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Complicidad entre primos 14

en Amor filial

Luis notó que estaba soñando. Se encontraba en un parque cercano a casa. Vio a Alicia que venía corriendo con el pelo suelto, totalmente desnuda y con expresión despreocupada. Podía ver sus tetas bambolearse. La llamó pero Alicia no pareció escucharle y salió tras ella. Veía el movimiento de su culo. Le alcanzó y se tiró al suelo con ella. Alicia sonreía y se besaron. Pasó a lamerle las tetas y bajó hasta su vagina que empezó a lamer, cosa que no le había hecho. La volteó y con su polla ya fuera se la acercó al culo. En ese momento todo se volvió negro y Alicia se esfumó.

A la mañana siguiente se despertó y recordó el sueño. Maldiciendo para sí que no hubiera seguido. Y albergando la esperanza de que en el futuro fuera real y no necesitara soñarlo.

Manuel se despertó, seguía abrazado a Alicia. La soltó y se giró con suavidad para no despertarla. Marta también dormía. Estaba boca arriba plácidamente. Con cuidado la destapó y contempló la belleza de su cuerpo desnudo. Su pene empezó a adquirir dureza. Le besó una teta. Se incorporó con cuidado y se acercó a su coño. Le dio con cuidado de no despertarla un par de lametones. Con delicadeza apuntó su polla ya tiesa para penetrar el coño de Marta. Despacio, disfrutando la penetración, seguía húmedo, y como le aprisionaba la polla. Hasta el fondo. Se quedó quieto unos segundos. A continuación, despacio, le sacaba casi por completo la polla y se la volvía a hundir profundamente. Tras unas cuantas repeticiones, Marta se despertó con cara de despistada, vio la situación y sonrió. Le hizo un gesto de que se acercara y le besó en los labios.

-         Buenos días Manu. – Dijo casi susurrando y mirando luego a Alicia, indicando que no la despertara.

-         Buenos días Marta. ¿Te sorprende que te despierte así? A tu hija le gusta mucho.

-         Ya, ya.

-         A veces es ella quién lo hace.

Alicia seguía dormida. Y Manu seguía follando matutinamente a su tía. Tras la actividad nocturna tenía el pelo desordenado y le daba un aspecto más salvaje. Incitaba a follarla con más fuerza. Manuel se fue calentando y las acometidas eran más fuertes. Se tumbó sobre su tía para lamerle las tetas. Aprovechó para hablarle al oído.

-         Ya tiene sueño profundo tu hija…

-         Tú sigue ah ah

Alicia abrió el ojo y giró la cabeza con cara de sueño.

-         La bella durmiente. – Dijo Manuel.

-         Otra vez de mañana y estáis follando. – Respondió Alicia.

Su madre le miró con cara de circunstancias y satisfacción.

-         Manu, podemos compartir polla. Ayer se portó muy bien Alicia.

-         Me parece perfecto.

Alicia sonrió y se abrió de piernas. Recibió una contundente penetración y embestidas.

-         Ah ah aaaaah.

-         Mira que grita tu hija.

Marta miraba sonriente y complacida. Mientras pasaba a jugar y lamer los pechos de su hija.

-         ¿Cambio? – Preguntó Manuel.

-         Sí, pero dale por el culo. – Sugirió Alicia.

-         Que poco considerada hija.

-         Bien que te acabó gustando ayer jiji.

-         Como digáis…

Marta seguía en la misma postura pero elevó las piernas para facilitar la penetración anal.

-         Ah ah.

-         Tú también gritas jiji.

-         Si ya sé de dónde le viene a la hija.

Mientras Manu finalizaba la total penetración. Le dio suavemente. Luego Marta se quedó ladeada y de espaldas, mientras seguía gimiendo. Manu alternaba la vagina y el culo. Un grito ahogado de Manu significó la eyaculación en la vagina de Marta. Le sacó lentamente la polla embadurnada de jugos propios y ajenos. Alicia fue presta a limpiarla, como si se hubiera quedado con ganas de más. Lo alternaba con limpiar de semen la vagina de Marta. Mientras Manu sacaba otra foto.

-         Buena colección estoy haciendo. Muy bien Ali, ahora también limpias a tu mamá.

-         Creo que mi hija se ha quedado con ganas de más. – Dijo una radiante Marta.

-         No os preocupéis, es tu finde mamá. – Mientras la besaba en los labios.

-         Ya ha tenido buena ración de mi polla otras veces, y este finde también bastante. Y aún así folla con más tíos o contigo misma. – Dijo Manu mirando a Marta.

-         Oye que tú también te follas a más de una en tu casa. – Dijo Alicia con gesto de queja mientras sonreía.

-         Cierto. Es genial follar aquí y acá. – Concluyó Manu. - ¿Desayunamos? Me ha dado hambre…

-         Sí, ya es hora. – Dijo Marta levantándose.

-         Si nosotras nos vamos desnudas, ¿por qué tu no? – Dijo Alicia girándose hacia Manuel.

-         Por mí no hay problema. Encantando de estarlo frente a las dos mujeres más bellas de la familia. – Dijo Manuel guiñándole un ojo.

-         Jijiji.

-         Os acompaño al baño, quiero veros mear.

-         Qué guarrete eres, si ya me viste ayer.

-         Pero quiero verte otra vez y a tu mamá.

Alicia se sentó en la taza sonriendo y mirando a su primo. Este observaba de cerca cómo salía el líquido. Repitiendo operación con Marta.

-         Qué bonito es veros mear, de verdad.

-         Pues nosotras queremos verte a ti, jiji.

-         Con vosotras delante se me va a poner dura y me costará más.

-         Es tu problema. – Concluyó Alicia riéndose.

-         ¿Contentas? – Dijo al terminar.

-         Mucho, vamos a desayunar. – Dijo Marta.

-         Encantadas. – Corroboró Alicia.

Durante el desayuno Alicia se empezó a reír.

-         ¿De qué te ríes hija?

-         Cuando te llamó papá, qué oportuno, estabas con la polla en tu culo jiji.

-         Qué mala eres Alicia.

-         Y tanto que sí. – Corroboró Manu. – Además cuando habló con él la tenía fuera.

-         Pero ya tenía el ojete dado de sí jiji.

-         Como el tuyo primita…

-         Sólo tú me das por el culo.

-         Lo sé, encanto, y me gusta mucho.

-         ¿Más que mis tetas? – Preguntó Alicia con cara picarona y sujetándoselas.

-         No, igual, me gustas toda.

-         Qué guarrillos sois… - Dijo Marta sonriendo.

-         Sí mamá pero tú también me llamaste cuando no podía responderte jiji.

-         Tenía mi polla en su boca, por eso no podía hablar.

-         Jiji, si ya lo sabe…

-         A propósito, ¿cuándo vuelve tu marido?

-         Dijo que esta tarde Manu.

-         Um, ¿no dijo hora?

-         Suele aparecer sobre las siete-ocho.

-         Mejor no arriesgarse. Me iré nada más comer.

Alicia puso cara seria y asintió mientras escuchaba la conversación. Pasó a intervenir.

-         A propósito mamá, ¿cuándo crees que podremos hacer una visita a Manu? – Dijo picarona.

-         Cuando tu padre esté de viaje cariño. – Respondió Marta con su sonrisa más dulce.

-         ¿Y si llama al fijo? – Preguntó Manuel.

-         Casi siempre llama al móvil y si llama al fijo le pondré cualquier excusa. Bueno, hora de recoger y ducharse.

-         Te ayudamos a recoger tía.

-         Hoy os ducharé yo a los dos, os quiero agradecer lo mucho que me estáis haciendo disfrutar.

-         El placer es nuestro. – Respondió Manu.

En la ducha Marta enjabonó primero a Manu, con especial delicadeza en el pene y los testículos.

-         Mira como se le encoge mamá jiji.

-         Es el agua. – Dijo Marta complaciente. -  No seas mala.

-         Bien que la disfrutas cuando la tengo dura…

Cuando acabó él mismo se secó mientras contemplaba la misma operación con Alicia y la misma delicadeza en sus pechos y vagina.

-         Todo esto ha de estar bien limpito y cuidado. Es lo que nos da placer. –Dijo Marta.

-         Yo te limpiaré.

-         Gracias hija.

Madre e hija salieron y se secaron mutuamente.

-         ¿Vamos a seguir en pelotas o vamos a algún lado? – Preguntó Manuel.

-         Si estamos en casa, mejor así jiji.

-         Ya veremos luego. – Dijo Marta. – Vamos a sentarnos al salón.

-         Os voy a contar algo jiji.

-         ¿Con quién vas a follar?

-         Qué bien te conoce Manu.

-         Sí, el jueves he quedado con Luis aquí en casa, ¿no te importa no mamá?

-         Claro que no hija.

-         Me verá desnuda del todo y follaremos. Mi culito sigue siendo tuyo… por ahora. – Dijo Alicia sacándole la lengua a Manuel.

-         Si te gusta de verdad se lo puedes dar. Es cosa tuya, ya sabes. Además… algún día se acabará todo esto. Tendremos alguien más estable y… bueno, ya sabéis a qué me refiero ¿no?

-         Claro. Pero mientras aprovechamos para disfrutar. – Dijo Alicia.

Luis se levantó y saludó a sus padres que ya estaban desayunando.

-         Hola hijo ¿qué tal anoche?

-         Bien mamá, lo pasamos bien.

-         Así me gusta hijo, debes estudiar pero también salir a divertirte. – Dijo su padre.

-         Luego saldremos a dar una vuelta, ¿te vienes?

-         No, estoy un poco cansado.

-         ¿Bebiste ayer? – Preguntó su padre.

-         Un poco, solo que no estoy acostumbrado a trasnochar. Veis que estoy bien.

-         Así hijo. – Concluyó su madre.

A Luis no le importaba salir con sus padres. Pero prefería aprovechar y ponerse porno tranquilamente. Más después de la mamada de la Bea y que a pesar de ello Alicia seguía de continuo en su mente.

-         ¿De verdad que no vienes cariño?

-         No mamá gracias.

-         Está bien. Nos vamos.

Luis suspiró y empezó a buscar videos según su costumbre últimamente. Chicas con parecido con Alicia. Encontró dos que le gustaron.

El primero era una chica checa de pelo castaño claro casi rubio. De tipo más fino que Alicia pero parecida en los rasgos dulces de su cara. A la que hacían un gangbang. Entraba algo candorosa a una habitación. Los hombres la empezaban a desnudar. A Luis le gustó la tez acaramelada. También sus tetas, pequeñas pero firmes y muy bonitas. Sin titubear cogía la primera polla mientras se abría de piernas para ser follada. Luis se excitó más pensando en una situación así con Alicia y más viendo la naturalidad con la que trataba el tema. Su polla estaba dura pero prefirió masturbarse en el segundo video. La chica tenía ya tres pollas penetrándola y aún pajeaba con la mano derecha una cuarta.

-         Vaya guarra. – Pensó en voz alta.

Los hombres se turnaban para cambiar de agujero, ya dilatados, o ser pajeados. Mientras ella recibía las primeras corridas en la boca y la cara, ya despeinada. Otros se corrían en su coño totalmente rasurado o en su culo. Era llevada en volandas, situada a horcajadas encima del hombre que se follaba su coño, que chorreaba semen, otro le enculaba por detrás y a otro le hacía una mamada por delante. Por fin todos se corrían. Dejándola pringosa y sonriente mientras saludaba a la cámara.

El segundo era una chica rubia, de labios finos y de tez muy blanca. Grandes pechos que se bamboleaban y culo contundente. Contrastaba con la piel morena de un negro, que mostraba una gran polla. La chica se parecía más en el cuerpo que en la cara a Alicia. Pero le excitó imaginar a Alicia, con toda su sensualidad siendo follada implacablemente por un negro mientras gritaba. Luego se arrepentía un poco de pensar cosas así de ella, pero no podía evitar excitarse pensando en ello. Pensaba que se le pasaría cuando se la follara regularmente. Albergaba esperanzas.

La chica aparecía con un vestido que dejaba deslizar complaciente y dejaba ver que no llevaba ropa interior. Se recostaba y el negro examinaba un coño rasurado y sonrosado. Ella le sacaba la polla del pantalón y ponía cara de que iba a disfrutar con ella. La pajeaba y mamaba con decisión. Ya desnudo, la tumbaba y la penetraba con fuerza mientras ella gemía. Luis ya se acariciaba la polla. Se la volvió a mamar y tumbada le hizo una cubana. Ella se las juntaba y él le follaba las tetas. Luis recordó con agrado las tetas de Alicia. Luego la volteaba y ponía a cuatro patas. La seguía follando por el chocho mientras las tetas se movían al compás de las embestidas. Apuntó su polla al ano, le abrió los cachetes y la penetró analmente. Mientras aumentaban sus gritos. Por la dilatación del ano y la facilidad con que le metió semejante polla, Luis dedujo que no era la primera vez que le enculaban. Le follaba el culo a buen ritmo y de vez en cuando se la hundía totalmente. Luis se corrió soltando una buena cantidad de semen. El chico seguía martilleando su culo, se la sacaba y se podía ver el agujero dilatado, para volver a clavársela. Finalmente la chica se ponía de rodillas y le llenaba la cara de semen, que se relamía y le chupaba la polla. Más relajado, pensó que aún quedaban cuatro días para el jueves.

-         Chicos, ¿queréis que nos vistamos para dar una vuelta?

-         Um, por la hora casi prefiero daros una última follada en casa, tranquilamente.

-         Como quieras, ¿qué opinas Alicia?

-         Me parece bien.

Manuel abrazó por detrás a Marta y le acariciaba las tetas.

-         ¿Qué tal una cubana, tía? Me daría morbo en el sofá.

Marta sonrió y se sentó recostada. Mientras su sobrino le refrotaba la polla y ella le masajeaba.

-         La experta en cubanas soy yo, con estas tetas. – Dijo Alicia sujetándoselas y bamboleándolas con las manos.

-         Muy bien, compitiendo las dos.

-         Hija, mira que es grande su polla., pero consigues que casi no se vea entre tus tetas.

-         Jijiji.

-         Marta, saca una foto del momento, por favor.

-         Ya está.

-         Venga, ahora una dándoos el lote.

-         Qué guarrillo. – Dijo Marta.

-         Ahora me gustaría follarte en el sofá. – Tras observarlas unos momentos.

Marta, complaciente se tumbó boca arriba. Manuel exploró con su lengua su vagina y le ofreció la polla para que la chupara unos momentos. Le introdujo la polla dentro de la vagina y empezó un suave vaivén.

-         Ponte así recostada con las piernas fuera del brazo.

Alicia miraba sonriente. Mientras que Manu volvió a pedirle.

-         Date la vuelta Marta, con los pies en el suelo.

Amasaba su culo mientras le follaba el chocho.

-         Como te gusta el chocho de mi mamá ¿eh?

-         Sí, y su culo también. – Mientras se la sacaba para clavársela por sorpresa.

-         Uuuuuy aaaay, eso no se haaaceeeh eh.

-         Una pequeña sorpresa. Si ya es la segunda vez que te enculo hoy.

-         Pero con cuidado.

-         Jijiji.

-         Túmbate. – Dijo Marta en tono imperativo. – Ahora voy yo.

Con Manuel tumbado boca arriba se metió la polla en su vagina y empezó a moverse rítmicamente, con las tetas siguiendo el ritmo.

-         Ay, tía, me encanta que me folles así. – Mientras le sujetaba la cintura e intentaba acariciar sus tetas.

-         Pero lo de an-tes no se ha-ce. – Dándole Marta pequeños cachetes a cada sílaba acompasada.

-         Jijiji, así mami en plan sargento.

-         Mira, si me enculas, así, te he dicho que con suavidad.

Marta se dejó caer en la enhiesta polla de Manuel penetrándose el culo.

-         Así con cuidado. – Mientras subía y bajaba y le miraba de frente fijamente.

-         Qué guapa eres Marta.

-         Pues te va a acabar esta otra belleza. Venga hija, pasa tú que me da no sé qué verte ahí plantada.

-         Qué buena eres. – Respondió alegre Alicia.

Se montó encima de su primo con la polla en su vagina y cabalgando alegremente.

-         Cómo me gusta ver cuando se te mueven las tetas así. ¿Has visto Marta?

-         Ya sabe seducir con ellas.

-         Y con más cosas, es también muy guapa.

-         Sí.

-         Su cuerpo es mas voluptuoso y el tuyo más bonito y delicado.

-         ¿Te gusta dar por culo primito?

-         Ya sabes que sí.

-         Pues toma culo jiji.

Guiñó un ojo a su madre y se dejó caer con algo de fuerza sobre la polla de Manuel.

-         Cuidado, que si me la partes me desgracias y se os acaba.

-         Jijiji, por lo de antes a mi mamá.

-         Si ya me ha abofeteado, era un juego. ¿Me has perdonado Marta?

-         Claro que sí tonto. No seas mala Alicia.

-         Me voy a correr, ¿puedo hacerlo en tus tetas?

-         Solo porque ya te ha perdonado jiji.

-         Túmbate.

Alicia se tumbó y recibió el semen sus tetas, sonrió con un dedo en la boca y con la otra mano se lo extendió. Manuel le acercó la polla a la boca para finalizar la limpieza.

-         Voy a vestirme que si no os follo de nuevo.

-         Voy a por mi kimono.

-         Pues yo me quedo así jiji.

-         Nos alegrarás la vista primita.

Durante la comida estuvieron un poco más serias de lo normal. Como sabiendo que el fin de semana llegaba a su fin.

-         Alegra esa cara cariño, que pronto le podremos devolver visita.

Alicia sonrió por complacer a su madre.

-         Si además tiene por aquí a más de uno para follar. Si ya has quedado esta semana con uno. – Dijo sonriendo Manuel.

-         Bueno. – Respondió Alicia algo lánguida.

-         Y tienes a tu mamá.

Marta sonrió devolviendo el cumplido a Manuel.

-         Tenéis ahora un rato después de comer para despediros, aún es pronto. – Propuso Marta.

-         Cierto. Además es gracioso verle esa cara tan seria estando ahí desnuda.

Este comentario provocó que los tres rieran.

-         Si está mucho más guapa así, cuando ríe con esa cara de picarona. Incita a que te la folles – Dijo Manuel.

-         Ven entonces.

-         Chicos ya recojo yo.

Mientras Manuel se volvía a desnudar, Alicia ya estaba tumbada en el sofá, mostrando el chocho para facilitar la penetración, mientras se acariciaba el clítoris. Manuel se acercó sonriente y empezó a lamer y juguetear con sus tetas, para bajar al chocho de su prima, que eyaculaba jugos. Después se tumbó sobre ella y la penetró de un solo empujón, lo que le provocó un respingo.

-         Aaaaah

-         Cómo te gusta gritar Ali. No me puedo despedir de mejor manera.

Alicia se mordía el labio y miraba al techo. Mientras Marta miraba complacida acabando de recoger la mesa.

-         Qué pasión tenéis chicos.

-         Ali, ponte de pie, así, apóyate recostada en el brazo, perfecta.

De esa posición se le ofrecía una gran visión y facilidad para penetrarla vaginal o analmente. Hacia ese orificio encaminó su polla. Disfrutando de una penetración lenta.

-         Ay, como te gusta encularme.

-         Tu culo es fabuloso, además me sigue aprisionando la polla a pesar de las perforaciones que le hago jaja.

-         Qué bruto eres. – Poniendo cara entre fastidio y risa.

Acompasaba la penetración sujetándola de la cintura y a ratos de las tetas. Marta se les quedó mirando y se quitó el kimono, Manuel la observó y sonrió.

-         Mira, tu mamá se anima otra vez.

Marta se puso de rodillas en el sofá, sobre un cojín, de forma que puso su coño enfrente de la cara de Alicia, que sin decir más, pasó a juguetear con él con los dedos y la lengua, a pesar de las embestidas que sufría por detrás. Los gritos de las dos se entremezclaban. Hasta que Manuel paró y dejó su polla dentro del culo de Alicia, tras haber vuelto a eyacular.

-         Me dejáis seco, chicas.

-         Jijiji.

-         Y bien que te gusta. – Dijo Marta.

-         Nosotras podemos seguir mami jiji, aún hay tiempo.

-         Eso, seguid a lo vuestro, yo ahora me visto y me voy, no puedo tener mejor recuerdo al irme.

Manuel se vistió y pasó por el salón. Les sonrió.

-         No hace falta que os levantéis, quiero veros así al irme. Muchas gracias por todo.

Las dos le sonrieron y se despidieron con la mano. Luego continuaron dándose placer.