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Segunda vez (2/¿?)

en Dominación

Que divertido, por entender mal una cosa, he terminado atada a la mesa. Tengo el estomago y los pechos pegados a ella, los brazos estirados y las muñecas sujetas con una cuerda a las patas, que son las que me hacen mantener la posición. Los pies están atados a las otras dos patas dejando mi culo en pompa y mis piernas abiertas. Me cae un azote, no se con que, me aguanto el grito, el dolor es casi insoportable, pienso en lo mal que lo he hecho al ofrecerme en el ascensor. Sólo me puedes ofrecer tú, me caen varios azotes más, no los quiero contar ni saber cuantos son, porque cambiarás el número a tu antojo.

Ya llevo cinco con la fusta, ya he hecho el calentamiento. Zorra, ahora pegaré más fuerte, soy generoso ¿Quieres una mordaza? Por cada grito que oiga 5 más”

Afirmo como puedo con la cabeza, estos primeros me han hecho daño y según tú, eran flojos, me pones algo en la boca. Me das, me haces mucho más daño, suerte que tenía la boca tapada, si no llega haber salido un grito. Sigues durante unos cuantos más. La letra con sangre entra y yo estoy aprendiendo que mi cuerpo es tuyo, que no tengo ningún derecho sobre él. Paras, me relajo, me escuece el culo y la parte superior de los muslos. Vuelves a darme creo que con mayor intensidad, se me escapa una lágrima del dolor, de la humillación. Noto como empiezo a humedecer el coño, no puede ser que esto me excite, soy más puta de lo que pensaba, soy tu puta. Creo que he aprendido la lección, no lo volveré ha hacer por voluntad, yo pensé que te gustaría. Mi error, pensar.

Me desatas las pierna y un brazo, me giras boca arriba en la mesa y vuelves a atar las piernas y el brazo. Veo la madera apoyada en la pared y veo también que te estás quitando el cinturón de piel.

El último ¿Dónde lo prefieres, coño o pechos? Hoy estoy generoso y tú, perra no me contestas”

Estoy pensando dónde me hará menos daño y no encuentro la solución. Recibo un golpe de cinturón en los pechos, ha cogido un pezón y me ha hecho mucho daño, el golpe ha ido en diagonal, desde medio estómago hasta casi el hombro del lado opuesto. Prefiero la misma cantidad en el culo que no esto. Empiezo a llorar por el dolor, veo que te coloca entre mis piernas abiertas, vas con una sonrisa tierna, tranquilizadora, pero yo tengo miedo. Veo como levanta el brazo y recibo el cinturón en mi sexo. El dolor es superior a mí, no puedo frenar las lágrimas. Empiezas a desatarme por los pies, luego las manos, me quitas la mordaza.

21 azotes la primera vez, lo has aguantado casi hasta el final sin llorar, ha sido el de regalo el que te ha roto, lo has hecho muy bien.”

Me abrazas tiernamente y me guías hasta la cama, donde haces que me recueste y me quitas los zapatos, todo me hace daño, no sé como ponerme. Estoy orgullosa de aprender a ser una buena perra. Ya estoy parando de llorar. Te colocas detrás mío, noto tu pecho contra mi espalda. Nos tapas con la sábana. Me abrazas con máximo cuidado, pasas un brazo por debajo de mi cuello, me tienes rodeada. Noto tu aliento en mi oreja, empiezas a susurrarme.

 

Angi cariño lo he hecho por ti, para que aprendas lo peligroso que es. El chico del ascensor se llega haber podido propasar contigo y yo no quiero eso”

 

Lo has hecho por mí para que aprendiera, pensando la situación a distancia tienes razón, menos mal que alguien se preocupa por mí. Creo que Morfeo está secuestrándome, siempre hace lo mismo cuando estamos juntos.

 

Me he dormido en tus brazos, confió en ti y luego de la explicación más. Noto tu miembro como se va poniendo duro en mis nalgas. Me muevo, quito la sábana de encima, tú dejas de abrazarme, te levantas, me haces quedarme boca abajo, separas mis piernas, separas mis labios vaginales.

 

Un día sin penetración, no está al 100%, con el de regalo hemos perdido los dos. Ahora te será más fácil cumplir la segunda parte, no orgasmos durante 24 horas”.

 

Eso quiere decir que de aquí a 24 horas nos volveremos a ver. Estoy pensando cómo agradecértelo una vez te has vuelto a acostar a mí lado, veo tu polla tiesa, ya sé como agradecerte la lección.

 

¿Puedo?”

 

Pregunto mirando hacia tu verga, se ve apetitosa, sabrosa. No me contestas, simplemente separas tus brazos de tu cuerpo. Me coloco a 4 patas encima tuyo y repito el procedimiento de la primera vez. Estoy disfrutando y creo que tú también. Hoy decido jugar más con los dientes, cada vez que los paso oigo un jadeo, confirmado, también estás disfrutando. Aumento la presión, los juegos con la lengua y la velocidad.

 

Zorra de rodillas al lado de la cama”

 

Me gusta que me llames zorra, soy tu zorra y de nadie más. Me coloco en la posición que me has dicho, dejo la boca abierta porque algo dentro me dice que tendré más. Te colocas de pie frente mío, me sujetas la cabeza con tus manos, la mueves hacia tu miembro, me la haces tragar toda de golpe. Me encanta, estamos un rato así, hasta que al final te corres dentro mío y me lo trago todo, no dejo que se escape ni una gota. Me pones de pie, ayudándome a levantar. Me das un beso, el dolor se me pasa, te quiero.

 

Lavate la cara, arréglate los labios y hazte una coleta, luego ve al comedor”

 

Le hago caso sigo sus instrucciones. Cuando estoy en el baño delante del espejo veo la marca en mi pecho, me siento orgullosa, es por un buen motivo, una lección aprendida. No quiero mirarme el culo, me da miedo. Me lavo la cara, me hago la coleta, al llevar el pelo largo es fácil, me pinto bien los labios y sonrío a mi reflejo, al estar la puerta abierta veo como mi amo se me aproxima.

 

¿Te has mirado el culo?”

No amo, considero que está al gusto del amo y que no tengo ninguna opinión”

 

Me sonríes, debe ser porqué te ha gustado la respuesta, sé que ahora lo estás viendo tú, ya tengo suficiente satisfacción con eso. Me coges de la mano y me llevas hasta el comedor, donde hay la falda, el top, los zapatos y el tanga que he colgado antes. Lo observo y te pregunto con la mirada si me lo he de poner, mueves la cabeza en señal de afirmación. El tanga es rojo, de hilo dental y muy mini. Me lo coloco y tu sonríes al verlo puesto. Me coloco la falda, es baja de cadera y deja ver la parte superior del tanga. Luego el top, que deja ver la parte superior de la marca y por último los zapatos. Ya estoy lista.

 

Nos vamos”

 

Te sigo, primero hasta la puerta, luego hasta el ascensor. Donde quiero que me metas mano, pero no lo haces, bajamos directos, nadie más lo pide y al fin salimos a la calle.

 

La continuación se hará esperar debido a que es un capricho de uno muy Caprichoso