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Señorita culo… 2

en Sexo con maduros

Si quieren ver la 1era. Parte aquí:    http://www.todorelatos.com/relato/99842/

Todos los datos que me pidieron quedaron apuntados en mi catálogo de las 12 fotos más bonitas, iban apareciendo unas en lencería y otras desnuda con diferentes posesitas, todos mis datos,      mi edad: 19, mis medidas: altura de la hembra: 1,69 m., kilaje: 57, ubres: 88, cintura: 60,           rabo: 99, piel: blanca, ganadería: y aparecía mis datos de domicilio y contacto; pedigree: buena hembra, puta-sumisa, excelente cuerpo, acinturada, carácter estable, alegre, risueña, ingenua.

Luego tenía que ponerme el apellido de tres patrocinadores al menos que me costearían todo,     lo relacionado con el concurso, aunque ninguna de las chicas participantes perdía las esperanzas de encontrar un amante, los patrocinadores debían ser muy ricos y gente de prestigio, de preferencia  líderes de alguna empresa, filántropos o incluso de dudosa reputación, siempre que nos atendieran, y que aportaran lo suficiente, y más; para el concurso, los apellidos aparecerían, después de mi nombre, el cual estaría en los licores edición especial: culos jóvenes, pero solo los de las tres ganadoras, que pasaran victoriosas a la final, la noche del evento; yo pensé ingenua, que todo era mercadotecnia.  ¡Qué tíos más ocurrentes!

Tengo que ser más rápida pensé…; pues el tiempo corre; comencé a ir al gym, para remarcar más mis ya de por si redondeados glúteos, usando solo mallones blancos, y en tanga, y arriba un top amarillo, calentadores rosa y tenis blancos; me hice una cola de caballo tipo chongo, súper levantada como coronando mi cara de nena inocente, ja, ja; se me veían los labios de mi depilada panochita con claridad, y mis anchos y oscuros pezones se me marcaban a través de la remera de likra, solo hacia ejercicios para mi culo y piernas, había más de 80 gentes por día, y solo había 2 instructores y ambos querían entrenarme a mí, se mostraban, exageradamente atentos conmigo y observaban mi rutina con gusto, a veces me animaban con nalgaditas.

Después de algunos días,  conocí a Ernesto un señor de 73 años que solo veía atento el movimiento del gym, sentado en una silla de madera muy antigua, al platicar resulto ser un restaurantero famoso del puerto donde vivo, estuvimos platicando un rato mientras tomábamos agua, y le propuse que me patrocinara y por supuesto acepto, no sin antes pedirme que lo acompañara a comer el viernes de esa semana y de paso me conseguiría los otros dos patrocinadores, al parecer unos amigos suyos, uno de 54 años socio de una compañía de aviones y un viejito de 81 años, ja ja, bueno para mí que tengo 19, este era socio constructor del nuevo metro subterráneo; después de una media hora de charla, quedamos el viernes cerca de las tres.

Los siguientes días estuve dedicada a usar mucha más crema humectante de lo acostumbrada en todo mi cuerpo, pero más en mis pompis, estuve arreglando mi larga melena rubia, y fui a la estética a que me pusieran más extensiones  y más largas, que alcanzaban a tocar mi culo y pedí unos mechones tan cenizos, que se mezclaban con el tinte rubio, y el cabello se me veía casi blanco, y mis uñas me las pinte blanco estilo francés.

Llego ese viernes y me arregle lo más que pude para ir muy linda y sexi a comer con Don Ernesto, Don William, y Don Merazio el viejito de 81, segura de obtener su patrocinio de los tres, en verdad quería conquistarlos, …a los tres.

Eran casi las doce del día y después de bañarme y depilarme por completo, Me desnude frente al espejo de mi tocador y comencé a arreglarme, me senté en una sillita, y se acercaron mi mama y mi hermana, Mi mami, me ayudo a maquillarme en tonos azul obscuro, bastantes cargados, y me hecho brillantina en mi cuerpo desnudo, le pedí que me echara más brillantina en mi blanco nalgatorio, pues presentí que no iban a desperdiciar la oportunidad de follarme por todas partes, mis viejitos, a cambio del patrocinio,  me eche de esa loción del corazón, y como una prueba del concurso próximo a realizarse en unos días aproveche para enviarle varias fotos a todos mis amigos hombres del cole, y de varios antros ,con ese atuendo, desnuda, ah y con las zapatillas rojas del concurso ya puestas, me deje el cabello rubio cenizo con rizos casi blancos suelto, y otras donde aparecía en lencería como baby dolls y ligueros,…pero solo para ayudarme a escoger el mejor maquillaje, mi hermanita de 18 me seguía ayudando todos los días después de bañarme a ponerme más humectante en el cuerpo y en especial en el culo pues era lo que más calificaría el jurado, estoy muy contenta con mis 99 de culo pensé tiernamente, así que ya soñaba con ser la “señorita culo” de esa edición.

Me cambie las zapatillas por unas a juego, y me puse una conjunto de bra de ese que levanta y junta en el centro las chichis, y un bikini a media nalga tipo culotte en color negro, todo con encaje de florecitas y moñitos blancos arriba de mi panochita, y otro en medio de mis tetas, una minifalda de elastano color blanca arriba de la rodilla, y un top de rayitas blancas y negras horizontales como de marinerita, tipo strapples, que dejaba mi ombliguito con un piercing de oro en forma de pollita completamente a la vista, el piercing me lo regalo mi novio Wellington un negro divino, la primera vez que lo deje follarme por el culo, de verdad quiero agradar a los tres pensé, se los hare saber y conseguiré su patrocinio, y ayuda.

Tres días después de ese día cheque mi mail, Todos en Internet fueron muy amables en calificar mis fotos, y mandarme e mails aunque pocos se referían al maquillaje, casi todos solo me proponían hacer cosas en la intimidad, uno que otro señor hasta me propuso más de una vez regalarme de todo si me iba a vivir con él; incluso mi novio en turno Wellington, mmmmmmm, el tío que les platique, mi hombre fuerte y negro de 25 años del cole, me hizo una página web de mis fotos más íntimas para recibir comentarios y apoyo de mis seguidores para que me alentaran para ganar, yo gustosa ya estaba recibiendo miles, de entradas a mi website todas con halagos y piropos subidos de tono, y por lo que se veía es seguro que recibiría miles de entradas más a mi página.

Todo eso he hecho solo pensando en agradarte a Ti pensé…, en el Dueño de la empresa. Cuando me di cuenta ya no podía sacármelo de mi mente. Lord Meyler Donatt. Era el hombre del jurado que tenía la decisión final.

Bueno el reloj marcaba casi la hora de las tres de la tarde y tome el metro para llegar al restaurante, y encontrar a mis tres señores, todos ellos según Ernesto ya casados y con hijos más grandes que yo, vaya situación, aparte ya se imaginaran la manoseada que me dieron en el camino, como iba; casi en cueros.

Continuara…