miprimita.com

Librojuego - Melania - Capítulo 12

en Grandes Series

Capítulo 12

Aunque Melania estaba completamente exhausta, no podía aplacar el calor interior que sentía, además seguro que le era imposible dormir en esas condiciones. Tomó aire durante unos instantes intentando que sus músculos descansaran un poco durante unos minutos. Su respiración se fue acompasando lentamente, volviendo a un estado de reposo. Acto seguido Melania se inclinó para rebuscar en el segundo cajón de su mesilla de noche, rebusco en sus papeles hasta que encontró a “Brad”.

 

Brad es como llamaba a su consolador, una polla negra de 25 cm de largo y más gorda que ninguna de las que hubiera visto en realidad, normalmente para meterse aquella polla en el cuerpo necesitaba cierto tipo de calentamiento, pero no esta vez. Previendo lo que iba a suceder se colocó la almohada llena de fluidos en la cara. Aspirar aquel aroma, la excitó aún más de lo que podía haberla excitado cualquier cosa en el mundo y con un fluido movimiento la metió hasta el fondo ahogando un grito casi agónico, que le arrancó inmediatamente un orgasmo, que duro varios segundos durante los cuales “Brad” se quedó dentro de su cuerpo, mientras se iba acostumbrando a él.

 

Cuando hubo cogido un aliento, saco a “Brad” de golpe, con un sonoro “plop” y volvió a meterlo hasta el fondo. Repitió esta operación durante unos cuantos minutos, soltando un grito al principio, pero que al final se fue convirtiendo en un ronco sonido gutural.

 

Cambió de postura, ahora tocaba a cuatro patas. Volvió a hundir la cabeza entre la almohada y esta vez comenzó una lenta pero continua follada. En cada embestida notaba como “Brad” se abría paso entre sus entrañas, taladrándole de una forma impetuosa todo su interior. El placentero castigo se extendió durante varios minutos cuando Melania ya no era siquiera consciente de donde estaba o que hacía, solo era capaz de sentir. Cuando fue capaz de volverse a correr, solo quedaba un cuerpo inerte en una cama, su mente había viajado a otro lugar.

Para continuar leyendo ve al capítulo 23