miprimita.com

Mi segundo amor 39

en Lésbicos

Capítulo 39-Nada es lo que parece

 

 

Alondra

No había necesidad de escuchar el resultado de esa reunión, sabía que de una manera u otra, la directora se encargaría de hundirme en mi propia miseria. Sin embargo, yo estaba lista para enfrentar todo, tal como lo había hecho hasta entonces.

—Señorita Rodríguez—la voz de Gabriel, me hizo volver a la realidad—Mientras la reunión continúe, usted no podrá expresar nada hasta que se le autorice —añadió.

Asentí con la cabeza, mientras junte mis manos para escuchar todo lo que tenían que decirme e intenté retomar el control de mi cuerpo y mi mente para mantenerme serena. Debía ser fuerte y no reflejar mi estado de nerviosismo para no delatarme.

—La información que tenemos, no es del todo confiable, por lo que se le realizará una investigación interna para determinar la gravedad de sus delitos —manifestó Brenda.

Sentí un poco de alivio tras esas palabras, después de todo, no me iban a despedir, pero aun así, no podía comprender la estúpida sonrisa que tenía Rafael, ¿Qué se traería entre manos?, ¿Y por qué Josefa se mostraba nerviosa? Mis conjeturas se vieron interrumpidas por la voz de Amanda.

—Alondra, usted quedará suspendida mientras se realice dicha investigación —pronunció Amanda.

—No estoy de acuerdo con esa decisión—enunció Gabriel—Brenda, hazme el favor de repartir estos sobres manila, allí encontraran los resultados de una investigación que realicé hace un par de meses —añadió.

Desde mi ubicación, pude observar como todos mostraban cierta curiosidad por las palabras de Gabriel, aunque mi atención se vio enfocada en aquel papel grueso diseñado para el transporte de documentos y cuando extraje su contenido, me quedé sorprendida.

Había una serie de fotografías donde aparecía Rafael y Josefa en situaciones muy comprometedoras en algunos lugares de la institución e incluso una imagen, donde aparecían desnudos sobre un escritorio. Pero lo que no entendía, era porque había fotografías de Amanda y Rafael tomados de gancho en un centro comercial y en otros lugares.

No obstante, esa no era toda la información que había, pues me topé con unos documentos donde reflejaba algunas extorsiones de Rafael, así como también la queja que había colocado hace un mes y una carta de aquella docente que había renunciado. Era evidente que no era la primera persona a la que Rafael acosaba de esa manera, pero quizás podía ser la última.

—Creo que las pruebas hablan por sí solas —expuso la coordinadora.

—Aún no he terminado—manifestó Gabriel con mucha seguridad—También poseo una serie de grabaciones de vídeo donde Rafael y Josefa, tienen sus encuentros furtivos, así como otros vídeos importantes —añadió.

—Entonces, ¿Nos querían ver la cara de idiotas? —preguntó molesta, la encargada de la dirección administrativa.

—Podría decirse que si—enunció Gabriel—Por cierto, quiero mostrarles algo —dijo.

Gabriel extrajo de su maletín una especie de vídeo cámara portátil, la encendió y la colocó en el centro de la mesa para que todos los docentes pudieran observar la grabación.

—Por Dios tía, nada va a pasar, no es la primera vez que hacemos esto —pronunció Rafael.

—Lo sé, pero esta vez has llegado demasiado lejos. No debiste continuar con todo esto y pretender que todo iba a salir bien  —objetó Amanda.

—Desde que comencé a trabajar aquí, me has ayudado sin problemas, ¿A que le temes ahora? —la reto.

—Nunca te habías obsesionado tanto por una mujer, ni siquiera lo hiciste con esa chica que terminó renunciando antes de ceder a tus proposiciones—dijo—Además, algunos alumnos han venido a colocar una queja por las extorsiones que le has realizado —respondió Amanda.

—Deberían agradecer que sólo les pido dinero y no otro tipo de favores —mencionó.

—Ese no es el caso, sabes que no puedo falsificar más documentos por tu culpa —bufó.

—No me interesa, siempre y cuando mi nombre no salga en esos documentos —dijo.

—Ya no puedo con todo esto, vas a arruinar mi carrera—expresó con temor—Sí continuas con todo esto, voy a tener que despedirte —lo amenazó.

—No puedes hacer tal cosa, se te olvida que tú convocaste la junta extraordinaria y no puedes echarte para atrás —dijo.

Ahora todo las piezas encajaban a la perfección, desde los falsos rumores que se habían originado, así como las amenazas constantes de Rafael y el permiso que me negó Amanda para asistir a la boda de las chicas. Todo era una trampa que habían realizado con la intención de que cediera a las proposiciones de Rafael y era notable la envidia que me tenía Amanda por mi notable trabajo en la institución.

—Creo que ya vimos suficiente —dijo Gabriel, al detener la grabación.

—Lo que estamos aquí reunidos, sabemos que no es un delito que un familiar pueda trabajar en la misma institución, pero todo lo demás, está fuera de contexto —mencionó, la encargada de la dirección administrativa.

—¿Están consciente del problema en que se han metido? —pronunció el tesorero, al referirse a los tres.

—Yo…

Rafael quiso expresar algo, pero no pudo, sabía que tenía la soga al cuello y por más que intentara defenderse, las pruebas hablaban por sí solas. La cuestión era, ¿Aceptaría su responsabilidad o escaparía como si nada? O tal vez, ¿Ambos se traicionarían para librarse de los problemas legales que se le avecinaban? Mientras pensaba en todo aquello, pude notar como Amanda permanecía estática ante esa grabación que la dejó en evidencia.

—No puedo creer que ustedes—señaló a los culpables—Se atrevieran a deshonraran el gremio de educadores y le hayan faltado el respeto a esta institución que les ha brindado un trabajo digno—manifestó Gabriel—Desconozco los motivos que lo llevaron a cometer tales acusaciones, pero deben pagar las consecuencias de sus actos —añadió.

Ante las palabras de Gabriel, el rostro de los culpables estaba pálido como una hoja de papel, ahora podían sentir el peso de sus acciones y sus vidas podían cambiar drásticamente. Era como si la vida le estuviese devolviendo todo el mal que me habían realizado, pero no podía comprender porque Josefa se prestó para hacer tal cosa, si nunca le he hecho nada.

—Señor Gabriel, ¿Qué acciones disciplinarias va a tomar? —preguntó Brenda.

—Conforme a la nueva normativa, me complace decirles que los tres, están despedidos y se les acusa de cometer: injuria, calumnia, tráfico de influencias, sobornos, ultraje al pudor público y falsificación de documentos —explicó.

—Cabe mencionar que se le comunicara su caso al tribunal de trabajo para que aplique las leyes establecidas y el mismo ejecuté la denuncia por medio de la fiscalía —mencionó la coordinadora.

—Señorita Rodríguez—pronunció Gabriel—Está en su derecho de ejecutar una acción legal, ya sea contra la institución o contra estas personas —comentó.

—Contra la institución no deseo colocar ninguna demanda, pero si quiero denunciar a Rafael y Amanda por acoso laboral —manifesté.

—De acuerdo —exteriorizó Gabriel.

Cuando pensé que todo estaba resuelto y que esas personas habían tenido su merecido, ingresaron cuatro uniformados al recinto para llevarse a los acusados.

—Alondra, me temo que una simple disculpa no arreglara las cosas, ni le devolverá el prestigio de su imagen como docente, pero si puedo promoverla de cargo, como compensación a los agravios que se le hicieron —comentó Gabriel.

—Me siento halagada con su oferta, pero me temo que debo declinar. No necesito que me promueva de cargo o me aumente el sueldo, estoy bien con mi cargo actual —expliqué.

—No la obligaremos a que tome un cargo que no desee, pero no está en discusión que se le aumente el sueldo —objetó la coordinadora.

—Como todo se ha solucionado, le voy a indicar que se retire, ya que el Claustro necesita deliberar sobre unos asuntos importes —manifestó el tesorero.

No hubo necesidad de que dijera algo más, sólo me levante de la silla e hice lo que me habían indicado. Una vez que estuve afuera, no tarde en llamar a mi novia para que viniera a buscarme y hablé con el funcionario sobre la denuncia que deseaba realizar.

A pesar de las adversidades, el universo conspiró a mi favor y me libre de esas falsas acusaciones que me estaban realizando. Quizás fui una tonta por no aceptar el nuevo cargo que me darían, pero no lo necesitaba, tenía todo lo que quería y no pedía más.

—Mamá, ¿Qué te dijeron? —mi hija, se acercó con un semblante lleno de preocupación.

—No se supone que deberías estar en clases —frunce mi ceño.

Agradecía que estuviera pendiente de mí, pero no me gustaba que faltara a clases a menos que estuviese enferma o por circunstancias mayores.

—¿Y bien? —insistió Abigail.

—Me han encontrado inocente y hasta me ofrecieron un nuevo cargo —manifesté con cierta alegría en mi voz.

—¡Enhorabuena!—me regalo un abrazo—Sabía que todo se iba a solucionar —pronunció.

—¿Por qué estaba hablando con los policías suegrita? —no tardo en preguntar Sofía.

—Será mejor que salgamos de aquí —dije.

Puede que haya salido de todo este embrollo, pero no era propio de mí hablar sobre esos temas delicados a mitad del pasillo. Les indique el camino y las lleve a un lugar más apartado para esperar a Jane.

Gabriel

Después que Alondra dejó el lugar, se produjo un pequeño silencio entre las personas que se encontraban en la reunión, todo había sido muy sorpresivo e inesperado, incluso para mí mismo. Sin embargo, lo que más me sorprendió, fue la humildad con la que Alondra rechazó mi propuesta.

Ese gesto, decía mucho que decir de su personalidad honesta, sin pretensiones y habría sido una verdadera pena perder a alguien con esas cualidades. Lo que más lamento de este incidente, es que Alondra hubiese tenido que pasar por todo esto, pero su sacrificio, me dio a entender que debo comprometerme más con estas reuniones y velar por la integridad de cada docente que conforma está institución.

—Estimado rector, me temo que existen otros puntos que debemos tratar —expresó, la encargada de la dirección administrativa.

—Lo sé, pero necesito que me firmen la siguiente acta y su respaldo—hice circular la hoja—Esto servirá para demostrar que todos estamos de acuerdo con la decisión que acabo de tomar  —expliqué.

Mientras observaba como cada docente colocaba su firma sobre esa hoja de papel, pensé en toda la tramitología que debía realizar para llevar ese caso hasta la última instancia, aunque eso implique que el ministerio de educación deba realizar revisiones periódicas en la institución para evitar otro problema como ese.

—¿Quién cree que deba sustituir los puestos que quedaron disponibles? —preguntó el tesorero.

—Para nadie es un secreto que Brenda es la persona con más antigüedad en la institución y que por sus años de experiencia, tiene las características fundamentales para ejercer el cargo de directora interina—manifesté—Luego de que se culminé todo el proceso legal, ella podrá quedarse de manera permanente en ese cargo —expresé.

—Me parece perfecto —respondió la coordinadora.

—¿Y quién cubrirá el cargo de Josefa? —no tardo en preguntar Brenda.

Tenía años conociendo a Brenda, como para saber las verdaderas intenciones tras esa pregunta y no pretendía defraudarla. Habíamos acordado de que respetaría mi decisión de colocarla como directora, si accedía a sus peticiones y esa, era una de ellas. Además, deseaba enmendar su error con aquella docente que no pudo defender por faltas de pruebas.

—Lo más conveniente, sería que Alondra tomará ese cargo, aun cuando no lo quiere aceptar por voluntad propia—mencioné—Estamos en deuda con ella, ya que no interpuso ninguna demanda a la institución, porque de lo contrario, estaríamos en serios problemas —añadí.

—Usted tiene toda la razón, luego encontraremos la forma de persuadirla —manifestó el tesorero.

—¿Y qué hay del puesto de Rafael? Ese cargo se debe cubrir, más ahora que tendremos exámenes finales —objetó la coordinadora.

—Me encargue de hablar con la docente que había renunciado hace unos meses y le ofrecí el cargo de Rafael—indique—En un principio, me costó persuadirla, pero terminó accediendo sin ningún problema —manifesté.

—He de suponer que le daremos una indemnización por los daños causados —pronunció el tesorero.

—En efecto, es lo más conveniente para todos —exterioricé.

—Si están todos de acuerdo, se cierra esta junta extraordinaria —expuso Brenda.

Amanda

La vida está llena de cambios, momentos, experiencias y retos que nos permiten ser quienes somos ahora. Todo tiene un principio y un final, así como cada decisión que tomemos, tienes sus consecuencias, pero en el momento en que tomamos dichas decisiones, no somos conscientes de que podemos equivocarnos y cuando nos damos cuenta que no hicimos lo correcto, ya es demasiado tarde.

El cambio genera incertidumbre y esa incertidumbre nos genera miedo, el no saber qué pasará y que todo se ha salido de las manos, nos deja paralizados ante la situación que estamos enfrentando. Mientras caminaba por los pasillos de la institución, pude notar algunas miradas de reproches y otras de asombro, al vernos esposados como unos criminales.

Aunque estaba en un entorno conocido, podía sentir el ambiente pesado por las miradas de todos. Jamás imaginé que pasaría por una humillación como esa y me sentía fatal, tenía muchas emociones encontradas, pero principalmente tenía rabia por cómo nos estaban tratando. Sé que no hicimos lo correcto y que nuestras acciones afectaron a otros, más no era necesario que nos sacaran esposados frente a todo el mundo.

—¿Para dónde nos llevan? —preguntó Rafael.

—A la comisaría, a donde más podrían ir —respondió un hombre todo malhumorado.

—Debo notificarle a mi familia que me han detenido, exijo mi derecho a realizar una llamada —dijo Josefa.

—Le recomiendo que guarde silencio, cualquier cosa que diga puede ser usada en su contra, en un tribunal judicial —pronunció un funcionario.

—No estoy exigiendo nada del otro mundo, sólo deseo hacer una simple llamada —insistió Josefa.

—Cuando lleguemos a la comisaría puede hacer su dichosa llamada, de momento le aconsejo que siga caminando —dijo.

Mientras nos guiaban al vehículo policial, recordé la vida solitaria que había tenido por muchos años, donde mi objetivo principal fue crecer profesionalmente y tener viajes de negocios, pero nunca me preocupe por tener relaciones afectivas. Sin embargo, todo eso cambio un día mi sobrino acudió a mí para que le diera posada por unos días.

Su estancia se prolongó más de lo esperado, debido a sus problemas económicos y dada su situación, decidí extenderle una mano amiga. Le di un techo donde quedarse, le di comida y le conseguí empleo en la misma institución donde yo trabaja, pero con el paso de los días, su actitud cambio drásticamente.

Su ambición por conseguir las cosas que no podía obtener, incremento considerablemente, llevándome a falsificar documentos para no perjudicar su imagen como docente. Sé que debí frenar sus impulsos e incluso debí despedirlo en su primera infracción, pero no lo hice, sólo empeore las cosas y terminé por  cometer delitos que nunca imaginé que podría.

—No debí hacerte caso, ahora estoy en problemas por tu culpa —escuché la voz de Josefa.

—Ya es demasiado tarde para que te quejes —bufó mi sobrino.

—No quiero ir a la cárcel, ya no podré ver a mi familia, ni mi hijo —insistió Josefa.

—Es imposible que cambiemos las cosas, ya es demasiado tarde, ahora nos toca asumir nuestros errores y aceptar sus consecuencias —manifesté, haciéndome la fuerte.

No tenía idea de que nos iba a pasar ahora, pero nuestro arrepentimiento era inútil en estos momentos,  nunca podremos regresar al pasado y modificar las cosas que hicimos.

—Tengo miedo, no podré ver a mi hijo —expresó Josefa.

—Quédate tranquila, de lo único que te pueden acusar es de ultraje al pudor público —manifestó Rafael.

—Mi sobrino tiene razón, así que no te preocupes —le afirme.

Nuestra conversación fue interrumpida, al sentir que el auto dejó de moverse y unos segundos después, un uniformado abrió la puerta para llevarnos a la comisaria. Una vez que nos quitaron nuestras pertenecías, nos informaron nuestros derechos y nos explicaron el motivo de nuestra detención. 

—¿Crees que nos faciliten una fianza? —preguntó mi sobrino.

—No lo sé —respondí, mientras me tomaban las huellas.

El agente repitió el proceso con Rafael y Josefa, luego nos explicó que podíamos optar por un defensor público, ya que no podíamos contratar un abogado particular y él se encargaría de llevar nuestro caso.

—¿Por cuánto tiempo estaremos aquí? —no tarde en preguntar, sabía que las cosas se pondrían más difíciles a partir de ahora.

—Podrían ser tres días, una semana, un mes, no sabría decirle con exactitud. Deben esperar a que el juez fije una fecha para la celebración de la audiencia de formulación de acusación —me dijo el agente.

Mis ánimos se vinieron abajo, como podía sobrevivir tanto tiempo medita tras las rejas, si lo único que sabía hacer era mi trabajo y estando aquí, los días serian eternos. Después que terminaron con todo el papeleo, Josefa realizo su llamada y nos llevaron al calabazo, donde debíamos esperar el momento de comparecer ante el tribunal.

 

 

¡Hola HombreFX! Sé que lo deje en suspenso al no decir el veredicto que se llegó en la junta extraordinaria, pero sabes que toda mis acciones tienen un por qué. Luego de que leas este capítulo, entenderás porque no expuse todo en su momento. Cuídate.

Mas de Bella15

Mi segundo amor

Mi segundo amor

Mi segundo amor 47

Mi segundo amor 46

Mi segundo amor 45

Mi segundo amor 44

Mi segundo amor 43

Mi segundo amor 42

Mi segundo amor 41

Mi segundo amor 40

Mi segundo amor 38

Mi segundo amor 37

Mi segundo amor 36

Mi segundo amor 35

Mi segundo amor 34

Mi segundo amor 33

Mi segundo amor 32

Mi segundo amor 2

Mi segundo amor 31

Mi segundo amor 30

Mi segundo amor 29

Mi segundo amor 27

Mi segundo amor 28

Mi segundo amor 26

Mi segundo amor 25

Mi segundo amor 24

Mi segundo amor 23

Mi segundo amor 22

Mi segundo amor 21

Mi segundo amor 20

Mi segundo amor 19

Mi segundo amor 18

Mi segundo amor 17

Mi segundo amor 16

Mi segundo amor 15

Mi segundo amor 14

Mi segundo amor 13

Mi segundo amor 12

Mi segundo amor 11

Mi segundo amor 10

Mi segundo amor 9

Mi segundo amor 8

Mi segundo amor 7

Mi segundo amor 6

Mi segundo amor 5

Mi segundo amor 4

Mi segundo amor 3

Mi segundo amor

Mi segundo amor 1

Epílogo—Danielle

Epílogo—Emma

Amor te otoño 29

Amor te otoño 28

Amor te otoño 27

Amor te otoño 26

Amor te otoño 25

Amor te otoño 24

Amor te otoño 23

Amor te otoño 22

Amor te otoño 21

Amor te otoño 20

Amor te otoño 19

Amor te otoño 18

Amor te otoño 17

Amor te otoño 16

Amor te otoño 15

Amor te otoño 14

Amor te otoño 13

Amor te otoño 12

Amor te otoño 11

Amor te otoño 10

Amor te otoño 9

Amor te otoño 8

Amor te otoño 7

Amor te otoño 6

Amor te otoño 5

Amor te otoño 4

Amor te otoño 3

Amor te otoño 2

Amor te otoño 1

Adicta a tus labios 13

Adicta a tus labios 12

Adicta a tus labios 11

Adicta a tus labios 10

Adicta a tus labios 9

Adicta a tus labios 7

Adicta a tus labios 8

Adicta a tus labios 5

Adicta a tus labios 6

Adicta a tus labios 3

Adicta a tus labios 4

Adicta a tus labios 2

Adicta a tus labios

Hechizo de un ángel 4

Hechizo de un ángel 3

Hechizo de un ángel 1

Hechizo de un ángel 5

Hechizo de un ángel 6

Hechizo de un ángel 7

Hechizo de un ángel 8

Hechizo de un ángel 9

Hechizo de un ángel 10

Hechizo de un ángel 11

Hechizo de un ángel 2

Otra Oportunidad de Amar 9

Otra Oportunidad de Amar 10

Besos robados

Jugada del Destino

Otra Oportunidad de Amar 4

Otra Oportunidad de Amar 3

Otra oportunidad de Amar 2

Otra oportunidad de Amar

Eres ese Algo que Buscaba 24

Asi me enamore de ti te amo bebe

Eres ese Algo que Buscaba 3

Eres ese Algo que Buscaba 2

Amor o Estupidez 11

Amor o Estupidez 7

Amor o Estupidez 6

Me enamore de TI sin pensarlo 6

Tienes un E-mail 5

Tienes un E-mail 3

Tu mi complemento perfecto 22

Tu mi complemento perfecto 21

Tu mi complemento perfecto 12

Tu mi complemento perfecto 11

Tu mi complemento perfecto 8 y 9

Tu mi complemento perfecto 6

Tu mi complemento perfecto 4

Tu mi complemento perfecto 2

Una pequeña carta para el amor de mi vida

Un recuerdo ”Tu último deseo”

La Amistad como un tesoro

Nadie como tú

Un hasta pronto por un adiós

Lo mucho que te extraño

Jamás pedí Amarte

Aquel día que te conocí