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En la piscina, el segundo año. III

en Dominación

Ana y Ángela al final se separaron del largo beso que las tenía unidas y pudieron ver como Marcos se había subido los pantalones, pero continuaba marcando paquete y se les acercaba mientras Álex continuaba alejado, recordemos que  se había alejado para ver mejor el beso de las dos féminas. Una vez Marcos llega entre las dos, empieza a pasar los dedos de una mano por el coño de Ana haciendo que esta gima. Mientras que al probar la misma maniobra con Ángela nota que mantiene la compostura aún que sea con dificultades.

En esos momentos, Álex que parecía ajeno a la situación comenta:

-          Ahora me las llevaré a tu cama – dice mirando a Marcos – mientras tú te quedas viendo la tele o te vas a hacer una cerveza al bar de abajo.

-          O me voy a la habitación con vosotros – contesta añadiendo con una sonrisa en el rostro.

-          No, – le dice Álex – en todo caso lo hacemos a votaciones – dice esto ya que confía en las pocas ganas que tiene Ángela de juntarse otra vez con él, con Marcos.- Tienes mi NO, ahora a esperar que dicen ellas

Marcos acaricia con más ganas los clítoris de las dos mientras nota que la mano que tiene en Ana se va humedeciendo y la que está en la entrepierna de Ángela continúa seca. Entonces mira a Ana a la cara y ve como esta empieza a mover la cabeza en afirmación. En esos instantes deja la mano que estaba en Ana y la pone a acariciar los pechos de Ángela. Esta sube la cabeza para mirar al techo, mira a Alex, luego a Marcos y observa una sonrisa de victoria. Le cuesta controlar la excitación, pero no quiere darle la satisfacción. Vuelve a mirar la cara a Álex y hay lo que a ella le parece una tierna sonrisa. Entonces mira a los ojos a Marcos y dice:

-          NO – clara y rotundamente, obteniendo que Marcos se separe de ella.

-          Ellas han decidido – comenta Álex – que te vaya bien.

-          Voy a la habitación a buscar la cartera – responde Marcos mientras sale del comedor.

-          Ahora vosotras dos iréis a la habitación gateando y cada 3 pasos de Angi, os pararéis a besar – comenta Álex mientras ve como las dos afirman con la cabeza mientras se ponen de rodillas.

La situación es sublime, Ángela y Ana paran  cada pocos pasos, se ponen de rodillas y se besan. El primero es un suave pico en los labios, pero según van avanzando por el pasillo va mejorando la intensidad. En esas que Álex pasa por la cocina y toma diferentes cosas, mientras que Marcos se cruza en el pasillo con ellas dos y puede ver como estando de rodillas el beso, se convierte en algo más. Las manos de una acarician el culo de la otra. Las manos de la otra se colocan por la raja de una. Mientras la respiración de los tres se acelera.

-          Tienes que marchar – le dice Álex a Marcos, mientras las otras dos entran hacia la habitación.

-          Cabrón – comenta Marcos, mientras mira el vaso con hielo y las pinzas de tender que lleva Álex en las manos, cuando él le devuelve el insulto con una amable sonrisa.

Las dos chicas llegan a la habitación tope excitadas por el pasillo que han hecho y se tumban a la habitación y continúan metiéndose mano. Cuando Ana le pone un dedo en la raja a Ángela y esta emite un fuerte jadeo que va acompañado de la risa de Álex des de la puerta.

-          Cada una a un lado de cama – ordena Álex – bien estiradas y una mano masturbando a la otra – comenta mientras las chicas le hacen caso y él se entretiene a vendarles los ojos para que no vean nada – por cierto Angi, hoy no tienes restricciones en los orgasmos – comenta Álex, mientras obtiene una sonrisa de ella.

Al poco rato de estar acariciándose, Ana nota algo frío en su entrepierna que va acercándose hacia su coño, produciéndole un aumento de la excitación, cuando nota el cambio en la respiración de Ana, Ángela continúa masturbándola con más fuerza y a mayor velocidad. Ana empieza a disfrutar y se olvida de masturbar a su compañera. Mientras que Álex le mete el hielo dentro del coño y ríe al obtener un suave quejido de Ana.

A continuación va hacia su nuevo juguete Ángela y le acaricia los labios mayores pasándole el hielo, puede ver como no varía el ritmo con el que acaricia a Ana mientras su respiración sí que cambia. Se excita de ver que está dispuesta a que la utilicen, a que la posean, a dejarse someter, mientras disfruta. Al final le acaba introduciendo el hielo como a Ana.

-          Parad de tocar a la otra – ordena Álex – ahora las manos detrás de la cabeza.

Hace que se coloquen así para poder ver como los pechos se realzan. Ve que Ana no está marcada y pasa la lengua por el pezón, lo muerde suavemente, mientras que a Ángela le está pinzando un pezón con los dedos y empieza a retorcerlo mientras lo estira. Obtiene un suave quejido de Ana y se le escapa una sonora risa, ya que sabe que le está haciendo más daño a la que no se queja. Entonces se pone al lado del pezón de Ana y empieza el camino del chupetón, mientras que no deja el pezón de Ángela.

Para, se separa de ellas dos y va hacia un taquillón que hay en la habitación. Una vez ya está en el taquillón vuelve a la cama con las manos vacías y una idea en mente.

-          Zorra rubia – dice en referencia a Ana – levanta un poco la cabeza y abre la boca.

Cuando le ha hecho caso, le introduce la polla en la boca, mientras le sujeta la cabeza con una mano y con la otra masajea el pecho de Ángela. Al final después de producirle diferentes arcadas a Ana se acaba corriendo entre la boca y la cara.

-           Ahora trágatelo. – le dice mientras le esparce bien con la mano la leche que le ha caído fuera o que ha tirado y baja de la cama.

Ahora se dirige hacia el taquillón y coge varias docenas de pinzas de tender y vuelve a situarse entre las dos. Pasa  cariñosamente la lengua por el clítoris de Ángela, mientras nota como esta se contrae y obtiene un largo y placentero orgasmo.

-          Ya era hora Angi, quería que llegaras por mí – dice Álex mientras obtiene una  sonrisa de Ángela.  – Ahora, algo que me gusta a mí y vosotras dos odiaréis

Álex separa la cara de la entrepierna de Ángela y coge con cada mano una pinza de las que ha dejado en la cama. Se dirige a los labios vaginales de las dos y coloca la pinza, una a cada una.

-          Ahhhhhhhhhhhhhhhh – un grito ensordecedor sale de Ana. Mientras que Ángela aguanta.

-          ¿Qué es la primera vez que os ponen pinzas? – pregunta Álex, mientras puede ver como una afirma y la otra niega – entonces no entiendo tu grito rubia, si ya te lo habían hecho.

Se concentra en el coño de Ángela y le pone un par en cada labio vaginal y no obtiene ninguna protesta, ninguna queja. Al ver que queda espacio decide colocar una más en cada lado. Álex observa como las propias pinzas hacen que se tapen los labios menores, entonces coge una cinta de alguna parte y las deja juntas a los muslos. Entonces ve la humedad que está invadiendo todo el coño de Ángela y decide pasar repetidamente el dedo por el clítoris, obteniendo así otro orgasmo de su juguetito. Entonces empieza a ponerle dos pinzas en cada labio menor y sorprendiéndose del aguante que tiene. Se separa de Ángela y se dirige hacia los pechos de Ana, donde le coloca una pinza en cada pezón, pasando olímpicamente de las quejas, las protestas y los insultos que esta le da.

Luego va para Ángela y empieza a sobarle los pechos, ve como le gusta lo que está haciendo, cuando de golpe Ángela nota como una pinza se ha posado en la parte inferior de su pecho izquierdo. Luego otra en el derecho y así sucesivamente. Hasta que al final, sólo quedan los pezones libres. Entonces Álex pregunta:

-          Zorra rubia, ¿Le pongo en los pezones a Ángela?

-          Sí, que sufra, lo que estoy sufriendo. – contesta Ana, delante de la cara de sorpresa de Álex

Ante la respuesta de Ana, Álex marcha de la habitación y vuelve con la cámara de video de Marcos, para empezar a grabar los dos cuerpos. Entonces deja la cámara en un sitio en el cual pueda grabar los dos cuerpos. Primero le pellizca un pezón a Ángela, obteniendo así un nuevo orgasmo, se lo estira y luego se lo retuerce para finalizar  pinzándole. Al acabar con el segundo pezón, le da un tierno morreo como recompensa por haber aguantado con clase.

Le tapa la boca a Ana para que no chille, mientras esta se altera más. Mientras que a Ángela la continúa dejando libre. Entonces va hacia el taquillón y coge una vela de parafina que ya tenía encendida y ha producido una gran cantidad de cera y se dirige hacia las dos. Empieza tirando unas pequeñas gotas encima de la tripa de Ana, mientras ve como esta se retuerce de dolor y tiene ganas de marchar de la cama. Cuando pasa al cuerpo pinzado de Ángela mientras en ella deja caer unas líneas que recorren toda la zona que no está pinzada. Cuando oye de improvisto la puerta del piso, indicando que Marcos ha vuelto.

-          Aún estamos en la habitación, si quieres ven – dice Álex – recuerda sin ropa y con erección.

Al oír estas palabras Marcos se empieza a desnudar por el pasillo, mientras que su polla va creciendo. Cuando al final llega a la puerta de la habitación y ve a las dos con cera por el cuerpo, las pinzas en las zonas sensibles, la polla le está a punto de reventar.

-          Te dejo que le saques las pinzas a  tu zorrita chillona, mientras que yo le iré sacando a mi Angi – dice Álex, mientras que Ángela se emociona ya que Álex la trata con todo el respecto posible de la situación.

-          No es justo – comenta  Marcos – no sacaremos el mismo número – al oír las palabras de su Marcos, Ana se cree que es quien más pinzas tiene.

-          Tu zorra rubia no ha aguantado más, por lo tanto no te quejes – contesta Álex.

Álex ha empezado sacándole con mucho cuidado las pinzas de los pezones y del clítoris a Ángela, luego le siguen las pinzas de los labios menores y finalmente la de los mayores. Mientras oye las quejas de Ana debido a que Marcos le está arrancando la de los pezones como protesta por haber aguantado pocas. Luego Marcos se dirige hacia la de los labios y las quita sin miramientos, cuando puede ver que Álex está jugando con los pezones de Ángela mientras le va sacando las pinzas poco a poco. Una vez ya están las dos sin pinzas Álex coge la cámara y graba las marcas que las pinzas han producido en el cuerpo de Ángela.

-          Nunca había probado la cera con la rubia – dice Marcos - ¿La aguanta? – acaba preguntando.

-          Es muy chillona, le he tenido que cerrar la boca, - contesta Álex – en cambio mi Angi aguanta, por cierto, lo que tiene en la cara es mi semen.

-          Por el culo lo detesta, la boca aún lo soporta.

-          Gracias por la idea – añade Álex – destaparos los ojos – y ellas le hacen caso – ahora Rubia, ponte de rodillas en el cuelo y la cabeza encima la cama. Angi, cariño pon tu coño a la altura de su boca. Marcos dale por el culo a Ana, mientras que Angi me la chupe,  para acabar corriéndonos en la cara de Anita.

Fin