soy tuya, que me he declarado bajo tus órdenes.

- Gracias, por cierto me puedo poner cómoda - Pregunta ella, mientras afirmas con la cabeza, al ponerse de pie me percato de como va vestida, un top de tiras, por el tipo de escote me atrevería a decir que sin sujetador, unos shorts bajos de cadera y muy cortos, un bolso blanco y unas sandalias de plataforma, al fijarme en el tacón me doy cuenta de que es muy bajita. Se desabrocha los pantalones, se los deja caer por las piernas y le veo un minúsculo tanga de color rosa, la raya del moreno no existe en su cuerpo - Ayer no llevaba los pechos tan marcados.

- El aburrimiento de Álex y mío - contestas, claro ella me vio en la piscina y sólo llevaba un chupetón pequeño en el pecho.

- Ayer tampoco tenía el coño depilado - dice Ana mientras se pone la mano por dentro del tanga. - ¿voluntad suya? - que pregunta más idiota, si yo ya no tengo voluntad.

- Mi voluntad - contestas y yo sonrío. - Prefieres que la mano en el tanga la ponga yo o ella.

- Ella, ya sabes que hasta que no se me ofrezca, no me ofreceré - dice Ana, odio cuando hablan de mí como si no estuviera, pero me estoy acostumbrando.

- Perra ven - me dices, mi amo, mientras yo voy hacia el sofá a cuatro patas - siéntate como una persona - hago caso, mi excitación aumenta, me hacen sitio entre los dos, la rubia se pone a reír y no lo entiendo, me sobas. - Puedes hacer lo que quieras - la frase da opción, es para la rubia.

- Perra, acaríciame el coño - me dice la rubia y yo pongo mi mano en su tanga.

 

Noto una mano pequeña en un pecho, la rubia me está acariciando. Tú colocas una mano en un pecho y la otra en mi-tu húmedo coño. Noto como pellizcáis mis pezones, para luego estirarlos, un suave grito se me escapa. Me giro hacia ti, ríes, me giro hacia ella también ríe. Suelta mi pecho, con las dos manos se quita el top. Con la mano libre me dirijo hacia sus pechos, son blandos, no están operados. Que suerte la zorra.

 

- Plaf - al inclinarme para tocar el pecho he puesto el culo en pompa y me has dado un sonoro cachete. Te miro, me niegas con la cabeza. He hecho algo fuera de sitio, me he precipitado, me sabe mal.

 

La rubia me hace sacar la mano de su tanga, se pone de pie se lo baja. Hay dos tías completamente desnudas en tu comedor, al menos a mí me da morbo. La miras con deseo, hace que me caiga peor. Se me acerca, me besa con lengua, nunca antes había entrado una lengua femenina en mi-tu boca, cuantas cosas están cambiando

 

- Me parece que queda poco para que te coma el coño ¿Te puede gravar? -le preguntas una vez nos hemos separado.

- Siempre que no le des delante mío, sí, - contesta prepotentemente la rubia mientras se estirá en el sofá - empieza a comer zorra - me dices, vaya una es para insultar, me inclino empiezo a lamer.

- Por cierto si te come bien el coño - le dices, yo no apostaría mucho, recuerda que soy novata - serás mía hasta mañana.

- Sí - contesta la rubia, no me agrada, ¿qué no te lo pasa bien conmigo? ¿Qué no te gusto? ¿Qué te desobedezco?

 

Lamo los labios de la rubia con pasión, ya que tú me lo has pedido. Paso la lengua por sus suaves labios vaginales. Los separo con la lengua, veo su clítoris, lo lamo, para luego chuparlo. Todo está muy mojado. Te veo de reojo, estás filmando los dos cuerpos enteros.

 

- Perra - me dices - las manos en los pechos. - No había pensado, es una forma de estimularla, le pellizco los pezones con suavidad.

- Zorra, - recibo otro insulto de la rubia - si pellizcas, pellizca bien.

 

Pellizco con más fuerza, un jadeo se te escapa. Muerdo el clítoris con suavidad mientras vuelvo a pellizcar tus pezones violentamente. Recibo una suave presión por parte de tus piernas y aumenta la humedad. Te vuelvo a mirar, me sonríes y me enseñas una mano. Dejo sólo una mano en los pechos, acariciándolos, apretándolos, haciéndote disfrutar. Me estoy cansando de lamer, le introduzco un dedo en el coño, no se queja, voy a por el segundo. Pienso en el fin de fiesta, sujeto un pezón, pongo tres dedos en la entrada y acerco los dientes a su clítoris Muerdo con fuerzas, estiro con ganas y penetro con violencia.

 

Oigo el grito, el jadeo que emito, noto presión en mis dedos. Con su mano aparta mi cabeza de su coño, ya no quiere que lama más. Intenta sacar mis dedos de su coño, te miro, niegas con la cabeza. Los muevo más dentro suyo, intenta cerrar las piernas. Te vuelvo a mirar, afirmas. Me aparto de la jadeante rubia, creo que lo he hecho bien.

 

- Novata - me dices entre jadeos - ahora te enseñare como se hace, estirate en el suelo.

 

Le hago caso, me tumbo en el frío suelo, pasas la cámara lentamente por todo mi-tu cuerpo, paras la mano libre en mi-tu coño, notas la humedad y ríes. Ella pone la cabeza entre mis piernas y deja el culo en pompa. Observo tu cara, lo deseas. Pasa la lengua por mi coño, no noto excitación. Veo como dejas la cámara encima la mesa y te quitas seguidamente los pantalones y calzoncillos, te pones detrás suyo, colocas tus manos en sus caderas.

 

- Zorra - me vuelve a decir la rubia, yo soy zorra y lo sé, ¿ella qué es? - sal de debajo y mira una vez te quedes de rodillas.

- No, - dices, por fin alguien que hace callar a esa rubia - grabarás como le parto el culo, que quiero saber que caras hace.

- No - dice ella justo antes de recibir un cachete de tu parte.

- Calladita, estás más mona - contestas.

 

La primera cara que le veo es de miedo. Una vez he salido, cojo la cámara. Grabo como le pones la punta en su ano, podría ser el mío. La entras, se oye un grito de dolor y yo dibujo una sonrisa en mi cara, continúo con la filmación. Tuve suerte de que me abriera el culo Álex, es más delicado. Cada vez que le embistes, ella grita, con las embestidas, los gritos se van convirtiendo en jadeos. La azotas, me gusta. Unas bombeadas más y te corres. Creo que normalmente aguantas más.

 

- Perra - me dices - sigue a Anita a 4 patas he id hacia el pasillo.

 

Mientras la sigo voy viendo como le va cayendo semen de su agujero posterior, es blanco con toques de marrón, llegamos al espejo, llegas al espejo desnudo me gusta la vista, creo que a ti también. Colocas la cámara en un trípode, pones al play.

 

- Quiero la mejor escena lésbica que podáis ofrecer, - dices - yo voy al baño y vosotras dos de pie os haréis cariñitos.

 

Empieza Ana besándome, noto su lengua como recorre toda mi boca. En señal de gratitud le sobo el culo. La diferencia de altura se nota, tengo que doblar las rodillas. Me baja una mano hasta mi coño, introduce un dedo en el agujero, lo saca y me lo hace chupar, me sonríe, creo que es más puta que yo. Coge mi mano, lame el dedo índice, lo hace de una forma muy rara. Me guía la mano hacia su coño y me hace introducir el dedo, lo empiezo a mover. Me coge una aureola, le cojo un pezón, me estira le estiro. Jadeamos las dos al mismo ritmo.

 

- Precioso -dices mientras empiezas a aplaudir - Anita, eres una guarra me has manchado el suelo - bajo la vista y veo donde estábamos disfrutando una mancha marrón claro en el suelo. - A recogerlo.

 

Ana se marcha, va a cuatro patas gateando, para hacerte caso, tengo ganas de morder su culo. Al levantar la cabeza y verme al espejo junto a ti, observo como tus manos se acercan a mis pechos, me los empiezas a sobar.

 

- Zorra, sabes que te tengo que castigar - ¿Qué he hecho? ¿Dónde no te he hecho caso?, mi cara se vuelve de espanto - estás disfrutando demasiado - no he hecho nada relativamente malo - disfrutaste cuando te dieron por detrás, - me pellizcas los pezones, se me escapa un jadeo - eso que no hubo delicadeza. Has disfrutado comiéndote la almeja de Ana - separas una mano de mi pecho y la llevas hasta mi coño - Estás disfrutando pegándote el lote - sonrío ante tus palabras - ¿Te han azotado alguna vez? - niego con la cabeza - ¿Te gustaría? - afirmo con la cabeza mientras sonrío - ves, tampoco serviría de castigo, ya que todo lo que te hago te gusta. - me giras hacia ti, empiezas a aproximar tu boca a mi boca, el beso está a punto de llegar.

- Marcos, ya está limpio - la zorra rubia a tenido que terminar justo ahora, arrugo el morro y tu sonríes.

- Creo que ya sé el castigo, muy bien a la cama las dos. - ¿Cómo, que ya sabes el castigo? ¿Qué pista te he dado?

 

Llegamos los tres a la cama, recuerdo lo de ayer y me excito, confirmado, me da más morbo una penetración y mejor si es doble. Debo ser bi, por ti lo que sea. Me miras, quieres que me tumbe en la cama, te hago caso, me tumbo.

 

- Anita, pecho contra pecho - le dices antes que se tumbe encima mío, estamos las dos acostadas en tu cama - ¿Queréis que os ate? - Preguntas, Ana empieza a mover la cabeza en señal de negación, yo no hago nada, se que lo que quiera no cuenta - Anita, eso es un sí - noto unas cuerdas en los muslos.

 

Nos has atado con las piernas abiertas, dejando los 4 agujeros a tu disposición. Empiezo a notar una vibración en mi estómago, Ana empieza a besarme y a tocarme los pechos. Noto que introduces algo rígido en mi ano, curvo la espalda para facilitar-te la faena. Noto algo frío en mi coño, lo vas introduciendo en mi coño. Una vez introducido me empieza a vibrar, acabo de descubrir que notaba en el estomago de Ana, el vibrador que le has puesto. Le correspondo los besos y dirijo mis manos hacia sus pechos para sobarlos.

 

Veo como te colocas de rodillas detrás de Ana, tienes algo en tus manos, no logro distinguirlo, el cuerpo de Ana me lo tapa. No se que le haces, pero grita y mucho.

 

- Nunca te habían dado con algo tan grande - ella niega con la cabeza - ya lo he descubierto cuando te daba que tenías el agujero bastante cerrado - le acabas de introducir algo por detrás y se está quejando.

 

Aumentan las vibraciones que noto del estómago de Ana, te veo con la cámara filmándonos la cara y luego recorriendo nuestros cuerpos. Mi excitación aumenta, me acaricias el clítoris, me cuesta aguantarme el orgasmo. Giro la cabeza lateralmente, veo tu cara, me sonríes y niegas, continúas acariciándome, estoy a punto de correrme cuando paras, puedo hacerte caso y no llegar.

 

- Anita - dices, mientras te pones de pie a nuestro lado - creo que te has vuelto a correr aún serás tú la zorra - ríes - vamos ha hacer un trato, te paro los dos vibradores, te desato y le comes el coño a Angi - ella afirma con la cabeza ante tus palabras - si haces que se corra en 5 minutos tendrás premio - ¿qué premio le dará? - Angi si te corres en menos de 4 minutos, tendrás castigo. - Lo aguantaré, estoy convencida

 

Noto como desata a Ana, ya que me suelta a mí también. La rubia, se baja hasta mi entrepierna, me excita el saber que una tía me comerá el coño. Te miro, te veo con la cámara en mano. Te diriges hacia el culo de la rubia, le desconectas según veo, su cara cambia. Hace movimiento con las manos para sacárselos, la paras y niegas con la cabeza. Pasa la lengua por mis labios mayores, estoy muy caliente. Sube una mano y pellizca mi pezón, un jadeo se me escapa. Separa mis labios con la otra mano, muerde suavemente mi - tu clítoris, vuelvo a jadear, intento aguantar. Que la rubia me coma el coño es muy diferente a que lo haga un hombre, ya que hace menor número de movimientos y más suaves, pero con mayor acierto. Coloca la lengua dentro de mi coño, me la mueve hasta el punto G, no puedo aguantar más, me corro. Veo como gravas como me lo comen y no ves mi cara, te ha desobedecido.

 

- Anita, ya te puedes levantar - ante tus palabras la rubia se levanta - 3 minutos 59 segundos a podido aguantar la puta - por un segundo tengo el castigo, ella tiene el premio - Zorra ve al pasillo.

 

Te hago caso y voy donde me has dicho, tú también vienes, te paras al lado de la ropa que llevaba ayer, me pasas el jersey y la falda, quieres que me vista.

 

- Olvida te de la ropa interior, no me gusta. Ahora te irás a comprar ropa, de la que me gusta y volverás mañana luego de la piscina y te diré tu castigo.

 

Me abro la puerta y salgo, no te ha gustado que me corriese antes de tiempo y sin que me miraras a la cara, el ascensor ya ha llegado, subo. Ahora la rubia disfrutará, ya la tienes caliente y cuando me vestía he podido ver que tu pájaro ya estaba recuperado.

 

¿Fin?

 

Valoro opiniones, os gustaría que pusiese lo que sucede al salir del piso, os excita. 

Me excita que os excite

Siempre vuestra Angi