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Marcos y Angi 1

en Dominación

Marcos estaba satisfecho, por fin era libre, ya no tenía que estar más a las ordenes de ella, aún que le había gustado, le había encantado, pero no se lo diría, es mejor callar que ser esclavo de tus palabras. Ella estaba satisfecha, pero sabía que había cometido un error, que no había cumplido una cosa, simplemente esperaba que él no lo recordara para librarse de las consecuencias. Él creía que ella había cometido un error, la reacción que tuvo cuando le estaba comiendo el coño se lo indicaba. Decidió aclararse preguntándole.

 

“¿Te has corrido cuando te limpiaba el coño?” Una simple pregunta, directa, él no se iba con rodeos, con estupideces, con niñerías. Ella le afirmo con la cabeza, la habían descubierto, no había sabido disimular su falta, ahora le tocaba asumir las consecuencias. Él se sienta al borde de la cama, ella ya entiende lo que ha de hacer, la iba ha azotar, se excito sólo de pensarlo. Él mantenía la calma. Miro para dejar su culo cerca de la mano derecha de él y con las manos se aguantaba al suelo. A él le sorprendía el ver que estaba tan condicionada, que no tenía que decirle nada, que con una simple mirada ya se entendían, ya lo entendía. Estaban completamente desnudos, y ella inclinada sobre de él, esperando. Él decidió que ya no esperaría más y le dio el primer azote, suave, en la nalga derecha, para avisarla de que ya empezaba.

 

“Uno” contesto ella, aguantando la caricia del hombre al cual hacia caso. No sabía por qué, pero le gusto des de el primer mail, le dio confianza y no sabe ¿por qué?

 

A él le gusta que haga las cosas que quiere sin pedírselas, le lee la mente. Le da otro azote en la nalga izquierda ha subido un poco la intensidad.

 

“Dos” contesta ella entre jadeos. A él le tendría que doler que no lo tratasen con más respecto, pero a ella se lo perdonaba, por otros motivos.

 

“Tres” este lo ha notado ella más fuerte, él sonríe, mientras nota como el pecho de ella se mueve sobre sus piernas.

 

“Cuatro” dice ella aguantándose el grito por dolor y conteniéndose un jadeo. Él sonríe ya que ve que le gusta, que ella disfruta mientras nota que su polla quiere volver a montar la tienda de campaña.

 

“Cinco” lo ha conseguido, ha conseguido que gritase dándole en el medio, en la raja. A ella esa forma de tocarla la pone, el golpe no ha sido tan fuerte como el anterior, pero le ha producido mayores sensaciones, al mismo tiempo sonríe porque nota los principios de la erección de él. Ella cree que ha descubierto su humedad, él sabe que esta mojada.

 

“Seis” le ha dado otra, ha sido más suave, le ha gustado mucho más que las otras. Sabe que no podrá controlarse la erección por mucho más tiempo.

 

“Siete” dice mientras nota la verga de él ya dura en su estómago

 

“Ocho, nueve” le ha dado los dos seguidos, sin dejar tiempo a que se recuperará y notando el movimiento de sus pechos, la ayuda a levantar, la décima se la guarda, habrá algún buen momento para darla y que ella no se lo espere.

 

Una vez está levantada la mira a ella y mira la cama, ella lo comprende, sabe como se ha de poner de la forma que más le gusta a él, boca abajo con las piernas separadas, sabe que él tiene ganas de estrenar su culo. Sabe que a ella le apetece, mas le da miedo. Para la primera vez él quiere que ella disfrute, ella se relaja y tranquiliza para disfrutar. Él coge varios objetos de la mesilla de noche, ella no quiere saber que es y cierra los ojos.

Ella nota unas gotas de algo en su entrada posterior, él le está poniendo lubricante, esta vez sin dolor piensa él. Ella nota algo que se mueve en su agujero y se le escapan unos jadeos cada vez que se mueve. Él disfruta sabiendo que con un simple dedo la hace jadear. Saca el dedo del agujero de ella, le empieza a colocar el plug. Ella empieza a disfrutar más. Él le lubrica mejor la entrada, para conseguir poco a poco metérselo todo. Ella ya no sabe que le han puesto ni de que tamaño, sólo sabe que está disfrutando y mucho, justo cuando esos pensamientos acaban de pasar por su cabeza, nota un zumbido, seguido de una vibración en su clítoris. Él sabe que por los orgasmos, es lo único que la puede castigar, ya que en todo lo demás hace caso y le gusta castigarla.

 

Ahora él la está masturbando con un mini consolador, mientras ella tiene el plug metido. Ella está disfrutando y mucho, se alegra de que él no le halla puesto límite en los orgasmos porque ya lleva varios. Él para de masturbarla y empieza a quitarle el consolador lentamente. A ella le sabe mal, estaba disfrutando y mucho, pero sabe que lo que le espera es mejor. Él le empieza a introducir la punta, poco a poco sin prisa, que la cavidad de ella se vaya adaptando, una vez ya la tiene metida hasta los huevos empieza a moverla en circulos suavemente. Para luego sacarla hasta el final, para volver a introducirla. Ella  no puede frenar ni los jadeos ni los orgasmos. Él nota que le falta poco para correrse y decide sacarla. Para decirle:

 

“Gírate, peque”

 

Ella hace caso, mientras se le escapa un sonrisa, le hace gracia cuando le dice peque, ya que son casi de la misma altura, sólo existe la diferencia en la edad, de casi 8 años.

 

“Cierra los ojos”

 

Ella entiende que él se quiere correr en su cara, sabe que ha de cerrar los ojos y abrir la boca. Nota el caliente líquido de él en su rostro.  Él ve la cara de ella con una corrida encima y se gira para coger el plug, ella se sorprende por el tamaño, cómo a podido entrarle eso de color rosa sin hacerle daño.

 

 

 Acepto comentarios, ya sean buenos o malos, me ha pasado. :P