—¿Qué tienes hermanita? —Francy se acercó de repente.
—Nunca me he enamorado de nadie como lo he hecho contigo.
—¿Y por qué no ahora? —mordió mi labio inferior.
—Sofía, te estoy hablando —me regañó.
—Todo está bien mamá —expresé, con la mejor sonrisa que pude fingir.
—Sólo veo tres platos en la mesa, ¿Tu noviecita no piensa venir?—expuso mi padre, con cierto desprecio
—Señor Gabriel, ¿Qué acciones disciplinarias va a tomar? —preguntó Brenda.
—¿Y si la despiden?—dije con incertidumbre—Tu más que nadie conoces lo que esos rumores la han perjudicado —manifesté.
Disculpen, tuve que volver a subirlo
—Sé que no es el momento, pero, ¿Has pensado en mí proposición? —preguntó.
—Si buscas a Jane para darle una explicación tonta, no te haré pasar —pronunció muy seria.
—¡Hola! No esperaba verte en este lugar —me saludó Leila con cariño.
—¿Regresaras pronto? —preguntó, haciendo una pequeña mueca.
—Escuché a mi abuela decir que Alondra nos abandonó, ¿Ya no nos quiere? —su rostro, reflejó desilusión.
—¡Hola Alondra! Tiempo sin saber de ti —escuché.
—Leila, ¿Acepta por esposa a Olivia Gómez Vargas? —preguntó.
—Yo también compré un regalo para ti —me extendió un caja.
—¡Hola mamá! —expresó con una sonrisa escalofriante.
—Oye—cogió mi mentón para que la mirase—Tu deber, es quedarte aquí con la pequeña y no tienes por qué ir a un lugar si no deseas —mencionó
—Déjate de tonterías, maldito imbécil—lo encaré—Sé que fuiste tú, quien empezó con ese rumor y más te vale que vayas a aclarar ese asunto con la directora —sentencié.