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Fuego De Medianoche: AMARTE MAS ALLÁ DE LA MUERTE

en Erotismo y Amor

FUEGO DE MEDIANOCHE

CAPITULO 15: AMARTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE

“La vida es un pasillo, la muerte es una puerta que conduce a otro pasillo”

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EL cielo es gris, hay una tormenta cayendo en las afueras, y un relámpago ilumina al cielo, pero en el castillo de Dash, cosas mas impactantes están pasando:

Una vida esta por irse, Darckvard cree que TRASPASARA El umbral de la muerte, la flecha de fuego avanza como si fuera en cámara lenta… sus últimos pensamientos son por y para Clarisa ;

—Clarisa mi amor, solo espero que tú seas feliz…

Su mirada se clava en la flecha de fuego que furiosa se acerca a su pecho

En un minuto parece que todo enmudece dentro de la habitación: nadie dice nada, incluso Dash mira expectante la culminación de sus planes; ¡la muerte! ¡Falta tan poco para su triunfo sobre Yaret!… Pero… la flecha de fuego, esta comenzando a... Darckvard sin el menor atisbo de miedo mira la flecha, la cual se acerca ferozmente hasta que… rasga su ropa, toca su piel. Un fuerte estremecimiento sacude su cuerpo… alcanza a murmurar

—Clarisa , Te juro que estaré contigo, AUNQUE SEA MAS ALLÁ DE LA MUERTE—

Cierra los ojos pero… por una ventana que está en el extremo contrario a la habitación llega una gran luz que con sus radiaciones ilumina la habitación, y la flecha se para en el acto…todo queda en silencio pero… el cuerpo de Darckvard sigue inerte y sin movimiento ¿Dash pudo haber cumplido su cometido?

El maestro del engaño sorprendido mira para todos lados y estupefacto por esa fuerza tan extraña que diáfana ataca su castillo, exclama—¡Que está pasando aquí yo no la mandé— la luz sigue ganando terreno y cuando parece que es de día… Iracundo Dash observa como la flecha ha desaparecido por completo ¡Solo tocó milésimas de segundos la piel de Darckvard!

—Yaret ¡aparece de inmediato, no me gusta que intervengas en mis planes!—grita Dash furioso en una tremenda rabieta

—A mí tampoco me gusta que quieras lastimar a personas allegadas a mí, cuando tu pelea es conmigo— Dice Yaret apareciendo en ese momento y tocando el cuerpo de su alumno

—¡No lo toques!

Pero Yaret lo ignora se envuelve en un campo de fuerza junto a su alumno, palpa diversas partes de su cuerpo e intenta hacer unos conjuros, pero su alumno no reacciona, Darckvard ya está muy herido, su cuerpo ha sufrido mucho daño, tanto que para muchos es mortal. Yaret en ese instante se da cuenta de muchas cosas.

—La flecha tal vez no era necesaria— le dice a Dash

—Llegaste tarde— le dice con burla— ya pasó a mejor vida

—No lo creas, de las cosas malas pueden salir cosas buenas….

—Eres un tonto— ríe Dash— dices cosas sin sentido

—No todo es como parece— lo refuta el maestro del bien— ¡No has pensado que pudiste haber ayudado a mi alumno!—y olvidándose en ese momento de su contrincante utiliza su magia y exclama a su discípulo:

—Cuando creés que todo se ha perdido, la ganancia puede ser infinita, cuando crees que lo que tú quieres se ha marchado, puedes haber ganado maravillas.

Cierra los ojos y en ese instante desaparecen maestro y alumno

Dash queda absorto mirando como los dos desaparecen como si nunca hubieran estado, pero Dash son darse por vencido lanza una especie de rayos negros por el espacio y dice:

—Yaret sé a dónde lo llevaste y hasta allá mi magia los seguirá—

…………………………………………..

El tiempo transcurre rápido y lento ¿Minutos? ¿Segundos? ¿Horas? ¿Acaso más tiempo? ¿Acaso milésimas de segundos? la poderosa magia de Yaret hace su influencia, pero al parecer la intervención de Dash también surte efecto…

En Darckvard muchas cosas pasan ¡extrañas tal vez! de pronto recobra el conocimiento, poco a poco parece que quiere retomar discernimiento de su situación, mira para todos lados, tratando de recordar, Ya no siente nada, no percibe nada, todo es el silencio más absoluto. Todo está en tinieblas a su alrededor, mas no tenebroso. Darckvard por fin puede moverse con completa libertad; se ve en un lugar muy oscuro, sin ataduras, sin cadenas ¡Sin nada que lo mantenga preso! Tampoco Hay dolor. No siente las heridas

—Cuanta calma hay aquí, es como si… Hubiera estado aquí antes, pero… no recuerdo nada—

Trata de reconocer el lugar donde se encuentra, pero no puede ver nada, tampoco percibe objeto alguno, es como si estuviera en la “nada” sin embargo no le produce miedo alguno. El ambiente no es denso, sino todo lo contrario.

Comienza a caminar; extrañamente siente una gran paz, (desde hace 17 años desconocida para él)… Frente a él comienzan a pasar imágenes de personas muy importantes para si mismo, en los últimos años, ve a sus padres, a Xavier, a sus colegas del hospital, los familiares de Clarisa , ve en un primer plano a sus maestros Brianna, Adriano, y sobre todo Yaret quien siempre ha hecho todo para apoyarlo…

Distingue a todos los que ha conocido en su vida tanto como humano, tanto como… Darckvard… Pero no ve por ningún lugar a Clarisa ¡No ve a Clarisa! Un sentimiento de angustia le sobreviene ¿Por qué ve a todas las personas que ha conocido en su vida menos a ella?

Todas las personas desaparecen, de pronto Darckvard se mira con una bata blanca y descalzo, a lo lejos mira un camino de luces, sin saber porque comienza a seguirlo

— ¡Clarisa! — Es lo único que puede murmurar — ¿Dónde estás? Si tuviera una leve esperanza de verte, creeme que daría lo que fuera para verte

A cada paso que da parece que las emociones se le confunden, a veces duda donde esta ¡Cómo si él lo supiera!… el camino le parece eterno, pero no desiste, sabe que ese trayecto lo llevara a un lugar. Además quedarse en ese territorio que desconoce le parece lo más absurdo a hacer…

— ¡Yaret! Adriano ¿Están por ahí? — no recibe respuesta

 Cualquier cosa es mejor que ese lugar, donde no hay “nada” continua recorriendo el camino de luces a lo lejos ve que la oscuridad termina, y borrosamente ve un hermoso jardín lleno de flores preciosas…

Camina sigilosamente, tratando de distinguir ese enigmático lugar y para su gran sorpresa ve a una mujer sentada a la sombra de un árbol, leyendo un libro. Contempla a esa persona, a la que apenas y puede distinguir que le parece conocida, de solo imaginarla, siente que el corazón se le sale del pecho, la imagen comienza a hacerse más clara, camina lo más rápido que puede, ya corre y conforme se acerca lo confirma ¡Ve a Clarisa en el centro del jardín!, al parecer esta meditando ¡y lo mejor! Ahora no hay ningún obstáculo entre ellos. Contempla a su gran amor tan hermosa como siempre la recordó, pero… No todo es tan fácil como parece:

Él camina y parece que no puede llegar con ella, es como si fuera un camino interminable, pero pronto llega a donde la oscuridad termina. Su felicidad es completa al encontrarse con Clarisa y verla tan hermosa, tan dulce, con esa mirada tan linda, tan transparente, y esa voz que solo de oírla lo transportaba al paraíso. ¡Igual que como él siempre la recordó! La joven viste un vestido blanco, sencillo, pero elegante, calza unas zapatillas de cristal y una corona de flores

Cuando ya siente que esta y cerca el alumno de Yaret no puede creer tanta felicidad. Quiere correr, pero no puede… por fin llega a ella

La mujer siente su presencia y se para al ver que se acerca.

— ¿Quién eres?—pregunta seria al verlo acercarse. Parece que no puede reconocerlo. Él se para y la contempla,

— ¡Soy yo! Carlos, por fin te he encontrado— dice atropellando las palabras de la emoción que le da verla

Se acerca a ella y quiere abrazarla, pero ella extrañada se aleja

Una tristeza lo corroe al ver que no lo reconoce, per recuerda que su imagen es como la de Darckvard… Inquieto trata de darle mil explicaciones. Clarisa lo mira y de su seriedad se torna un gesto de admiración.

—No sé quién eres, le dice al fin

— ¡Clarisa ! ¿De verdad no me reconoces?

Ella lo mira con atención y después de un gesto de tristeza le dice —Tu voz… tu voz... No, tu no puedes ser ¡Darckvard el alumno de Dash!

—No, no, hace tiempo que deje de ser su discípulo

— Me das tanto miedo— es lo único que dice ella

—No puedo darte miedo, soy Carlos tu novio

—Eras… hace 17 años— cierra los ojos y se da la vuelta para ya no verlo

Pero él se pone de nuevo frente a ella —Aún podemos… bueno… yo te amo, aún es tiempo de estar juntos

Las emociones de las dos personas corren a mil por hora, el intenta explicarle tantas cosas mientras que ella la mira con extrañeza

—No— protesta ella— Mi novio era un estudiante de medicina, un pacifico alumno de la logia blanca, pero eso fue hace tanto tiempo— voltea la cabeza tristemente

—Mi amor no digas eso. ¡Soy yo! Carlos… el alumno de Yaret

La mujer lo mira de manera entristecida —… Tu no puedes ser él— le dice mientras lo contempla—… Carlos mi amado estudiante de medicina, Alekander el alumno mas sobresaliente del maestro Yaret… ¡YO AMABA A ESE HOMBRE!—Y hace una pausa muy triste— En cambio ahora eres Darckvard el estudiante de Dash

“¡Alekander!” Desde hace muchos años que no escuchaba su nombre, un nombre impuesto por Yaret al llegar al mundo de la luz y convertirse en su alumno; ¡Alekander! ¡Que dulce sonaba en los labios de ella!

Parece que no escucha sus reproches, solo la mira y trata de abrazarla, pero ella se resiste. Por fin, después de tantos años están cerca, ella lo mira con una seriedad que parece miedo, mientras él la contempla de toda a toda, quiere tocar de nuevo sus risos castaños adornando su cara y perderse en esos ojos, grandes y a la vez semirasgados. Su piel blanca luce hermosa y ese vestido blanco con hilos dorados se le ve divino

Darckvard esta sin palabras, solo atina a decirle lo primero que se le ocurre— ¡Pareces un ángel!—

Pero la impresión en ella al verlo es muy diferente, frente a si tiene a la figura alta y pálida de Darckvard… solo de imaginarlo al lado de Dash y Erich, esos horribles maestros; su sorpresa y decepción no pueden ¡ser mayores!

—Darckvard ¡Eres aun el discípulo de Dash! Vete por favor, no me hagas daño ¡Tú has matado a mucha gente!

—Clarisa no puedes decir eso ¡Nunca he matado a nadie— pero ella retrocede, esta intranquila, claramente reconoce a su ex novio, pero la figura de lo que se ha convertido. La hacen temer…no le gusta para nada todo eso… pero…. No puede negar que hace muchos años lo amaba con todo su ser… si no es que aun lo ama….

El alumno de Yaret, trata de guardar la calma, y ante el temor de perderla de nuevo, le dice:

—Tranquila, no te asustes yo soy Alekander, soy Carlos, el mismo que conoces desde hace tanto tiempo

— ¡Dios mío! Darckvard! No me mientas, se de todo lo que te ha pasado… Ya sabia todo eso; de tu conversión del bien al mal, así como de…. — el intenta tomarle la mano pero ella se aleja— Bien que supe de tu encuentro con Dash y cómo te transformó por completo… Sé de tu cambio de apariencia así como cambio de nombre ¡Y todo con la ayuda de Dash! El hermano de Erich, esa mujer a la que odio y le tengo tanto miedo— traga saliva— porque ella con toda la magia que tiene….. con… — guarda silencio y una lagrima sale de sus ojos

—Clarisa no te detengas, di todo lo que desees ¿Tú estas bien? ¿Qué te hizo Erich? Dímelo ahorita mismo y te juro que….

— ¡Ves porque te tengo tanto miedo!, te has convertido en un ser vengativo y rencoroso, no dudarías en usar a violencia eso no esta para nada bien… Tu manera de reaccionar ahora no me gusta nada

—Perdón— trata de tranquilizarse— NO sé que te habrán dicho, pero nunca fui tan malo como te dijeron

—No es lo que me dijeron, sino lo que yo vi y viví de tu mano

La cara de Darckvard se ensombrece mientras el viento recorre sus pesados cabellos oscuros — ¿Cómo? ¿De mi mano? Pero nunca te vi, por más que te busque nunca supe nada de ti.

—No me viste— le dice por fin mirándolo a los ojos, pero estaba cerca y sin saberlo tú, me lastimaste— y por toda respuesta se toca su pecho y le dice— En este corazón que suspiraba de amor por ti, fuiste sombreando la duda y desolación por tus malas acciones, en aquel tiempo comprendí que no eres tan bueno como yo pensaba, y que…— se da la media vuelta y se quiere ir

—¿Qué es eso?.... No comprendo— dice poniéndose en su camino

—Nunca lo entenderás,

 —¿Quieres decir que estuve más cerca de ti de lo que yo creí? ¿Por qué nadie me dijo nada? Si estábamos tan cerca porque no me diste ninguna señal?

—Como Darckvard nunca escuchaste a tu corazón, solo a tus emociones que por cierto siempre fueron negativas… negativas porque… Dash y Erich te contaminaban con tus emociones

—Perdoname, yo no me di cuenta— pero sin poder evitar olvidar lo de Erich le pregunta con la mayor tranquilidad posible— ¿Qué te hizo esa bruja del mal?

La mujer lo mira con unos ojos tan tristes y no quiere decirle. Darckvard sospecha lo peor, la toma del brazo, y le dice— por favor, por favor, dime ¿Qué paso?— ella con lágrimas en los ojos le dice:

—Nada, prometí a una buena mujer que permanecería silenciosa a cambio de que me liberara del tormento al que me podría exponer ante Erich y estoy bien, pero no puedo decir nada, es solo que la jugarreta de la hermana de Dash, me engañó y por eso nos separamos. Tu conversión en Darckvard, fue lo que nos separo, tanto y tanto tiempo—

Y la dulce mujer de cabellos castaños rompe a llorar, Darck se acerca lentamente hacia ella para no asustarla mas y la abraza, ella no pone ninguna resistencia y suelta toda su tristeza y dolor en los brazos de él

La mente de Darck recorre su vida y pasado cuando aun era un estudiante de medicina, y en el mundo de la luz era un estudiante de Yaret, recuerda su suplica a Yaret, para ayudarlo a encontrarlo ¡Ahora comprende las palabras de su maestro! “Busca las respuestas en tu corazón. Él te dirá la verdad cuando tus ojos están cerrados”

De haberlo escuchado tal y como se lo dijo, no hubieran pasado tantas desgracias y complicaciones. Ahora recuerda cómo es que a los pocos días de la desaparición de Clarisa , estando él muy desesperado Dash se acercó a él y con una y mil promesas, lo unió a su mundo ¡Nada mas lejos de la realidad de sus promesas! Lo alejó mas, mucho mas de ella

Darckvard está abrazando a Clarisa, ella se encuentra muy triste, mientras que él esta que estalla de coraje; quisiera arremeter contra los dos hermanos del mal en ese momento, pero ¡NO! Ahorita está con el amor de su vida es lo que le importa

Clarisa por fin parece que se repone, se separa de Darck y sentándose junto a un árbol. Comienza a hablar de nuevo—Yo siempre supe todo de ti, quien eras y todo lo que hacías— él como toda respuesta se sienta junta a ella dispuesto a escucharla. Cuando ella termina de contarle todos los pormenores que vivió. O al menos cuando termino de contarle todo lo que quiso decirle. Darck habla de nuevo

—Te hubieras acercado de nuevo a mí, yo hubiera hecho lo que sea para regresar de nuevo a ti. Creeme que de inmediato hubiera dejado a Dash

—No todo es tan fácil como parece, tú sabes que todo se rige por ciertas normas. Tú estabas haciendo mucho mal, y por ti mismo debías de enmendar todo. Además…. — ella se queda callada temiendo decir la verdad de sus sentimientos

—¿Además que?

—No confió en que seas una buena persona de nuevo

—Clarisa yo… te lo puedo demostrar, no sabia de las trampas de das ¡NO sabía nada!— Dice intentando tomarle la mano, pero ella con su mirada le hace ver que no lo intente. Mientras que uno esta ansioso por abrazarla, la otra esta asustada

—Puedo y seré capaz de enmendar todo lo que hice

—Pero… a pesar de todo, no se ha perdido mucho…— sus sentimientos la hacen dudar— Tu… eres Carlos ¿Verdad? Eres Alekander el alumno de Yaret. Ya no hay rastro de Darckvard el alumno de Dash ¿Cierto?

— ¡Claro que si!, yo soy Carlos, Alekander, el hombre que siempre te ha amado. Clarisa no importa cómo me veas. Yo soy el hombre al que tú amas. ¡El que siempre te ha amado!

La mujer lo mira nerviosa, no puede evitar sus sentimientos, pero teme equivocarse de nuevo

—No lo sé, por mas que intento convencerme de quien eres, no logro verte como antes… Estoy frente a ti y no siento todo como antes… no… ¡has cambiado tanto! tú siempre adoptas la forma según la forma o condición que tengas… No me gustas como Darckvard, no me gusta lo que has sido capaz de hacer

—¡YO!...

—Mi novio era muy diferente, la persona que tengo frente a mi es una persona extraña, él era alguien muy bueno y se preocupaba por los demás. Yo amo a él no a lo que sea que seas tu— dice esto mientras se aleja un poco de él.          

— Mi amor, no te alejes— Se entristece de sobremanera— soy yo, el mismo que te ha amado desde siempre— al mirarlo ella con extrañeza él continua— pero ahora me llamo Darckvard, es la forma que tuve que adoptar confundido cuando me hice alumno de Dash.

— No era necesario tu cambio de nombre

—Para mí si, por Darck que significa oscuridad y tinieblas, fue así como me sentí, después de tu desaparición

— ¿Tú te volverías a nombrar Alekander? Que significa protector de la humanidad

—Si pudiera volvería a serlo, pero no todo es tan fácil… creo que ya no… El murió hace mucho tiempo, lo sacrifique para convertirme en Darckvard, era la única manera que creía tenia para buscarte mediante las sombras de Dash

— ¡Oh!— Exclama con un gran dolor comenzando a llorar de nuevo— No era la única manera, Dash te engañó

—Mi vida no llores, soy el mismo, el hombre que tu amas— la abraza, y al principio ella se deja, llora abiertamente, mojando su pecho, los dos se ciñen fuertemente, Darckvard ya no soporta tantas emociones juntas, y después de mucho tiempo, de muchos años sin llorar, le brotan lagrimas de desesperación y desconsuelo, pero a la vez de alegría y esperanza. Después de 17 años por fin están reunidos.

Así duran varios segundos, abrazados, compartiendo sus penas, sus lágrimas, sus esperanzas. Por fin el estudiante de Yaret, retoma confianza, quiere besarla, pero ella se retira con miedo

— ¡NO! No me beses y no me digas mi amor, con esa forma me das miedo.

Darckvard con sus poderes, intenta cambiar de forma, pero no puede, no puede ni siquiera cambiar su forma a como la tenía hace más de 17 años. Intenta hacer algo más, pero no puede; parece que todos sus poderes han desaparecido

—Clarisa quiero hacer lo que me pides, pero extrañamente, no puedo cambiarme a nada. Mis poderes no sirven

—y no servirán, tus poderes como Darckvard provienen de la oscuridad, y estas en un mundo de luz, es imposible que puedas hacer algo aquí

—Dime de que manera puedo cambiar

—No lo sé., yo no soy ni maga, ni maestra

—Mi amor Yaret me podrá ayudar, ven conmigo a buscarlo

—Eso no e puede hacer, estamos en una dimensión muy diferente a la de tu maestro y a la de los humanos

— ¡Cómo!

Aunque aquí hay mucha paz y tranquilidad Erich me encerró en uno de sus calabozos y una mujer misteriosa me ayudó a salir y ocultó en esta dimensión desconocida para la mayoría de las personas. Cuando vio que no podía cumplir sus planes contigo

—¡Que planes!

—No te lo puedo decir, y la verdad no estoy segura, pero en este lugar casi vacío y desértico encontré la paz que se me fue, solo me hacías falta… perdón solo me hace falta acostumbrarme por completo

—No te preocupes— dice meditativo— lo que importa ahora es sacarte de este lugar

—No hay manera de salir, al menos no la conozco, creo que solo con la ayuda de un gran maestro— dice mientras la toma de la mano, pero ella la retira

—No te preocupes mi amor, yo me quedare contigo y veremos cómo salimos de aquí

—No lo sé

Darckvard como toda respuesta intenta abrazarla de nuevo cariñosamente

—no me abraces, ya no siento nada.

—No digas eso, que tus ojos me cuentan la verdad de tus sentimientos

—Lo siento, mi gran amor es Alekander el alumno de la luz que quería convertirse en maestro blanco como Yaret. ¡Carlos! el humano bondadoso que quería ser médico para salvar la vida de tanta gente… No Darckvard un estudiante de las sombras que hizo daño a muchos seres

— ¡Clarisa! Yo…

—No digas nada— dice forzando las palabras mediante el llanto— Nunca quise creer lo que me dijeron de ti, que eras Darckvard, ese ser que hizo que muriera tanta gente. Si en este mundo sigues como Darckvard es que aún hay maldad en ti.

—Clarisa yo no soy malo ¡Yo nunca mate a nadie!

— ¡Si lo hiciste! Indirectamente, al hacer lo que Dash te pedía

— ¡Yo no sabía que es lo que él hacía con lo que me pedía!

— ¡No mientas! Tú sabias quien era él

—Perdoname… yo…

—Con tus frases entrecortadas confirmas que es verdad lo que yo te digo.

—Perdoname, solo quería estar contigo, perdoname y veamos como solucionamos todo, ya es demasiado el tiempo que hemos estado separados

—Yo…

—Mi amor, ven. Aun nos amamos

—Quisiera hacerlo, quisiera decirte otra vez que te amo, pero no puedo, y ni siquiera contemplo en abrazarte como lo que eres ahora.

Ella, deja derramar una lágrima y sin decir nada mas se da la media vuelta y comienza a irse

—Lo siento, mi gran amor es un ser de la luz, no un ser de la oscuridad. NO niegues que Darckvard pertenece a la oscuridad, y si aún tienes la forma de ese ser despreciable, es señal que aún hay maldad en ti

Clarisa pretende irse pero Darckvard la toma del brazo y exclama

—No te dejes llevar por las apariencias. Me vea como me vea ¡Yo deje el camino de las sombras! Por eso preferí dar mi vida, para alejarme del mundo de Dash… Yo… volveré a la luz, ya estoy volviendo, impedí el sacrificio de Lucrecia, di mi vida por no estar más con Dash y salvar a otros muchos seres. No sucumbí a su última petición por más tentaciones que él me puso. Trate e hice todo por ayudar a los vampiros que el y sus secuaces lastimaron para raptar a Lucrecia

— ¡Alekander!

—Clarisa, no todo está perdido, recuperemos nuestro amor

—Alek… si tu puedes ser de nuevo como antes, yo…

— ¡Te juro que haré todo lo posible para eso!

El sentimiento gana a la razón, el la besa tiernamente y ella se deja, no se sabe si en ese momento actuó un poco de magia o hechicería, o simplemente todo es unas ilusión, Clarisa en ese momento lo ve como Carlos, el amor de su vida

El amor que se tienen los dos es muy grande, se corresponden el beso, y una luz ilumina todo ese jardín. La fuerza de su amor crece y crece, mientras que la luz se hace mas clara. De pronto un resplandor .los hace separarse y al mirarse, ella ya no es la misma, tampoco lo es él.

—Clarisa yo TE AMO

—Nunca he dejado de amarte

Felices se dan otro gran beso, las palabras de amor se hacen eternas, y sin que ellos dos se den cuenta la noche ha caído, los besos cobran mayor intensidad, la ropa de ella cae suavemente, mientras que el cuerpo de él ya esta desnudo. La magia se transforma en pasión, él recorre suavemente la piel de ella, con besos, con abrazos, con caricias, mediante murmullos de amor, le profesa todo lo que durante años no hizo.  Con besos abrazos y caricias le da todo su amor… mientras que ella se deja querer suavemente

Una mezcla de pasión y ternura se apoderan de ellos, la magia esta mas que presente y con la intensidad de sus corazones todo su amor explota en una ola de éxtasis. El cuerpo de Darckvard desaparece, metamorfoseándose en el de Carlos. No se sabe si es realidad o es el ánimo de los dos, quien así lo hace

 Después de que su amor llego al éxtasis, el medico se recuesta sobre la césped mientras que la cabeza de ella descansa en su pecho, él la acaricia con delicadeza… las palabras de amor y pasión inundan sus cuerpos.

—Ven— le dice ella incorporándose— No podemos estar aquí toda la noche— se levanta y le tiende la mano— Te invito a mi casa

Emocionado Carlos la abraza y así desnudos como están caminan unos cuantos metros, ella comienza a titiritar por el frio y el con una gran caballerosidad la cubre con sus propias ropas, mientras que le besa los labios, ya vestidos los dos siguen caminando hasta que ven al fondo una casa en medio de un jardín, no es muy grande, pero se percibe linda y acogedora. En ese momento nada más les importa, al menos no a él.

Juntos y haciendo muchas pausas por tantos besos que se dan, llegan a la habitación de ella, se recuestan… el amor lo hace olvidarse de todo, solo se encuentran ellos dos en ese momento. En medio de una gran lluvia de pasión y amor, hacen el amor de nuevo. La dicha no puede ser mayor, por fin esta con la mujer que ama… Desnudos se abrazan y se besan. No hay ningún centímetro de su cuerpo que no se toquen, besen o acaricien… en ese momento no existe nada para ellos

Hacen el amor varias veces, hasta que al fin el cansancio se apodera de ellos y duermen abrazados, justo al cerrar los ojos Carlos murmura— Te amo— ella se aprieta a su cuerpo y los dos duermen profundamente

La mañana llega y Carlos despierta, para su dicha ve que no fue ningún sueño, ve junto a él el cuerpo desnudo de su amada. Él sonríe mientras le besa suavemente desde el cuello, hasta donde termina su espalda y un poco mas. Ella despierta entre suspiros, sonríe al verlo y con un suave beso los cuerpos de ellos se entrelazan

El día así pasa amándose y por fin platicando de su futuro, Carlos no pide explicaciones de donde esta ni que ha pasado con las personas que él conoce. Simplemente se siente en el paraíso al lado de ella y nada más le importa.

Pero en el fondo no está tranquilo, ese lugar lo desconoce, además parece que está en ese lugar escondiéndose de Erich pero ¿Quién es la persona que le pudo ayudar?— cuando mira a su novia tan tranquila se dice — Vale más disfrutar lo que tengo ahora, que preocuparme del pasado— pero a pesar de lo que piensa no está seguro  .

Llega otra vez la noche y Carlos pasa la noche con ella, se aman no hay duda y por fin están juntos…, nada les importa solo amarse. Un día pasa, luego otro, no hablan del pasado, simplemente de sus vidas en esa pequeña cabaña… y tal vez después… formar una pequeña familia. Con el paso de los días el medico ha conocido a varios habitantes de ese pueblecito, muy parecido a los de la dimensión de los humanos, poco a poco se ganó la confianza de los habitantes y ante la escasez de los doctores, utilizó de lo mejor su profesión de doctor…

Pero no ha podido olvidar ni a Yaret ni sus otros maestros, siempre que tiene un poco de tiempo libre mediante la meditación rata de encontrarlos, o al menos comunicarse con ellos, pero no obtiene respuesta de nada, tampoco ha encontrado respuesta del lugar misterioso en el que se encuentra. Aunque a pesar de todo no le preocupa tanto, esta con Clarisa y todo esta bien. Aunque su pareja no ha dejado de darse cuenta de su búsqueda, esto la confunde y no ha dejado de preocuparse………..

Pero….

Una noche ya cerca de la una de la madrugada, Carlos despierta alertado por un silbido suave que él cree reconocer. Una sospecha lo atormenta, pero sospechando que es una pesadilla intenta ignoralo abrazando a su novia

—Carlos ven— le dice la voz tranquila y a la vez tormentosa de….

El pretende ignorarlo  cierra los ojos y se finge dormido, pero la voz misteriosa del espectro sigue —Carlos ven conmigo, sigue la esfera negra o me desquitare con tu novia

Ante esta advertencia el alumno de Yaret se viste a toda velocidad y sigue esa esfera negra hasta las afueras de su nueva casa y para su desdicha de a Dash

—¡cómo pudiste llegar aquí?  Si aparentemente esta dimensión es desconocida  

El maestro ríe con burla y le dice— yo siempre encuentro la forma de llegar a donde me interesa

—vete ya de aquí, de mi te has burlado suficiente y además ya me mataste como querías— dice recordando de manera borrosa su último encuentro con él

— ¿Y cómo sabes que no estás muerto? ¿Cómo sabes que este es el mundo de los descarnados? Y por eso mismo no puedes encontrar las dimensiones a las que tanto solías visitar

—Tal vez por eso nunca funcionaron mis poderes ni intentos de comunicarme con Yaret— reflexiona para sí mismo

—Pero porque tanta insistencia a mi, si hay tantas personas que pueden ser tus discípulos—

—Porque tú tienes algo que yo quiero— y señala a su frente— tienes un don especial, lo heredaste de tus padres Yaret y….  

—Yaret es solo mi maestro

El maestro del mal ríe con fuerza y le dice— esta bien como quieras, pero no le eches la culpa de donde estas a tu maestro blanco, fui yo con mis poderes yo te di este lugar y la imagen Clarisa

—No mientas, que yo estoy aquí porque tú me mataste con la flecha de fuego, tal vez estoy en el mundo de los muertos, o en una dimensión de otro mundo

— ¡No estés tan seguro que yo soy el maestro de la burla y el engaño, he estado jugando contigo— y con un ademan aparece la imagen de Clarisa quien en ese momento aparece con un vestido blanco, bordado con hilos de oro, pero amarrada con unas cadenas —Únete a mi mundo o la perderás para siempre

—¡No le hagas nada!—pide desesperado Dash

—No me hagas reír que ahora no tienes ningún poder o arma para defenderte

Carlos lo mira con furia, a pesar de todo Dash tiene razón, pero no se unirá a su mundo

—Ven conmigo entonces— continúa Dash

—¡Carlos no!— grita ella— hace 17 años te engañó y por eso tu y yo nos separamos hace años. No caigas en su juego de nuevo

Dash impaciente como siempre, amenaza con lanzar un rayo hacia ella y dice— Si no te unes a mi mundo sufrirá la misma tortura que tu antes de morir— dice mientras las poderosas cadenas sujetan todo su cuerpo

—¡Esta bien, está bien— grita desesperado— Me uniré a tu mundo, pero dejala a ella tranquila

—¡No Carlos por favor!- implora ella

—Ponte este anillo— ignora Dash las suplicas de la mujer— y permanece conmigo para siempre, hace aparecer un anillo de un metal oscuro como la más densa noche— Usalo y te dejare libre con ella, serás mi sirviente, te hare un maestro negro y podrás estar con Clarisa como siempre has querido

Carlos con todo su afán de protegerla camina hacia el anillo

Cosas extrañas suceden en ese momento, cosas que ni el mismo Carlos alcanza a darse cuenta, el cielo se ilumina y de pronto se oscurece, así con todos los cambios de luz y sombra, Carlos busca una oportunidad, un algo para hacer. El mismo Dash está sorprendido, pues eso no lo provoco él, Carlos aprovechando la confusión del maestro libera a Clarisa y corre con ella lo más rápido que puede,

—¡Yaret! Eres tú, lo presiento— dice Carlos para sus adentros— ¡Ayudame! dame una señal— pero nada ocurre, no deja de correr junto con su novia, no deja de pedir ayuda de su maestro…. De Dash quien dándose cuenta de todo lanza una poderosa descarga eléctrica… Un rayo alcanza la espalda de Clarisa y ella cae al suelo

— ¡NO! — Grita Carlos desesperado— Yaret ayudame, no me hagas perderla de nuevo

Como única respuesta aparece un anillo dorado flotando en el aire, Darckvard lo toma y poniéndolo sobre el dedo de Clarisa dice:

—Divino maestro Yaret te lo imploro, sanala, no importa el precio que me hagas pagar

Las tinieblas comienzan a disiparse de nuevo, la luz hace su aparición y frente a él esta Yaret, quien dice

—La fuerza de Dash es increíblemente grande, no puedo hacer mucho por ayudarlos, pero ten fe y tu mismo te libraras de él  

—Haz lo que sea, pero no la dejes ser esclava de Dash, por favor, te lo imploro

Yaret lo mira con su increíble mirada y solo le dice— el anillo que pusiste en el dedo de Clarisa la ayudara, no te preocupes los poderes de él no tienen efecto en ella, pero por ti no puedo hacer mucho, aun tienes energía negativa en tu interior… pero presta atención a esto… ¡Por más fuertes que estén las cosas nunca desistas ni dejes el camino del bien…

Carlos asiente y Yaret mediante una oración en egipcio antiguo hace aparecer el anillo que fabrico Dash y sacando un clon de su propio anillo de oro blanco sigue orando mientras lanza los dos anillos al aire haciendo que se fusionen,

— ¡Tomalos!—

Salen chispas mientras Carlos toma el nuevo anillo y se lo pone, la tierra parece que comienza a temblar, Hace un fuerte viento, Yaret desaparece y Carlos examina su sortija es mitad blanca y mitad negra; tiene unas inscripciones que él no alcanza a entender, se lo pone y se aferra con fuerza al cuerpo de su novia. Desde las alturas la voz de Yaret se escucha — ¡Por más fuertes que estén los obstáculos no desistas

Hace un viento increíble, por la atmosfera hay juegos de luces y sombras, el cuerpo de Clarisa desaparece… ¿Podrá el amor vencer los obstáculos más grandes? El alumno de Yaret voltea para todos lados sin encontrar una explicación para nada,

Contra su voluntad, todo de nuevo se ve oscuro, esta solo

—¡Clarisa ! ¡Clarisa! — grita una y otra vez, pero nada

—¡Dios mio! Divino ser supremo, TU QUE LO ERES TODO ayudame a recuperar a Clarisa … no me separes de nuevo de ella cuando por fin la tuve después de diecisiete años — cierra los ojos y con un verdadero arrepentimiento de lo que hizo antes comienza a orar humildemente.

—Espero que Yaret se la haya llevado— se para y mira para donde estaba Dash… pero… él también ha desaparecido

 De pronto parece escuchar las voces de Dash… comienza a sentir otra vez un gran dolor y como si su cuerpo estuviera atado de nuevo a unas cadenas, el ambiente se siente denso y tenebroso, pero a pesar de todo, siente que no puede despertar… la oscuridad se hace cada vez mas densa e inquietante……………..

¿Habrá regresado al pasado, justo cuando la flecha de fuego estaba por golpear su cuerpo?..............................

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