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Incesto familiar de 3 parejas en una casa... (2)

en Amor filial

Tuve que hacer un gran esfuerzo de concentración. Todo estaba oscuro y en silencio. Pero por fin tras mucho insistir conseguí abrir los ojos. Tenía el cuerpo molido y me dolía el cuello por dormir en una mala posición pero aun así conseguí sonreír. Todo parecía materializarse poco a poco pasando de un estado desenfocado a algo medianamente nítido. Aun que estaba muy deshidratado por culpa del alcohol no había síntomas de ningún tipo de dolor de cabeza.

Elisa ya no estaba tumbada en la cama pero al escuchar atentamente asumí que se estaba dando una ducha en nuestro cuarto de baño.

Levanté la cabeza y comprobé que seguía desnudo, solo una fina sábana blanca tapaba parte de mis piernas. Intenté moverlas pero les costaba reaccionar ya que ellas seguían durmiendo. Las obligué a escucharme y las empecé a utilizar. Al final con esfuerzo conseguí incorporarme en la cama y sentarme en el borde de ésta. Bostecé profundamente a la vez que me desperezaba con los brazos

-Madre mía que noche. – Llegué a decir para mis adentros.

El ruido de la ducha cesó y poco después Elisa salió del baño con el pelo mojado y una toalla enrollada alrededor de su cuerpo a la altura del pecho tapando completamente su desnudez.

- Buenos días – Le dije

- Buenos días ¿Ya te has despertado?

- Si bueno, estoy en ello.

- He traído agua ya que estaba seca, si quieres la tienes allí. – Señaló con el dedo a la botella de agua que había en el suelo junto a la cama.

Me bebí casi media botella de sopetón. Estaba realmente sediento.

- ¿Te importa?- Me dijo Elisa a la vez que hacia un gesto con la mano para que me diera la vuelta.

-¿Quieres que me gire?

- Si.

- ¿Para?-

- Porque voy a vestirme.

- Pero si ayer te vi… - No dejó terminar mi frase

- Ya pero hoy es hoy, date la vuelta por favor.

- Vale vale - Y me giré hasta que se vistió.

- Ya te puedes girar.

-¿De dónde has sacado la ropa?-

- Cuando he ido a buscar el agua he recogido mi ropa que había en el comedor ya que mi habitación seguía cerrada.

Entonces me di cuenta que yo seguía desnudo y me invadió una buena dosis de vergüenza que me hizo ponerme colorado. Intenté mantener las formas y buscar algo de ropa que ponerme pero Elisa ya se había marchado antes de que encontrara algo de ropa.

Llegué a la zona de guerra tras ducharme y arreglarme. Ya estaban allí Elisa, Andrea y Daniel recogiendo las trincheras.

- Buenos días ¿Qué hora es?

- Hola tete, pues son las dos pasadas.

- Madre mía ¿Entonces que hacernos un desayuno o un almuerzo?

- Siempre pensando en comida.

- Ya sabes que sí, pero es que realmente estoy hambriento.

- Lógico, ayer ésta seguro que te dejó seco y necesitas recobrar energías - Dijo a la vez que señalaba a Elisa

- Tu hermano tiene mucho aguante - contestó Elisa desde la otra punta del salón.

Yo sólo pude asentir con una sonrisa

- ¿Nat aún no ha salido?

- No aún no. Elisa no decepciona eh? - Me dijo Daniel por lo bajini para que su novia no la escuchara.

- Sabes, me resulta extremadamente extraño que tú me afirmes lo bien que folla tu novia. Es algo raro.

- El raro eres tu tío. Ayer me follé a tu hermana y le dejé el culo tan abierto que podría confundirse con una madriguera de conejos y te digo esto para que te acostumbres y pases este mal trago inicial ya que una vez lo asumas como algo normal no te dará reparo decirme lo bien que la chupa mi novia porque ¿Sabes qué? Esta noche me la chupará tu novia a mí y mañana te diré cómo me dejó de limpia la flauta.

- Joder macho, es que eres de un fino que...

- Habló el finorris. Anda calla ya y ayúdame que vamos a comprar algo de comida.

Tanto en el trayecto de ida como en el trayecto de vuelta no dejó ni in solo momento de contarme lo fogosa y ardiente que era Andrea en la cama y lo bien que me lo iba a pasar yo esta noche cuando me tocara con ella. Describió con pelos y señales todo lo que le hizo y dejó de hacer y aun que en algún momento yo me puse cachondillo imaginándomelo se me bajó la lívido cuando éste me empezó a preguntarme lo que le había hecho yo a Elisa.

Al final tras mucho insistir se lo conté y me quedé sorprendido al descubrir lo mucho que le fascinaba esa situación. Entonces me llegué a plantear si realmente a mi fascinaría saber lo ocurrido con David y Nat o si por el contrario me produciría rabia. Pero entonces me di cuenta de que no iba a ser rabia sino excitación. Era posible que me gustara ver follar a mi novia con otro o seria el hecho de ver a Nat disfrutar con el sexo, o por el contrario sería simplemente la situación morbosa.

La noche anterior me gustó verla comportarse así, tan desinhibida y tan “guarrilla” por usar una palabra malsonante. Verla en su salsa disfrutando del momento y disfrutando del sexo como yo lo estaba haciendo, me hizo reflexionar que al final este juego cambiaria nuestras vidas a mejor abriéndonos un nuevo abanico de posibilidades.

- Entre tú y yo, creo que esta tarde el juego se volverá mucho más atrevido ¿No crees?

- Sí, yo también había pensado lo mismo. Ayer estábamos todos al principio muy cohibidos pero ahora, después de lo de anoche creo que será mucho más exagerado.

- Ya… ¿Sabes? Podríamos hacer un trato.

Miré a Daniel y le vi la cara de pillo que tanto le caracterizaba.

- ¿Un trato o TRAMPAS?  Que nos conocemos.

-¿Trampas? Yo jamás haría eso pero…

- Ya estamos…

- No son trampas, son ayudas mutuas, yo te ayudo a ti y tú me ayudas a mí.

- A ver, sorpréndeme, que ayudas son esas.

- Pues… ¿Que este quede entre tú y yo vale?

- Que sí, pero dilo ya.

- Siempre he querido hacer algo con Elisa pero nunca se había dado la situación. Y tal y como está la cosa me gustaría que fuese con ella pero no me importaría hacerlo con otra pero me gustaría hacer una especie de pinchito con una tía, ya sabes un trio. Me conformaría con que alguien le diera fuerte mientras me la chupa o al revés que se la chupa a alguien mientras yo le doy o no sé, también me serviría una DP.

- Una DP, que es eso?

- Una doble penetración.

- A vale, habla claro que con abreviaturas no te entiendo.

- Pues eso, me ayudaras con eso.

- Si ¿Pero tú crees que llegaremos a esto esta tarde? - Pregunté

- No lo sé, pero me molaría, estoy harto de verlo en las porno y en la vida real eso no pasa y joder, me pongo cachondo solo de pensarlo.

- No si ya, yo también me podría cachondo con algo así. ¿Y tú crees que Elisa se atrevería con eso?

- No lo sé, pero Elisa se atreve con muchas cosas, te lo digo por experiencia así que no creo que ponga ninguna duda.. ¿Y tu Nat crees que lo haría?

- Si me lo llegas  a preguntar ayer por la mañana te diría que no, pero visto lo de ayer por la noche no estaría seguro ya que la vi con ganas.

- Si se la veía con ganas.- contestó- tienes suerte de Nat, ahora en confianza está muy buena y es una buena chica.

- Lo sé, es perfecta- Confirmé

- ¿Me das algún consejo para esta noche con ella?

- ¿Tu sabes lo ridículo que suena esto?

- SI, pero me lo das o no-

- Tú no me diste ninguno para tu novia-

- Joder, porque no dio tiempo-

- Aixx- Resoplé resignado. – En fin, si quieres un consejo, déjala chupar. Le gusta chupar pollas, lo hace genial y le pone muchísimo esmero. Si le das polla la volverás loca.

- Gracias - Dijo a la vez que aparcaba el coche en la entrada de la casa - Hemos llegado.

- Ahh pero no le gusta mucho que le pongan la mano en la cabeza mientras chupa. Puede aguantarlo un rato pero se agobia, déjala hacer.

- Vale vale.

La casa estaba recogida, los platos fregados y la comida preparada. Habían hecho ensalada y un poco de pollo a la plancha. Sospechaba que Daniel me había llevado con él más que nada para hablar un rato utilizando la excusa de comprar comida. Por suerte la pudimos poner en la nevera para una futura ocasión. Estaban todos ya todos despiertos y arreglados.

- Hola cariño ¿Cómo estas?- Me dijo Nat nada más verme y plantarme un buen beso de buenos días.

- Muy bien ¿Y tú?

- Genial.

A decir verdad se la veía pletórica. Aun habiendo bebido como la que más Nat estaba como si hubiese descansado tres días seguidos en la mejor y más cómoda cama del mundo. Llena de energía y con una sonrisa permanente de oreja a oreja.

No solo era Nat la que estaba así sino que todo el mundo estaba así. No había resentimiento ni mal rollo por parte de nadie y se respiraba en el ambiente alegría y felicidad. Todo estaba en su sitio y no desentonaba nada. Incluso los comentarios algo subiditos de todo y esas preguntas insidiosas donde se preguntaba algo en concreto sobre la noche anterior parecían responderse con normalidad y se recibían con entusiasmo.

En algún momento llegó a pensar si eso era realmente real o no, si aún estaba soñando tumbado en la cama pero lo cierto es que si era real. Habíamos intercambiado pareja todos y habíamos follado como locos y ahora las parejas volvían a estar juntas como si el mojar con amigos y familiares fuera lo más normal del mundo.

Tras una comida tranquila y muchos comentarios de la gente contándolo todo nos dispusimos a relajarnos en la piscina y a echarnos una buena siesta al sol para recargar bien las pilas para esa noche que aun que poca gente lo había dicho todos ansiábamos que llegara.

A las cuatro y media de la tarde el sol de verano estaba pegando muy fuerte y aun que intentábamos aguantar lo máximo posible no era extraño que cada pocos minutos uno tuviera que levantarse de la tumbona donde se estaba tostando y saltar a la piscina para rebajar la temperatura del cuerpo.

Aun así era difícil no caer rendido al sueñecito que te envuelve el cuerpo cuando te pasas con la comida. Me costaba aguantar con los ojos abiertos tumbado en la tumbona junto a mi chica.

Nat salió de la piscina y yo me la quedé mirando embobado. Siempre me maravillaba verla. Parecía que se movía a cámara lenta pero realmente era mi cerebro que me estaba gastando una mala pasada. La Piel de Nat ya empezaba a tostarse bastante y la marca del bikini alrededor de los peños no se distinguía nada. El agua resbalaba por su cuerpo, por el cuello pasando por sus pechos, recorriendo su vientre y desapareciendo en ese diminuto bikini de color verde fosfi. Se volvió a tumbar otra vez a mi lado pero no se llegó a dormir ya que quería conversación.

- ¿Qué tal ayer?

- ¿De verdad quieres saberlo?

- Claro

- Pues muy bien la verdad. ¿Y tú?

- Genial, muy bien. ¿Esta noche toca cambiar otra vez no? ¿Te toca con Andrea?

- Si, me toca con ella.

- ¿Tienes Ganas?

- Si quieres que te diga la verdad…

- ¿De qué habláis? – Dijo Elisa al acercarse a nosotros a fin de mantener una conversación con alguien y no aburrirse en un lado de la piscina.

- Pues le he preguntado que que tal contigo ayer.

-¿Y que ha dicho?-

- Pues muy bien, que cuando quieras que repite contigo - Dijo Nat

- ¿Os habéis parado a pensar lo surrealista de esta conversación y de esta situación? A veces pienso que soy el único que tiene algo de sentido común.

- Anda calla, pues cuando quieras repetir me lo dices y tú cuando quieras algo también me lo dices - Dijo Elisa a la vez que se sentaba a horcajadas en la tumbona justo detrás de Nat pegando su cuerpo caliente junto la espalda de Nat completamente mojada.

- Y más surrealista aun es esto.

- ¿El qué?

- Pues que la tía que me tiré ayer esta en toples detrás de mi novia que también está en tolpless con los dos cuerpos pegados el uno al otro mientras que mi novia le pregunta a la “otra” que si me gustó follar con ella.

- ¿Te molesta?

- No, pero es raro.

- Estas fresquita – Interrumpió Elisa - Y mojadita – Rio tiernamente al usar una analogía sexual aun refiriéndose al agua que cubría su cuerpo.

- Como sigas acercándote más sí que estaré mucho más mojada

- Alaaa, ¿Madre mía estas dos, no podéis esperar un poco a esta noche?

- Si no estamos haciendo nada – Dijo Nat a la vez que le cogía las manos a Elisa y se las llevaba a tetas.

- ¿Queréis parar?

- ¿Te molesta?

- No, claro que no, si lo que yo quiero es unirme pero luego se nos quitaran las ganas.

- Se te quitaran las ganas a ti que eres un tío y en cuanto te corres pierdes fuelle pero a nosotras, a las mujeres esto nos da vidilla y luego estamos más receptivas. – La mano derecha de Nat que sostenía la mano de Elisa frente a su pecho se desplazó para llevarse la mano a su entre pierna y apartando hacia un lado el bikini puso la mano de Elisa en su coño.

- Lo que decía yo, estás mojadita.

Elisa que estaba sentada detrás de Nat solo tuvo que inclinar la cabeza para lamerle un poco de agua del cuello a mi novia.

- Yo no puedo más – Me levanté de la tumbona para ir a despejarme porque el miembro que marcaba a través del pantalón delataba mi profunda excitación.

- Venga no te vayas, ya paramos venga, quédate.

- Si el problema no es que quiera irme, si el problema es que quiero quedarme y jugar con las dos.

- ¿Y porque no juegas?

- Porque esta noche no tendré fuelle como decís vosotras.

- Aaaaahhh claro, es verdad Elisa, que esta noche le toca a su hermanita y tiene que darle bien. Son las cuatro y media pasadas y ¿ Me vas a decir que no te vas a recuperar hasta esta noche si jugamos un poquito? - Dijo a la vez que me tiraba del bañador por la cintura y me estiraba para que me acercara a ella.

- Bueno, pero necesitaré un par de redbulls

- Puedes tomarte los que quieras- Respondió Nat mientras ella seguía con lo suyo y me desabrochaba el cordón del bañador dejando vía libre para acceder a mi polla. Me bajó de un tirón en bañador y mi miembro erecto apareció justo delante de su cara. La cogió con una mano.

- ¿Ayer te dio tiempo de probarla?- Le dijo Nat a Elisa que estaba detrás suyo a la altura de su hombro.

- Si me dio tiempo si, está muy buena.

- Yo acabo de comer y no sé si me la terminaré ¿Quieres que la compartamos?

- Me encantaría- Respondió Elisa a la vez que se levantaba y se ponía de rodillas junto a Nat para que las dos quedaran con la cara a la altura de mi polla.

Yo me llevé las manos a la cara para tapar mi risa tonta bobalicona por los comentarios tan absurdos que acababa de escucha. Que chorradas más grandes decían, nadie en su sano juicio dice algo así si no es en plan de cachondeo, ni las mejores películas porno tendrían un guion así. A mí me dio la risa que me desapareció en el mismísimo momento que Nat se metió la polla en la boca.

Empezó a mamar suavemente, primero el glande y luego seguía engullendo parte del tronco.  Su mano apoyada en la base donde estaban los huevos ejercían un efecto visual de una polla aún mucho más grande. Elisa a escasos centímetros no apartaba la vista de mi novia y como no podía contener su excitación decidió comerme otra parte aun por comer, apartó la mano de Nat y empezó a lamerme los huevos. Dos cabezas una polla, algo increíble.

Entonces abrí los ojos.

Seguía tumbado en la tumbona de la piscina y todo había sido un sueño, Nat y Elisa no me la estaba comiendo sino que estaban tumbadas tomando tranquilamente el sol. Tuve que levantarme con la máxima dignidad posible al intentar ocultar mi abultada entrepierna tras el empalme del sueño. Las dejé al sol mientras me dirigí a la casa a despejarme.

Entré en ella y la encontré en silencio. Resto de gente estaban es sus respectivas habitaciones descansado o echándose la siesta. Yo decidí que sería un buen momento para aburrirse viendo la tele.

Me tumbé en uno de ellos y tras trastear entre los canales y descubrir que había verdadera basura me vi obligado a ver una de las películas que teníamos copiadas en el disco duro conectada a la televisión mediante usb.

Necesitaba reírme un rato y elegí la de “Di que Si” de Jim Carrey.

- ¿Cómo se llama la prota?

David me sorprendió al acercarse con sigilo y sentarse en el otro sofá disponible.

- No no, no te levantes, aquí estoy bien-

- Pues.. Algo dechannel ¿No?

- Sí, creo que sí, está muy buena.

- Si, tiene algo que la hace irresistible.

- ¿Hace mucho que estas aquí?

- Pues un rato si, fuera me pegaba mucho el sol y necesitaba desconectar un poco y relajarme.

- Te entiendo perfectamente.

Los dos estuvimos un buen rato en silencio disfrutando de la película.

-¿Estas nervioso? - Me preguntó David.

- ¿Nervioso por?

- ¿Tu qué crees?

-  Y yo que se

- Pues lo de Andrea

- Aaahh, bueno un poco que sí.  Nos quedamos un buen rato en silencio

- ¿Te molesta lo que hice con Nat ayer?

- Pues David, esto es algo raro y diferente y te mentiría si no he dejado de pensar en esto, pero no me mal interpretes es que todo esto creo que me ha superado. Todos habláis con una naturalizad pasmosa, como si fuese natural todo esto cuando por lo menos es poco común. ¿Molesto? No, esa no sería la palabra. Jamás habría pensado hacer todas estas cosas y menos que mi Nat participara en ellas, pero mírala, está súper pletórica. Estoy en un punto en que mis dos frentes chocan el uno con el otro, por un lado quiero saber lo que hace Nat porque me produce morbo, pero por otro lado no quiero saberlo porque joder... en mi novia. Pero creo que va ganando de calle la morbosidad.

- A mí me pasa algo parecido.

- Me lo imagino, creo que a todos nos pasa algo así lo que pasa uno lo afrontamos de formas diferentes.

- Sabes, yo quiero mucho a tu hermana.

- Lo se

- Pero, ayer lo pasé muy bien con tu chica, no quiero que malinterpretes mis palabras, tu novia folla de puta madre tío. Y me gustaría repetir con ella alguna vez mas, lo he hablado con Andrea y a ella también le gusta todo este rollo de intercambiarnos en momentos puntuales. Si te gusta y te apetece y bueno, os gusta a los dos a Nat y a ti esto y te mola hacerlo con Andrea podríamos seguir con todo esto de intercambiarnos de vez en cuando pasemos las vacaciones.

Me quedé en blanco, no me esperaba esto. Claro que una cosa es esto del juego de las vacaciones pero no había tenido tiempo de pensar que podría pasar después de todo esto. ¿Estaría dispuesto a compartir a Nat, eso se verá en un futuro?

- Pues no lo sé tio. No te estoy diciendo que no ni que sí. Esto pasó ayer, espérate a ver que pasan estos días y miramos que hacemos. Pero escucha, me gusta la idea, no está mal, tendríamos que plantearlo bien pero creo que podría funcionar si nos lo montamos con normas.

- Tú y tus normas.

- Es mi forma de ser.- respondí con una sonrisa.

Aun no era la hora de cenar cuando nos reunimos todos juntos en el salón. No teníamos hambre de comer, teníamos hambre de otra cosa y se nos notaba a todos. El cambio de horario había trastocado toda percepción del tiempo.

Pasaba algo raro, queríamos pero nadie sabía cómo empezar la conversación para lanzarnos al juego, era como si esperásemos que diera el primer paso para lanzarnos tras él. Como los Ñus en las sabanas antes de cruzar el rio.

Hablamos de vaguerías absurdas, de futbol, de programas de televisión del buen tiempo que estaba arrojando este verano caluroso de la buena idea de alquilar el chalet a las afueras para que nadie molestase… vaguedades.

- Yo no tengo mucha hambre, he comido tarde así que por mi podemos cenar más tarde si queréis o cenar otra cosa… ya me entendéis – dijo Andrea mientras me miraba a mi directamente.

- No si ya sabemos todos que es lo que te quieres cenar tu esta noche wapa.- Le respondió Nat mientras posaba su mano en mi paquete.

- Bueno va, ya está bien ¿Vamos a jugar o no? - Cambió de tema Andrea.

Todos afirmamos, teníamos ganas. El día de ayer se nos hizo corto y tras lo ocurrido hoy iba a ser un día memorable.

- He pensado que, bueno tenemos dos opciones. – Dijo Elisa a la vez que hacía gestos con la mano para que nos callásemos y le prestáramos atención.-  La primera opción es empezar de nuevo el juego, vestidos de arriba abajo y esperar a desnudarnos o ir directamente al meollo, a lo bueno y empezar ya desnudos.

- En pelota picada-

- En pelotas-

- Desnudos, yo empezaría ya desnudos – Dije mientras me pasaban el turno de palabra

Y así todos fueros respondiendo sin que nadie se desviara ni un  milímetro en que deberíamos empezar todos completamente desnudos el juego.

- Pero esta noche, si os parece, no bebemos nada porque nos pasamos un montón y creo que hoy sería mejor dejarlo descansar. - Dije

- sí, pero ayer el alcohol nos ayudó mucho a la hora de hacer todo.- contestó Andrea

- Ya, tu eres la más joven y aguantas mas pero yo…

- Uix si, el mayor. Habló el mayor de todos.

- Yo opino igual que él, esta noche es mejor dejar a un lado el alcohol. Así estaremos todos más frescos- Me apoyó Nat.

- Vale, venga pero solo por hoy.

Nos desnudamos todos, pero lo hicimos de tal manera que parecía que fuese lo más normal del mundo. Incluso muchos doblamos la ropa y nos la llevamos a la habitación. Otros en cambio la dejaron allí. Aun así no pude contener la mirada ni ruborizarme al ver desnudos los cuerpos de tres mujeres. No pude apartar la vista de las tetas ni de los coños de éstas y mucho menos de sus culos. Aunque  quisierais vosotros tampoco podríais hacerlo. Es algo innato en el ser humano.  Decidimos mantener el mismo asiento que el día anterior.

Tras sortear quien empezaría, el afortunado en empezar el juego fue Daniel que sin esperar mucho repartió la primera ronda. Todos nos sabíamos las reglas y esta vez sin ningún tipo de sustancia que alterara nuestra percepción ni anulara nuestra capacidad de avergonzarnos nos dispusimos a jugar.

La primera ronda la ganó David frente a Nat y Daniel que no pasaron en la primera ronda.

- Bueno para ser la primera vez esta noche no voy a ser muy cruel. Solo quiero que os beséis. Como queráis pero en la boca y ya sabéis durante dos minutos que empezaran cuando os avise…. – Cogió el móvil para poner el cronometro en marcha – Yyyyyyyy….. ¡Ya!

Nat se levantó y se lanzó encima de Daniel ansiosa por probar carne nueva y fresca. Cómo una leona salvaje agarrando por el cuello a su presa Nat agarró la boca de Daniel con tal fervor que me ruborizó al pensar que esa chica era en definitiva mi novia.

Daniel seguía sentado en la silla y Nat sin cortarse un pelo se puso a horcajadas encima de este rozando sus cuerpos desnudos. Sus brazos agarraban la nuca de Daniel y el cuello para no dejarlo escapar y Daniel hacía lo propio con ella. Las bocas abiertas compartían sin ningún tipo de remordimiento saliva y lengua, sobretodo lengua. Advertí un cierto movimiento en la pelvis de mi mujer la cual seguramente se estaría rozando con el miembro de Daniel  si es que no estaban enganchados como perros. Solo paraban para respirar cuando ya se quedaban sin aliento y su pasión despertó en mí celos y excitación a la vez.

Mi mente se apartó del espectáculo y empezó a imaginarse cosas. Cosas sexuales. No me mal interpretéis los celos son sanos si son con medida. No estaba celoso porque se estaba morreando con otro, sino porque no era yo el que estaba recibiendo ese morreo. Porque si al terminar con Daniel me hubiese dado uno a mí ya me bastaría para quitarme esos celos. Por primera vez era completamente consiente de que estaba contento de que mi chica disfrutara de esta manera del sexo y era consciente de que a mí me gustaba. La sensación era rara pero a la vez confortable. Ver a mi Nat disfrutar como una perra me ponía extremadamente cachondo y tras pensarlo un rato llegué a la conclusión que haría todo lo posible para satisfacerla. La haría disfrutar como una cerda y yo miraría y participaría en ello.

- Vengaaaa carnívoros, se acabó el tiempo.- Dijo a la vez que paraba la alarma del cronometro del teléfono móvil.

Nat se separó con desgana de Daniel. Daniel estaba rojo y colorado como un tomate, sofocado y tremendamente excitado que quedó demostrado cuando Nat se levantó.

-Esta noche vamos fuerte - Le dijo David a Nat

- No lo sabes tú bien-

Tras unos cuantos comentarios y charlas volvimos a la normalidad y le entregamos las cartas a Elisa para que repartiera y pudiésemos seguir jugando. Lo hizo y tras un buen rato decidiéndonos David pasó, Andrea, Nat y yo seguimos apostando pero Daniel y Elisa pasaron como lo hizo David.

Fueron un par de puntos los que decidieron la victoria d Andrea Sobre Nat, yo en cambio también apostaba y solo tenía una carta buena y estaba la espera que me tocara otra igual de buena para conseguir la victoria pero no fue así ya que en la segunda mano me repartieron un tres.

- Bueno visto que Natt ya va como una moto será mejor que tu – dijo mientras me señalaba- Le des un poco de friegas ahí abajo durante un minuto, después Nat tú le harás una subida y bajada de piel otro minutito.

- Esto… llamadme lerdo pero ¿Tengo que hacer que?-

- Tienes que masturbarla durante un minuto y luego ella a ti durante otro minuto. ¿Así mejor simplón?

- Si, pero tú hablas muy raro.

- Anda calla y ponte al lio cuando yo te diga.

Andrea cogió el teléfono que había depositado en la mesa David anteriormente y se dispuso a poner en archa el cronometro de dos minutos.

- Ponte en posición y…. ¡Ya!.

Nat estaba sentada en el borde de su silla con las patas abiertas mostrándome a mí y a todo el mundo el coño. Yo estaba sentado de rodillas frente a ella y me quedaba a menos de un palmo de mi cara. No pude resistirme a los encantos de la almeja de mi novia. No tenía pelo alguno en forma de raja encima del coño. Ni ningún triangulito, estaba completamente depilado salvo que empezaban a parecer algunos pelitos después de haberse depilado el día anterior. No estaba extremadamente suave en la parte superior pero lo que eran sus labios sí.

Estos labios superiores estaban de un color más oscuro y rojizo, fruto de su excitación provocada por el beso a Daniel y yo era el encargado de darle placer. A mí el coño de mi chicha me volvía loco. Me gustaba su tacto, su olor, su sabor cuando me lo comía. Es un olor muy peculiar y me encantaba. Aun estando recién duchado su coño olía maravillas, no a jabón, sino a su olor característico. Adoloro ese olor.

Puse mis manos a cada lado del coño, es sus muslos y me dispuse a comerle la raja cuando Andrea me interrumpió.

- Nono, solo mastúrbala, nada de comer.

- ¿No podemos hacer una excepción?

- No, acabamos de empezar, esperad un poco que queda noche anda.- nos reprimió

Y así lo hice, chupé mis dos dedos de la mano derecha, el índice y el corazón y empecé a jugar con los pliegues del coño internos. Con la mano izquierda jugaba con su botón con lo que facilitaba que continuara con su excitación. Hic un amago de meterle un dedo pero noté que estaba tremendamente excitada, lo supe por la lubricación y porque Nat me agarró por la muñeca y se la contrajo hacia ella metiéndose los dedos casi de sopetón. Entonces comprendí que quería marcha.

Yo estando de rodillas no podía ocultar mi excitación debido a que mi miembro sobresalida de entre las piernas y aun así no me dio vergüenza alguna. Levanté la cabeza y los vi a todos contemplando la escena. Ansiosos de sexo, voyeurs amateur disfrutando de sexo en directo y todos con cara de tener una buena excitación en sus piernas.

Antes de dedicarme otra vez a mi novia comprendí que me gustaba que me viesen practicar sexo. Me excitó mucho más saber que había gente que me estaba mirando directamente todos mis movimientos y que también se excitaban.

Empecé a mover mi mano a un ritmo más frenético y acelerado haciendo entrar y salir mis dedos de su coño. Nat puso su mano en su clítoris y apartó la mía, empeño a frotarse ella también. Se reclinó un poco hacia atrás y levanto ligeramente las piernas dejándome en una posición más cómoda. Con mi mano libre hice lo que todos hubiéramos hecho en esa misma situación. La estiré y agarré una de sus tetas. Pellizqué uno de sus pezones ya erectos y noté como la respiración de Nat hacían que su pecho se moviera arriba y abajo aceleradamente.

- ¡Ya, ha pasado un minuto! Ahora al revés.

- Noo,. Venga… - Se le escapó a Nat. Al final tras soltar algún soplido de resignación me animó a que intercambiáramos los asientos. Y así lo hicimos, me senté y al separar ligeramente las piernas mi polla hizo su aparición completamente dura como una piedra y recta como un bate de baseball apuntando directamente al techo.

Nat esperó a que le dieran la orden y con la mano izquierda me agarró los huevos y con la diestra me rodeó el miembro con sus dedos. Iba acelerada porque se le notaba en sus movimientos. Empezó fuerte y aguantó el ritmo. Me miró a los ojos directamente y puso cara de estar completamente salida. Su mirada me suplicaban sexo y sus manos me regalaban una buena paja. Volví a levantar la vista y los volví a contemplar a todos. Algunos miraban a mi mujer otras me miraban a mí y uno en particular nos miraba a los dos.  A mí me daba igual me gustaba, podría pasarme horas así ofreciéndoles un buen espectáculo.

Apenas había empezado, apenas empezaba  a disfrutar de la paja cuando Andrea nos obligó a parar. La muy puta tenía el don de la oportunidad.

No iba a correrme pero me estaba gustando mucho. Nat tenía mucho arte en hacer pajas y comiendo pollas cuando se ponía de rodillas y le dejabas una polla a su disposición era capaz de hacerte ver el paraíso sin moverte de tu silla.

No tardamos en volver a recomponernos todos y cada uno volvió a su sitio. Alguno se habían levantado y acercado más para contemplar el espectáculo debido a que al estar sentados sus ángulos de visión no eran los idóneos para disfrutar.

Repartió David tranquilamente. Nos retiramos Andrea, Nat, Daniel y yo y siguieron David, y Elisa. Fue esta última la que gano tranquilamente frente a un David que parecía ir más de Farol por sus ridículas cartas.

- Bueno, que te hago yo hacer a ti. Hay que recordar que esto es para pagar una apuesta y que en teoría es “malo” – dijo a la vez que hacia las comillas con los dedos – Por eso tendrás que darle un beso durante 2 minutos a… - hizo un gesto circular con la cara recorriendo y buscando nuestras miradas- aaaaammss… mmm. Daniel!

- ¿Cómo?, que tengo que besar a Daniel, pero si es un tío!

- Ya pero es bi.

- Pero es añadir una tercera persona – Protestó David.

- Ya pero te repito que es bi, y las normas dicen que si la tercera persona no es perjudicada sino que sale beneficiosa puede incluirse.

- Ostras, nunca… yo…- David palideció y empezó a temblarle la voz-  Es que un beso….

- Solo es un beso – replicó Nat

- Lo que le has dado tu no es un beso es un morreo – Protestó David- ¿No puedo hacer otra cosa?

- Bueno, puedes pajearle. Le coges el pito y se lo mueves así – Puso el brazo extendido en frente suyo, cerró los dedos formando un puño hueco y simuló pajear una polla moviendo el brazo arriba y abajo.

- Pues no sé qué decirte, un beso es algo más personal a mí me despiertan sentimientos. No te ofendas Daniel pero no quiero sentarme encima de ti como Nat y comerte la boca vaya a ser que te enamores de mi sabes.

- O tú de mi- Respondió Daniel con una sonrisa.

- Venga va, si os soy sincero prefiero movérsela un poco y ya.

- ¿De verdad?- Arqueó las cejas Elisa.

- Si porque una paja es una paja y para mí me da menos cosa que besar a un tío. Porque si me dices que es un pico, aun pero es un beso de dos minutos y eso ya…

Daniel se puso en la misma posición que anteriormente me había puesto yo y David, se arrodilló enfrente. Se le veía incomodo aparentando indiferencia para que no pensáramos cosas raras de él. Pero al final se vio obligado a menearle el miembro.

No lo hacía mal. Era algo gracioso de ver porque Daniel disfrutaba un montón y David aparentaba indiferencia pero no podía ocultar su miembro erecto por ninguna parte. Yo me ennorté clavando la mirada en el manubrio de Daniel y en el movimiento repetitivo de la mano de David.

- ¿Te gusta? – Me interrumpió una voz algo flojita sacándome del trance.

- ¿El qué?- Respondí mirando a mi mujer sonreír de oreja a oreja.

- Pues eso.

- No sé a qué te refieres.

Nat me cogió la polla y comprobó que yo la seguía teniendo muy dura para mi asombro.

- Pues ver a dos tíos cascársela ¿Te gustaría que te lo hicieran?

- Nunca me lo han hecho – Tal como pronuncie las palabras me arrepentí – No a ver, nonono, no me mal intérpretes, nunca me lo han hecho y estoy muy bien así, así que no me hagas que me la casque un tío.

- ¿Y cascársela tú?

- No, calla venga, ni se te ocurra, nonono, no que te conozco Nat. – Nat empezó a subir y a bajar sus manos con mi miembro dentro.

- A ti te gusta esto, el movimiento suave – Dijo susurrándomelo al oído.-  Qué más da quien te lo haga.

- Bueno, prefiero que me lo haga alguien con tetas.

Nat apartó la vista y la dirigió al dúo homosexual. La miró unos segundos y me volvió a hablar.

- A mí me gusta verlo. Es diferente. No me importaría verlo otra vez o que hicieran más cosas.

- ¿Te gusta?

- Claro ¿no te gusta a tu ver a dos tías?

- Si pero es diferente…- entonces me di cuenta de la chorrada que acababa de decir.

Nat no me contestó simplemente volvió a mirar al dúo pero sin apartar su mano de mi miembro que lo acarició con dulzura hasta que los dos mozos terminaron al finalizar el tiempo.

- Que conste que esto queda aquí.-  Amenazó David a todo el mundo con una sonrisa pícara dejándonos en duda si lo había dicho en broma o en serio.

David tuvo que aguantar bromas de lo sucedido durante toda la noche y jamás llegó a enfadarse de verdad. Lo aguantó con estoicismo e incluso participó en alguna de ellas.

Seguimos jugando al juego con ganas. Repartió Andrea porque era su turno. Echamos un leve vistazo a las cartas he hicimos cálculos mentales sencillos sumando los números de estas. Yo seguí jugando la partida y Andrea también, fuimos los únicos, el resto se retiró.

Perdió Andrea y creo que lo hizo apropósito. El gran momento de la noche llegó hermano y hermana a punto de saldar unas deudas de juego, pero yo ya había pensado en algo y este era el momento perfecto para llevarlo a cabo y dejarlos a todos con ganas de más. Si querían ver incesto tendrían que esperar un poco más.

Hubo silencio, todos esperaban mi castigo y la apuesta a imponer. Andrea parecía impaciente.

- ¿Que silencio no? Así que me ha tocado mi hermanita no? Bueno, no voy a pedirte gran cosa, quiero que vayas a la cocina y que traigas el pepino más grande que encuentres y te lo metas por el chocho. Quiero que te masturbes para todos con él y que nos des un buen espectáculo.

Algunos asintieron, otros protestaron al ver que no había incesto. Pero al final yo me salí con la mía. Me reservaba para ella para esa misma noche. Le tenía muchas ganas pero podía esperar un poquito más y podría hacerles esperar al resto.

Andrea llegó con un pepinaco. Era grueso como una polla y media o como casi dos pollas. No era muy larga pero si regordito.

- Este es el más grande que hay - Mintió, había uno más grande que yo había visto pocas horas antes, pero lo pasé por alto ya que realmente era grande y tampoco la quería forzar a hacer cosas imposibles.

Andrea se puso en medio del salón se sentó con el culo en el suelo y se tumbó dejando las rodillas en alto y los pies apoyados en el suelo.

-Está un poco frio el suelo - Refunfuño.

Empezó a frotarse con el pepino el coño. Lo movía lentamente de arriba abajo, rozándose el clítoris a la vez que separaba sus labios. Le escupió un par de veces y volvió a frotarse con él.

- Cuando te lo metas empezaremos con la cuenta atrás.

- Vale – contestó Andrea

Siguió frotándoselo un poco más hasta que se calentó lo suficiente para lubricarse e intentar meterse el pepino.

- ¿Veis bien desde ahí?

-Si - contestamos todos

Se había puesto de una manera que le veíamos todo el coño perfectamente.

Empezó a meter la puntita, solo un poquito comprobando el calibre de éste. Escupió en él otra vez y lo volvió a intentar. Separó aún más las piernas y con algo más de fuerza introdujo la punta y un par de centímetros.

-Buffff - Resopló Andrea en el suelo

- Lo sacó lentamente y repitió la operación. El pepino se deslizó hacia dentro por ese chocho joven un poco más. Medio pepino ya estaba escondido y con un par de empujones más y un gemido sexual de gozo que empalmó a todos los presentes terminó de meterse el pepino y llenarse toda la cueva.

- Pon a contar anda que ya no me entra más.

- Ah sí, ¡Es verdad! - Le di al cronometro y el reloj empezó a descontar los segundos.

Andrea empezó a simular que se la estaban follando introduciéndose el pepino hasta el fondo a la vez que con la otra mano se frotaba el clítoris. Pasados pocos segundos más Andrea empezó a moverse y a arquear la espalda. Los movimientos rítmicos iban acompañados de una respiración que calentaba a quien la escuchara. Leves gemidos se filtraban por su boca, gemidos de placer y gemidos de gozo.

Andrea estaba incomoda y se cambió de postura. Se puso a cuatro patas dándonos el culo, separó las piernas y apoyó la cabeza otra vez en el suelo, pasó su mano rápidamente por su espalda y por sus nalgas apareció el pepino que sin contemplaciones le abrieron los pliegues labiales del coño y la partieron en dos.

Su movimientos aceleraron el paso, su coño se había adaptado al tamaño y ahora soportaba una buena penetración, ya no le hacía daño solo le causaba placer. Pude ver que tenía los ojos cerrados y la boca abierta por donde se le escapaban los gemidos que en un principio eran leves ahora ya resonaban con más fuerza con cada penetración.

El Reloj sonó y nos sacó a todos del trance. Y cuando digo a todos es a todos, desde la hermana menor tumbada en el suelo a todos y a cada uno de los espectadores que habíamos disfrutado de este show.

Esta noche, o semi-noche ya que aún no había anochecido del todo iba muy fuerte.

Andrea tardó en incorporarse pero lo hizo sin sacarse nada. El pepino lo aguantaba con la mano mientras se iba levantando del suelo. Fue gracioso ver a mi hermana erecta sujetándose por detrás y con un dedo el pepino que tenía en el chocho para que no se cayera al suelo.

- Da gustito

- Ya pero tenemos que continuar.

- Este juego tiene algo que no me gusta nada.

- ¿El qué? Preguntó Elisa

- Pues que todo es muy bonito pero cada prueba que hacemos te deja a medias y me da mucha rabia.- Todos asentimos

- Pero es el juego, es su naturaleza, eso provoca que la próxima prueba estarás más cachonda que una cerda en celo y la cogerás con más pasión.

- ¿Cerda en celo? Ya estoy como una cerda en celo y no quiero coger ninguna prueba más, yo lo que necesito es un buen polvo – Y me miró a mí.

- Creo que todos necesitamos un buen polvo llegué a contestar ante la avalancha de miradas.

Al final y tras convencer a mi hermana de que se quitase el pepino seguimos jugando a las cartas.

Repartí yo y esta vez fueron dos mozas las que siguieron apostando Elisa y Nat. Esta última perdió.

- No se vosotros pero yo necesito algo más fuerte, después de ver esto de Andrea necesito que me coman el coño, y como has perdido tú me lo vas a tener que comer y date prisa que estoy necesitada.

Parecía más una súplica que una orden. Nat también necesitada de sexo no tardó en llevarse a Elisa al sofá donde obviamente estarían más cómodas. Todos las seguimos ya que no queríamos perdernos el espectáculo. Elisa se sentó al borde del sofá y se reclinó hacia atrás. Levantó las piernas y se las agarró con las manos a la altura de las rodillas.

Vaya espectáculo, Nat de rodillas hundió su cara en la raja de Elisa y empezó a devorar su manjar como los perros devoran su plato de pienso. Daniel se puso en el lado izquierdo de Nat, entremedio se quedó Andrea y yo me puse a su lado. En cambio David de puso sentado al lado de Elisa para verlo más de cerca.

Nat sorbía, lamia y chupaba el chocho con maestría. Elisa se pellizcaba las tetas y disfrutaba de una buena mamada pero fue Daniel que me miró y con señas de la cara me señaló a mi hermana.

Realicé la misma maniobra que realicé el día anterior con Elisa. Me acerqué a ella disimuladamente y le pasé la el brazo por detrás de la espalda y de cogí por la cintura. Andrea me miró sonriente y tras sentir mi pequeño contacto con su piel ella se acercó a mí, se apoyó en mi cuerpo y me abrazó con su otro brazo. Tuve que recolocar el brazo otra vez pasándolo por fuera para estar más cómodos. Parecíamos dos enamorados viendo un atardecer apoyados el uno contra el otro pero en realidad éramos dos hermanos desnudos sedientos de sexo viendo como mi actual novia le estaba comiendo el mejillón a otra tía. Todo un espectáculo. La piel de mi hermana estaba muy caliente al igual que la mía que irradiaba desesperación por un poco de carne. Sin pensármelo dos veces y exentos de las miradas curiosas salvo la de Daniel que disimulaba pero prestaba atención por el rabillo del ojo bajé la mano hasta palparle la nalga izquierda.

Andrea volvía a mirarme y sonrió de oreja a oreja antes de volver a fijar la mirada en Elisa y Nat.

Que buen culete tenía. Yo seguí el paso y al poco me abrí paso entre la raja de su culo y empecé a palpar un poco de chocho con la punta de los dedos. Andrea separó libremente las piernas para facilitarme el acceso y yo sin pensármelo dos veces le empecé a meter un par de dedos en un coño ya dilatado y lubricado. Fue extremadamente fácil metérselos y extremadamente morboso sentir mi dedo índice y mi dedo corazón dentro del coño de mi hermana. Estaba caliente, húmedo y las paredes del coño eran rugosas pero viscosas. Me había lubricado los dos dedos en un santiamén.

Yo que soy un obseso sexual del culo y que no sé qué tienen que me vuelven loco probé la puerta trasera de Andrea. Saqué los dedos del coño y los dispuse en la entrada de la cueva. El asterisco estaba cerrado pero no tenso. Haciendo círculos y algo de presión noté que cedía y en un santiamén la primera falange del dedo índice se metió dentro.

Andrea sin ya su sonrisa perfecta me miró a los ojos. Me miró con deseo y sin apartar su mirada de mi con su mano que me abrazaba me cogió la mano causante de la penetración anal y se la empujó hacia dentro causando que mi dedo índice fuera engullido por su ano.

No respiró, no hizo ningún gesto de aprobación, ni de gusto ni de deseo, tampoco de dolor ni rechazo. Me aguantó la mirada mientras me mantenía la mano forzándose hacia sí.

- Esta noche. No te preocupes, ahora no. – Me susurró al oído poniéndose de puntillas. Luego simplemente me retiró la mano de su culo. Se la llevó a la boca y me chupó el dedo que había estado dentro de ella- No te arrepentirás, sólo ten paciencia.- Y sin apartar la mirada directa a mis ojos mientras lamia.

Mi  polla dio un bote hacia arriba. Litros de sangré se desplazaron de mi cerebro ubicado en la cabeza al cerebro que tenía entre las piernas, casi me desmaño del morbazo. ¿Os imaginas que una tía os diga algo así de guarro? Pues ahora imaginad que es vuestra hermana pequeña.

Si me llegan a tocar la polla eyaculo y vacío completamente los huevos pero por suerte no fue así.

La alarma del móvil sonó y me sobresaltó. Hice como si nada pero mi polla me delataba. Daniel se reía por lo bajini y Nat levantándose del suelo se limpiaba las babas de la cara con la manga de piel de su brazo. Tenía las rodillas coloradas a la vez que el sudor de la cara había dejados pegados algunos pelos alborotados. En otras circunstancias de la vida ver a mi novia hacer eso hubiese sido lo mejor del mundo pero mereció la pena desperdiciar la oportunidad en pro de haber sido testigo de una mirada de desesperación sexual emitida por mi hermana.

- Vaya, veo que te ha gustado, si quieres otro día lo vuelvo a repetir para ti cariño. – Dijo Nat al acercárseme a mí y darme una palmadita en mi polla tiesa. Se creyó que estaba así por verla a ella. Me besó y pude notar el sabor de su saliva y del coño de Elisa. Una mezcla de sabores que encajan perfectamente.

Elisa no pudo reprimirse y tras levantarse me robó a la novia y le dio un fuerte abrazo que casi la levanta del suelo.

- Joder tía, te quiero un montón, gracias… Aiiiiiiiiiiixxxxxx- Mientras la zarandeaba de un lado para el otro entre sus brazos.

Repitieron las típicas frases de amigas ñoñas las dos y se siguieron el royo durante un rato. Rato suficiente para recomponernos todos alrededor de la mesa y volver a la rutina del juego.

-¿A quién le teca repartir?

- ¡A ti! – le contestó David a Nat.

- Ya, joder ya hemos dado la vuelta, bueno venga a seguir jugando. – Mezcló como pudo las cartas y repartió la mano.

Elisa estaba pletórica y llena de energía y parecía que casi apostaba para perder más que para ganar, cosa que corroboró en las siguientes apuestas apostando más veces que la noche anterior. En esta mano volvió a  apostar para seguir en la segunda ronda, igual que su novio Daniel que por una diferencia de más de seis puntos la derrotó.

- Yo os confieso que ahora que solo ha perdido Elsa voy a utilizar esta apuesta para un beneficio propio. Yo es que... bueno.. Hay una cosa que me pone mogollón - Empezó a medio atragantársele las palabras por la vergüenza y debido a que le faltaba el alcohol en sangre para terminar de soltarse - Yo siempre que he visto en las pelis esto hacen que me corra o que casi termine de correrme. No es mucho, y como Elisa ha perdido no creo que ponga ninguna resistencia a la hora de someterse. –Elisa lo miró con una ceja levantada- Andrea y tú – Señaló a Nat- Quiero que le escupáis.

- ¿Que la escupamos?

-Si

- ¿En la cara? – Preguntó Andrea más con un tono de curiosidad que de desagrado.

- Principalmente en la boca. Pero no seáis guarras y le escupáis mocos, solo saliva. Me gustaría ver cómo le vais escupiendo en la boca, en la cara y en las tetas… o donde queráis, pero me la llenáis de babas y luego tú – Señaló Elisa,  te vas tragando toda la saliva.

- Si ya sabía yo que tarde o temprano me harías hacer algo así.

- ¿A si? – Le preguntó Nat

- Si, porque siempre o casi siempre que lo hacemos me hace escupirle en la boca o el me escupe a mí.

-¿Y te gusta?

- Al principio era raro, pero tiene su morbillo, cuando lo pruebas un par de veces le coges el gusto. Así que, cuando queráis yo me pongo donde digáis.

Elisa se sentó en una silla y tanto Andrea como Nat se pusieron alrededor suyo. Daniel, David y yo también nos pusimos en círculo alrededor suyo peo algo más apartado para dejarles sitio a las escupidoras.

- ¿Y le tenemos que escupir durante dos minutos? ¿Y si me quedo sin saliva?

- Tú escupe lo que puedas y luego improvisa.

Y eso hizo, sin esperar a que pusieran el cronometro en macha Nat le soltó un buen salivazo en toda la mejilla derecha, justo debajo del ojo.

- Espera, espera…- Puso el reloj en marcha- ahora sí.

Volvió a escupir pero esta vez menos cantidad. Elisa ya estaba preparada esta vez y sentada en la silla con las manos reposando en sobre sus piernas su espalda recostada en la silla inclinó la cabeza hacia atrás y abrió la boca de par en par para que sus amigas del alma le escupieran dentro. Andrea fue algo más fina pero con una puntería más certera. Sea cercó a ella, se apartó el pelo y se lo puso detrás de la oreja y tras comprobar que ese era el lugar idóneo cerró los morritos y empezó a deslizársele un hilillo de saliva que fue a parar directamente dentro de la boca de Elisa.

- Esto es tremendamente excitante ¿Cómo se te ha ocurrido la idea de hacer algo así?- Le pregunté a Daniel

- Porque el otro día vi un video así en internet. Busca Lesbian Swap spit en google y busca uno de una tal Holly Michaels. ¿Sabes quién es?´- Asentí con la cabeza- pues si eres capaz de verlo y no hacerte una paja y correrte en menos de 2 min eres que eres gay.

- ¿Gay? ¿Y me lo dice el que alterna entre aceras?

- Par que veas, hasta un pro-hombres gay acérrimo al ver eso lo convertiría en hetero en dos minutos.

- No te preocupes que lo veré.

Volvimos a mirar a Elisa que aguantaba con gusto cada escupida y cada salivazo que le soltaban Andrea y Nat. A veces simplemente soltaban un pequeño escupitajo en su cara otras veces escupían de lejos y con un sonoro escupitajo. Elisa había separado las piernas y con una de sus manos se acariciaba el botón mágico del amor.

Andrea rebuscó en su boca lo suficiente para almacenar una buena cantidad de saliva que una vez convencida de la cantidad se la escupió directamente en la boca.

Le cerró la nariz con los dedos y con la mano le cerró la boca obligándola así a tragar todo el contenido para poder respirar.  Elisa no defraudó y tragó. Cuando la dejaron libre abrió la boca para demostrarlo.

- ¿No tenéis más para mí? – Rió Elisa

Andrea ante tal ofensa le restregó la mano por toda la cara extendiendo todo el líquido por las zonas no afectadas y haciendo que parte de su pelo quedara pegado a su cara chorreante. La verdad es que había gran cantidad de saliva. Nat no tardó en contestar a la amenaza de Elisa pero lo hizo de una forma que nos dejó a todos con la boca abierta. Se metió un par de dos en la boca hasta llegar a su garganta y empezó a provocarse arcadas.

- ¿Qué haces?- Le pregunté

- Provocándome más saliva

- Lo que vas a provocarte es el vomito

- No, no voy a vomitar tranquilo, pero si hago esto fuerzo mi cuerpo a salivar mucho más. – volvió a meterse los dedos en la boca pero esta vez no le vino la arcada.

- ¿Y tú como sabes eso?

- Luego te cuento – Dijo con la boca medio llena y con un claro balbuceo para no desperdiciar la saliva de su boca.

Se puso encima de Elisa y le cogió por la mandíbula. Se acercó tanto a ésta que pareció que iba a besarla. Pero no. Abrió la boca en el último momento a escasos dos centímetros y todos pudimos ver como un buen reguero de saliva transparente saliendo de la boca de ni novia y como poco a poco iba llenándole la boca de Elisa. Antes de que pudiera hacer nada más Andrea hizo lo mismo y también le derramó toda la saliva pero esta vez se la derramó por toda la frente.

La saliva se deslizó por efecto de la gravedad. Al estar la cabeza ladeada ligeramente solo se le deslizó por un lado pero fue suficiente para taparle todo el ojo derecho y aun así parte de esta siguió deslizándose cabeza abajo, moflete, comisura labial y barbilla.

Parte de la saliva al final se desperdició al empezar a colgarle chorretones por la barbilla como suelen ocurrirle a los buldogs.

Tanto Daniel, como David y yo nos habíamos cogido las pollas y con suaves movimientos nos íbamos pajeando. Era algo involuntario. Pero nuestros cuerpos nos pedía a gritos darnos placer carnal ya que el placer visual nos lo exigía. Mucho mejor que las pelis porno.

Elisa parecía salida de un bukkake de mil hombres. Los pelos se le habían mojado y se le habían pegado a la cara. La cara la tenía llena de babas y si hubiese llevado maquillaje se le hubiese corrido todo. Por la barbilla caían constantemente gotas de saliva que no se podían mantener quietas tras los movimientos de cabeza. Parte del cuello y de las tetas eran testigos de la fuente que derramaba la saliva de la cara y recogían los sobrantes dejando a Elisa tremendamente mojada. Y no solo era eso sino que no paró de frotarse el chocho durante lo que restó de la prueba haciendo que de vez en cuando gimiera dándole mucho más morbo a toda esta prueba rara.

-Me tendréis que disculpar pero tengo que ir al baño a limpiarme un poco porque apenas veo nada.

- No te limpies mucho que me mola verte así – Le contestó su novio Daniel

Tras hablar un rato más de como tendría que limpiarse Elisa se perdió por el pasillo hasta que llegó al baño.

- ¿Y cómo haces para provocarte la saliva? – Le pregunté a Nat

- Pues cuando fuerzas la garganta es un gesto involuntario del cuerpo y empieza a salivar mucho más, no me preguntes porque pero es así, lo único que he hecho es tocarme con los dedos un poco detrás y he empezado a chorrear saliva.

- ¿Y … como sabes tú eso, donde lo has aprendido?- Pregunté con cara de tonto

- Pues yo sola cariño. No te has fijado que algunas veces cuando te la chupo y me la meto muy para dentro saco mucha saliva

- Ahora que lo dices sí que es verdad, pero pensaba que era es que simplemente no tragabas la saliva. Además, muy para dentro no te la metes.

- Bueno, hago lo que puedo, me meto lo justo antes de que me entre la arcada.

- Ya, tú no haces eso de las gargantas profundas.

- Que pesado, no es que no quiera ehh, es que no puedo ya te lo he dicho mil veces, a la mínima pues me da noseque y me agobio.

- Pero ya te dije…

- Ya sé que me dijiste que no lo hiciera, aún que primero también me dijiste que te encantaría que te lo hiciera.

- Ya

- Pues eso, yo lo intento por ti, porque sé que te gustaría que te lo hiciese pero si me das tiempo.

- A ver cariño, no te agobies ni te metas presión. Solo te lo pedí una vez y ya hace algún tiempo. No te agobies, si lo que hacemos tu y yo me encanta y la chupas que da gusto así que si no puedes hacerlo pues no pasa nada

- Perdón, ya sé que es una conversación privada y eso – interrumpió Andrea- Pero como estamos aquí sentados y nadie habla pues nos hemos enterado todos que Nat No hace gargantadas profundas. Pero si quieres te puedo enseñar.

- ¿Tu?

- Si

- Sí, ella puede enseñarte – Corroboró David

- ¿Tú haces eso? – Pregunté asombrado

- ¿Si, por? – Me contestó

Yo abrí los ojos como platos al descubrir esa gran habilidad sin descubrir de mi hermana. Y más sabiendo que esta noche me tocaría con ella.

- ¿Y cómo lo haces? – Interrumpió Nat

- A ver, yo te entiendo eh. Al principio es muy agobiante, estresante y es mejor hacerlo en la ducha y bañeras porque sueles vomitar un montón de veces y esto a mucha gente le echa para atrás, pero poco a poco consigues controlar el reflejo del vómito.

- Yo lo he intentado con su polla pero es que si me meto un poco de más…

- No, intentarlo con una polla es como acostarse la primera vez con un caballo. Algo imposible. Si quieres estos días te iré enseñado las bases de cómo hacerlo hasta que al final consigas engullirte una polla.

- Pues si me enseñas te estaré agradecida, y el también- Me señaló con el pulgar.

- Sí, te estaremos muy agradecidos- Respondí

- ¿Joder, y a mí porque no me hiciste una ayer por la noche? – Interrumpió Daniel uniéndose a la conversación.

- Porque la tienes muy gorda cabrón. Por mucho que quiera no me cabe.

- No será para tanto- Contestó ruborizado

- Que no dice, me rompiste el culo.

- Eso si- contestó entre carcajadas

Elisa llegó del baño tras lavarse la cara y procedimos a reanudar el juego.

Tras contentarle por encima la propuesta de mi hermana a Nat también se apuntó al curso intensivo de garganta profunda. Al final tras charlar un buen rato Daniel volvió a repartir las cartas. Volvimos a empezar la ronza, ya habíamos repartido todos y la rueda volvía a ponerse en marcha otra vez con Daniel.

Elisa estaba imparable apostado a todo así que no se retiró esta ronda, lo mismo hizo David y Nat, que siguieron apostando frente al resto que nos retiramos. La ronda la ganó por un solo punto Nat que al descubrir ser la ganadora se empezó a aparecer una dulce sonrisa en su boca.

- Bueno, está claro que hay que subir algo ya el nivel no?, Así que porque no os curráis un buen sesenta y nueve aquí en medio a la vista de todos.

Y dicho y hecho y tras negociar posturas y apartar las pocas sillas que había en el hueco destinado a las apuestas David ya empalmado se tumbó en el suelo-

- Joder, esta frio el suelo de cojones ehh-

- Anda calla que Elisa te va a calentar un poco el cuerpo ahora-

- ¿Va bien así?- Le preguntó Elisa a David cuando se colocó encima de este poniendo sus rodillas justo a los lados de la cabeza.

- Ehhh…. Siii. – Articuló David sin apartar ni un solo momento la vista del glorioso chocho que le había aparecido de la nada. – Si… esto.. si me traéis una almohada o un cojín para la cabeza mejor que mejor.

Andrea le acercó un cojín a su novio y se lo puso debajo de su cabeza tas susúrrale unas palabras que no llegué a escuchar pero que hizo aparecerle una sonrisa al afortunado.

Yo me había comido ya ese coño y podía asegurar que estaba muy bueno. No me importaría volver a montarlo con Elisa otra vez.

David sin cortase rodeó con los brazos los mulsos de la moza y agarró las nalgas con fuerza mientras esperaba que le dieran la señal de salida. Elisa ya tumbada sobre el cuerpo de David iba dándole besitos a la puntita del mimbro erecto a la vez que jugueteaba con esta restregándosela por la cara impotente de no poder comérsela hasta que la avisaran.

La imagen de Elisa tumbada no tenía desperdicio, a mí las tonterías más sencillas son las que más me ponen y me fijé en como las tetas se le aplastaban al apoyar su cuerpo contra el del David. Así no se le veía nada, solo se veían dos cuerpos desnudos pegados pero estos pequeños detalles son lo que más me gustan.

Nat retrasó a propósito todo lo que pudo la puesta en marcha del cronometro y vio como los dos impaciente se lanzaron a comer del buffet.

Una vez David hundió su cara entre las piernas de Elisa apenas podías ver nada, solo podías oír su respiración y el sonido de sus chupeteos, lo mismo le pasaba a Elisa que se entregaba a su labor felatoria. En las pelis porno las mamadas me sirven de calentamiento y aun que la cámara este bien enfocada y con un buen ángulo jamás igualará ver una mamada en directo. Se te va el santo al cielo cuando pierdes la vergüenza por quedarte mirando fijamente a dos personas practicar sexo. Y eso es lo que me pasó a mí. Me quedé atontado, y empecé a pensar en mis cosas.

En mi caso hacía tiempo que no hacia un sesenta y nuevo con mi novia Nat y me recordé la última vez que lo hicimos. Entonces me acordé de que no es tan cómodo como lo pintan ya que o te concentras en lo que te hacen a ti o te concentras en lo que haces tú. Pero aun así es agradable hacerlo. Habiendo otras posturas esta probablemente la podría relegar a un segundo puesto. Lose, mucha gente me mataría si leyesen esto pero es lo que pienso ya que considero que el sesenta y nueve es una postura un tanto mitificada, aunque no por ello es mala.

Volví en mí y vi a Nat pendiente del reloj del teléfono. Junto a mi estaba Daniel que no perdía vista del show abrazado a Andrea que tenía apoyada la cabeza en el hombro de este en una postura muy cariñosa.

Es increíble lo que puede llegar a unir un poco de sexo consentido a un grupo de personas. Nuestra relación siempre ha sido buena pero en un solo día todo había mejorado de una forma exponencial.

Nat interrumpió a los dos ya que los dos minutos de la prueba habían llegado a su fin.

Elisa se levantó y con la manga del brazo desnudo se limpió un poco la boca que tenía mucha baba acumulada. David aun tumbado en el suelo se le vio con toda la cara mojada, le brillaba a cauda de la saliva y los jugos de Elisa. Tuvo que pedir una servilleta para secarse la boca, la barbilla y parte de las mejillas. David de había aplicado mucho.

- Joder, he de reconocer que si hubieses estado 15 segundos más me corro.- Le confesó a Elisa

- ¿A si?

- Si, lo haces muy bien

- ¿Quieres que te haga terminar? Si me das esos quince segundos puedo continuar si quieres

- De verdad

- si

- Pues… si quieres – David se cogió la polla a la altura de los huevos y la sacudió ligeramente

Elisa no lo dudó y se arrodilló y se metió la polla en la boca.

- ¿Pero que hacéis? – Preguntó Nat

- Nada, solo le hago terminar- Elisa contestó sacándose la polla de la boca

- ¿Y porque?

- Porque me ha dicho que en quince segundos se corría y para no dejarle con las ganas pues me he ofrecido.- volvió a meterse la polla en la boca pero no hacia el gesto de chuparla, simplemente miraba a Nat esperando que le contestara mientras el miembro de este le apretaba el moflete por dentro haciéndole el típico bulto en la cara.

- Anda, salte de ahí. Y ya se correrá esta noche. Y para todo el mundo- Dijo en voz alta par que todos la escucháramos – Que yo sepa solo se puede hacer esto en el juego así que si queréis correos – No señaló a los hombres- Lo hacéis en las pruebas, dejaros de esto que si no pierde la gracia.

- Vale- Elisa a desgana se levantó y dejó a David con las ganas.

A desgana y con un morro torcido fingido de niña enfadada Elisa reanudó el juego y repartió las cartas. Esta vez sólo fue Andrea la que continuó el juego junto a mí que por casualidades de la vida ganó Andrea.

Nat que estaba a mi lado se le ilumino la cara. Sabía que ella tenía ganas de verme a mí con mi hermana. Creo que a todo ya de una vez tenían ganas de ver algo de incesto y como no dependía de mí todo quedaba en manos de la calenturienta de mi hermana.

-Bueno, ya sé que todos queréis algo entre nosotros dos, sois unos putos viciosos todos. Así que os voy a preguntar. ¿Qué es lo que quieres ver?

- ¡Quiero que te lo folles! – Dijo Daniel sin pensarlo – Aquí en medio

- Si ya claro, eso me lo reservo para esta noche. Otro.

- Podrías hacerle… nose. ¿Una mamada? Dijo David

-Mmmmm nose…. Tengo ganas de comerme esta churra pero…

- Hazle una cubana- Propuso Nat

- Una cubana… si estaría bien.

- ¿Esto… no he sido yo el que he perdido? – Pregunté extrañado ya que a mí no me hacían hacer nada.

- Si, pero da igual la cuestión es veros a los dos juntos.

Solo tuve que mirar a mi novia para comprobar que la cubana la había propuesto para que nuestro encuentro más fuerte fuera en la intimidad.

- Venga si, una cubana. – Y sin pensárselo dos veces, se arrodilló en frente mío, dio instrucciones a Daniel para que pusiera el cronometro y ajustando sus tetas alrededor de mi polla quedó a la espera del pistoletazo de salida.

David que sin querer cerró la aplicación al no encontrar el cronometro de nuevo tardó más de lo normal hizo que mi hermana con la cara más dulce que podía poner una niña joven me mirara directamente a los ojos.

- ¿Estás preparado? – Me preguntó Andrea

- Par ti siempre lo estaré hermanita – le contesté lleno de nerviosismo.

Andrea cansada de esperar desplazó ligeramente las tetas lo suficiente para poder inclinarse un poco y con la lengua lamerme la puntita del miembro. Volvió a mirarme.

- Te tengo ganas –

- Y yo- le contesté flojito, en el mismo tono que me lo había dicho ella

- Y nosotros- Llegó a contestar también Nat desde una posición privilegiada donde lo veía todo.

Al final David dio con la aplicación, puso en marcha el cronometro y Andrea se puso en marcha.

A no ser que tengas unas tetas enormes una cubana es algo difícil de conseguir solo con las tetas. Andrea las tenía firmes como sólo las tienen las post adolescentes y aun que el tacto de estas en mi polla era sensacional tuvo que ayudarse de las manos para conseguir hacerme la cubana.

Yo abrí bien las piernas para que mi hermana estuviera cómoda. Hacía calor en la sala y las tetas de esta estaban algo húmedas por el sudor así que mi mimbro resbalaba con facilidad entre estas. Pero lo que más me ponía cachondo no era la pseudo paja / cubana de mi hermana, sino la cara que ponía esta. La mirada fija en mí, su labio mordido, su respiración sofocada sus mejillas sonrojadas y su pelo alborotado. Su expresión de gozo era lo que más me ponía.

Alargué mi mano inconscientemente y se la puse en el hombro. Note su piel húmeda y caliente deseosa de más contacto. Sacó sus manos de sus tetas y se inclinó hacia adelante aplastándolas contra mi barriga y dejando la polla en medio. Empezó a restregarse arriba y abajo y pude notar el olor de su pelo al quedarme su cabeza justo debajo de la mía. Ella seguía moviéndose y yo disfrutaba del calor de su cuerpo. Aparte pelo hacia un lado para poder verle un lateral de la cara y toda la espalda.

Ella levantó la vista y su cabeza quedó a escasos centímetros de la mía. Ella seguía moviéndose arriba y abajo y cada vez se acercaba más a mi cara. Era como si diese saltitos para conseguir un nuevo objetivo y pocos segundos después descubrí cual era.

En un despiste dio un salto más largo de lo normal y sin pensárselo dos veces juntó sus labios con los míos. Solo fue un piquito corto pero lo suficiente para comprobar que la atracción que sentíamos los dos era verdadera. Ese piquito hizo que se me rizara el pelo de todo el cuerpo y un escalofrió recorrió toda mi columna.

Andrea no lo volvió a intentar, volvió a ponerse en la posición inicial de rodillas y la polla entre sus tetas mientras me sonreía y me sacaba la lengua coquetamente.

David nos cortó el rollo. Nos hizo parar a los dos.

-Ya, venga y que conste que todos hemos visto el beso. Podéis separaros.

No tuvimos más remedio que separarnos. Pero mi mente no estaba en la cubana sino en el beso de mi hermana. Sentir los labios de Andrea me había encantado. Que antes de ayer me follaba a mi novia me daba igual, que la noche anterior me había follado a una amiga mía con permiso de mi parienta me daba igual, yo lo que quería era la boca de mi hermana.

En ese momento no estaba para hacer una ronda así que pasé deliberadamente aun teniendo unas buenas cartas que me había repartido David.

Sé que había ganado la mano Daniel frente a mi novia Nat y que muerto de envidia le había pedido también que le hiciera una cubana como la que me había acabado de hacer Andrea.

Daniel y Nat se fueron al sofá y esta se puso entre las piernas de Daniel. Yo seguí al resto y me puse al lado d estos a mirarlos pero realmente no estaba mirando nada.

- ¿Dónde estás?- Me susurró Elisa que se encontraba a mi lado

- Ehh… ¿Qué? – Contesté al no entender la pregunta

- Que donde estas, tu novia esta aquí pero tú no estás – Me dijo a la vez que con su dedo índice me tocaba la frente.

- Ya... bueno.. .Pienso en mis cosas.

- ¿Y en qué piensas?

- En cosas – Y dirigió una mirada involuntaria a mi hermana

Elisa captó ese ligero movimiento de ojos y giró su cabeza para ver a quien miraba y comprobar que Andrea estaba distraída hablando con su novio David.

- ¿Piensas en Andrea?

Simplemente asentí con la cabeza

- Vaya… - dijo con un tono que detonaba decepción

- ¿Vaya? ¿Por?

- Por nada… -

- No venga dime-

- Me hubiese gustado que estuvieses pensando en mí-

No pude contener una sonrisa sincera en mi boca

- Y pienso en ti-

- ¿A si, cuándo?

- ¿Después de lo de ayer crees que no he pensado en ti?

- Nose, apenas me has mirado hoy y es como si hubieses pasado un poco de mí-

- ¿De verdad? Si es así lo siento mucho

- ¿Te gustó lo de  ayer de verdad?

- Claro que sí, ¿A ti no?

Elisa Asintió con la cabeza. – Mucho…- consiguió murmurar. – Crees que algún día tu y yo… - Apuntó sus dedos índices entre si mientras se daba golpecitos – ¿Crees que podríamos repetir?

- ¿Ostras, de verdad?

Elisa me miró pero no dijo nada

- Sabes, yo no sabía cómo pedírtelo a ti. Me resultaba algo raro ¿No crees? “¿Oye quieres volver a acostarte conmigo?”

Elisa me respondió con una amplia sonrisa y desvió la mirada a la pareja que estaba sentada en el sofá haciendo sus quehaceres sexuales.

- Si hablo con Nat tú crees que…bueno… ¿Nos dejará?

- Yo creo que si hablas con ella no podrá ninguna pega. Entonces como recordado algo obvio. Estábamos desnudos. Elisa estaba completamente desnuda frente a mí y no pude más que reprimir un fuerte deseo de cogérmela ahí mismo y repetir lo ocurrido la noche anterior.

Elisa se percató de eso. Las mujeres tienen ese sentido extra que detectan esas cosas de los hombres y sin inmutarse lo más mínimo me puso la mano en la nuca y me atrajo hacia ella plantándome un buen beso en la boca.

Yo le devolví el beso y antes de poder rodearla con mi brazo ella ya me había cogido la polla con la otra mano. Yo la rodeé y me la atraje hacia mí y sin pensarlo dos veces le cogí las nalgas con las dos manos y se las apreté

Elisa sacó su lengua y empezó a devorarme la boca mientras que con su pelvis y sus piernas abiertas se frotaban con ahínco con mi polla que le abrían los pliegues labiales de par en par.

Me empujó sin soltarme la boca y me tiró encima del sofá. Se sentó encima de mí y sin pensárselo dos veces cogió mi polla con la mano, se la apuntó directo al coño y terminó de sentarse clavándose todo mi mimbro erecto dentro de su coño chorreante.

Empezó a mover sus caderas adelante y hacia atrás restregando su clítoris pero sin sacarse ni un solo milímetro del me mi tronco de carne de dentro.

Su boca estaba pegada a la mía y no se despegaba ni un milímetro impidiéndome respirar con normalidad. Empezó a botar encima de mí mientras se dejaba caer en mi pelvis ofreciendo un sonoro PLAF cada vez que nuestros cuerpos se encontraban.

Mi polla se deslizaba con suma facilidad por dentro del coño de Elisa extra húmedo hasta el punto de preguntarme alguna vez si se la estaba metiendo. Luego me lo recordaba la respiración entrecortada de Elisa, el aliento que me soplaba en mi cara y su culo rebotándome encima.

- Pero vamos a ver ¿Queréis para ya de una vez?

Tuvimos que disculparnos, y prometer que nos contendríamos ya que la sexualidad del momento nos atacó a los dos y nos pudimos remediar empezar a follar.

Nos impusieron una multa de dos rondas sin jugar y sin hacer nada. Así que tanto Elisa como yo vimos pasar dos rondas divertidísimas  en las cuales no pudimos participar.

Aun tenia húmedo el palo de mi polla de los jugos vaginales de mi dulce Elisa cuando tras repartir Andrea y ganar la ronda ella misma sobre Nat la obligó a hacerse una garganta profunda con un consolador de estos doble largos. El consolador lo fue a buscar ella a su habitación.

Lo trajo como si llevara una espada, salvo que esta al ser flexible se movía como los muñecos hinchables de esos que anuncian cosas que se mueven constantemente por culpa de aire que le insuflan desde abajo.

Yo no podía quitarme de la cabeza a Elisa. Le miraba las tetas y ella me miraba con ganas. Me provocaba deliberadamente mientras otros pagaban apuestas. Se mordía el labio y se pellizcaba las los pezones y no podía hacer nada para saciar mis ganas de empotrarla contra la pared.  Sacó su lengua y un hilillo de baba se deslizó directamente a su pezón que tras creer que alguien la miraba se la restregó por toda la teta como si nada.

Yo desvié la mirada para no ser cómplice de esto y vi como Nat Se auto forzaba a meterse un consolador muy largo por la boca.

¿Sera de verdad que lo quiere hacer? Pensé. Al verla pude ver que le ponía ganas pero que era algo duro. Le saltaban las lágrimas que le recorrían las mejillas pero ella seguía erre que erre. Tras coger aire se metía un poco el consolador hasta que tocaba su garganta. Vi como abría la boca y su garganta se tensaba en un acto reflejo. Tosió guturalmente pero no llegó a vomitar.

Yo no dije nada y simplemente me quedé atento a lo que Andrea le iba indicando.

- Sé que es difícil pero tienes que superar esa barrera, una vez lo hagas entrará bien por la garganta.

- No puedo... No puedo… es que me da cosa.

- ¿Quieres que te lo haga yo?

- No… Bueno.. Sí ¿Pero me va a doler?

- No te va a doler, es una sensación muy extraña y agobiante, te forzare un poco pero luego en un segundo te lo sacaré.

- ¿Seguro que no duele?

- No

-  Vale, pues venga…

- Reclina la cabeza hacia atrás un poco.

Nat cumplo a raja tabla lo que le decía. Andrea le puso el consolador dentro de la boca e introdujo un buen trozo hasta que llego casi al final

- Te voy a forzar un poco y notarás como se abre paso través de tu garganta. Es raro de cojones pero no pasa nada. Solo será un poco y ya habremos terminado. Preparada

Nat Asintió ligeramente y Andrea forzó.

Había sujetado el consolador varios centímetros por encima de la línea de la boca de Nat y cogiendo con fuerza para que no se le resbalara empujó hacia abajo y el consolador entró.

Nat abrió los ojos de par en par y su garganta se ensancho un poco por el paso del dildo doble. Andrea viendo que Nat aguantaba en vez de sacar el consolador a momento lo aguanto un par de segundos más dentro de esta y de la misma manera que se lo había metido lo retiró por completo de la boca. Nat abrió la boca por completo y respiró con profundidad  a la vez que tosía un poco más por inercia que por necesidad.

- ¿Tampoco ha sido para tanto no?

Nat meneo un poco la cabeza sin distinguir si era un sí o un no.

- Lo has hecho muy bien.

Nat cogió una servilleta y escupió un montón de saliva.

- Es raro, muy raro.

- Ya te avisé ¿Quieres otra vez?

Nat negó con la cabeza. – Por hoy tengo suficiente.-

Todo pasaba tan deprisa que apenas me di cuenta y ya estaban repartiendo otra vez. Me volví a fijar en Elisa pero esta había perdido el interés por mí y se lo estaba dedicando a su novio que le cuchicheaba cosas al oído mientras esta apoyaba la mano muy cerquita de la entrepierna de Daniel.

Todos siguieron apostando menos Nat que decidió recuperarse un turno. Gano David y obligó a Daniel y  Andrea a meterse en la ducha a la vez, enjabonarse y limpiarse de arriba abajo.

Y eso hizo la pareja. Nos fuimos todos a uno de los bajos y los dos perdedores esperaron a que el agua saliera algo tibia para empezar a mojarse y a enjabonarse. A mi esta prueba no me pareció tan emocionante como las demás, pero he de reconocer que cuando lo haces tú y te metes dentro de una ducha con alguien más y compartes ese espacio sí que puede ser algo realmente sensual.

Yo en cambio apenas presté atención a lo ocurrido con lo que no puedo describir con exactitud lo que pasó. En cambio sí puedo describiros la sensación de felicidad que mi produjo estar abrazado a mi novia toda la prueba mientras mirábamos.

Ella quedó delante de mí y yo me puse detrás de ella. Mi polla había aflojado un poco y facilitó que me pudiera arrimar más al culete de Nat. La rodee con los brazos y apoyé mi cabeza contra la suya pudiendo oler el perfume característico que tanto me gustaba de ella.

Disfruté enormemente de este descanso antes de volver a la partida. Ya me había aflojado un poco pero sabía que en cualquier momento mi polla reaccionaria a la más mínima.

Cada vez que repartía alguien era como reiniciar el ciclo. Como poner el reloj en marcha y quedarse a la espera de ver que sucedía. Las apuestas iban y venían y cuando uno seguía apostando lo hacía por dos razones, para ganar y hacer que alguien pagase o para perder y disfrutar del sexo.

Esta ronda apostamos Nat, Davit y Yo y nos ganó mi novia de calle.

- Yo necesito polla, estoy un poco harta de tanta ñoñería. Va a ser la primera vez que haga algo de esto pero por casualidades de la vida han perdido dos chicos que van a tener que pagar un impuesto. No os va a pasar nada ya que solo quiero vuestras pollas, me las quiero comer las dos y vosotros vais a dármelas.

No quiero aburriros mucho con los preámbulos de cómo nos ponemos o dejamos de poner en cada prueba para satisfacer nuestras necesidades, pero en este caso es importante detallar como estábamos puestos. David y yo estábamos de pie uno al lado del otro con las pollas tiesas y Nat, mi novia que le encantaban las barras de chóped estaba de rodillas entre nuestros miembros que por la altura a la que le quedaban le golpeaban ambas las mejillas.

- Siempre he querido hacer esto.

-¿A si?- Le pregunté

- Si

No supe que decir ya que no sabía que mi mujer ansiara tanto esto, pero tal y como estaba la cosa evolucionado estos días empecé a sospechar que Nat era mucho más de lo que decía.

Nat nos cogió a cada uno la polla con cada mano, nos sonrió y sin pensárselo dos veces nos estiró de estas para que se juntaran un poco más. Eso hizo que tuviéramos que dar un ligero paso hacia adelante hasta que la punta de nuestras pollas se tocaron. Nat Abrió la boca y se metió los dos capullos en ella y sin poder cerrarla sacó la lengua por debajo y separó con los miembros pasando la lengua entre medio.

Descartó una polla y se zambulló a comerse mi miembro con ansia. Parecía una actriz porno que había echo eso mil millones de veces, mientras comía con una mano con la otra pajeaba a David. Pocos segundos después cambió y se comió la del novio de Andrea y se dedicó a pajear la mía.

Iba alternando, a veces se zapaba una, otra se comía la que había dejado de lado, en ocasiones se metía las dos a la vez abriendo como una posesa la boca y otras veces se golpeaba en la cara con nuestros miembros.

David empezó a inclinar la cabeza hacia atrás cerrando los ojos y disfrutando de la mamada y yo no pude desviar la mirada de mi novia arrodillada y zampándose sus dos miembros.

- No puedo, no puedo más…- Gimió david entre respiraciones.

Yo no entendí a que se refería pero Nat sí. Dejó de comerme la polla y apunto la de david a su cara, abrió la boca delante de este y empezó a pajearle con agresividad. David empezó entrecortar su respiración a la vez que gemía silenciosamente. Yo no dejaba de disfrutar de la maestría que nos estaba dando Nat cuando un buen chorro de leche blanca salió disparado de la punta de miembro de David cayendo en una ya preparada cara de Nat. El primer disparo alcanzó de lleno a Nat llenándole la boca y parte del labio superior, el segundo lechazo con algo menos de carga no salió en la misma dirección y le salpicó en pleno ojo derecho que por suerte a mi novia le dio tiempo a cerrar a la vez que se reía nerviosa. Un par de chorros más con mucha menos potencia y semen fueron a parar dentro de la boca de Nat que ya había acercado los labios alrededor del capullo para no perder ninguna sustancia.

David saliendo de su trance bajo la mirada y vio a Nat como la estaba viendo yo, llena de semen, con un parche en un ojo medio cerrado y el otro medio abierto, siendo característico de los piratas a la vez que ésta en un gesto de buena profesional del sexo soltó la polla y con un dedo se sacudió el semen del ojo arrastrándoselo por la cara hasta llegar a su boca. Cuando lo tuvo todo dentro, nos miró con un ojo y tragó. Saboreó su manjar y abrió la boca para demostrar que realmente ya no quedaba nada dentro.

Si no hubiese soltado su polla me hubiese corrido en menos de veinte segundos pero ahora Nat las había dejado de lado y se reía por lo que acababa de hacer.

No puedes forzar a alguien a que te la chupe y menos a tu novia así que no insistí que terminara su trabajo ya que ella no se dio cuenta. Me molestó que me dejara un poco de lado pero al cabo de un rato se me pasó.

Que frustración da, alguna vez os habéis pajeado y os habéis tenido que parar justo antes de correros por culpa de una interrupción. Pues así estaba yo.

Necesitaba algo fuerte. Y entonces se me ocurrió algo que había visto en una porno que me encantó y que me obligó a hacerme muchas pajas.

Tenía que ganar como fuese. Se alinearon las estrellas, los dioses me escucharon y aun que había tenido una mala mano en esta ronda tanto Nat como Andreas que habían seguido apostando conmigo iban de farol. Les gané la partida.

Tras contarles que tenían que hacer se pusieron a cumplir mis deseos. Les acerque el consolador para que se le metieran ellas mismas pero tuve que ayudarlas.

Les pedí que se pusieran a cuatro patas, culo con culo y que se metieran el consolador ese que había usado Nat para la garganta profunda entre ellas y que se follaran durante dos minutos.

Andrea ya estaba preparada y Nat se estaba colocando en posición. Tras probar varias posiciones al final entrelazaron sus piernas quedando como dos perritos y con el culo pegado una a la otra. Andrea que era la que tenía el consolador lo empezó a chupar y a dejarlo lleno se saliva. Una vez terminado se lo deslizó entre las piernas y con muy poco trabajo se lo introdujo por el coño. Nat tuvo que apartarse un poco hacia adelante para poder hacer lo mismo, cogió el consolador y se enfundó la puntita. Yo, preso de la emoción me puse a su lado y les sujeté e consolador justo por en medio. Pude notar el calor del coño de mi hermana y pude notar el calor del coño de mi novia al acercarse poco a poco engullendo el dildo doble.

Al final sus nalgas se encontraron dejando un par de centímetros de consolador a la vista entre ellas dos y mi mano entre sus dos culos. Y Sin mediar palabra empezaron a moverse lentamente hacia adelante y hacia atrás. Les costó un poco y descubrieron que la mejor manera era hacer movimientos sincronizados. Poco después el sonido de los culos rebotando era apagado exclusivamente por los gemidos de los dos. Andrea gemía con fuerza y con la boca abierta mientras que Nat ahogaba los suyos mordiéndose el labio y dejando escapar solo aquellos que no podía permanecer ocultos al mundo.

Plaf, plaf, plaf… el retumbar de los culos chocando era un sonido precioso y repetitivo que no cesaba nunca. Entonces se me ocurrió que hubiese sido mucho más guarro, o por lo menos para mí haberles pedido que lo hicieran pero con el consolador metido en el culo. Ya era tarde para eso.

Plaf, plaf, plaf, plaf… el ritmo se intensificó, cada vez los movimientos eran más duros y los culos cada vez rebotaban con más fuerza.

- ¿Cuánto queda? – preguntó Nat visiblemente excitada con las mejillas muy coloradas

- Apenas has llegado al minuto.

- No voy a aguantarrrrrr. Uffff, no creo que… - No pudo terminar la frase cuando se inclinó hacia adelante tumbándose sin importarle nada y dejando el consolador medio colgando del coño de mi hermana Andrea que sin saber porque había perdido el ritmo de su pareja.

Pasaron unos segundos y Nat no se movía, estaba disfrutando y no queríamos molestarla. Andrea se levantó y dejó el consolador doble encima de la mesa.

- Lo siento, no aguantaba más-

- Bueno te perdonamos y damos por pagada la apuesta.

No voy a comentaros lo avergonzada que estaba mi chica al correrse delante de todo el mundo pero no nos costó mucho convencerla que nos había encantado a todos  verla teniendo un orgasmo. Nat desde entonces se puso a mi lado cariñosamente disfrutando de mi compañía. Solo tuvimos que seguir jugando.

Repartió Andrea y sólo siguieron jugando la pareja d Daniel y Elisa que este la derrotó con un escaso margen de puntos.

Daniel le exigió a su novia que le enseñara a todos lo bien que sabía comer pollas, así que le pidió que le hiciera una buena mamada, de esas tan buenas que sabía hacer.

Se pusieron en el sofá, el sentado cómodamente y ella de rodillas en el suelo frente a él. Al principio parecido una mamada más de las que le hacen las mujeres a sus parejas pero fue poco después de iniciar cuando Elisa empezó a hacer cosas que Nat no me había echo nunca. Las manos de Elisa empezaron a centrarse un poco más en los huevos que en la polla. Poco después sus manos le abrieron más las piernas como diciendo que le molestaban y Daniel, sin cortarse un pelo las abrió, se sentó más al borde del sofá y asintió con la cabeza a Elisa para que procediera. Elisa se chupó un par de dedos antes de volver a meterse en la boca la polla que había dejado perdida.

Los dedos se dirigieron a esa zona prohibida de los hombres heteros y sin cortarse ni un pelo y sin apenas obtener ninguna resistencia y como por arte de magia los dos dedos impregnados de saliva hasta arriba desaparecieron dentro del culo de Daniel.

Este cerró los ojos y echó la cabeza hacia atrás. Elisa le puso una mano por debajo de una rodilla y se la levantó dejando visible a todos que efectivamente estaba sodomizando con los dedos a su novio Daniel. Daniel en pro de ayudar a su novia se agarró la pierna levantada y se puso en una postura que facilitaba la penetración y a la vez facilitaba que Elisa siguiera chupando.

Sin cortarse ni un pelo empezó a meter y a sacar con movimientos rápidos y certeros los dedos dentro del culo y una vez comprobado que estaba bien dilatado añadió un tercero que entró sin mucho esfuerzo.

Siguió así un rato, de vez en cuando levantaba la vista y nos miraba con la polla metida en la boca y nos sonreía.

- Acércame eso – Le pidió a Andrea

- Toma.

Cogió el consolador que habían usado anteriormente y lo lubrico con la saliva y una vez preparado sustituyó los dedos por el dildo dolble.

Lo tenía cogido con fuerza a media altura como si cogiera una barra de pan pero los movimientos eran duros, agresivos y constantes. Parecía que estaba apuñalando a alguien una y otra vez.

Si digo que al principio me no me produjo rechazo mentiría. No me llamaba mucho la atención, pero según pasaba el tiempo empezó a cambiarme la percepción de lo que hasta ahora era algo prohibido en mí. Me ponía el sexo anal, pero me ponía el sexo anal en las mujeres, ver algo así en directo y en un hombre me turbo la mente ya que en algún momento me llegó a excitar.

- ¿Te gustaría hacerlo?

- ¿El qué? – Le respondí a Nat que se encontraba conmigo disfrutando de lo que ocurría

- Eso – Señaló justo donde sodomizaban a Daniel.

- Ahora mismo no es una de mis propiedades- Respondí sin saber por qué con cierto grado de vergüenza.

- A mi si – Me contestó Nat flojito tras pensárselo unos cuantos segundos.

- ¿De verdad?

- sSi -

- ¿Peeeero de verdad?

- Sí, claro.

- Esque yo.. nose-

- Me gustaría y  si se puede pues bien y sino no pasa nada – No llegué a contestar a eso.

Volví a mirar a la pareja y me fijé en Elisa que mantenía el ritmo, pero lo gracioso de todo es que movía la pelvis ligeramente adelante y atrás al mismo ritmo que sodomizaba a Daniel, Como si ella portara un consolador de esos que se cuelgan en las piernas.

Se terminó la prueba Elisa paró pero no le quitó nada. Se levantó y le dio un buen morreo a su novio que este la estrujó entre sus brazos con un fuerte abrazo que duró más de lo que dura un beso normal. Si no le hubiésemos interrumpido seguramente hubiesen terminado follando.

Fuimos a seguir con el juego cuando yo ya pregunte algo que era obvio. El juego se estaba haciendo largo y aun que era completamente existan lo que yo quería en ese momento era montármelo con mi pequeña Andrea.

-Creo que por hoy podríamos dejarlo y nos podríamos ir a dormir ¿No?

Hubo risas y cachondeo con la frasecita y muchos se burlaron de mí por lo desesperado que estaba por tomar a mi hermana. Tras pasar por alto algunos comentarios demasiado grotescos.

Pero aun así pasó lo que tenía que pasar, nos fuimos todos a la cama.

Era la hora. La hora del incesto y aunque no lo creáis estaba muy nervioso. Andrea mi hermana pequeña hasta hace dos días ahora iba a ser mi amante. La noche había sido genial y si todo iba tal como se nos pintaba no acabaría nada mal.  Pero ¿Uno que tipo de sexo tiene con su hermana? Esa era la pregunta mágica.

Entré primero en mi cuarto y Andrea entró detrás que al pasar ella cerró la puerta.

- ¿Me das un minuto que voy al baño?- Pregunté

- Si claro, luego iré yo.

Vacié la vejiga tranquilamente, me lavé la cara con agua fresca y me recompuse el pelo un poco mirándome al espejo. Aproveché que había una botella de agua para beber un trago largo e hidratarme.

Al salir Andrea estaba sentada en la esquina de la cama con las piernas cruzadas como si no pasara nada. Se levantó y paso a mi lado cerrando la puerta del baño al entrar.

Pasaron varios minutos y no escuchaba nada. Al final me tumbé en la cama pensativo en lo que estaba a punto de ocurrir. Tirarme a mi hermana. La tenía muchas ganas. Quería hacerle muchas cosas y no sabía si yo estaría a la altura. En el juego estuve a punto de correrme y cada vez que me pasaba eso yo duraba nada y menos. Tenía el semen a punto de salir y lo que yo quería era aguantar el tiempo máximo posible sin defraudar a mi hermana y sin manchar la reputación del hermano mayor corriéndome en menos de dos minutos.

Al final salió. No pregunté estuvo haciendo pero mi lo podría imaginar. Apareció con una coleta con forma de caballo recogida con una goma de pelo a la altura alta de  nuca. Y sin nada más de ropa, completamente desnuda.

- ¿No te habrás quedado dormido?

- No, creo que nadie en mi circunstancia se podría quedar dormido

- Bien.- Andrea se subió a la cama y anduvo de rodillas hasta donde estaba yo tumbado. - Ven, ponte un poco más para el centro. - Y eso hice me moví un poco a la derecha y me situé en el centro mismo de la cama justo entre las dos almohadas que tuve que recolocar para no quedar con la cabeza echada para atrás.

Andrea pasó una de sus rodillas por encima de mí y quedó sentada justo a la altura de mi polla aplastándola hacia mi barriga.

Ya por entonces mi polla estaba rígida. Había aflojado un poco mientras ella se encontraba en el baño pero mis pensamientos perversos e incestuosos avivaron el flujo sanguíneo hacia mi miembro levantándolo poco antes de que saliera del baño.

- ¿Te puedo confesar algo?

- Claro – Me respondió

- Creo que apenas podré durar nada contigo.

- ¿Y eso? – Dijo a la vez que jugaba con sus dedos con los pelos de mi pecho

- Porque estoy tan cachondo que me correré a la mínima

- Bueno, eso es normal

- ¿A si?

- Si, por ejemplo a David le pasa mucho, sobre todo cuando llevamos algún tiempo sin hacerlo suele correrse rápido. Lo que solemos hacer es que se la chupo un poco para que descargue y luego lo hacemos tranquilamente ya que luego tarda mucho más en correrse.

- Yo…me da vergüenza ehh… joder mira que es difícil todo esto

- Que te pasa hermanito... ¿Estas nervioso?

- Claro

- No te preocupes que yo también

- Pues no se te nota

- Eso lo dirás tú, estoy echa un flan.

- ¿De nerviosa o de buena?

Andrea rio con una sonrisa bobalicona y tontorrona fruto de unos nervios que la consumían por dentro

- Tú de piropos no eres muy bueno.

- Ya sabes que yo para esto no sirvo tonta.

Andrea se inclinó hacia adelante apoyando los codos en la cama justo al lado de mi cabeza quedando cara con cara.

- Tú me tienes tonta.- Y me besó.

Me besó con dulzura, sus labios se posaron encima de los míos como los copos de nieve se posan sobre la nieve virgen en las montañas.

Yo la abracé y noté su calor en mi piel. Volvió a besarme y cada vez que lo hacía le ponía a los besos más pasión. La timidez del momento y de la intimidad empezó a desaparecer y se transformó en un estallido de amor.

Sus labios empezaron abrirse y su lengua empezó a rebuscar en mi boca. Tardó muy poco en encontrarse con mi lengua que en un duelo de deseo se enzarzaron en un baile sexual.

Noté el sabor de la saliva de mi hermana en mi boca, un sabor único y delicioso imposible de describir. No pude evitar llevar mis manos a su culo y le agarré las nalgas con fuerza clavándole los dedos.

Andrea me respondió con un soplido ahogado involuntario. Me apartó la cara un lado y empezó a besarme por la mejilla y a lamerme la cara. Luego pasó directamente a mi oreja y le pasó la húmeda por todos los pliegues de esta. Nat lo hacía con más dulzura pero Andrea le ponía mucha pasión. Nunca me habían metido toda la lengua en la oreja y aunque la sensación era extraña consiguió que perdiera el norte. Me dio un escalofrío que me recorrió desde la oreja hasta la punta del dedo de la mano. Me retorcí y logré soltarme de su lengua con un gesto involuntario. Andrea lo tomó como un retó y con fuerza me cogió la cabeza, me obligó a girarla y me “penetro” la oreja con su lengua. Oía el sonido de su lengua húmeda rebuscando, su respiración entrecortada y aunque cueste creerlo también pude oír su pasión y su deseo.

Pero tras insistir un rato y tras torturarme deliciosamente dejó descansar a mi oreja. Siguió su recorrido, bajó al y cuello los lengüetazos ansiosos se transformaron poco a poco en besos pasionales acompañados con ligeros mordiscos. No pudo resistirse a jugar y empezó a succionar.

- Chupetones no.

- Chupetones sí, tengo que marcarte.

- Chupetones no.

- Cállate – Y me hizo un buen chupetón.

Tras perderse un rato en mi cuello bajó un poco más y pasó por mi pecho, por mi pezón izquierdo que no pudo resistirse en mordisquearlo un poco. Su cuerpo se deslizó aún más hacia abajo mientras ella seguía en mi pezón ya que se estaba colocando en posición. Su mano izquierda apareció de la nada y me agarró el miembro. Su mano caliente y sus dedos rodearon el tronco de mi polla que deseaba calor humano. Mientras seguía bajando aún más por mi vientre su mano empezó a moverse arriba y abajo preparando el camino al paraíso. Su lengua lamió y recorrió mi bajo vientre y mi cintura.

Empezó a juguetear alrededor de mi polla igual que los indios bailan alrededor de la hoguera en las noches de verano. Empezó a morder con los labios alrededor de mi polla haciéndome delirar.

Pero el bailoteo duró poco. Empezó a escalar con besos todo el largo de pene, desde abajo hasta arriba arrastrando lentamente los besos sin llegar a separar los labios y dejando un reguero de saliva muy fina.

Cuando llegó a la cumbre sus labios se posaron en la punta y con un beso culminó la hazaña salvo que esta vez no se separó más y no continuo besando. Esta vez mantuvo los labios pegados justo  donde los hombres tienen el agujerito del pito y fue abriendo la boca lentamente y metiéndose mi polla en su boca. No pude evitar mirar.

Muchas veces cuando Nat me la chupa yo dejo hacer y no suelo mirar, pero en esta ocasión quería verlo. No quería perdérmelo. Los labios de Andrea se veían arrastrados hacia dentro de su boca a la vez que mi polla se iba introduciendo dentro de ella. Levantó la cabeza y dejo escapar los centímetros que había comido y con ello sus labios volvieron a su posición normal de rodear el miembro. Pude ver claramente cuanto había engullido gracias a que la zona que había estado dentro estaba brillante y húmeda.

Volvió a repetir la operación pero esta vez abrió algo más la boca y sus labios no le molestaron más sino que acompañaron perfectamente el movimiento de su cabeza. Mi polla se metió algo más.

Repitió y aun entró mucho más. No notaba ni un solo diente, solo nota sus labios alrededor de mi polla y la lengua jugando dentro de su boca. Una de las sensaciones más placenteras que hay en este mundo es cuando empiezan a comerte la polla y eso no tiene descripción alguna.

Puso su mano en la base de palo rodeando el miembro con el dedo índice y el pulgar mientras su palma de la mano cubría los pelos que tenía encima. Así mi polla parecía mucho más grande. Cero que en definitiva ese era el objetivo de Andrea a la hora de hacer su espectáculo de magia, hacer creer al espectador que algo tan grande no puede desaparecer pero como una buena maga y sin enseñar su truco lo hizo.

A todos aquellos que no os han hecho alguna vez algo si no podéis haceros una idea de lo que es sentir eso. Crees que la boca de vuestra pareja tiene un límite pero no, si saben hacerlo bien tu polla desaparece por completo. Y por mucho que lo veas en videos no es lo mismo. Notar como la polla entera se humedece, cómo la punta hace presión en la garganta abriéndose paso por una zona de muy difícil acceso, oír los gorgojos y gruñidos de tu pareja ahogados pareciendo un orco de Mordor en vez de usa dulce mariposa que gime suavemente en vuestra oreja no tiene precio. Notar como en mi caso ves que aguanta la respiración mientras lo hace y que a la vez abre la boca y saca la lengua por debajo e intenta lamerte los huevos eso jamás podrán describírtelo con exactitud. Tienes que vivirlo.

Y eso hice yo, abrí los ojos y contemplé lo que me estaba haciendo. Pasados unos segundos iniciales se la sacó entera y comprobé realmente que mi polla había entrado mucho más de lo que esperaba ya que al sacarla aun que me la había visto todos los días de mi vida ahora mi polla aprecia mucho más larga.

- Mira, pon tu mano aquí, no apreste mucho, solo pon tus dedos – Me cogió la mano y la puso en su cuello. Volvió a comerme la polla enteramente.

La noté. La noté a través de su garganta. La noté como esta se abría paso y le expandía la garganta y el cuello.

- No te duele-

- No – Se la sacó solo para contestar para volver a retomar la mamada.

Esta vez no fue solo de demostración de su potencial, el sube y baja de su cabeza a ese ritmo era espectacular. Desde la punta del capullo hasta la base, entraba y salía enteramente y sin perder poder de succión en ningún caso.

Y lo mejor de todo era el sonido ese que no podía reprimirse ese “Uhgg, uhhgg, uhhgg” que a mí me pone a cien. Pasaron no menos de un minuto cuando yo estallé. La cogí por la cabeza justo cuando estaba punto de volver a bajar y la eché para atrás lo suficiente para que a mí me diera tiempo a cogérmela y a meneármela solo apenas un par de veces, entonces antes de soltar toda la leche ella volvió y se la metió en la boca.

Yo no pude más y reventé. Le solté toda la leche acumulada en mis huevos dentro de la boca de mi hermana. Seguí meneándomela mientras ella quieta rodeaba el glande con sus labios sellando cualquier fisura de escape. Seguí soltando leche chorro tras chorro con algún movimiento de pelvis involuntario.

Aguardé unos segundos más disfrutando de ese orgasmo, mis piernas tenían tics involuntarios que a Andrea le hacían gracia. Unos segundos más  tarde Andrea tragó todo sin dejar rastro y luego simplemente se levantó un poco me dio un besito en la puntita y se tumbó junto a mí de lado apoyando la cabeza en mi brazo y pasando su mano en mi pecho para empezar a jugar con mi pelo.

Pasaron los segundos y nadie dijo nada. Pasaron varios minutos mas y lo único que hacíamos era esta una al lado del otro disfrutando del momento. Yo tenía miedo de romper la atmosfera creada pero al final me arme de valor.

- Andrea..

- Ajam

- Sabes… yo…

- ¿Si?- Levantó la vista sin moverse del sitio y me miró a la cara.

Vi ahí tumbada a la niña que siempre había estado conmigo desde que tengo uso de razón, esa niña que ya se había convertido en todo un portento de mujer capaz de hacer delirar a un hombre de placer.

- Siempre te he querido Andrea.

- Lose.

- ¿A si?

- Claro.

- ¿Cómo?

- Porque yo también te he querido siempre. Puede que no de esta manera, igual que tu no me has querido así siempre, pero no me puedes negar que ya desde hace algún tiempo que entre nosotros dos hay algo más que amor familiar.

- Yo no sé qué decirte

-No hace falta que me digas nada, esto se sabe, no soy tonta, me fijo en cómo me miras. ¿ Crees que no me doy cuenta de las veces que me has mirado el culo en casa?

- Yo pensaba que…

- Tranquilo nadie se ha dado cuenta pero una mujer sabe cuándo la están mirando y cómo la están mirando y tú me mirabas igual que mirabas a tu novia. Me deseabas y yo te deseaba a ti y te provocaba.

- Lo sabía

- A si

- No, la verdad es que no, siempre he sido un negado para interpretar las señales, pero alto tenía que decir ¿No?

- que tonto eres

- ¿tonto soy o tonto me has dejado?

- ¿Te ha gustado?

- Claro.

Andrea asintió conforme con la respuesta y suspiró largamente antes de quedarse en silencio un buen rato.

No había tensión alguna en la habitación a la vez que toda presión o tabúes producidos por el hecho de que dos hermanos se acostaran había desaparecido. En esa habitación hacia dos personas que se querían mucho que acababan de compartir algo muy íntimo entre los dos que jamás olvidarían. O esa sería una forma de describirlo vagamente.

- Tete

- Dime

- ¿Alguna vez has soñado conmigo? Bueno ya sabes en plan erótico y eso

¿Qué coño! Me acaba de comer la polla, porque me costaba tanto reconocer que era que si la respuesta, que había imaginado y soñado con ella infinidad de veces.

- Esto…

- Yo si – afirmó ella

- ¿A si?-

- Si, muchas veces. No lo sabe nadie pero sí. Desde hace…uno, dos, cuatro… nose creo que  desde que me masturbo.

- ¿Te has masturbado pensando en mí?

- ¡Claro!

Me sonrojé, porque yo también lo había hecho.

- Yo también he soñado contigo.

- ¿De verdad?

- Sí y también me he masturbado contigo.

- Lo sabía.- Afirmó y sonrió a la vez.

- ¿Sabes lo que me dijo Nat para convencerme para jugar a eso?

Andrea esperó la respuesta con los ojos abiertos esperando ansiosa pero sin decir nada

- Resulta que el otro día,.. Joder que vergüenza… Venga te lo cuento… el otro día estábamos follando Nat y yo y me imaginaba que te estaba follando a ti y cuando me corrí dije tu nombre. Yo no me percaté hasta que ella me lo recordó el día que me llevó a la cocina y me digo algo parecido a “no te hagas el tonto o algo así o.. no se de qué te escandalizas si te corriste pensando en ella,” .. y bueno.. No eran sus palabras exactas pero bueno me hizo entender que me estaba escandalizando por algo que yo deseaba hacer.. Eso y que conocía desde hacía tiempo el historial de búsqueda de porno del ordenador.

- Dijiste mi nombre mientras te corrías? De verdad

- Si

- ¿Y no te diste cuenta? – Rio a carcajada limpia

- No - Me puse rojo como un tomate.

- ¿Y qué has soñado exactamente de mi? – Me preguntó

- Pues... cosas

- Que cosas…

- Bueno pues cosas ya sabes sexo y eso.

- Ya pero me gustaría saberlas

- Pero no me acuerdo exactamente de las cosas que sueño.

- Bueno, dicen que los sueños son cosas que realmente queremos hacer así que lo que tienes que hacer es decirme que es lo que me harías y así me estarás describiendo lo que soñaste conmigo.

- ¿Y esa chorrada te la acabas de inventar no?

- Noooo – No pudo poner una cara más de niña infantil porque sus facciones no le dejaban sino hubiese parecido la típica niña que la pillan con las manos en la masa y no tiene más excusa que poner la cara más tierna y adorable a lo Gato con Botas para librarse del castigo.

- No te puedo contar mis sueños porque no lo recuerdo pero si puedo decirte que es lo que te haría.

- Me haría mucha ilusión

- Pero no te puedo contar todo lo que te haría porque saldrías corriendo.

- Bueno prueba a ver. Pero Nat no ha salido corriendo aun y sigue a tu lado así que no creo que me asustes.

- Nat… - entonces me acordé de mi novia que debería estar en otra habitación recibiendo su dosis de sexo duro.

- ¿Que te ha contado Nat de mí?

- Jajajaja- Soltó una risotada franca- Nat me lo cuenta todo de ti.

- No sé si eso es bueno o es malo.

- Es bueno

- Depende, yo creo que eso es bueno para ti y malo para mí.

- No seas tonto – Y me dio un pequeño golpecito con la mano en el pecho en plan reproche pero con ternura.

- Bueno dime, pero que es exactamente todo.

- Pues... a ver… me dijo que la tienes frita con su culo. JAJAJAJ- volvió a reírse de una manera muy natural, tanto que me hechizaba cada vez que lo hacía – Me dice que no paras de insistirle para hacerlo por detrás.

- Si... es mi punto débil.

- Lose.

- Aixxx- suspiré- Es que Nat tiene uno de los mejores culo que he visto en mi vida y no sé qué tiene que me podría pasar horas haciéndole de todo.

- Me dice que le pides que se ponga a cuatro y que tu – Me dijo haciendo presión solo con el dedo índice sobre mí – te pasas horas lamiéndole el ojete, y que cuando te dice que no te pones a suplicar para que te deje hacerlo. Y que muchas veces lo hace únicamente porque te pones muy mono mendigando un poquito de sexo.

Yo me ruboricé de vergüenza ya que pensaba que esto quedaría entre nosotros dos.

- ¿A mí también me lo harías?

-¿A ti? me dejarías tu culo?

- Bueno, depende, aun no me has contado que me harías y depende si me convence o no pues veré si hago o no las cosas que te gustaría hacerme.

- Sabes que lo que acabas de decir parece sacado de una peli porno barata ¿No?

- Jajaja sí, pero barata de las malas – volvió a sorprenderme con esa risa tan maravillosa.

- Vale te lo cuento pero no te rías ehh!! Que me da un montón de vergüenza.

- Yo estaré calladita, prometido – Dijo a la vez que hacia un movimiento raro a la altura de sus labios para terminar besándose los dedos como intentando hacer un énfasis en que era una promesa verdadera.

- Pues, sinceramente te haría de todo.- Espere unos segundos sin decir nada para provocarla.

- ¿Y a está? – Me dijo con el ceño fruncido

- Anda calla. Te estaba tomando el pelo. No en que te haría de todo sino en provocarte…

- Tienes un humor rarísimo que no entiendo, eres tonto de remate. Tonto con una buena polla – Y puso su mano en mi polla blanda que notó el calor de esta nada más ponerse encima. No la apartó de ahí.

- Bueno, pues eso que te haría de todo. En el hipotético caso, en el caso imaginario, en el supuesto e imprevisible caso donde  o en el caso de que los planetas se alinearan y hubiese un haz de luz que te nublara el juicio y te hiciera decirme la frase por excelencia de las porno “Hazme tuya, haz conmigo lo que quieras y no te diré que no a nada” pues seguramente te haría de todo, haría contigo todas aquellas cosas que con Nat no me atrevo o que me encantan y me gusta hacer.

- Pero no me has respondido a la pregunta

- Bueno pues te follaría hasta que se me pelara la polla, te la metería por todos los agujeros donde me cupiese, te montaría como una yegua, haríamos mil y una posturas, me correría por todos lados: la cara, las tetas, la boca , el culo dentro y fuera el chocho hasta en los pies y cuando ya estuvieses drogada de sexo volvería a repetirlo todo una y otra vez hasta que me suplicaras que parase porque no puedes más entonces, te lo haría una par de veces más.

Andrea me miró con los ojos abiertos como platos, las cejas levantadas pero con una ligera sonrisa lateral donde en su mirada no había ni una pizca de asco ni rechazo, sino de asombró y de excitación.

- Pero… - Dijo mientras pesaba que palabras iba a usar- ¿Si no eres capaz de aguantar una mamada como vas a hacer todo eso en una noche?

- ¿Quién te ha dicho a ti que te lo haría en una noche?, Te lo haría todos los días, un día una cosa otro día, otro día eso y otro lo otro.

- Pero así no serias capaz de dejarme anestesiada mi “drogada de sexo” como dices tú.

- ¿Tú te crees que tienes mucho aguate no niñata?

- Más que tú sí.

- ¿No te molesta nada de lo que te he dicho?- dijo para desviar la conversación y dejara de hablar de mi aguante.

- No

-¿No? ¿De verdad?

- No, ojalá me lo hicieras.

- Vaya, entonces eso es como decirme eso de “Hazme tuya y blablablá”

-Si bueno más o menos.

- A mí eso de más o menos no me convence… que lo que es “Mas” y que es lo que es “Menos”? – Pregunté

- Pues.. no lose, a ver dime cosas y te diré

- Te acabo d describir todo lo que te haría, a algo de eso me dirías que no?

- Mmmmm, no… a todo eso te diría que si, salvo que..

- ¿Salvo que…?

- Salvo que no me convence que será en varios días. No podrías hacerme todo hoy?

Entonces se subió encima de mi a horcajadas y se inclinó hacia adelante pegando su cara a la mía.

- ¿Serias capaz de hacerme eso esta noche?

- Puedo intentarlo, pero no prometo nada.

- Yo te quiero para mí esta noche, tienes que prometerme una cosa.

- Que cosa

- Me hace mucha ilusión que cuando te corras digas mi nombre.

- Jajajaja, vale, diré tu nombre.

Pasó su mano por detrás de su cuerpo y empezó a rebuscar hasta que encontró mis huevos, puesto que estaba sentada encima de mí no la veía pero si sentía su mano jugando con mis testículos.

- Y dices que te correrías por todos lados no? Donde te gustaría correrte si yo te dejara elegir?

- Pues a mí siempre ha…

- No me digas más, seguro que como a todos, en la boca. No sé qué tiene que mira que os gusta eso eh?

- Pues eso iba a decir.

- Sois todos iguales.

- Ya pero mola hacerlo

- A David le encanta correrse en mi boca.

- Con esa boca que tienes es normal

- ¿Qué le pasa a mi boca?

- Nada,

-¿Nada?- Frunció un poco el entrecejo

- Nada de malo. A mí también me ha gustado córreme en tu boca.

- A ti te ha gustado correrte porque no podías más

- Sí, pero el hecho de hacerlo en tu boca pues ha sido mucho mejor.

- Pero me has aparato cuando ibas a correrte.

- Porque no sabía si ibas a querer que me corriera dentro o no, al principio a Nat también se lo hacía hasta que ella no puso objeciones y ahora cuando puedo…

- Ya me lo ha contado ella que si puedes te corres en su cara.

- En su boca – Puntualicé

- Bueno en su boca.

- Y vosotros que preferís en la boca o en la cara? - Preguntó

- ¿Nosotros?

- Si, los hombres en general.

- Y yo que sé lo que les gusta a los demás.

- Bueno pues a ti

- A mí, mmm… pues supongo que más en la boca.

- ¿Porque?

- No lose, supongo que es el hecho de algún tipo de dominación o de superioridad... no lo sé pero me pone mucho ver a Nat así en plan guarro con la boca abierta y eso.

- ¿Te gusta ver cómo nos lo tragamos?

- Eso depende, mira no sabría que me parece más morboso, si veros tragaros lo nuestro ver como lo escupís, o ver como jugáis con ello en la boca.. nose, creo que depende del momento.

- ¿Y tú que quieres que haga yo hoy con lo que tienes aquí dentro? – Apretó ligeramente la mano que tenía puesta en mis huevos

- Depende, ¿Que te apetece?

- Pues, te dejo elegir a ti

- Nonono, te toca a ti, ya me he corrido en tu boca y ahora puedo correrme donde quieras, el primer objetivo ya está hecho.

- ¿El primer objetivo? ¿Tienes más objetivos?

- ¿Eh? No.. calla es una forma de hablar, es como nose.. a ver cómo te lo explico… lo de correrse en la boca de la gente  no es algo que muchas hagan a la primera ya que normalmente no se FIAN de su novio o no les acaba de convencer y el hecho de correrse en la boca de alguien es como un logo difícil de desbloquear, el hecho de que tú lo has echo ya significa mucho, por eso, algo que es difícil de hacer me da pie a hacer otras cosas.

- No he entendido una mierda de lo que acabas de decir tete.

- Bueno da igual ¿Dónde quieres que me corra?

- Mmmm, pues no lose, donde sueles correrte con Nat?

- Me suelo correr... a bueno… también… ya se dónde quiero córreme.

- ¿Donde?

- Si me dejas, quiero correrme dentro de ti.

- ¿Dentro de mí? ¿En el chocho?

- No, en el culo, ya que si es en el chocho te puedo dejar embarazada.

- Pero tú te crees que yo a estas alturas iba a dejar que alguien me embarace o que? Tomo las anticonceptivas desde hace años. Por eso no te preocupes. Así que si quieres, pudo dejar que te corras dentro de mí. Es más me gustaría sentir que te corres dentro de mí.

- Me gustaría mucho a verdad. Correrme y no sacarla.

Andrea me miró con deseo y yo no pude reprimir devolverle la mirada con una sonrisa franca.

- Si no fueras mi hermana seguramente te tiraría los trastos para que salieras conmigo.

- Si no fuera tu hermana seguramente seriamos pareja – Me contestó.

- Creo que haríamos muy buena pareja tu y yo.

- Lástima  que ya tengamos pareja los dos,

- Si, pero oficialmente y a ojos del mundo no podríamos tener nada oficial.

- Lose, pero.. Podemos ser amantes, no?

- Me encantaría ser tu amante

- No me entiendes no, quiero ser tu amante siempre. Si algún día dejas a tu Nat y lo mío con David no va a mas yo quiero que tú y yo sigamos viéndonos toda la vida. Quiero que dentro de quince años sigamos encontrándonos y montándonoslo como ahora. El amor que tenemos nosotros dos no puede romperse ni debe romperse ya que ahora hay una parte tuya dentro de mí – de relamió los labios como recordando lo que se había tragado hace un rato – Y ahora hace falta que haya una parte mía dentro de ti par que el vínculo sea permanente.

La miré con desconcierto al no comprender esa última parte, “una parte ella”

- Voy a darte mi parte.

Entonces Andrea que estaba sentada encima de mí a horcajadas empezó a mover las rodillas y las piernas poco a poco y fue subiendo hacia mi cara. Sus piernas pasaron por encima de mi pecho hasta que al final levantando un poco más su cuerpo se posó justo encima de mi cara. Se acomodó aparatosamente pero al final consiguió una buena postura.  Apartó las almohadas dejando solo un pequeño cojín en mi nuca. Sus mulsos estaban a cada lado de mi cara, los podía tocar con las orejas con un simple movimiento y ella para sujetarse apoyó las manos en el reposacabezas.

Allí estaba el coño perfecto de mi hermana. Solo tenía que sacar la lengua y podría separar los labios si quisiese. Notaba el calor que desprendía, el olor característico que tanto me gusta. Un olor muy suave y tenue a chocho húmedo, ya sabéis a que me refiero, solo de olerlo me entra mucha hambre y me pone como una moto.

A esa distancia pude ver que le empezaban a crecer los pelillos del coño que había estado depilado perfectamente, si pasabas la mano podías notal una ligera “barba “de pelos pero hasta que no estuve a esta distancia hubiese apostado que estaba recién depilado. Igualmente apenas raspaba así que no le di ninguna importancia. Aun que hubiese estado sin depilar me hubiese dado igual ya que los pelos en el coño nunca ha sido un problema para mí.

Vi que los labios superiores estaban muy enrojecidos debido a la excitación y eso provocó que mi polla se levantara de golpe. No sé a vosotros pero saber que una mujer esta cachona por vosotros me pone un montón. Las mujeres lo tenéis fácil de identificar, solo tenéis que ver el palo tieso pero los hombres o por lo menos yo soy un patán a la hora de descifrar cualquier señal que te mande una mujer por eso, descubrir una señal tan clara me hizo sentir muy bien.

Vi que el interior del coño estaba húmedo y no pude resistirme mas y me lancé. Pasé mi lengua casi desde el culo hasta el clítoris muy lentamente quedándome con todos los matices de sabor. Si digo que estaba rico miento. Estaba delicioso. Os habéis comido alguna vez un helado un quince de agosto en la playa a las doce del mediodía? Pues saborear el sabor más puro de mi hermana fue mucho más delicioso que eso. Volví a lamer el mismo recorrido y sin poder resistiere tuve que volver a hacer otra vez más. Cada vez que pasaba mi lengua separaba sus labios y cada vez que lo hacía Andrea suspiraba. Tras hacerlo una cuarta vez decidí que la siguiente iba a ser diferente así que saque por completo mi lengua y se la inserté dentro del coño. Rebusqué dentro de ella dando vueltas con la lengua.Por poco me ahogo.

Le di unas palmaditas a la pierna para que se levantara y me prestara atención.

- ¿Qué pasa?- Me preguntó extrañada

- Pues que has sentado encima y no podía respirar! Reí

- Que tonto eres,

- ¿Te imaginas? Muerte por ahogo del chocho de su hermana

- Seguro que saldría en las noticias. – Contestó con una risa francamente deliciosa

Tras sopesarlo unos instantes decidió cambiar la postura. Metería si dijese que fue súper genial todo y maravilloso como en las películas, pero en estas no cuentan todas estas cosas. Fue un cambio de postura algo aparatosa y al final tuvimos que levantarnos los dos ya que entre que sus piernas estaban entrelazadas con mi cuerpo y mis brazos y que la postura no acompañó terminamos los dos de pie junto al borde de la cama.

- Vaya cosas eh – dije para quitar hierro al asunto

Entonces Andrea me saltó encima  y como un mono me rodeó con sus piernas a la altura de la cintura y se sujetó alrededor de mi cuello con sus brazos. Me besó apasionadamente y para que no se cayera le sujete por las piernas a la altura del culo. Le apreté Las nalgas y ella me devolvió el apretón con un mordisco en los labios

Grité encolerizado de amor por el mordisco y la posé con brusquedad en la cama sin que se llegar a soltar. Seguí besándola y ella seguía mordiéndome cada vez más apasionadamente. Mi polla no le costó encontrar el camino a su coño pero no pude metérsela ya que me tenía enroscada con sus piernas. Intenté liberarme y mis intentos fueron en vano,  hasta que por fin eché las manos hacia atrás y la cogí por los tobillos como pude y le abrí las piernas de par en par, entonces me incorporé y la vi a ella. Estaba roja con los ojos entornados y la mirada lasciva. Sus pechos reposaban y se mecían con los ligeros movimientos, sus patas las tenía abiertas de par en par mientras yo le sujetaba por los pies y su coño me llamaba a gritos.  No me lo pensé me agache y empecé a morderle con delicadeza los labios del coño igual que ella me había mordido antes. Aguanté las piernas el tiempo suficiente hasta comprobar que ella nos las cerraría, luego se las solté. Co las manos libres pude dedicarme más a tiempo a la almeja mojada. Puse mis manos justo al lado de coño a la altura de los muslos, eso a nat le ponía verraca porque según ella era una zona que nadie le tocaba y le producía placer, no sabía si eso era propio de todas las mujeres o no, pero yo lo hice. Con los pulgares llegaba a tocarle lo que estaba comiendo y con ellos separé los labios dejándole el coño abierto de par en par. Jugué un rato con su almeja tal y como me había enseñado mi novia. Supe que lo estaba haciendo bien cuando Andrea posó su manos en mi cabeza y me apretó contra ella. Seguí pero empecé a usar los dedos de mi mano. Empecé a penetrarla, primero con uno y luego con dos. Ella los recibió con mucho gusto.

- Por favor tete no pares.

Yo no contesté pero Andrea se movía mucho. Me había rodeado con las piernas que reposaban en mi espalda mientras que su pelvis se ondulaba cada vez más, cosa que hacia que su espala no dejaba de arquearse por momentos.

Me agarró del pelo y me levantó la cabeza y me miró. Si antes parecía que estaba cachona ahora parecía una puta loca en celo. Me siguió estirando del pelo y me llevó hasta su boca que sin inmutarse por tener la barbilla y comisura de mis labios lleno de sus jugos me empezó a besar ya lamerme la cara como si quisiera saborearse ella misma.

Nunca me habían lamido la cara, pero que tu hermana lo haga no tiene precio. Estaba muy cachondo y hasta eso me gustó. Me lamió todo y cuando hubo terminado me besó con su lengua hasta la garganta.

- Fóllame- Llegó a ordenarme y me empujó con la mano en el pecho para que me echara para atrás. El sexo con Andrea era potencialmente agresivo.

Me apoyé con la mano en la cama para no caerme para atrás y ella aprovechó para inclinarse y meterse mi polla ya dura como una piedra en la boca. Hizo un par de movimientos mas engullendo, luego escupió en ella y me la pajeó durante apenas cuatro o cinco segundo extendiendo la saliva.

Se levantó de un bote se puso a cuatro y me mostró el camino que debía seguir, escupió en su mano y se restregó su lubricante natural por el coño. Sin pensármelo me puse detrás de ella y agarré mi polla para apuntar pero ella fue más rápida, me la cogió con maestría y fue ella la que apuntó directamente al. Yo la cogí por la cintura y sin importarme una mierda el bienestar de mi hermana con un golpe de pelvis, agresivo, no muy duro pero si fuerte le incrusté la polla entera hasta que sus nalgas hicieron de freno.

Andrea se inclinó hacia delante levantando las rodillas y ahogando un grito que no podría distinguir si era de dolor o de placer. Pero no la dejé respirar, ya que la tenía atrapada por la cintura y la atraje hacia mí, conseguí que bajara otra vez las rodillas y dejara de arquear la espalda hacia arriba y cuando volvió a estar en posición volví a penetrarla. Esta vez no se apartó, solo gimió. Gimió de una manera que Nat llamaría de “loca escandalosa” pero a mí me pareció espectacular. Andrea dejo de apoyarse con las manos y se derrumbó en la cama, Apoyó su cabeza contra esta y sus manos descasaban a su lado arrugando las sabanas.

Su culo se inclinó hacia arriba y sus nalgas se separaron un poco lo suficiente para contemplar algo maravilloso. Mi polla ensartada en su chocho y su culo, el asterisco mágico del amor de un color un poquito más oscuro que el de su piel. Volví  a penetrarla, esta vez algo más lentamente para poder disfrutar de cada embestida. Casi la sacaba pero al meterla la metía entera.

Empecé con movimientos rítmicos y repetitivos. Plaf, plaf, plaf…  Solo se oía eso en la habitación, los golpes de nuestras caderas al chocar, mi respiración entre cortada y los gemidos de mi hermana al follar.

Le clavaba los dedos en su cadera por la rabia y excitación que tenía dentro y ella solo hacía que contestarme gimiendo y gritando con lo que me daba más pie a hacerle más cosas agresivas. Empecé a follármela más duramente y ella aun así me empezó a pedir mucho más.

Empezó a hablarme pero no sé qué me decía, por lo poco que pude entender eran groserías de carácter sexual guarro.

Al final me vino mi vicio innato en mí y no pude remediarlo. Me chupé el pulgar de mi mano lo llené bien de saliva y sin dudarlo ni un momento se lo puse en el cero cerrado de su culo Le empecé a frotar con esmero extendiendo la saliva y no pude creer lo que pasaba. Noté como se le relajaba el ano y que me permitía el paso. Dicen las normas que es una ofensa rechazar a un anfitrión cuando te abre las puertas de su casa por eso le incrusté el pulgar en su culo. Hasta que lo tuve todo dentro no paré. La postura es algo incomoda mientras sigues follando ya que  la mano queda en una posición rara pero me daba igual. Empecé a alternar los movimientos del pulgar con los de mi polla y pude mptarlos a ambos a través de esa pequeña piel que separa el interior del coño del el interior del culo.

No pude más saqué mi polla y la apunté a culo.

Andrea se incorporó rápido se dio la vuelta y se agachó para chuparme la polla un buen rato. Satisfecha por dejarla lubricada se volvió a dar la vuelta y se puso en la misma posición salvo que esta vez separó aún más la piernas para que el culo quedara más a la altura. Volvió a escupirse en las manos y a lubricarse el ano con lo que pudo. Yo no esperé más y apunté. Ella hizo un amago de cogerme la polla para ser ella la que apuntaba pero no le dejé. Le aparte la mano y se la eché hacia un lado.

- No, déjame a mí – Le dije

Puse la punta justo en la diana y empecé a hacer presión. El culo de Andrea estaba entrenado y no opuso resistencia. Pero por si acaso lo hice lento. Además de hacerlo lento ver como penetras a alguien analmente no tiene precio.

Vi como el culo engullía sin piedad mi miembro. Me movía un poco hacia adelante y a hacia atrás para facilitar la penetración y al poco de unos segundos conseguí incrustársela entera. Andrea se puso otra vez a cuatro pero con las manos apoyadas en la cama y la cabeza levantada como un perrito.

Aproveche para pasarle una mano por la espalda y noté como la tenía cubierta de sudor. Me fijé en lo enmarañado que tenía el pelo y como muchos mechones las tenía pegadas por el sudor por la cara y por parte del cuello y la espalda.

Le cogí del pelo y tiré hacia mí, Andrea no pudo contener un grito ahogado cuando lo hice y la obligué a levantar la cabeza. Tiré con más fuerza y ella inclino la espalda para poder corresponderme. Me la follaba con dureza por el culo. A Nat nunca le había tirado del pelo de esa forma y nunca le había follado así, en algún momento seguro que le tendría que haber hecho daño pero por cómo me respondía ella con su cuerpo parecía que no y que además me pedía más de eso. Le solté la cabeza y ella la agachó dejando que su pelo le cubriera por completo la cara. Yo la cogí por las nalgas y se las separé para ver como mi polla entraba y salida con facilidad. Mi polla salía completamente limpia con lo que imaginé que se habría echo alguna limpieza como las que hacia Nat cuando hacíamos sexo anal. Seguí mirando y no pude contenerme. Saqué la polla y vi el culo por dentro. No hizo fuerza y mantuvo el agujero del culo abierto, me incliné un poco, y tal como tenía las manos puestas en las nalgas aproveché y metí el dedo índice de la mano derecha junto con el corazón hasta la segunda falaje, luego metí el dedo incide de la mano izquierda y en un acto de egoísmo puro y haciendo presión para dilatar metí el dedo corazón de mi mano izquiera. Los nudillos de mis manos se tocaban así que haciendo fuerza empecé a separarlos y abrirle el culo.

- Agghhh hijo de puta….me partes en dos…

- ¿Hijo de puta?

- si hijo de puta,

- ¿Te duele?

No contestó.

- ¿Te duele?

Negó con la cabeza. Así que seguí, estiré un poco y conseguí abrirlo un poco más de lo que ella estaba acostumbrada, lo noté por la tensión de su ano, hubo un momento que empezó a poner resistencia debido a la piel pero ya era suficiente para mí. Le vi el culo por dentro y me agaché. Escupí dentro y le solté los dedos.

Andrea se derrumbó en la cama quedando completamente tumbada. Yo no paré, me tumbé encima de ella y deje que parte de mi peso la obligara a quedarse quietaMi cara se posó al lado de la suya por detrás y puede apreciar que tenía toda la cara llena de pelos pegados, los ojos medio cerrados y la boca abierta.

-Como vuelvas a hacer esto…- dijo sin terminar la frase

- ¿Que?

- Como vuelvas a hacer eso tendré que…

- Tendrás que… - dijé a la vez que apunté mi polla entre medio de las nalgas. Noté que ella se acomodaba y me daba paso para lo que iba a hacer.

- Eres un hijo de puta pero tendré que pedirte que me lo hagas otra vez.

Eso fue ya la gota que colmó el vaso. Bajé mi cintura y mi polla se abrí paso entre las nalgas y le perforó el culo. La postura no era la ideal y notaba que hacia presión por zonas que antes no tocaba. Vi aunque Andrea cerraba los ojos con fuerza y abría la boca para soltar un grito silencioso que terminó por soltar el aire que estaba aguantando.

Se la incrusté entera y la dejé unos segundos dentro. Andrea pasó la mano por debajo de ella empezó a masturbarse con dedicación. Puso sus dedos alrededor de mi polla par comprobar todo lo que le había metido, poco después terminó por frotarse el clítoris.

Volví al movimiento típico del folleteo. Metía y sacaba, la metía entera y la sacaba entera y ella solo me correspondía con los gemidos más agradables jamás escuchados por un hombre.

Le separé las piernas y me incorporé y aun que la postura era rara yo me la seguí follando. Pero por poco tiempo ya que no pude aguantar más. Le apreté las nalgas fuertemente y empecé a sacudirme con agresividad.

- Andrea, me voy a correr, Andrea, me corro.

- Córrete dentro amor mío

- Andrea, Andrea, Andre… - No terminé la frase

Me vino el subidón y descargué dentro. Volví a empujar enteramente dentro de ella y volví a soltar un  buen chorro. Aguardé unos segundos mas y sin quererlo la volvía a penetrar, entonces me pegó un buen bajó que me obligó a tumbarme a su lado. La saqué de su culo y parte del semen se derramó y parte se quedó dentro. Andrea resopló y aguardó.

Pasarlos segundo y al final ella se dio la vuelta y se puso de cara a mí. Se quedó de lado con las piernas cerradas pero se incorporó un poco. Me miró la polla manchada de semen, saliva y restos vaginales. Se inclinó y me la chupó con dulzura. No me estaba haciendo una mamada, me la estaba limpiando. Yo levante la cabeza y vi lo que hacía. Nat no solía hacer esas cosas pero Andrea parece ser que sí. Un Culo a boca en toda regla igual que en las pelis. Siguió limpiándome el sable pero a mí me daba muchas coquillas que lo hiciera, pero aguanté como un campeón. Una vez terminada se recostó a mi lado y apoyó su cabeza contra mi pecho, cruzó su brazo sobre mí y entrelazó las piernas con las mías.

Empezó a acariciarme el pecho, bueno empezó a acariciarme enteramente por donde iba y quería su mano, yo no puse impedimento alguno a que me acariciara lo que quisiera. Entonces me vino a la cabeza que ella no había llegado y me llegó una terrible sensación de arrepentimiento.

- Lo siento

 - ¿Porque? – Respondió

- Porque no has llegado y yo sí.

- ¿Quién te ha dicho que no he llegado?

- ¿A si? ¿Cuando?

- Hace ya un buen rato

- No lo sabía. Entonces te he hecho llegar más veces?=

- No, solo una

- ¿Cuándo ha sido?

- Qué más da

- Quiero saberlo

- Pues.. Poco antes de metérmela por el culo, por?

- Entonces porque…

- ¿Porque he seguido?

- Si

- Porque podía y me gustaba

- ¿Te he hecho daño?

- Jajaja, no… tranquilo

- Me has llamado hijo de puta

- Ya, a veces me emociono un poco. ¿Me perdonas?

- ¿Perdonarte? Me has puesto a mil cuando lo has echo

Pasaron los minutos y nos relajamos los dos en silencio disfrutando del momento.

- ¿Andrea? – Pregunté

- mmm

- ¿Estas dormida?-

- Casi…- Me respondió con una voz casi apagada

- Me has llamado amor mío.

- Claro, porque eres mi amor y eres mío.

- ¿Estas enamorada de mí?

- Claro, siempre lo he estado

- Yo también creo que lo estoy de ti.

- Tu lo que estas es enamorado de mi culo

- No en serio, lo que siento por ti es amor, amor de verdad, lástima que seas mi hermana.

- Lose, pero tienes a Nat y yo tengo a david. Yo sé que quieres a Nat y tú sabes que yo quiero a David.

- Pero podemos amarnos además

- Si, podemos amarnos tú y yo y además nuestro amor siempre será el más puro de todos.

Poco después nos quedamos dormidos los dos, abrazados y aun que hacía un calor insoportable no nos separamos en toda la noche.