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En el sauna.

en Gays

Tenía Yo meses planeándolo, mi nombre es Ángel, tengo 25 años, y hasta la fecha toda mi vida he estado fantaseando con tener relaciones sexuales con otro Hombre, siempre me imagino en cuatro patitas en mi cama, desnuda, con el culo en pompa y esperando ansiosa, la verga de un machote entre mis pompas blancas, desde adolescente empecé a tener cada vez mas deseos de hacer realidad mis fantasías; incluso me comencé a vestir con ropita muy ceñida a mi delgado cuerpo y me depilaba todita con esas cremas que existen para mujeres, a veces me metía a los autobuses en horarios pico, coqueteándoles a los hombres y con la esperanza de alguno que otro señor empezara a restregar su cosota entre mis pompas; para mi sorpresa, muchos hombres si aprovechaban la situación y me restregaban su verga durante minutos, hasta que terminaba la ruta, esa fue mi rutina por más de tres meses, no iba todos los días pero si por lo menos una vez por semana, poco a poco fui decidiendo tomar prestado el maquillaje de mi mami, y cada vez iba aumentando la cantidad de maquillaje en polvo que matizaba mi piel blanca y ofrecía una visión más clara a los hombres de lo que realmente era, un afeminado, o como quieran decirle. Yo aún estaba muy confundido, y la verdad no sabía aceptarme como gay, aunque sí que sabía que lo era.

Siempre trataba de estar aprovechando cuando mis padres creían que estaba yo en otra actividad, incluso acepte entrar en clases de natación, y usar un pequeño bikini blanco, y  solo para fingir que no sabía yo nadar y el maestro de natación que era un tío súper musculoso y vergón se me acercara con su paquetote y me invitara a patalear mientras él me sostenía con sus manos bajo el agua, él decía que así aprendería mejor, él sabía que él no dejaba de ver mis nalgas y mis piernas mientras pataleaba como nena berrinchuda; una que otra vez me tocaba mis nalgotas con sus manos masculinas o con su entrepierna, mis nalgas son como de nena y se salían irremediablemente del diminuto bikini, yo me dejaba tocar y restregar por su verga, nunca le dije, nada, desconozco si él también  tenía los mismos gustos que yo, lo único que sé es que definitivamente él debía ser activo, …creo que fui muy tonta.

Incluso debo confesar que de joven cometí el error de querer enamorar a alguna chica, sin embargo, ellas me rechazaban y pronto me di cuenta, de que lo que sentía por ellas era más bien una admiración y un amor más platónico que real, y que mi verdadera vocación, era amar el cuerpo de los hombres.

Me encantaba imaginar a mis compañeros en la Universidad, pensándolos como se verían desnudos y como me vería yo abrazada por ellos, pero Yo en femenino, aceptando un trato como de cualquier novia con  su macho al lado, sin embargo, la preocupación por lo que diría la sociedad y sobretodo mi familia me había llevado a no concretar nada, hasta la fecha no me he atrevido a decírselo a mi mama.

Sin embargo eso estaba por cambiar, tenía tiempo ya, que estaba yo planeando asistir a unos saunas muy concurridos en mi ciudad con fama de ser un lugar para encuentro gay, sin embargo, por momentos me daba un poco de temor, ya que eso también era completamente desconocido para mí, e incluso había leído algunos comentarios de que a veces algunos hombres se ponían agresivos con sus parejas.

Finalmente un Día me arme de valor y después de depilarme por completo el bello de mi cuerpo, para parecer lampiño, me decidí por experimentar el famoso sauna, por cierto les comento, soy muy blanco y me encanta que me traten en femenino, he estado investigando desde hace tiempo por internet y sé que mi rol definitivamente es pasivo, 100% full, híper pasivo, solo me interesa que me penetren sin parar durante horas, y me excita mucho la idea de tener un miembro varonil en mis manitas y llevármelo a la boca, cual nena con chupón nuevo.

Me diriji al lugar, en una colonia a bastante alejada del resto de los lugares de moda por cierto, en el cual al estar allí afuera, por cierto más bien parecía un antro; me explicaron que había ya ciertas reglas predeterminadas para poder socializar y encontrar pareja, tenían una cuota fija por entrar y ofrecían otras cosas extras, que a la entrada te ofrecían, eran una serie de objetos que te servían de señal una vez que estabas dentro.

Unos hombres que aparentaban ser de seguridad me dijeron el precio del “cover” y me dieron una tarjeta de prepago que me dijeron me irían “penetrando” con una sonrisa maliciosa, cada vez que consumiera un servicio dentro del sauna, yo me estaba poniendo nerviosa, pero me encanto como me dijeron que me penetrarían y sobretodo como se rieron de mí, no era una burla sino una sonrisa lujuriosa, como si supieran que yo era pasivo.

Finalmente me preguntaron que quería yo sin un traje de baño negro hasta las rodillas, o una tanga color rosa y un pareo chiquitito y transparente también en rosa muy escandaloso y con florecitas., el look de pasivo lo completaba unas chanclitas rosas, y el otro, el de activo o inter unas sandalias negras, muy toscas.

También me explicaron que aparte de la ropita con la que me cambiaria adentro del sauna, para poder entrar tenía que adquirir unas pulseritas; para que los demás supieran quien era yo y a que iba, las pulseras se diferenciaban según el color, había unas negras que eran solo para socializar y platicar, y tenían un costo, otras color fucsia que significaba que solo quería yo tener sexo oral, y finalmente unas rosadas que significaba que quería yo tener sexo completo con cualquier desconocido o desconocidos, curiosamente las más baratas eran las color rosa.

De regalo me daban tres condones.

Sentí, que tenía yo que tragar saliva para por fin confesarle a alguien de mis verdaderas inclinaciones y comencé a sudar un poquito, quizás les parezca algo tonto, pero estaba yo nervioso.

Era la primera vez, que hacia algo parecido, solo me había dedicado a acariciarme en la regadera mi recamara y a introducirme consoladores en la soledad de mi habitación, y a veces a chatear con activos o inters desconocidos por Internet, o por la webcam.

Con un poquito de pena me dirigí al Hombrón de la entrada y le dije, color Rosa por favor.

-Claro mi Reyna, y me dio una nalgada en mi pompi derecha.

Al entrar vi varias estancias, en la primera había solo lockers y una chica muy amable me dijo que debía yo desnudarme en una cortina y cambiarme por la ropita que me habían dado a la entrada.

Le hice caso, al salir vio inevitablemente que era yo pasiva, y me pidió que le enseñara mi pulsera, al ver que era rosita, no sonrió ni nada, al contrario me dirigió una sonrisa de complicidad, como dos mujeres iguales, y me dijo tienes que subir al tercer piso amiga, hoy hay un día bastante agitado hay muchos hombres; sensualmente subí las escaleras todavía un poquito temblorosa.

Cuando por fin estuve arriba vi a  muchos hombres prodigándose toda clase de cariños, en un ambiente muy caliente, con banquitas de azulejo corriente, y la parte que supuestamente era sauna no era más que una alberquita con agua caliente, que parecía chapoteadero.

Algunos Hombres estaban ya desnudos y unos se estaban cogiendo a otros a la vista de la gente.

Por un momento dude, ya que no me esperaba ver algo así, pero una mano firme, me tomo por mi manita y me dijo

-Ven princesa, es tu primera vez  verdad

-Si le dije

-No te preocupes esto es normal, mira lo que pasa es que si no te gusta estar en público alquilan cuartos privados, son muy chiquitos pero si tú quieres vamos yo te invito precioso,

Voltee a ver su muñeca y tenía una pulsera rosada, y un traje de baño largo hasta la rodilla color negro, supe que era activo, y mi corazón empezó a palpitar con muchas más fuerza, pensé, él  me va a coger, y me estremecí, sentía mis piernas temblar un poquito;  era un señor de más de 50 años de edad, blanco, alto, y con el cabello muy canoso, su pelo en pecho era encantador, se veía delicioso; su mirada era muy oscura y profunda, y sus manos peludas y oscas, su torso era grueso, y su espalda muy ancha, era un sueño de Hombre, sin duda me gustaba, pero eran demasiadas decisiones para mi mente,

Mario era su nombre;… finalmente me invito una cerveza, y empecé a relajarme de inmediato,

- ¿quieres ir al privado preciosa?.

Me empezó a tratar en femenino, No había marcha atrás, me dije…

-si

Lo que paso allí ya deben imaginárselo en un cuarto de 4 x 4, cuando quedamos desnudos me abalance a hincarme y comencé a mamar como lo imagine tantas veces, apenas unos minutos después me ordeno ponerme contra la pared de espaldas a él, y pare mis nalgas lo más que pude;  y despojándome de mi ropita termino penetrándome lentamente y de manera deliciosa, con mucho cuidado, ya que le dije que era mi primera vez, primero dejo que yo me viniera varias veces, y después de estarme bombeando más de media hora, me ordeno volver a hincarme para recibir su lechita;  termino viniéndose en mi rostro y mi boquita y me ordeno tragármelo todo delante de él, nos dimos nuestros números celulares y nuestros mails, y cuando espere que fuera a darme un beso o una caricia, se salió del cuarto, y me dejo allí sola llena de su leche en mi rostro, desnuda, sudada, y empecé a sentirme cómo se siente una mujer después de ser cogida, …usada por un verdadero hombre, me puse a llorar muy femenina de alegría, y ajustando mis sentimientos a mi nueva realidad de pasiva cogida, aunque fuera así,  comencé a sentir la libertad.