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Fuego De Medianoche: CAP 16: LUZ CONTRA OSCURIDAD

en Erotismo y Amor

FUEGO DE MEDIANOCHE

CAPITULO 16: …LUZ CONTRA OSCURIDAD…

 

¿Viajes al futuro? ¿Regresos al pasado? ¿Qué pasa en realidad cuando vivimos algo que creemos nos ocurrió antes?

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El tiempo tiene su propia dimensión, su propio espacio, un sentido que está más allá de todos… y pocos, realmente muy pocos logran comprender

En esa extraña dimensión todo se vuelve un caos, parece que con la intervención de los dos maestros tanto en su ida como su venida, se vino el desastre que…. Bueno… ya nada se pudo arreglar “al menos en apariencia” ¿Pero cuáles son las causas de todo ello? ¿Por obra de quién?

El equilibrio se rompió y por ende el caos hace su aparición. Carlos al perder la esencia de “Darckvard” (desde que llegó a esa dimensión) ya no tiene nada de poder... así que no puede hacer nada para defenderse; La luz alcanza su cuerpo… El anillo de luz y oscuridad brilla intensamente… El sentido de la realidad se va alejando, Carlos pierde el sentido, cierra los ojos, el anillo de luz y sombra que porta brilla con mucha intensidad y………………….. TODO DESAPARECE… AL MENOS TODO SE VUELVE SOMBRA A SU ALREDEDOR, perdiendo el conocimiento.

…………….La oscuridad es inmensa en el castillo de Dash; los rayos y las centellas hacen de las suyas, pero por dentro, los sucesos son aún más impactantes:

Está de nuevo el terrible experto del mal “Dash”, junto a él se encuentra Darckvard, pero algo raro pasa, es como si el tiempo se hubiera detenido, como si nada hubiera pasado, todo está igual, justo en el momento cuando la flecha de fuego estaba por atacar a Darckvard ¿Qué pasó? ¿Acaso un regreso al pasado?

El maestro disfrutando lo que cree su inminente victoria, y el antiguo alumno encadenado, débil al extremo y teniendo enfrente la flecha de fuego que avanza lenta, pero mortal El calor que se desprende en esa habitación es aterrador, La intensidad es tal que quema y destruye… Dash ríe sin freno, siente la victoria en sus manos, cuando creyó que había perdido todo, el caos en la dimensión desconocida lo devolvió al pasado

—Disfrutare de nuevo la muerte de Darckvard— ríe estrepitosamente

Dash está distraído con todo lo que hace que no se da cuenta que aparece una figura que calmada y serena mira cómo va pasando todo. Al ver la distracción del maestro oscuro se vuelve invisible Pero su tranquilidad se pierde al percibir el verdadero peligro que el encadenado esta por sufrir, quien forzosamente trata de recuperar el sentido de la realidad. El recién aparecido quiere intervenir, pero en el fondo comprende que es mejor dejar todo como esta

El cuerpo inmóvil y ya a punto de cerrar los ojos de Darckvard luce escuálido mientras que la flecha de fuego está a centímetros de tocarlo

—¿Ya había estado aquí antes?- se pregunta con suma dificultad Darck, y ante este último esfuerzo, cierra los ojos perdiendo el conocimiento

—¡Muere de una vez!-Dash grita celebrando su victoria mientras que el desconocido se preocupa de sobremanera.. Pero no todo es como parece ¿O sí? Justo cuando la flecha esta por quemar la piel de Darckvard Una luz comienza a nacer desde el pecho de Darckvard. Dash sorprendido mira con atención, La flecha no ha avanzado más… el maestro de las tinieblas incrementa con sus poderes la velocidad de la flecha, pero… pero ¡no se mueve! Dash se agita intranquilo ¿Qué es lo que está pasando? Mira para todos lados y no logra descubrir nada

—Nada de esto es normal— exclama irritado— ¿Qué está pasando?

Ningún ruido se oye; ya ni siquiera Darckvard está despierto ¿Qué está pasando?... la luz se hace muy, muy fuerte sale del cuerpo de Darckvard, esa irradiación sigue creciendo… va haciendo que la flecha de fuego retroceda. Dash mira sorprendido buscando ¿a alguien? La figura misteriosa observa complacida lo que está pasando y exclama para sus adentros:

—La evolución está comenzando… las transformaciones a veces son duras e implican muchas cosas pero… esta siempre llega.. Y lo mejor en este acto yo no estoy haciendo nada

Pero Dash no está nada tranquilo con lo que pasa

— ¡Yaret aparece ya…! ¿Qué estás haciendo?

Ninguna contestación; Algo está pasando con el prisionero. Dash observa frenético cada milímetro del lugar, tratando de ver cualquier indicio que le de al menos una respuesta. Golpea a Darckvard cauteloso, pero este no reacciona, esta estático como si estuviera ¿muerto? ¿Dormido?… parece que nada lo puede despertar ¿O sí? ¿Acaso él ya murió? ¿O sigue inconsciente? ¿Algo de eso es una ilusión?

—¡Yaret aparece!— No hay ninguna respuesta

Todo lo que está aconteciendo sobrepasa los imites de lo esperado… Dash deja de reír, los nervios se apoderan de él…

Al fondo de la habitación aparecen otras dos siluetas, pero su presencia no es normal, tal pareciera que están a la vez en otra dimensión o atmosfera desconocida. Son de gran estatura y miran todo con gran seriedad, algo tienen que les da un aspecto de misterio, por la actitud que toman es como si estuvieran analizando los hechos. Observan lo que está ocurriendo, solo la figura invisible se da cuenta de su presencia;

—El final está muy cerca—

La esfera de luz salida del cuerpo de Darckvard es tan intensa que ilumina todo el cuarto, hasta Dash parece cegarse, el cual grita varias veces el nombre del maestro del bien, pero no recibe ninguna respuesta o reacción de nada más. La luz inunda toda la habitación pero a diferencia de la energía del fuego, esta no parece causar ningún daño…

—Yaret no seas un cobarde, aparece ya ¡Adriano!—  grita Dash muy molesto, si lo que pasa es lo que cree: los maestros de Darck están por ahí, sus planes se vendrán abajo.

Pero no se dará por vencido, usa más fuerza en sus poderes y… La flecha no logra moverse, la luz que se desprende del cuerpo de Darck es increíblemente grande y luminosa. .. Dash no se detiene usa hasta el límite sus fuerzas… ¡Y de pronto La flecha de fuego corre veloz y atraviesa la pared, Dash mira a donde debería estar su ex alumno ha desaparecido…

Grita de rabia, lanza por impulso lo que se encuentra en su camino, diciendo mil improperios voltea para todos lados

— ¡Yaret deja de jugar de esa manera! Sé que eres tú, da La cara— grita Dash con todas sus fuerzas

— ¿Quién te ha dicho que soy yo?— aparece frente a él Yaret, vestido con su gran túnica blanca, lo mira con sus ojos serenos, como siempre. El maestro del mal lo mira con desprecio. El contraste de los dos es notable, Dash es más fornido, tiene largas cabellera negra, al igual que su ropa siempre más oscura y unos ojos que despiden chispas mientras que Yaret con sus cabellos plateados símbolo de la luz que irradia, su cuerpo más delgado y sus túnicas que marcan su grado en la estela de la paz, su rostro irradia bondad

La plática entre Dash y Yaret se torna áspera, aunque parece que no está alterado, simplemente lo mira, lo analiza

— Eres inteligente— le repele Dash— lograste seguirme hasta ver a Clarisa y Carlos, pero no lograras separarlos

—Apoco creíste que los hubiera dejado tranquilos en su otra dimensión, pero tú eres sádico, al ver el caos en la dimensión, trajiste de nuevo a tu alumno o mejor dicho tu hijo para que sufra de nuevo

—No todo es lo que parece— le dice sereno— Mira a tu alrededor y veras como han cambiado las cosas, tu crueldad en un momento terminara

— ¿Me vencerás tú?— ríe con sorna— siempre te has negado a pelear

—La violencia no es solución de nada

Ante esto Dash intenta burlarse diciendo una y mil cosas hirientes, pero Yaret sigue silencioso mira para el lugar donde se encontraba su alumno, desde donde esta intenta analizar las cosas ¿Qué paso en realidad?

Dash estalla en coraje; esta pasividad es lo que más lo molesta, después de más ataques verbales de este, culpándolo de meterse en sus planes y demás por fin el maestro del bien dice:

— Si yo no he hecho nada, solo estaba viendo, lo que no entiendo es porque estas molesto

—Estas en mi casa, interrumpiendo mis cosas, evitando mi trabajo y diversión

—Yo no interrumpí nada, tu eres el que viola las leyes matando a un ser…

—Pero porque te metes, si no es la primera que… Me porto, digamos un poco pasional— dice mientras las cadenas vuelan enfrente de Yaret. Pero el maestro blanco inmutable, las mira acercarse a él, esta provocación parece que no le llega, pero su rostro sereno, ahora se ve serio y desafiante:

—Esa manera pasional tuya, está violando las reglas— clava sus ojos en él, te excediste con Darck y buscaste su muerte

—pero aun no muere ¿O sí?— dice soltando una risotada — ¡No mientas Yaret! Reconocí tus poderes…

— ¡Dash! no hables más de la cuenta ni digas incongruencias; la muerte tu sabes que… — se calla para no seguir con sus provocaciones y más calmado le responde— sabes que yo no miento, ¿Qué no comprendes que esa fuerza vino del interior de mi alumno? Debes de haber visto el origen de esa fuerza, creo comienzas a perder tu habilidad de observación

Hablan, insinúan, atacan y actúan; uno más mordaz que el otro mientras que el cuerpo de lo que es ¿Darckvard? Aparece justo en medio de ellos. Sigue con esa luz a su alrededor. Los dos maestros lo miran uno con ira y el otro con ansiedad. La luz deposita el cuerpo ¿O ser inerte? parado como si algo lo sostuviera en el suelo. Los dos maestros se acercan lo más que pueden, pero la luz les impide acercarse lo suficiente para percibir que es lo que está pasando. Son segundos los que apenas pasan, Yaret tiene sospechas del porque inusitado fenómeno, y la esperanza comienza a gobernarlo, Dash que también observa, dice mordaz al maestro blanco:

—Mira lo que estás haciendo con Darckvard ¿Qué truco es ese?

—Ya te dije que yo no hice nada, no mientas

—Yo sé de otra gran mentira que guardas….solo mira a tu hijo— y señala hacia Darckvard.

—Darckvard es mi alumno y ya…

Dejándose llevar por un impulso Dash avienta las pesadas cadenas hacia el cuerpo de Darckvard, pero Yaret con otro ademan mágico, atrae las cadenas hacia el lado contrario; el maestro del mal como réplica avienta las cadenas hacia el maestro blanco el cual no se mueve y se deja atrapar por ellas.

— ¡Que escasos reflejos tienes!— Grita mientras estas aprietan el cuerpo de Yaret con aun más fuerza y poder que con Darckvard— que débil eres que no puedes usar tu fuerza como debe de ser, creí que me darías mucha más pelea—dice con burla, incrementando sus poderes

— ¿Crees que me lastimaste?—Yaret lo mira fijamente sin inmutarse… hace una especie de oración y las cadenas caen al suelo, su cuerpo y ropas en si no tienen ninguna marca y Yaret sigue con la misma vitalidad que antes

—Nunca me subestimes soy tan o más poderoso que tú

Dash le quiere contestar con otro ataque, pero en ese momento Erich hace su aparición quien los mira divertida:

— Ustedes sigan divirtiéndose que yo no hare nada. Que interesante, aquí están dos maestros, duelo a duelo; uno de la luz contra uno de la oscuridad

—¡Erich!— exclama Yaret

—No te preocupes mi querido maestro blanco, no vengo por nada de ti… me interesa Darckvard

Dash con ciertos comentarios, apoya lo que dice su hermana, en cambio Yaret está muy enojado, ya son demasiados los abusos del maestro negro; el bien es la fuerza más poderosa, pero también la lucha por lo que es lo correcto: el maestro blanco levanta las cadenas vuelan con una gran fuerza y van con intención de estrellarse contra Dash, pero este las esquiva rápidamente, armas, cadenas, y otros aparatos son empleadas en una feroz pelea entre los dos maestros, ya golpea uno, ya se defiende el otro, un fuerte ruido los distrae… pero aparentemente no hay nada

—Te reto a un duelo entre tú y yo— dice por fin Dash

—No me harás pelear contra ti, la violencia me desagrada

— ¿Entonces porque me atacas?

—Porque has llevado todo hasta el límite, hay cosas que no puedo aguantar de ti. Eres tan cobarde que no me atacas a mí directamente. Todo el daño que me quieres hacer lo haces mediante terceras personas como Darckvard

El maestro del mal ríe con fuerza —Que no vez que te acabo de desafiar a un duelo. No me tendrás miedo ¿o sí?—dice esto mientras hace uso de más ademanes ofensivos, además de vulgares

— ¡Claro que no! Ves que mis poderes son iguales o más fuertes que los tuyos, muy fácil hubiera sido para mí, desaparecer con Darck hace unas horas y no lo hubieras torturado como lo hiciste, si yo quiero ahorita mismo hago desaparecer a todos tus prisioneros, pero existe la ley del karma y no puedo hacer en estos minutos nada

—Si es cierto lo que dices ¿Por qué no lo salvaste antes?

—Porque esta es una prueba que él solo debe vencer— interrumpe apareciendo de pronto Adriano,

— ¡Vaya! Llegó el que hacía falta— Dash muy molesto voltea a todos lados buscando si no hay otra aparición más, al fondo descubre a las dos siluetas que miran todo inmutables.

—No puede ser que hayan venido— Dice mientras mira todo con atención

—Ves cómo eres observado— dice Adriano

—A mí no me pueden hacer nada— replica— yo soy un maestro de las tinieblas— y volviendo al tema anterior cuestiona a Adriano:

—Entonces eres tú quien intervino… Aunque no lo creo, no es tu estilo, además que de hacerlo violarías las reglas y tú eres incapaz de hacerlo, ¿cierto?

—Solo estoy vigilando que no hagas nada en contra de mi discípulo

—Entonces tú evitaste su muerte.

—Ya te dije que no, pareces muy inocente ante conocimientos que seguramente deberías de conocer, debes de saber que todos tenemos una esencia que por si sola crece

 —no me digan que según ustedes esta es la gran prueba de Darckvard y que acaba de ¿ganar?— explota en risas Erich y mira a su hermano, pero un nerviosismo se apodera de ellos. El hecho de que los maestros blancos interrumpan directamente lo hace darse de la gravedad que está tomando todo ¿Pero no es eso acaso lo que querían? ¿Entonces porque se asustan?

En el fondo a Dash no le gusta ver a los dos maestros en su casa, parece que en algo tienen razón, como última alternativa trata de defenderse diciendo:

—Es imposible que haga esto, sus poderes no llegan a tanto, ustedes dos me están mintiendo, Han estado aquí todo el tiempo y lo han ayudado

—no ganamos nada con eso, la prueba aunque dura le servirá a Darckvard. Nadie ha ayudado a nadie, esta era una prueba que debía enfrentar él solo.

Adriano mira a Yaret, entre los dos tratan de comunicarse mentalmente y uno de ellos comienza a dar vueltas por la sala intentando encontrar algo malo, pero a Dash no le agrada. El maestro del mal furioso avienta fuego por todos lados, los maestros de la luz hábilmente logran esquivarlas, por su parte Yaret aprovecha para proteger el cuerpo de Darckvard con un campo de fuerza, pero no es necesario

El cuerpo de Darckvard desaparece otra vez …………….. Dash está alterado y enojado, sin pensarlo hace vibrar y golpear sus cadenas y demás artefactos en un arrebato de furia. Voltea a todos lados y detrás de él ve el cuerpo de Darckvard, parece en animación suspendida pero algo raro está pasando:

Comienza a sufrir una metamorfosis, su piel pálida recobra el tono de una persona blanca normal, su cabellera negra se hace castaña y… sus ojos rojos se hacen cafés como debería de tenerlos siempre. El aspecto siniestro desaparece para verse tan ¿humano?… las cadenas caen al suelo y el ex alumno de Dash comienza a flotar en el aire…

De una manera poco inexplicable Darckvard toma el suelo , parece que despierta de un gran y profundo sueño, mira para todos, lados, su ropaje ha dejado de ser negro, ahora es de colores entra claros y gamas neutras, voltea para todos lados como tratando de darse cuenta de todo. Se siente por unos segundos extraño, sin comprender que es lo que está pasando. Mira a su alrededor y observa a los tres maestros, poco a poco comienza a recordar todo: Clarisa… ¡Estuvo con Clarisa!, vivió con ella, y después la tormenta a medianoche Una mueca de dolor y coraje aparece en su rostro…

Hace un par de minutos ¿U horas? Recuerda que estuvo… quiere recordar, intentar vislumbrar que es lo último que paso con él, ¿Fue un sueño o una realidad? pero no puede ¿Qué paso? ¿A dónde se fue ella? ve a sus maestros blancos y la esperanza renace Yaret la protegió con su anillo “¡Ella debe estar bien! ¡Tiene que estarlo!”

Los tres maestros miran sorprendidos todo lo que está pasando, Dash esta incrédulo aun de lo que cree no puede ser posible… ¡La conversión de Darckvard a otra persona! ¿Es eso posible? Eso ocupa demasiado poder, Darckvard no pudo alcanzar tanto poderío sobre si mismo ¿o sí?

En cambio los maestros de la luz están muy admirados. Yaret intenta acercarse, pero Dash le franquea el paso. De alguna manera los tres maestros ya están cerca del discípulo. La luz desaparece y Darck avanza unos pasos hacia ellos. Se ve serio, sereno… ¿Pero qué está pasando realmente en él?

—Darckvard has cambiado… tú…— Dice Dash tratando de disimular su sorpresa, mientras que los otros maestros cruzan sus miradas con complicidad. No pueden evitar sonreír ¡Parece que la victoria esta con ellos!

—No me llames Darckvard; mi nombre es Alekander

—¡Alekander has vuelto a ser tú!— gritan los otros maestros. Las dos siluetas o figuras que miran la escena desde otra dimensión siguen igual de serias observando todo

 Este nuevo ser que al que los maestros miran con atención habla con una inicial seguridad

Dash mira la trasfiguración de Darckvard atónico

—No puedes ser, tú… no puedes convertirte de nuevo en lo que eras, en tu anterior cuerpo, estas de nuevo bajo la forma que tenías cuando perdiste a Clarisa.

—Así es y estoy determinado a encontrarla ahora. Sé que es posible, es mi principal meta y lo lograre— Voltea a ver a sus dos maestros y continua— espero que con su ayuda

—Claro que si— Sonríe Adriano

—Cuenta con ello— Exclama Yaret

—Estas mucho más guapo— Interrumpe Erich, quien su presencia había pasado por todos inadvertida— Así me dan ganas de muchas cosas— y le sonríe con malicia

 — ¡Detente Erich! No sigas!— replica la nueva aparición—Sabes que siempre te he detestado y ahora más— dice creyendo recordar algo, no está seguro ¡Pero si! Se aferrara a ese ¿Recuerdo? ¿Sueño? Como algo real y lo más sagrado que tiene— Esos comentarios están fuera de lugar como lo han estado siempre. Si pudiera ahora mismo te mataba

— ¿De qué hablas?— Dice haciéndose la inocente

—¡Tu mantuviste prisionera a Clarisa !

—¡Ah eso!— dice como si no tuviera importancia— Fue hace tanto tiempo— Pero ¿Acaso no recuerdas? ¡Anda ven y matame!

—No hay nada que recordar, lo único que sé es que le quisiste o hiciste daño a Clarisa ¡Y no te lo perdonare!

— ¿Estás seguro de lo que dices? Nadie puede saber eso. Eres muy inteligente, eso nadie lo puede negar, anda ven y lastimame

—No hay manera de llegarte— replica— Ahorita no hace nada, hay mucha gente

Ella sonríe con coquetería— Cada vez eres más atractivo y recordar que….— dice mientras se quiere acercar a él

—No hay nada que recordar, Ya te lo dije, aleja tus retorcidas y falsas palabras de mí, no me provoques que ando sumamente furioso y sobre todo contigo

¡Tu fidelidad a Clarisa nunca te ha servido de nada! no me arrepiento de lo que hice con ella

— No sigas Erich— le lanza una inmensa ráfaga de aire— No me saques de mis casillas, que sabes que tengo ganas de matarte de verdad. Tú tienes mucho que ver en la separación de nosotros, sino es que tú tienes toda la culpa

—Tranquilo, que yo no los separe, solo acomode unos hilos y lo demás se dio. Creeme yo solo le dije unas cosas y ella… bueno ella desapareció por si misma— ríe de manera siniestra

—No te creo nada de lo que dices. Si la hubieras lastimado yo mismo te hubiera matado—

— No estés tan seguro de eso. Algún día tú me pagaras todo lo que me debes, ahora me voy, tu manera de ser me da nauseas. Dejare actuar a mi hermanito— mira malévolamente a su hermano y los sonríen mientras que ella se va

Yaret y Adriano notan el intercambio de miradas y una especie de preocupación entra en ellos. Pero por hoy lo mejor es mirar la trasformación de Darckvard; esta es un suceso extraordinario, eso solo puede lograrse por un crecimiento de espíritu impresionante ¿Acaso su ex alumno lo logró? Eso de alguna manera debe de comprobar

Pero Darckvard o mejor dicho “Alekander” está más alerta a los movimientos de Dash. Se dirige a él quien no ha cesado de sus insultos verbales; le habla con una voz más clara y más “Normal” el maestro del mal no termina de comprender todo ¿Cómo se produjo esa transformación? ¿Por qué?... entre los dos se da un enfrentamiento verbal. El ex alumno Le dice varias cosas que Dash ni pone atención, solo trata de burlarse por enésima vez

— ¡Vaya! Dejas de ser Darckvard para ser Alekander de nuevo, aun así, te exijo un sacrificio

—¡No puedo creer que me pidas eso! no te bastó todo lo que hice

— Ya no es necesario que hagas nada Alekander— interviene Yaret— con todo lo que ha pasado es más que evidente que el contrato se venció… Dash rompió muchas reglas, y tú ya venciste tu prueba.

Alekander sonríe camina unos pasos, su actitud se ve segura de sí misma. Trata de recordar muchas cosas y volteando hacia Dash dice:

—Mi maestro me confirmó lo que yo sé. Ahora lo único que quiero es ayudar a todos estos seres que has herido en una cruel y desmedida brutalidad…

— Nada de esto ha terminado— dice Dash furioso— Alekander si ya eres más poderoso, te reto a un duelo, solo venciéndome te dejare en paz

—Yo… la violencia no es mi estilo— lo mira fijamente sin saber que es lo correcto que debe de hacer

— ¿Que pasa contigo? ¿Tienes miedo? Cuando eras mi alumno no te importaba la violencia—

—He cambiado. No, no me interesa pelear contigo

—Si no combates contra mí, no te dejare salir y Clarisa, la pobre de tu novia ¿O será mejor decir ex novia?— Esto lo hace para hacerlo molestar más y más— Clarisa en todo este tiempo que no supo nada de ti podrán haber pasado tantas cosas que uno no sabe con exactitud saber nada de ti. Por cierto, ya son 17 años desde la última vez que la viste. Tal vez ella, ya está con otro o varios, tal vez ya ni te recuerda. Puede ser incluso que….¿No has pensado que tal vez ya no siente nada por ti?—

— ¡Mientes! Hace unas horas estuve con ella

—y como sabes que eso no fue una ilusión creada por mí, si ya estabas con ella ¿Por qué volviste?

—Tu intervención hizo que todo fuera un caos y por tu culpa perdí todo

Dash de manera desmedida comienza a burlarse del amor del estudiante. Alekander furioso arremete contra él—

—¡Ya es demasiado lo que me has hecho!

Dash saca su espada negra como la más profunda tiniebla, y arremete contra su ex alumno, la pelea sin duda seria desigual, la espada de un poderoso maestro, contra un estudiante aun aturdido por su cambio, y además desarmado parece injusta. Pero Yaret se interpone entre ellos con su propia espada, retirando así la del maestro negro, ofreciéndole a su alumno la suya:

—Alek… te entrego mi espada de luz, estoy seguro que tú sabrás que hacer— dice mirando a los ojos de su alumno ya transfigurado.

Alekander la recibe y examina unos segundos— te lo agradezco Yaret

Pero Dash protesta —No te metas Yaret.

—No seas tan ventajoso, aunque sea una vez, pelea en igualdad de condiciones— replica el maestro blanco retirando el nuevo ataque del maestro negro con su propia espada de luz. El maestro negro que no estaba para eso, pierde su espada y va por los suelos.

Darckvard o Alekander le hace una reverencia, toma la espada y mira fijamente a su antiguo maestro quien ya se acerca amenazante. Unas cuantas veces se golpean las espadas, el choque de los metales es impactante

Adriano y Yaret se miran sorprendidos ante la creciente habilidad de Alekander, Dash lo ataca de nuevo, pero es repelido una vez más. Sorpresivamente una cadena toma el pie del alumno, lo quieren derribar, pero con la espada de luz el muchacho la destruye:

—Se nota que no te gusta pelear limpio

Los golpes de las espadas se escuchan en toda la habitación, se mueven en el ataque de un lado a otro. Dash está muy sorprendido, su fuerza y poder son casi tan grandes como las de él. No lo imaginó tan fuerte y hábil, pero Dash no se queda tranquilo, no es de los seres que fácilmente se dan por vencidos, contrataca con su espada de las tinieblas. Está muy enojado, muy molesto, Nunca lo imaginó como un rival a su altura. Así que entre los dos guerreros se desata una feroz y violenta guerra…

De pronto la espada del alumno saca una luz muy fuerte, Dash se ciega, mientras que su contrincante lo hace caer al suelo sin hacerle daño… Alekander por un momento se sorprende y también pierde el control; Más luz sigue desprendiéndose de la espada que parece inmovilizar a Dash. Adriano y Yaret miran expectantes ¡No esperan ver ese poder salir de la espada! sin perder un detalle las personas de otra dimensión miran todo inmutables. Dash se encuentra tirado, mirando muy seriamente a su ex alumno, irritado pero aparentemente vencido le dice:

— ¿Qué esperas matame?— Dash está en el suelo, mirando a su ex alumno, el cual lo mira agitado, con el cabello revuelto y los latidos de su corazón a mil por hora

— ¡Matame!, termina tu obra — le grita Dash

DARCKVARD se acerca demasiado a él, apuntando con espada, la acerca lentamente a su cuello, rozándole apenas su piel

—Tan fácil que sería matarte— le dice con un verdadero odio.

Yaret se quiere acercar a ellos por impulso ¿Acaso quiere hacer algo?, Adriano se interpone y lo toma del brazo:

—No te metas en esto, Alekander debe tomar la decisión solo. — Yaret lo mira azorado— Alekander no puede convertirte en un asesino

— ¡No digas nada! No sabemos qué es lo que en realidad hará — Adriano trata de calmar a su amigo, pero la angustia de los dos maestros ante lo que se viene es inminente

La expectación por parte de Dash es nula “¿Por qué no intenta defenderse? ¿O estará de verdad vencido?” se lo pregunta Adriano “Es demasiado inteligente” se dice a si mismo Yaret, quien permanece en alerta mirándolos. Los dos maestros están rápidos ante cualquier evento inesperado en ese castillo. Las sombras se mueven de un lado a otro para presenciar todo con claridad.

Pero ¿Darckvard? Mira fijamente a su hoy contrincante y ayer maestro… hace varias señas y ademanes. Dash sigue sin moverse, aparentemente está afectado por las radiaciones de la espada de luz, como si realmente estuviera aniquilado.

Alekander mira a su ex maestro con tanta fiereza, que por un momento todos temen se dejara llevar por un impulso. Mil imágenes pasan por su mente, los recuerdos lo agobian y al recordar a Clarisa, una explosión de sentimientos lo ataca

Con una gran seriedad que parece más una reflexión que una llamarada de sentimentalismo, le dice de manera grave:

—No quiero violencia ¡esto se terminó Dash!— dice y sin más se acerca a Yaret le devuelve su arma de luz y con una reverencia a él se aleja de ahí. Les da la espalda a todo y todos; camina dispuesto a salirse de ahí, pero Dash no se rendirá tan fácil

— Debiste matarme cuando te di la oportunidad— le grita furioso

— ¡Yo no soy como tu…!— Dice su antiguo alumno volviéndose a él— Si te mataba o lastimaba en realidad tu hubieras ganado, pues te alimentas de la ira y la violencia…. Pero yo no caeré en el mismo error dos veces. La mejor manera de vencerte es ignorándote.

Sin más sigue su camino y le da la espalda a su adversario dispuesto a abandonar la habitación y el castillo

Dash sacando el último atisbo de sus fuerzas levanta su espada y lanza un rayo negro… pero una fuerza de luz blanca detiene el ataque cobarde de Dash

— ¡Ya basta Dash!— el rayo de luz choca con la negra. Yaret está enfrente de él y le dice — Te ganó comportate con honor y dignidad. Ya no puedo permitirte que sigas con estas cosas, hasta ahora estaba tranquilo porque se trataba de la prueba de él, pero está ya terminó. No creo que los regentes del karma tarden mucho… 

— ¿Ahora?— Se burla Dash— a ti no te corresponde decir ni hacer nada con eso, las leyes divinas están protegidas por grandes regentes

Las siluetas que miraban expectantes, esta vez dejan de ser solo espectadores, se materializan completamente se trasforman y aparecen dos maestros vestidos con elegantes túnicas doradas y miradas severas. Todos los presenten los miran con respecto, y Dash además asombrado

—A la ley del karma nadie escapa— habla uno de ellos con autoridad absoluta— Somos los jueces y regentes de sus obras, tanto positivas como negativas. Dash ha llegado tu turno de ser juzgado y pagar las cosas malas que hayas hecho

Dash queda atónito a lo que está pasando; los maestros del karma en persona y en su castillo

—No pueden hacerme nada, no ahora— intenta protegerse con alguno de sus poderes, pero además de todo, ya está débil por su combate con Alekander

—Con tu crueldad hacia Darckvard, ahora Alekander sobrepasaste los límites, ya es hora de que vengas al tribunal de justicia kármico

 Una densa nube flota en los aires va rápidamente hacia Dash quien sin permitirle reaccionar lo hace desaparecer

.

¿Victoria? ¿Eso fue una victoria para los maestros del bien? Adriano y Yaret miran para todos lados tratando de descubrir algún punto o indicio de que todo ha culminado. Pero Alekander no espera nada, simplemente sigue su camino a las afueras del castillo. Los maestros lo alcanzan

— ¡Felicidades Alekander, lograste vencer a Dash!— le dice feliz Adriano mientras le da unas palmadas en el hombro

El alumno mira al maestro del equilibrio, sus ojos negros se clavan en los de su maestro, pero no muestran ninguna emoción… ningún dejo de alegría se asoma, ni siquiera las palabras victoriosas de sus maestros lo hacen volver en si

—¿Qué te pasa Alekander? No te ves feliz

—¿Por qué he de estar feliz?

—Por tu gran victoria y evolución

—Eso no significa nada para mí, y no… no estoy feliz… Me falta encontrar a Clarisa — Dice recordando con más claridad su viaje sideral a la dimensión o mundo desconocido

Al menos para él ¿Su espíritu viajó al mundo de los muertos? ¿O acaso todo fue una ilusión de Dash? O… ¿Alguna imagen de Yaret para tranquilizarlo?

Después de unos segundos de meditación voltea a ver a Yaret el maestro del bien:

—Yaret explicame por favor ¿Tú sabes lo que pasó cuando estaba inconsciente?

El maestro del bien lo mira y solo dice:

—Solo tú puedes saber lo que paso en realidad. —

—Por favor dejate de acertijos ¡Respondeme! ¿Sabes lo que me ocurrió—

Yaret lo sigue mirando le hace una seña invitándolo a reflexionar, están en las orillas del bosque de la oscuridad, por un lado se ve el castillo de Dash,. La imponente arquitectura del mal, y por el lado contrario, el mundo de la luz, con todo y sus representaciones del bien… entre los dos maestros y Alekander, pero este sigue son dar muestras de alegría.

Al alejarse de ellos sigue en su estado meditativo, pero reflexionando le pide a Adriano unos minutos para hablar a solas:

—Adriano tu siempre has sido más flexible conmigo… Dime lo que vi fue realidad ¿verdad?

— ¿Tu que sentiste?

—Sentí que era lo más bello del mundo. Te juro que nunca la había sentido tan… tan REAL

—Entonces no busques otra respuesta, ahí la tienes

“Científico” el maestro del equilibro recibe una amonestación de parte de Yaret telepáticamente a guardar silencio, pero el primero no parece hacerle mucho caso

— ¡Dime por favor donde esta!— continua hablando Alekander

—Está en una dimensión a la cual yo no puedo entrar, cuando lo hico Dash y segundos después Yaret, para protegerlos, se hizo un gran desequilibrio y todo colapsó, no estoy seguro del paradero de ella, por lo tanto no hay más que pueda decirte

—¿Cuál es la ruta para encontrarla?— insiste

—¡Esta en tu corazón! Solo sigue como hasta ahora y pronto la encontraras

—Me hablas con acertijos igual que Yaret ¡Díganme algo en concreto!

—Es que no hay otra respuesta, no tenemos conocimiento infinito. Creeme   

—¡Gracias Adriano! Y le hace una reverencia completamente agradecido, pero aun confundido— Si hago todo lo que me dice mi corazón, estoy seguro que pronto la localizare

Los dos maestros lo miran tristemente. Yaret lo mira con tal intensidad que parece que en silencio quiere explicarle varias cosas. De alguna manera el estudiante los comprende y ya no dice nada más, pero de pronto Yaret le dice algo:

— No todo es tan fácil como parece… Si eres lo suficientemente observador, comprenderás las cosas por ti mismo… analizate, analiza tu ser y encontraras las respuestas

El discípulo, que con la figura de Alekander los observa con atención, mira su anillo, mitad oscuridad, mitad luz, este comienza a brillar; mira hacia el cielo y murmurando el nombre de la mujer que ama… continua su camino para salir del mundo de las tinieblas

Darckvard, el ser creado de la oscuridad por Dash, se fue, se desvaneció ¿el mismo maestro de la oscuridad lo eliminó?, y ¿ahora resurgió Alekander, el discípulo de la luz?

 

¿Hubo muerte y resurrección? ¿Solo una parte de su “esencia” eliminada? O… ¿Darckvard solo duerme?

 

Sus maestros lo miran con alegría y con optimismo, logró vencer el lado tenebroso que habitaba en su alma, y lo hizo sin ayuda de nadie utilizando apenas la violencia.

La alegría de sus maestros contrasta con su tristeza. Alekander terriblemente triste camina por el bosque, abandonando de esta vez el mundo tenebroso. Tiene muchas cosas que pensar y algunas que hacer ¿Dónde está Clarisa? ¡En el mundo de los muertos o en otra dimensión?

—Alekander, cada vez eres más fuerte, yo te puedo ayudar a que seas un gran maestro de la luz— le dice de nuevo Yaret

—NO… no quiere ser ningún maestro, no me interesa ya ser parte ni de tu mundo ni de la oscuridad

—¿Entonces qué harás?— pregunta Yaret sin entenderlo

—Tengo que pensar… Tengo muchas cosas que hacer… pero definitivamente no quiero ser un maestro como ustedes… No sin ella— dice esto muy triste

—Pero….

—Pero nada Yaret, siempre me has instado a seguir mi corazón, y eso es lo que hago… no tengo ningún anhelo, ninguna necesidad de ser como ustedes… Te aprecio mucho, a ti a los otros seres, pero desde que te conocí a ti y a Dash, comencé a perderla….. Tal vez lo mejor es que sea simplemente un humano— dice mirando la sortija que tiene y leyendo las inscripciones las cuales brillan con intensidad

Sin decir nada más, Alekander, o tal vez simplemente Carlos Santos se da la media vuelta y camina saliendo por completo del bosque oscuro y buscando una puerta dimensional

Sus suspiros se quieren convertir en lágrimas, se aleja lo más rápido que puede de sus maestros, quienes lo miran sin hacer o decir nada más.

Por fin Carlos está en su mundo, en su casa y el altar que construyo para Clarisa, la única mujer que ha amado siempre…

Se siente solo y desesperado porque no la ve, ¡No sabe dónde buscarla! ¿Su ida al mundo de los muertos estará cerca? ¿Sera el único remedio para reunirse con ella? ¿O todo fue solo una ilusión de sus maestros? ¿Acaso sería una treta de Dash?

Pero de algo está seguro, por fin después de diecisiete años estuvo con ella, vivió días maravillosos a su lado y fue más que un sueño. Sabe que hay una manera de reunirse con ella, y no importa cuales o cuantos sean los obstáculos ¡La encontrara! Y por más difícil o impropio que sea estar con ella ¡Lo hará!

 

Darckvard, ya no es Darckvard, Dejó de sentir el “Fuego De Medianoche” una fuerza intensa que era la causante de sus poderes; todos al amparo de la tinieblas y la densidad de la noche quienes eran los que intensificaban su coraje. Al abandonar su propia oscuridad cree que ha dejado su parte negativa,... Ahora regresó a la naturaleza de Alekander; la esencia del bien…

El fuego que lo consumía era el clímax de la penumbra que gobernaba su vida. Piensa que las tinieblas las ha dejado de lado; Darckvard dejó de existir. ¡Al menos eso es lo que piensa!

 

Muchas cosas que pensar, algunas pocas que hacer y solo un anhelo ¡REUNIRSE CON CLARISA!

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