CAMINANDO EN LAS NUBES

(CAPITULO 5: LA HABITACIÓN ESCONDIDA)

Los escollos de la vida acompañan la sinfonía de las horas en idas y venidas en los sinsabores de la vida sin que nosotros nos demos cuenta

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“la vida no puede ser mas cruel” piensa Reyna entre gemidos y suspiros. Lleva horas encerrada en su recamara; no ha querido ni comer ni beber nada. Danael abandonó la casa hace unas horas, teme que eso lo aleje de su vida de manera definitiva.

Intentó, hablar con su papá, convencerlo de alguna manera, persuadirlo, pero… su padre por el contrario, se enojo, mas, se puso mas intransigente, ella trato de encontrar algo de lógica, quería recuperar su maestro y profesor a como diera lugar, pero no hubo manera de convencerlo. Con el corazón roto, y mil lagrimas saliendo, corrió a su habitación y se encerró negándose a ver a nadie.

 Aunque su madre y hermana le han pedido de una y mil maneras que siquiera coma algo, ella ni siquiera les ha querido abrir la puerta. Su padre creyendo que es un capricho pasajero, no le ha dado gran importancia al asunto.

La noche por fin llega, a seguido sin comer, Constanza ya esta mas que preocupada, su hija normalmente no es de comportamientos de ese tipo. Siempre ha sido más dócil y obediente, no de rabietas. Va con ella y le suplica de una y otra manera que coma. Pero no hay manera de convencerla.

Ante los ruegos de Constanza, va Rafael a hablar con su hija, esta le abre la puerta creyendo que lograra algo.  La platicase torna igual que en la mañana, los dos con los mismos argumentos e intensiones, nada cambia.

Todo esto le rompe el corazón aun más a Reyna; por más que le ha llorado e implorado por que lo devuelva a su trabajo, él inmune al dolor de su hija. Solo le dice:

—Contratare a un nuevo maestro, tal vez alguna maestra, son mas sensibles y podrás encontrar una mejor compañía

— ¡NO! No, quiero a nadie más de maestro— fue el único grito de la muchacha y como pudo se fue lo más rápido posible a su habitación.

Rafael vio como su hija se encierra de nuevo en su habitación. Su orgullo de hombre machista y controlador, le hace concebir todo como un berrinche de su hija. Pero Constanza esta muy, muy preocupada por su hija

—Rafael, por favor

—no te preocupes mujer, ya veras que mañana se le pasa su coraje, vamos a nuestro cuarto

—Pero…

—Te he dicho que vayamos a nuestro cuarto, ya se esta haciendo tarde, todo son solo caprichos de la niña, mañana comerá y estará como de costumbre

A Constanza no le queda de otra que obedecer a su marido, según las costumbres y sobre todo l machismo de la época, es el esposo él que tiene la última palabra y es la mujer quien debe de ofrecer sumisión

Pero en el fondo Rafael no es tan malvado como se ve, al menos esas son sus opiniones propias, quiere a su familia sobre todas las cosas, pero las normas sociales han de respetarse, ha luchado mucho por darle un prestigio a su familia. Ahora lo que le importa es darle un buen esposo a su hija, alguien que la pueda cuidar cuando ya no lo puedan hacer ni él ni Constanza. El único hombre que ve capaz de casarse con su hija, y que sea digno de ella es Santiago.

La situación actual de Reyna en el fondo también le rompió el corazón. Por mas cosas que él piense y haga, es su hija mas pequeña, junto con Julieta su mayor tesoro, y la quiere mucho “¡Daria lo que fuera por hacerla feliz!” se lo dice una y otra vez, pero lo que para él es la felicidad, para Reyna es algo muy diferente

Alguna vez uno de sus amigos le han sugerido que Danael puede ser un buen esposo para ella, cosa que se ha negado, a él no le importan los conocimientos, o las intenciones, sino una buena posición económica que le pueda dar los lujos y comodidades que su hija necesita.

Según los estratos sociales, una jovencita de la altura de su hija, lograra la dicha y realización completa de la mano de Santiago, un joven rico, que le podrá dar las comodidades que ella se merece; Eso es lo que piensa Rafael, pero lamentablemente, los mejores momentos de la chica han sido del lado de su hasta hoy “Querido maestro Danael”

Ya es la mañana del día siguiente.  Las lágrimas acompañan los lamentos de Reyna, con gran tristeza ve como se aleja el amor de su vida, su profesor y la única persona que siempre la ha apoyado, se aleja. Lo peor es que ella no alcanza a comprender, porque exactamente pasa todo eso.

— ¿Por qué mi padre es tan insensible?—se lo pregunta una y otra vez

Julieta quien hasta ese entonces no los había visto ir a dormir, ve a sus padres irse a su habitación.  Un gran gesto de indignación cruza por si misma. ¿Qué sus papás no pueden hacer nada mas por su hermana? En el fondo espera que mañana se recupere, pero la conoce tanto, que esta segura mañana estará igual o peor. Como Reyna bien se lo dijo:

Danael fue el único que la supo tratar como un ser humano completo, él con sus detalles, su dulzura y su carisma, supo enseñarle valores y a ser más ella misma, todo esto la llevo a enamorarse de él. Por lo mismo Julieta que es la única que sabe de este amor, comprende el sufrimiento de Reyna. Un gran suspiro sale de la chica, a pesar de sus propios razonamientos no quiere darse por vencida. Tampoco quiere esperar hasta mañana para intentar hacerla entrar en razón… pero sus intentos son en vano, no solo la ignora sino que lo único que escucha es a su hermana sollozando y ante la regañada de su papá ella se va a su habitación

¿Cuando van a pedirle que coma? Mejor dicho, ¿cuando lograran hacer que Reyna coma? Ella sigue negándose. Ha pasado un día, ya van dos, y Reyna sigue en el mismo estado, sin ganas de levantarse, sin querer comer ni nada todos han hablado con ella, incluso Rafael, intentó ser suave con ella, darle alguna explicación, y la promesa de que será muy feliz con Santiago, pero los murmullos de la jovencita, la cual cada vez esta mas débil no hacen mas que desesperarlo.  Como comprende que si sigue así él terminara de perder la paciencia, opta mejor por abandonar la habitación, sin poder evitar dar un portazo

Ya va por el tercer día que no quiere comer nada, solo de vez en cuando toma algunos líquidos.  Ya más bien se la pasa dormida dentro de su debilidad. Hoy es también la tercera visita a Reyna del doctor Miguel, el medico y amigo de la familia, desde hace ya varios años. Por si fuera poco, además de todo es el papá de Octavio, el prometido de Julieta

Pero no es Danael, quien ella espera, se niega a escuchar cualquier apreciación o aseveración que le hagan, y menos quiere las medicinas o vitaminas que le den.  Por lo tanto el medico determina que la jovencita entro en un cuadro de depresión severa, deben de hacer algo por volverle la alegría y las ganas de vivir

Sino, como todo mundo ya sabe las consecuencias serian fatales. Al salir de la habitación, el medico, va directamente a hablar con la familia:

—Algo le pasa que la tiene completamente deprimida, no tiene ganas de hacer nada, ustedes han de saber el origen de su tristeza

—No sabemos que es lo que pueda pasar— dicen los dos padres, pero Julieta que ahí se encuentra, no esta dispuesta a dejar de luchar por su hermana:

—Lo que pasa— dice la joven— Es que mi hermana ha perdido la compañía de su maestro Danael-

—Pero ¿Por qué?- se extraña el medico— he oído excelentes referencias de él, desde antes que trabajara contigo, dio clases en otros lugares y su desempeño siempre fue excelente. Ya vez que por eso, te lo recomendé. Además de todo tiene unas ideas revolucionarias; es muy joven pero se ha preparado a conciencia, incluso el director de la principal universidad del país, esta considerando en admitirlo en sus filas como docente, solo debe esperar a terminar con los tramites burocráticos

—Eso es excelente— se alegra Julieta, pero su padre la voltea a ver con un claro gesto de enojo:

—No podemos aceptarlo de nuevo con nosotros, hizo algunas cosas indebidas

—Bueno tu sabrás Rafael, pero te sugiero que lo reconsideres, conozco al muchacho de tiempo atrás, incluso lo he tratado bastante como para decirte que lo recomiendo incluso como yerno, ya quisiera yo para mi hija alguien como ese profesor

El empresario invita al doctor a hablar en privado. Una  vez solos rafel dice:

—Lo malo de todo esto, es que gana muy poco dinero y no le podrá dar los lujos a mi hija que merece

—Si pero, hablando mas en confianza, debo confesarte que lo que vi en Reyna, son claros signos de enamoramiento, lo mejor que puedes hacer para que tu hija se recupere es traer al profesor de vuelta.

—Pero… hay algo en él que no me termina de gustar

—No seas orgulloso, y traelo, debió hacer algo contra tus ideas para que lo trates así

—No, no— trata de excusarse— unas ideas de él no me gustan, ya veo a Reyna incluso mas rebelde, quiere ser mas independiente y ¡Eso no me gusta

—No seas tan orgulloso; mira Rafael tu y yo nos conocemos desde hace muchos años, se como eres y te comprendo, eres un hombre que ha luchado mucho y que hay unos aspectos de tu personalidad que te hacen un gran hombre, pero debes de comprender que hoy estas equivocado

Esta por retirarse el medico, pero se devuelve y le dice:

—Piensa en tu hija, esta enamorada, sufre por la ausencia del muchacho, solo tu, permitiendo que el muchacho se acerque, puedes salvarle la vida

—Te prometo que si mañana sigue igual yo mismo iré a buscarlo

—Harás lo correcto, sonrió el galeno y esta por retirarse

—Por cierto— lo intercepta Rafael— porque me hablas de que acepte el amor de mi hija con él cuando tú y yo hemos comprometido en matrimonio a nuestros hijos en matrimonio

—Porque no solo estoy hablando de amor, sino de valores en la persona, sé que Julieta es una gran persona, por lo mismo acepte el compromiso, tú lo solicitaste, por si no lo recuerdas

Como respuesta Rafael gruño

—Si Octavo hubiera sido mujer, yo la hubiera comprometido con alguien como Danael, creeme. A mi me importan los valores humanos, el dinero va y viene. Debo irme Rafael, nos vemos luego, piensa en la salud de tu hija

Toda esta plática dejó muy irritado al empresario. No le gusta que le den consejos, pues él se considera a si mismo muy hábil e inteligente. Las últimas aseveraciones del Doctor Miguel lo molestaron. Como es posible decir que Danael es un buen prospecto para su hija ¡Y decir que él lo hubiera escogido si tuviera una hija. Lo molesto de sobremanera, pero como es muy inteligente no expreso molestia delante del doctor Miguel. Aunque siendo sinceros el tampoco termina de reconocer que es lo que le molesta tanto de ese profesor

Sale del despacho muy molesto y se dirige con su esposa, no duda en comentarle todo a su esposa, pues sabe que sino lo hace después lo sabrá por medo de Miguel o Julia la esposa de este

—Rafael, pídele a Danael que vuelva— le suplico Constanza a su esposo muy afligida. Ahora mas que nunca cree que podrá convencerlo.

—NO, no necesitamos a ese maestro que con tantas ideas liberales le hizo mal a nuestra hija. A pesar de lo que diga Miguel no me termino de convencer

—Pero Danael nunca le hizo un ma, al contrario le hizo todo el bien que pudo

— ¿No viste como últimamente estaba mas rebelde y tenia unas ideas mas libertinas? Así son todos los jóvenes de la época

—Nunca fue libertina, sus ideas y cambios comenzaron desde que él llego a su vida. Ahora solo quería tomar ideas por si misma

— ¿Tu también? Andas con eso? Una mujer debe ser más apegada y abnegada a su marido, las mujeres están para servir

—Rafael ¡Por favor! Danael le traerá de nuevo las ganas a nuestra hija de vivir

—No, ya te dije que no y es mi ultima palabra, y no me hagas pensar mal de ti también. Que ese muchacho te hizo más rebelde

Constanza quiere empezar a llorar y solo le dice:

—Yo lo único que quiero es salvarle la vida a mi hija. Dime que fue lo que paso en realidad en tu despacho entre él y tu, sé que hablabas con Jeremías ¿En que te contradijo realmente que te hizo odiarlo tanto? —

— ¡No seas exagerada mujer!- grita furioso Rafael y la mujer al no poder dejar de llorar, su marido se llena de ofuscación, desesperación y estrés por no poder controlar. Son tantas las presiones que ha tenido últimamente e injustamente, descarga toda su furia contenida contra su esposa

El llanto de ella se hace más intenso, y desde el fondo del cuarto de Reyna, Julieta quien la esta cuidando. Muy muy triste oye los ruidos producidos por ellos y su corazón se le comprime

— ¡Qué pare todo! QUE PARE TODO! Dios mio que se ilumine el corazón de mi padre

Mira a su hermana y para si se dice:

—Dios mio, ¿Por qué las cosas deben de ser así?- dice de lo mas consternada? ¿Por qué mi papá no comprende?

Y volviéndose a ver a su hermana le habla como si solo ella pudiera hablarle

— ¡Hermanita no te vayas! — Llora desconsoladamente— Tenemos tanto que platicar y decirnos. Tu amor por Danael te tiene muy mal ¿Por qué mi papá no comprende que importa más el amor que las normas y prejuicios sociales?

Sentada en la cama de su hermana, le toma la mano y habla como si su hermana la escuchara:

—Parece que habías encontrado un buen hombre, yo sé porque tu misma me lo has dicho, estabas enamorada de él y él, por como te cuidaba y consiente, creo que también él se enamoró de ti. Lastima que mi papá intervino en su relación

Con mucha tristeza Julieta recuerda como es que ella no pudo hacer nada para evitar su compromiso con Octavio. Los dos se hicieron amigos después de eso, pero en ninguno de los dos hay amor. Una lágrima sale de Julieta ama a su hermana, siempre la ha admirado, porque a pesar de su padecimiento motor en el pie izquierdo de alguna u otra forma ha luchado por salir adelante. Claro que e ha visto minada por las humillaciones y desplantes de otras personas

—No quiero que sufras con Santiago, se muy bien que mi padre quiere comprometerte en matrimonio con ese patán.  Sé que sufrirás mucho con él, yo no pude detener mi compromiso con Octavio, pero por ti tengo que hacer algo, tu eres mas delicada y vulnerable ¡No quiero que sufras! Si te vas con Santiago, ya no te podre cuidar.  Y tampoco Danael

El llanto por imaginar el futuro de su hermana, se hace más fuerte, recuerda al maestro de su hermana ¿Si hubiera alguna manera de localizarlo? Pero no, una mujer “Decente” no puede saber el domicilio de un hombre soltero, y ¿Preguntárselo a su padre? No, no solo no se lo dirá sino que se molestara ¿Y? sabe como es su padre enojado, no puede evitar sentir un poco de miedo.

Esta muy mal, ya llora, ya se intenta consolar, no sabe que hacer, pero, sin embargo, esta decidida a hacer algo por su hermana. Repentinamente entra su nana Dolores, avisándole que y es hora de ir a la clase de bordado a mano

— ¡No quiero ir! Quiero quedarme para cuidar a Reyna

—Vamos por favor mi niña, que tu padre esta muy ofuscado, no lo contrariemos

— ¿Por qué los hombres siempre ganan? ¿Por qué tenemos nosotras que obedeceros siempre? Ya vez como mi padre siempre domina a mi mamá

—Porque así son las reglas que formula la sociedad y los hombres

—No, no, esas reglas las hicieron solo los machos y somos las mujeres quienes tontamente nos dejamos manipular.

Dolores no le dice nada, solo baja la cabeza muy triste, recuerda como fue su pasado, y que por culpa de un hombre perdió todo lo que tenía, mas tarde se refugió en el trabajo con los tres pequeños niños Quintero. Ahora Rafael el primogénito, es todo un militar, que vive lejos con su regimiento. Ahora Dolores esta dedicada solo a sus dos pequeñas niñas, sufriendo por tantos problemas amorosos

—Vamos por favor— vuelve a insistir la nana — tal vez podamos encontrarnos en la calle con Danael

A Julieta se le ilumina el rostro, mira a su hermana aun dormida y como si pudiera oírla le dice:

—Vuelvo en un ratito

—Niña no…— quiere decir la nana, quien creyó adivinar sus pensamientos pero Julieta no la deja decir nada mas. Salen rápido de la habitación, y justo en ése momento, Julieta recuerda un pasillo cerca de ahí, que conduce a una habitación un tanto abandonada que esta junto al jardín… su casa esta muy grande, hay diferentes caminos para llegar a distintas partes de la casa. Recuerda la manera tan dura de ser de su papá, con él no se puede hablar.

Ella y su nana pasan por el vestíbulo, ahí esta su padre, hablando con otras personas ¡Como quisiera decirle tantas cosas! Pero obviamente no puede, una vez en la calle sigue seria y meditabunda, no deja de pensar en esa habitación, en el jardín, en los pasillos de su casa, y en una cerca en la parte mas alejada del jardín que no esta tan alta…. ¡Piensa en todo ello, recuerda a su hermana, su padre;  es cierto que trabaja mucho, por lo que no va al jardín mucho ¿Y si?

—¿En que piensas niña?- le pregunta tiernamente su nana

—Dime por donde vive Danael, vamos a buscarlo, solo él puede salvarla

—Yo no se donde vive— contesta la madura mujer pálida por el susto y la tensión—  Además no podemos ir solas, ya sabes como es tu padre y….

— ¡Mi papá no tiene por qué enterarse-

— ¡NO! No quiero que tengas ningún problema con él

—Pero tu dijiste….

—No niña, yo no dije nada, solo quise decirte la posibilidad de encontrarlo

— ¡Que no te importa la salud de mi hermana ¡

—Claro que si— lloriquea la nana— No lo dudes ni un poco, tú y Ella son las personitas que mas me importan

—Entonces busquemos una manera de encontrarlo

—Pero… tu papá es muy…

-Por un momento pensemos más en mi hermana que en mi papá… Por favor— y la mira de una manera suplicante

Las dos mujeres van en el carruaje, hay un pequeño alegato entre las dos., el transporte guiado por dos briosos caballos, lo conduce Simón el cochero de confianza de Rafael, pero también un hombre muy allegado a la amabilidad de Dolores. Ha estado muy atento a la plática, el así mismo se considera un hombre muy sensible. Le guarda un cariño especial a las dos jovencitas, ya que desde hace algunos años las ha llevado de un lado a otro, ha compartido de alguna manera sus alegrías y esperanzas. Sobre todo de Reyna que siempre la vio como una mujercita muy frágil y vulnerable…

Simón consciente de lo que esta pasando la familia en esos momentos, sabe que se necesitan momentos de valor y tenacidad. En una esquina da una vuelta no prevista en el camino.

La nana intenta corregirlo, pero Julieta la interrumpe:

—Simón ¿Acaso tú sabes donde vive Danael?

El cochero no dice nada, solo le dedica una sonrisa de complicidad a la muchacha, la cual se llena de esperanzas. Y grita:

—¡Vamos!

Dolores quisiera protestar, pero los otros dos la ignoran.  Lo intenta de nuevo, pero como es ignorada por los otros dos, y sobre todo, recuerda a Reyna, el profesor es tal vez la única esperanza de la chica. Así que permanece callada

—Nos meteremos en problemas— se dice Julieta— Pero por Reyna vale la pena

Ya son las 9 de la noche, Julieta y la nana desde hace un tiempo que deberían estar en su casa, pero Rafael no se ha dado cuenta de nada, la situación de su hija mas pequeña, lo tiene consternado. 

Julieta llega pocos minutos después a su casa, se dirige directamente a su habitación, su madre la intercepta y preocupada le da un gran abrazo, pero nadie le reclama nada de nada. Julieta de pronto rompe en lagrimas y abraza a su mamá. Son tantas las tenciones que se han vivido el día de hoy.  Constanza creyendo que es por su hija enferma, solo trata de consolarla

Mientras tanto en los establos de la casa, entra Simón, pero no va solo, junto a él va otro hombre, el cual esta bastante ansioso,  con unas cuantas palabras trata de convencerlo de entrar a la casa, pero Simón lo detiene….

El día pasa, llega otro y Reyna parece que ha mejorado, esta con un poco mas de energía, despierta al parecer un poco mas animada, con ella paso la noche Dolores, como siempre ha sido desde que esta solo postrada en la cama, le ofrecen un poco de sopa liquida calientita, como lleva unos días sin comer y esta un poco debilitada, no quieren un contraste grande en su salud  la  chica comienza a comer un poco, cuando de pronto pregunta:

—¿Estuvo aquí Danael? ¿Verdad?—

—Por…  ¿Por qué lo dices?— solo alcanza a decir nerviosa

—Porque soñé con él

—Fue tan dulce y amable, como siempre

—Anda come

La muchachita sigue comiendo un poco mas, mientras le platica poco a poco su sueño, asegurando que fue tan real, se termina su desayuno, e  incluso pide un poco mas, como su debilidad aun es fuerte, después duerme un poco, pero a las pocas horas despierta y le dan un poco mas de comer,  va el doctor a verla de nuevo, al comprobar su estado, la insta a que siga comiendo, la muchacha, no puede disimular su alegría. La noticia llega de rápido a Rafael quien va a verla, alegre por la noticia la felicita, y ella lo abraza emocionada

—¡Gracias!

—No hay de que hija, sabes lo mucho que te quiero.

Dolores y Constanza están por ahí cercas y no pueden evitar la alegría de ver es escena tan emotiva…. Parece que Reyna por fin se reconcilió con su padre, toda la mañana la ha pasado con visitas de sus familiares, ver de nuevo al doctor y comiendo de poco a poco.

Hubo un momento en que se quedo a solas con su hermana, y ante unas confidencias que se hicieron. La más pequeña solo espera que llegue la noche… por… motivos que mejor se calla por recomendación de su hermana. Desde ese momento comienza a reír y hasta a querer jugar. Rafael de lejos ve a sus hijas platicando muy animadamente

—Que bien, parece que Reyna esta comenzando a aceptar su realidad de poco a poco.

Pero Constanza que en ese momento se  encuentra junto a él, siente que… hay algo detrás de la alegría de sus hijas,  sobre todo la menor ¿Qué podrá ser? Por lo pronto comprende que lo mejor es quedarse callada sin decir nada.

La noche llega, la medianoche se aproxima y todos en la casa, aparentemente ya están durmiendo, todos menos Reyna, que aunque aun esta débil, hace esfuerzos por no dormirse y… La puerta de su habitación se abre………………..

A la mañana siguiente Reyna esta más que animada y feliz, sus sueños, sus sueños son tan reales.

La mañana sigue su camino, Rafael trabajando como siempre, Constanza vigilando la casa, Dolores atenta a Reyna y recordándole que debe de estar silenciosa, mientras que Julieta que debería estar con sus estudios y deberes diarios, no deja de pensar en la figura grácil y masculina de un muchacho que vio.

No pudo evitar un estremecimiento cuando lo vio, es como si lo conociera de toda la vida, él estaba muy atento con ella, platicaron tan animadamente, La platica de los dos, fue tan amena, tan libre, parece como que lo conociera de toda la vida

Cuanta emoción, cuantas cosas pasaron en 5 minutos que estuvieron platicando, ojala y lo volviera a ver, pero el destino se lo permitirá, ¿O será ella misma quien tenga que hacer algo? Pero ¿Qué? Hay cosas que una dama no se permitiría… pero… Bueno lo más probable es que esa persona sea de escasos recursos ¿Por qué piensa eso? Si ella no es materialista ni superficial.

— ¿Qué tal será él? Espera que sea tan caballeroso y tan noble como….Ay Reyna solo espero que seas feliz con… tu felicidad debe ser con él y no con Santiago

—¿Con quien debe de ser la felicidad de tu hermana— una voz autoritaria y ligeramente molesta la interrumpe

Julieta se vuelve y para su horror ve a su padre detrás de ella

—Papá yo….

—De quien hablabas

La muchacha esta mas que pálida, ve como la ira de su padre crece y ella no puede, no sabe nada coherente que decirle

— ¿De quien hablabas?

—De… nadie

—Claro que si… mencionaste que Reyna fuera feliz con alguien y no con Santiago ¿a quien te referías?

—A nadie, hablaba solo por hablar, ya vez que a veces hablo sin darme cuenta, de seguro solo son tonterías mias

—¡Ningún miembro de mi familia, pondrá nuestro apellido en entredicho!— Y camina directo a Reyna que se encuentra en el jardín con su nana

—Papá no hagas nada, recuerda que aun esta delicada— le intenta agarrar el brazo, pero él se suelta y sigue su camino, ella lo sigue desesperada, pero al estar por llegar al jardín, ella dirige sus pasos a los establos. Teme lo peor, pero no quiere que su papá enojado lastime a su hermana quien aun esta delicada

— ¡Reyna! ¡Reyna!— Grita furioso, sus gritos se alcanzan a escuchar en todos

La muchachita lo oye y pálida quiere levantare de su silla, pero el miedo al ver a su progenitor tan furioso, lo hacen que pierda las fuerzas

— ¿Con quien te has estado viendo?

Ella lo mira sin saber que decir— Con… con nadie—

—Dime a quien ha estado viendo sino quieres que ahorita mismo te saque las palabras a golpes— dice fuera de si.

—No papá, yo no me estado viendo con nadie, dice la joven al borde del llanto

—No mientas escuche a Julieta

—papá no….

—Ni tu ni nadie manchara el nombre de mi familia que con tanto trabajo me ha costado, dime quien es el bastardo a quien has estado viendo

—A nadie, papá, tu sabes que yo he estado muy enferma y no he salido, solo me ha visitado Santiago, y antes mi único maestro y compañía era Danael-

— ¡Danael! Te has estado viendo con él, ahora comprendo tu decaimiento y tu rápida mejoría, ese infeliz— y exclama otros improperios— ha entrado a esta casa, se ha burlado de mi y de mi familia ¡COMO PUEDES HACERME ESTO REYNA!

La muchacha no puede decir nada mas, esta llorando al ver la reacción de su padre, siente que ha perdido a su gran amor para siempre. Pero él no se queda satisfecho en la profunda tristeza en la que ve a su hija, cegado por la ira y el descontento de lo que el considera una gran falta, levanta la mano y esta por darle una cachetada a su hija, cuando. Una mano lo detiene:

— ¡A ella no le harás ningún daño!

El empresario se voltea furioso a ver quien lo interrumpe:

 — ¡Danael!—

El antiguo profesor de su hija le sostiene la mano y lo mira con una actitud retadora. Desde que él se hizo un hombre importante de negocios, nadie lo había desafiado de esa manera.

— ¿Cómo te atreves a meterte así a mi casa?

Reyna esta completamente trastornada, por todo lo que esta ocurriendo, su papá le acaba de recriminar, y la manera de intervenir de esa manera en su casa de Danael, ni en sus mejores sueños alguien la había defendido de esa manera

Pero la realidad puede dejar de ser sueño y convertirse en pesadilla. Oye como los dos hombres discuten, incluso Danael que siempre lo había tenido de un carácter mas moderado, lo ve levantar la voz de vez en vez. Pero su padre que si esta furioso, le dice una y mil cosas, incluso quiere que se vaya de su casa, pero el profesor tan diestro y hábil con su vocabulario. Logra defenderse y la discusión parece interminable

Reyna mira tristemente la escena, comienza a sentir un gran dolor en su corazón. Siente que quiere marearse, pero cuando oye en la discusión decir a Danael “Estoy enamorado de su hija, quiero casarme con ella” Siente en el fondo una alegría mezclada con miedo; pero cuando escucha la respuesta de su padre: “Nunca te permitiré que se casen antes prefiero verte muerto”

El dolor de ella se hace insoportable, el dolor en su corazón es increíble, se lleva la mano al corazón. El dolor es increíble. Siente que la vista se le nubla cierra los ojos y pierde el conocimiento

Los dos hombres se encuentran discutiendo, pero una exclamación de Reyna los hace voltear, par su desesperación Danael ve como Reyna pierde el conocimiento, se olvida de todo lo demás, va hacía ella.  Y la toma en sus brazos:

—Reyna mi amor, despierta, ¡no me hagas esto!, despierta y golpeando levemente sus mejillas la trata de volver en si

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