En la pantalla finalizaron los anuncios y una conocida melodía, seguida de un rotulo enorme a dos colores, verde fosforito y rojo sangre la cruzaron, el letrero fue oscilando, creciendo, girando y menguando hasta colocarse en el centro de la imagen, entonces se pudo leer el nombre del programa a la vez que una voz en off con una grave entonación a la vez viril y misteriosa decía:

-      ¡Cuarto… Quinquenio!

La cámara hizo un barrido del estudio acercándose a una gran mesa de color gris oscuro, el frontal de esta era una gruesa plancha de metacrilato blanco, tras ella se apreciaba la silueta de un hombre, este tenía la cabeza caída hacia atrás y parecía concentrado, aunque gemía suavemente y su rostro permanecía en penumbra; la melodía llego a su fin y la silueta dio un respingo incorporándose en la silla de oficina con voz muy bajita dijo:

-      Joer para tía, que estamos en directo, puñetas.

Desde debajo de la mesa surgió igualmente una voz femenina susurrando:

-      Mierd… que putada, ya salgo.

A contraluz por debajo de la mesa pareció verse de forma diáfana una silueta gateando hacia un lateral, afortunadamente fue una visión fugaz ya que la cámara se centró en el hombre sentado, este vestía traje gris marengo, camisa azul oscura y corbata negra con un pisa corbatas dorado que portaba las letras CQ.

El hombre era de unos 40 años, pelo moreno y algo largo, lucía una perilla poco poblada, destacaban sus ojos azules y su nariz altanera, tenía pómulos salientes y recia mandíbula; para dar énfasis a lo que tenía que decir cogió los papeles que tenía sobre la mesa y tras colocarlos bien los golpeo verticalmente sobre esta, seguidamente miro a la cámara y dijo con voz fuerte aunque algo agitada:

-      Buenas noches a todos ustedes televidentes, sean ustedes bienvenidos a esta nueva edición de su programa favorito, comienza Cuarto Quinquenio, su programa de misterio, soy Koldo Valtordo; tenemos varios casos e historias que les harán estremecer de pavor y asombro, pero cedo la palabra a nuestra colaboradora Fuensy Mansilla para que nos dé un pequeño sumario del programa de esta noche.

Otra cámara mostro a la presentadora, esta guardo precipitadamente algo que parecía un lápiz de labios, la mujer parecía tener 25 años aproximadamente, era una atractiva morena de pelo corto que apenas la cubría las orejas, el rostro bello con forma de corazón y de tez bronceada resultaba sugerentemente con su barbilla hendida con aquella rajita minúscula, sus labios gordezuelos recién pintados de carmín rojizo parecían ofrecer mil placeres, la forma de la cabeza de la joven se apreciaba bastante nítidamente, tal vez por eso su mote en todo el país era “la tres cabezas” pues solía usar escotados vestidos oscuros como el negro que lucía esta noche, en el resultaba evidente el generoso volumen de sus atributos mamarios.

Antes de hablar se lamio lentamente sus seductores labios, sabedora de que aquel simple gesto provocaría miles de erecciones entre los televidentes masculinos, Fuensy al saberse deseada recupero su seguridad y dijo con voz seductora:

-      Buenas noches Koldo, humm efectivamente hoy les contaremos varias historias enigmáticas, comenzaremos por el avistamiento de un Ovni, en un conocido polígono industrial de la capital, ohh y seguidamente trataremos de esclarecer un poltergeist, en que la voz de la pasionaria pide algo, siii… y para finalizar daremos paso a nuestro colaborador Pepe Pereira, el cual nos hablara de extrañas visiones en un cuartel de bomberos.

La cámara vuelve a Koldo que en ese momento girado hacia un lado le hace un corte de mangas al regidor del programa, suena un silbido de aviso y el presentador se gira hacia la cámara, sonríe algo cortado y dice:

-      Bien amigos ya han escuchado a nuestra compañera Fuensy Mansilla, además tendremos las secciones habituales, fotos de los espectadores, misterios cercanos y el extra habitual acerca de espionaje global, vamos a publicidad y seguiremos en seguida con ustedes.

Suena la melodía del programa y la cámara se aleja, Anuncios.

Koldo discute a voz en grito con el regidor, ambos se mandan a hacer puñetas, la joven sabe que parte de la discusión es por su culpa pues se tira ocasionalmente a ambos hombres por separado, decididamente se levanta y da un beso al locutor, se enzarzan enseguida en un cuerpo a cuerpo de besos y caricias, el regidor mosqueado se va en dirección a la máquina de café mientras piensa en su venganza.

Cinco minutos después la cámara se acerca velozmente a Koldo, este sigue sentado pero con manchas de carmín en la boca, bajo la mesa se escuchan sonidos húmedos y golpes suaves de algo subiendo y bajando, la cámara no puede captar bien el momento pues está al otro lado de la mesa, pero Fuensy le está dando la mamada de su vida al presentador.

La joven se esmera con vicio sobre la verga que aloja en su boca, la lengua gira en torno al capullo totalmente erecto y tumefacto de deseo, con una de sus manos soba juguetona las gordas pelotas ya cargadas de espesa leche, con la otra masturba rápidamente la columna de carne, Koldo alucina de gusto metido en aquella boca que parece un lago de saliva caliente, los labios aprietan bajo la corona del glande, el movimiento de sus caderas se acentúa intentando entrar más en aquella gruta untuosa.

Pero la joven no desea de momento ejercer de garganta profunda sino más bien de mamona rápida, con ese fin saca la verga y la lamotea febrilmente por todas partes, a la vez que agita rápidamente su mano haciéndole una paja divina, cuando nota que el macho se tensa introduce de nuevo la verga en su boca y mama con ganas succionando frenéticamente sin dejar de mover la mano arriba y abajo, Fuensy siente llegar la descarga y relaja la garganta, siente las contracciones en los labios y seguidamente las descargas contra su paladar, la lengua nota el sabor del semen, los disparos se suceden, uno, dos, hasta seis golpes en su garganta seguido de un suave manar de esperma que abandonan el rabo de Koldo llenando su boca, la joven traga todo lo que puede pero un poco se escapa por la comisura de sus labios, el hombre suspira y queda derrengado en su silla mientras ella relame el miembro hasta dejarlo limpio.

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Cualquier parecido entre este relato y algún programa real de misterio es solo casual, es lo que tienen las parodias, este autor no pretende molestar a alguien en particular, pero si divertir a otros en general. ¿Qué le vamos a hacer?

 Hola de nuevo amigos míos, el trabajo y los azares de la vida, unidos a la crisis y un oportuno virus de ordenador me han tenido alejados de vosotros, pero no he estado ocioso, ya lo veréis.

Como dijo el piloto chalado de la película Independence Day:

-      ¡Hola amigos, he vuelto!