Hoy jueves te he visto otra vez en el metro, me gustas pero no quiero nada contigo pues tengo pareja, eres una mujer guapilla morena casi cuarentona de ojos castaños y con buena pinta, tus aires de fingida modernidad en la manera de vestir no ocultan tu edad, solo resaltan tu (mejorable) figura y tu calidad de zorra mas manoseada que la barandilla de este metro, te sientas casi frente a mí como otras veces y me miras, yo tras una mueca que podría ser considerada una sonrisa vuelvo mis ojos al libro que voy leyendo de vuelta a casa, noto como me miras y me escrutas con la mirada.

¿Qué esperas ver zorra? No llevo la palabra psicópata escrita en la frente, soy un tipo de persona normal ¡Joder te cruzas con 500 como yo a diario! No soy muy alto ni bajo, ni gordo fondón ni con aspecto de gimnasta, mi pelo es moreno de longitud normal ni melenas ni calvo o afeitado y  hablando de eso, no me suelo dejar ni barba ni perillas porque no le gustaban a mi última pareja, tu mirada en mi delata una curiosidad incipiente, seguramente aceptarías encantada que iniciara una conversación intrascendente, tu lenguaje de signos me indica que estas abierta al dialogo y relajada creyéndote agusto con tu entorno, me sigues mirando como de pasada pero no puedes dejar de darme un rápido vistazo en cada parada.

Pero volvamos ti putón, desde mi asiento a metro y pico de tu cuerpo noto tu esencia a cretina mediocre con perfume barato, apestas a divorciada mantenida con la pensión de algún fracasado, al cual no te salió del coño follarte y decidiste joderlo económicamente de por vida con cualquier motivo, incluso seguramente tendrás críos a los que dejar abandonados cuando te pica el coño y necesitas que algún cabrón te monte hasta saciarte.

Yo intento leer pero mis ojos vuelven a ti por encima del filo del libro, ¿Por qué cojones no te has ido a otro asiento? No quiero mirarte, es en serio ¡no deseo verte, Zorra! levántate y anda por el pasillo, por favor vete donde no te vea lo más rápido que puedas, no ves tonta de los cojones que mi centro de atención no son tus bonitos sensuales y perfilados labios, no miro tu jugosa boca que cualquier tío se pasaría encantado horas besando.

Tampoco miro el escote donde se aprecian el comienzo de tus pechos medianos de gruesos pezones claramente visibles a través de tu top de color crema, mi vista está justo en medio en tus hombros bronceados, donde el movimiento del tirante del top revela una línea más clara revelándome el autentico color más claro de tu piel, pero sobre todo me fijo en tu cuello, con sus arruguitas finas y sus venas surcándolo verticalmente con sus leves formas  sinuosamente atractivas para mi.

Calculo la fuerza a emplear para estrangularte sin prisas, lo haría comenzando con un buen apretón cortándote la respiración, mi dedo pulgar apretándote intensamente la carótida, mientras el hueco de mi mano te presiona en la tráquea y el resto de mis dedos aprieta como una garra tu cuello de puta.

Naturalmente puedo hacer que dures o no, eso solo depende de donde lo haga, en un callejón te daría un puñetazo en el pecho y cuando expulsaras el aire en un grito seria el momento adecuado para apretar, entre el shock de la sorpresa mas el factor de tener los pulmones vacios, no durarías más de tres minutos con mis manos en tu garganta, naturalmente que te zarandearías y estremecieras, intentarías patearme las espinillas y arañarme con tus uñas largas de guarra pintadas de color rojizo, pero eso solo duraría un minuto y pico entonces perderías gradualmente las fuerzas como hacen todas, bajo mis dedos notaria tu pulso cundo tu negro corazón de zorra se desespere por enviar más flujo sanguíneo a un cerebro que no lo recibe, tus pulmones ansían una bocanada de aire que no llega ni llegara jamás, tu cuerpo se contraerá y solo emitirías unos agónicos gemidos de ahogo, cada vez manotearas con menos fuerza y te irás relajando a la vez que tu boca se abrirá en busca de aire y tu lengua saldrá obscena y amoratada de tu boca viciosa de perra salida.

Entonces cuando tus ojos se enturbien y tus manos cayesen a los lados sin apenas fuerzas, ahora que solo te falta medio minuto de estremecimientos para morir, entonces acabaras orinándote encima al relajarse tus esfínteres, pero entretanto usaría mi mano izquierda para magrearte las tetas a la vez que acercando mi cara a tu oreja te diría:

-         Aguántate puta, me has buscado y aquí me tienes, ¡muérete de una puta vez cerda! Voy a tumbar tu cuerpo sobre el capo de ese coche, te bajare desde atrás los pantalones y me voy follar tu cuerpo muerto a lo perro ¡asquerosa cerda provocadora!

-         Aaaggg aagghh… aaahhgg

-         Menuda cerda, ¿así que te parece bien eh? Di aggghh si estas conforme.

De repente me doy cuenta de que se me ha caído el libro y sigo mirando su cuello, ella sonríe y dice:

-         Estos conductores de metro, menudos frenazos que dan,

-         Si debieron de ser antes conductores de ganado. –Respondo.

Ella se ríe con alegría, me gusta su risa cantarina y su sonrisa es de las más bonitas que he visto jamás, pero yo tengo pareja y no me puedo dejar tentar por esta zorra de mierda, recojo el libro para leer de nuevo hasta mi parada, ella se apea en la siguiente lo sé, ya he dicho que hemos viajado juntos más veces, se levanta del asiento y me dice:

-         Hasta otra.

-         Ehh… adiós hasta otra.

Esta ante la puerta y sale cuando se abre, veo en su asiento que se la ha caído el móvil, lo recojo y salgo tras ella, mi mente grita interiormente “no lo hagas, deja el móvil, olvídala” es inútil es todo inútil lo sé, la entrego el móvil me sonríe, dice algo y nos reímos me invita a tomar un café por las molestias, acepto y salimos de la estación, la suerte está echada, lo siento por la zorra.

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Jo que mal rollo ¿no? Pues al loro que es aun peor.

Bien amigos, cualquiera que haya leído mis relatos sabe que trato a las mujeres bastante bien, e incluso soy bastante romántico en las descripciones, la excepción fue en el relato Jacobsland, pues bien hace unos días me encontré con una peli bajada del emule por error de nombres, en la que algo parecido a este relato se desarrollaba hasta el final que he insinuado pero no he escrito, por vergüenza.

Para mi asombro teclee en el buscador de pelis las letras pkf quedándome alucinado, salen 300 y pico resultados de pelis cortas tipo snuff donde varios tíos hacen de todo a las actrices, cada episodio es un asesinato, e incluso hay masacres en varios de ellos, al final de algunos se ve a las actrices riéndose y además salen las mismas en varios capítulos, pero el nivel de violencia es extremo, no sé como en esta época se permiten ciertos contenidos en la red, en mi opinión es vergonzoso que se permitan y se debería hacer lo posible por eliminarlos, uno se pregunta donde se meten las asociaciones de feministas si no son capaces de actuar contra dichas paginas.

El vocabulario soez y los detalles del relato han sido entresacados de esos videos, como comprenderéis mi relato ha sido hecho para concienciaros acerca del influjo negativo de esas películas.

Un saludo.