FUEGO DE MEDIANOCHE

CAPITULO 14: EL SACRIFICIO DE DARCKVARD

El viento es insoportable, Lucrecia tiembla de terror, los ojos de la vampira derraman una lágrima mientras que Dash ríe cínicamente, se acerca unos metros para presenciar mejor el ¡Sacrificio!

Darckvard esta frente a Lucrecia, la  mira fijamente a los ojos, y sin embargo en lo único que piensa es en Clarisa…., el corazón del aprendiz se despedaza de la ansiedad, quiere terminar cuanto antes con todo y no sabe que hacer… ¡No tiene muchas opciones! levanta la  daga y roza con ella la piel de su pecho...

-¡No!- grita Lucrecia

Darckvard parece salir de su letargo -¡NO! No puedo matarla- avienta la daga lejos…

Dash se pone en alerta, avanza unos pasos hacia él:

-¿Qué haces?

- ¡No puedo asesinarla!- volviéndose hacia Dash dice- Debe de haber otra solución, pídeme otra cosa. Dime que hay otra medida para salir del apuro.

La risa estruendosa del maestro negro resuena en todo el castillo vampírico, camina de un lado a otro, intentando poner más nervioso a su ex discípulo. Sus palabras soeces, su risa maquiavélica, hace estremecer a más de uno.  Las tinieblas resquebrajan toda esperanza de parte de Darckvard, mira con atención a Dash, tratando de buscar un dejo de humanidad en él. Pero el malévolo ser lo observa y haciéndole gestos de burla lo hace comprender que nada es fácil, sino todo lo contrario

-No sé porque buscas tantas respuestas con tu mirada, ya deberías de conocerme

-Desgraciadamente te conozco

-Eso no decías hace 17 años- dice con un dejo de burla- Terminemos con esto, ya sabes lo que tienes que hacer

Pero las esperanzas en Darckvard no cesan… “Algo tiene que haber” se dice una y otra vez. “Siempre hay una solución, siempre hay un camino” recuerda las palabras de sus maestros.  Además de Lucrecia lo que mas le duele es la suerte que Atravesaron todos los vampiros por protegerla. ¡Siente una gran responsabilidad por todo ello! No quiere que nadie sufra por su causa, y ver a tantos seres así lo hacen sentir muy responsable. El cansancio y el estrés no lo dejan pensar con claridad.

¿Acaso esta teniendo momentos de debilidad? Sentirse abandonado por sus maestros en estos momentos le pesa más. No es que le tenga miedo a Dash, pero no le importaría enfrentarlo si solo él fuera el que corriera peligro, pero… pero… lo que lo angustia es ver a otros sufrir por su causa ¡Ya no quiere lastimar a mas gente!

De verdad que se siente solo y vulnerable frente al maestro negro, si solo el estuviera en peligro no le importaría enfrentarlo de la manera que fuera:

-Acaso habrá un poco de bondad en Dash?-

Este escaso par de segundos, que le parecieron una eternidad a Darck, lo ha pasado mirando de frente a Dash… Los dos tratan de analizarse, de leer su pensamientos, tan ansioso esta uno, como pensativo el otro.

Por fin la gruesa voz de Dash, sale haciendo temblar a todo el ambiente:

-¿Qué esperas Darckvard? ¡Matala ya!

Ante el ultimátum el ex alumno decide jugarse una última carta:

-Dash a ti te gusta jugar, nunca te quedas solo con una alternativa, y esta vez no puede ser la opción ¿Hay alguna otra solución?

-¿Acaso quieres jugar?

-Podemos intentarlo

El maestro de la oscuridad no se engaña, ríe malévolamente al ver el rostro de su interlocutor y observar lo que cree es una debilidad en él. Con cinismo le dice en una fingida confesión:

- Otra cosa que me gusta además de la muerte es el sexo. Me gusta y lo disfruto al extremo sobre todo cuando hago realidad mis parafilias…... ¿Que me puedes dar con relación a eso?- Dice mirando lascivamente a Lucrecia, la cual se esconde detrás de Darckvard, que aunque débil es su única protección

-Tienes muchas esclavas sexuales-

-Pero me encantaría tener sexo con Lucrecia, pero no quiero tenerla solo a ella, quiero que tú me la des. Te bajo el sacrificio, de mortal a solo sexo por lujuria. Es una gran oferta

-¡Solo por esta noche!- la duda y la esperanza atraviesan como relámpago la mente y corazón de Darck

-Si… solo esta noche será un sacrificio sexual.

-¡NO!- Grita Lucrecia- Por favor tengan piedad, no me hagan nada

Una puerta dimensional se abre como si fuera un espejo y se ve al fondo la imagen de Clarisa cuando apenas era la novia de Darck. Este se queda completamente ido, mirando la imagen, ve a Clarisa tan hermosa y perfecta como la recordaba. La imagen se va acercando mas, haciendo que Darckvard pierda el equilibrio de sus emociones por completo.  Mira totalmente emocionado a su gran amor, por segundos parece que quiere irse detrás de la puerta, da unos pasos hacia ella. Todo parece indicar que quiere abandonarlo todo y desaparecer con ella. La imagen se vuelve a alejar, Darckvard la sigue…. Una voz oye a lo lejos

-¡No la sigas es solo una ilusión!- pero el discípulo no la escucha; aparentemente es como si….Todo parece indicar que Darckvard esta sucumbiendo ante un hechizo, comienza a caminar hacia la puerta…  Clarisa lo mira sonriente, extiende sus brazos, Darckvard intenta traspasar la imagen

Lucrecia grita desesperada,

-¡Darckvard por favor no me abandones!- pero el demonio lanza un conjuro hacia ella, impidiéndole gritar:

Darckvard parece que no la escucha, en el corazón él solo esta la idea de ir tras Clarisa y desaparecer con ella, y justo en ese momento la puerta desparece… Dash ríe para sus adentros, se para enfrente del muchacho y le dice:

-¿Quieres atravesar la puerta e ir con ella?- El muchacho recobra sus sentidos y al darse cuenta que todo es un sueño.  El corazón de Darck se desgarra en un lamento de dolor

-¡Dámela por favor!- le dice desesperado- ¡Necesito estar con ella!

Dash se acerca aun más y le susurra como si se tratara de un chaval:

-Dame a Lucrecia, entregámela, y yo te daré a Clarisa por siempre. Ya viste que para la magia negra no hay imposibles ¡Dame a Lucrecia! Y voy y saco a Clarisa donde quiera que este y te la doy

Cerca de Lucrecia comienza a danzar un incubo… ¿Acaso quiere trastornar a Lucrecia?, la desesperación de la vampira comienza a desaparecer, parece que los efectos del demonio sexual comienzan a hacer efecto.

Darckvard se da cuenta de todo esto y emocionado aun por la ilusión de estar con Clarisa, mil recuerdos y esperanzas comienzan a asecharlo. La cercanía de ya tenerla con él brilla en su alma.

“Tener relaciones Dash con Lucrecia”- piensa- Puede no ser tan malo, a ella el sexo también le gusta ¿Sera esa la solución? Tal vez no el pase tan mal y… todos pueden salir ganando-

Ya no puede con tantas emociones juntas, la promesa de Dash, la imagen de su antiguo amor, la cual nunca pudo olvidar. Que por cierto aparece de nuevo en el fondo… Tantas emociones quieren acabar con él, voltea a ver a Lucrecia quien llena de miedo la siente incapaz de da alguna señal de apruebo o desapruebo

Darckvard sin otra cosa que hacer, mas bien, sin otra cosa que pensar…  aprieta la mandíbula, cierra los ojos y cabizbajo se retira un par de pasos,  dando un libre acceso al paso de Dash con Lucrecia

-¿Eso significa que me la das?-

Su ex alumno asiente una sola vez y permanece con la cabeza baja. Por su parte Dash ve a Darckvard descorazonado la victoria es suya… ¡Le ganó al que piensa es hijo de Yaret! Esta muy feliz. Su siguiente paso es convertir a Darckvard de nuevo en su discípulo… se encaprichó con tenerlo con él, y no descansara hasta conseguirlo. Pero ahora quiere y debe centrarse en Lucrecia, la hará su esclava sexual, y cumplirá todas sus parafilias con ella

-Darckvard puedes irte, mañana a las 7 de la mañana te doy mi palabra que Clarisa estará en tu habitación…

El ex alumno no hace nada, se queda inmóvil mirándolo estático, hay algo que no lo termina de convencer, hay una pieza que no encaja en el rompecabezas

-¡Que esperas! Largate…- lo apremia Dash- Ya terminaste aquí, mañana tendrás a Clarisa, quiero estar solo con mi vampira

Amenazante se acerca a Darck, este le sostiene la mirada, y no se mueve ni unos centímetros a pesar de que su interlocutor hace varios gestos y ruidos que a otros aterrarían

-Eres valiente, no me temes ni a mi, y eso me da gusto

-Nunca tendría miedo de ti- le dice secamente

-Espero que tampoco a mi me tengas miedo- Aparece Erich, la maga negra a la que Darckvard hace días fue a pedirle un favor, pero al pedirle el sacrificio de un bebe este se negó- Recuerda que aun no te he dicho nada por tu fallo, pero ya hablaremos mas adelante, hoy vine a visitar a mi hermano menor- dice la mujer con un gesto de cinismo

Darckvard sin hacer caso a la maga negra, comienza a retirarse. Ignora las palabras de ella y se concentra solo en Clarisa. Esta a escasas horas de ver a su gran amor… Pero… algo no marcha muy bien, debería estar feliz ¿Lo esta? Sale de castillo y se regresa a la cuarta dimensión, esta en su habitación esperando a estar con ella ¡Falta tan poco!

Una lágrima sale de Darck, mira la fotografía de Clarisa… ¡No esta feliz! ¡Algo le dice que esta muy mal! Se fue en contra de las leyes de sus maestros…. “¡Sigue a tu corazón! ¡SIGUE A TU CORAZÓN!” recuerda las frases de su maestro Adriano.  ¿Qué pensaría Clarisa de todo esto? ¿Acaso es lo que te gustaría? ¿Qué alguien sufra por su culpa?

Los remordimientos de Darckvard son terribles, no puede estar quieto, camina de un lado a otro de su habitación desesperado. ¡Le acaba de entregar a Lucrecia a un hombre perverso! una mujer inocente que nunca ha hecho nada… furioso consigo mismo golpea la pared

-¡NO!  Eso Clarisa nunca me lo perdonaría, la imagen de su gran amor decepcionada ante él taladra su corazón… Son casi las tres de la mañana, aun tiene unos minutos de amplio poder… Es ARRIESGADO… ¡PERO PUEDO LOGRARLO!

No lo piensa dos veces, toma una espada que tiene por ahí guardada, ¡la primera arma que se encuentra! y corre a la casa de los vampiros, pero llego demasiado tarde, no hay nadie en esa mansión

-¡NO!- Grita Darckvard- llegue demasiado tarde

Desaparece y aparece de nuevo en el castillo de Dash… recuerda que hace unos minutos vio a Erich… la presencia de dos maestros negros lo hace extremar precauciones… debe de estar en uno de sus dormitorios, pero no lo encuentra de pronto, oye el grito de Lucrecia, y va de rápido al origen de tan angustioso fonema. Llega a su destino; es una de las habitaciones principales, de golpe entra y ve a Dash solo con Lucrecia quien aparentemente no se le ve tan angustiada por estar con el demonio, el cual se encuentra intentando desnudar a la vampira la cual esta amarrada a unas cadenas.

Ese lugar parece más bien una mazmorra, llena de cadenas y otros objetos de tortura…  Darck entra lo mas veloz que puede y avienta a Dash lejos con todas sus fuerzas, toma una cadena y amarra a Dash, tratándolo de hacerlo bien.  Su plan es inmovilizar al maestro tomar a Lucrecia y desaparecer con ella hacia su casa

Pero el maestro se encuentra en su propia casa, furioso, se quita las cadenas, lo que acaba de hacer Darckvard para él es una clara afrenta ¡De las peores!

-Esto es aberrante te atreves a traicionarme en mi propia casa La pagaras caro…

Una cadena golpea a Darckvard y Lucrecia propiciándoles una descarga eléctrica, por el impacto y la sorpresa lo dos caen al suelo, el tormento inesperado se siente muy fuerte sobre Darckvard pero intenta soportarlo lo mejor posible. Lucrecia gime pero queda inconsciente. Por su parte Darck trata de reponerse y ve acercarse hacia ellos a Dash:

-¡Me traicionaste! ¡Me traicionaste!

Muy molesto, por lo que el considera una afrenta de las peores, lo golpea de nuevo con la cadena, el antiguo discípulo, intenta evitarlo, pero aun esta aturdido por el inesperado golpe,  Dash no le da tregua y le propiciá una descarga mas… pero esta vez no solo es un golpe, sino que el objeto de hierro se amarra a su pie y lo jala tras de si…  él intenta liberarse pero no puede,  el objeto es muy duro y pesado, además que esta manejado por la magia del maestro. Inexplicablemente mientras Darckvard es arrastrado, siente que algo rasguña su espalda de una manera muy fuerte durante su recorrido; siente unos hilos de sangre correr por su espalda. Dash esta muy furioso, se siente burlado y traicionado por Darckvard y toda su ira la apagara contra él

La cadena ya no solo toma el pie de Darckvard, quien todo lo que pudo trató de soltarse, sin conseguirlo. La cadena sigue caminando hasta tener preso todo su cuerpo, es imposible que el opresor pueda resistirse, con un ademan mágico, Darckvard así encadenado queda pegado a la pared….

-Fuiste muy tonto al venir a provocarme a mi casa, sabes que a ojos cerrados, te puedo ganar, pues tu eres un incipiente aprendiz y yo un maestro consumado, lo peor para ti, es que no tengo ninguna intensión de ser justo, sino todo lo contrario. Aprovechare mi ventaja al máximo para hacerte pagar tu traición, e insolencia.

A través de las cadenas corren eventualmente choques eléctricos, quienes hacen gritar a su antiguo alumno, lo peor es que esta no es la única manera de Dash de castigar a su antiguo alumno sino que utiliza otras técnicas, que mejor es no mencionar

En ese momento entra Erich… La maestra negra que famosa es por sus juegos y artes diabólicos

-¡Hola hermanito! Vine de nuevo a ver el espectáculo

-¡Erich! ¿Tu también?- grita Darckvard sorprendido

-Tranquilo, no me interesa hacer nada, de momento no. Tal vez mas adelante- dice con sorna y le da un beso en los labios, que Darckvard trata de evitar volteándose, pero la maestras se lo impide tomándolo con descaro de la cara- Tal vez al rato me divierta contigo, pero ahorita solo quiero  recrearme con el espectáculo.

Dash furioso y desquiciado no dice nada por la nueva visita. Solo de recordar que ya creía que Darckvard esta de su lado, reaparece en su casa, y quiso quitarle su tan preciado premio

-Si me pides perdón, tal vez me pueda conmover y menguar esto- dice molesto- Me has ofendido de sobremanera, tenia otro concepto de ti…  Lo que me estas haciendo lo pagaras caro…

-Calmate hermano- interviene Erich- tu solo diviértete, la traición es muy divertida, luego te veo quiero hacer una visita

En el palacio de Yaret, hay una persona que esta muy triste y descontrolada, se trata de Xavier, desde que cometió el error de acostarse con Jazmín, se siente terriblemente mal, cometió muchos errores, por dejarse llevar… ¿Si pudiera hacer algo para enmendar su error?

Esta solo en el gran castillo, trata de distraerse leyendo uno de los libros del que quería fuera su maestro, pero, hoy no esta. De hecho no hay nadie, incluso Brianna que estaba dormida despertó y salió sin decir a donde. ¿Cómo enmendar sus errores? ¿Seria capaz de hacer algo valeroso para… Para ayudar a Lucrecia?

Sabe lo del sacrificio de su exnovia y aunque reconoció que no la quiere como pensó, no puede dejar de sentirse mal ¿Y si pudiera hacer algo para ayudarla?

-No… yo no puedo hacer nada, soy solo un ser humano que no podre hacer nada de nada. La tristeza lo acalla

-¿Y si?- Un pensamiento taladra su mente… con fuerza piensa en eso una y otra vez, sale de la casa de Yaret y se interna en el palacio. De pronto ve una gran luz negra y frente a él esta Erich la maga negra:

-Hola querido… se lo que has estado haciendo últimamente, tal vez yo te pueda ayudar

En el castillo de Dash, el maestro continua recriminando al discípulo su traición le reprocha una y otra vez, tratándolo de ofender lo más que puede. Pero su ex alumno tratando de resistir y haciendo acopio de sus fuerzas no le dice nada, mira a Dash y recuerda la rápida desaparición de Erich ¿Que es lo que tramaran los dos juntos?

-Tu osadía es increíble y ahora mismo terminare con todo ello-

Su ex alumno voltea a ver a Lucrecia quien por el fuerte impacto parece que quedo inconsciente

Darckvard comienza a preocuparse por ella, quien esta desmayada por el impacto eléctrico que recibió

-Dejame ayudar a Lucrecia

Otra descarga lo sacude y Dash le responde:

-Esa vampira no me importa nada, pero de ti me llama la atención como es que resistes tanto

Pero Darckvard no le dice nada, solo lo mira fijamente con el mayor desprecio que puede

-Pídeme perdón- Le dice de nuevo Dash.

 Darckvard lo mira y solo guarda silencio:

-Yaret, Adriano ¿Por qué me dejaron solo?- se lamenta silencioso… implora para sus adentros después de un rato de estar soportando todo lo mas que puede. Su angustia es muy grande, solo quiere hacer lo correcto, pero se siente muy abandonado por ellos dos

La imagen de Clarisa aparece de nuevo frente a ellos, Darckvard abre desmesuradamente los ojos por la sorpresa y la emoción. Verla de nuevo le da un sinfín de esperanzas y sentimientos

-Dejame ir con ella- intenta inútilmente separase de las cadenas… Dash le dice:

-Mirala tan bella así como esta en nuestro mundo… tan oscura, tan hermosa… Así que quieres ir con ella, ¡Ve!

Las cadenas se sueltan del cuerpo de Darckvard y este cae, intenta reponerse pero cae de nuevo, por fin después de varios intentos, retoma fuerzas en su desesperación por ir con Clarisa... Se para y tambaleante con las energías que le quedan se acerca a ella y la admira:

Esta con su vestido negro, hermosa, con su pelo oscuro también y la piel blanca muy blanca, esta como si estuviera inconsciente, parece sumergida en un estado suspendido, dentro de una burbuja de agua…

-¡Mirala! Así esta ahora, te la puedo dar si yo lo deseo, pero te has portado tan mal conmigo que no te la daré a menos que me pidas perdón y te unas a mi mundo… Te prometo, te doy mi palabra, que en cuanto mates a Lucrecia te la daré, en ese preciso, segundo, y no estoy mintiendo porque te estoy dando tiempos, forma y todo, no hay ninguna salida mia para hacer atrás…. ¡TOMALA!

Darckvard esta como enajenado, en ese momento no existe nada mas para el, que su cuerpo y su presencia.  Siente la imperiosa necesidad de ir con ella, abrazarla… Se acerca, puede meter su mano, en la burbuja, toma su mano, y la puede jalar hacia si, el cuerpo de la muchacha cede a su movimiento, y sale de la burbuja cayendo en los brazos de Darckvard, ante su debilidad cae incado al suelo. Pero con ella en sus brazos

-Calmate Darckvard… No es en realidad ella- Es como si una voz le hablara de lejos- Es solo una ilusión- Insiste la extraña voz

Pero el aprendiz parece que no escucha la voz, al menos no le hace caso…. Dura minutos interminables acariciándola y hablándole:

-¡Clarisa! Mi amor… cuantos años sin verte… TE AMO, nunca logre olvidarte

Emocionado, La sostiene en sus brazos, no le importa nada más que estar con ella, la toca, y acaricia su piel pálida y fría, besa sus labios, con suavidad, con ternura, tratando de no… trata de que de alguna manera sienta su presencia y su amor…

- Si en el pasado te lastime o importuné de alguna manera PERDONAME

Trata de despertarla, de volverla en si…. Con los escasos poderes que tiene en esos momentos trata de hacerla volver en si, como no reacciona, trata de usar sus conocimientos que tiene en medicina, pero NADA la trae de vuelta…

-Clarisa mi amor… Despierta, por favor vuelve en ti…

-¡Despídete de ella!- le dice Dash

-¡NO me la quites!- dice y la besa y acaricia, tratando de no lastimarla, o importunar su sueño, pero al mismo tiempo tratando de darle todo ese amor que lleva guardado para ella desde hace años

-No despierta, esta helada… ¿Acaso? ¿Acaso ella?

-No, no esta muerta si es lo que quieres decirme, solo esta dormida con el sueño eterno al que esta sumergida por… Por…. Mejor no te digo, será secreto-

Clarisa, o lo que parece ser ella desaparece de los brazos de Darckvard

-Devuélvemela

-Te la doy, pero, Únete a mi mundo.

-Ella no es Clarisa ¡ES SOLO UNA ILUSIÓN!- Oye de nuevo la voz… voltea a todos lados pero no ve a nadie, y de pronto no puede reconocer por su sonido quien le habló

-¿De verdad me la darías?- pregunta de nuevo concentrándose en Dash… Con esa pregunta siente que su alma se va tras de si

-Claro… Solo únete a mi mundo- y le extiende la mano

El ex alumno mira a todos lados, contempla su propia soledad en ese siniestro castillo, recuerda a sus maestros, ¡No puede creer lo hayan abandonado. Mira a Lucrecia quien comienza a despertar, mira a Dash… ¿y si se hace de su mundo?... pero… ¿Soportara ver a Clarisa en un mundo tan oscuro y maligno? Recuerda todas las veces que hablaron en el pasado;  ¡NO! ¡A Clarisa ese mundo tan lleno de tinieblas y densidad no le gustaría!

-Entonces Darckvard dime que te unes a mi mundo, después de un entrenamiento te puedo hacer mi mano derecha, serás un príncipe de las tinieblas

-NO… no puedo… No soportaría ver a Clarisa en este mundo tan denso y con tantos sufrimientos… Podemos llegar a un acuerdo

Dash enfurece de nuevo…

-¡Te he dado muchas oportunidades! y no aceptas estar conmigo… ¡Has logrado terminar con mi paciencia!

Dash ya se cansó de jugar y de permitirle tantas cosas ahora mismo se desquitara y le mostrara a Darckvard todo lo que es él y puede ser capa de hacer, las cadenas de nuevo corren hacia él, intenta esquivarlas, pero su debilidad se lo impide, el arma de hierro lo amarra a la pared y una terrible descarga eléctrica siente, haciendo gritar al aprendiz

-Pídeme perdón por intentar burlarte de mí, sino te matare de una manera lenta, pero antes te torturare de una manera que nunca imaginaras…

Las descargas eléctricas siguen, en ocasiones Darckvard es atacado por otros objetos, trata de contenerse, pero no siempre puede; Todo esto a un humano común ya lo hubiera desmayado o incluso matado, pero saca fuerzas desde su interior y logra resistir.

-No te imaginaba tan fuerte- piensa Dash

Dash al ver que su ex alumno no se puede doblegar, lo amenaza con martirizar a otros seres de la luz,

-Hazlo, pero recuerda que todo se paga en este mundo, y tarde que temprano la rueda del karma te golpeara, y en cuanto a mi nunca me veras doblegarme. Prefiero que me mates

El tormento sigue, Dash parece no tener tregua, los comentarios de su ex alumno lo enojan terriblemente.  Los segundos pasan y poco a poco algo pasa con Darck… permanece callado, ya casi inconsciente… sus energías empiezan a caer, su cuerpo ya no lo puede sostener, le cuesta trabajo darse cuenta de lo que pasa a su alrededor.

La ira de Dash no mengua al ver a Darckvard ya débil, no le gusta sentirse burlado y traicionado ¡A pesar de que él mismo lo ha hecho tantas veces!

Darckvard dentro de su debilidad sigue esforzándose por resistir airoso, pero sus esfuerzos son en vano, El maestro se ríe cada vez más y más, el tormento es insuperable, pero no se rinde

-Te daré una ultima oportunidad…. ¡Únete a mi mundo!

Darckvard permanece silencioso, parece que no puede decir nada

-Únete a mi mundo- le repite de nuevo, se acerca a él, y le dice- ¡Respondeme!

-Nunca… me uniré… a tu mundo- Dice apenas pudiendo hablar

-¡Entonces preparate a morir!

Con todas sus fuerzas Dash hace aparecer una enorme flecha de fuego incandescente.

-Esta flecha es para ti ¡Única y especialmente para ti!

 La flecha de fuego, irradia un calor que quema y se va directamente al cuerpo de Darckvard, tanto calor y energía de la flecha hacen que se despierte:

-Únete a mí o morirás- le dice desafiante Dash

-Prefiero la muerte que regresar al mundo de las tinieblas

-¡Entonces muere!

La Flecha corre veloz y profunda sobre Darckvard, el preso incapaz de moverse se prepara para recibir su final, mira fijamente la flecha, esperando airoso su concluyente faz en el mundo

La flecha de fuego, rompe la ropa de Darckvard en su pecho. Esta a milímetros de tocar su pecho………….

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Aleyxen

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